Sin más me retiro y doy las indicaciones de siempre.

Por favor, sean creativos con sus comentarios, que sean largos, que se note que han leído.

Y, se me había olvidado, pero si van a hacer comentarios ofensivos o despectivos, mejor ahórrenselos. Sin comentarios ofensivos ni insultos. Se les ruega encarecidamente, lean las indicaciones y los apartados de autor que no los pongo de adorno. Están al final de cada capítulo, una breve explicación.

Aclaraciones:

Narración.

Diálogo. —

‹‹Pensamientos.››

(*) Esto es un apartado para alguna palabra o concepto que aclararé al final del capítulo.

Advertencias:

OoC en los personajes.

OC's.

Género: Romance.

Clasificación: K.

Disclaimer: Naruto no me pertenece, si no a ©Masashi Kishimoto. Este fic participa en el Reto: Especial Kakashi Hatake del foro Aldea Oculta entre las Hojas.


FELIZ CUMPLEAÑOS.

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‹‹El proceso de creación es un proceso de entrega no de control.››

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Julia Cameron.

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CAPÍTULO ÚNICO.


Tomó la maleta y respiró hondo.

¿Tienes todo?

Sí.

¿Segura?

Sí.

La mujer respondía paciente mientras él se sentía sumamente nervioso, el momento llegó y Hatake ni siquiera se lo esperó. Eran las tres de la mañana, cuando ‹‹ella›› se levantó repentinamente diciéndole que era hora…

Bien, vámonos.

Le ayudó a ponerse en pie, salir de la habitación y bajar los escalones con cuidado.

La guiaba, pero la ansiedad lo carcomía. Los nervios estaban a flor de piel, por primera vez se vio en un estado de excitación extremo. No se había sentido así, y ahora no sabía qué hacer.

Solo debemos esperar a que llegue el taxi.

Lo sé. — contestó Hatake.

Ocultaba a la perfección su histeria y caos mental, su mujer nada más rió.

Era increíble como un ninja de élite, merecedor del temor de cualquier shinobi; con gran reputación. Estuviera en un desorden mental por algo tan simple.

La llegada de su primer bebé. Lógico en un padre primerizo. Se entendía a la perfección, pero, él procuraba mucho mas a su esposa que cualquier otro hombre en la faz de la tierra y a su futuro hijo.

Ven.

Kakashi le ayudó a entrar en el vehículo (que en algún momento se rehusó a usar pero que ahora le parecía enteramente útil), enseguida entró él y se fueron rumbo al hospital principal donde ya la Hokage les esperaba.

Diez minutos de trayecto fueron eternos, pero lo serían más cuando su mujer entrara en la sala de partos y él no pudiera estar ahí adentro. No sabía si las cosas se complicarían, no sabía si todo empeoraría…. Los problemas los seguían y los tropiezos a lo largo se hacían cada vez más constantes y duros.

Pero él solo quería una cosa, que todo saliera bien.

Te amo. — le susurró a su mujer antes de que se la llevarán.

Ésta, en medio de las dolorosas contracciones le sonrió y gestó un: Yo también.

Seguido, se la llevaron de ahí; él se quedó con el alma en un hilo y el corazón al borde de un colapso.

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La vida y el karma fueron ingratas con él, pero agradecía a Kami que estuviera de su lado y le permitiera tener un alivio al final del día. O más bien, al comienzo de este.

Se encontraba de pie frente al cunero que la enfermera llevó hacía unas horas, miraba a su pequeño retoño que dormía plácidamente después de que su madre le dio de comer.

Déjalo dormir, nada le pasará. — regañó suavemente su mujer.

Él ya había tomado al bebé y lo llevaba para estar junto con ella, en la cama y admirar a su pequeño.

Lo sé. — dijo, la fémina esbozó una sonrisa que le hizo recordar algo.

Por cierto, feliz cumpleaños.

Kakashi sonrió, nunca nadie le dio un regalo más grande que ese pequeño tesoro que ahora cargaba en sus brazos.

Y por eso, los amaba más que nunca. Daría su vida por ellos.


Nota de Autor:

He aquí la entrega de mi segundo Drabble. Sí, sé que algunas no saben de donde emergió esta idea. Pero leyendo algunos escritos por ahí de la maternidad y otras cosas... Me surgió de repente y lo retomé de una de mis historias, se llama: Fecundación Inesperada.

Espero que les haya gustado en alguna manera, alguna parte por lo menos. Sin mas me retiro, será hasta la próxima.