Comme des enfants
Cuando está de buen humor, Inglaterra hace té de sabores rarísimos. En lo que a mí y a Francia respecta, son los que mejor le salen.
Francia, tú, él, ella, hasta yo pensaba que, de buenas a primeras, podía hacer té hasta de orquídeas. Y no. Se toma su tiempo, que no es mucho (y menos si está Francia)
risas
A veces, Inglaterra toma de la mano a Francia y le arrastra al patio trasero a jugar entre las plantas y la mesa del té, si hace sol. Y si hace calor, juegan con el agua como locos bajitos.
Discuten divertidísimo.
-Hey frog!
-Quoi, rosbif?
-¿Sientes el llamado de la naturaleza? -chorro de agua helada-
-¡Bestia!-tirita, y sonríe, a pesar de tener la melena empapada- Al menos las ranas sabemos nadar -balde entero en la cara- ¿Qué se siente ser el más sucio pirata y no saber nadar?
-¡Al fin admites ser una fro...! ¡Trampas, trampas! Todos los franceses son iguales.
-Sacrebleu, non. Te enamorarías de todos.
-I... I...
beso.
Cuando llueve y hace frío, se echan al sofá a ver televisión. Británica, claro. Y Francia se burla, e Inglaterra se ríe, pero se enfada, y marca tanto las erres que Piaf se encela un poquito.
-Pues claro, porque es humor inglés, y los wankers no lo entienden.
-Mon dieu, Angleterre, ¿desde cuando es gracioso veneno en el café? y encima "And if I were yar' hasband' I would drrinkk et'."
-Deja de destgggrozaggr mi heggrmoso idioma.
-Mi acento te encanta,lo sabes.
y se sonroja, porque es verdad.
Son esos días cuyas noches Inglaterra se queda un ratito más despierto, para ver como la luna ilumina tenuemente la habitación. Y la respiración regular de Francia, y acaricia su pecho. Y duerme sonriendo.