Esta es mi historia mas reciente. Se desarrolla en la tercera fase de la banda virtual Gorillaz. Estaré actualizandola con ayuda de algunas consultas bibliograficas en internet, datos oficiales de la banda, y en parte tendré que usar mi imaginacion, ya que hay cosas que no quedan muy claras o hay espacios entre un suceso y otro y ahi tendrá que intervenir mi imaginacion para llenar dichos espacios. La pareja es 2D x Cyborg Noodle o al menos eso quiero mostrar en parte. Si no te gusta la pareja, no leas.

El concepto de la banda y lo musical le pertenecen a Damon Albarn

Los personajes animados de la misma le pertenecen a Jamie Hewllet


Al abrir sus ojos, todo lo que pudo observar era oscuridad.

¿Pero qué sucedía?

Se sintió también a si mismo estando en una posición muy incómoda y en un espacio reducido, como si estuviera encerrado en alguna caja muy pequeña.

Apenas colocó ambas manos frente a él y sintió una superficie lisa.

¿Cómo era es posible? ¿En verdad estaba atrapado en alguna caja?

Así debía sentirse que te enterraran vivo.

Con la fuerza que tenía, empujó hacia adelante para así poderse liberar de su prisión. Usó también ambos pies para ayudarse. De tan solo unos cuantos golpes, la superficie que tenía adelante, cedió como si de una puerta se tratara.

¡Ya podía ver la luz de nuevo!

De hecho, demasiada para su gusto. Ahora delante de él tenía al radiante sol brillando con toda su intensidad, tanto, que tuvo que poner una de sus manos enfrente para cubrirse y entrecerrar los ojos para evitar que le afectara.

Cuando le dio un vistazo a su entorno, se quedó incluso más confundido que antes.

Para empezar, el lugar en donde estaba encerrado no era ni remotamente una caja como pensaba., era simplemente, nada más ni nada menos que una maleta. ¡Había estado encerrado en una maleta! ¿Por cuánto tiempo?, ¿Quién lo hizo, o cómo es que había llegado hasta ahí?

Miró a su alrededor y todo lo que podía distinguir era que tenía un montón de basura, basura pintada de rosa por doquier literalmente, pero parecía estar acomodada de tal manera que formaba alguna clase de estructura, e incluso así, dando forma al "suelo" que ahora pisaba. Y más allá de todo ese desperdicio, delante de él también tenía un inmenso océano.

¿Cómo había llegado hasta ahí? Volvía a cuestionarse. Primeramente, ¿Encerrado en una maleta?… ¿Cómo, por qué y cuándo? Segundo, ¿Montones de basura rosa acumulada a su alrededor?, ¿El sol?, ¿El océano? ¡¿Qué carajos era todo eso?! No tenía ningún sentido.

Lo último que recordaba era que él estaba en su cómodo departamento, mirando la vista desde su ventana, admirando las calles y edificios, pensando muchas cosas de las cuales ahora mismo ya ni se acordaba. Y después le llegó un olor extraño que impregnó su aire, como una especie de fuga de gas. De donde fuera que viniese la fuga, eso no importaba, sin embargo, su mayor error fue oler ese gas, ya que posteriormente recordó haberse quedado inconsciente por ello.

¿Acaso en ese preciso momento estaba siendo víctima de algún secuestro y estar en algún lugar alejado de la civilización? Lo mejor era no pensar en esa posibilidad, solo hacía que su mente fuera menos racional por el temor de que quizás podría ser cierto. Por otro lado, existía otra opción. El gas que respiro antes lo dejo inconsciente y ahora simplemente todo aquello se trataba de un sueño. ¡Sí! Porque muchas veces los sueños no tienen por qué seguir una lógica ni tener sentido, y lo mejor de todo, es que en ellos uno puede hacer lo que sea, entonces lo que él quería en ese momento era despertar. Se concentró en ello. Despertar, despertar, despertar; pero no surtió efecto. Incluso se pellizcó varias veces los brazos y no tenía resultado. Oh no, todo eso era tan real que asustaba.

No se le había ocurrido mirar tras su espalda por haber estado concentrado pensando en su actual situación, pero lo hizo.

Justo detrás de él se levantaba una columna muy grande que igual seguía siendo de basura, al final se ensanchaba más y ahí mismo era donde se erguía una construcción poco peculiar. Podría ser rara igualmente por la extraña forma que tenía, nunca vio algo semejante, pero igual podía ser considerada extravagante y hermosa a la vez. ¿Era una casa o algo parecido? Era enorme. Una casa enorme y rara en medio de la nada, hecha sobre una pila de basura. ¿A quién se le ocurriría realizar algo así?

Debía existir una forma de subir hasta allá, así que no lo pensó más y empezó a caminar entre todos esos desechos, de paso también para explorar más aquel extraño lugar.

Lo que nunca pudo haber sospechado es que un par de ojos le observaban desde una de las muchas habitaciones que poseía la curiosa edificación; desde el justo momento en que Stuart Pot logró salir de la maleta.

-Míralo.-Comentó con sorna.-Esta totalmente confundido, no tiene ni puta idea de que está pasando.-Rió de forma burlona.-Pensé que nunca llegaría; he estado esperando a ese tonto durante un buen tiempo. ¿Y qué estamos esperando?-Miró a su acompañante que tenía a un lado.-Vamos a darle la bienvenida.-Se encaminó a la salida de la habitación a apresurarse al encuentro de Stuart y como bien dijo, darle la bienvenida a Plastic Beach.

Su compañera no obedeció al instante, se quedó otros segundos más observando a ese nuevo individuo; ese nuevo personaje no parecía ser de su agrado. Estaba acostumbrada únicamente a ser solo ella y Murdoc en la playa, pero si éste último había reiterado haber estado esperandole, empezaba a mentalizarse porque quizás debiera pasar algún tiempo soportándolo por ahí, quisiera o no.

Cuando volvió a fijarse estaba sola, Murdoc ya había salido de la habitación, y entonces se apresuró para tomar el elevador y poder alcanzarle.

XXX

Una vez que estuvo en la playa comenzó a caminar en busca de su persona favorita en todo el mundo, y claro que era sarcasmo.

Caminar entre toda esa basura aun le era difícil, sentía que podía resbalar en cualquier momento por pisar mal.

Finalmente, Murdoc encontró a quien buscaba, estando embobado mirando hacia el faro de la playa.

-Face-aaache…-Cantaleó para llamar su atención.

El mencionado le daba la espalda por admirar el faro, pero pareció encogerse de hombros repentinamente debido al escalofrió que sintió al escuchar la voz del contrario, esa inconfundible voz...-¡Murdoc!-Sin dudarlo se volteó para mirarle con atonía después de mucho tiempo sin saber nada el uno del otro. -¿C-como…como es que estas aquí?

-Sí, sí, también me da gusto verte, tarado.-Se cruzó de brazos con gesto irritado.

-A-ah, p-perdón, pero…es que no pensé encontrarte aquí en…en donde sea que estemos…-Se rascó la nuca con confusión.

-¿No te gusta? ¡Estás en Plastic Beach!-Murdoc abrió grandes sus brazos para darle mayor emoción al asunto. En ese momento hubiera estado bien que sonara alguna melodía ambientadora de fondo para mostrar mayor lucidez a las palabras de Murdoc, pero en lugar de eso, y solo por coincidencia, se escuchó el graznar de una gaviota a lo lejos.

El otro seguía sin comprender nada.- ¿En…Plastic Beach?

Murdoc gruño por lo bajo.-Sí. Mira, prácticamente es una playa hecha de basura, como ya habrás notado. La basura es cortesía de toda la gente cochina que tira sus mierdas al mar, y toda esa mierda se reúne aquí, en el punto más solitario del mundo. Decidí que es un buen lugar para esconderme de los caza recompensas que me buscan, solo tuve que arreglarla más, y si lo ves por el lado positivo, hasta es algo ecológico.

-¿Te…te persiguen caza recompensas? ¿Qué hiciste para que eso pasara?

-Oh, sí, eso. Bueno, después de que cada uno de nosotros tomara caminos distintos, digamos que…jugué chueco con algunas personas para sacarles dinero, se les hace fácil contratar caza recompensas para matarme por eso. Aparte de que le hice una estafa al seguro quemando los Estudios Kong. El lugar se estaba viniendo debajo de todas formas; eran inservibles.

¿Estaba bromeando, cierto? Pero ¡Él era Murdoc Niccals! Claro que haría cualquier cosa sí de conseguir dinero se trataba, incluso que mar el lugar que alguna vez fue su hogar.-No…no puedo creer que te hayas atrevido a hacer todo eso…pero…p-pero…aun no entiendo ¿Para qué quieres tanto dinero?

-Porque la banda ya no puede estar tanto tiempo holgazaneando, es hora de volver a las andadas y producir un nuevo disco, para eso es el dinero. Tú ya lo sabías, idiota.-Le señaló despectivamente.- Intenté comunicarme contigo antes y te negaste a cooperar.

-¿Y solo por eso te atreviste a secuestrarme?-Su voz sonaba molesta, como muy pocas y raras veces solía enojarse en serio.

-Oye, oye. No apresures conclusiones. Yo no fui el que fue hasta Inglaterra para secuestrarte; yo no fui el que te metió en esa maleta. Claro que tuve que tratar con Boogie Man para que me hiciera ese favor pero, ponte a pensar, si te hubieras portado más accesible en ese entonces, no tendrías por qué estar aquí a la fuerza.

-¿Boogie Man…?-¿O sea que Murdoc había hecho tratos con un ser de inframundo de nuevo? ¡Era el colmo! Se contuvo con el hecho de que hubiera quemado los Estudios Kong, y con que hubiera estafado a mucha gente, pero había un límite para la tolerancia. Quería golpearlo, pero se contuvo; no tenía la fuerza suficiente, y si se atrevía a hacerlo, sabía que Murdoc se lo regresaría mil veces peor. En lugar de eso, con discreción volvió sus manos puños, apretando fuertemente para calmar su enojo.-Has llegado demasiado lejos Murdoc. No me importa que problemas tengas ahora, yo solo quiero irme a casa.

Sí, se iría a casa, no importaba si lo tenía que hacer nadando por el océano, pero él regresaría a su amada Inglaterra.

La voz de Murdoc le llamó desde atrás, pero él no quiso detenerse a escucharle.

De repente delante de él a lo lejos, vio algo que por breves segundos creyó como una visión, pero estaba seguro de que era real. ¡Noodle estaba en la playa también! Y caminaba hacia su dirección.

No podía creerlo, pero tampoco pudo reprimir sus ganas para correr hacia la chica y abrazarla después de tantos años de no verse. Cuando estuvo muy cerca de ella, extendió ambos brazos para retenerla entre ellos y poder estrujarla fuertemente como hace tanto tiempo no hacia; pero ese hermoso momento se quebró cuando Stuart sintió un fuerte puntapié en su espinilla y emitió un doloroso alarido por ello.

Detrás de él pudo escuchar a Murdoc acercarse de nuevo mientras se burlaba por lo que acababa de pasarle.-Bien hecho nena.-Murdoc alzó su pulgar en señal de aprobación.

-¿Noodle…por que fue eso?-Stuart se quejó mientras se sobaba su golpe y la miraba.

-Ella no es Noodle.-Respondió Murdoc.-Permítanme presentarlos. Face-ache, ella es Cyborg.-Hizo énfasis en la palabra Cyborg.-Cyborg, él es Stuart; puedes llamarlo 2D. Y verás Face-ache, esta es una réplica robot de la verdadera Noodle.

Stuart frunció el ceño con confusión. Volvió su mirada a quien acaba de abrazar y fue ahí que calló en cuenta.

Aquella replica podía tener el parecido exacto con Noodle, pero fijándose más de cerca había cosas que diferían.

La verdadera Noodle no se vestiría con aquel uniforme militar. La única vez que se puso uno, fue solo para aparecer en el video de Dirty Harry. Y digamos que si aquel fuera su estilo en verdad, al menos se pondría colores más alegres, pero aquel atuendo que veía ahora era en su mayoría de un gris oscuro.

En segundo lugar, el color de cabello de aquella robot no era el mismo. La Cyborg lo tenía azul, pero el de Noodle estaba teñido de morado. Además, al momento de abrazarla, la sintió tan fría, eso no era algo normal en una persona; y sobre todo, debió haber notado desde el principio, que la robot tenía la apariencia de tener quince años, pero a esas alturas, la Noodle real debía tener unos diecinueve.

Aquella que tenía frente a sus ojos, no era su Noodle.

-¿P…por qué…?-Fue lo único que salió de sus labios, con la voz totalmente quebrada ante su asombro.- ¿C-cómo pudiste…suplantar a Noodle…?-Stuart miró a Murdoc con desesperada tristeza.

-No la suplanté, solo la…uhh…bueno, sí, la suplanté, pero ella tuvo la culpa. Ella fue quien quiso tomarse un descanso de la banda, y a estas alturas tuve que tomar medidas drásticas para tener a mi guitarrista de nuevo, aunque sea una réplica robótica…-Noodle hace algunos años atrás les había dicho a los chicos que quería tomarse unas vacaciones de todo lo que tuviera que ver con Gorillaz. Ella quería irse de regreso a su país de origen durante un tiempo indefinido, y todos habían estado de acuerdo, y ahora resulta que Murdoc no podía esperar a su regreso y la apartó totalmente, haciendo que la Cyborg tomara su lugar. En serio eso había sido el colmo.-…pero no es un problema, ahora que estas aquí, me vas a ayudar a hacer un nuevo disco…-El otro se le quedó observando con algo de miedo, aun sin poder digerir todo aquello que Murdoc le decía, ni lo que estaba pasando. Solo después de eso, se echó a correr para alejarse de esos dos. Pensaba en retomar su idea de hace rato, si tenía que nadar para volver a casa, lo haría.- ¡Cyborg!-Gritó Murdoc.

La Cyborg conocía lo que tenía que hacer, fue detrás de Stuart para atraparlo, no lo dejaría ir. Tomó el rifle que le colgaba tras su espalda y apuntó hacia el objetivo, aunque su intención no era dispararle realmente; no lo haría si su amo no se lo ordenaba. Cyborg nunca haría nada sin el consentimiento ni la orden de Murdoc. Dio un disparo fallido a propósito, solo para darle una advertencia a aquel que minutos atrás se había atrevido a acorrálala con sus brazos. Una sensación muy extraña, será que nunca había experimentado algo así. Igual ¿Cómo osaba hacer eso?

El disparo desconcertó a Stuart, haciéndole que tropezara justo cuando ya estaba en el muelle preparándose para saltar. Le hubiera gustado ser más rápido para poder levantarse y retomar su acción interrumpida, pero la robot se le adelantó, y si darle ninguna oportunidad siquiera de ponerse en pie, le amenazó colocándole el rifle por detrás de su nuca.

"Mierda…"

-Creo que no me entendiste Face-ache…-Murdoc nuevamente les dio alcance caminando lentamente. Stuart no se atrevía a mover ni un musculo y se quedaba estático en su lugar. El otro le miraba de manera superior burlándose con una sonrisa socarrona ante la situación-No te pregunte si querías hacer un nuevo disco, dije que lo harías. No puedes negarte. Además, no me gustaría que te arriesgaras de la forma tan estúpida como ibas a hacerlo. Nadie te garantiza que vuelvas a Inglaterra con vida. Pudieras morir ahogado, o comido por tiburones o…ballenas…

Stuart entró en pánico; hasta Mrdoc conocía su mayor miedo en la vida: Las ballenas. Y mientras se sostenía la cabeza con ambas manos dijo.- ¡Por Dios santo, haré lo que sea, solo dile que no disparé!

-No lo hará.-Contestó él con toda seguridad.-Cyborg…-La robot le miró, aun sin quitar el arma de donde apuntaba.-Llévalo a su habitación.

¿Habitación? Murdoc ya tenía una habitación para él, no cabe duda que planeó todo a la perfección. Nada le podía salir mal.

Cyborg le dio un pequeño empujón a 2D con el rifle para que se parara. Éste lo hizo con mucho miedo, y alzando las manos al aire como si fuera un criminal atrapado por la policía.

Ingresaron dentro de la enorme columna de basura que sostenía toda Plastic Beach por medio de una compuerta de acero.

Por dentro, la Plasctic Beach era muy parecida a cualquier casa. 2D se acordó de los estudios Kong en ese momento.

Delante de ellos no había más que un ascensor y entraron a él. Tenía varios botones que te levaban a varios pisos tanto hacia arriba como más abajo. Cyborg presionó uno que específicamente indicaba que en ese piso se encontraba la nueva habitación de 2D.

El ascensor empezó su descenso, y cuando estuvieron en el piso indicado, Cyborg seguía empujando a 2D con el rifle.-T-tranquila…y-ya entendí…-Dijo fastidiado.

Le hizo entrar a aquel cuarto, y una vez dentro, Cyborg cerró la puerta por fuera para impedirle salir.

2D se quedó quieto. Después le hecho un lento vistazo a todo. Únicamente estaba una camilla pegada a la pared que tenía una pequeña ventana circular donde lo único que se veía era el fondo del océano.

Se acercó a la ventanilla, y haciendo un esfuerzo con sus ojos, intentó ver más allá de toda esa agua.

Pudo distinguir una mancha negruzca entre todo ese color azul que le rodeaba. Como estaba lejos, parecía pequeña, pero ante su mirada fue tomando forma de aquel horrendo y gigantesco mamífero al que tanta fobia le temía. Todo su cuerpo tembló y se paralizó; solo rogaba porque aquel animal no fuera a acercarse más de donde ya estaba.

Imposible…siendo vigilado por Murdoc, una Noodle robótica, ya ahora hasta una ballena rondando por ahí, escapar de Plastic Beach era una misión imposible.

2D se acorrucó en su nueva cama intentando ignorar la vista oceánica. Rompió a llorar amargamente y sin parar hasta que sus lágrimas le mojaron todo el rostro.

Del otro lado de la puerta, seguía Cyborg Noodle estando atenta escuchando lo que ocurría, en pose firme y siempre con su arma en manos y cargada con municiones.

Desconocía aquel sonido lastimero que estaba oyendo, pero claro que no se metería a ver que ocurría, porque bien podría tratarse de una trampa por parte de 2D para escapar si abría la puerta.

Cyborg siguió manteniendo su posición inmovible.