Disclaimer: Naruto solo pertenece a Kishimoto. Este fic contiene situaciones fuertes, personas sensibles favor de abstenerse a leer.

Capítulo 4: Traición

Escondite 89-F. 3 de Marzo, 8:00 a.m.

Naruto se encontraba estudiando, después de comprender el último tema leído cerró su libro y dispuso a desayunar.

Desde que termino su anterior misión Naruto ha tenido dos cambios muy importantes en su persona; el primero es que se había vuelto totalmente dependiente del siquedol al rango de que podría considerarse un adicto, el segundo es que él había modificado su personalidad totalmente. Naruto dejo de ser ese adolescente ingenuo, extremadamente optimista, hiperactivo, distraído y escandaloso para volverse alguien más serio, más realista, más atento y hasta cierto punto más frio de lo que jamás había sido en su vida.

Su comportamiento también ha cambiado en consecuencia, cuando no está estudiando está entrenando su cuerpo, y no solo para realizar mejores técnicas destructivas, sino para realizar técnicas más letales, más sutiles y que requieran poco chakra. También ha estado entrenando para pelear sin el uso de chakra.

Naruto aprendió en sus dos últimas misiones que mientras más conocimiento tuviera de distintas situaciones, mejor sabría reaccionar él, evitando o reduciendo los daños colaterales al mínimo posible.

De repente aparece un halcón en su campo visual, no muchos halcones mensajeros de Konoha pueden encontrar un escondite ANBU, un nervioso Naruto no tarda en asumir que ese halcón fue enviado con su siguiente misión de su prueba. Naruto suspira y se tranquiliza mientras le quita el mensaje al halcón, antes Naruto se sentía sumamente emocionado cuando le asignaban una misión, sin embargo, en su prueba ANBU ha aprendido a temerles, a ponerse ansioso e incluso a asustarse.

Naruto lee el mensaje mientras el halcón se va, Naruto pone una cara de alivio, al parecer en esta ocasión la misión no es nada difícil, únicamente se tendrá que infiltrar en un pueblo y vigilar una organización civil. Sinceramente incluso para un Genin experimentado esta misión sería fácil y aburrida, sin embargo, Naruto no tarda en sospechar que si pusieron a un ANBU a vigilar a dicha organización es porque sospechan que algo muy peligroso o muy delicado está ocurriendo dentro de la organización o está muy relacionado con esta.

En efecto, Naruto ha aprendido más o menos a leer entre líneas y después de leerlo varias veces llega a la conclusión de que al parecer están muy nerviosos de que esta organización haya, voluntaria o involuntariamente, ayudado a Pein y a ninjas de la lluvia a infiltrarse y moverse por el interior del país.

Naruto se viste, prepara su equipaje y sale en dirección al pueblo en donde deberá infiltrase como un civil común.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Afueras de la ciudad Otowa, 6 de Marzo, 5:00 a.m.

Naruto llega a su objetivo rápidamente; con la información proporcionada, su propia investigación independiente y la vigilancia de la ciudad que él ha hecho el último medio día ha aprendido varias de las costumbres más comunes de la ciudad. Otowa es una ciudad muy diferente al del resto de las otras ciudades del País del Fuego. Es la ciudad más próxima a la frontera con el País de la Lluvia, esa fue una de las razones por la cual en esta ciudad se establecieron varias fábricas de aparatos electrónicos o aparatos de alta tecnología cuando ambas naciones querían establecer una relación diplomática y comercial estable y dejar de ser enemigos.

A largo plazo esas relaciones no se cimentaron y las rencillas del pasado no se curaron, lo que provoco que ambos países fueran medianamente hostiles entre sí. Sin embargo, la ciudad conservo varias de las técnicas de manufactura tecnológica que trajeron los ingenieros del País de la Lluvia.

Los aparatos tecnológicos en el mundo shinobi solo son para investigación en los laboratorios, recreación o complemento de vigilancia y transporte. Eso se debe a su escaso potencial bélico, su frágil constitución que los hacen fallar en condiciones hostiles, sus altos costos y la facilidad de los ninjas de sabotear estos aparatos para que dejen de funcionar correctamente.

Sin embargo, en esta ciudad no solo se producen productos tecnológicos en masa, sino que se han innovado ligeramente, al fin y al cabo esta es la única ciudad en todo el país que tiene servicio de luz eléctrica las 24 horas del día a un precio barato y sin necesidad de que shinobis o técnicos especializados en el uso de chakra del elemento rayo los estén regulando o monitoreando.

Naruto descubrió que en esta ciudad todas las calles están pavimentadas, no es raro en las ciudades del país o en la mismísima Konoha encontrar calles pavimentadas con concreto, pero generalmente la mayoría de las calles están pavimentadas con rocas de río, rocas lijadas o simplemente carecen de pavimentación, es muy raro ver todas las calles pavimentadas, sobre todo con concreto.

Naruto también contemplo que en la ciudad en total había cinco entradas para vehículos y otras 6 para personas, salvo por esas entradas el resto de la ciudad se encontraba rodeada de una pared de ladrillos de 5 metros de alto, la pared de ladrillos se veía poco resistente y al parecer estaba diseñada más para controlar el flujo de personas de la población civil que para repeler un ataque enemigo.

Naruto se quitó su uniforme ANBU y lo abandono enterrado en una esquina de un muy improvisado escondite, como tenía que entrar como civil no necesitaría de su uniforme, se vistió con un pantalón de tela de color café, una camisa de color café con leche y se puso a arrastrar una carreta cargada con tierras, según venía escrito en la misión era solo un cargador que entregaría unos minerales especiales esenciales para desarrollar y manufacturar los productos tecnológicos, se apodaban tierras raras, o algo así. Fue en dirección a una de las entradas que recibía este tipo de materiales, esta era la única ciudad en el País que fabricaba y distribuía productos tecnológicos dentro de este, por lo tanto este tipo de materiales eran raros encontrarlos en el país.

Naruto suspiró mientras se dirigía a la entrada, el proceder de la misión era simple, entregaba la carga, recibía el pago, se tomaba vacaciones de turista en esta ciudad por dos semanas, vigilaba a la distancia evitando en lo posible usar chakra, reunía información y salía de la ciudad a reportar cualquier cosa fuera de lo normal y los resultados de sus observaciones. Era la primera misión que Naruto realizaría en solitario, no tenía compañeros ni nadie que lo guiara, en parte era porque este lugar era de los menos sospechosos para alojar espías, según los altos mandos.

Naruto se detuvo a medio kilómetro antes de llegar a la entrada y tomo una ligera desviación hacia unos árboles, dejo la carreta y procedió a alejarse unos tres metros, metiéndose detrás de unos arbustos.

—Saludos, soy Kitsune, y seré el encargado de infiltrarse y vigilar esta zona —se presentó Naruto, de la nada apareció una nube de humo y se materializaron dos ninjas vestidos con el uniforme estándar de Konoha, ambos tenían un paliacate en la cabeza que le cubrían el cuero cabelludo, ambos presentaban algunas cicatrices de corte en la cara, como si varios kunai le hubieran rozado el rostro.

—¡Saludos Naruto-sama! —dijo uno de ellos emocionado.

—Saludos, chico demonio —dijo otro con una cara que reflejaba obviamente molestia.

Por la apariencia de estos shinobis parecían que eran hermanos o familiares cercanos, sin embargo sus opiniones y percepciones sobre Naruto variaban bastante.

—Por favor diríjanse hacia mí por mi nombre en clave —les dijo Naruto sin exaltarse, "curioso, hace tres meses eso no me habría molestado", pensó Naruto —cambiando de tema, ¿ustedes son los únicos dos Jōnin que saben sobre mí? —pregunta Naruto, ellos solo asienten.

—Quiero dejar algo claro, no digan que estoy aquí o mi misión se verá comprometida, ¡y ustedes sufrirán la furia de la vieja Hokage junto conmigo! —dijo asustando a uno e insultando a otro.

—Por algo somos Jōnin —dijo el que se sintió insultado.

—Y también mi único apoyo en esta misión —dijo Naruto recobrando su seriedad —les solicito que me pongan un sello supresor de chakra —dijo Naruto.

—No crees que estas exagerando —dice el otro shinobi.

—Es posible, pero no quiero arriesgarme, dicho esto tengo un par de instrucciones más que me gustaría indicarles —dijo Naruto esperando alguna señal de los Jōnin de que comprendieron las palabras.

—Usted dirá, Kitsune-sama —respondió uno.

—Por lo que se ustedes no son muy buenos con la instalación del sello supresor de chakra, reduciré mi flujo de chakra al mínimo y ustedes pondrán el sello, ¿Cuánto tiempo durara dicho sello? —pregunto Naruto.

—De dos a tres semanas o hasta que aumente su flujo de chakra voluntariamente —respondió uno de ellos.

—¿Y pueden detectar si el sello se rompe? —pregunto Naruto.

—Si —respondieron ambos al unísono —a menos que algo como una barrera de chakra se interponga entre nosotros —agrego uno de ellos.

—Si eso llegara pasar… —dijo Naruto haciendo posiciones de manos e invocando un pequeño sapo —este amigo vendrá a ustedes, tal vez con un mensaje en la espalda. Ustedes no leerán el mensaje a menos que venga indicado o el sapo se los indique, lo primero que harán si detectan que se rompe el sello será leer y/o entregar el mensaje, después de eso me contactaran y se reunirán conmigo, a menos que en el mensaje se indique lo contrario —termino de decir Naruto, dejando ligeramente impresionados a ambos shinobis.

—Sigo diciendo que estas exagerando —dijo uno de ellos, el otro solo asintió.

Naruto disminuyo su flujo de chakra lo más que pudo, se le coloco el sello supresor y uno de los dos shinobis invoco un par de caballos.

—No se preocupe, la seguridad shinobi a las afueras de la ciudad es fuerte, nunca hemos detectado nada y créenos, nunca se nos escapa nada, el hecho de te enviaran a ti solo demuestra que es simplemente mero protocolo —dijo uno de los shinobis mientras amarraba la carreta a los caballos.

Naruto se sintió insultado, pero extrañamente eso lo tranquilizo.

—Estos caballos no manejan chakra, pero aun así son muy listos, ¡más te vale cuidarlos bien! —dice el shinobi que invoco a los caballos.

Naruto sale de entre los árboles en dirección a la ciudad.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Ciudad Otowa, 6 de Marzo, 10:00 p.m.

Naruto se encontraba en uno de los peores bares de la ciudad mientras consumía su dosis diaria de siquedol, también le había ordenado a la camarera un trago de sake, pensó ordenar también algo de comer, pero después de ver el tamaño de las ratas en el baño y el tamaño de las cucarachas debajo de su mesa lo reconsidero y decido solo tomar el trago.

Naruto entro en ese bar para poder consumir sus pastillas de siquedol tranquilo y reflexionar acerca de lo que paso este día, al entrar dejo la carga en donde le indicaron, le pagaron, alquilo un establo para los caballos, exploro un poco la ciudad, se sentía tan impresionado y tan fuera de lugar, todo estaba tan limpio y libre de polvo y tierra en comparación con otras ciudades, todas las plantas que vio estaban bien cuidadas y rara vez estaban tan espesas como en los pastizales o en un bosque, el río apestaba, y eso se debía a la alta eficiencia del sistema de drenaje que descargaba sus desechos directamente en el río, en el centro de la ciudad había varios carteles gigantes y una televisor más grande que cualquiera de estos últimos, casi todos los lugares que visito tenían construcciones de concreto, no había animales salvajes más grande que un gato doméstico. En cualquier otra ciudad vislumbrar un jabalí, un zorro, una ave de presa de pequeño o mediano tamaño en los límites de la ciudad era muy común, pero no aquí. Algo que a Naruto le comenzó a molestar fue el aire, al parecer todos se daban cuenta de que era extranjero debido a que sus fosas nasales se irritaban y se ponía a hacer caras. El aire en esta ciudad no huele mal, pero tampoco huele natural, las fabricas aquí presentes se la pasan sacando humo negro todo el día y toda la noche, tal vez por eso el aire se siente raro cuando no hay viento.

Incluso en estos momentos que es de noche se nota la gran diferencia de esta ciudad con el resto, hay luces en cada esquina en todas las calles, ni siquiera en Konoha se utiliza tanta electricidad en la noche, las calles se iluminan con antorchas, velas y faroles; y por lo que vio en sus viajes con Jiraiya no todas las calles de otras ciudades estaban iluminadas. También los guardias aquí son extraños, no portan armaduras, sino uniformes de color azul, en vez de lanzas tienen unas macanas de madera y un kunai, y a diferencia de otras fuerzas de seguridad básicas estas tienen acceso a comunicadores estáticos y un sistema de comunicación de códigos que se basa en silbatos.

Sin embargo parece haber cosas que nunca cambian, como por ejemplo el hecho de que la camarera este siendo descaradamente manoseada y ella solo sonría con picardía. Si no mal recordaba el sabio pervertido le gustaba frecuentar este tipo de lugares debido a que, según él, se puede obtener buena información de las camareras y dueños de los bares. A la fecha duda acerca de que tan fiable es la información de ese tipo de personas, pero con intentar no se pierde nada, a fin de cuentas necesita un guía confiable que le muestre las partes de la ciudad que no aparecen escritas en ningún lugar.

Saliendo de sus pensamientos Naruto llama a la camarera, la cual se aleja de su anterior cliente, pero no lo suficientemente rápido antes de que este le dé una sonora nalgada.

La camarera parece no ser mayor que Naruto, de cabello lacio, largo hasta la mitad de sus muslos, en estos momentos se encuentra amarrado para formar una trenza, pelirroja con ojos purpuras, piel blanca y tersa, cara con rasgos finos, de cuerpo esbelto. Se encuentra vestida con una falda blanca que le llega a las rodillas, una camisa blanca de manga corta y un delantal rosa.

—¿Qué se te ofrece? —pregunta con una voz coqueta.

—Me gustaría invitarte un trago —dice Naruto, el cual ya se había acabado su trago y guardado las pastillas de siquedol.

Naruto observa que por un segundo la cara de la camarera es de angustia, pero esta desaparece rápidamente.

—En dos horas termina mi turno, si para entonces sigues interesado veme en la parte de atrás —dice la camarera al tiempo que guiña un ojo y se va.

Naruto sale de la taberna, dispuesto a probar suerte en obtener información de otras fuentes.

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Naruto está una vez más caminado por las calles con mucha cautela, en estas últimas dos horas Naruto ha presenciado un asalto, una pelea de borrachos y ha sido víctima de un guardia que lo acosa, pues tiene la teoría de que es un criminal.

Naruto ha conseguido información del gobierno y otras organizaciones civiles*, al parecer la que esta inmiscuida en varios niveles de todo tipo de organizaciones en la ciudad se hace llamar Tecnología fire. Una organización que piensa que a pesar de todos los aspectos malos y débiles de la tecnología es la mejor apuesta en todos los campos de producción, desde la agricultura y la pesca hasta la obtención de aceite y petróleo. Al parecer está en contra de usar la tecnología para acciones bélicas y han tenido grandes avances en el campo de la medicina. De hecho el hospital en Konoha tiene varios prototipos de máquinas inventadas y fabricadas aquí cuyo fin es asegurar y acelerar la recuperación de una persona enferma o herida.

Naruto oye gritos y suplicas provenientes de un callejón, de hecho es la parte de atrás del bar de mala muerte al que entro para tomar su siquedol sin ningún problema.

—¡Lárgate de aquí, puta! —dice una señora que está al lado del dueño del bar.

—¡P-or fa-favor! ¡No tenemos donde ir! —dice la misma camarera de rodillas junto a una niña de cabello rojo de no más de tres años que no deja de llorar.

—¡No es mi maldito problema! —dice la señora gritando, pero parece que también está llorando —¡Esto te pasa por acostarte con mi esposo! —grita la mujer jalando fuertemente el cabello de la camarera y alejándola de la puerta, el infante le intenta seguir el paso, todavía llorando.

Naruto no encuentra sentido que una joven tan atractiva se meta con un señor gordo y medio calvo que parece de más de 40 años.

Cuando ambas mujeres ven a Naruto ambas se desconciertan un poco, sin embargo la camarera le reconoce y la mujer la avienta a su dirección.

—¡Si viniste por ella ya puedes llevártela, y no la regreses! —dijo la señora antes de dejar tirada a la joven para inmediatamente después darse la vuelta y volver hecha una furia hacia su marido.

Naruto mira con pena a la joven mujer y a la niña, ambas llorando, la más grande abrazando a la más pequeña.

—¿De verdad no tienen a dónde ir? —pregunta Naruto a la camarera, la cual levanta la vista.

—No —responde ella con voz quebrada.

—Si quieres puedo rentar un apartamento, claro siempre que sea barato —dijo Naruto, la joven le dirigió una mirada que reflejaba furia —solo por un par de semanas o en lo que encuentras algo.

La joven se levanta y le hace señas para que Naruto la siga, ella lleva cargando y arrullando a la pequeña. Después de un rato de caminar en silencio Naruto se presenta para romper ese momento tan tenso.

—Yo me llamo Kitsune —dijo Naruto usando su nombre clave.

—Hiromi —respondió la joven.

—¿Es tu hermana? —pregunta Naruto con curiosidad.

—Hija —responde con tono indiferente.

—¿Cuántos años tienes? —pregunta Naruto un poco impresionado, pues a su parecer era demasiado joven para ser madre.

—Cumpliré 17 en unos días —dijo haciendo que las deducciones de Naruto se confirmaran.

—¿Por qué te embarazaste tan joven? —pregunto Naruto sin reflexionar lo incomoda y personal que podía ser esa pregunta.

—Por ser una idiota enamoradiza —respondió Hiromi con el mismo tono.

—Es aquí —dijo Hiromi señalando un edificio un poco viejo. Naruto rento una habitación pequeña por un par de semanas.

Los tres entraron en el departamento 14 en la planta baja.

—Déjame dormir a la niña y de inmediato te vengo a atender —dijo Hiromi mientras se marchaba al otro lado de la habitación. El departamento consistía en tres habitaciones, dos pequeñas y una mediana. El baño y la cocina eran las pequeñas, la habitación principal era el dormitorio y sala/comedor. Lo triste es que esto era más grande que su primer departamento… y más limpio.

—Mi hija ya está dormida, si quiere que lo atienda que sea en el baño —dijo Hiromi al tiempo que lo arrastraba al baño, Naruto la miraba confundido, ¿no bastaba con hablar afuera o en vos baja?

En cuanto entraron al baño Naruto fue empujado, quedando sentado en el retrete, Hiromi por otro lado se quitó la falda y las bragas, dándole a Naruto una vista de sus piernas desnudas y su zona pélvica.

Era la primera vez que Naruto veía atentamente una mujer desnuda de cintura para abajo tan de cerca y a pesar de haber tenido "sexo" anteriormente era la primera vez que Naruto veía con claridad la peluda entrada de una vagina. No pudo apreciarlo por mucho tiempo, pues Hiromi le bajo los pantalones para exponer su pene y comenzó a acariciarlo.

—E-Espera —dijo Naruto rojo de la vergüenza y tartamudeando, intentando acomodarse la ropa y que la adolescente no viera su pene, el cual comenzaba a ponerse erecto.

Hiromi le miro confusa.

—Cuando dije que quería invitarte una copa no me refería a esto —dijo haciendo que Hiromi se colocara de nuevo sus bragas y su falda —me refería a que quería hablar contigo para obtener información acerca de la ciudad — "¿en qué diablos me equivoque para que lo interpretara de esta manera?" pensó Naruto.

Hiromi suspiro, aunque Naruto no supo si de furia o de alivio.

—Me lo hubieras dicho antes, esta noche me tome mi última píldora anticonceptiva, más te vale que no quieras tener sexo más adelante a menos que consigas más —dijo Hiromi con la voz que reflejaba que se encontraba un poco más relajada.

—Yo no te vi tomar nada —dijo Naruto mientras ella salía del baño.

—Si quieres hablar que sea afuera, no quiero despertar a mi hija —dijo Hiromi dirigiéndose a la puerta. Naruto la sigue.

Durante unos segundos ninguno de ellos dice nada.

—No te preocupes, te voy a pagar de todos modos —dijo Naruto para cortar la tensión del ambiente.

—¿Aparte de rentarme el departamento me vas a pagar? ¿Sin tener sexo? Eso es nuevo —dijo Hiromi con una pequeña sonrisa en la cara- ¿Qué es lo que quieres saber?

—Soy un turista aquí, es la primera vez que vengo, he estado en varios lugares antes, pero esta ciudad es muy diferente a otras que he visto, incluso podría decir que tiene otra cultura diferente —dijo Naruto.

—No sabes lo básico, ¿Por qué no preguntaste en el centro de atención turística? —dijo Hiromi.

—¿Y eso que es? —pregunto Naruto confuso —es algo así como una organización de guías locales.

Naruto repaso la información que le habían dado o que había investigado en su mente, en ninguna de sus fuentes aparecía una organización o grupo de personas que se identificaran con ese nombre.

—Me estas escuchando Kitsune —Naruto se quedó viendo la cara de Hiromi, la cual era de reproche.

—¿Eh? —dijo Naruto.

Hiromi le explico a Naruto lo que es el centro de atención turística, que se construyó hace tres años y que fue precisamente para hacer que los turistas y nuevos habitantes de la ciudad no se sintieran tan extraños en ella.

Naruto sentía que era extraño que esa información no le haya sido entregada, y puesto que sus fuentes de su investigación son de entre 5 a 10 años en el pasado no se extrañó de que no encontrara nada por su cuenta.

—Gracias por explicarme Hiromi, mañana pasare al centro de atención turística —dijo Naruto despidiéndola mientras ella se fue con su hija a dormir.

Naruto se quedó un rato más afuera antes de que entrar a dormir. Se terminó acostando al otro lado de la habitación de donde dormían madre e hija.

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Naruto se levantó temprano y le dejo un poco de dinero a Hiromi. Salió y siguiendo las indicaciones que le dio Hiromi la noche anterior encontró rápidamente el centro de atención turística. Este era un edificio construido completamente de concreto, pintado con colores brillantes y con cristal en las ventanas, los cristales más grandes para una ventana tan grande.

—Saludos extranjero —dijo una mujer joven que se acerca mientras Naruto está contemplando el edificio.

—Saludos, ¿es aquí donde se puede contratar un guía local para que te muestre la ciudad? —pregunta Naruto.

La chica asiente y le pide seguirla.

Naruto entra en el interior del edificio, está bastante limpio y muy bien arreglado, incluso las esquinas del techo, que en otros edificios generalmente están sucias o percudidas están limpias.

—Nuestros guías turísticos están capacitados para llevar a los turistas por los lugares de mayor interés en esta ciudad —la mujer pelinegra en ese momento le entrega a Naruto una hoja de papel —estos paquetes muestran los distintos precios y lugares que se visitan, la guía incluye por supuesto recomendaciones de puestos de comida, tiempo libre en los lugares para explorarlos y observarlos a profundidad, y por supuesto nuestro gruía le explicara a detalle la historia o acontecimientos del lugar junto con mitos, leyendas y datos curiosos.

Naruto aparta la vista de la hoja de papel, pero antes de que pueda preguntar nada la mujer vuelve a hablar.

—Como puede observar el precio de los paquetes varía de acuerdo a los lugares que visita, el tiempo que pasa en cada uno de ellos y si el paquete es individual, grupal o familiar —termino de decir la mujer mientras Naruto le indicaba el paquete que elegía.

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Naruto se decidió por elegir un paquete individual completo, también observo que la organización civil Tecnología fire tiene una gran influencia sobre el centro de atención turística, por lo que si esta organización civil ayudo voluntariamente a Pein y a ninjas extranjeros a entrar al país no van a revelar nada que señale la presencia de actividades sospechosas, sin embargo sería bueno para él conocer más acerca de la ciudad y ver los lugares y características de la ciudad por sí mismo.

—Vaya, es un sujeto que tiene mucha curiosidad —dijo la mujer al observar el paquete que Naruto eligió.

—Es que es una ciudad muy diferente de otras que he visto en mi vida —dijo Naruto —no es que haya visto muchas, pero si he estado en otros pueblos y simplemente… me atrapo.

La mujer rio suavemente antes de agregar algo más.

—Muchos de nuestros residentes dicen lo mismo antes de que buscaran instalarse aquí.

Naruto recibe un itinerario que incluye el horario de las vistas y un mapa de la ciudad.

—Si gusta seguirme lo llevaremos con nuestro guía.

Naruto paso toda la tarde conociendo la ciudad, averiguando aún más acerca de la historia, la cultura, las costumbres y las profesiones de esa ciudad, muchas de ellas no las había oído nunca y a duras penas se imaginaba de qué trataban.

—Sabe, siempre he usado algunos aparatos tecnológicos, pero nunca me imaginé que construirlos fuera tan complejo, o que fueran tan variados —le comento Naruto al guía.

El guía solo le sonrió.

—Bueno, es todo por hoy, le anotare en su mapa las zonas que debe evitar en la noche para alejarse de los problemas, y le anotare otras zonas en donde puede encontrarse con otro tipo de problemas más… placenteros —el guía le entrego el mapa de la ciudad que tenía de cortesía —recuerde que el recorrido por la ciudad continua mañana temprano, no se preocupe, acabaremos antes del mediodía, solo quedan un par de zonas de interés.

Naruto miro el mapa y solo sonrió, pues la zona en donde se hospedaba se consideraba peligrosa, mientras caminaba Naruto no pudo evitar observar que en muchas calles de esta ciudad la gente permanecía despierta muy tarde, también le extraño que hubiera tanto ruido, lo que significa que la gente no solo estaba despierta sino muy activa.

Los pensamientos de Naruto se trasladaron a Konoha, recordó que en el barrio donde vivía a las 8 de la noche casi todos se iban a dormir, salvo algunos ninjas que se quedaban entrenando muy tarde o patrullando, vagos y alguna que otra persona que po razón se encontraban todavía en la calle, Naruto recordaba que la calle no permanecía bien iluminada y todo quedaba bastante oscuro, también recordaba que en ciertas zonas de la aldea se veían luces, ya sea que alumbraran la calle o de alguna celebración y/o festival, o simplemente de lugares de la aldea que siempre estaban activas.

La ciudad no era tan grande como Konoha u otras ciudades importantes, pero tenía su encanto, incluso había observado que las zonas más marginadas de la ciudad parecían no estar completamente abandonadas por el gobierno de esta ciudad.

También le parecía increíble que en una ciudad tan pequeña hubiera tantos lugares de interés dispersos en tantos puntos de la ciudad, en la mayoría de las ciudades que había visitado los puntos de interés se concentraban cerca del centro de la misma, que es donde se había instalado los alcaldes y el gobierno regional, las zonas donde se hospedaban los guardias y/o soldados, las zonas donde se concentraba la cultura regional y aquel punto de interés que distinguía dicha ciudad del resto de las ciudades, esto podía ser un monumento, un antiguo campo de batalla, una construcción, un paisaje natural, etc.

En esta ciudad había visto 16 puntos de interés principales y 9 puntos secundarios, incluso uno se encontraba a 100 metros del muro de la ciudad, sin mencionar muchas zonas de la ciudad que se habían vuelto interesantes por alguna razón, y todavía le faltaban dos puntos de interés.

Durante unos segundos Naruto pensó que esta sería la ciudad perfecta para vivir, hasta que vio nuevamente la región marginal de la ciudad, recordando de golpe que todas las ciudades tenían problemas y ese grupo de gente que por múltiples razones habían caído en desgracia y fueron hechos a un lado por el resto de la sociedad. Naruto entro al departamento y vio a madre e hija durmiendo una al lado de la otra.

Naruto miro a Hiromi y se preguntó cómo había terminado así, desempleada, abandonada a su suerte con una niña. Naruto no se quería imaginar lo que tuvo que aprender a hacer para sobrevivir y mantener a su hija. Naruto pensó que la profesión de ninja no es como lo pintaban, pero al menos te entrenaban y preparaban bien, física y psicológicamente, para lo que te verías obligado a hacer… bueno, las operaciones ANBU podían considerarse una excepción, pero por como lucia ella parecía que de pequeña fue bien alimentada y cuidada, estaba seguro de que nada la preparó para su actual estilo de vida.

—Ya regresaste Kitsune —susurró Hiromi.

—No quise despertarlas —dijo Naruto a Hiromi.

—Solo me despertaste a mí- respondió ella —y, ¿qué te pareció la ciudad? —pregunto con curiosidad.

—Es hermosa, se ve que es una sociedad un poco más humanitaria que el resto del mundo, tiene sus problemas pero aun así… —Naruto se detiene al ver llorar a Hiromi —¿estás bien? —pregunta Naruto preocupado y preguntándose que hizo mal en esta ocasión.

—Sí, no es nada —dice todavía derramando lágrimas.

Tanto Naruto como Hiromi se acuestan y están dispuestos a dormirse.

—Parece que Tecnología fire es una organización bastante buena —comenta Naruto, notando de repente la tensión de Hiromi.

—¿Pasa algo? —volvió a insistir Naruto.

—Tecnología fire y su líder son un montón de mentirosos y ladrones, fueron mis padres los que innovaron esta ciudad y los que la hicieron lo que hoy es.

—¿A qué te refieres? —pregunto Naruto, sin embargo no obtuvo respuesta, y algo en el ambiente le dijo que por esta noche no obtendría respuestas.

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Naruto se volvió a levantar a la mañana siguiente, se tomó su dosis de siquedol y se fue a terminar el resto de la excursión, Naruto descubrió que los últimos puestos de interés eran un restaurante para ricos y una serie de cocinas locales que estaban en la calle y vendía diferentes tipos de comida, donde ambos desayunaron y una estatua en memoria de la familia fundadora de la ciudad.

—Me gustaría hacerle una pregunta —dijo de repente Naruto, el guía asintió con la cabeza —¿qué le paso a la familia fundadora de esta ciudad?

—Como usted sabrá los antiguos líderes de esta ciudad fueron Akifumi y su bella esposa Michiru, aparentemente tenían una relación de sangre con los Senju por parte del padre de Michiru, por lo que Konoha dejaba que esta ciudad tuviera más libertades que el resto de las demás ciudades en el país. Nuestro líder actual, Makoto Takeyoshi, era en ese entonces el brazo derecho de Akifumi. Hace poco más de tres años ocurrió una tragedia, nuestros gobernantes perecieron en un incendio, los guardias de la familia, shinobis de Konoha, que en ese momento debían de custodiar a la familia de ambos se fueron a buscar a varios miembros problemáticos de esta, incluyendo Hiromi, la hija de Akifumi y Michiru. Todos se encontraban en un conocido casino de la ciudad, excepto Hiromi, que según ella, fue a buscar a su amante, el hijo de Makoto. Cuando los shinobis se dieron cuenta del incendio ya era muy tarde, todos los miembros de la familia habían muerto asfixiados, el fuego se originó y propago rápidamente desde la habitación de su hija. Los sobrevivientes de aquella familia, aquella panda de borrachos que se encontraba en el casino, horrorizados, se decidieron ir a otra ciudad y comenzar de nuevo, aparentemente por caminos separados, todos menos Hiromi. Al parecer ella causó el incendio con la intención de vengarse de sus padres por una fuerte pelea que habían tenido hace unos días, una combinación de mala suerte y el haber subestimado el avance del fuego fue lo que causo tal fatalidad.

—Me suena el nombre de Hiromi —dijo Naruto poniendo una pose de intentar hacer memoria, mas sin embargo él estaba casi seguro que la Hiromi que dormía con él y la Hiromi de la historia eran la misma.

—Según se actualmente trabaja como camarera en algún bar de mala muerte de la ciudad —dijo el guía con tristeza —una verdadera pena. Ella tenía 13 años, y al parecer alguien la engaño, la enamoro y la dejo embarazada, según ella era el hijo ilegitimo de Makoto. El problema era que Makoto no tenía ningún hijo, ni legitimo ni ilegitimo, cuando quedo embarazada ella y sus padres discutieron bastante fuerte, y al parecer la corrieron de la casa, no se todos los detalles, lo que sé es que nunca encontró al supuesto hijo de Makoto, la interrogaron y ella negó todo, pero todas las pruebas apuntaban a que ella inicio el incendio, Makoto protegió a Hiromi, incluso la defendió de interrogadores que estaban dispuestos a usar "mejores métodos para extraer información", según se Makoto le tendió la mano, pero después de la muerte de casi toda su familia y que el resto la abandonara y le dijeran abiertamente que era una niña mimada, caprichosa e idiota ella rechazo todo tipo de ayuda, defendiendo su versión de la historia que nadie creía ni apoyaba. Ella se fue y al parecer se convirtió en una vagabunda, tengo entendido que a la fecha le resulta difícil mantener un trabajo, incluso se ha llegado a prostituir para mantener a su hija. Es una lástima, a diferencia de otras damas de alta sociedad ella era educada con todo mundo, incluso sus sirvientes.

Naruto escucho todo ello bastante impresionado, nunca imagino que Hiromi fuera una dama de sociedad.

—Recuerdo muy bien que decían que idolatraba a sus padres y que su sueño era ser una gran medico civil —dijo el guía en tono triste —era una genio, a la edad de 13 años ella sabía lo que alguien de 20 años curtido en el tema sabía de medicina, cuadros clínicos básicos, el nombre de medicamentos y sus efectos, formas de tratamiento básicos y la elaboración de medicina simple pero eficaz contra pequeñas molestias. Por supuesto su conocimiento no rivalizaba con el de un medico formado, pero para una niña de 13 años sus conocimientos eran bastante avanzados.

Naruto únicamente agradeció al guía de la ciudad que le contara esa historia, igual que con el resto de los relatos que le conto. Sin embargo se preguntaba cuál sería la versión de Hiromi, a él le parecía bastante lista como para aferrarse a una mentira y arruinar su vida de una manera tan tonta aunque… él no conoció a la Hiromi de hace 3 años. De todos modos le preguntaría su versión de la historia.

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Naruto llego en la tarde al departamento, un exquisito olor salía de este así que entro rápido para ver que estaba haciendo Hiromi de comer.

—Huele muy bien Hiromi-chan —dijo Naruto emocionado.

—Gracias pero… lo que está en el fuego es una infusión para combatir las infecciones estomacales —dijo Hiromi un tanto avergonzada y con una pequeña sonrisa en la cara. Era la primera vez que Naruto veía sonreír a Hiromi sin transmitir ningún tipo de sentimiento ni emoción negativa, como si por un momento estuviera realmente feliz.

Naruto se decepciono un poco cuando descubrió que lo que estaba en la lumbre no era comida, pero se alegró al verla sonreír.

Naruto decidió que lo mejor sería dejar su investigación ninja por el resto del día e invitar a comer a Hiromi y a su hija, no quería arruinarle el día a Hiromi, ya mañana preguntaría a Hiromi su versión de la historia.

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A la mañana siguiente Naruto seguía reflexionando acerca de su misión y la continuación de esta, uno de los pasos lógicos para continuar con su investigación incluyen sin duda interrogar a Hiromi acerca de su pasado, algo que abriría viejas heridas y la pondría triste, haciendo desaparecer el momento de paz que él le había dado. Naruto no tenía idea de cómo comenzar su interrogatorio, él había leído acerca de cómo hacer preguntas y como obligar a un prisionero a responderlas, sin embargo no había leído nada acerca de hacer preguntas de manera discreta a un civil para evitar hacerle daño. Naruto intuía que Hiromi evitaría el tema del cual él tenía interrogantes y obligarla a responder sin duda revelaría su cubierta de ninja,

—¿Pasa algo? —pregunta Hiromi viendo confusa a Naruto.

—Me preguntaba que si tú sabes hacer este tipo de remedios por que no los vendes en lugar de trabajar como camarera o… —Naruto se detuvo antes de pronunciar el otro trabajo que sabía qué hacía.

—Prostituirme —término la frase Hiromi al observar que Naruto no tenía intención de terminar la oración.

—Bueno… yo… —dijo Naruto intentando arreglar la conversación.

—En su mayoría es lo que hago, fabrico remedios caseros y los vendo a quien pueda en el mercado o la calle, el problema es que en varias ocasiones me roban o asaltan y se llevan la mercancía o el dinero, dejándome sin más opción que encontrar otros trabajos, incluyendo la prostitución —dijo Hiromi triste.

—¿Por qué no pides ayuda, porque no huyes de este lugar? Estoy seguro que en cualquier otro lugar te tratarían mejor por tus conocimientos médicos —dijo Naruto de manera exaltada.

—Es mi hogar, esta ciudad es nuestro hogar —dijo mientras abrazaba a su pequeña, la cual se acababa de despertar.

—Mami —balbuceo la niña pequeña —tengo hambre.

—Duérmete, en un rato más estará el desayuno —dijo Hiromi a su hija.

—Eres buena madre —dijo Naruto viendo como Hiromi se levantaba para hacer la comida —por cierto, ¿Cómo se llama tu hija? —pregunto Naruto rascándose detrás de la cabeza.

—Gracias Kitsune —dijo Hiromi mientras soltaba lagrimas —eres la primera persona que conozco que dice que soy buena madre de Maki.

—Lindo nombre —se apresuró en responder Naruto —significa verdadera esperanza, ¿no? —pregunto Naruto intentando pensar cómo llevar esa conversación en la dirección que quería.

—¿Qué es lo que realmente quieres preguntarme? —dijo Hiromi sorprendiendo a Naruto.

—¿Cómo… —pero antes de que pudiera formular correctamente la pregunta Hiromi le respondió.

—Una no sobrevive tres años desamparada sin aprender una o dos cosas de las personas.

—¿Qué te paso hace tres años? —pregunto Naruto serio.

—No sé lo que quieres decir —dijo Hiromi intentando zanjar el tema.

—Hace unas noches dijiste que tus padres habían innovado esta ciudad, y ayer escuche lo que le paso a tus padres, quiero escuchar tu versión de la historia —dijo Naruto haciendo que Hiromi frunza el entrecejo.

—¿Quién eres realmente? —pregunto Hiromi sin dejar de mirarlo.

—Solo soy aquel que entrega materiales que me pidan transportar —dijo Naruto intentando convencerla.

—¿Eres un shinobi? ¿Estás de su parte verdad? ¿A qué has venido? —pregunto Hiromi con la mirada asustada.

Naruto se le quedo viendo fijamente, si antes se mostraba reacia a contestar preguntas ahora definitivamente no le iba a responder, sabiendo que no perdía nada procedió a hablar y decir la verdad.

—Soy un shinobi cuyo nombre en clave es Kitsune, fui enviado a esta ciudad a investigar la posible relación de su dirigente con la infiltración de ninjas enemigos, no necesitas saber nada mas —dijo Naruto serio mientras rezaba por no haberla cagado.

—¿Vas a hacernos daño? —pregunto Hiromi al borde de las lágrimas.

—El protocolo señala que debo de silenciar a cualquiera que conozca mi identidad o haya averiguado mi tapadera —dijo Naruto mientras Hiromi lloraba con fuerza y abrazaba a su hija, la cual también se puso a llorar —sin embargo si el que conoce mi verdadera identidad es un contacto dentro de la ciudad el protocolo me da libertad de tomar las medidas que YO considere necesarias para proteger el cumplimiento de la misión.

Hiromi lo observo sin comprender.

—Si me ayudas a cumplir mi misión no solo te dejare vivir, sino también te pagare, ya sea con dinero o con alguna otra cosa —dijo Naruto mientras veía que Hiromi comenzaba a comprender el significado de sus palabras.

—¿En qué te ayudo? —pregunto Hiromi.

—Cuéntame tu versión de la historia, esa que nadie quiso investigar.

Hiromi, con cara derrotada y en la cual todavía se veían rastros de lágrimas solo respondió:

—Después de desayunar te contare lo que quieras saber.

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Después de desayunar la niña se puso a jugar al otro lado de la habitación principal, mientras Naruto le contaba a Hiromi lo que le habían contado acerca de ese terrible suceso de hace tres años.

—Bien, para aclarar yo me enamore del hijo de Makoto, no solo sabía que era su hijo porque me lo dijo, sino también porque sabía cosas que nadie fuera de los miembros más responsables de mi familia sabían —dijo Hiromi viendo en la cara de Naruto que quería preguntar algo.

—¿Pensé que Makoto no era de tu familia? —pregunto Naruto un poco confundido.

—En ese entonces era como de la familia —dijo Hiromi con una voz entre triste y colérica. —Deje que me sedujera y… —dijo Hiromi con la mirada perdida —le di mi tesoro, mi virginidad. Poco después me entere que estaba embarazada, se lo comunique a él y dijo que nos casaríamos lo más pronto posible, yo confié, era tan estúpida —dijo Hiromi mientras volvía a llorar.

Naruto intento abrazarla para consolarla, pero eso solo hizo que Hiromi intensificara el llanto.

—L-Lo sien-siento —dijo balbuceando Hiromi.

—No importa, comprendo —dijo Naruto en voz baja.

—No sé cómo, pero mis padres se enteraron de mi estado, jamás los había visto más enojados y decepcionados —dijo Hiromi con la mirada perdida en las memorias de su pasado.

—Discutimos, le dije que me había enamorado del hijo de Makoto, pero Makoto dijo que no tenía ningún hijo, me consideraba lista, no es posible que me hubieran engañado —dijo Hiromi mientras volvía a derramar lágrimas.

—Contacte al supuesto hijo de Makoto. ¡Estaba desesperada! ¡Quería respuestas! ¡Estaba esperando un hijo y ni siquiera sabía de quien! Logre contactarlo y organizar una reunión, aproveche que había una reunión de ambas familias para facilitar mi escape y encontrarme con él, con Hiro, el supuesto hijo de Makoto.

—¿Escaparte? —pregunto Naruto.

—Después de quedar embarazada me dieron la peor paliza que había recibido nunca hasta el momento y me encerraron —dijo Hiromi —la tristeza que sentí en ese momento fue enorme, pero nada comparado con lo que me esperaba. Llegue al punto de reunión y espere a que el maldito apareciera, espere toda la noche, pero nada, excepto cuando vinieron shinobis y me encontraron, me informaron lo que paso a mis padres y el resto de mi familia, me derrumbe, no deje de llorar durante toda la semana.

—¿Y eso que tiene que ver con Tecnología fire?

Hiromi suspiro.

—Makoto actualmente dirige Tecnología fire, él sabe cosas que solo le conté a su supuesto hijo —dijo con odio —es obvio que me engaño y estoy segura que asesino a mis padres —dijo Hiromi con odio en su mirada.

—Nunca se encontró evidencia concluyente de quien inicio el fuego —dijo Naruto.

—¡No fui yo! —grito Hiromi enfadada —sé que todos piensan lo contrario, pero yo no mate a mis padres ni a ningún familiar. El problema fue que nadie me creyó —dijo Hiromi triste —nadie investigo mi versión de la historia —termino diciendo con un susurro.

Naruto se quedó reflexionando, por un lado es probable que toda esa historia no tenga nada que ver con su misión y que de hecho esa supuesta conspiración este más relacionada con una usurpación al poder de otra facción diferente al gobierno de ese entonces que de ayudar a ninjas extranjeros a entrar al país, estaría perdiendo el tiempo respecto a su verdadera misión, pero por otro lado irse y dejarla a su suerte sería lo mismo que hicieron con ella ya hace años. De antemano sabía lo poco probable que el gobierno de esa ciudad hubiera ayudado a ninjas enemigos a infiltrarse, así que realmente no perdía mucho si le ayudaba a Hiromi, de alguna manera eso le ayudaría a recordar quien es, o más bien quien fue antes de esta infernal prueba.

—Necesito que me des información de Makoto y su supuesto hijo —le dijo a Hiromi —es probable que ambas personas trabajaran juntas, así que cualquier información que me puedas dar será sumamente útil.

Hiromi suspiro y comenzó a recordar y desenterrar su pasado, ese que parecía yacer tan lejos.

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Bar Kemuri. 12 de Marzo, 9:17 p.m.

—No me gusta este plan —dijo Hiromi.

—No te preocupes, todo saldrá bien —dijo Naruto.

—Pero Kitsune, este lugar es muy peligroso, nunca me he acercado aquí —dijo Hiromi nerviosa.

—Recuerda que a partir de aquí todo es un acto —susurro Naruto en el oído de Hiromi, antes de que esta pudiera reaccionar esta fue jalada con brusquedad en dirección a la entrada del bar Kemuri —¡Cállate tuta! ¡No quiero que abras tu boca hasta que te dé permiso! —le grito Naruto a Hiromi, este pudo ver un atisbo de miedo en los ojos de la pobre adolescente.

Ambos llegaron a la entrada del bar y pidieron hablar con alguien en específico.

El encargado de la puerta se les quedo viendo antes de ir por la persona que buscaban, alguien que organizaba apuestas ilegales en la ciudad.

—¿Qué es lo que buscan? —pregunto aquel tipo con voz ruda y una mirada de desconfianza en la cara, estaba cubierto por una capa y capucha de color negro.

—Soy nuevo aquí y oí que tu organizas carreras de caballos, tengo un… —pero antes de que pudiera terminar el otro lo interrumpió.

—No me interesa —dijo antes de darse media vuelta.

—¿Y que si te interesa? —pregunto con voz firme y fuerte Naruto mientras dejaba a la vista su droga personal, la cual capto la atención del sujeto.

—¿De dónde sacaste eso? —pregunto con un tono sorprendido el anterior sujeto.

—Veo que capte tu atención —dijo Naruto poniéndose en alerta —mira, tengo un par de caballos de alta calidad, puedo dejar esto como garantía si mis caballos fallan.

El sujeto se le quedo viendo fijamente, pensando su propuesta.

—Pase a la mesa 22, ahí afinaremos detalles —dijo el sujeto antes de entrar al bar y desaparecer.

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Ya había pasado un par de horas en el que Naruto había comprado un par de tragos y conversaba con varios sujetos, 8 en total.

—¿En serio van a organizar ahí la carrera? —pregunto Naruto incrédulo al lugar donde se planeaba organizar la carrera.

—¿Algún problema? —pregunto uno de ellos, que claramente se le quedaba mirando y se comía con los ojos a su acompañante.

—¿Qué hay de los ninjas que patrullan? No quiero perder mis caballos, son muy especiales para que me los decomisen esos ignorantes ninjas —dijo Naruto fingiendo preocupación.

—No te preocupes por los ninjas, están comprados, son carreras y les hemos hecho ver que no hay por qué tener miedo, de hecho me ahorran problemas, mantienen el orden —dijo otro sujeto agitando la mano despreocupadamente —de hecho incluso el… —pero antes de que pudiera continuar es interrumpido bruscamente.

—El hecho es que puedes asistir, tú y tus caballos, sin preocupación —dijo el que parecía que organizaba esa reunión —haremos un intermedio de media hora antes de confirmarte la hora, si quieres te damos una habitación para que te… diviertas con tu acompañante.

Naruto asintió mecánicamente antes de arrastrar a Hiromi de la mano a la habitación trasera. No planeaba hacerle nada, intuía que ese intermedio se debía a que tenían que discutir asuntos que él no podía oír, estaba seguro que él era uno de los temas a tratar por ellos. Naruto se había inventado una buena historia acerca de que él era un apostador y traficante de drogas, dependiendo de la situación, que tenía un par de habilidosos ninjas a su disposición que no eran muy buenos en combate pero que metían casi cualquier cosa en casi cualquier lugar y que se vestía de esa manera para mantener un bajo perfil. Miro a Hiromi, ella llevaba sandalias de madera, una prenda exótica del País del Viento que se parecía a una falda de sirena con dos cortes de manera horizontal desde los tobillos hasta la parte superior de los muslos en cada lado de la falda y un top, ambas prendas de color rojo pasión, mientras él seguía con la misma vestimenta que cuando llego a la ciudad. Naruto notaba que Hiromi se había puesto un poco nerviosa. Estaba por aclararle que no le haría nada pero tenían que fingir cuando sintió una rara presencia, sus entrenamientos sin chakra le habían proporcionado una intuición que, según él, era como un sexto sentido. Hiromi lo miro extrañada y pregunto:

—¿Pasa algo Kit-itsune-sama?

—Creía que nos estaban espiando, pero creo que fue mi imaginación —dijo Naruto afinando sus sentidos con la esperanza de detectar cualquier cosa, sin embargo si de verdad quería ayudarla no debía de correr riesgos, al menos no todavía.

—No importa —dijo mientras acercaba a una sorprendida Hiromi a su cuerpo —no verán nada de otro mundo —dijo Naruto al tiempo que apartaba parte de su prenda dejando las piernas de Hiromi al descubierto enfrente de Naruto. Hiromi miraba a Naruto de manera confusa, pero solo cerro sus ojos cuando Naruto acaricio sus muslos y le retiro sus bragas con brusquedad, rompiéndolas y arrojándolas lejos.

Naruto procedió a bajarse sus pantalones y su bóxer a la altura de las rodillas, abrió las piernas de Hiromi, la arrastro hasta el fondo de la habitación, recargándola en un espejo y la penetro, se quedó quieto un rato para que Hiromi se acostumbrara a la intromisión, está oculto su cara en su pecho, mientras pasaba sus brazos alrededor del cuello. Naruto afianzo su agarre sosteniéndole los muslos con ambas manos antes de iniciar un lento vaivén con sus caderas, oía como la respiración de Hiromi se alteraba y aceleraba.

—Eres hermosa —le susurro Naruto en su oreja mientras aumentaba la fuerza y rapidez de sus embestidas, pero conteniéndose lo suficiente para no lastimarla. Naruto no tardo en comenzar a gemir de placer cada vez que entraba en Hiromi. Esta por otro lado sabía que había la posibilidad en que ambos tuvieran que tener sexo, pero la verdad es que no quería tenerlo con Kitusne, para ella él era alguien que le daba esperanzas y tener sexo con él le provocaba pensamientos muy turbios acerca de su supuesto salvador. Sin embargo, noto que en comparación con la mayoría de sus anteriores clientes él era apuesto y era delicado con ella, así que decidió "apagar" su cerebro y dejar que su cuerpo respondiera ante los estímulos que Kitsune le provocaba.

Naruto se excitó más cuando escucho a Hiromi lanzar débiles gemidos, procedió a acariciar sus muslos de manera suave y lenta para hacerla sentir lo mejor posible, estaba disfrutando del momento, era la primera vez que tenía sexo con una mujer en lugar de obligarla y le gustaba admitir que la diferencia era notable, se sentía satisfecho a un nivel diferente y una sonrisa afloro en sus labios. Estaba pensando en repetir esta experiencia con Hiromi en el futuro cuando toda la excitación por su parte se evaporo, en efecto lo estaban vigilando, él ya intuía eso. Pero quien lo estaba vigilando era un sujeto que portaba la banda de Amegakure con una raya horizontal, lo podía ver parado en la penumbra de la puerta a través del reflejo del espejo. Todas las sensaciones placenteras que experimento con Hiromi en los últimos minutos se evaporaron, es más fueron reemplazados con sensaciones asquerosas cuando se fijó que se estaba masturbando con la escena, aun así el continuo penetrando y acariciando a Hiromi, la cual gemía cada vez más fuerte. Naruto estaba en estado de alerta y se esforzaba por no demostrarlo, se sorprendió un poco cuando noto que Hiromi movía sus caderas ligeramente, Naruto agarro la pierna derecha de Hiromi, sosteniéndola firmemente por su muslo y lo elevo hasta que llego a la altura de su propia pelvis. Hiromi ahora gemía más fuerte que él, Naruto noto que su pene entraba y salía más fácilmente de Hiromi y que estaba húmeda de su entrepierna, vio que a diferencia de él ella estaba completamente bañada en sudor. Naruto acelero sus embestidas dispuesto a terminar de una vez con eso, ya no le producía placer tener sexo con ella, más bien, por su actual situación, le producía una enorme incomodidad y nerviosismo. Aun así noto como Hiromi arqueaba su espalda y se retorcía ligeramente al tiempo que el sentía como el interior de Hiromi se estrechaba y ejercía un ligera y placentera presión a su pene. Naruto derramo su semilla en el interior de Hiromi mientras esta se derrumbaba en los brazos de Naruto lanzando un último y fuerte gemido, al momento de terminar Naruto también lanzo un gemido ahogado y cerro ligeramente los ojos, al volverlos a abrir y ver por el espejo descubrió que el ninja se había ido de esa habitación.

Naruto, un poco sudado y con la respiración ligeramente alterada se calmó y sostuvo a Hiromi, la cual tenía el cuerpo completamente flácido, respiraba agitadamente y tenía los ojos completamente cerrados.

Después de un rato Hiromi se recuperó, se arregló la ropa y salió un poco sonrojada junto a Naruto. Cuando la pareja llego a la mesa las 8 personas les estaban sonriendo, felicitando a Naruto y lanzándole miradas y sonrisas lascivas a Hiromi.

—Aquí está la hora en la que te presentaras, la ruta que utilizaras para llegar al lugar y un par de contraseñas que te serán útiles. Te recomiendo que te las aprendas antes de salir, en cuanto cruces la puerta se desintegraran, y si no traes la garantía —en este punto todos lo miraron con dureza —te conviene no presentarte.

Naruto vio y se aprendió en un par de minutos las dos contraseñas y las circunstancias o preguntas en las que debía utilizarlas. Se fijó que un par de personas lo seguían mirando con sospecha o desconfianza, que la mayoría lo ignoraba y que uno había acorralado y manoseaba a su acompañante Hiromi.

Naruto y Hiromi se retiraron, en su casa temporal intento hablar con Hiromi pero ella dejo claro que no quería hablar con él acerca de lo que paso, sin embargo Naruto reflexiono acerca del plan que había trazado y comento de repente:

—Hiromi, tenemos que hablar.

—Kitsune —dijo Hiromi aparentemente irritada —te he dicho que no… —sin embargo antes de terminar fue interrumpida.

—No, no es acerca de eso, es acerca de tu situación —la seriedad en la voz de Naruto asusto a Hiromi, la cual dejo recostada a Maki y se fue con Naruto a hablar en voz baja en el baño.

—¿Qué pasa? —pregunto ella asustada

Naruto suspiro antes de responder.

—Tú y tu hija deben de marcharse de la ciudad algún tiempo.

—¿Qué? —respondió Hiromi desconcertada —no. ¡No lo hare!

—Si no lo hacen la vida de ambas corren peligro —dijo Naruto serio.

—Pero…

—Aparentemente este lugar no es tan inofensivo como aparenta. Saben que me ayudas, lo que no saben es quien soy realmente, si lo descubren ustedes morirán o algo peor, si amas a tu hija como dices hacerlo te iras con ella de este lugar cuando yo te diga —dijo Naruto observando los ojos de Hiromi, los cuales comenzaban a derramar lágrimas.

—¿Cómo se si realmente puedo confiar en ti hasta ese punto? ¿Cómo sé que… —sin embargo fue interrumpida.

—Porque yo no te voy a hacer daño Hiromi, te lo prometo. Lo único que me importa es terminar mi misión con el menor daño colateral posible. Eres una mujer maravillosa y no me gustaría que algo malo le pasasen y a ti a tu hija —respondió Naruto con una voz cargada de distintos sentimientos. Hiromi se encontraba llorando.

—Te prometo que cuando mi misión termine y limpie tu nombre podrás regresar a esta ciudad —dijo Naruto intentando consolar a Hiromi —incuso podrías regresar como gobernante de esta ciudad.

—¿Cuándo deberemos de irnos? —pregunto Hiromi con voz rota.

—Podría ser en cualquier momento, pero lo mejor sería que desaparecieran sin dejar rastro, carga contigo en un pequeño morral todo lo indispensable para ustedes dos, en cuanto pueda contactare a shinobis de Konoha y te reubicaremos temporalmente en un lugar seguro. Yo haré lo que tenga que hacer y me sentiré inmensamente tranquilo sabiendo que estarás a salvo. También hare lo posible para que la mayor cantidad de gente inocente salga bien parada de la siguiente situación.

Hiromi, con una mirada perdida y ojos inundados en lágrimas, asintió mecánicamente y fue en dirección a su hija para explicarle lo mejor posible a una niña pequeña que pronto se irían y para buscar algo de consuelo.

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Pista de caballos a diez kilómetros de Otawa. 16 de Marzo, 2:03 p.m.

Naruto respiraba con tranquilidad, a los caballos les habían realizado una docena de pruebas antes de admitirlos a que corrieran, los caballos que Naruto trajo a la ciudad habían pasado las pruebas satisfactoriamente y eran todo unos campeones. Para Naruto eso era un alivio, pues no quería perder su droga personal y sobre todo sufrir una reprimenda de los dueños de los caballos, aquellos shinobis que se los prestaron y que uno de ellos en este momento lo miraba con ganas de querer hacerlo sufrir.

Aunque parecía que Naruto estaba al pendiente del resultado de las carreras lo cierto es que estaba planeando dos cosas; sacar a Hiromi y a su hija de la forma más rápida, discreta y segura posible e investigar a este Makoto de cerca y descubrir si está relacionado con los shinobis de la lluvia apostados en este lugar.

En ese aspecto Naruto tenía muchas dudas, para empezar no estaba seguro de que hubiera visto a un auténtico shinobi de la lluvia, podría ser una persona que le robo su uniforme a un shinobi de la lluvia. Ignoraba si había más shinobis, sus actividades y sus habilidades, sin embargo no quería arriesgarse, si de verdad hay una base de inteligencia shinobi enemiga podrían facilitar que entren otros shinobis y estos ataquen su aldea, y en esta ocasión puede que Konoha no tenga tanta suerte.

Pero primero lo primero, se dirigió discretamente en dirección al baño, esperaba que con algo de suerte el shinobi que lo mira con ira lo confronte. Pocos segundos después de entrar en el baño el enfadado shnobi de la Hoja lo enfrenta.

—¿Qué diablos significa esto? ¿Por qué esos caballos están corriendo ahí? ¿Sabes lo que puede pasar si… —Naruto no ha visto quien de sus shinobis de apoyo era, pero no le importaba, lo interrumpe y le dicta instrucciones.

—Es posible que haya ninjas de la Lluvia en este lugar, no sé cuántos son ni que hacen aquí, aun no tengo evidencia contundente de esta afirmación. También quiero que saquen de manera discreta a mi acompañante y su hija a la menor oportunidad y las pongan en un lugar seguro —el shinobi lo miro confundido —me han ayudado y en recompensa les salvo la vida y las coloco en un lugar seguro, esto no compromete la misión e ignora realmente quien soy yo. No le avisen a nadie todavía hasta que reúna suficiente evidencia.

El shinobi de la Hoja lo mira confundido, Naruto pasa a su lado, ignorándolo. El shinobi no hace ningún comentario, recoge un papel de baño en el que hay varias instrucciones escritas, el shinobi ignora con que escribió y sostiene el papel antes de meterlo en un bolsillo a prueba de olores.

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Dos horas y media después.

Naruto tenía nauseas, el rostro mortificado que mostraba no era actuado, los caballos que tenía habían corrido magníficamente, tanto que abandono su poca y recién adquirida profesionalidad y aposto más de la mitad de su droga y uno de los caballos, en parte para actuar, en parte para adquirir más recursos y continuar sus investigaciones acerca de la presencia de ninjas enemigos en esa ciudad. Sin embargo, en estos momentos entraron en escena otros caballos, aun mejores que los suyos, era la última vuelta y sus caballos, a los que les aposto una fuerte suma de recursos, estaban perdiendo. Eran los últimos segundos antes de que la carrera terminara; no lo iban a lograr, no lo iban a lograr y… no lo lograron. Naruto casi podía sentir los futuros golpes que los dueños de tan especiales caballos le propinarían, se puso pálido en cuanto recordó que había perdido gran parte de su preciado siquedol, maldijo su mala suerte e hizo gestos obscenos para expresar su frustración, igual que muchos otros.

En las gradas dos ninjas también estaban sumamente enfadados, sin embargo mantenían una fachada seria, y eso era principalmente porque cuando Naruto les informo la presencia de ninjas enemigos en la zona agudizaron sus sentidos lo más que pudieron, ellos nunca bajaban la guardia, pero tampoco estaban en alerta máxima todo el tiempo que estaban dentro de la ciudad y tal vez fue por eso que en esa ocasión detectaron un leve, minúsculo y virtualmente imperceptible, estallido de chakra justo al mismo tiempo que les ganaban a sus caballos. Ese estallido de chakra en cualquier otro momento habría pasado desapercibido, pero en esos momentos incluso eso era evidencia más que suficiente para pedir refuerzos a otros agentes de ANBU mucho mejores que el que estaba actualmente en la ciudad.

Mientras los Jōnin se dirigían a las afueras de la ciudad a su puesto de guardia dijeron unas cuantas palabras entre susurros:

—Él dijo que no llamáramos a nadie… —sin embargo fue interrumpido.

—No me importa, esto es muy grave para dejarlo en las manos de un Genin idealista ultrapoderoso, no va a terminar bien.

—Pero… —el primero en hablar intento decir algo, pero fue interrumpido.

—Saca a sus acompañantes y mándalas a Konoha, que las interroguen y vean cuanto saben, que el Hokage haga lo que quiera con ellas —ordeno el Jōnin.

—Escribiré que ayudaron a Kitsune y que pidió reubicación temporal para ambas —dijo el Jōnin que defendía a Naruto.

El otro no respondió y se separaron, uno para pedir refuerzos y otro para seguir las instrucciones del shinobi "ANBU" y sacar a dos civiles.

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Hiromi y Maki se encontraban a 200 metros del estadio entre la espesura del bosque circundante, estaba nerviosa, ella y su hija se encontraban vestidas con ropas cafés muy desgastadas y sin sandalias. Se encontraba muy nerviosa, en cualquier momento ella esperaba que llegara alguien y las sacara de ahí y las llevara a un lugar seguro, aunque también podría esperar que alguien llegara ahí y las matara o les hiciera algo peor.

—Me imagino que ustedes conocen a Kitsune —un shinobi había aparecido detrás de ella.

Una Hiromi nerviosa declaro:

—El fu-fuego d-de la nac-ci-ón

—…es perpetuada por su gente —respondió el Jōnin un tanto impresionado de que el escandaloso e impudente Naruto desarrollara un código de ese estilo para verificar aliados.

—Están a salvo, serán llevados a un lugar más seguro —declaro el shinobi esperando no quedar como un mentiroso.

El shinobi cargo a la adolescente y a su hija y comenzó a alejarse de la ciudad, Hiromi dio un último vistazo a su ciudad natal, la obra maestra de sus padres, esperando algún día poder regresar con la cabeza en alto.

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Naruto estaba sumamente desconcertado y frustrado consigo mismo. Aun así había insistido en despedirse de su caballo, aunque en realidad sus intenciones eran saber a dónde lo llevarían para recuperarlo después de que terminara su misión, sin embargo nunca se imaginó que quien le había ganado había sido el mismo sujeto que tenía de objetivo. A un lado del que eran sus caballos se encontraba el mismísimo Makoto en persona, lo reconoció por las fotos y dibujos que vio de él.

—¡Señor Makoto! ¿Qué hace aquí? —pregunto Naruto realmente desconcertado.

—Veo que me conoces —dijo Makoto, un hombre de complexión delgada, cabello castaño y ojos amarillo chillón. Se encontraba vestido con kimonos de varios colores, siendo el rojo el color predominante —a veces yo también vengo aquí a apostar, es increíble que hayas metido caballos de esta calidad sin que te detectaran. ¿Cuál es tu truco?

Naruto se puso nervioso, su mente trabajaba a toda velocidad, diseñando media docena de planes cuyo margen de error era grande, pero que si salían bien tendría excelentes resultados.

—El mérito no es mío, sino de unos amigos míos, pero no voy a hablar de eso —dijo Naruto, por un segundo creyó ver una sombra peligrosa en los ojos de este sujeto, pero bien podrían haber sido imaginaciones suyas.

Durante un minuto nadie dijo nada, hasta que Naruto hablo:

—Disculpa mi tono de voz y mis modales señor Makoto, déjeme empezar de nuevo. Mi nombre es Kitsune y me gustaría despedirme de mi caballo, créame que por perderlo tendré problemas, pero desarrolle un cariño por él y me gustaría despedirme.

Makoto sonrió y le dio un asentimiento con la cabeza.

Naruto se acercó y le susurro en el oído:

—Te acuerdas cuando en las noches frías te tapaba con una manta verde y te daba azúcar —el caballo relincho —o cuando te daba una zanahoria extra cuando hacías algo bien, ¿podrías volver a contar hasta cinco?

El caballo conto hasta cinco y relincho, Naruto acaricio al caballo y se fue. Esa despedida era en realidad el establecimiento de un código predeterminado y el hecho de que el caballo contara hasta cinco se debió a que el caballo dio a entender que entendió el código. En resumidas palabras el caballo había adquirido una participación activa en la misión como espía. Naruto se encontraba nervioso, jamás espero que la situación empeorara hasta este punto. ¡Se supone que sería una misión fácil y de rutina!

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Un par de ANBUS se encontraban regresando de una misión cuyo objetivo era igual que el de Naruto, pero en una ciudad cuyas sospechas estaban mejor infundadas. Se encontraban regresando a Konoha cuando fueron contactados por un Jōnin que les informo de la situación y la solicitud de refuerzos.

—¿De verdad crees que haya algo que investigar? —pregunto uno de los ANBU al otro.

—Es posible que no —respondió el otro agente ANBU, hasta que recordó que ella fue la primera capitana de Naruto en su primera misión de su prueba ya hace casi dos meses —pero nuestro deber es investigar esta zona y ofrecer apoyo a los equipos que lo necesiten.

Ninguno de los ANBU volvió a decir nada, solo siguieron avanzando en dirección a Otowa.

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—¿Entonces está todo listo? —pregunto una sombra peligrosa.

—Si mi señor, ¿quiere que nos deshagamos de los molestos shinobis de la hoja?

—¿Ya encontraron al agente ANBU? —pregunto la misma sombra peligrosa.

—Ni siquiera hemos encontrado evidencia de que un ANBU… —en este punto fue interrumpido.

—¡Por supuesto que no! ¡Idiotas! —grito la sombra —un ANBU es un shinobi de elite especializado en el espionaje, el sabotaje y el asesinato de manera discreta y silenciosa. No es cualquier otro Jōnin tonto. ¿Han investigado las personas que les dije?

—Si mi señor, pero como vio en nuestro reporte solo son espías de naciones enemigas que buscan infiltrarse territorio adentro, fugitivos de poca monta y un traficante de armas de segunda, nada realmente relevante.

—¿Qué hay de Taizo o de Kitsune? —pregunto la misma sombra mientras acariciaba a varios de sus caballos.

—Taizo es un shinobi, pero aun no averiguamos de que aldea…

—¡Mátenlo! —dijo el sujeto interrumpiendo a su subordinado —¿Y Kitsune?

—Bueno él está pasando por una mala racha, perdió gran parte de su droga, de su dinero, uno de sus caballos y al parecer la zorra con la que se revolcaba lo abandono dijo el subordinado —sinceramente no parece un shinobi, más bien es un idiota con suerte que planea hacer alguna tontería para salir de los problemas que tiene.

—Sigue informándome acerca de sus movimientos, ese sujeto me sigue intrigando, podríamos intentar reclutarlo, o terminar por matarlo dependiendo de lo que haga —dijo el líder —y tráeme a la zorra, al parecer los años le han caído bien a Hiromi. ¡Estoy seguro que le llegare al precio! —dijo burlonamente —dársela o dejarla verla sufrir sería un buen inicio para persuadir a Kitsune de unírsenos si resulta ser útil.

—Como diga Hiro-sama —dijo el ninja haciendo una reverencia y desapareciendo.

—¿Qué te abran hecho para que corras a esta velocidad sin necesidad de chakra? —dijo Hiro a su nuevo caballo.

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Aunque parecía una noche más en la ciudad la emboscada que resulto en la muerte de una persona fue tan rápida y letal que ellos hubieran intervenido, si los parámetros de la misión lo hubieran permitido. Y no para salvar la vida de esa pobre persona, sino para atrapar e interrogar al agresor que a leguas se notaba era un shinobi.

—¡Retírate y solicita refuerzos! —dijo una de las sombras a su compañero.

—Tan rápido —pregunto extrañado el otro sujeto, la única razón por la cual aún no cumplía la orden era porque ambos tenían el mismo rango.

—El sujeto asesinado es un shinobi de Iwa, un ANBU especializado en espionaje con el que me encontré en el pasado, es muy escurridizo, no es muy fuerte pero no era nada fácil de atrapar.

—El otro sujeto no espero más explicaciones y salió para reunir a un equipo ANBU y mantener alerta a los refuerzos de shinobis regulares que se encontraban en el área.

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Un borracho Kitsune se apareció en sus propiedades buscando despedirse de su caballo, pues en menos de dos días se iría de la ciudad para siempre.

—De verdad era un caballo de alguien muy importante, ¿verdad? —pregunto Makoto mientras Naruto solo lo fulminaba con la mirada.

—De verdad quiero a este caballo, me ha ayudado a ganar tanto, pero perderlo pone en riesgo mi salud, perdí también mucha droga. ¡Hasta una prostituta me abandono! Eso es tocar fondo.

—No creí que fueras un cobarde —dijo Makoto analizando a su borracho acompañante.

—¡Y no lo soy! —dijo Kitsune mientras se tambaleaba —pagare lo que debo, pero necesito timpo y eso es algo que él no entendería —termino mientras se caía y lanzaba una sonrisa tonta.

—Te llevare a ver a mi caballo —dijo Makoto mientras vigilaba a su tambaleante compañero mientras lo seguía.

—¡Gracias! ¡Eres buena persona! —dijo Naruto avanzando en dirección al establo.

Al llegar vio que el establo era muy grande y había al menos dos personas en los alrededores, detecto al menos una presencia más pero siguió con su actuación, si todo salía de acuerdo al plan el caballo habrá hecho un reporte de lo que haya visto u oído con símbolos escritos en clave tan bien diseñado que a el propio Naruto le tardo tres días con 1 000 clones de sombra aprender el código que eligió para comunicarse con los caballos, solo esperaba que en realidad los caballos conocieran el mismo código de antemano o tendría serios problemas. Mientras intentaba caminar su mente se perdió en sus recuerdos días antes de comenzar la misión y todas las preparaciones que hizo a modo de ensayo para cuando le tocara una verdadera misión peligrosa de infiltración, nunca creyó terminar en esta situación, que su nariz se estampara de lleno con una puerta lo devolvió a la realidad.

—¿Cuánto has tomado? —le pregunto Makoto con curiosidad.

—No sé —respondió Naruto, en realidad si estaba borracho. En su viaje con el sabio pervertido el descubrió que tenía cierta habilidad en el puño borracho y tenía la increíble capacidad de emborracharse y mantener pensamientos coherentes, lo más coherente que él pensaba a esa edad. Jiraiya le había dicho que eso podría serle muy útil, pero él no pensó que tendría que poner en práctica esa habilidad algún día.

—Te dejare a solas con el caballo, iré por algo —dijo Makoto mientras Naruto se montaba torpemente en el caballo y hacia como que este trotaba, dejo de bromear y se paró sobre el lomo del caballo, sosteniéndose de una viga baja. Al mirar hacia abajo descubrió que el caballo utilizo su alimento, heces y paja para hacer el código, tardo un poco en interpretarlo al tiempo que hacia esfuerzos por no caerse. En cuanto lo comprendió al completo abrió los ojos de la sorpresa, en realidad necesitaba salir de ahí antes de que se le olvidara lo que el caballo le enseño.

—¿Qué haces? —dijo Makoto, el cual volvió y sorprendió a Naruto, este cayó de espaldas destruyendo parte del código, el caballo se alejó destruyendo adrede más partes del código.

—N-Na-hip-da —respondió Naruto mientras se veía cubierto de paja y avena.

—Ya pasaste suficiente tiempo con el caballo —declaro Makoto mientras ayudaba a Naruto a ponerse de pie. —Sígueme —exigió mientras Naruto lo seguía, recordando lo más posible de la información recibida, que pudiera razonar estando borracho no implicaba que se acordara a la perfección de todo lo que hacía estándolo, sufría los demás efectos del alcohol, como cualquier otra persona.

Mokoto no lo llevo lejos, apenas cinco metros fuera del establo le hizo una seña para que se detuviera.

—No te devolveré el caballo —dijo viendo a Kitsune —pero puedes trabajar para mí con una excelente remuneración económica —dijo Makoto mientras Naruto solo lo veía —te daré un buen pago por los trabajos que hagas —Naruto hizo una sonrisita tonta.

—Como muestra de buena voluntad te hice un regalo —dijo Makoto mientras señalaba hacia un montón de hierba, Naruto, curioso se fue a asomar. Encontró a una mujer desnuda, con la mirada perdida, algunos signos de tortura tales como algunas heridas abiertas, el hecho de que Naruto la mirada fijamente se debía a que ella se le hacía conocida.

—¿Qué le paso? —pregunto Naruto conteniendo su ira, esa mujer era una kunoichi de Konoha, una capitana ANBU, la que lo guio en su primer misión de su actual prueba.

—Fue sujeto para una prueba con una de mis maquinas, sin embargo no todo ha salido según lo planeado y quiero darle un buen recuerdo antes de continuar con las pruebas —dijo Makoto.

—¿Qué tipo de pruebas? —pregunto Naruto intentando contener su rabia y no echar por la borda todo su trabajo hasta ahora.

—¿Por qué te importa? —pregunto Makoto con recelo, aunque no se veía reflejado en su voz.

—¿No me pasara nada, verdad? —pregunto reconociendo su error para mantener su cubierta e intentando enmendarlo.

—Tranquilízate, las pruebas fueron en su mente, no en su cuerpo —respondió Makoto mientras Naruto se quitaba torpemente sus pantalones, al no traer ningún tipo de ropa interior se lanzó encima de la mujer. Naruto no quería hacer eso, solo actuaba, por un momento olvido la información del código y su ira para intentar encontrar una solución a este problema. No entro en ella pero comenzó a mover sus caderas rozando su pene con la parte interna del muslo derecho de la kunoichi, Makoto solo observaba satisfecho hasta que Naruto se detuvo bruscamente y comenzó a mirar por todas partes.

—¿Qué pasa Kitsune? —pregunto Makoto un tanto curioso.

—¿¡Quien más está ahí!? —grito de repente mientras se subía sus pantalones.

—¿De qué hablas? —pregunto Makoto poniéndose en guardia.

—¡Hay alguien más aquí! ¡Mi instinto me lo dice! ¡No llegue tan lejos ignorando mi instinto! —grito Naruto mientras veía nervioso a todos lados.

—¡No hay… —pero antes de que terminara Naruto le apunto a la cara.

—Me ofreces trabajo y una mujer, es demasiado bueno para ser verdad, ¿qué planeas hacer conmigo realmente? —pregunto y antes de lanzársele Makoto respondió:

—La verdad es que esto era un adelanto de los bonos extras que obtendrías si trabajas para mí, eres muy intuitivo y bastante listo si la situación lo requiere, podría utilizarte para mis propios fines, nada arriesgado.

—¡Tengo que irme! —declaro Naruto mientras se dirigía hacia los límites de la propiedad.

—¡Piensa en mí oferta, Kitsune! —grito Makoto mientras Naruto continuaba alejándose.

—¿Nos detectó? —pregunto un shinobi que había aparecido de la nada.

—No lo creo, quizá solo se puso paranoico, en parte tenía razón, mi oferta era demasiado buena, esa reacción demuestra que lleva largo rato con su estilo de vida. Sigan vigilándolo de todos modos —dijo al momento de volver a posar su vista sobre la mujer desnuda —en cuanto a ella llévenla a la celda, mañana por la tarde quiero saber que tanto averiguo esta ANBU y que oculta.

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Naruto se escondió en un callejón y comenzó a hacer varios dibujos con parte de la información recabada por el caballo en un código más simple. Respiro profundo y decidió que ya había estado infiltrado el tiempo suficiente, aumento su flujo de chakra e hizo 5 clones de sombra que mataron en dos minutos a un par de ninjas que tenían la banda de la lluvia y se encontraban vigiándolo. Invoco un sapo y envío la información y los cadáveres con instrucciones de lo que su apoyo debía de hacer.

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Los dos Jōnin de apoyo de la misión de Kitsune se encontraban con un escuadrón ANBU esperando a una capitana ANBU que decidió realizar un rápido reconocimiento de la ciudad.

—Mierda —dice uno de los Jōnin. A nadie le da tiempo de preguntar cuando aparece un sapo invocado con hojas arrugadas y maltratadas, dos cadáveres y un pergamino con instrucciones. Tanto las hojas como el pergamino es lo primero en ser analizado por el escuadrón ANBU. Los cadáveres son tratados por los dos Jōnin de apoyo.

—Ese idiota —dijo el capitán ANBU —ustedes dos llamen al resto de los shinobis regulares y llévenlos al punto de reunión. ¡Y llévense a esos cadáveres! Araiguma reúnete con el teniente y el resto de las tropas feudales del país y que se preparen para asalto y contención, serán invocados en dos horas exactamente. El resto síganme, la capitana Pyūma fue capturada y está siendo interrogada por el enemigo, el idiota aquí asignado intentara rescatarla, como pueden apreciar por las bandas de los cadáveres son de la disidencia de la lluvia.

En menos de tres segundos toda la gente ahí reunida desapareció.

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Naruto operaba bajo el supuesto de que fue detectado y procedió ya sin mucha cautela, aunque tomo un desintoxicante para deshacerse del alcohol en su sangre y de los efectos que este causaban todavía le daba vueltas la cabeza.

Por lo que sabía había todo un pequeño regimiento de ninjas con armas de alta tecnología, suponía que dichas armas serían fáciles de enfrentar al no tener afinados todos los detalles. Por lo que entendía eran algo así como marionetas pero más complicadas de manejar. Esperaba que con todo su poder incluso esas máquinas no fueran tan difíciles de derrotar. Haría tres clones de sombra, uno iría al punto de reunión para contactar a los dos Jōnin de respaldo y solicitar avances de sus órdenes, otro intentaría encontrar y despejar la entrada a los complejos subterráneos donde se guardaban las armas y el otro iría al rescate de la kunoichi, el original se quedaría oculto en la ciudad en espera de los resultados de sus copias, donde pudiera fácilmente evacuar civiles o contraatacar a los enemigos.

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El primer clon llego rápido al punto de reunión, sin embargo la tensión en el ambiente se hizo evidente cuando en lugar de dos Jōnin había un equipo ANBU.

—Eso fue rápido —dijo Naruto impresionado y sin poder creer lo rápido que llegaron refuerzos.

—Saludos, sea lo que sea que hayas planeado hacer se suspende de inmediato —dijo el capitán de ese pelotón dando un paso al frente, Naruto hizo una mueca —y ponte el uniforme.

—Bueno, eso será complicado, soy solo un clon de tres creados y enviados a diferentes puntos —dijo Naruto, que a pesar de la máscara casi pudo ver como su superior fruncía el ceño.

—¿Puedes comunicarle esta orden a los demás clones? —pregunto el capitán ANBU.

—En teoría sí, pero hace rato tome alcohol y no estoy seguro de que… —fue interrumpido por el capitán ANBU.

—Inténtalo —dijo al tiempo que le daba al clon de Naruto un fuerte golpe en la cabeza y lo disipaba.

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En otro lugar de la ciudad otro clon de sombras se enfrentaba a ninjas de la lluvia mientras intentaba avanzar para rescatar a la kunoichi capturada, esta se encontraba amarrada con un objeto metálico alrededor de su cabeza en forma de casco y del cual salían muchos cables hacía varias computadoras, o al menos eso parecían, y otros aparatos que él no reconocía.

—¡Invocación! —grito Naruto al tiempo que aparecía un sapo de 7 metros de alto que salto esquivando el tentáculo de una almeja gigante, el sapo lanzo un ataque de agua y disipo la invocación enemiga.

Cuando el clon llego había un equipo shinobi de escolta y otro de interrogación y detección, consiguió inutilizar primero a estos últimos y se enfrentó después al otro, neutralizo a dos de los ninjas y los otros dos dejaron una invocación para cubrir su retirada, lo último que recuerda ese clon es que la kunoichi fue "tragada" por el sapo mientras el edificio donde estaba explotaba y la invocación desaparecía.

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El último clon encontró una entrada, la cual logro atravesar antes de que esta fuera destruida, así que recibió la orden de retirarse del original cuando se encontraba corriendo en los pasillos, como no podía salir por donde había entrado el clon decidió seguir explorando el área con la intención de averiguar otra salida o entrada de ese laberinto.

"¿Cómo es que nadie se dio cuenta de la red de túneles subterráneos y otras construcciones que se encontraban debajo de la ciudad?" pensó Naruto. Decidió entrar en el modo sabio antes de disiparse. Tardo dos minutos antes de abrir los ojos por todo lo que percibía, aun así, al ser solo un clon no se percató de la espada que lo atravesó y el sujeto que la portaba. Lo último que vio fue a Makoto con un uniforme ninja.

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Naruto se encontraba con su uniforme oficial ANBU en dirección hacia donde se encontraba apostado el escuadrón ANBU que pidió como refuerzo.

—¿Disipaste tus demás clones? —le pregunto el capitán ANBU a Naruto el cual asintió afirmativamente.

—¿Hicieron algo antes de ser disipados?

Naruto respondió afirmativamente con la cabeza. El capitán ANBU suspiro.

—Dame un informe de lo que hicieron tus otros dos clones de sombra —exigió el capitán.

—Rescataron a la kunoichi capturada —dijo Naruto mientras invocaba un sapo y de la boca de este salía una mujer desnuda cubierta de saliva de sapo, con un casco de metal en la cabeza y enredada en cables —y reunieron información acerca de la posición de los enemigos y sus escondites, no es lo que ustedes creían —termino de decir Naruto mientras el capitán ANBU seguía esperando una respuesta.

—No están intentando ayudar a entrar espías de Ame a nuestro país, si no están fabricando armas… aunque no se para que —dijo Naruto mientras el Capitan respondió:

—Son traidores al actual régimen que gobierna Ame, y quienes ayudaron a Pein y otros miembros de Akatsuki a entrar y evadir la seguridad de este país. Los hemos estado buscando desde el incidente del Templo del Fuego y esta es la última célula que queda, nuestra misión es eliminarlos y obtener información acerca de cómo evadieron nuestro sistema de seguridad. ¿Sabes dónde están sus escondites en esta ciudad?

—Hay una gran red de túneles debajo de nuestros pies, hay algunas barracas y armerías distribuidas por toda el área y conectadas por dichos túneles. También hay fábricas, embarques y laboratorios, todos subterráneos y donde hay gente trabajando en desarrollar y fabricar armas que no distinguí, por lo que averigüe se asemejaban a las marionetas que se fabrican en Suna, pero no sé qué tan fuertes son o cómo funcionan.

—¿Estás seguro? —pregunto el capitán ANBU incrédulo de que algo así se les pasara por alto.

—¡Oni! —ladro el Capitán ANBU, al instante uno de los dos ANBU bajo su mando hizo unos extraños sellos y negó con la cabeza.

—¡Estás seguro de lo que informas! ¿¡Sabes que pudiste haber caído en un Genjutsu enemigo!? —pregunto el Capitán ANBU desestimando la información reunida por Kitsune.

—En modo sabio es muy difícil ocultarme cualquier cosa, si no me creen puedo guiarlos a alguna de las entradas que detecte o a varios embarques superficiales, todo fue organizado y orquestado por este tipo —dijo Naruto un tanto ofendido por haber sido cuestionado y mostrando un feo dibujo hecho a mano.

—Realmente crees que soy capaz de reconocer a un sujeto tan poco detallado como el de tu dibujo —dijo el ANBU mientras soltó un suspiro —solo limítate a seguir mis órdenes, soy el capitán ANBU Hyūron.

Naruto asintió mientras el grupo ANBU salía del punto de reunión.

—Organizaremos una evacuación general, espero que realmente sepas lo que has visto… o percibido —dijo el capitán ANBU.

—¿Me cree ahora? ¿Qué cambio con respecto a hace algunos minutos? —pregunto Naruto curioso.

—Ya había trabajado anteriormente con Jiraiya y se de lo que era capaz de hacer en "su modo sabio", si tú dices que hay un ejército debajo de nosotros te creeré, evacuaremos la población civil, mataremos a todos los ninjas enemigos y capturaremos todo el equipo y armas enemigas.

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Ciudad Otowa, 18 de Marzo, 8:14 a.m.

Los habitantes de la ciudad se encontraban en una gran agitación, su tranquila y pacifica ciudad se había convertido en un hervidero de caos con gente moviéndose de un lado a otro. Se había dado la orden de evacuar la ciudad y las autoridades y guardias locales no se daban abasto. Había carruajes, caretas, caballos y gente caminando hacia las salidas de la ciudad. Por fortuna la incertidumbre entre la población no se había convertido en histeria de masas o la situación sería incontrolable. Fuera de la ciudad tropas feudales del país que aparecieron de la nada se encontraban asistiendo a los civiles a medida que estos se desplazaban por los caminos que salían de la ciudad.

Naruto había hecho varios clones para hacer un dibujo de las instalaciones que vio y el personal que había en dichas instalaciones. Naruto había identificado al líder de los ninjas disidentes de la lluvia como Makoto, el actual líder de Tecnología fire.

—Ya hemos buscado en las entradas señaladas por Naruto, pero no encontramos nada… un momento, nos llegan informes de que se han utilizado jutsus de tierra de alto nivel recientemente, al parecer no quieren que entremos, haremos nuestro propio jutsu de tierra para abrirnos camino e interceptar a varios de los túneles subterráneos. ¿Alguna recomendación?

—Mucho cuidado, detecte una gran cantidad de trampas y sellos explosivos concentrados en las entradas de los túneles —dijo Naruto —también hay una gran cantidad de ninjas en dichas instalaciones subterráneas.

Sin previo aviso y sin que nadie lo esperara la tierra se abrió dentro y afuera de la ciudad y salieron varias máquinas nunca antes vistas por los ninja o civiles de la zona. Al mismo tiempo la tierra tembló y se abrieron grietas por toda la ciudad, no se tardó en deducir que lo que causaba los temblores y los ruidos eran explosivos detonando en el subsuelo. Hundimientos y derrumbes se hicieron presentes y el caos domino tanto a los civiles como a los soldados feudales.

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Tabura era un capitán de la división 78 de los soldados feudales en el distrito 6, un veterano que había participado en muchas batallas y asistido a varios shinobis en sus operaciones, enfrentándose a ninjas de todos los rangos conocidos salvo el rango S. Estaba orgulloso de pertenecer al Ejercito Feudal del País del Fuego, era de los pocos ejércitos feudales que no eran una extensión del poder de las aldeas ocultas ni estaban integrados por ninjas de dicha aldea, o por el contrario, un montón de soldados que obviamente estaban muy por debajo del nivel, de incluso, ninjas Genin. Un pelotón bien entrenado y disciplinado de soldados feudales podía hacerle frente efectivamente a Chūnins y a Jōnins no tan fuertes o listos. Sus formaciones y estrategias les permitían enfrentar sin mayor problema jutsus de nivel A.

Así que si algo impresionaba a un capitán veterano en definitiva no era una cosa común. A lo lejos, tanto shinobis como soldados, pudieron ver como surgían varias máquinas de entre las grietas. Algunas eran maquinas pequeñas en comparación con las demás, agiles y rápidas tanto en tierra como en aire, otras eran pesadas moles de metal andante que se desplazaban con lentitud por tierra, pero su capacidad destructiva era obvia. Los sonidos que hacían combinados con la destrucción que causaban hizo que los civiles perdieran el control de sí mismos y que la determinación de los soldados más recientemente reclutados flaqueara a momentos.

Los vehículos más pequeños y agiles que se movían por tierra parecían carruajes blindados que no eran tirados por caballos, no sabían cómo se movían o como se manejaban, a diferencia de los carruajes blindados estas máquinas tenían varios "apéndices" metálicos resaltando en varias partes del vehículo, lo extraño es que no todos los apéndices terminaban en punta o tenían objetos filosos. Los vehículos que se movían en el aire parecían tener alas y hélices que los mantenían suspendidos en las alturas o ayudaban a ese proceso, su capacidad de maniobra en el aire era envidiable para cualquier shinobi que tuviera dicha habilidad de surcar los cielos, no sabían bien que altura máxima podían alcanzar, que tan rápidos irían o que tan fuertes y resistentes serían pues volaban bajo evitando los edificios y casa que se venían abajo. Finalmente el tercer grupo de máquinas eran los vehículos pesados, los cuales parecían estar compuestas de toneladas de metal, todos tenían forma de un pequeño fortín al que le podían o no salir tubos u otros objetos a los lados o en el techo de dicho vehículo, y todos los vehículos de este tipo avanzaban con ruedas conectadas por una banda de metal cuyo propósito parecía ser el de causar más destrucción y ayudarle a la maquina a avanzar por terrenos difíciles.

A pesar de todo, los soldados consiguieron mantener la disciplina y las formaciones defensivas no se hicieron esperar, un muro de escudos y lanzas recubiertos con chakra se levantaron con la firme intención de detener a los elementos hostiles y a sus máquinas o lo que fueran las grandes estructuras móviles de metal.

Los shinobis únicamente observaban al enemigo, y no solo a las máquinas, sino también a los shinobis que se movían entre los escombros, resultado de su pequeño terremoto.

—¿Dijiste que no tenían intención de ayudar a infiltrar espías a nuestra nación? ¿Cuál es, según has averiguado, el objetivo del enemigo, Kitsune? —pregunto el capitán ANBU mientras observaba todo y escuchaba los reportes simultáneos que sus subordinados le comunicaban.

—Como dije estaban fabricando armas, demasiadas para la cantidad de ninjas que hay aquí, creo que acaban de destruir esta fábrica y se están llevando las armas que tienen, o las están destruyendo para evitar que las obtengamos —respondió Naruto observando el despliegue del armamento enemigo.

—¿Alguna vez has visto algo como esto, o te han contado de algo parecido? —pregunto el capitán ANBU sin quitar la vista de encima a los movimientos del enemigo que visualizaba, observo que los demás equipos shinobis estaban a la expectativa mientras las tropas feudales avanzaban hacia las posiciones enemigas.

—Hace años tuve una misión al actual País de la Primavera cuando todavía tenía otro nombre y vi algo parecido a las moles de metal de tierra, en cuanto a los aparatos voladores…

—El fallido intento del País del Cielo de resurgir —dijo otro ANBU que se encontraba escuchando a Kitsune, este asintió.

—No serán fáciles de vencer —susurro para sí mismo el capitán ANBU —¡Que todos estén alerta! —ordeno gritando, orden que se comunicó a todas las tropas en la zona.

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La batalla comenzó, a pesar de la desventaja numérica de los ninjas de la lluvia sus aparatos pronto mostraron lo equilibrada que estaba la batalla en realidad. Todos los vehículos comenzaron a lanzar kunais recubiertos con chakra y con sellos explosivos amarrados en los mangos. Las defensas de los soldados feudales quedaron comprometidas, al menos en las primera líneas, los shinobis tuvieron que mostrar gala de su agilidad en esquivar los kunais, aquellos que intentaron desviarlos y no lo consiguieron pagaron un precio muy alto.

—¡Esquiven los proyectiles, no los intercepten! —grito uno de los capitanes de escuadra mientras el ruido de las explosiones resonaba en todo el campo de batalla.

—¡Tengo que detener a Makoto… Hiro o como se haga llamar! ¡Deme la orden para perseguirlo! —dijo Naruto mientras corría en dirección al campo de batalla.

—¡Antes tenemos que detener a estos shinobis y retomar la ciudad! —ladro el capitán ANBU.

—No se preocupe, ayudare —dijo Naruto al tiempo que hacia 1 000 clones de sombra.

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Hiro se desplazaba con sigilo mientras sus máquinas y shinobis atacaban y abrían camino. Noto como muchos shinobis hicieron jutsus de agua con la intención de enlodar el terreno y detener a sus vehículos de tierra. Sin embargo estos habían sido fabricados para lidiar desde condiciones de semi-inundación hasta suelos desérticos y arenosos.

—¡Idiotas! —grito Hiro intentando descubrir de dónde diablos sacaron tanta agua para hacer un pantano de ese tamaño.

—Señor, un sapo gigante está destrozando las defensas del frente 5 en el oeste de la ciudad —escucho como uno de sus shinobis informaba por radio. Al menos ya sabía de donde había salido tanta agua.

—¡Makoto! —escucho como le gritaban a una distancia no mayor de 100 metros.

—¡Ah! Kitsune, ¿Cómo te va? Claro, si es tu verdadero nombre —dijo Hiro mientras se ponía en pose de pelea.

—Es obvio que no lo es —dijo Naruto mientras él también se ponía en pose de pelea —detén esta locura y ríndete —ordeno Naruto, causando que su enemigo se riera.

—Rendirme, frente a ustedes, basura de Konoha, Pain está muerto por su culpa, nuestro Dios —dijo el shinobi con odio y dolor reflejado en sus ojos —si el actual régimen no los quiere hacer pagar por ese crimen nosotros sí.

—Tu no entiendes… —intentó decir Naruto pero fue interrumpido cuando el shinobi de la lluvia lo ataco con agujas.

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Siempre había oído que la tecnología jamás sería útil en el campo de batalla fuera de lo que se conocía como zona de apoyo, sin embargo el clon tenía que reconocer la letalidad de esas máquinas, las maquinas pequeñas eran bastante agiles de tal manera que no tenía problemas en evadir jutsus de largo alcance, sin embargo su poder era pequeño en comparación con las grandes moles de metal.

—¡Que los soldados feudales salgan del camino de las maquinas grandes! ¡El blindaje de esas cosas absorbe el chacra si no está manipulado en forma de yin-yang o combinado con un elemento! —oyó a un shinobi que le gritaba a unos pelotones de feroces pero desconcertados soldados, los cuales no entendían por qué sus ataques eran inefectivos. Eso también le explicaba al clon por que el rasengan no era eficaz a pesar de ser un ataque bastante destructivo.

El clon fue disipado cuando el tanque, como habían apodado a las maquinas grandes y relativamente lentas, disparo una ráfaga de agua que se transformó en un dragón de agua, el cual Naruto esquivo hasta que el ataque dio la vuelta y lo atrapo, algo raro considerando que ese jutsu tenía una capacidad de maniobra limitada y se deshacía al chocar contra una superficie o después de recorrer una cierta distancia.

A la distancia otro clon veía como el dragón de agua se había conectado a la salida del cañón del tanque y seguía reformándose y atacando, este clon había visto muchas cosas raras en ese campo de batalla, no pudo seguir observando debido a que apareció una maquina voladora manipulada por un ninja que lanzaba bolas de fuego de pequeño y mediano tamaño.

—Kuso —dijo el clon mientras esquivaba la lluvia de fuego y lanzaba shirikens y kunais a la máquina, el blindaje de las maquinas voladoras era ligero y poco podían hacer ante proyectiles recubiertos con chakra de tipo viento. Observo como la maquina caía echando humo y segundos después observo a la invocación, un sapo gigante de 30 metros, desaparecer.

—Nos retiraremos a las afueras de la ciudad —oyó que decían mientras intuía que los shinobis y soldados del País del Fuego se replegaban.

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Naruto estaba frustrado, el shinobi que combatía era un experto en Fūton, tanto que no había logrado que un ataque le dañara, igualmente él había hecho uso de sus jutsus e invocaciones para bloquear sus ataques, o esquivarlos, cosa que era muy difícil. Otra cosa que lo frustraba era que se encontraban retrocediendo ante las máquinas de guerra. Las máquinas de guerra siempre habían sido un fuerte apoyo en el combate, pero nunca se había librado un combate en donde la maquinaría de guerra fuera la protagonista principal de la batalla, siempre habían tenido una buena capacidad destructiva, pero nunca eran tan precisas ni rápidas como los jutsus o los ninjas.

Naruto decidió terminar rápidamente con su enemigo, lanzo otra tanda de shurikens, el ninja los bloqueo utilizando su paraguas y convocando una corriente de aire que rotaba sobre este y desviaba cualquier proyectil o ataque que intentara impactarlo.

—¡Jamás me tocaras con ese tipo de ataques imbécil! —rugió Hiro.

Naruto aprovechó el momento en que Hiro se defendía para desplegar un pergamino y convocar uno de sus cinco clones en modo sabio que tenía en el monte Myōboku, al deshacerse el clon el quedo en modo sabio y con ayuda de otros dos clones normales hizo su técnicaFūton: Rasen Shuriken, la cual lanzo. Hiro intento desviar la técnica de viento, pero esta era muy potente, cuando se dio cuenta de que no podría desviar el ataque y debía de esquivarlo ya era muy tarde, el ataque le dio de lleno y salió volando 15 metros en vertical junto con la técnica.

Una explosión acabo con la vida del ninja renegado, el Naruto original se reunió con el resto de los ANBU y se preparó para una larga lucha en la ciudad.

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Ciudad Otowa, 18 de Marzo, 5:27 p.m.

Un desastre, Naruto no podía describir los resultados de la batalla de otra forma, habían ganado la batalla y recuperado la ciudad, o más bien los escombros de la ciudad. Debido a los derrumbes de los túneles subterráneos, las explosiones, los jutsus y el paso de las máquinas de guerra no había quedado ninguna estructura de pie. Los ciudadanos únicamente veían su ciudad, en el caso de algunos aquella que sus padres construyeron, reducida a poco más que cenizas y pedazos de metal retorcido.

—Varias máquinas voladoras escaparon con varias armas y vehículos sellados en pergaminos, no las pude detener todas —dijo Naruto muy serio —¿la ciudad podrá ser reconstruida?

Varios ninja lo miraron, uno de ellos tenía una expresión incrédula, otro solo le dio una sonrisa sarcástica.

—Llevo años para que esta ciudad llegara hasta donde estaba, las empresas serán reconstruidas, pero ni estas, ni la ciudad volverán a ser las mismas —le respondió uno de los ANBU, Naruto agacho la cabeza y cerró los ojos, pensando en Hiromi. Se alegraba de haberla evacuado de la ciudad, algo dentro de él le decía que esta vista de la ciudad era mucho más de lo que toleraría y soportaría.

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Tsunade se encontraba pensativa, ella había elegido personalmente la misión de Naruto en esta ocasión, y esta resulto tan o más peligrosa e importante que las que el consejo le había asignado anteriormente. No podía evitar pensar que alguien estaba conspirando en contra de Naruto para verlo fracasar, pero en este caso se le hacía casi imposible de imaginar que alguien del consejo hubiera manipulado esta situación. Hasta Danzō se encontraba impresionado, temeroso e indignado de lo que había pasado hace una semana en la ciudadOtowa. Y no sabía que le impresionaba y asustaba más, que Naruto hubiera descubierto una base enemiga encargada de fabricar armamento avanzado y haya sabido como encargarse de ella, o que un equipo ANBU veterano especializado en búsqueda y detección haya pasado una semana en esa ciudad días antes de que Naruto llegara y no hayan detectado ni encontrado nada.

Tsunade seguía nerviosa a pesar de todo, después de que Naruto demostró de lo que es capaz acordaron junto con el Capitán General ANBU asignarle a Naruto una importante misión clase A en un trabajo conjunto con ninjas del mismo rango de la Aldea Oculta entre la Arena, si todo salía de acuerdo al plan esta misión terminaría en un par de semanas, sino el resto de la prueba ANBU de Naruto podría consistir en la búsqueda de completar esta misión exitosamente.

—Nunca vas a dejar de sorprendernos, ¿verdad Naruto? —dijo Tsunade en voz baja antes de volver a tomar su sake.

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Ya había pasado poco más de un mes desde que Hiromi salió de su ciudad natal y lloro durante tres días seguidos en cuanto se enteró de lo que le había pasado a su hermosa ciudad natal. La única razón por la cual no se suicido era porque tenía una hija que la necesitaba, ahora esa era su única razón de vivir y su única esperanza de tener una mejor vida. Esa… y la otra vida que se encontraba creciendo dentro de ella.

Cuando llego a Konoha la separaron de su hija y la interrogaron, ella no se acuerda muy bien de lo que paso en el interrogatorio, pero sabe que le hicieron algo, el hecho de que un par de recuerdos acerca del misterioso ninja con el que hizo el trato se hayan hecho borrosos se lo confirma, sin embargo, ni ella ni su hija sufrieron daño alguno e incluso se les proveyó de un techo y herramientas para que trabajara en la aldea.

Durante dos semanas todo iba normal, hasta que comenzó a sentir demasiadas nauseas para que ella, con todo sus conocimientos médicos, lo consideraba normal. Después de un simple análisis que se realizó hace un par de días descubrió que había quedado embarazada otra vez. Para su fortuna, en esta ocasión no estaba sola.

—¿Cómo te sientes Hiromi? —pregunto una adolescente pelinegra.

—Bien —respondió con voz baja.

—Segura, puedes quedarte si quieres en cama, no necesidad de… —sin embargo la adolescente rubia fue interrumpida en este punto.

—No se preocupen, me encuentro perfectamente bien, solo un poco de nauseas, ya se me había olvidado lo molesta que es estar embarazada —dijo Hiromi observando a sus nuevas amigas. Durante mucho tiempo ella fue una paria, y había descubierto por las malas que sus anteriores amigos no eran verdaderos, para ella era nuevo y satisfactorio encontrar amigos que no esperaban grandes recompensas monetarias por su apoyo. Además, eran jóvenes de su misma edad en su misma situación, estaban embarazadas.

—No se te olvide que cuentas con nosotras —dijo Akiza, la chica pelinegra.

—Y con nuestra familia —agrego la chica rubia de nombre Asami.

Hiromi solo sonrió antes de que una vocecita infantil las interrumpiera.

—Mami, estoy lista —dijo una pequeña pelirroja de tres años de edad, anunciando que estaba lista para asistir al colegio civil de la aldea.

La historia de cómo ellas tres se habían conocido y vuelto amigas era relativamente simple pero bastante significativo para ellas.

—Tengan cuidado, este mes los ninjas han estado muy nerviosos, Teuchi dice que… —sin embargo Nozomi fue interrumpida por su hija:

—No nos interesa ni queremos saber nada que tenga que ver con ninjas.

Hiromi amplio su sonrisa recordando que parte de lo que las unió era su aversión a los ninjas en general. Las tres tenían sus motivos y diferente grado de adversidad hacia los ninjas, conocían parcialmente sus historias y comprendían parte de sus razones. Hiromi reconoció lo irónico de su situación, detestaba profundamente a los ninjas y desconfiaba de todos ellos, sin embargo, a pesar de todo el daño que le hicieron a ella, habían sido precisamente ninjas los que le habían entregado su mejor regalo: su hija y su futuro bebe. Quizás nunca conoció en verdad a los padres de esas criaturas, pero a ella no le importaba, criara a sus retoños y se asegurara de que se vuelvan miembros funcionales de la sociedad.

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*Se refiere a organizaciones compuestas exclusivamente por civiles que pueden o no usar chakra y desconocen el ámbito militar.

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Respuesta a reviews

Una disculpa por tardarme tanto en actualizar este fic, pero a diferencia de otros este tiene los capítulos más largos. Este es el capítulo más largo que he escrito, los siguientes no serán tan largos y en teoría debería de terminarlos rápidamente y publicarlos más seguido. Disfruten de la lectura y tendré en cuenta sus comentarios y sugerencias, pero de alguna manera ya tengo la trama principal del fic.