De bestias infernales

-Tienen exactamente tres horas- dijo shukaku mostrando dos pergamino con un circulo dibujado y con el kanji persona en su interior- Pasado ese tiempo los invocare- diciendo esto, paso los pergamino a Karura quien miraba con preocupación a sus sempais-

-¡Hai!- asintieron ambos shinobis mirándose el uno al otro antes de asentir y morder firmemente su dedo pulgar-

-No mueras- susurro el rubio mirando a Sarada-

-Tu tampoco lo hagas- le murmuro la morena con una pequeña sonrisa, a la vez que empezaba a formar los sellos manuales al mismo tiempo que el rubio-

-¡¿Preparados?!- grito Shukaku expulsando su chakra que rápidamente envolvió a ambos ninjas- ¡Ya!-

Fue solo una última mirada la que cruzaron sus ojos, antes de estrellar sus manos contra la arena del desierto, causando una gran explosión de humo.

-¿Sobrevivieran?- dijo amargamente karura mientras estrechaba sus ojos y mordía sus labios al no ver a ninguno de los chicos tras la disipación de la humareda previa-

-Claro que lo harán- afirmo la bestia para luego rodear con un suave soplo de arena a la gennin- No lo dudo ni por un segundo-


Al abrir sus ojos se sorprendió de ver pinos a su alrededor.

Maldición, odiaba ese país. Pensó la morena parándose con cuidado, sus piernas temblaban y no era precisamente por la sobrecarga de chakra que había recibido hacia tan solo unos segundos.

Cuando Shukaku-sama amablemente les explico cómo iban acercarse a los demonios con cola, fue algo escéptica, después de todo nadie nunca había invocado un demonio con cola.

Sin embargo, si se pensaba con cuidado la idea calzaba correctamente. El jutsu de invocación era el principio básico del contrato vinculante de voluntades creado por Bolt, por tanto porque no habrían de aplicarse las mismas reglas elementales de toda invocación. Si invocas sin contrato eres llevado al territorio de aquella especie donde logras hallar mayor afinidad.

En palabras del demonio si su chakra y el de ellos se combinaba en un momento dado de la invocación la afinidad debería llevarlos a un demonio envés de un simple animal.

Y resulta que el demonio que es afín con ella habitaba precisamente una de las aldeas más frías de las cinco naciones.

Tomando con cuidado la maleta que llevaba a sus espaldas saco una chaqueta que había guardado en un momento de lucidez y una máscara anbu sin símbolo que coloco sobre su rostro y acomodo con cuidado. Después de todo como le explicaría al Raikage que había ingresado a su territorio con la plena intención de vincularse con su bestia con cola.


Al abrir sus ojos hasta cierto punto se sintió aliviado de haber llegado a esa aldea.

La niebla tan densa no podía mentirle sobre donde se encontraba, si había llegado a Kirigakure es porque la bestia con cola con la que debía vincularse se especializaba en elemento agua. Siendo sincero consigo mismo, el rubio había temido por un instante que su afinidad fuera aún demasiado débil como para realmente transportarle a través de la invocación.

Tomando su equipo ninja saco rápidamente una capa con la cual cubrir sus cabellos rubio y una máscara con la cual ocultar su rostro, por que definitivamente lo último que querría era tener que explicarle al Mizukage que hacia merodeando su aldea y especialmente a una de sus bestias con cola.


Sigo con vida y solo agradezco a las personas que aún estan interesadas en esta historia, no prometo nada ya que mi vida de un año para acá es una reverenda locura, pero espero publicar más adelante todos los capitulos que ya he escrito :D