Hola chicas…

Es un gusto para mi estar nuevamente por aquí y poderles compartir un nuevo Fanfic. Es una loca idea que surgió hace algún tiempo, tengo otros Fanfics en mente pero quise escribir este… ya que es una historia totalmente diferente a las que he escrito, espero que sea de su agrado.

Este capítulo quiero dedicarlo a mi amiga CandyFann 72 por su gran apoyo y sus porras para animarme a seguir escribiendo. Mi querida BM Tqm (Tons que mami) gracias por toda tu ayuda.

A mi amiga Friditas, nena gracias por tu apoyo, Tqm amiga.

Marcados por el destino.

(Historia Alterna)

= Capítulo 1 =

Disclaimer: Los personajes de Candy Candy no me pertenecen, pertenecen a Kyoko Mizuki y Yumiko Igarashi, este Fic es de entretenimiento sin fines de lucro.

Chicago, 5 de Enero 2013.

¡CUIDADO! - Fueron las palabras de la joven dama antes de que el auto en el que viajaba fuera golpeado por otro automóvil. Debido a la alta velocidad y la fuerza del impacto, el automóvil volcó y dio varias vueltas sobre el pavimento resbaladizo haciendo que los tres pasajeros recibieran severas lesiones.

Era la noche más fría y oscura en la ciudad de Chicago, pues un crudo inverno azotaba todo el país. En la noche abrumadora el silencio sepulcral de la ciudad se vio interrumpido por el rechinido de llantas y fuertes golpes sobre el pavimento.

En el interior del lujoso automóvil viajaba una joven pareja de rubios junto con su chofer. Debido a una fuerte discusión que se sostenía en el interior del auto la joven pareja olvido abrocharse los cinturones de seguridad.

Tan solo unos segundos bastaron para perder el control del automóvil. El chofer, uno de los mejores en la ciudad, tenía muchos años sirviendo a la familia y era uno de los choferes de confianza por la prudencia con que siempre conducía. Pero nadie imagino que esa oscura noche iba a terminar en tal fatídico accidente.

Minutos después...

Un apuesto rubio de ojos azules despertaba con su cuerpo marcado y adolorido por el terrible impacto que sin duda cambiaría su vida. Con mucha dificultad salió del automóvil, su visión era borrosa y sus movimientos torpes. Como pudo tomo su celular y pidió ayuda a emergencias. Inmediatamente después ayudo a su joven acompañante a salir; la hermosa rubia respiraba con mucha dificultad.

-Will…

-¡Shh! No digas nada por favor, ya viene ayuda en camino.

-William… perdo… na… me

-No, por favor. No digas nada, vas a estar bien.

-William… te… a… mo – fueron las últimas palabras de la joven rubia, su cuerpo no resistió tan severas contusiones.

-¡No! Despierta… por favor… - dijo el rubio, pero su cuerpo no resistió y cayo desmayado sobre el frio pavimento.

= 0 =

Chicago, 6 de Enero 2013

¡Fatal Accidente enluta a las dos familias más importantes de Chicago! Se presume que la pareja iba huyendo debido a un tórrido romance en el que se veían involucrados.

La familia Andrew no ha querido dar su opinión al respecto, pide respeto debido al luto que los embarga. La familia White no ha salido de su lujosa mansión. ¿Cuál será el futuro del imperio Andrew&White después de este lamentable accidente? ¿Infidelidad de parte del magnate William Andrew? Fuentes muy confiables nos confirman que el chofer de la familia Andrew fue el único sobreviviente de tal accidente pero lamentablemente se encuentra en estado de coma.

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Londres, Inglaterra. 3 meses antes...

-¡Algún día tienes que perder tu virginidad, Candy! – fueron las palabras de Annie Britter después de beber un sorbo de su copa de Champagne.

-¡Annie Britter! – refutó con furia Candy, su cara roja de vergüenza. Annie, con su cabello negro como la noche, era su mejor amiga desde que tenía uso de razón y la chica siempre había tenido una manera de expresar sus pensamientos de una forma muy particular.

-¡Annie, ya déjala! Candy sabrá el momento indicado y la persona indicada para entregarle su virginidad, no la forcés – dijo Patty, la chica más sensata en ese trio. Con su delicada piel satín y cabellera color chocolate, la joven era la versión ideal de belleza inglesa.

-¡Oh, vamos Patty! Pero yo solo digo que hacer el amor es muy delicioso, además no estoy forzando a nadie, respeto que Candy quiera entregarse a "esa persona" especial que está esperando… pero ¡Por Dios! Ya casi termínanos la universidad y sigue siendo virgen…

-Pero es su decisión Annie, no la molestes… - dijo Patty y dio un pequeño empujón a Annie.

-Patty, tú sabes que hacer el amor es delicioso o eso fue lo que nos contaste desde que lo hiciste por primera vez con Stear Cornwell.

-No lo niego, es delicioso hacer el amor con la persona que amas, y tú ni hables Britter estas igual, tenías mucho miedo de tu primera vez, pero desde que conociste a Archivald Cornwell ya no pensaste lo mismo y ahora follas como loca con él.

-Ja, ja, ja, está bien. Ustedes ganan, tienen razón yo follo como loca con Archie pero también nos amamos. Tienes razón Patty. Candy discúlpame, no te diré nada más: tú tienes la decisión de follar con quien tú quieras.

-¡Chicas, ¿Qué haría sin ustedes?! Gracias por respetar mi decisión, pero yo no quiero follar… yo quiero hacer el amor… quiero saber lo que es tocar el cielo y quiero que sea con la persona que ame.

Candice White era una chica de 21 años, hija única de una pareja que la amaba con locura. Pero lejano de convertirse en una chica malcriada y estropearse por las favorables circunstancias de su nacimiento, la joven se convirtió en una mujer maravillosa y sensata, pues ciertas las tragedias en su infancia hicieron que madurara más rápido que la mayor parte sus otras amigas. Era una joven divertida, pero también tenía un lado serio que mantenía guardado en las partes más profundas de su corazón. Poco después de la muerte de su madre cuando tenía apenas 10 años, fue enviada a Inglaterra para estudiar en un colegio internado y la joven tuvo que hacerle frente a la prueba de encontrarse en un país extranjero, lejos del resto de su familia, aunado a la pérdida de su querida madre. El único consuelo que tuvo en esos primeros meses terribles, fue la amistad de sus dos amigas Annie y Patty, y su vínculo duraría más allá de los confines de la vida escolar.

-¿Amar? Entonces ¿Por qué no lo hiciste con Michael? – Pregunto Annie.

-Porque a Michael lo quise mucho, pero jamás lo llegue a amar, y él tampoco me amaba. Creo que solo jugamos a ser novios ya que siempre fuimos amigos y vecinos.

-Candy, Michael está muy apetecible ¿Apoco nunca quisiste follar con él? – pregunto Patty y haciendo que Candy y Annie escupieran el champagne que bebían.

-¡Patty!

-Ja, ja, ja, ¿Qué? Apoco me vas a negar que Michael esta como quiere, que ame a Stear no quiere decir que no vea lo que es obvio.

-Pues no te lo voy a negar, Michael esta como quiere, tiene un cuerpazo de envidia y es demasiado follable, pero ya te dije yo busco hacer el amor…

-Está bien Candy, ya entendimos, tú esperas a tu príncipe azul y eso lo vamos a respetar – dijo Annie guiñándole un ojo a la rubia que con sus 21 años seguramente sería la virgen eterna del grupo – Ahora quiero que hagamos un brindis.

-¿Un brindis? Y ¿Por qué brindamos? – pregunto Candy.

-¡Brindemos por la virginidad de Candy! Por qué llegue esa persona que espera.

-Ja, ja, ja ¡Tonta! – rió la rubia aventándole un cojín a la morena.

-¡Candy! Arruinas mi maquillaje.

-Creo que podrás sobrevivir Cleopatra, además Archie te ama con o sin maquillaje.

-Bueno eso sí, y yo lo amo a él.

-¿Alguien me puede decir porque vamos a ir a esa ridícula fiesta de disfraces? A nadie le cae bien Elisa Leagan – pregunto Patty.

- Pues por eso mismo, mi querida Patty. Vamos a molestarla, y arruinarle su fiesta.

-¡Annie Britter! Nada de peleas.

-¡Candy, Por Dios! ¡Que poco me conoces!

-Porque te conozco, deja a Elisa. Solo vamos por Niel y punto.

-Huuuuy que se me hace que entre tú y Niel Leagan… - Dijeron en unísono Patty y Annie.

-¡Basta! Niel es mi amigo y nada más…

-Pues no creo que Niel te quiera solo como amiga, ya que en todo el semestre parecía tu mellizo…

-Basta, chicas. Niel está agradecido conmigo por ayudarle a pasar unas materias, pero nada más ¿Ok?

-Si tú lo dices…

-Sí, yo lo digo Annie y nada más.

-Bueno, bueno, mejor ya vámonos, que ya quiero ver a mi Stear.

-Sí, mejor ya vámonos… Por cierto Candy ¿De qué vas disfrazada?

-Soy… Galatea –dijo la pecosa dando una vuelta entera presumiendo su hermosa túnica blanca con listones dorados.

-¿Galatea? – Pregunto Patty - ¿Qué no es Galatea la mujer perfecta de Pigmalión[1]?

-Así es Patty… pero yo no quiero ser la mujer perfecta de Pigmalión, solo quiero un Pigmalión que me ame como soy, con mis defectos y virtudes…

-¡Que romántico! – Suspiro Annie – Espero que esta noche encuentres a tu Pigmalión, yo seré feliz si le arruino la fiesta a Elisa… ja, ja, ja.

-¡Annie! – gritaron en unísono las chicas.

-¡Es broma! – dijo mientras cruzaba los dedos tras su espalda – Pero ya vayámonos chicas…

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-¡No sé porque me convenciste de venir a esta fiesta…! Sabes que no soporto a Elisa… - dijo un poco exasperado cierto rubio de ojos azules como el cielo. El dueño de esos ojos era Albert Andrew un chico de 27 años de cabello rubio que parecía un adonis y heredero único del imperio Andrew. Más a pesar de tenerlo todo, Albert no ha tenido una vida fácil: su hermana mayor falleció de una terrible enfermedad y su madre enfermo gravemente debido a la tristeza que la invadió por la pérdida de su hija. Su padre… era su mayor orgullo ya que hizo toda su fortuna desde cero. Albert es un chico sencillo que estudia su maestría en finanzas en Inglaterra, pero su pasión era la naturaleza y los animales.

-Tranquilo hermano, debes de divertirte. ¿No te aburres de estar en tu estudio pintando un cuadro de una mujer que ni siquiera tiene rostro? Además Elisa es tu familia… - refutó Terry Grandchesterd, un chico de cabello oscuro y ojos azules como el mar. Ellos habían sido amigos desde la universidad, pero a comparación de Albert, Terry era un chico que le gustaba vivir su vida al máximo sin medir las consecuencias de sus actos. Sus padres se habían divorciado cuando él era un niño y eso causo tal desequilibrio en su vida que su adolescencia se vio un tanto frustrada debido a las constantes peleas entre sus padres. Él, secretamente tenía celos de Albert, ya que el rubio atraía la atención de miles de señoritas a su paso sin esfuerzo. Más sin embargo, más allá de sus celos, Terry apreciaba a Albert como si fuera su hermano.

-Ni me lo recuerdes… es familia lejana, y sobre el cuadro… es que aún no encuentro el rostro perfecto para esa hermosa mujer… - dijo el rubio, pues Albert tenía un hobbie que solo su mejor amigo conocía.

Después de su mala experiencia con Karen Kleisse, una chica que fue su novia, Albert decidió comenzar a pintar… y su inspiración lo guio a pintar a la mujer perfecta. Pero el rubio quería a una mujer que tuviera una belleza como muy pocas: deseaba que su alma fuera hermosa.

-¡Oh, vamos Albert! Ya deja de pintar, nadie te parece perfecta. Te he presentado miles de modelos hermosas y ninguna te gusta para que sea tu musa.

-Porque son modelos huecas, sin sentimientos; son mujeres que solo quieren algo material y yo quiero sentimientos… quiero descubrir la belleza a través de su mirada, quiero que cuando me mire me transmita su hermoso interior. ¡Vamos Terry! Pensé que me conocías mejor…

-Tranquilo hermano, te entiendo. Yo sé que andas buscando a tu Galatea, pero mientras la encuentras puedes divertirte… Desde que paso lo de Karen no has querido conocer a nadie. Estas tan metido en tu maestría…

-Pues tú deberías hacer lo mismo hermano, si no tu padre te desheredara.

-¡Ni me lo recuerdes...! Sabes que lo mío es la actuación y no las finanzas… en cambio tú eres un as para las finanzas. Yo quiero actuar en los teatros, quiero fama, y, por qué no, mujeres hermosas a mi alrededor.

-No cambias Grandchester…

-¡Nunca… hermano! Bueno ya… vamos a divertirnos. Con un poco de suerte encuentras a tu Galatea entre tanta chica universitaria…

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La fiesta de Elisa Leagan era el evento del año. Ella era conocida por todo el derroche que hacía en sus eventos, no escatimaba en nada… Elisa, una pelirroja petulante; la clásica chica millonaria que era consentida por sus padres, con un apetito voraz para el placer solo igualable a su avaricia. A pesar de ser la heredera de su familia, la avaricia de la chica hacia envidiar riquezas ajenas, materiales o espirituales…

Elisa no era querida en la universidad por su forma de ser… pero ningún universitario se perdería una fiesta de esa índole…

-¡Niel…! Niel… - grito Elisa Leagan chasqueando los dedos - ¿Qué te pasa? ¡Despierta! Pareces un zombi.

-¡Eh! No tengo nada, ¿Qué quieres Elisa? – dijo Niel Leagan ya fastidiado de su hermana. Él, un chico de ojos color miel y piel bronceada era un chico más centrado que su hermana… más sin embargo muy en el fondo era como su hermana Elisa. Neil tenía cierta propensidad a ser ambicioso y egoísta. El joven en luchaba contra sus propios demonios ya que se había enamorado de su compañera de clase: Candy White, y él quería cambiar para poder conquistar el corazón de la rubia.

-Quiero que te asegures que la fiesta quede de maravilla... quiero ser la reina de la noche.

-Pues con ese disfraz tan… provocativo creo que darás mucho de qué hablar. Además es tu fiesta a mí no me molestes. Yo estoy esperando a Candy…

-¡Niel! No sé qué le ves a esa Candy… es tan insípida… tan equis. Pero bueno, me importa muy poco lo que hagas con esa chica, solo asegúrate que todo esté bien… ¿Entendiste? O le diré a mi madre que no me quieres ayudar.

-¿No tienes a nadie más a quien molestar? Déjame, vete a molestar a los chicos de tu clase. Yo tengo mis propios intereses, adiós hermanita…

-¡Niel…! – grito la pelirroja azotando un pie en el piso haciendo rabietas…

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-¡Vaya! Sí que Elisa no escatima en gastos para su fiesta… esta mansión es enorme y todo está muy bien decorado – dijo Annie mientras admirada la entrada de la mansión.

-Tengo entendido que esta mansión no es de la familia Leagan… es propiedad de los Andrew – dijo Patty bajando el tono de su voz para que no la escucharan los demás invitados.

-¿De los Andrew? – Pregunto Candy.

-Sí, Candy. Lo que sé es que los Leagan son familiares lejos de los Andrew, y que esta mansión es una de muchas que tienen, pero Elisa presume que es de su familia. Creí que tu sabrías eso Candy… ya que tu padre y el Sr. Andrew son socios.

-Sí, son socios y amigos desde la infancia, mi padre quiere mucho a William Andrew, me dice que es su hermano aunque no lleven la misma sangre.

-¿Es cierto que el hijo de William Andrew es todo un Adonis? – Pregunto Annie – Deberías de presentárnoslos Candy…

-No lo sé…

-¡¿Qué?! – dijeron en unísono las chicas.

-Pues sí, no sé si sea un Adonis, porque no lo conozco. Sé que se llama William Andrew… como su padre, pero nunca hemos coincidido ya que él ha estudiado siempre en el extranjero. Y después de que mi madre murió, pase una larga temporada en Lakewood. Después mi padre se volvió a casar y preferí estudiar en el extranjero también.

-¡Que lastima…! – Dijo Annie haciendo un puchero – Me gustaría conocerlo aunque sea tío de Archie… él me platica de su familia y los Cornwell también son parientes de los Andrew.

-¿Enserio? ¡No sabía! – Exclamo Candy – Que pequeño es el mundo, ahora resulta que mis conocidos son familia del socio de mi padre.

-Pues ahora que regresemos a Chicago podemos conocer al tal William Andrew y así asegurarnos de que es super apuesto.

-¡Annie! – Dijeron en unísono Candy y Patty.

-¡Vamos chicas! Que tenga novio y lo ame, no quiere decir que no pueda darme un taco de ojo con la belleza masculina…

-Ja, ja, ja, nunca cambias Britter.

-¿Y para qué? Ustedes me quieren como soy.

-Eso sí, te queremos tal y como eres – dijo Candy abrazando a sus amigas.

-¡Pero que chicas más hermosas! –Una voz masculina interrumpió el abrazo de las chicas.

-¡Archie! – dijeron las tres chicas.

-Hola guapas ¿Cómo están? – dijo mientras abrazaba a su novia dándole un beso en la boca. Archie, el menor de los hermanos Cornwell era un chico muy elegante y encantador.

-Muy bien Archie, ¿Y tú? Pero mírate que buenmozo estas.

-Ja, ja, ja, gracias por los piropos Candy, yo estoy muy bien. Patty hermosa, Stear te espera en el auto, dice que tiene una sorpresa para ti…

-¡Oh, Stear! Siempre dándome sorpresas, bueno chicas entonces voy con mí adorado novio. Después nos reunimos…

-Adelante… Julieta, ve por tu Romeo – Dijo Candy ya que Patty iba disfrazada de Julieta.

-¿De qué tanto hablaban mis lindas damas? – Pregunto Archie guiñándoles un ojo – De seguro me extrañaban ¿Verdad?

-¡No te creas tan importante Archivald Cornwell! –dijo Candy mientras le sacaba la lengua.

-Ja, ja, ja, ¡Vamos Candy! Sabes que es broma.

-Archie… amor, platicábamos de que esta mansión no es de los Leagan… - dijo Annie mientras alzaba una ceja.

-Pues… así es chicas, esta mansión es de mi tío William y no de los Leagan… aunque ya conocen como son los Leagan…

-Archie… Es de mala educación hablar de las personas cuando no están presentes… - dijo una ronca voz detrás de Archie.

-Yo solo digo la verdad Niel… - dijo Archie mientras hacia una mueca, Niel era su primo pero siempre ha pensado que Niel no era una persona fiable.

-Si tú lo dices… - dijo Niel devolviéndole la mueca a Archie - ¡Candy! Pero mira que hermosa estas, pareces una Diosa griega con esa túnica tan hermosa.

-Hola Niel, Gracias pero no soy ninguna Diosa solo soy una simple mortal…

-Hermosa, tu siempre tan modesta, pero déjame decirte que eres la chica más hermosa de la fiesta – dijo saludando a la rubia con un beso en la mejilla.

Un carraspeo interrumpió a Niel.

-Candy… ¿Te molestaría si me llevo a mi novia a bailar? – pregunto Archie Algo molesto por la presencia de Niel.

-Claro que no Archie, adelante… yo me quedo con Niel, no se preocupen por mí.

-Está bien Candy, cualquier cosa estamos cerca ¿Vale? – dijo Archie mientras se marchaba dejando a la rubia platicando con Niel…

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-¿Qué hacemos aquí, Albert? – preguntó en voz baja Terry mientras Albert trataba de entrar a la biblioteca.

-Necesito unos papeles que tengo por aquí… ¿Por qué hablas tan bajo? ¿Se te olvida que es mi casa?

-Claro que no se me olvida, pero como nunca quieres venir por acá, por eso pregunto.

-Ok Grandchesterd ¿Qué te parece si te veo más tarde? Voy a tardar un poco en la biblioteca.

-¡Me parece muy bien! Voy a saludar a tu querida… sobrina para molestarla un poco y conocer algunas chicas guapas de la universidad. Mientras tú… bueno, abúrrete en la biblioteca…

-Ja, ja, ja, Grandchesterd ¿Qué voy a hacer contigo? Está bien ve a divertirte, pero no se te olvide que tenemos un compromiso mañana temprano ¿Ok?

-Te pareces a mi padre… ¡Vive la vida, hermano! – dijo Terry muy divertido y corrió al ver que el rubio rodó los ojos a la vez que iba a darle un golpe.

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-Niel… - una voz melosa interrumpió la plática del moreno.

-¿Qué quieres Daisy? – refunfuño Niel.

-¡Que carácter…! Elisa te busca, dice que es urgente que vayas con ella… - Dijo Daisy Bilman quien era la mejor amiga de Elisa y la eterna enamorada de Niel.

-Ok, voy para allá… gracias.

-Candy, hermosa ¿Puedo dejarte sola un momento? No tardo.

-Claro Niel, no te preocupes. Voy a salir un rato al jardín, necesito aire fresco.

-Está bien hermosa, después te veo – dijo Niel dejando sola a la rubia.

Candy miro a su alrededor y admitió que la fiesta de Elisa Leagan era una de las mejores que se organizaba en el campus, pero ella no era muy amena de ese tipo de fiestas, así que salió del salón de fiesta y fue al hermoso jardín de la mansión.

La noche era fresca y con cielo despejado que permitía ver las estrellas en su máximo esplendor. La rubia camino sin percatarse que se adentraba cada vez más al jardín y llego hasta unos grandes arbustos. Observo a su alrededor y se dio cuenta que estaba muy alejada de la mansión.

Un escalofrió recorrió su cuerpo al estar frente a los arbustos. Solo una vez había sentido un escalofrió así: el día que su madre murió. Ella sufrió mucho siendo tan sola una niña y teniendo que vivir momentos tan dolorosos… y el sentir nuevamente ese escalofrió era como si el destino le diera una señal que volvería a sufrir una gran pérdida…

Siguió caminando tratando de salir de esa parte del jardín pero se dio cuenta que los arbustos formaban un laberinto y ella estaba exactamente en la entrada de este. Una pequeña luz provenía del interior del laberinto, era muy cálida y sutilmente atractiva… por un instante quiso adentrarse al laberinto pero decidió regresar a la fiesta.

Una ráfaga de viento hizo que su túnica oscilara sobre su cuerpo delineando su esbelta figura…

Con un poco de miedo Candy decidió regresar, pero al dar la vuelta chocho contra unos brazos fuertes, alzando su mirada se perdió en mismo cielo…

-¡Galatea…!

Continuara…

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[1] Pigmalión, rey de Chipre, buscó durante muchísimo tiempo a una mujer con la cual casarse. Pero con una condición: debía ser la mujer perfecta. Frustrado en su búsqueda, decidió no casarse y dedicar su tiempo a crear esculturas preciosas para compensar la ausencia. Una de estas, Galatea, era tan bella que Pigmalión se enamoró de la estatua.

Muchas gracias por leer.

Les invito a que lean un Fanfic en conjunto que escribí con mi querida amiga CandyFann 72, se llama "Desesperadamente buscando a Anohito" Este fic salió por un reto hecho en el cuartel de Candy brujas Andrew. Ambas compartidos una cuenta en FF que es BA y BM Andrew, esperando que sea de su agrado.

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