Disclaimer: TD series no me pertenece, esto es sin fines de lucro~ y los OCs pertenecen a quienes corresponda \owo/

Hey! ¿Pensaban que nunca seguiría? Yo también... Nah, de hecho tenía la mitad del reto planeado y con ayuda de la grandiosa Kanny-chan se perfeccionó la idea y, a pesar de tener sólo tres hojas escritas desde que subí la introducción... hacía falta inspiración uwú por lo que lo compensé escribiendo las demás hojas entre una noche y otra B)

Sin nada más con que retrasalos... ¡A leer!


Salto, precisión y... caza.

Cuatro y cuarto de la mañana.

Cuatro y cuarto en el nuevo Campamento Wawanakwa, para ser exactos.

Una paz abismal habitaba por afuera de las cabañas, tanto de Conejos como Alces ya que, por lo menos unas pocas horas, la mitad que tardó más había conseguido tomar su equipaje de vuelta y regresar a dormir.

—Hey, Chef —Corey se encontraba de pie frente a la bandera colgada que marcaba el centro del campamento—, ¿qué tan malo es ser militar?

El Chef —obviamente, más mayor— rodó los ojos y siguió en su postura derecha, manteniendo ambas manos detrás de su espalda.

—No aguantarías ni un día en la milicia, mocoso —respondió el morocho sin mirarle.

—Ah… Pero se levantan cuando apenas sale el sol, ¿no? —Siguió hablando Corey, aún conectando su megáfono a los altavoces instalados en el lugar. Una vez lo consiguió, añadió por él:—. ¡No duermen nada! ¡Eso sí que debe ser brutal!

El Chef iba a replicar algo, pero un curioso himno empezó a sonar por cada bocina de la isla.

— ¡Viejo, son las cuatro de la mañana! ¡Apaga esa cosa! —gritó Jinx desde la cabaña de los Conejos Asesinos.

— ¡Algunos necesitamos dormir! ¿Sabes? —se quejaba Dalila desde la cabaña contraria.

—Sería raro (hasta para mi) si me pagaran por grabarlos durmiendo —sonrió Corey con algo parecido a inocencia mientras seguía con el megáfono— así que mejor dense prisa, ¡que tenemos un bello día de desafíos por delante!

— ¿Y el himno de Alemania para qué es? —preguntó Rei, adormilado y asomándose a la puerta aún sólo con los bóxers azules (y con líneas negras) puestos sin problema alguno.

—Agh, presumido —comentó receloso Rob al asomarse a su lado, momentos antes de salir de la cabaña de los Alces Gritones.

Rei sólo alzó ambas cejas, sorprendido.


— ¿Así que soy el primero en el confesionario de quinta? —Preguntaba Rob a la cámara dentro de la letrina—. Me lo esperaba, es por eso que seré el ganador de este juego de niños…

Horas antes:

— ¿Saben? No sé porque el pensar que venir a hablar aquí sería una buena idea… —decía Jennifer a la cámara, tapando su nariz con la mano mientras alejaba moscas con la otra—. Esto no es genial, para nada.

Clyde sólo entraba para inspeccionar la letrina, indiferente.

— ¡Finalmente te encontré, Trisha! —Sonreía victoriosa Mariel al entrar, dirigiéndose únicamente a algo que había permanecido desapercibido para la cámara—. ¡El desafío aún no empieza! ¡Y tenemos que estar listas para la competencia! —agregaba al cargar a una sonrojada y tensa pelinaranja.


— ¡Todos los que estén interesados pueden alistarse para nuestra querida montaña…! —anunció Corey.

— ¿Quién llama querida a una montaña? —burló Amanda por lo bajo, presumiendo sin problema la fina lencería en la cual dormía.

— ¿Algo así como hicieron en la primer temporada? —inquirió Belle pese a mantenerse somnolienta.

—Viejo, creo que puedo con eso —sonrió Jinx, apoyándose en el hombro de Sebastián.

— ¿Vos creés? —El músico alzó una ceja al mismo tiempo que se cruzaba de brazos.

—Yo… creo que preferiría pasar —pensó en voz alta Andres, un poco pálido al considerar el agua profunda más que a los tiburones.

— ¡Dejen de arruinar mis planes y vayan a la montaña rápido! —Ordenó Corey antes de subirse en el jeep que Anika conducía—. Chef, cuento contigo para que vigiles a estos niñitos.

Más de uno se rió ante la palabra "niñitos", pero la sonrisa con la que respondió el Chef los hizo callar y temblar, tanto a Conejos como Alces, aunque…

—Neh, ¿usted no debería estar retirado, como Chris? —le preguntó Karen tranquilamente, dando un paso hacia delante. Seth, que trató de detenerla —a pesar de que eran de equipos contrarios—, se golpeó la frente con la palma de la mano.

— ¿Acaso crees que estoy muy viejo para seguir en el show, mocosa? —contestó el Chef inmediatamente después de reconocer a la de cabello negro.

— ¡E-ella no quiso decir eso! —se apresuró a hablar Jennifer mientras Rei le tapaba la boca a Karen.

— ¿Pero no es verdad eso? —comentó inocentemente Nate, ganándose una mala mirada por parte del militar a cargo.

Mientras más de uno suspiraba con resignación, Rob se golpeaba la frente contra su cabaña.


—Sí, lo admito: quería encontrar la manera más fácil de ganar y ¿justamente me toca el equipo de perdedores innatos e idiotas sin remedios? —se quejaba Rob en el confesionario, exasperado.


— ¡Esto es tener suerte! —decía con confianza Vince una vez todos habían llegado a la cima de la montaña.

— ¿Por tener que subir hasta aquí arriba y sin ayuda? —preguntó Tom a su lado. Lucía bastante cansado por toda la caminata echa a diferencia del otro chico.

— ¿Eh? Claro que no —repuso Vince cuando notó que los demás de su equipo lo observaban—. ¿No lo recuerdan? ¡Vamos ganando y ni siquiera empezamos el reto!

—Es de mala suerte decir ese tipo de cosas… —comentó Jen al pasar por su lado, cruzada de brazos y con una ligera sonrisa— Pero como no estás en mi equipo no te detendré.

— ¿Ma-mala suerte? —repitió entre sorprendido y aterrorizado Vince, devolviendo la vista.

—Como sea —interrumpió Rob—, ¿alguien sabe dónde donde se metió McLean Jr?

— ¿Lo extrañas? —bromeó Karen, tan divertida como inocente.

—Agh, deja de decir estupideces. Si lo extraño o no es asunto mío —replicó el pelinegro, desviando la mirada con algo de molestia al retroceder. Se notaba bastante incómodo con el panorama que tenía delante.

— ¿Quién lo diría? Ya tenemos una parejita —molestó Rei, asomándose detrás de su grupo—. ¿Tienes planes tras cámara…?

— ¡Calla!

—Estamos en el mismo, no deberíamos pelear —decía Belle, interponiéndose entre ambos chicos aunque era clara la distancia a la que estaban uno del otro.

—Belle tiene razón —secundaba Andrés, imitándola—. Además, el desafío aún no comenzó…

—Aguafiestas —bufó Rei a pesar de recobrar su típica sonrisa segundos después, llevándose ambas manos a la nuca.

Sin embargo, su mueca —o la de los demás campistas— no duró demasiado. Nuevamente el claxon volvía a sonar mientras se veía acercarse a Corey con en el jeep.

— ¡Agh! —Se quejaba Amanda al taparse los oídos—. ¿Siempre tiene que hacer eso? —le preguntaba a quien tenía al lado, entrecerrando los ojos.

Trisha sólo se encogió de hombros sin levantar la vista. A su lado Mariel asentía, medio sorda por el fuerte y molesto ruido.

—Víctimas, sé que están ansiosos por su primer desafío inaugural —empezó a decir Corey, bajándose del jeep y acomodándose las gafas estilo aviador— así que no los haré esperar más.

— ¿Será algo extremo? —quiso saber Roxy, preparada para lo más descabellado.

—Tan extremo como saltar al agua —respondió el presentador, manteniendo la sonrisa.

— ¿Salto al agua?

—Eso mismo.

— ¿Dónde está la trampa, McLean? —preguntó ahora Kiara, tan desconfiada como lo estaban todos… menos Nate, que estaba tranquilamente sentado en el suelo mientras todo ocurría.

—No hay trampa —seguía insistiendo Corey, encogiéndose de hombros—; sólo tienen que saltar del acantilado y tratar de conseguir la mayor cantidad de aros posibles. El equipo que tenga más cuando acabe el tiempo ganará una ventaja para el siguiente reto.

—Si eso es todo será pan comido —comentó Mariel, segura.

—De cualquier forma… deberíamos tener cuidado —susurró Trisha, jugando con los dedos—. Después de todo, se trata del hijo de Chris…

Nuevamente el claxon volvió a opacar todo.

—Tienen sólo una oportunidad por campista —decía Corey mientras su ayudante, Anika, terminaba de "ajustar" las cuerdas elásticas al borde del acantilado— y el tiempo sigue corriendo.

— ¿Eh? ¡Viejo, eso no es justo! —exclamó sorprendido Tom, aunque poca importancia le dio el McLean.

—Tic, toc. Tic, toc.

—Empecemos a organizarnos —habló April, haciendo señas para que los Alces se agrupasen. Su altura le ayudaba bastante para destacar—. ¿Quién va primero?

— ¿Saben? Me gustaría ir a mí, pero le cederé el puesto a alguien más —contestó Vince, rascándose la nuca con cierto nerviosismo.

—Lo que digas —Seth no le hizo mucho caso—. ¿Hay alguien que no tenga miedo?

— ¡Y-o no tengo miedo!

—Ajá —rió Mariel, tomando de la mano a Trisha momentos después—. ¿Por qué no vas tú primero, Trisha? Sé que eres muy ágil… Ya sabes, saltaría contigo, pero la otra cuerda es para los del otro equipo…

Titubeando un poco, la pelinaranja levantó la vista para ver a su amiga. Sin embargo, antes de poder responderle, Sebastián habló.

—Creo que nuestro suicida ya está en camino a hacer su trabajo —dijo Sebastián, viéndose desinteresado al encogerse de hombros.

—Ya era hora —comentó Kiara, más indiferente que él, pero mucho menos que Clyde, que no parecía importarle nada de lo que pasaba.

—Hay que darnos prisa —avisó Jen cuando notó como Jinx daba el primer salto por los Conejos.

—Yo no iré. Sí, quiero el dinero, pero no moriré al saltar de un acantilado por capricho de alguien —dijo Rob al instante, como si tratase de hacer tiempo—. Que vaya alguien antes y, si no mueren, saltaré en tres o cuatro turnos.

—Haré lo mismo —comentó Amanda, cruzándose de brazos con aires de grandeza.

—No lo sé… esta cosa no se ve muy segura —decía Andrés, de cuclillas y tocando la estaca que "sujetaba" la cuerda.

— ¿Cuándo han visto morir a alguien en televisión? —preguntaba Karen, ajustándose la cuerda con ayuda de Dalila y Belle. Antes de que el dúo pudiera responder, corrigió—. Ejem…quiero decir… ¿Cuándo ha muerto un participante en estos retos, al aire?

—Creo que…

—Shh. —Rápidamente Amanda cayó a Rob con un codazo. Alzó la vista para ver a Karen, negando con la cabeza, y después la volvió al chico para susurrarle:— ¿quieres que salte o no?

A regañadientes Rob le siguió el juego, imitándola.

— ¿Lo ven? —sonrió la pelinegra, pronta para saltar.

—Date prisa, hermana. Ya quiero lanzarme en esa cosa —decía emocionada Roxy, dándole pequeños empujones a Karen. No obstante, la estaca clavada la hizo tropezar y caer junto a la otra pelinegra.

—Meh, no fue un gran gusto conocerla —comentó despectivamente Rob, encogiéndose de hombros.

Pero antes de que alguien pudiese decir o hacer algo más, un gran y fuerte grito —posteriormente censurado— se oyó mientras ambas caían, cortesía de Roxy que, lejos de asustarse, parecía disfrutar del momento… a pesar de sólo estar aferrada a Karen.

— ¡Tengo uno! —avisó Jinx a su equipo, regresando a la cima, despeinado y con una gran sonrisa.

— ¡Nosotros también! —dijo Karen, no tan agitada o eufórica como estaba Roxy.

— ¿Y qué hay de ti? —preguntaron al unísono Amanda y Rob a la rockera, que sólo palmeó al aire para restarle importancia al asunto.

—Relájense —respondió—, no pude agarrar ninguno pero lo haré cuando vuelva a saltar.

—Un salto por persona —reiteró Corey, pitando el silbato que traía en el cuello.

— ¡Pero yo no salté!

—Caer o saltar abrazado a alguien cuenta como salto. Es tu culpa no haber tomado el aro —contestó con indiferencia el conductor, cosa que molestó demasiado a la pelinegra.

—Así que saltar abrazado cuenta… —murmuró Seth, apartando la vista del otro equipo—. ¡Hey, chicas! ¿Por qué no saltan a la vez? —preguntó simpáticamente a Mariel y Trisha, apoyando una mano en cada hombro del par.

—Eso… podría servir…

— ¡Claro que sí, Trisha! —comentó alegre la pelirroja—. ¡Yo saltaré y tú me abrazarás, así podrás tomar ambos aros!

La pelinaranja sólo asintió con la cabeza después de dudar un poco. Estaba sumamente roja sin razón aparente.

— ¡Rob, deja de mirar al otro equipo! —Regañó Belle al chico, provocando que éste perdiese la concentración—. ¡Eso no nos ayudará a ganar!


¡Claro que sí nos ayudará! —decía Rob, seguro y en parte frustrado—. ¡Saltos dobles! Si ellos hacen saltos dobles nosotros podríamos hacer saltos triples y así ganarles más rápido… Y de ese modo no tendría que saltar… ¿no?


—Menos mal que regresaste ahora —reprochó ahora Amanda al pelinegro—. Andrés, Dalila, Belle y Nate ya saltaron, pero sólo Nate consiguió un aro…

—Un tiburón me lo dio antes de comerme —dijo inocentemente el niño, mostrándole el dicho aro apenas mordisqueado.

—Estaba ocupado —comentó despectivamente Rob, hasta que pareció recordar algo—. ¿Eh? ¿Saltaron mucho mientras estaba en el confesionario?

— ¿El confesionario? —repitió Amanda, alzando una ceja.

—No actúes como si se sorprendiera…

—Buen punto. Hasta ahora han saltado esos cuatro por nosotros… y por el otro equipo sólo la pelirroja gritona y la muda, y el ruso y la granjera están…

— ¡Lo conseguimos, muchachos! —avisó April al regresar con Seth, ambos con la ropa empapada pero el aro en alto.

—Ganándonos… —completó Amanda antes de dejar escapar un gritillo exasperado.

—En vez de quedarse hablando podrían ayudar un poco a los suyos, ¿no? —preguntó Rei, llamándoles la atención conforme se acomodaba la cuerda.

En vez de responder, Rob sólo esbozó una sonrisa ladeada que Amanda no entendió.


— ¡No sé cómo acepté esto! —gritaba Jen, muy abrazada a Rei mientras Amanda se encargaba de recolectar aros.

—No estás haciendo nada —reprochó ésta tratando de alcanzar el primero, aunque apenas sus dedos lo rozaron, el aro se prendió fuego espontáneamente—. ¿Qué demonios…?

— ¡Ja! —Se burló arrogantemente Kiara; sin embargo, lo mismo pasó con el aro que estaba a punto de tomar—. ¡Agh! ¡¿No se supone que no habrían trampas, McLean?! —gruñó mientras regresaba a cima, mirándose las manos en vez de arreglar su desordenado cabello.

— ¿Qué puedo decir? Ustedes son aburridos —se excusó Corey, apretando otro interruptor— y el tiempo se acaba. ¡Últimos minutos!

—Agh, que molestia… —murmuró Clyde antes de lanzarse al mismo tiempo que el trío de los Alces regresaba.

— ¡Quema, quema, quema! —repetía Amanda, dejando caer los aros que, al final Rei y Jen habían tomado a último momento.

—Y aún con eso, siguen en desventaja —avisaba Corey, viendo por el rabillo del ojo como Clayde regresaba sin nada.

—Sin presiones, viejo —le sonreía burlonamente Roxy a Rob, palmeándole ligeramente la espalda.

— ¿De qué hablas? Claro que hay presión… —decía éste, pálido y sin ninguna intención de moverse—. A ellos aún le quedan saltadores… ¡y aquí sólo quedo yo! ¡No es necesario que salte!

—Lo mejor será que le hicieran caso —opinó Seth a un lado de Sebastián, que se colocaba la cuerda para saltar.

—No te metas —espetó Rob, manteniéndose tenso al ver como el músico se preparaba y saltaba sin dificultades.

—Viejo, si no te conociera diría que tienes miedo… Y no te conozco, así que lo haré —comentó Rei de forma burlona sólo para hacerlo molestar.

— ¡Yo no tengo miedo! ¡Simplemente no quiero saltar porque sé que será inútil!

—Nada por acá… —Sebastián regresaba a su equipo con las manos vacías y cediéndole el puesto a Tom, ya que Vince pasaba desapercibido detrás de April.

—Quizá pueda quedarme con alguno —comentó Tom, avanzando mientras veía uno de los aros que tenían las chicas—. Esas cosas parecen salidas de Donic.

—Suerte con eso —alentó Andrés, confundiéndose de equipo y haciendo que Amanda bufara con molestia.

— ¿Lo ven? Es inútil… —insistía Rob, retrocediendo cada vez que podía, por más de que tuviera la cuerda ya atada.

— ¡No pude…! —avisó Tom al regresar, algo deprimido—. Tomé uno pero se me cayó cuando subía…

—I—inútil…

— ¡Puntos dobles por ser los dos últimos participantes! —gritó por megáfono Corey, provocando que más de uno en su equipo lo voltease a ver.

— ¡Eso no es justo! —Se quejó Mariel—. ¡Ya saltamos todos por aquí!

—No todos —sonrió el presentador a voltear a verla, ignorando como Rob pedía ayuda cuando era arrojado acantilado por ciertos participantes de los Conejos— pero no es mi problema.

— ¿Eh?

— ¿Quién no saltó? —preguntaron Kiara y Seth al unísono, girándose para ver a los demás. De inmediato ambos localizaron la silueta que buscaban, la misma que apenas los saludaba cuando dejó de alejarse lentamente del grupo.

— ¡Vince!

—Yo… justo me mentalizaba para saltar, ¿saben? —se excusó el moreno, disimulando lo mejor que podía los nervios.

—Si no saltas juro que… —decía Kiara, acercándose al muchacho de forma intimidante.

Sin embargo, el claxon sonó cuando Rob regresó. Por más traumatizado que luciera estaba atascado en un aro.

— ¡Y los Alces Gritones ganan esta ronda! —Volvió a gritar por el megáfono Corey, marchándose hacia el jeep—. ¡Los espero abajo!

—Odio a ese sujeto —gruñó Amanda, pateando el suelo. A su lado, Rob sólo cayó al suelo sin decir nada.


— ¡Bienvenidos de vuelta, campistas! —los recibía Corey, al lado de lo que lo que parecía ser una improvisada feria de juegos mal elaborada, en donde un juego en particular se destacaba—. ¡Aquí está su segunda parte del desafío!

Antes de responder algo, más de uno miró con escepticismo al presentador.

— ¿En serio, esto? —preguntó Roxy, alzando una ceja.

— ¿Qué más podría ser? —contestó él, sonriendo mientras le lanzaba un oso de felpa a Belle, que pronto lo miró confundida.

— ¿Y esto? —preguntó la muchacha mientras aún examinaba el oso.

—La recompensa por haber ganado el reto anterior. Úsenla ahora o cuando quieras —respondió al encogerse de hombros, dándoles paso al grupo—. ¡Hagan sus apuestas y lancen los aros que tienen! ¡La cantidad de lo que ganen será equivalente a la cantidad de aros que emboquen en las varas!

—Presiento que esto no acabará bien —comentó Jen al suspirar, dando un paso adelante con su aro (ya normal).

Mariel la imitó y, después de asentir a la mirada de Trisha, avanzó al puesto junto con la castaña.

— ¿Listas? ¡Ya!

Aunque Jen lanzó hacia el centro, el aro de Mariel golpeó al suyo en vuelo, haciendo que éste cayese fuera mientras el suyo caía en su lugar.

—Lo siento —se disculpó la pelirroja, encogiéndose de hombros.

—Como sea…

Sin nada más, ambas dieron paso a los siguientes: Trisha y Karen.

Cuando Trisha fue a lanzar, el aro de Karen lo golpeó, de forma similar a lo que les ocurrió a las chicas anteriores. Sin embargo, ninguno llegó a su destino.

—Aww…

Karen hizo mueca al regresar. Trisha sólo se encogió de hombros con timidez.

—Mi turno —dijo Jinx dando un paso al frente.

—Esto será divertido —comentó animado Rei, dejando a Rob en el suelo (ya que había cargado al inconsciente chico cuesta abajo) para tomar el aro que le correspondía de las manos de Amanda.

Ésta vez ningún aro se chocó, aunque ninguno entró.

—Ups —rió divertido Rei.

—Nunca fui muy bueno en estos juegos —le restó importancia Jinx.

— ¡Voy! —Alegremente April se acercó al lugar.

—Espero tener suerte —sonrió Nate, acercándose también pero de manera más disimulada.

April tiró primero, aunque no necesariamente a la vara… Cuando se preparaba, se le escapó y terminó rebotando en un árbol que hizo que el aro golpease a Rei en la cabeza mientras se reía.

Nate lazó con delicadeza, apenas cayendo en una de las varas de la esquina.

—Y sólo quedamos el chico del aro y yo —comentó sonriente Seth conforme pasaba entre los demás a probar suerte—. Esto será bastante fácil.

— ¿Despertamos a Rob o qué? —cuestionó Jen al grupo, alzando su única ceja visible.

—Mejor que siga durmiendo —respondió Roxy, tomando el aro de Rob con cuidado—. ¿Algún voluntario para arrojar esta cosa?

—A mí me gustaría —habló Andrés, levantando ligeramente la mano.

—Todo tuyo…

— ¡Genial!

Una vez listos los Alces, Andrés se acercó al ruso, que lo observaba por el rabillo del ojo.

Seth esperó a que Andrés se preparara y, en el momento exacto antes de que lanzara tiró él, de modo a que el único aro que cayese fuese el de su equipo.

— ¡Oye!

—Mi culpa —se disculpó el de gafas con una pequeña sonrisa.

— ¡Y es un empate! ¡Ambos equipos recibirán un pack de dos objetos! —anunció Corey, pasándoles dos cajas pequeñas a cada grupo.

Aunque primero había curiosidad, todo eso se convirtió en decepción al ver el verdadero contenido.

—Dos objetos completamente inútiles, dirás —dijo Kiara mientras sostenía un par de canicas azules.

—Hasta los premios de las ferias reales son mejores… —comentó Tom, levantando una resortera—. ¿Cómo esto nos servirá en el siguiente reto?

—Será una cacería: a cada equipo le tocará traerme a su animal representativo —dijo Corey, reprimiendo las ganas de reír.

—Te tenemos que traer… ¿un conejo? —preguntó Sebastián, alzando una ceja.

—Exactomondo —respondía mientras Roxy, con disimulo, se escondía entre sus compañeros.

— ¡¿Y nosotros un alce?! —cuestionó ahora Karen.

—Sep.

— ¿Gritón?

—Aquí no hay otro más que esos.

— ¿Y ellos te tienen que traer un conejo asesino?

—Sí…

— ¿No puede ser un conejo normal?

—O dejas de hacer preguntas o termino el reto ya y ustedes pierden —avisó cuando perdió los estribos, llevándose ambas manos a la nuca.

No obstante, cuando Karen fue a volver a hablar, Amanda le tapó la boca.

—Tienen una hora y nos vemos en el campamento. McLean fuera.


—Ellos tienen una resortera y canicas… ¿Nosotros qué? —preguntó Jen una vez los Conejos y los Alces se dividieron para cazar.

—Un osito —respondió Belle mientras lo mostraba.

—Una pistola de agua y unos crayones… —agregó Andrés mientras Roxy arrastraba tanto a Rei como a Rob… sin que él lo notase.

—Es un buen inicio… creo —comentó Dalila, tratando de ser optimista.

—Podrían ser algo útiles —siguió Karen, disparando divertida con la pistola de agua.


—Hoy me topé con varios conejos cuando caminaba… y ahora no hay ninguno —decía Sebastián, asomándose entre unos arbustos.

—Quizá sabe que Corey los usa como parte del reto y están escondidos —opinó Tom, simpático e imitándole.

—Eso o son muy reservados —bromeó Jinx, de pie y buscando a algún animal en la cercanía.

—Parece que buscáramos todos juntos a Trisha —comentó divertida Mariel—, últimamente se esconde mejor…

—Ustedes son muy cercanas, ¿no? —preguntó Seth con algo de curiosidad, apartando la mirada de la cima de los árboles (porque sí, él decía que podría tratarse de un conejo mutado)

—Bah, lo normal, creo —respondió la pelirroja sin prestarle mucha atención—, ¿ustedes no son así con su mejor amigo…?

— ¡Agh! ¿Cómo es posible encontrar primero a un oso que a un conejo?

La voz con eco de Kiara llamó la atención de los demás, pero todos se miraron entre sí, esperando que alguien más se ofreciese, antes de mover un músculo.


—Lo mejor sería separarse…

—Bien, sólo por aportar una buena idea la seguiré, Jen —dijo Amanda, aprovechando a autoproclamarse líder.

—Si quieren me quedaré a cuidar a Rob y a Rei —sugirió Belle, señalando al par de muchachos inconscientes—, y a Nate…

—No sé por qué aceptaron a un niño aquí —decía con una sonrisa burlona Roxy mientras negaba con la cabeza.

— ¿Tiene algo de malo? —quiso saber el castaño, mirando inocente a la rockera. Con el osito de felpa que le dio Belle en manos, lucía mucho más adorable y tierno.

—Meh, olvídalo...

— ¡Lo encontré!

Repentinamente Karen cayó entre ambos de pie e incluso más animada que antes.

— ¿Encontraste un alce? —preguntó Dalila con una ceja alzada, a lo que la morena asintió—. ¿Dónde?

—Vi sus grandes astas a lo lejos, por ahí —contestó la muchacha, señalando la zona después de gesticular.

—Ya tenemos dónde empezar.


Dentro de la cueva un par de sombras se movían, aunque una fue más veloz al salir del lugar después del rugir del oso.

Un acercamiento bastó para dejar a conocer de quienes se trataba.

—Tenías que chocarte contra el oso y molestarlo, ¡¿no?! —seguía Kiara, retrocediendo y mirando con los ojos entrecerrados a April.

—Esto… —comenzó apenada la rubia. Sin embargo, tras darle una mirada al oso volvió a recobrar la confianza—. Estoy segura de que él no nos hará nada, no luce peligroso…¿Tengo razón, señor oso?

Aunque el oso pareció confundido cuando April le habló, terminó por asentir con la cabeza, encogiéndose de hombros.

— ¿Eh?

— ¿Ves? Este grandote sólo nos quería asustar —rió April, sonriente y rodeando los hombros del animal con un brazo— y hasta podría ayudarnos a encontrar al conejito.

Y aunque Kiara iba a responder un vago "como sea", otro rugido volvió a llamar la atención.

Con otro dramático zoom se dejó ver a la osa de vestido que no parecía muy contenta de ver a su oso con una chica.

—Mejor nos vamos —dictó Kiara, tomando a la chica de campo del brazo y tironeando de éste cuando ambas comenzaron a ver como la osa golpeaba con la cartera al oso mientras discutían.


Al mismo tiempo que Vince salía de la cueva, cuidando de que nadie lo viese, el grupo de exploración de los Alces pasaba cerca de la zona sin reparar en el muchacho.

— ¿Por dónde lo viste? —indagaba Dalila, siendo seguida de cerca por Amanda.

—Todos los árboles se parecen —murmuraba Karen con las mejillas infladas— pero creo que era por aquí…

—Todo lo que veo son marcas de tacón en la tierra —comentó desinteresada Roxy, caminando atrás junto con Andrés y Nate.

—Creo que son como de plataforma —corrigió Jen, de cuclillas al lado de una de las marcas.

—Me da lo mismo…

— ¡Esperen! —Amanda parecía haber hallado algo—. ¡Estoy segura que nadie de aquí usa plataformas!

—Ah, ¿sí? ¿Y eso que tiene que ver con el reto? —Roxy se mantenía en su misma postura.

— ¡Que quizá sean de quien tiene escondido al alce! —Exclamó la pelirroja, como si fuese lo más obvio del mundo—. ¡Sigamos esas huellas!


—Se hará de noche y aún no tenemos al conejo… —Sebastián suspiraba con cansancio mientras caminaba junto con Tom y Clyde, aunque éste último terminó por apartarse del grupo, indiferente—. ¿Y si le ponemos orejas de conejo a alguien…? Eso podría servir…

—No lo sé, o sirve o nos descalifican y vamos a la fogata —opinó el de gafas, bostezando por aburrimiento.

—Valdría la pena intentarlo… —musitó el músico, distrayéndose segundos antes de que Vince apareciera y lo chocara—. ¡Eh, boludo! ¿Qué te pasa?

—Nada —respondía Vince, tratando de verse normal—. Yo sólo… paseaba por aquí y buscaba al conejo…

— ¿Y lo encontraste? —preguntó Tommy, asomándose detrás de Sebastián.

Vince sólo negó con la cabeza, aunque unas pisadas en la cercanía los pusieron alerta.


Con Karen y Andrés tarareando una tonada de suspenso, Dalila, Jen, Nate, Roxy y Amanda acecharon una pequeña pero esbelta figura que se escondía detrás de los árboles con cierta timidez.

Luego de estar jugando con eso por más de diez minutos, los siete le tendieron una emboscada al dejarla sin lugar a dónde escapar.

—Revélate —ordenó Andrés, engrosando su voz para un mayor efecto.

Pero la silueta se negó a salir de la sombra

No obstante, antes tratar de escapar de nuevo Roxy le puso el pie para que se cayera.

Y así lo hizo.

Sin sombra que la escondiese todos pudieron apreciar a una hermosa y sonrojada muchacha de lacio cabello azabache que contrastaba tanto con sus orbes verde azuladas como con su tez clara, en la cual un pequeño lunar debajo de su ojo derecho se asomaba.

La misma traía un crop top aqua con encaje (que dejaba ver el piercing en su obligo) leggings negros y plataformas estilo gladiador, cosa que dejó conforme a Amanda, que no tardó en cruzar los brazos y sonreír satisfecha… aunque el par de astas que traía sin dudas llamaba más la atención.

— ¿Qué quieren de mí? —dramatizó la joven, acercando la mano a sus labios y desviando la mirada.

—Viejo… definitivamente no me esperaba esto —comentó Roxy antes de echarse a reír.


— ¡Al fin!

Después de muchos intentos fallidos Jinx regresó a lo que quedaba de su grupo, trayendo por las orejas lo que parecía ser un conejo… con cruza de dálmata.

Sólo Kiara pareció prestarle algo de atención ya que April seguía hablando animadamente con Seth.

—Bien, podremos terminar con esto de una vez —suspiró la Tennyson—, ¿dónde se supone que están los demás?

Al no recibir una respuesta clara por parte de nadie Kiara volvió a suspirar, esta vez con frustración.


¿Era mucho pedir un equipo más competente? —preguntaba, golpeándose la frente con la palma de la mano.


—Podemos dividirnos para avisarle a los demás que Jinx ya encontró al conejo —propuso April al señalar al par.

—Ya estamos divididos, genio —comentó Kiara de mala gana, rodando los ojos.

— ¿Y si esperamos a que los demás regresen? —Preguntó ahora el ruso—. De todas formas el otro equipo tenía que cazar un alce… Si nosotros tardamos por culpa de un conejo a ellos les irá peor.

—Sí, mejor descansemos… —apoyó Jinx, dejándose caer en el suelo estrepitosamente.


De nuevo se veía a Kiara en el confesionario, volviéndose a golpear.


Sin embargo, no duraría mucho ahí.

Tiempo finalizado —anunciaba burlonamente Corey a través de los parlantes situados en cada rincón de la isla—. Todos repórtense en la fogata… a menos de que quieran, ya saben… pasar un rato divertido con los lobos, osos y otros amiguitos que tengo por ahí.

—No le digamos que nos ahorró el trabajo de buscar a los demás —sentenció la pelinegra, indiferente mientras comenzaba a caminar—, si no querrá hacer algo peor en compensación…

Los tres restantes asintieron antes de seguirla.


—Explícanos esto, McLean —exigía Roxy, señalando a la chica con astas que, divertida, saludó con la mano al anfitrión.

—Tengo que satisfacer a cierto público, ¿sabes? Y hay muuuuchas pelirrojas en esta temporada —respondió Corey sin prestarle mucha atención— así que se la queda…

—Viejo, ¿qué tiene de malo eso? De donde vengo casi no hay pelirrojas que no me doblen la edad —comentó relajadamente Vince, llevándose ambas manos a la nuca.

Ofendida, Mariel se cruzó de brazos y apartó la vista sin decir nada.

— ¿Y para qué "los inútiles artículos de caza"? —preguntó Belle, colocando ambas manos sobre sus caderas.

— ¿Inútiles? ¡Tenían bombas de humo, una pistola lanza dardos, una resortera y crayones!

—Por eso la pistola de agua se me hacía familiar… —sonreía Karen al mismo tiempo que Jen y Amanda abrían el osito de Nate, revelando un dardo con contenido verde en su interior.

—Grandioso… Simplemente grandioso…

—En fin… Alces, como ustedes arruinaron mi sorpresa y fueron los únicos en encontrar a su verdadero objetivo, no pasarán por el hermoso proceso de traicionar la confianza de alguien y echarlo. Conejos, hora de votar…


Amenaza o no, mi intuición no falla—decía Kiara, votando rápidamente por Seth.

¿A quién podría votar? —Se preguntaba Mariel hasta que Trisha le mostró su voto—. Si tú votas por él… supongo que haré lo mismo.

Sólo espero que no voten por mí por no haber saltado de mañana…o por haber dejado solas a April y a Kiara con el oso… —pedía Vince, escribiendo rápido.

Sólo por ser la primera eliminación seré gentil —comentaba tranquilo Seth mientras votaba por Kiara.

Con la cantidad de concursantes… no creo que mi voto defina algo —murmuraba Tom, indeciso.


— ¡Y aquí estamos de vuelta, segundos antes de que el primer eliminado de este ciclo abandone la isla! —decía Corey a la cámara conforme caminaba.

— ¿Te molestaría mirarnos a nosotros mientras hablás? —cuestionó algo irritado Sebastián.

—Meh… Como iba diciendo, quien reciba un malvavisco estará seguro aquí por tres días más y quien no…¿Se irá en el bote de los perdedores? ¿Qué rayos es esto? ¡Yo quería el cañón de la vergüenza! —dijo con una pequeña rabieta tras leer el par de hojas que posteriormente dejó caer—. Me encargaré de conseguir, por lo menos, el retrete…

— ¿Puedes lanzar los benditos malvaviscos ya? Comienza a dolerme la cabeza —se quejaba Kiara, masajeándose las sienes.

—Pfffff… Bien… Jinx, Tommy, Mariel, están dentro —anunciaba Corey mientras les arrojaba el correspondiente malvavisco a ambos.

—Definitivamente no sabe cómo creí que esto sabría bien —comentaba Tommy después de darle un mordisco al dulce.

—Sebastián, Trisha, April, también están a salvo —seguía sin mucho cuidado— al igual que nuestro alegre dúo de Seth y Kiara.

—Ya era hora —suspiraba Kiara, atrapando desganada el malvavisco.

—Y finalmente nos queda Clyde, a quien le gusta andar solo y aparentemente le da miedo a nuestra audiencia —volvía a hablar Corey, revisando la encuesta de popularidad desde su celular— y Vince, el chico que dejó a dos chicas lindas… solas en una cueva. Simplemente imperdonable…

— ¡Juro que regresé por algo que se me había caído! —se defendía el chico, comenzando a sentir los nervios que Clyde no parecía tener.

—Da igual… Te quedas unos días más para sufrir en el siguiente desafío. Clyde, por poca diferencia de votos eres el primer perdedor de Total Drama Reloaded, ¿algunas palabras antes de marcharte?

—Sólo sáquenme de ésta $%&/ ya —exigió indistinto el muchacho cuando el Chef se acercaba para guiarlo.

—Un encanto de chico —sonrió Corey al verlo marchar. No obstante, antes de prepararse para cerrar el show una chica lo distrajo, llamándole por el hombro—. ¿Qué pasa ahora?

—No tuve mi presentación especial como todos aquí —respondió la pelinegra, acomodándose el cabello tras sacarse las astas.

— ¿Y quieres una?

— ¡Exacto! —Decía con ilusión, escondiendo un mechón detrás de la oreja para dejar ver el dragón en forma de zarcillo que cubría su oreja—. Ya estoy lista…

Después de suspirar y apretarse el puente de la nariz Corey finalmente accedió.

—Y con ustedes, una de las chicas a las que nos olvidamos de ir a buscar… nuestra concursante número 21, ¡Alexandra Mariana Blake! —Presentó mientras Alexa le lanzaba un coqueto beso a la cámara—. ¿Contenta?

—Es poco para haberme olvidado de la forma en que lo hicieron… ¡Nah! ¡Está bien! —contestó rápido—. ¡Nos vemos mañana!

—Sí, sí, lo que sea… ¿Clyde querrá venganza? ¿Rob se recuperará? ¿Sabremos por qué Mariel odia a las pelirrojas? ¿Podré ser más sexy? ¡Las respuestas a todas estas preguntas y más en la siguiente emisión de Total-Drama-Reloaded! —Finalizaba Corey, aunque no parecía convencido del todo al salir de pantalla—. Maldición, no sé que olvidé hacer ahora…


Y la borrosa imagen de la cámara mostró entre las sombras de la noche lo que parecía ser un chico… con orejas de conejo… y que seguía esperando cerca del lago.


¡Hola de vuelta! Espero que no me quieran matar por esto x3 —Clyde tenía un gran potencial por delante pero no se acoplaba al grupo D:—, que sus chicos no hayan quedado mortalmente en OoC D: y que esto haya quedado deceeeentemente bien...
Como la página me odia me borra diálogos al pasar el documento, así que por cualquier problema que vean y no haya corregido me avisan, ¿sí?
¡Más adelante veremos más interacciones! Después de todo aún siguen siendo casi tantos campistas como los clásicos...

Lo único que me resta decir/preguntar es... ¿Hay alguien de la competencia que te guste para pareja de tu/s personajes y no lo sé? Tengo un par de shippeos por ahí, pero quiero conocer su opinión al respecto xD

¡Prometo no tardar tanto la próxima vez! Aunque siempre, mi inspiración hace lo que le viene en gana...

Whatevah~, ¡con un review contribuyen a la actualización más rápida :'D! ¡Ciao~!