Narración

Diálogos

Pensamientos


Dolor


...

Sakura Observo con detenimiento el vestido que portaba el maniquí en una pequeña tienda ubicada en el centro del pueblo.

No es que vestido fuera el último grito de la moda, pues en realidad, estaba segura que era un modelo bastante pasado. Entro al establecimiento para hacer las últimas compras navideñas apresuradamente. Lo cierto es que ella se había preocupado más de los adornos del árbol y de los regalos que iba a dar, que por la ropa que se pondría la noche de navidad.

Compro un sencillo vestido verde esmeralda, levemente corto y con las mangas hasta los codos. Compro otras prendas, una blusa para Ino, un estuche de prendas para Mikoto, y otras cosas más para Naruto y Hinata, para su padre…

En un momento vio ropa de hombres y observo las corbatas, instintivamente pensó en Sasuke. Escogió una gris, clásica, con rayas blancas muy delgadas, tomo también una camisa de mangas largas blanca y aunque no sabía cuál era su talla exactamente compro la que le pareció le quedaría estupenda.

"Claro… con lo bien que parecieses conocer su cuerpo, pues se te hace fácil ¿no?"

Sonrojada tras su propio pensamiento dejo la tienda.

Unas semanas atrás solo había pensado en comprar un regalo para su papa y unos cuantos más para sus amigas, ahora, también estaba Mikoto, Naruto y el señor Fugaku…y Sasuke, por supuesto.

Luego de una maravillosa semana conviviendo con él en su casa, Sakura se estaba acostumbrando demasiado rápido a la presencia del moreno en su pequeña morada. Por las mañanas le preparaba el desayuno, y para qué negarlo, había empezado a leer algunas revistas culinarias en busca de recetas para variar en la cocina. También había disfrutado de hacerle un espacio a su ropa en su armario aunque fuera poca, lavarle las camisas, la ropa interior y los calcetines…

Algunos días él se iba a la alcaldía del pueblo por unas cuantas horas que aunque no duraban todo el día, Sakura quien estaba en vacaciones, se quedaba en casa esperándolo impaciente. Entonces se había encontrado extrañándolo aun sabiendo que estaba a unas cuantas calles de ella.

Y es que le gustaba tanto su presencia en la casa. Le gustaba compartirlo todo con él, su baño, su comedor, su sala, su sofá… su cama. Su presencia era como darle color a un lienzo en blanco.

Claro que a Mikoto le encantó la idea de que estuvieran juntos porque Sakura siempre fue la chica que siempre quiso para su único hijo, mas sin embargo, Fugaku al notar el motivo de la ausencia de su hijo, solo les dio una mirada silenciosa, mas dedicada a su primogénito que a la pelirosa.

Mientras caminaba por las calles viendo tiendas para comprar los regalos faltantes, pensó en cuándo Sasuke se fuera del pueblo a su grandiosa vida en la ciudad… ¿Cuánto tiempo le tomaría a ella dejar de extrañarlo?

Muchísimo tiempo, seguramente.

Porque no era un secreto que un día Sasuke, tal vez y con suerte en unos cuantos meses más o antes, después de navidad, tomara su cosas y se marchara. Porque ella no era bruta y sabía que eso iba a suceder, era más que un hecho. Era la realidad.

Un poco cansada de caminar y antojada de una merienda entro a una pastelería. Su sorpresa fue visible al encontrar a Naruto y Hinata conversando. O Naruto conversando y Hinata cabizbaja y más sonrojada que de costumbre. Tras pensarlo dos segundos decidió darse la vuelta y salir de la pastelería, pero Naruto había logrado verla antes de su huida.

—Naruto, Hinata… ¿Qué tal están? — Saludo una vez cerca de ambos. El rubio le respondió animadamente como de costumbre, Hinata musito un débil saludo mientras se estrujaba las manos. Sakura pensó que era demasiada ternura en una persona, Les sonrió amigablemente.

—Estaba ayudando a Hinata con sus bolsas, y me hubiera gustado compartir con ella un chocolate caliente si no estuviera tan apresurada— Dijo a Sakura pero mirando galante a la morena de ojos perlas. Hinata enrojeció hasta la raíz del pelo.

—bu-bueno yo…— Sakura observo divertida el brillo de esperanza que cruzo en los ojos azules de Naruto. Pero estuvo segura de que la sonrisa encantadora del hombre puso tan nerviosa a Hinata que tomo con fuerza sus bolsas y dio un paso atrás. — A-ah, perdón… me te-tengo que ir. —

El rubio pareció un poco decepcionado y disminuyo un poco la sonrisa, pero no dejo de mirarla significativamente. Sakura se sintió un muy, muy mal tercio.

—Claro… ¿En otra ocasión, tal vez? — La morena asintió torpemente y se marchó rápido después de despedirse fugazmente de ambos. Sonrió a Naruto con una sonrisa divertida, no todos los días veía a la sumisa, tierna y pacifica Hinata tener una crisis de nervios.

—Adorable ¿no? — El rubio asintió mirando por donde había salido la mujer.

—Creo que me tiene miedo— Sakura soltó una carcajada.

—No creo, solo es muy tímida—

Los ojos brillantes del hombre la miraron como si fuera su salvación.

—Tienes que ayudarme. Es tu deber como amiga. — La pelirosa puso los ojos en blanco.

— ¿Disculpa? Doctora Corazones y tal, pues. Se innovador Naruto, conquístala. — Miro las vitrinas y pidió un chocolate caliente y dos trozos de torta de freza. El catire levanto una ceja y se acercó para que solo ella lo escuchara.

—Oh… entonces voy a tener que pedirle a Sasuke que me aconseje, ya sabes, con eso de que ya no para en su casa debe ser que ya lo amarraron… ¿Tu qué crees, Sakura-chan?— Menciono travieso mientras le guiñaba un ojo. Sakura abrió y cero la boca avergonzada, le soltó un manotazo en el brazo; él se encogió un poco pero no quito la sonrisa.

—Tú… ¡Idiota! ¿Cómo es que…?—

— ¿Qué lo sé? Sakura, tienes como novio a mi amargado favorito— La palabra novio le provoco cosquillas en el estómago. ¿Acaso Sasuke le había dicho que era su novia? Imposible, se dijo. Naruto ha de haber sacado sus propias conclusiones. Lo miro furibunda. —No me mires así. Si Sasuke, siendo Sasuke, llega un día con buen humor tengo que saber a qué se debe tal catástrofe. —

—A lo mejor se ha levantado con buen pie. — Sakura tomo su pedido dispuesta a macharse y abandonar esa conversación tan incómoda. Naruto entrecerró los ojos.

—Ah, Estoy seguro que se ha levantado con algo más que un buen pie. — La pelirrosa estuvo dispuesta a soltarle otra mano pero Naruto se movió mas rápido, le beso la mejilla fugazmente y se retiró corriendo y riendo a carcajadas.

Sakura soltó un improperio y se dirigió a casa a paso lento.

Se sorprendió al llegar y encontrarse a Sasuke poniendo en pie el enorme árbol de navidad que tenía guardado entre polvos y cajas en el sótano.

Sonrió dejando las compras en el piso. Lo observo realmente concentrado en su tarea, descalzo y con las mangas arremangadas hasta los codos, tan informal como sexy.

Sasuke era belleza, sensualidad y seducción. ¿Cómo no caer? Es decir, ¿Cómo no derrumbarse y admitir que sí, que lo quería tanto que le dolía el hecho de pensar en una despedida?

"Vamos Sakura… no seas estúpida y no te enamores."

Imposible, sin embargo la terquedad a veces podía más que la racionalidad y tras sacudir la cabeza, ignoro el fuerte tono de alarma que sonó en su interior.

— ¿Qué tal vas? — Sasuke volteo y la miro durante unos segundos.

—Ya está en pie, solo tienes que adornarlo. — Miro las bolsas — ¿Te has traído todos los adornos de la tienda? Esas son muchas cosas…— le dijo, acercándose.

Sakura contuvo la respiración al ver que tomaba la bolsa que contenía los regalos.

Reacciono rápido y se la arrebato de las manos. Sasuke levanto una ceja.

—Son los regalos, no puedes verlos. — lo observo sonreír genuinamente.

—Si igual me lo darás, es mejor verlo de una vez. — Sakura meneo la cabeza

—Claro que no, es para navidad. — El entorno los ojos.

—Como quieras, aunque ya sabes cuál sería el mejor regalo para mi ¿cierto? — Musito en voz baja tomándole de la cintura delicadamente y bajando el rostro peligrosamente. Sakura cerró los ojos disfrutando de la fragancia masculina de Sasuke.

El doble sentido en sus palabras era perfectamente entendible para ella.

Y se sintió un poquito más prendada, pero ¿Qué tanto más?

Unos labios cálidos tomaron los suyos y después sintió el labio inferior tirado por unos dientes. Sakura no sabía cómo, no sabía porque, Sasuke tenía tanto poder sobre ella. Tan solo con un beso ella podría ceder a cualquier cosa que él le pidiera sin objeción alguna. ¿Dónde había quedado la mujer independiente? ¿Dónde había quedado la mujer madura que se aseguró poder llevar una "relación" corta y de solo disfrute? Muy lejos… estaba muy lejos de su cuerpo y de sus pensamientos.

¡Pero que idiota fue al pensar que su corazón saldría ileso de todo aquel enrollo!

Dios… estaba más que encandilada por ese hombre… estaba enamorada desde la raíz del pelo hasta la uña pequeña del pie.

"¡Detenlo Sakura! detén este beso y para este teatro antes de que el daño sea irreversible."

Nada. De nuevo, nada. Se dejó besar por el hasta que ya no tuvo más aire en los pulmones. Se dejó abrazar, se dejó acariciar, se dejó observar por unos ojos negros que demostraban la pasión en toda su extensión.

Y era eso precisamente lo que le dolía. Sasuke la deseaba, sí, pero no la amaba.

— ¿Tienes hambre? Estaba pensando en pedir pizza…— Sakura asintió incapaz de articular palabra alguna. El gran nudo en la garganta se lo impedía y las intensas ganas de llorar le atacaron sin piedad. Sasuke le beso la frente sin darse cuenta de la mirada de profunda tristeza que la embargo y se retiró a pedir la orden.

Luego de respirar profundamente y sentirse lo suficientemente estable, recogió todo y se lo llevo a un pequeño cuarto. Ya no tenía ganas de decorar el árbol de navidad, mañana lo haría.

La pizza llego, comieron rápidamente y vieron una película. Cuando llego la hora de ir a la cama, Sasuke le hizo el amor tan intensamente que Sakura juro haber visto algo de rudeza en sus ojos negros. Y por primera vez, después de una semana sintiéndose plena después del sexo, la frustración de no hacer nada por cambiar la situación de sus sentimientos le cayó sobre los hombros con todo su peso.

Ella no disfrutaba para nada del dolor y de la angustia que estaba sintiendo y que se hacía cada vez más fuerte…pero era tan dañino como necesario.

Esa noche casi no durmió al descubrir que se había vuelto una completa masoquista.

A la mañana siguiente, luego de una noche fatal para Sakura, se levantó al recibir una llamada de su padre, quien le deseaba unas felices fiestas pero que le perdonara el que estas navidades no las pasase con ella, pues tenía planeado ir a visitar a su madre, abuela paterna de Sakura, que se encontraba en Sakai, Osaka.

Sakura solo pudo desearle unas felices fiestas sintiéndose incapaz de contarle sobre Sasuke, no supo si fue por vergüenza o por tristeza, pero no pudo. De igual forma su padre no era el más preocupado por sus relaciones sentimentales, entonces supuso que si se lo comentaba o no le daría igual.

Sasuke se levantó y al ver su mirada perezosa y los cabellos negros desordenados, el cosquilleo en su estómago le hizo saber que le encantaría ver a Sasuke levantarse todas las mañanas junto a ella, absolutamente todas. Él le dedico una de sus sonrisas irresistibles y le dio los buenos días junto con un beso suave, diciéndole que era demasiado temprano y que volvieran a la cama.

— Tenemos que ir con Mikoto dentro de unas horas porque prometí ayudarla con la compra de los ingredientes para la cena de esta noche ¿Recuerdas? Además, el árbol no está adornado. — Le dijo peinándole con los dedos los cabellos rebeldes en la frente, a los segundos lo escuchó refunfuñar un poco.

— ¿Al menos podremos regresar temprano de la dichosa reunión de esta noche? Mama se pone demasiado sentimental en las navidades, y si nos vamos luego de probar su pavo no nos obligara a quedarnos con ella en la casa—

—Son tus padres Sasuke, y es navidad…—

—Pero si he pasado todas las navidades de mi vida con ellos. — Replico Sasuke, solo que al momento de decirlo se arrepintió al ver la mirada apagada de Sakura tras expresarse de aquella manera.

—Pues a veces toda la vida no es suficiente. —

Sasuke se sintió una mierda al pensar en el efecto que sus palabras habían tenido en Sakura, por supuesto que ella había pensado en su madre al momento. Intentando arreglar la situación, tomo entre sus brazos la pequeña figura y escondió la cara en el hueco de su cuello antes depositar un beso en la piel tersa y blanca.

—Lo siento, soy un imbécil no debí decir eso. — se enderezo y tomo el rostro fino de Sakura entre las manos, le acaricio con ternura los pómulos y le beso la nariz. — ¿Me perdonas? Te prometo que las voy a llevar a comprar lo que quieran y hasta te ayudare a adornar el árbol. —Dijo, dedicándole una mirada brillante y una sonrisa encantadora.

Sintiendo el poder de sus penetrantes ojos negros y rindiéndose a sus sonrisas atrayentes, Sakura asintió lentamente posando sus manos sobre las otras más grandes que estaban en su cara. Sonrió ladinamente

— ¿Nos compraras todo lo que queramos? — Sasuke entrecerró los ojos.

—Esto me va a costar ¿verdad? — Sakura se encogió de hombros

—Tal vez un poco. Voy a preparar el desayuno. —

Luego de desayunar con el ánimo más levantado que el día pasado, Sakura se dispuso a decorar el gigantesco árbol de navidad que aguardaba en un rincón de su sala de estar. Aunque sin la ayuda de Sasuke habría tardado menos, pues con los toqueteos por aquí, los besos por allá, se distraía bastante, admitía que las cosas fueron más divertidas.

— ¿Te dije que estas hermosa? — Apretó la circunferencia dorada en su mano y negó un tanto aturdida tras sentirlo a su espalda rodeada por los musculosos brazos.

—No lo has dicho…—

—Lo estas. Hermosa, preciosa, sexy… muy sexy. — Sintió los labios de él en el cuello, y luego un pequeño mordisco. Suspiro sonoramente y le apretó el brazo enroscado en su estómago.

—El… el árbol, Sasuke. — Dijo bajo, en un susurro que demostraba la poca voluntad que tenía en ese momento. ¡¿Qué árbol?! Quería lanzársele encima, llevarlo al cuarto y pasar toda la navidad encerrada ahí con él.

Lo escucho soltar el aire rendido, ella se puso en puntas para poner las bolitas de navidad en la parte superior donde faltaban decoraciones. De repente sintió algo entre sus muslos y luego ser elevada hasta quedar sentada en dos fuertes hombros.

— ¡Ah! ¡Sasuke! — Exclamo sosteniéndose de unas ramas del árbol que se tambaleaba.

— ¿Qué? Te vi luchando y, oye, nunca perderé una oportunidad para estar entre tus piernas, cariño. — Sakura se quedó sin habla y demasiado colorada. Apretó las ramas entre sus manos, sintiendo las manos de Sasuke recorrerle el muslo sensualmente y soltó un grito cuando le mordió suavemente la pierna derecha.

— ¡Sasuke, Sakura! ¡Feliz Navi… — Exclamaron abriendo la puerta estruendosamente. Sakura volteo la cabeza demasiado fuerte y sus brazos jalaron las ramas verdes y puntiagudas.

— ¡Naruto! — Y el árbol se vino abajo. Sasuke dio pasos atrás tomando los brazos de Sakura.

—…navidad…— Naruto observo divertido el árbol en el suelo, con las luces y los adornos desparramados por el lugar. Tras soltar una sonora carcajada, se detuvo a observar la escena de otra perspectiva…. Diablos, era obvio que Sakura se enojaría y le echaría la culpa a alguien… y él era un blanco perfecto.

— ¡Idiota! — El rubio esquivo a tiempo el objeto contundente que Sakura le había lanzado. Después se dio cuenta que era una bola dorada de navidad. — ¡¿Sabes cuánto tiempo me costó adornar esta inmensidad?! No, por supuesto que no lo sabes, animal. ¡¿Qué no sabes lo que es la educación?! ¡Se toca la puerta antes de entrar! —

Sasuke gruño frustrado dejándose caer en el sillón que estaba más cerca, Naruto le había echado a perder la tarde, pero se deleitó con la sola idea de ver a Sakura demasiado enojada tratando de darle un, seguramente, bueno derechazo al rubio escandaloso.

Aunque tuvo que admitir, que esas navidades, eran sin duda las mejores que había tenido, hasta ahora.


¡Lo siento! ¡Lo siento! Sé que dije que iba a subir este capítulo muy pronto, ¡y no era una mentira! Pero la verdad es que estoy a nada de entrar al mundo de los universitarios, y al estudiar constantemente para las pruebas internas de la universidad de mi preferencia ya casi no me queda tiempo para más nada, porque también me hago cargo de mi último año de bachillerato. Y aunque, también sé que a muchos no le importan mis excusas, para mi es importante aclarar que le sigo echando muchas ganas a este proyecto, muy importante para mí.

Ahora, con respecto a este capítulo, sé que el tema navideño esta totalmente fuera de tiempo, pero me pareció que esta época seria perfecta para dar a conocer los sentimientos de Sakura quien ya acepto su amor por Sasuke, pero que dándose cuenta de la realidad en la que ambos viven, no cree que la pequeña relación que sostienen sea muy verdadera realmente.

Sasuke por supuesto, como todo hombre, se concentra en otras cosas… pero ya conocerán más de sus pensamientos en el siguiente capítulo que será verdaderamente explosivo. Lo prometo.

LadySc -Maaya: No sé si tan pronto como me gustaría pero aquí está la continuación! Gracias por comentar!

Try To Follow Me: Bueno espero que siga fascinándote y que este capítulo este a la altura de tus expectativas. Gracias por comentar!

erikaeri: Pues aqui te lo traigo :D siento la demora. Gracias por comentar!

Namikazee: jaja Bueno uno es lo que es en cualquier lado. Eso de los hijos es como que muy a telenovela jaja definitivamente no. Jumm bueno, con un tipo como Sasuke cualquiera se deja llevar no! :D Gracias por comentar!

Saludos desde Venezuela!