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Draco Malfoy no era un chico cualquiera, era el hijo de afamado y respetado Lucius Malfoy. Este último era él más grande político y empresario que tenía el ministerio, solo su antigua fama de exMortifgo le impedía ocupar el cargo de Ministro. Se zafaron casi de milagro de caer en lo más bajo tras la caída de su antiguo Lord y amigo, no podía dejarse ver mal, Tom se habría indignado de que su mano derecha e hubiera rendido bajo las suelas de sangres sucias y traidores de la sangre. Draco, su hijo, era su luz tras perder a su gran amor. Quedo destrozado, aplastado y humillado cuando Dumbledore le confeso que su querido Remus estaba muerto, su alma se había partido en dos y las lágrimas no dejarían de caer jamás. Su lobo, su compañero ya no podría estar ahí en los días difíciles pero el pequeño rubio tan igual a si mismo con sus pequeñas manitas lo saco del oscuro abismo del que había caído.

El pequeño rubio no tenía muchos amigos, talvez Blase y Theoodore lo sean, no estaba seguro. A pesar de ello el por derecho ganado era el príncipe de las serpientes (claro porque su rey era Harry), era uno de los pocos que se le permitían muchas cosas en Slytherin ya que su padre era un afamado mago. Entre una de las ventajas estaba el poder "acercarse" a su rey, pero no eran muchas veces.

El verano para el heredero Malfoy era como un suspiro entre la brisa de primavera, ya que dejaba de fingir ser un patán y era consentido por su padre. No tenía muchos recuerdos de su pa' pero Lucius mantenía los recuerdos vivos contándole anécdotas escolares, de sus travesuras con los merodeadores, de sus escapadas al lago… Draco no quiere dejar ir el rostro más bello que ha visto en su vida, así que mantiene muchísimas fotos mágica esparcidas por toda la mansión esperando que su querido pa' lo vea donde quiera que esté.

-¡Draco, bebé!- se escuchó por los pasillos.

-¡Papá! ¡Ya no soy un bebé!

-Pues ese puchero me dice lo contrario- le revolvió el cabello- ven, hay que prepararse.

-¿Prepararse? ¿Para qué?- frunció el ceño.

-Nos permitieron visitar unos minutos a nuestro príncipe, por su cumpleaños- respondió un viejo rubio.

-Papá ¿te puedes encargar de Draco? Tengo que reunirme con Narcisa y los Lestrange.

-Claro. Vamos Draco

-¡Sí!- respondió el preadolescente- esto es bueno para Harry, no es bueno que este tanto tiempo solo.

- Por eso mismo tu padre pidió un permiso, vale la pena humillarse para poder ver unos segundos al hijo del lord.

Los Malfoys odiaban arrastrarse ante patéticos traidores de la sangre, la supremacía de sus raíces era más que una prueba para demostrar su poder, solo por el pequeño lord ellos tocaran el suelo no solo por su antiguo amo, si no, que era la sangre amiga que buscaba un poco de consuelo a la soledad que se le ha obligado a soportar por las injusticias de un viejo pedófilo sin escrúpulos. Lucius conoció a James Potter, fue un Griffindor con un gran corazón que con ello fue el único en poder conquistar el corazón del piedra de Lord Voldemort. Un gran amigo donde se podía contar en las buenas y en las malas, a tal grado que él era capaz de sacrificarse por aquellos que él pensaba que valían la pena. Fue un amigo de su difunto lobo, él fue uno de los que le ayudo a levantarse del suelo y salir adelante luego de ser mordido y despreciado por su familia.

Los Potter a pesar de ser una familia claramente de la Luz, no compartían los objetivos que mantenía dicho lado a tal grado de despreciar la "amistad" que trato de entregar Dumbledore a ellos. Fueron vistos como un halo de esperanza de entre la manchada Luz por muchos acogiéndolos y abriendo sus puertas a quien lo necesite. Por ello fueron exterminados…, uno tras otro, hasta no quedar ninguno.

Comenzó con Dorea Potter (antes Black) desapareció tras ir a una junta de miembros de la comunidad de brujas, la última vez que se le vio fue entre las tiendas del Callejón Diagon. Nada fue encontrado, se le busco exhaustivamente por su esposo e hijo, pero no se obtuvo nada.

Se dice que Charlus Potter se volvió loco al no encontrar a su esposa y por la gran pena se ahogó en el río de Godric's Hollow, pero no hay pruebas de ello, lo único que podría dar con el paradero del patriarca Potter fue un pequeño reloj de bolsillo hecho de oro que se encontró a las faenas del río. Dentro del reloj había dos códigos de números pero no llegaron a nada, las autoridades dieron el caso por muerto.

Todo mundo supo que paso con James Potter tras la perdida del bando de la oscuridad, condenando al último Potter (Harry) aun siendo un bebe a un vida de desgracias. Por ellos los antiguos seguidores harían lo que fuera por el pequeño.

Los Malfoys llegaron al número 4 de Privet Drive un par de minutos después de las 6 pm después de reunirse con Narcisa y los Lestrange que de colado se unieron al grupo. Un preadolescente Draco estaba ansioso, no siempre podía hablar con su amigo Harry y tontear como si fueran niños normales. A Harry le gustaba mucho el Quiddich pero no se le era permitido, pero Draco siempre le mostraba algunas cosas. Era un amigo preciado.

Lucius dio unos golpes en la puerta para que un ser gordo y obeso (para la opinión del rubio) abriera la puerta de la "normal" casa.

-¿Qué quiere?- dijo la morsa.

-Venimos a ver al jovencito Riddle, tenemos un permiso del ministerio- dijo Lucius mostrando los papeles firmados.

La cara del muggle se contrajo de miedo y terror, no podía dejarlos pasar y descubrir que el mocoso de había ido. Lo único bueno que tenía relacionarse con esas escorias raras era el dinero que le proporcionaban mes a mes, lo perdería todo se saben que se lo llevaron.

-¡No pueden! ¡T-tiene prohibido las visitas!

El moggle tarto de cerrar la puerta pero Lucius lo impidió con su bastón antes de cumpliera con su cometido.

-Ya le dije que tenemos el permiso, hágame el favor de moverse.

-¡N-no! ¡Váyanse!

-Este moggle ya terminó con mi paciencia- dijo la bruja Lestrange- ¡Córrete!

Vernon si poder detenerlo la bruja loca lo tiro con sus asquerosos poderes al otro lado de la casa, el grupo de magos avanzó dentro encontrándose con aterrorizado chico gordo casi llorando.

-Dime niño ¿Dónde está el chico?- dijo la rubia apuntando a su cuello con la varita.

-N-No está, a-ayer por la noche se lo llevaron-susurro.

-¡¿Cómo que no está?!-grito Bellatrix

-¡No me mate!¡Les diré lo que se!

-comienza a hablar niño

Duddle Dursley con el estómago en la garganta y los ojos empapados les narro como unas bestias se llevaron por la noche a su primo.

Mientras eso Abraxas Malfoy se separó un poco del grupo al ver que había unas manchas oscuras a las faldas de la puerta de la alacena, lentamente se acercó y abrió la pequeña puerta.

-¡Tú! ¡Raro de circo ya no indagues en mi casa!¡Es propiedad privada!- gritando Veron de furia al ver que uno de esas pestes tocaban su casa.

-Expeliarmus.

Salió a volar nuevamente.

Con el moggle fuera de juego nuevamente se dedicó a abrir la entrada sin prestar la atención que el pequeño rubio vio la patética escena de la morsa. Draco silenciosamente siguió a su abuelo dentro de la alacena, pero lo que vio allí adentro fue terrorífico, lo único que pudo hacer fue soltar un grito.

Todo el grupo se precipito al oír el chillido el heredero Malfoy, la escena era horrible.

Se podía ver sangre por todos lados, pastillas esparcidas por los muebles y una cuna rota al fondo llena de mugre y arañas. En algunas partes la sangre estaba seca, pero la que provenía de la cama no. Junto a eso se encontraban rastros de semen por todas partes, jeringas y condones.

Esta fue la gota que derramo el vaso, la ira se colmaba dentro de todos al ver y comprende a que era sometido el heredero de su Lord. La humillación que había pasado no se iba a quedar así, pero primero tenían que encontrarlo. En cierto modo estaban felices que se hubiera escapado de esto pero les preocupaban la razón de que estos seres se lo habían llevado. La descripción que dio el mocoso era clara y todo concordaba que eran Vampiros, pero ¿Por qué? ¿Por qué unos vampiros iban a querer a un mago? Si hubiera sido por sangre habrían matado a los moggles, pero ellos estaban muy vivos entonces ¿Cuál era la razón?

Draco no sabía que pensar, tenía sentimientos contradictorios. Todo lo que habría sufrido su mejor amigo y el ignorante ¿Qué tipo de amigo era el si no sabía que era lo que estaba ocurriendo? Quería llorar, quería gritar, pero nada lo traería consigo. Se prometió encontrarlo a como diera lugar, su ojos plata no descansarían hasta encontrarlo y nada lo detendría.

No perdieron el tiempo, a pesar de odiar a Dumbledore y al ministerio, tenían que avisar de esto. Talvez los Aurores podrían encontrar el paradero de Harry. Mañana los titulares serán turbios, el hijo de los principales terrorista oscuros había sido abusado y ultrajado por unos moggle y luego fue secuestrado.

Tampoco se quedaran con los brazos cerrados, los antiguos Mortifagos libres tendrán que reunirse nuevamente. Esta vez el mundo mágico ardera en llamas.

…..

Los Cullen rápidamente se movieron, no querían estar cerca del lugar donde tanto había sufrido el pequeño morenito. Era hora de volver a su hogar en Estados Unidos. Tomaron los primeros vuelos que encontraron y subieron a su avión.

El de ojos verdes miraba con ojos curiosos todo lo que podía sin soltarse de Carlisle, este con una sonrisa le apretaba amorosamente la palma. Esme estaba encantada con el pequeño doncel, era precioso como una muñequita de seguro Rosalie y Alice no esperaran para comprarle ropitas de lo más preciosas para él.

Ya casi llegando a su hogar Harry estaba completamente dormido en los brazos de Jasper, por lo que podían notar Edward con su "noviecita" todavía no regresaban. Rápidamente Rose y Alice fueron a una de las habitaciones vacías y la prepararon para el pequeño.

Jasper lo dejo entre las sabanas dejándolo dormir mientras lo miraba, el doncelito estaba tan relajado durmiendo. Era un ángel con las alas cortadas, no quería que sufriera, los inocentes no debían sufrir.

Harry sonreía entre sueños ignorante las cosas que surgirían dentro del mundo mágico a causa de su ausencia. Todo cambiaría a partir de ahora.