Capítulo 1

Nuestros héroes estaban caminando por la ruta 201. Su destino…

HOJAS GEMELAS¡ HE VUELTO¡—gritaba la adolescente de cabellera azul.

Ash y Dawn habían llegado al pueblo natal de Dawn, pueblo Hojas Gemelas. Su intención era tomarse unas largas vacaciones juntos después de haber terminado con sus metas en Sinnoh y antes de encaminarse a una nueva aventura en una nueva región.

Dawn estaba a punto de salir corriendo con dirección a su casa cuando Ash la detuvo por el brazo—espera Dawn—le dijo dejando a Dawn confundida—que te parece una foto de recuerdo—terminó diciendo con una agradable sonrisa

La chica sonrió ante la idea del joven entrenador. Ash sacó de sus pantalones un teléfono celular. Ambos chicos se abrazaron mientras Ash tomaba la selfie. Ambos estaban sonrientes pero al momento de tomar la foto a Ash se le ocurre darle un beso a Dawn en la mejilla, dejando a esta sorprendida. La foto salió con Ash besando la mejilla de Dawn y ella estaba sorprendida y sonrojada.

La foto le dio mucha gracia al entrenador de pueblo Paleta, a Dawn también le causó gracia así que se le ocurrió otra gran idea. Ella tomó el teléfono de Ash rápidamente le dio un fuerte beso al entrenador en los labios.

Ash no se esperó aquel beso pero le correspondió a Dawn debidamente, mientras, Dawn tomaba una nueva selfie donde ellos estaban besándose con Pueblo Hojas Gemelas de fondo.

Al romper el beso, la pareja siguió su camino tomados de las manos.

Estos dos ya no eran más unos simples amigos. Después de la liga los dos comenzaron una nueva relación pero ahora como novios.

Ya estoy ansiosa por ver nuevamente a mí mamá y contarle todo acerca del gran festival—decía la coordinadora mientras radiaba felicidad—recuerda que también debes contarle todo acerca de tu travesía por querer conquistar la liga—terminó dirigiéndose a Ash

Si bien los chicos no lograron ganar en la liga y el gran festival respectivamente, ambos se sentían muy felices debido a que se tenían el uno al otro.

Podría decirse que la pareja no tenía problemas, que no se preocupaban por su futuro… grave error.

Entre toda esa felicidad que la pareja aparentaba tener, había un problema, no era un problema entre ellos dos, sino que todo provenía de Ash. El chico de Kanto sabía que tendría problemas dentro de sí mismo apenas llegaran a casa de Dawn, y él sabía que todo era causado por…

Dawn¡ Ash¡ qué bueno verlos¡—se hoyó desde la casa donde Dawn había crecido.

Johanna estaba esperando a la joven pareja. Estaba feliz de volver a ver a su hija y a su novio después de tanto tiempo fuera de casa.

Dawn corrió rápidamente hacia donde se encontraba su madre. Al llegar la abrazó fuertemente, estaba emocionada al igual que su madre.

La emoción de Ash había desaparecido, o más bien nunca la tuvo, ya que la principal preocupación del joven estaba frente a sus ojos… Johanna.

Ash estaba alegre al ver a su novia feliz, pero en su interior él no estaba del todo feliz, él veía a Johanna y se sentía extraño. Sentía algo que solo comenzó a sentir cuando conoció a Dawn… atracción.

Johanna dejó el abrazo con su hija y volteó a ver al entrenado—Ash¡ cómo estás?—

Ash salió de su pequeño trance para poder saludar a la mamá de Dawn.

Pero que hacemos aquí—dijo Johanna—vamos, entren¡ les preparé el almuerzo. Tienen mucho que contarme de cómo les fue.

La pareja siguió a Johanna hacia dentro de la casa. Fueron al comedor donde la comida ya estaba servida y enfriándose.

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La tarde pasó tranquilamente. Ash y Dawn le contaron todo sobre su travesía a Johanna y sobre su nueva relación, pero la noche ya había llegado (22:00 hrs) ya era hora de dormir.

Dawn bostezó—creo que ya debemos dormirnos Ash—dijo con una mirada de cansancio.

Si—Contestó Ash

Johanna se levantó de la mesa—te tengo tu habitación lista Dawn. y Ash, tu puedes dormir en la habitación que está junto a la de Dawn—dijo amablemente

Gracias¡—dijeron Ash y Dawn al unísono.

La joven pareja se fueron a sus habitaciones correspondientes mientras Johanna se quedó un rato más para terminar su quehacer.

/

Dawn fue a su habitación, se puso el pijama y se fue a su cama quedándose a los pocos minutos dormida tranquilamente. Ash también se fue a su habitación, se quitó los pantalones quedando en calzoncillos y se acostó en su cama. Pero no podía conciliar el sueño por una extraña razón.

Continuará…