I ran away

I could not take the burden of both me and you

It was too fast

Casting love on me as if it were a spell I could not break

When it was a promise I could not make

But what if I was wrong?

What if I was wrong?

Oh, what if I was wrong?

Bilbo miró a Thorin.

'Thorin.'

Thorin abrió los ojos, acostumbrándose a la luz poco a poco. Haciendo un ruido más parecido a un gruñido para dejar claro que estaba despierto.

'Corrígeme si me equivoco, pero ayer me pediste matrimonio, ¿no es cierto?'

Thorin se giró y se quedó mirando a Bilbo un buen rato, sin cambiar su expresión. Su pelo estaba completamente enmarañado, sus ojos ligeramente hinchados, su garganta seca.

'Sí.' Fue todo lo que pudo articular. Notaba como la cabeza le daba vueltas. Quizás no había sido tan buena idea abrir la tercera botella.

'¿Sigue esa oferta en pie?' Preguntó Bilbo, mirándole con una extraña expresión, una que Thorin no conocía. Aún.

'Sí.'

Bilbo asintió muchas veces. 'Gracias.' Dijo después de un rato. 'Solo lo comprobaba.'

Thorin volvió a gruñir y se dejó caer en la almohada, colocando su brazo encima de Bilbo, cerrando los ojos. Pensando en descansarlos solo durante unos minutos.

/

'Tío, tengo que hablar contigo.' Dijo Dagril entrando en la sala de estar donde su tío estaba desayunando.

Dain le hizo un gesto para que se uniese a él. Era pronto, y su tía y hermana aún estaba en la cama. Dagril se sentó y esperó a que un sirviente le colocase un plato con huevos y jamón antes de hablar.

'Es sobre irnos.' Empezó Dagril.

'Ah, sé qué quieres decirme, pues Dagira me lo preguntó ayer.' Dijo limpiándose la barba. 'Voy a hablar con Thorin hoy. Nos vamos la semana que viene. Quiero esperar a que se vayan los demás, y después nos iremos. Siento que haya que alargarlo.'

Dagril recibió la información. Una semana, eso es todo lo que tenía para conseguir lo que se había propuesto hacía tres días. Podía hacerlo.

'No estoy preocupado sobre volver a Zirinhanâd, tío. Quería hablarte sobre la posibilidad de quedarme aquí.'

Dain le miró, dejando a un lado su plato. '¿Qué?'

Dagril mantuvo su mirada. 'Quiero quedarme. Quiero ofrecerle mis servicios al rey.'

Dain se recostó en su silla. Se llevó la mano a su espesa barba, pasando sus dedos entre ella. 'Dime si esto va por donde yo creo que va. ¿Quieres quedarte aquí y convertirte en soldado de la Guardia Real? ¿Es eso?' La voz del señor de las Colinas de Hierro tenía un toque de enfado, su acento profundo.

'Sí.'

Dain soltó una carcajada que resonó por toda la habitación. 'No.' Dijo. Y volvió a centrarse en su plato.

'Tío. Quiero quedarme aquí y pienso ofrecerle mis servicios a Thorin.' La voz de Dagril decidida, pero al mismo tiempo desafiante.

'No vas a hacer tal cosa.' Dijo Dain tranquilo. 'Vas a volver a Zirinhanâd con nosotros. Tienes un papel allí, unas obligaciones. No te he criado y educado como a un hijo para que te conviertas en un soldado. Eres un lord.'

'Tío, agradezco todo lo que me has dado, pero deseo estar aquí. Mi mente está decidida.' Dagril se mantuvo tranquilo, sabiendo que la ira no era la mejor respuesta, esperando que su tío comprendiese.

'No quiero hablar más de este asunto. No te vas a quedar.'

Fue el tono, como si la conversación hubiese acabado, como si Dagril aún fuese un niño. Fue el tono lo que hizo que se levantase de la silla, su voz fuerte en la sala de piedra.

'No, tío. Esta vez no. Siempre he seguido tus órdenes, siempre he estado bajo tu mando. Me prohibiste unirme a la compañía, te obedecí. Me prohibiste unirme a la batalla, me quedé donde me ordenaste. Pero mi corazón está decidido. Quiero quedarme aquí, quiero vivir en Erebor. Si la situación fuese distinta y fuese Dagira no me lo negarías.'

'¡No es lo mismo!' Gritó Dain poniéndose en pie, dando un golpe en la mesa.

'¿Por qué? ¿Por que no voy a casarme con él?' Dagril dijo esto intentado que el dolor de esa verdad no saliese en sus palabras.

Quería quedarse en Erebor porque estaba enamorado de la ciudad, y estaba enamorado de Thorin. Sabía que nunca pasaría nada, que el rey nunca le vería de esa manera, pero había decidido que no le importaba, no tanto como había pensado al principio. Quería quedarse en Erebor, en el hogar de su madre y su madre antes que ella. Quería quedarse al lado de Thorin, protegerle y servirle, pues en el veía al rey que siempre había querido tener. Quería ser su amigo, si el rey lo permitía, conocerle mejor y hacerse alguien de su confianza. Sabía que para quedarse en Erebor iba a tener que renunciar a su título nobiliario, convertirse en un ciudadano como los demás, pero estaba dispuesto. No había nada en Zirinhanâd para él, sin embargo, en Erebor, una nueva vida le esperaba.

Dain le miró, sorprendido ante las palabras de su sobrino.

'Tío, te quiero, como mi tío y como mi señor. Mi lealtad no ha cambiado.' Dijo Dagril, intentado relajar el ambiente. 'Todos estos años he estado bajo tu servicio, cumpliendo tus órdenes, siguiendo tus pasos. Agradezco todo lo que has hecho por mi, pero deseo quedarme. Sé que este es mi sitio, lo he sabido desde muy pequeño, y no quiero enemistarme contigo, no por esto.'

Dain miró a su sobrino y Dagril pudo ver como su mirada era distinta, como el enano estaba buscando algo en él, y Dagril aguantó la mirada. Al cabo de un rato de tenso silencio Dain fue hacia él, colocando sus manos en sus hombros.

'Veo que tu corazón está decidido y no hay nada que pueda hacer para cambiarlo.' Puso su frente contra la suya y Dagril suspiró, aliviado. 'Te deseo lo mejor, Dagril. Y que sepas que siempre puedes volver a casa.'

Dagril asintió, emocionado ante la respuesta de su tío. Ahora solo quedaba pedirle al rey que le dejase quedarse. Ahora solo quedaba enfrentarse a Thorin.

/

Eran dos cuervos. Cada uno mirando a un lado, juntándose en el medio con una garra en cada dirección. El mismo diseño que había visto en el cinturón de la armadura de Thorin. Estaban rodeados de unos pequeños pero hermosos dibujos geométricos. El tatuaje recorría todo su omóplato, llegando a su hombro y continuando hasta la parte delantera, donde finalizaba en una finas lineas. Era exótico. Bilbo nunca había visto algo así, nunca había pensado, no mirando a Dwalin, que esa pintura que se ponían de por vida pudiese ser tan atrayente, tan artística. El tatuaje resaltaba la musculatura de la espalda de Thorin, haciendo imposible que Bilbo dejase sus dedos quietos. No había tenido el tiempo suficiente para fijase en el cuerpo de Thorin, y ahora iba a tener todo el del mundo.

Comprometido, estaba comprometido. Con Thorin. Era irreal, pero se había pasado la última hora pensado en ello, dandole vueltas, haciéndose a la idea de qué significaba eso. Había llegado a la conclusión de que no lo sabía. En esos dos años había imaginado muchos posibles escenarios, y ninguno había sido casarse con Thorin y convertirse en consorte de Erebor. ¿Significaba que iba a tener algún tipo de poder? ¿Que iba a gobernar con Thorin? No. Eso era absurdo. Pero la verdad es que Bilbo no tenía ni idea. Bueno, pensó, es una aventura. Y eso le puso una sonrisa en la cara. Thorin era así, trayendo cosas a su vida que nunca hubiese imaginado posibles, llevándole a situaciones que le hacían sentir como todo su mundo se descolocaba.

'Thorin.' Dijo moviendo el pelo del rey, dejando su cara despejada. 'Thorin.'

El enano se movió, despertándose. Le costó un rato centrarse y Bilbo le dejó ubicarse. Habían bebido mucho la noche anterior y comprendía que el enano necesitase tiempo. Finalmente Thorin se movió, mirando a Bilbo.

'Buenos días, akdâmuthrabê.' Dijo con una voz aún ronca.

Bilbo se dio cuenta de que las tres veces que se habían despertado juntos, Thorin le había dicho eso: akdâmuthrabê. Tenía que averiguar qué significaba.

'Mi saqueador.' Dijo Thorin mientras se sentaba en la cama, al lado de Bilbo. 'Akdâmuthrabê significa mi saqueador, mi ladrón.'

Bilbo le miró, sorprendido por la traducción. '¿Por qué me lo traduces? Pensé que era una lengua secreta.'

'Lo es.' Comentó Thorin, recogiéndose el pelo detrás de la cara, haciendo un moño que no se recogió. 'Pero si vas a quedarte aquí, como mi consorte, vas a necesitar aprenderla.'

"Mi ladrón", así es como le había llamado. '¿Por qué ladrón?' Le dijo sin entender porqué se refería así a él, no después de la aventura. No cuando ya no era el saqueador oficial.

'¿No es obvio?' Contestó Thorin, cogiéndole la mano, llevándosela a los labios. 'Porque me robaste el corazón.'

Bilbo se rió, no pudo evitarlo. Nunca había pensado que Thorin era así, así de… romántico, así de tonto. Esperaba que no fuese algo continuo, pues no sabía si iba a poder vivir con ello.

'Eres tan cursi.' Le dijo besando su alargada nariz.

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'Era Bilbo.' Dijo Kili a su hermano. 'Bilbo. Todo este tiempo, ha sido Bilbo. ¿Cómo hemos estado tan ciegos?'

'Kee, no lo sé. Pero ahora es tan obvio.' Dijo Fili, tirando un trozo de leña a la chimenea.

'Pero esto lo cambia todo. Si es Bilbo, si Bilbo se queda… Thorin tendrá que aceptar a Tauriel.'

La voz de Kili sonaba esperanzada, ilusionada, pero Fili no estaba tan seguro. Que Bilbo fuese la persona de la que su tío estuviese enamorado era maravilloso. Bilbo era genial y sabía que era bueno para Thorin, pero no sabía cómo se lo iba a tomar Erebor. Era algo difícil. Fili se había estado tomando en serio su papel de príncipe y había aprendido mucho sobre relaciones y política. Bilbo era un extranjero, a ojos de todos. Sabía que no iba a ser fácil, que si Thorin llegaba hoy y anunciaba que pensaba cortejar al hobbit algo iba a suceder. La posición de Thorin no era tan estable como para que esa noticia se tomase sin repercusiones. Y si encima se le añadía a Tauriel… No. Fili no veía que eso fuese a acabar bien.

'Kili, vamos a esperar a ver que pasa.' Su voz tenía precaución y Kili lo notó.

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'Thorin. ¿Qué hace exactamente un consorte?' Preguntó Bilbo untándose mantequilla en el pan.

Thorin dejó la taza de café que estaba a punto de beber. La pregunta de Bilbo le había cogido desprevenido.

'Depende de la persona, supongo.' Dijo intentando dar una respuesta. Bilbo le miró, esperando. 'Suele ser la persona con más poder en la montaña, por debajo del rey o reina. Se ocupa de varias tareas: como diplomacia, festividades o tratados.' Bilbo notó que la frase se la había aprendido de memoria, quizás cuando había sido niño.

'¿Qué se va a esperar de mi si lo soy? Quiero decir. ¿Tendré que hacer algo?'

'No. Si no quieres.' Se apresuró a decir Thorin. No quería imponerle nada a Bilbo, sobretodo sabiendo lo mucho que valoraba la paz. Paz que no iba a encontrar si decidía desempeñar el cargo de consorte. 'No tienes porqué desempeñar el cargo si no quieres. Puedes dedicarte a lo que quieras. No todos los consortes han tenido un papel en la política de Erebor.'

Bilbo mordió la tostada, pensando en lo que Thorin le acaba de decir. Thorin no dijo nada, continuó comiendo, sin dejar de mirar a Bilbo de vez en cuando, hasta que este finalmente habló.

'Thorin, ¿podríamos no hacerlo oficial? La boda, me refiero, no aún. Tengo la sensación de que hay muchas cosas que no sé, que he aceptado algo sin ser consciente de qué aceptaba. No sé qué se espera de mi, qué es lo que se supone que debe hacer alguien en mi situación. No es como si nos casásemos y nada fuese a cambiar. No puedo eludir el hecho de que eres un rey. Y si yo paso a ser consorte… creo que debo saber serlo, creo que debo aprender.'

Thorin iba a interrumpirle, pero Bilbo no le dejó. 'Valoro de veras que me des la opción de que mi vida no cambie, pero eso es imposible. Si voy a vivir aquí, mi vida va a cambiar. Y si puedo ayudarte, si puedo… no sé, si hay algo que pueda hacer para ayudarte en tu día a día, si ese es el papel de un consorte, entonces quiero aprender. Quiero estar preparado.'

Thorin no sabía qué decir. No se había parado a pensar que Bilbo quisiese desempeñar el papel. En todas sus fantasías Bilbo siempre estaba allí cuando acaba el día, siempre era alguien al que volvía después de una larga jornada. No alguien con el que compartir el trabajo. Thorin nunca había compartido su responsabilidad, su deber de cuidar de su pueblo. La mera idea era extraña, pero Bilbo tenía razón. Si se convertía en su consorte…

'¿Estás seguro? No tienes obligación. Podrías quedarte aquí. Podría construirte un jardín, podrías cocinar, leer, escribir. No tienes porqué hacerlo, nadie te exigiría nada.'

'¿Es eso lo que quieres?' Preguntó el hobbit, su voz sería.

Thorin le miró. ¿Era eso lo que quería? ¿Tener a Bilbo solo para él? ¿Cómo si fuese un premio a un trabajo bien hecho? ¿Que le estuviese esperando, con la cena lista y la cama caliente? ¿Era eso lo que le estaba proponiendo? Thorin no se había enfrentado a ese dilema antes. Siempre había estado solo, nunca había tenido que pensar en cómo serían las cosas si tuviese a alguien, mucho menos si estuviese casado siendo rey. No tenía un modelo a seguir, pues había sido demasiado pequeño cuando su abuela vivía y su madre murió en el ataque. ¿Debía compartir su carga con Bilbo? ¿Era eso justo para el hobbit? Y aunque lo fuese, ¿sería capaz de hacerlo?

'No.' Dijo por fin. 'Quiero que seas feliz. Si lo que quieres es vivir sin preocupaciones haré todo lo que esté en mi mano para que eso suceda. Pero si lo que quieres es ejercer tu posición… Bilbo, nunca he tenido que compartir mi carga, nunca he sabido lo que es poder delegar en otra persona, confiar tanto que no tenga que preocuparme por las decisiones que tomen en mi nombre. Llevo toda la vida cuidando de mi pueblo, prácticamente solo. No sé si sabré compartir la carga, pero no hay nadie en quien confié más que en ti. Si deseas ejercer de consorte, no seré yo quien te lo impida.'

'Esa es la cuestión, Thorin. No sé si quiero serlo, no sé si el puesto me queda muy grande, o si seré bien recibido. Hay tantas cosas sobre tu cultura que no sé. Me gustaría saberlas antes de tomar una decisión.'

Thorin asintió. Bilbo tenía razón. Necesitaban tiempo. Tenía que pensarlo mejor. Había muchas cosas que Bilbo necesitaba saber, muchas cosas que tenía que aprender. Por no hablar de que ahora que lo pensaba fríamente, no podía casarse con Bilbo así. No podía anunciarlo de un día para otro. Tenía que cortejarle, tenía que seguir los pasos establecidos por sus ancestros. El cortejo era algo importante para su pueblo, era parte de su cultura y tradición y, aunque él no lo había seguido, sabía que debía hacerlo de puertas para afuera. Tenía que mantener la tradición, sobretodo si pensaba casarse con alguien que no era de su raza; sobretodo si Bilbo decidía que quería ejercer de Consorte. Tenía que conseguir que su pueblo le viese como a uno de ellos. Bilbo tenía mucho que aprender, y eso fue precisamente lo que le contó, todo lo que conllevaba qué él quisiese prepararse, que quisiese aprender. Ahora que no era una fantasía, sino una realidad, se daba cuenta de por todo lo que el hobbit tendría que pasar si quería vivir con él. Era en ocasiones como esas cuando deseaba no haber nacido para ser rey.

'Pero tengo una pregunta.' Dijo Bilbo, rompiendo sus pensamientos. 'Si hago todo eso, si aprendo todos esos protocolos, las costumbres, la lengua, todo lo que conlleva el cargo, ¿podremos vivir como cualquier otro matrimonio una vez que cerremos las puertas que separan Palacio del resto del reino?' La voz de Bilbo cargaba una seriedad que hizo que Thorin se diese cuenta de que cualquiera que fuese la respuesta era una promesa. Una que no podría romper.

'Sí.'

Bilbo asintió y dio un mordico a su tostada, dando por finalizada la conversación.

/

Thorin despidió a cada uno de los dirigentes de los clanes del Orocarni. Rugur se había ido, sin decirle nada más que las palabras justas de despedida, y Thorin no había sacado el tema. Nadie notó la mirada entre Argola y él antes de que esta dejase la sala del trono. Thorin había explicado la situación a Dwalin, diciéndole que dentro de una semana mandase a alguien a Gundabad, alguien discreto que no fuese detectado, y que volviese una vez supiese cuales eran los planes del jefe de los Puños de Hierro. El resto de clanes habían decidido irse en dos días, y Dain la semana siguiente. Que Dain se fuese más tarde era algo que habían acordado de ante mano. Tenían cosas que hablar, asuntos que tratar sobre exportaciones e importaciones, a parte de poner en común lo que ambos habían estado oyendo los últimos días. Thorin no quería hablar del asunto de Gundabad con su primo, no hasta que supiese si Rugur tenía en mente recuperar el monte.

No había dicho nada a nadie sobre Bilbo. Este se había ido, pues había quedado con Bardo, y habían decidido que iba a estar unos días en Valle, preparando todo para que los campos volviesen a ser fértiles. Rerir se había ido con él, habiendo sido asignado como su cuervo personal. Thorin se levantó del trono, dirigiéndose a su despacho, y Balin le siguió.

'Balin. Tengo que hablar contigo.' Dijo el rey sentándose y esperando a que su viejo amigo hiciese lo mismo. 'Es confidencial y sé que puedo contar contigo para que siga siéndolo.'

'Por supuesto.' Contestó el enano.

'Voy a casarme con Bilbo.'

Balin abrió los ojos y un poco la boca. Pocas cosas descoloraban al enano y, aunque lo hiciesen, su cara siempre se mantenía neutra. No esta vez. Thorin le había descolorado por completo. No se esperaba eso, no tan pronto, no así.

'Necesito que hagas un plan para cortejarle. Me refiero de cara al pueblo. Tu sabes mejor que nadie cómo tienen que ser esas cosas. Necesito que el pueblo le quiera, que le conozcan antes de hacerlo público.' Thorin hablaba como si estuviese dictando una lista de tareas. En cierto modo lo estaba haciendo. Balin empezó a anotar en la libreta que llevaba siempre con él, ya habría tiempo luego para hablar con Thorin.

'Necesito que se le instruya en protocolo.' Dijo levantándose y caminando lentamente de un lado a otro de la sala mientras enumeraba con los dedos. 'En política, en historia, en cultura general y que se le enseñe khuzdul.' Al oír esto Balin estuvo a punto de hablar, de decirle que eso era ir muy lejos, pero Thorin no le dejó. Era una de esas pocas veces en las que no le estaba pidiendo consejo, le estaba dando una orden. 'Quiero que la boda sea la primavera que viene. No quiero que todo esto salga a la luz hasta mediados de verano como muy pronto. Necesito que me busques un sitio donde Bilbo pueda vivir. Se va a mudar a finales de mes. Algo pequeño pero con todo lo necesario, cerca de Palacio, con luz. Y necesito que prepares una excusa para que visite Ered Luin a finales de invierno.

'¿Con qué fin? ¿A qué vas realmente?' Preguntó el enano, pues se le escapa qué tenía eso que ver con Bilbo.

'Voy a la Comarca. A recoger las cosas de Bilbo.' Dijo Thorin, mirando a Balin por primera vez desde que se había levantado.

El viejo enano se fijó en los ojos de Thorin. Estaban iluminados por una luz propia, la misma llama que había tenido cuando habían salido a reconquistar la montaña. Se fijó en lo vivo que estaba, la ilusión que emanaba, la pasión que había en él. Parecía más joven. Más fuerte. Más poderoso.

Balin asintió, con una sonrisa en los labios y se levantó.

Tenía mucho que hacer.

FIN

Zirinhanâd: Colinas de Hierro (mirar nota sobre modificación)


Nota: Aquí finaliza esta parte de la historia. Muchas gracia por haber estado conmigo todo este tiempo, por los comentarios, por seguirme, por todo.

Espero que os haya gustado, que hayáis disfrutado y que sigáis aquí para la continuación.

"Concerning Hobbits" será la segunda entrega. Se publicará cada lunes, siendo el primer capítulo publicado el día 7 de Septiembre.

Podéis contarme lo que os gustaría ver, lo que pensáis que va a suceder o lo que querías, al igual que pasarme canciones. Hasta entonces me podréis encontrar en mi tumblr o twitter, bajo el mismo nombre, o aquí por un PM.

Para todos aquello que quieran releer la historia que sepáis que la he editado. Gracias de veras por todo el apoyo y a todos los que me habéis escrito cada semana, sin vosotras no hubiese podido. Nos vemos pronto. :D

PD: Está canción la he elegido como canción recopilatorio de la historia. La descubrí tarde pero pienso que es perfecta para este arco. Espero que os deje un buen sabor de boca.

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Nota sobre el khuzdul (para aquel que le interese el tema tanto como a mí): todo el khuzdul que uso en mis fanfics está basado en varios estudios de la lengua. Como es una lengua que Tolkien nunca acabó, se ha modificado con el tiempo y hay diferentes corrientes según quien la haya extendido. Casi todo está basado en el Neo-Khuzdul de The Dwarrow Scholar. Uso su diccionario para crear frases y palabras. He estudiado su khuzdul y me parece el más rico y fácil de aprender gracias a todos los materiales que ha publicado. No soy lingüista por lo que seguramente no estén muy bien las frases, pero la intención es lo que cuenta ¿no?. También me baso en las traducciones de khuzdul4u que están actualizadas y su khuzdul esté basado en el de The Dwarrow Scholar. He de ser sincera y reconocer que no uso el khuzdul creado por David Salo casi nunca. No porque no me guste, sino porque no tengo acceso a un estudio de este, solo a ciertas frases. Hay muchas diferencias entre un khuzdul y otro, sobretodo desde las películas de El Hobbit, cuando se cambió por completo la lengua. Creo que coger cosas de cada uno de los estudiosos del khuzdul da una imagen más global y así si estáis más familiarizados con uno o con otro pues siempre podéis entender cosas.

Si alguien quiere hablar de este tema en profundidad ya sabéis donde encontrarme.

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Nota sobre modificación de "Colinas de Hierro": He cambiado la traducción de Colinas de Hierro de Gazaz Bhanad a Zirinhanâd. Esto se debe a que he hecho un estudio más profundo sobre el nombre. Zirinhanâd es como lo denomina The Dwarrow Scholar, mientras que la otra es una traducción antigua. Urâd Zirnul es otra forma de llamar a las Colinas de Hierro pero solo por los habitantes de Erebor. Ese es el nombre que da David Salo y lo veréis siempre que alguien de Erebor se refiera a las Colinas de Hierro. He editado esta corrección en anteriores capítulos.