Gitana

Por Lizzig

Prologo.

Su presencia me altera, incluso me da un poco de escalofríos, pero su magnética energía es mucho más fuerte y me mantiene a su lado, respirando su presencia, empapándome de su mágica charla. Sus labios rojos y sensuales me transportan a un mundo lejano.

Un mundo de carretas, vino y fogatas. He viajado a un lugar mágico y desconocido a través de los relatos que me ha compartido en esas noches de luna nueva, donde la oscuridad hace mucho más enigmáticas y explorables, esas danzas de las que tan detalladamente me habla; veo las palmas juntarse provocando un coro que lleva los pasos de todos los bailarines.

Pero esas mismas noches de luna nueva, la veo salir de la mansión y caminar aparentemente sin rumbo, hasta un árbol. Donde lleva acabo su ritual. Y es ahí donde el miedo me comienza a consumir lentamente.

Nunca he querido que nadie tome una revancha por mí y tampoco tengo interés en que nadie del pasado que me haya hecho un mal, sufra las consecuencias de lo que Jayah piensa, es lo justo.

No tengo una idea clara de las dimensiones de su poder, pero sé que debe ser grande, lo veo en esos ojos negros ,tan grandes y brillosos, que hipnotizan llenándote de su seguridad.

Hubiera querido, no contarle de Susana, pero fue como si ella me hubiera inducido a decir cada una de esas palabras, poniendo ante ella, mis sentimientos más íntimos y mis miedos más secretos. Me aseguro que a pesar de la buena obra de Susana, al salvar la vida de Terry, ella estará condenada, por arrebatar de ese hombre, lo mismo que trato de salvar. Su vida!

Desde ese día no duermo tranquila. Sabiendo que ella hará lo posible por liberar a ese hombre que alguna vez tuvo mi corazón, mandando a la bruja egoísta de Susana a donde pertenece. Yo nunca he querido una revancha, mi corazón ha superado esa etapa de mi vida. Lo último que necesito es traer más desgracias atadas a mi pasado.

Jayah entro a mi vida en un día inesperado y de la forma más sutil que pudiera jamás prever, después de haberle ayudado una vez. Su vida quedo atada a la mía, junto a su misterio, sus leyendas y su magia gitana.