ACLARACION

Historia NO CANON, Hermione OoC, un poco AU.

Inspirada en la canción La Malquerida.

El mundo mágico de HP esos son de JK Rowling yo sólo le di orden a las ideas en mi cabecita, mi único fin con esto es la diversión y como pasatiempo ya lo saben...

SIEMPRE SIN AMOR

CAPÍTULO 1

No puedes querer, la suerte se esconde,
se duerme en tu piel, entre corazones te pierdes y duele

No tiene piedad el viento en tu contra,

no puedes volar con tus alas rotas,

que triste es ser buena y que no valga la pena...

Severus Snape regresaba a su casa en La Hilandera después de uno de los cursos más pesados que había tenido en muchos años, los alumnos eran cada día más difíciles e igual de idiotas según repetía sin parar, era una noche lluviosa y prendió la chimenea mientras tomaba una copa en la soledad del comienzo del verano. Cerca de las nueve de la noche tocaron a la puerta despacio, algo intrigado abrió... viéndola a ella empapada de pies a cabeza, escurriéndole el agua por la nariz y temblando del frío.

El hombre dio un fuerte suspiro de casi fastidio con una mezcla de dolor, debió arquear la ceja algo sorprendido, porque la castaña bajo la vista algo apenada y tratando de disimular el llanto que había tenido horas antes.

- Pasa- le dijo dejándola entrar, a pesar de que eso significara mojar toda la estancia y la sala.

- Gracias.

- Siéntate - una vez sentados el silencio se tornó incomodo.

Ella observaba la chimenea y como se iba consumiendo el fuego, de vez en cuando secaba sus lágrimas y él agradecía mucho que su llanto fuera sereno o ya se hubiera largado de ahí, si algo no cambiaría en Severus Snape es que no se dedicaba a consolar a colegialas ni siquiera a Hermione. Ya harto del silencio que se cernía entre los dos se levantó a preparar un té.

Ya en la cocina se debatía en un monologo interno, estaba completamente seguro de lo que le ocurría pero no quería dañarla más, por ese extraño motivo que aún no entendía siempre buscaría lo mejor para ella. Salió y le extendió la taza de porcelana con el té que intentaría calmarla y le dio unos pequeños sorbos sin evitar que se calmara, al contrario parecía que revivía cualquier cosa que le hubiese pasado y soltara todo el llanto.

- Te traeré una poción.

- No quiero nada.

- Por favor Hermione no empieces como si fueras una cría.

Cuando bajó al laboratorio hizo un poco de tiempo pensando en lo que haría de nuevo con ella, en sus planes no estaba Hermione en su vida y mucho menos para comenzar el verano, en definitiva todas las cosas malas le pasaban en esas tediosas vacaciones.

- Esa poción nunca funciona.

- Porque prefieres sentirte así de miserable y seguir llorando y no pones nada de tu parte.

- Porque no sabes lo que me sucede, no sabes lo que siento.

- Te equivocas, sé lo que has sentido y el hecho de verte destrozada me destroza a mí, el que no lo demuestre no significa que no me duelas.

- Dilo... sé que mueres por decirlo, "te lo dije Hermione ¿no?" - preguntó llena de ira, buscaba provocar a Severus de alguna forma, pero si alguien sabía cómo domar a esa leona era él.

- Creo que debes descansar, no está tú recamara pero...

- No tenía a donde ir Severus.

- Está es tu casa y puedes quedarte el tiempo que tú necesites - se recostó en la cama y en definitiva se quedaba pensando en que nunca había conocido a una chica tan sentimental y dramática como ella.

- ¿Severus? Volvió a suceder...

- Lo sé... descansa.

Severus sabía bien que no era el momento como para hacerla hablar, ya habría tiempo para hacer todos esos arreglos, sólo esperaba que el idiota de James no se hubiera pasado de listo con ella, aunque no encontraba la forma en que eso pudiera suceder.

La subió a su recamara en brazos tal como lo había hecho la primera vez que Hermione había llegado a su casa, la dejo sobre la cama y se retiró a dormir al sofá, al día siguiente le ordenaría a los elfos que reinstalaran una habitación para ella, así como veía el asunto ella duraría varios días en la casa.

Al día siguiente bajó ya tarde cuando aquel hombre tomaba ya su café y leía el Profeta, desayunaron en silencio hasta que fue hora de dar explicaciones, a pesar de que ella tenía ya los casi 26 años nunca podría dejar de darle cuentas a Severus.

- ¿Y bien?

- Tú tenías razón, él no me amaba, yo sólo era su...

- No te atrevas a decir en la mesa una mala palabra Hermione.

- Pero es la verdad Severus, él sólo me quería por el sexo fácil que yo le ofrecía, nunca le importó algo más allá de eso, ni siquiera considerarme como amiga o cómo la mujer que le tenía las cosas listas en la casa.

- A ver...si dejas un poco el drama y me explicas qué sucedió, quizás logre entenderte- le respondió con la poca paciencia que le quedaba.

- En verdad lo lamento, yo rompí contacto contigo por irme a vivir con él y te dije cosas horribles.

- Olvida ya eso y dime ¿qué pasó?

- Él no me quiere.

- ¿Cómo que no te quiere? ¿Por qué dices eso? ¿Qué te hizo? Si ese maldito se atrevió a ponerte una mano encima...

- No, por Dios Severus, cálmate, si te vuelven a encerrar no me lo voy a perdonar.

Flash Back

Dorian era un muggle con vocación de al parecer médico, amante de las motocicletas y la música disco, muy bien parecido de ojos grises y cabello largo color castaño, típico muchacho que vuelve loco a cualquier chica, y Hermione no fue la excepción, después de su divorcio con el famoso jugador de Quidditch, ella se la pasaba de bar en bar ahogada en alcohol, y tratando de entender porque el que era el amor de su vida pudo traicionarla de esa manera, así conoció a Dorian y dos meses después ya quería irse a vivir con él.

Severus murió de coraje cuando la vio tomar sus cosas de la casa, gritándole que Dorian le daba todo lo que necesitaba y que en esta ocasión no iba a permitir que ninguna mujer le quitara lo que era suyo, refiriéndose a cuando Lavander se había metido en su matrimonio embarazándose y robándole su familia, su marido y su felicidad. Con mucho coraje de por medio la dejo marchar a sus 23 años a un apartamento alejado de Londres con todas las carencias a las que ella no estaba acostumbrada.

Y seis meses después estaba ella en la puerta con las maletas hechas de nuevo en La Hilandera, el único lugar al que había llamado hogar por casi diez años, pero cuando Severus la vio supo que algo no iba bien, no pasaron ni dos horas cuando le vio la cara golpeada y su mortifago interior se apoderó de él, en menos de dos minutos estaba en el apartamento haciendo un crucio a lo muggle en todo el cuerpo de aquel hombre.

Los vecinos al escuchar golpes y gritos de aquel muchacho llamaron a la policía llevándose a Severus quien ya tenía cargos por lesiones que llevaron al chico al hospital, sin contar las repetidas amenazas de muerte que le gritó si se volvía acercar a Hermione, menos mal que no había usado la varita pues hubiese sido Azkaban quien lo llevara preso.

Se encontraba sentado en la celda sin el mínimo remordimiento cuando la persona quien menos quería ver apareció con las manos en los bolsillos.

- ¿Profesor?

- ¿Qué quiere Potter?

- Hermione me avisó y bueno... los vecinos nos dijeron que lo habían trasladado aquí.

- ¿Y Hermione?

- Está en su casa, mi esposa se la llevó para allá, está bien, sólo algo nerviosa y preocupada, conseguí un buen abogado y ya está tramitando su fianza, será cuestión de minutos para que lo dejen salir, a Dorian no le conviene denunciarlo ya que Hermione tiene material suficiente para hundirlo.

- No me arrepiento de lo que hice, lo hubiera matado a golpes por haberla lastimado.

- Lo sé... nadie la cuida mejor que usted.

Esos dos hombres se odiaban mutuamente, Severus lo odiaba por parecerse al padre y Harry lo odiaba por haberse enamorado de su madre, pero ambos tenían en común a Hermione y se apoyaban por verla feliz o al menos tranquila.

Fin del Flash Back

- Lo preguntaré una vez más o iré a la casa de James.

- No me humilles de esa forma, no pasó nada, sólo dijo que no me amaba y que era mejor que me fuera de la casa.

- ¿Cómo? Pero si iban a casarse- ella bajó la vista avergonzada - ¿Me mentiste?

- No, pero yo lo presioné, creí que si nos casábamos, su familia me aceptaría y él estaría mejor conmigo, sin sus salidas con esas fulanas y su maldita ausencia por toda la maldita casa.

- Esa boca Granger.

- Creí que todo mejoraría pero me equivoqué de nuevo.

- Hermione su familia nunca iba a aceptarte, ellos son Slytherin y son prejuiciosos, y James es un mocoso inmaduro que nunca ha querido una responsabilidad.

- Pero yo lo amo Severus.

- No Hermione, no lo amas, ni amaste a Weasley ni a Dorian.

- ¿Es tan difícil entender...? Sólo necesito que me amen, que no se alejen, que estén conmigo, ¡mis padres me dejaron y tú nunca has estado a mi lado, sólo me aceptaste porque no te quedó de otra!- gritó antes de salir corriendo hacia la habitación.

Severus la observaba dormir en la cama hecha un ovillo con la almohada mojada de haber llorado... Hermione si pudieras asomarte un poco a que conocieras a este hombre tan difícil que soy yo entenderías muchas cosas, nada de lo que yo haya hecho o haga te abrirían los ojos porque lamentablemente has sido muy lastimada por la gente que amas pero eres una mujer maravillosa y gracias a Merlín he podido ver como de una chiquilla indefensa te has convertido en esta mujer excepcional. Eres hermosa y no logras verlo, eres inteligente y esa melancolía que hay en tu mirada ya tan característica en ti me hace admirarte cada vez más. Pero sé que tienes razón, yo tengo en parte a culpa de tu dolor porque nunca he sido bueno demostrando sentimientos, eso no se hizo para mí, nunca te he consolado pero eso no significa que no me importes, entiéndeme... yo no te esperaba en mi vida y sin embargo ahora... estoy desvariando...un día lo entenderás todo.

Severus se retiró a la biblioteca recordando cómo ella de ser una alumna se transformó en algo más que eso.

Flash Back

Era el verano más pesado de todos, a penas una semanas atrás Voldemort había regresado al poder en el final del Torneo de los Tres Magos, Severus se recuperaba físicamente de las horas de tortura que recibía del Señor Tenebroso para poner a prueba su fidelidad, en la Orden reclutaban magos y protegían a Harry Potter. Eran a penas las 4 de la tarde en una reunión con Dumbledore, cuando una carta le llegó al director quién se dejo caer hacia atrás vencido de un problema más que debía resolver.

- Severus necesito que te encargues de algo importante, ve a la casa de los Granger y ve en que puedes ayudar.

- ¿Los Granger? ¿Hablas de Hermione Granger?"- el director asintió - ¿Qué es lo que quieres que haga realmente?

- Arréglalo como puedas - fastidiado se aparece en aquella casa color blanco con azul, se inquieto un poco al verlo rodeado de policías y entró para ver a la niña de 15 años sentada en las escaleras con la mirada perdida rodeada de vecinos, policías y algunas otras autoridades.

- Por favor, hermosa acompáñanos.

- ¿Qué sucede aquí?- preguntó captando la atención de la hechicera.

- ¿Quién es usted?

- Pregunté primero.

- Los padres de la joven aparecieron muertos en su consultorio, al no tener a ningún otro pariente el Estado se hará cargo de ella hasta la mayoría de edad - entonces el brujo observó que dos trabajadoras sociales bajan con sus maletas intentando llevársela.

- Eso sucedería si no tuviera a nadie, pero yo soy su padrino Severus Snape, así que pediría que todos ustedes se largaran de aquí para hacerme cargo de la muerte de sus padres, y respeten un poco el dolor de mi ahijada.

Obviamente no le creyeron pero con un par de hechizos y falsificar unos papeles y un confundus dejaron que él se la llevara, Severus no se alejó de ella en la sepultura de sus padres y se la llevó a la Hilandera para que la trabajadora social viera la casa y se asegurara de que Hermione estuviera bien.

Una vez dentro la subió a la única recamara que poseía la casa y la recostó en la cama ya que apenas podía sostenerse de pie, cuando dejo caer su cuerpo, ella se aferró a su camisa temblando y llorando, él intento zafarse de las manos de la joven, fastidiado y odiando haberse metido ahí sin haberle hecho daño a nadie, se resignó, Severus no se movió, no decía nada, sólo se quedó ahí inmóvil a un lado de la joven.

- ¿Granger? - le llamó - Granger no llore, usted es fuerte no llore - pero entre más hablaba más lloraba, pero el cuerpo del profesor era una roca, nunca se movió para consolarla, sólo le sirvió de sostén para que ella no cayera más profundo.

Fin del Flash Back

- Sigues siendo igual de frágil - le dijo sintiéndola aún dormida y contemplándola en silencio.

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