Hola, inicio un nuevo proyecto corto de siete drabbles, Pecados Capitales de Akatsuki. A muchos nos gustan los fics de humor y parodia de Akatsuki, pero no debemos olvidar que son un grupo de criminales de rango S, asesinos despiadados algunos de ellos, no los estoy insultando porque muchos tienen un oscuro pasado que les ha hecho cambiar además a mi me encantan malos o cómicos, akatsuki me encanta. Por eso al informarme un poco acerca de los 7 pecados capitales no pude evitar pensar en ellos más que nada al ver que varios de sus miembros encajan perfectamente con los pecados propiamente.

El orden de publicación será el orden de los pecados impuesto por Gregorio Magno, hay otros pero elegí este sin ningún motivo en particular realmente. Al final del capítulo aclararé otros aspectos

Disclaimer: Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.


Los siete pecados capitales son una clasificación de los vicios mencionados en las primeras enseñanzas del cristianismo para educar a sus seguidores acerca de la moral cristiana. El término «capital» no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados. Son capitales porque para conseguirlos pecas de varias formas.


1. Lujuria

La lujuria es usualmente considerada como el pecado producido por los pensamientos excesivos de naturaleza sexual, o un deseo sexual desordenado e incontrolable.

"El hombre de la cuna a la sepultura es una bestia de lujuria" – Fernando Vallejo

Deidara

Luxuria


—Deidara…

Su nombre entre gemidos y suspiros no era más que música para sus odios. Sentir el deseo que provocaba su ser solo le llenaba de placer, de éxtasis. Saberse irresistible y deseado le hacía sentir un fuego en su interior, el fuego de la victoria, del orgullo, de la satisfacción.

Algunos de sus compañeros decían que era femenino, pero si escucharan a todas las mujeres a las que les reglaba su cuerpo y su tiempo, quizás cambiaban de opinión.

Porque él, que era femenino, él a quien llamaban Deidara-chan, iba con la cabeza bien alta al ver la locura que causaba en el género femenino, disfrutaba más que nadie al ver las miradas llenas de deseo pecaminoso que le perseguían cada vez que salía a la calle entre civiles. Se sentía poderoso y se sentía en la gloria infinita al llevar a cabo esos placeres carnales a los que se había hecho adicto.

No podía sino disfrutar al ver a esas mujeres suspirar por él, gemir por él, perder la cordura y pecar por él y por su cuerpo. Odiaba la mirada de indiferencia a su arte, porque era como si esos ojos sintieran indiferencia hacia él. Pero los ojos llenos de pasión que lo observaban desde la cama eran totalmente diferentes.

Esa pasión, ese deseo, esa lujuria, le hacía sentir ardor en las venas. Le hacía sentir el fuego prenderse en su interior hasta reducir cualquier cordura a meras cenizas y perderse entre esos cuerpos que sin ningún pudor se entregaban a él.

Como todo lo que merecía la pena para él, ese deseo ese fuego era efímero. Algo que tras acabar se apagaba hasta el siguiente encuentro. Era algo que como el arte explotaba dentro de su ser, mostrando una belleza que proporcionaba placer y alegría y luego desaparecía fundiéndose con el aire y haciéndose efímero ante sus ojos.

Le gustaba ser deseado y provocar deseo a los demás. Le gustaban esas miradas que de verdad lo miraban con admiración, esas miradas que él esperaba para su arte y desgraciadamente no llegaban.

Por eso se sumergía en esa adictiva lujuria. En ese desesperado placer carnal que le provocaba el sentimiento que él anhelaba, ese reconocimiento, esa admiración, ese poder sobre las emociones y sentimientos de los demás.

Y se permitía perderse en él, poniéndose a prueba, probando a cuantas mujeres era capaz de seducir en un día, a cuantas las haría temblar bajo su cuerpo, a cuantas vería desearlo.

Incluso se permitía fantasear con la única mujer de su entorno que no parecía ceder a sus encantos, Konan. Esa mujer callada y seria que solo acompañaba a Pain como si de una parte de este mismo fuera. Nunca venia sola, nunca podían hablar apenas con ella, si ella aparecía era porque Pain también estaba, juraría que nunca la había visto sin el líder a su lado. Y esa misma característica de fruto prohibido era lo que daba rienda al anhelo de Deidara. Seducirla era una meta que se había propuesto, todo pensaban que entre ella y el líder había algo, pero a Deidara no le importaba, él solo quería saciar su orgullo herido, solo quería saberse pudiente de tal hazaña, ella no le importaba más de lo que lo haría una hormiga en el suelo, era la prohibición lo que el anhelaba. Era la sensación de poder lo que él deseaba sentir. Eran los ojos que lo miraban con deseo y admiración lo que él quería ver.


Próximo pecado: Pereza

La verdad es que es mala suerte tener que empezar con este que era de los que menos me gustaba pero al final ha acabado gustándome algo más. Lo he enfocado al arte, como todo en Deidara. Realmente creo que la fustración de Deidara al ser menospreciado y no ser alagado por su arte le puede llevar a buscar esa admiración en otros aspectos.

El fic tiene una estructura que básicamente es:

1.Título / Pecado

2. Definición y cita

3. Personaje

4. Pecado en griego

Las definiciones son de wikipedia, están bien explicadas y sin complicaciones así que no le di más vueltas. Iré poniendo más personajes en la información del fic según vayan saliendo.

Intentaré actualizar los sábados.

Ya os dejo en paz, un saludo :D

¿Quien será el siguiente pecador?