Vikingo

¡Estaba molesta! ¡Muy molesta!

Ese idiota sacaba lo peor de ella y en esta ocasión no fue la excepción, todo comenzó con una simple discusión y el muy idiota se lo tomó enserio, fue a tal grado que en un arranque de ira pronunció unas palabras muy fuertes.

¡ASI PUES SERA MEJOR TERMINAR LO NUESTRO ESTÚPIDO IDIOTA!-Con esas últimas palabras ella se marchó de la Fragua con varias lágrimas.

Eso ocurrió en la tarde y desde ese entonces se había quedado en su casa encerrada, para su suerte sus padres habían decidido ir a otra aldea con la excusa de vacacionar, dejando a Astrid sola.

Era de noche y ella seguía llorando por su rompimiento hasta que de repente escucho un crujido venir de su ventana, rápidamente se paró de su cama con su hacha en mano

Sin embargo apenas logro distinguir una silueta entre las luces de su cuarto ¡ERA ESE IDIOTA!.

¿Hi...Hipo?-Preguntó con un tono de duda y sorpresa al ver a su ahora ex novio en la ventana, sin embargo recordó porque estaba enojada-¿QUE HACES AQUI MALDITO INFELIZ?

Pero Hipo no se molesta en contestar o prestar atención a las amenazas de la rubia, entro al cuarto y tranquilamente se recargo en la pared más cercana.

¡NO TE QUIERO AQUÍ ASI QUE TE VAS O YO...!-Pero fue interrumpida con una pregunta que la tomó por sorpresa.

¿Me amas Astrid?-Preguntó tranquilamente Hipo

¡Que tenía en la cabeza! ¡¿Cómo era posible que preguntara eso después de lo ocurrido aquella tarde?! ¡Ella no cedería esta vez!

¡No!-Contestó totalmente segura pero escucho una risa de parte de Hipo ¡Eso sí que era extraño!

En un movimiento rápido Hipo encerró a Astrid contra la pared, ella había tirado su hacha por la brusquedad que utilizo su ex novio para encerrarla y sin saber la razón ¡Gimió!

Te preguntaré una vez más ¿Me amas?- Preguntó esta vez más seriamente.

Astrid se encontraba muy nerviosa al ver la nueva actitud de Hipo, se notaba en sus gestos, su tono de voz y por supuesto en sus ojos, normalmente eran claros, cariñosos y con un brillo que le daban alegría pero esta vez era diferente, eran más opacos, fríos y... ¡¿Acaso la miraba con deseó?!

¡No!-Respondió otra vez tratando de evadir aquellos penetrantes ojos.

Hipo sonrió-Como tú quieras-De repente la beso, pero no era un beso común y corriente, era un beso apasionado y candente, un beso que la hizo gemir. Hipo rompió el beso y volvió a preguntar lo mismo.

¿Qué tal ahora?-Seguía con lo mismo

¡No!-¡Ni siquiera ella sabía cómo había logrado decir esas palabras después de aquel apasionado beso!

Eso dejo vía libre a Hipo, la acostó en la cama sin ninguna delicadeza y sin darle tiempo a reaccionar la volvió a besar de la misma forma, solo que esta vez al terminarlo bajo a su cuello donde comenzó a mordisquearlos, dejando pequeñas marcas rojas, marcas que notaría cualquiera, todas esas sensaciones eran nuevas para Astrid y lo único que podía hacer era gemir, ¡Gemir hasta el cansancio!

Hipo abandonó su cuello, lentamente quito las hombreras y se dispuso hacer lo mismos con su blusa, cuando terminó su piel se erizo por el frío al igual que sus pezones los cuales se pusieron rígidos, a pesar de los años Astrid seguía teniendo un cuerpo envidiable y más ahora que se estaba convirtiendo en mujer.

Parece que alguien está ansiosa-Dijo de una forma burlona, Astrid resoplo molesta.

Hipo sin perder tiempo comenzó a degustar de esas medias naranjas que Astrid tenia, mordisqueando por todos lados, dándoles un trato especial a sus pezones, succionando cada uno como si fuese amamantado, ella solo gemía más fuerte y rasguñaba desesperadamente su espalda.

Pasó un tiempo más hasta que dejó de jugar con sus pechos, lentamente dirigió sus manos a su falda y la quito de un movimiento dejando ver la ropa interior de Astrid, era roja, muy apetecible.

Hipo comenzó a desvestirse bajo la atenta mirada de Astrid, todos esos años en la fragua y como entrenador le habían dejado un cuerpo atlético, no tanto pero lo suficiente para que más que una chica fantaseara con él.

Ambos con sólo ropa interior encima se miraban atentamente e Hipo no dudó en preguntar de nuevo.

¿Me amas ahora Astrid?-Preguntó

¡Nunca!-Contestó la rubia, eso molestó a Hipo, rompió con fuerza sus bragas para bajar sus bóxer y penetrar a la rubia de golpe.

Ella gritó al sentirse llena y comenzó a gemir cuando Hipo comenzó a moverse de una manera brusca y rápida. No era la primera vez que lo hacían, eso ocurrió meses atrás cuando ella decidió visitarlo a la fragua, una cosa llegó a la otra y tuvieron su primera vez, en el escritorio de él, fue incómodo pero no le quito el hecho que lo hicieron con amor.

Pero esta vez era diferente... ¡ESTA VEZ ERA EL DESEO QUE LOS MANTENIA UNIÉNDOSE EN UN MANJAR DE PLACER!

Astrid sentía el miembro de su compañero golpeaba en su interior, frotándose con sus paredes de terciopelo aceitado, volviéndose cada vez más grande... ¡Oh Thor!

Hipo no le tomaba mucha importancia a los gritos de Astrid, sólo se dedicaba a penetrar a la rubia como un desquiciado, cambio de posición al haberse aburrido de la anterior esta vez con ella encima...

Astrid no sabía si estaba arriba o abajo, el placer nublo cualquier pensamiento y dejándose llevar, arqueando su espalda cuando su orgasmo la tomo por completo, gritó como nunca lo había hecho.

Hipo no estaba en las mejores condiciones y más cuando las paredes de Astrid lo apretaron deliciosamente, creando un mejor contacto con su miembro el cual no pudo soportar, rugió como un dragón y liberó una abundante carga seminal que fue directamente al vientre de la chica.

Ambos sudaban y jadeaban, habían tenido una buena sesión de sexo, de repente Astrid noto que los ojos de Hipo volvían a tener aquel brillo y una mirada de culpa mezclada con vergüenza. Dudo en hablar pero aun así lo hizo.

¡Astrid lamentó mucho lo que...!-Pero fue esta vez interrumpido por la chica

Tu ganas-Acostó su cabeza en su pecho mientras cerraba los ojos-Te amo

Finalmente calló dormida, Hipo sonrió, beso su cabeza con ternura y la abrazó con fuerza para quedarse dormido juntó a la persona que más amaba en éste mundo.

Hoooooooooooooolaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Si ya sé que debería continuar con mis historias pero desde hace mucho quería publicar algo así, una serie de pequeños relatos sexuales entre Hipo y Astrid, pero no tan serios como muchos, tendrán algunos un toque de humor.

Cabe recalcar que esta historia no es 100% mía, hace más de 6 meses que leí un lemon en ingles de esta pareja, y era la misma situación, pero de repente desapareció y por más que la busque nunca la volví a encontrar y eso que tenía buenas críticas, si uno de ustedes sabe de cual historia estoy hablando ya que llevan más tiempo que yo, no duden en ponerla en los comentarios.

Esta serie se llamara "Somos Vikingos"

No la actualizare tan seguido pero si en una de esas tengo imaginación no dudare en publicarlo un capitulo.

Comenten porque son ustedes los que mi inspiran a continuar escribiendo.

Gracias por su apoyo y no se preocupen pronto publicare Cumpleaños (eso dices cada vez lo terminas sacando dos semanas después)

Adiós