Juzgar a las personas a la primera por su apariencia nunca es la decisión correcta hay ciertas razones y circunstancias y menos si ni si quieras sabes de donde viene o que a pasado, cuanto a sufrido ni cuantas lagrimas derramó, quienes a perdido y que tan solo esta. Siempre tienes quedar una oportunidad a quien conozcas porque tal vez te pueda impresionar (créeme yo se de eso).

Si se pregunta porque lo digo bueno eso es una historia larga, pero si tienes el tiempo de conocer sobre el chico que me cambio la vida bueno te invito a que sigas leyendo.

Verán todo comenzó normal era una mañana típica en el campamento mestizó

Me había despertado como un día normal, me puso mis jean azules y mi camiseta naranja del campamento, me amare mi cabello rubio algunos mechones salvajes se salieron pero para lo que me importaba y salí a desayunar. Me dirigí a la mesa de Atenea con mis hermanos, los salude a todos y empecé a comer, Malcolm hablaba sobre un fantástico libro que había leído y algunos comentaban sobre ello, después de desayunar fui a hacer mis deberes. Siempre me tocaba hacer la revisión de cabañas por que admitámoslo yo era la mas honesta y la mas justa ahí.

Empecé con la de Atenea mi madre que obtuvo una calificación perfecta, aunque abecés tenia mas baja ya que mis hermanos incluyéndome dejábamos los libros pergaminos tirados pero ayer y hicimos la limpieza así que estaba imple cable todo estaba en su lugar los libros en la biblioteca los pergaminos enrollados y guardados en un baúl y las camas recién hechas.

Al igual que la de Afrodita la cual siempre estaba limpia sus hijas son muy perfeccionista olía como a flores con perfumé costoso y la de Hades, esa era mas comprensible ya que nada mas había un campista y nunca se encontraba ahí así que lo único que tengo que hacer es mirarla desde a fuera para checar que siga allí y es mejor así porque si soy sincera es cabaña siempre medio un grima horrible y no tenia nada de ganas de entrar.

Las demás eran más variadas, excepto la de Hefestos que siempre tenía un 0 ya que estaba sucia grasosa y llena de chátara, que según ellos era un "tesoro". Al terminar me dirigí hacia la casa grande a darle el informe de las cabañas a Quirón nuestro entrenador centauro, alto, fuerte y a veces daba miedo.

-Buenos días- tenia una sonrisa tierna que cuando lo hacia se lo notaban mas las arrugas.

-Hola Quirón te traigo los reportes de las cabañas- le di la lista.

-Nada extraño hoy- dijo con un tono sarcástico mientras revisaba la lista

Lo único que hice fue darle una risilla (Para nosotros los semidioses nada es normal y si no me crees bueno yo estoy hablando con un hombre mitad caballo).

Quirón terminada de checar la lista mientras lo esperaba, todo estaba sin ningún contra tiempo los semidioses de Apolo entrenaban con los de Ares o luchaban lo que sea se veía que estaban enfadados y que los semidioses de Ares estaban bastante furiosos, los sátiros se encargaban de los campos de fresas tocando sus flautas de pan junto con las ninfas, algunos semidioses paseaban por la playa. Todo estaba tranquilo y en paz.

Hasta que escuchamos de un segundo a otro un estruendo desde la entrada del campamento parecía que alguien estaba peleando afuera en la barrera pero debería ser debía de ser bastante fuerte por que se escuche así con esa magnitud desde donde estábamos no era normal, los gemelos Travis y Connor Stoll hijos de Hermes aparecieron corriendo desde la entrada hasta done estábamos nosotros.

-¿Qué ha pasado?- Quirón tenia una mirada de impaciente y preocupado.

-Tienes que verlo o no me lo creerás- dijo Travis mientras que, Connor jadeaba y asentía, diría que al ver el rostro de los gemelos parecían asombrados y a la vez de terror.

Corrimos directamente a la entrada y al llegar no era de esperar por que los gemelos tenían esas expresiones en sus rostros. Lo único que pude ver era un chico alto pelinegro, estaba de espaldas así que no podía ver su rostro, tenia en su mano derecha una espada medio larga (ok eso no era lo sorprendente ósea era un semidiós cualquiera con su espada. No, lo que no podía creer era contra que estaba luchando, contra tres, no una, si no TRES empusas).

Eran dos morenas y una rubias, altas más grandes que el chico, sus ojos parecían inyectados de sangre y de furia con sus colmillos filosos que te podrían morder en cualquier según y devorarte entero. Nadie se acerco a ayudarlo, igual el no necesitaba ayuda tenia la situación totalmente controlada.

La primera empusa una de las morenas se acerco hacia el para morderlo pero fácilmente la esquivo dirigiéndose a la segunda dándole un corte muy profundo en su estomago. Ella abrió la boca y dijo unas palabras pero lo único que alcance a escuchar era: ¡Niño del mar! .El chico lo único que pudo hacer fue acabar con su sufrimiento y le clavo la espada en el pecho que hizo que se convirtiera en polvo. Pero haya no acababa la fiesta por que faltaban dos mas.

Creo que al ver un a una de sus hermanas evaporase no le hizo mas feliz, ya que sus ojo se pusieron a un mas rojo lanzandole una mirada acecina como diciéndole: "Ya estas muerto mocoso". Empezaron a atacar pero el era bastante hábil y anticipaba sus movimientos, aunque tampoco era prefecto ya que se le notaba que estaba cansado y por otra parte la empusas eran fuertes y no tenían una sola gota de sudor

Lo rasguñaba mientras que el trataba de clavarle la espada para acabar ya pero ellas eran persistentes, llego un punto de la pelea que parecían que estuvieran sincronizados ellas atacaban el esquivaba y así iban como si estuvieran bailando.

Hasta que la empusa no fueron muy inteligentes, por que cometieron un gran error, de atracarlo los dos a la misma vez de frente eso hiso las cosas más sencillas y lo único que tuvo que hacer el era espera y así dio el último golpe cortándoles el pecho de una vez por todas. Se comenzaron a desintegran convirtiéndose en polvo cuando la rubia uso su último aliento para decir:

-Te maldigo hijo de Poseidón- con su voz desgarradora combinada con una adolescente común, con una vieja de 100 años

Todos estábamos en silencio no nos movíamos. El chico lo único que dijo -Si pues no eres la primera que lo haces- con un tono de sarcasmo combinado con diversión, seguíamos hay parados sin decir nada.

El dio la vuelta y pude ver claramente su rostro, es guapo o eso creo porque estaba bastante demacrado, tenia una media sonrisa, algo bronceado, su cabello negro estaba despeinado como si hubiese dado un paseo por la playa y sus ojos (Wooo!) era como unos verde agua como las profundidades del los mares. Tenia una camisa azul toda rasguñada y sucia igual que sus pantalones (pobre me imagino que debió pasar por mucho para podre llegar).Pero lo mas asombroso era que en su frente brillaba con un color verde intenso un tridente.

Quirón se acerco a el, el chico no parecía sorprendido de la mitad trasera de nuestro entrenador-Dime chico ¿cual es tu nombre?-

Percy Jackson- sus ojos brillaron al pronunciarlo

-Bueno Percy Jackson bienvenido al campamento mestizo-

De repente el tridente desapareció, el vio a si frente y puso una sonrisa de oreja a oreja-¡Por fin!- grito- desapareció- todos estábamos confundidos ósea (¿Cuánto tiempo llevaba el tridente en su frente? ¿Y porque al chico le molestaba tanto?).

Quirón limito a verlo y de repente voltio y fijo su mirada en mi- Annabeth- Deje de de examinar tanto al nuevo y me dispuse a prestarle atención a Quirón -Muéstrale a Percy la cabaña 3 y responde todas sus preguntas-

-Si señor- respondí lo señale y dije -vamos niño del mar- lo único que hizo fue dedicarme una sonrisa y seguirme.

Acompañe a Percy por todo el campamento (Rayos porque la cabaña 3 estaba tan lejos eso era muy incomodo). El silencio me aturdía, mientras el miraba para todas partes, Me imaginó que estaba muy confundido sobre todo lo que estaba pasando. Llegamos a la cabaña la cual simple estaba cerrada sinceramente sentía un poco de curiosidad para saber como era adentro, ósea es la cabaña del dios de los mares movedor de tierra y blablbablabla aunque el odia a mi madre y mi madre a el no deja de darme intriga).

-Aquí es- le dije mientras señalaba la cabaña.

Percy lo único que hizo fue silbar por el asombro, puedo entenderlo como no iba estarlo en el exterior la cabaña es hermosa, echa por piedras extraídas de las profundidades de los mares, la columnas de colar talladas a mano y siempre tenia ese aroma a agua salada. Claro era la que mas estaba cercana a la playa.

-Aquí te quedaras mientras este en el campamento, están cabañas nos son asignadas cuando somos reclamados-

-Reclamados ¿por quien?- El levanto un cejas como señal de duda

-Por nuestro padre divino, claro- puso un gesto de que lo estaba confundiendo mas de lo que estaba- Te acuerdas el tridente que estaba en tu frente

-Como olvidarlo- dijo levantando la mirada par verificar que ya no estaba.

-Bueno ese tridente es señal de que tu padre te a reclamado-

-ya veo entonces esta cabaña ¿es solo mía?-

-Si tú eres el único semidiós de Poseidón que conocemos-

-¿¡Semidiós!?- dijo sorprendido

-Cierto- reflexione- debes estar muy confundido veras tu sabe…-de repente fui interrumpida por el.

-De la mitología griega, los dioses, blablablabla, si ya lose-