Epilogo

Recargado en el puente de madera se encuentra Neji. El pequeño cuenta ya con trece años de edad. Su cabello negro lo tiene a la altura del hombro, recogido en una coleta baja, con algunos mechones cayéndole en el rostro. Se ha convertido en un jovencito muy apuesto, que en la academia volvía locas a las chicas, muchas fans estaban enamoradas de él, en especial ante su serenidad e ingenio combinado con su apuesto y elegante físico, alborotaba sus hormonas.

Sus ropas ninjas consisten en un pantalón con corte escoces de color verde seco, en su pierna izquierda trae amarrado un estuche de armas color negro. Su banda ninja la trae en la frente. La playera que usa es levemente holgada, de mangas cortas y sus sandalias son negras.

El chico tiene los ojos cerrados, brazos cruzados, mostrándose tranquilo. Pero abre sus ojos mostrando lo perla con ese toque de astucia y seriedad, entonces su mirada se volvió cálida al verla acercándose.

Ahí está la chica que le roba el sueño desde que tiene memoria, acercándose aun adormilada, incluso la diviso bostezar, entre más crecen más guapa la ve.

Mikoto a sus trece años se parece demasiado a su madre cuando tenía su edad, incluso el cabello lo tiene largo, solo que a diferencia de su madre ella se lo recoge aún en dos coletas altas. Su banda ninja le cubre la frente. Viste un short de licra ceñido que le llega a medio muslo, encima una falda roja. Su estuche de armas lo tiene en el brazo izquierdo, usa guantes que solo le cubren los nudillos, son de piel color negros y sus sandalias son del mismo color. Trae una blusa ceñuda color negra sin mangas con el símbolo del clan Uchiha en su espalda. Sus piernas son torneadas y gordas, y sus pechos están aún en desarrollo.

Cuando la mirada de Mikoto se topó con la de Neji, frunce el ceño y le muestra una mirada gélida que le hace competencia a la de Sasuke. Neji se sacó de onda, no entiende porque está enojada.

Su novia es demasiado berrinchuda y mimada, no la culpa, es la menor de los Uchiha, la consentida de papá, todos desde su nacimiento la miman, incluso él mismo la complace en todo. Aun así, a pesar de que ella es demasiado caprichosa, él la sigue queriendo, se atreve a decir que conforme pasa el tiempo se enamora más de ella, para él amarla es algo natural, algo que ha sentido desde pequeño.

- Buenos días—la saluda tanteando terreno.

- Jum. –ella se colocó lo más alejada de él, se cruzó de brazos y volteo su cara a lado contrario.

- ¿Ahora que hice? –se pregunta intentando analizar, no ha dejado que ninguna niña se le acerque, no ha permitido ni que le dirijan la palabra, porque si, su pequeña novia es demasiado celosa, ni siquiera le gusta que otras niñas que no sea Katsu le hablen, y él también es celoso, pero según él tiene justificación.

Por más que piensa no da con nada. Pero entonces cayó en cuanta de algo, ella usaba otra vestimenta ninja, una que cubría más y el short que trae puesto ahora le queda demasiado rabón, enseña demasiada pierna y ella tiene unas piernas que hacen que todo baboso las mire embobados. El pelinegro frunce el ceño molesto.

- Tu short es muy rabón—le reclama y ella no le dijo nada, ahora lo está ignorando. –usa pantalón. –le ordena, grabe error, eso la hizo voltear a él dedicándole esa jodida mirada que lo hace palidecer, y acaba de recordar que ella heredo no solo el físico de la madre sino también el temperamento y la fuerza.

- Uso lo que se me pega la gana—infantil le saca la lengua.

- Estoy seguro que no soy el único que quiere que uses pantalón, seguramente tu padre…

- No eres mi padre así que no opinas el cómo me visto. –le dice brusca, y es verdad, su padre no la deja usar ni short menos faldas, vestidos aún menos, siempre andaba con pantalones, pero consiguió esta vez usar lo que se le pega la gana porque su madre la ayudo.

- ¡Soy tu novio y no me gusta que uses short! –Neji alza un poco la voz, enojado es poco a como se siente, de solo pensar que se vino sola y seguro le miraron las piernas los pervertidos de la aldea le hace hervir la sangre.

- ¡Eres mi novio solo cuando te conviene! –le grita furiosa.

- ¿De qué hablas? Jamás te he negado.

- ¡Si no sabes de lo que hablo, púdrete imbécil!

- ¡Uchiha Mikoto! –Neji se acerca enojado hacia ella.

- ¡Tatsuya-nii! –Mikoto corre hacia Tatsuya que se acerca tranquilamente hacia ellos.

Neji frunce el ceño y se recarga enojado en la barandilla viendo como Mikoto toma de las manos a Tatsuya para saludarlo.

Así es, Tatsuya es su sensei encargado. Cuando lo pusieron como sensei no le gustó la idea para nada, luego se enteró que su jodido suegro tuvo algo que ver, el bastardo quería que le cuidaran a la niña, y ahí lo tienen.

Tatsuya no ha cambiado mucho en estos años, si acaso su cabello está más largo y sigue igual de alborotado.

Neji como saludo inclino levemente su cabeza y Tatsuya lo imito en respuesta.

- ¿Katsu aún no llega? –pregunta enojado.

- Si aquí estoy.

A Neji casi se le sale un pedo del susto, mira hacia arriba viendo a Katsu colgada de la rama de un árbol, estando de cabeza, usando chakra en sus pies y leyendo ese jodido libro del cual Kakashi no se cansa de leer.

La pequeña peli-plata tiene su largo cabello trenzado de lado, dejando caer unos mechones en la cara. Su banda ninja la tiene en el brazo derecho, sus sandalias son rojas y su estuche de armas es negro, lo tiene amarrado en la pierna derecha. Usa bermuda sencilla que le llega a media rodilla, es de color negro, y la blusa que usa es larga, levemente holgada, cayéndole coquetamente del hombro derecho, mostrando un top negro.

Tatsuya la mira con ojos entrecerrados, la última vez la sentencio de que si volvió a llegar tarde con escusas tan estúpidas como las de Kakashi la hacía pagar el desayuno de todos por un mes, tal parece que heredo lo coda del padre porque solo así llega a tiempo.

- Llegue antes que todos, incluso oí la acalorada discusión de Mikoto y Neji—comenta con simpleza haciendo a ambos sonrojar y a Tatsuya suspirar con pesadez.


Él ya tuvo a sus hijos, los crió, los cuido hasta que ya no hacía falta cuidar de ellos y estar atrás de ellos siempre, bueno, solo Mikoto que sigue siendo su pequeña, se mata antes de admitir que de pequeña ya nada, para él siempre será su bebita. Pero ese no es el tema; él ya cumplió, así que no entiende como mierda termino cuidado a sus nietos, a todos y el mismo día… ¡su día de descanso!

Ahí está Sasuke en el pasillo que divide el patio de la casa observando o más bien vigilando a sus nietos.

Los mayores tienen cinco años, si, los mayores que son Tetsuya, Haru, Suki y Kagura, porque su querido Itachi sí que le dio vuelo, mientras Seiki solo tuvo a sus gemelos hasta ahorita y Daisuke a su primogénito porque el muy bastardo no quiere compartir más a su muñequita, según él sale que con uno es suficiente, pero en fin, Itachi no, él parece que quiere una familia grande, al año de que nació Kagura, Itachi tuvo a su segunda hija que nombro Yumeko, dos años después y tuvo a su primer barón que nombro Fugaku en honor a su difunto abuelo, y sorpresa, Kushina está embarazada de nuevo. Sospecha que Itachi no parará con el cuarto que viene, comienza a pensar que su pequeño tiene fetiche con su esposa embarazada.

Suki y Kagura tienen cinco años de edad, mientras la pequeña Yumeko cuenta con cuatro añitos. Las tres están sobre una manta bajo el cerezo, jugando a las muñecas, se podría decir que las niñas son tranquilas hasta cierto punto, o cuando les das lo que quieren, las tres son revoltosas, bueno solo las mayores, Yumeko es tan tímida como lo fue Itachi cuando niño.

Suki es una niña muy hermosa, se parece en creces a Seiki cuando tenía su edad, incluso la peinan con dos coletas como lo hacía Sakura con Seiki, y a petición de la abuela la niña no deja de usar vestidos de muñeca como sus primas.

La pequeña Kagura con su pelo rubio también en dos coletas, se parece mucho a Itachi, aunque también tiene mucho de Kushina, en especial ese rubio cabello, Sasuke reza para que no saque lo bruto de Naruto por ser rubia.

Yumeko por otro lado tiene el cabello rosa como su abuela y padre, pero sus ojos son azules como los de Kushina y Naruto, la pequeña es una combinación Haruno-Uzumaki, cosa que le caga a Sasuke, porque es como si su esposa y Naruto hubieran hecho una hija y eso le revienta las pelotas, aun así es su nieta y la ama, eso no evita que Naruto le reviente las pelotas molestándolo con que parece una hija de él y Sakura, cosa que siempre los manda al hospital.

Fugaku por otro lado heredo el cabello negro del abuelo y los ojos azules de la madre, pero de físico se parece a Itachi completamente, incluso aún más que Kagura. Y saco lo enérgico de Naruto, esa combinación de genes le da un no sé qué, porque Sakura no deja de molestarlo diciéndole que si Yumeko es como si fuera hija de Naruto y ella, Fugaku es como si fuera hijo de él y Naruto, lo que hace que se enferme del estómago y se quiera matar, pero insiste, son sus nietos, los ama, son las burlas y las novelas que se montan lo que le revientan las pelotas.

Y ahí está el pequeñajo con energía de sobra gateando de un lado a otro enfrente de él, Sasuke sospecha saco la inteligencia de Naruto ya que el pequeñajo no deja de gatear de un lado a otro en círculos como si buscara la salida en un laberinto.

Tetsuya por otro lado es el más tranquilo de sus nietos. Esta, sentado alado de él, observando con ojo de águila a Suki, siempre la observa, la cuida y la protege, nunca juega con ella al menos que estén solos, de ahí, se aleja de sus primos para que ella juegue con ellos y él se mantiene a la distancia observándola, cuidándola en las sombras como quien dicen. Es muy unido a ella a la vez muy diferente. Suki es alegre y enérgica, Tetsuya sombrío y tranquilo, se podría decir que son luz y oscuridad.

Tetsuya se parece a su gemela, sino fuera porque tiene ese parche cubriéndole su rin´negan, el pelo corto y su otro ojo negro, se podrían confundir, es demasiado el parecido aun para ser gemelos, aunque todos saben que cuando crezcan se verá cambio porque Suki será más femenina y lógico que Tetsuya mas masculino.

Tetsuya viste un bermuda blanco y una playera azul, esa ropa a Sasuke le recuerda a la que él usaba cuando era niño, la única diferencia es que la de Tetsuya no tiene el símbolo Uchiha, aunque debería, es alguna clase de rebeldía de Tatsuya en no querer ponérsela a sus hijos alegando que son Hatake, no Uchiha.

- Sera pendejo, sus hijos son más Uchiha que nada—piensa con orgullo, pero cayó en cuenta de algo, ¿dónde está el peor de sus nietos? Si, el más travieso, ese es bueno escabulléndose, y es una bomba de tiempo si le quitas el ojo un mísero segundo. –¿Dónde mierda esta Haru? –pregunta mirando a Tetsuya.

- En la cocina—responde tranquilo sin apartar la mirada de su gemela y Sasuke ama su jodido rin´negan que todo lo ve.

- Vigila a Fugaku —le ordena yendo hacia la cocina.

Ahí ve al pequeñajo encima de una silla para alcanzar el congelador y con medio cuerpo en la nevera seguramente buscando helado.

- Haru. –lo llama amenazante.

Haru se enderezo teniendo en la boca un sándwich de helado con las mejillas manchadas de chocolate. El pequeño pelinegro pone expresión de haber sido atrapado en una travesura, que de hecho así fue.

Haru se parece tanto a Daisuke con algunos leves rasgos de Asahi. Viste un overol negro con el símbolo Uchiha en la parte de adelante, la blusita es blanca y sobre su cabeza trae una gorra negra con orejas de gatito, sobresaliendo sus mechones negros.

- No es lo que parece abue—dice rápidamente, escondiendo el helado tras su espalda.

- ¿No estas comiendo helado antes de la comida? –Sasuke alza ambas cejas y el pelinegro niega. – ¿Me crees pendejo?

- ¿Tengo que responder eso? –una sonrisa socarrona adorna su rostro y Sasuke le muestra una mirada que hace palidecer al pequeño.


Ahí está Haru en el patio, con las manos alzadas y de rodillas, su abuelo lo castigo así.

- Quiero a mi mami—un lindo puchero adorna su rostro.

Sasuke sentado alado de Tetsuya mira a su nieto que ya comenzó a hacer puchero, por lo que sonrío con burla, eso se gana por quererse pasar de listo.

- ¿Abuelo estoy maldito? –pregunta curioso Tetsuya, hace tiempo que quiere preguntárselo, su abuelo es muy sabio y siempre le dice la verdad, a sus padres no quería preguntarles eso porque ellos son tan importantes para él como lo es Suki, si les pregunta, algo le dice que los hará sentir mal.

- ¿Por qué lo preguntas?

Tetsuya se llevó una mano al ojo que es cubierto por el parche y Sasuke frunce el ceño.

- Papá dice que nadie lo debe de ver, y mami siempre lo besa como si fuera especial. No entiendo.

Su nieto le sorprende aún más de lo que le sorprendió Seiki, hablar con él es como si hablara con un adulto.

- Tu madre te dice la respuesta con ese beso, es especial y porque es especial mucha gente lo va a querer si lo muestras, por eso tu padre no quiere que lo enseñes a nadie.

Tetsuya asintió con compresión.

- ¿Tiene poder? –Sasuke asintió. – ¿me enseñarías a usarlo?

- ¿Para qué querrías usarlo?

- Para que papá deje de temer por mí. –responde sin más posando su mirada de nuevo en Suki viéndola reír y él sonrío levemente como si la risa de su hermana lo contagiara, Sasuke ha notado que solo eso le saca sonrisas sinceras, también ha notado que con Tatsuya sonríe como si buscara tranquilizarlo, su pequeño nieto ve más de lo que todos ven solo con los ojos e incluso se da cuenta de las preocupaciones de Tatsuya sin que sepa realmente la razón de ellas, solo las nota. El mayor de sus nietos es todo un misterio que le gusta observar.

- Te entrenare Tetsuya entonces serás el ninja más fuerte de todo el mundo shinobi—le asegura.

- Gracias abuelo. –y claro, su nieto heredo lo educado de Seiki.


Después de la misión de esta mañana se ve a Mikoto caminar a casa a paso marcado, aun enojada. Neji va atrás de ella exasperado porque no le hable, porque este enojada sin saber la razón de ello. Y no la dejara irse sola a casa menos como anda vestida.

- ¡Ya estuvo bien! –exclama saltando delante de ella haciéndola detenerse.

- Quítate. –ordena.

- No hasta que me digas la razón de tu enojo.

- ¡Kya…! ¡Me enoja más que no sepas!

- Mikoto aunque quiera no puedo leerte la mente. –le dice serio, enojándola más.

- ¡Bien! –le grita picándole el hombro. – ¡te vi coqueteándole a la chica de la tienda de dulces, maldito infiel!

- ¿Ah? –Neji intento hacer memoria. – ¡no me jodas! Solo le pague e iba con mis sobrinos.

- ¡Ay si, vi cómo te sonreía!

- ¿Y me viste sonreírle?—pregunta indignado.

Mikoto abre y cierra la boca, y luego frunce el ceño.

- Y también te dices mi novio pero no me das flores ni me besas, apenas me tomas de la mano y no en público, seguro para que tus admiradoras no sepan que tienes novia.—oh no, no se dejara ganar, está enojada con él por muchas cosas.

- ¡Si toda la academia sabe que eres mi novia! –exclama indignado. –y acuérdate que tú me dijiste que en público no te tome de la mano para que tu papá no se entere… y sobre los besos… —Neji se sonrojo, es verdad, ella siempre le da besos en la mejilla, él nunca le ha dado uno, pero no sabe cómo hacerlo menos en que momento, aunque le cueste admitirlo aún es algo tímido con ella. –y las flores…—no haya que decir, siempre procura cada día darle un detalle, no imagino que ella quisiera flores también, es verdad que de niños le dijo algo de las flores que no recuerda bien y le regalo, pero solo una vez.

- ¡Jum! –Mikoto se cruza de brazos y ladea su rostro a un lado.

- ¡Espera! –Neji sale corriendo y Mikoto mira indignada por donde se fue.

- Imbécil. –sin más sigue su camino.


En el bosque fuera de la aldea esta Asahi de pie frente al lago donde fue por agua cuando Daisuke la asalto y ahora esta atrás de ella tomándola de las caderas, picándole el culo con su erección y besándole el cuello.

Habían ido a una misión sencilla que ya terminaron.

Asahi se le han afinado más sus facciones, eso sí, las caderas le crecieron después del parto y los pechos un poco también, los tenía más grandes cuando le daba pecho a Haru cosa que Daisuke disfruto mucho. La pelinegra tiene el cabello más largo, a mediación de la espalda, Daisuke no la deja que se lo corte. Así que ahora lo trae recogido en una coleta alta, cayéndole algunos mechones en el rostro.

- Para Daisuke, tenemos que ir por Haru. Seguro el suegris está desesperado.—aunque le pide eso, ella misma inclino el cuello a un lado.

- El viejo puede aguantar—le dice mientras le baja el pantalón ceñido que trae puesto, ni loco la deja usar algo que no sea pantalón y cubra.

- Pero Haru…

- Es tu culpa, para que te inclinas mostrándome el culo. –le dice ronco, ya le bajo el pantalón y las bragas, ahora se está desabrochando el pantalón solo para sacarse su erecto pene.

- ¡Estaba llenando el bote con agua! –exclama indignada. – ¡además el escuadrón nos está esperando! –le dice con reproche.

- Que sigan esperando. –Daisuke la obligo a inclinarse y le tomo las nalgas abriéndolas para descubrir su entrada.

- ¡Daisuke! –le grita mirándolo por sobre el hombro, intentando enderezarse pero no la dejo.—ya no eres un adolescente y estamos en medio del bosque, contro… ¡ah! –grito y gimió cuando de una sola estocada la penetro.

- Dices eso pero estas tan mojada para recibirme. –le dice ronco, inclinándose. –siempre estas lista para recibir a tu hombre, muñequita—le dice mostrando una sonrisa socarrona, ella sigue siendo tan linda, aun se sonroja con él.

- Idiota.

Daisuke amplio su sonrisa, travieso metió sus manos dentro de la blusa de ella para tomarle los pechos.

- Digas lo que digas tu cuerpo es más sincero, solo mira como me meneas el culo para que te folle.

- ¡Deja de molestar y cógeme! –le reclama molesta y avergonzada.

Oh si, su muñequita se sigue avergonzando pero ya es más pervertida, digamos que él la ha influenciado un poco, y cuando la pone cachonda le dice lo que quiere. No haciéndose del rogar comenzó a moverse.


- ¡Mikoto, te dije que esperaras! –le reclama Neji al darle alcance, mas esta no se detuvo así que volvió a saltar quedando delante de ella lo que la obligo detenerse.

- ¡Déjame en paz Hyuga! –le grita enojada.

Neji sonrojado por lo que va a hacer, pero enojado porque ella camine sola vistiendo como viste se armó de valor para marcar territorio. Así que la tomo de las solapas y unió su labio con los de ella algo brusco. Sus labios solo se tocaron y Mikoto ensancho los ojos, luego se sonrojo toda. El pelinegro se separó estando todo sonrojado pero aun teniendo una mueca seria.

- Si tu padre me mata cuando le vayan con el chisme no me culpes. –le dice brusco.

- Tonto… me debiste avisar, no estaba preparada y ni lo disfrute. –dice haciendo esos lindos pucheros que le encantan y le hizo suavizar su expresión.

Con una mano le acaricio la mejilla, acunándosela.

- Intento ser el mejor novio del mundo para ti, pero sino me dices lo que quieres no lo sabré, y sabes que soy muy despistado con estas cosas. –con su mano libre le coloco la flor que fue a comprar, una rosa roja, y se la puso en la oreja, sonrojándola más, se ve muy linda cuando se sonroja, ella es una combinación rara de tímida y aventada a la vez. –y aunque me lo pidas es imposible que yo te avise cuando te besare. –su otra mano la coloco en la otra mejilla de ella. –simplemente lo haré de ahora en adelante. –el castaño cerro sus ojos y ella tímida los cerro también, entonces unieron sus labios, fue un beso tímido y tierno, que les hizo a ambos tener una explosión de mariposas en el estómago y sus corazones palpitan tan fuerte que parece se saldrán de sus pechos.

El sonido de una cámara los hizo separarse y voltear a su derecha viendo a Katsu con el celular apuntando a ellos. Neji se puso más rojo de ser posible.

- Hice bien en seguirlos, sabía algo bueno pasaría—comenta tranquila guardándose el celular. – ¿cuánto pagaría Hyuga Neji para que esto no llegue a manos de Uchiha Sasuke? –dice como quien no quiere la cosa.

- ¡Katsu! –nuevamente esa desgraciada lo dejara en banca rota, no es que tema a Sasuke pero sabe que aún no puede contra él y no quiere morir porque eso pondrá triste a su Mikoto.

- ¡Kya! ¡Katsu pásame la foto! Quiero la foto de nuestro primer… digo segundo beso en los labios—exclama emocionada lazándose hacia su amiga y Neji casi cae estilo anime.

El pelinegro mira como esas dos se pasan la fotografía y suspira resignado, bueno, sacara provecho y le dirá a Mikoto que le pase la foto, él también quiere una foto de ellos besándose.


Kushina va cargando unas bolsas con víveres, cuando Itachi le dio alcance y le quito las bolsas.

- ¡Itachi-kun! –exclama sorprendida.

La rubia luce un vientre de seis meses de embarazo, que la hace ver más linda con ese vestido de batita que usa, de color verde.

- Te he dicho que si vas de compras me digas, no me gusta que cargues —le reprocha caminando a su lado.

- No pesa nada, son solo cosas que hacían falta para la comida—comenta divertida. – ¿Y los niños? –pregunta preocupada, ella tenía que ir a un chequeo médico, así que dejo a Itachi con los niños, ya que él tenía el día libre.

- Me llamo tu padre para ir a una misión sencilla así que los deje en casa de mis padres. –le responde, rascándose la nuca. –iba camino a recogerlos cuando te vi.

- ¡Vamos juntos, ya los extraño! –exclama colgándosele del brazo de forma melosa e Itachi sonrío. –por cierto mamá nos invitó a cenar esta noche en su casa, estará nee-san también—le dice emocionada.

A Itachi le parece buena idea, con los años y con tantos nietos que le ha dado a Naruto se le termino el odio hacia él. El rubio Hokage está enamorado de sus nietas.


En la cafetería del hospital se ve a Sakura e Ino. Sakura no ha cambiado nada, solo que ahora su cabello se lo corto dejándolo a la altura del hombro, como cuando tenía dieciséis. Mientras que Ino a diferencia de su amiga si se ve más adulta que ella, e incluso se cambió el look cortándose el cabello hasta debajo de la nuca, dejando un mechón largo cayéndole del lado en la cara.

- Por lo que veo Kushina-chan va muy bien con su embarazo. –le comenta Sakura.

- Ya es una maestra en el tema, ya va por el cuarto en solo cinco años. O mi despistada hija no se sabe cuidar o ella junto con Itachi-kun quieren una familia grande. –comenta divertida.

- Le voy más a ambas—ambas ríen con diversión.

- Tu hijo ha mostrado lo semental que es—comenta insinuante.

- Y tan inocente que era de pequeño—comenta Sakura con fingido acongojo, divirtiendo a su amiga.

- Míranos frentona, terminamos emparentado con nietos en común… y odio que no te veas vieja si ya eres abuela como yo—le dice mirándola rencorosa y Sakura sonríe con arrogancia. –pero no me has dicho porque has venido en tu día libre.

- Veras—Sakura sonríe traviesa. –todo empezó cuando llego Seiki-chan con los gemelos pidiéndome que los cuide porque ella tenía que ir a una misión y Tatsuya tenía que ir con su equipo gennin, después vino Itachi-chan diciendo que tenía un llamado de Naruto y que Kushina-chan vendría al hospital, así que dejo a los niños, después vino Dai-chan diciendo que tenía que ir a atrapar unos bandidos con su escuadrón y sabes que Asahi-chan está en el mimos escuadrón, así que dejo al niño… y yo le dije a Sasuke-kun que tenía un llamado de urgencia solo para que le sufra un rato con sus nietos.

- Eres malvada frentona—comenta divertida y Sakura amplía su sonrisa.


Después de pasarle el informe a Naruto, Tatsuya se pasó a la casa de sus suegros para recoger a los gemelos. Cuando entro a la casa como si fuera suya y llego al patio vio a Sasuke ahí sentado vigilándolos con Tetsuya alado suyo. Nada más llego ahí y Tetsuya volteo para después ponerse de pie rápidamente y correr hacia Suki.

- Te va el trabajo de niñero—comenta con burla, divisando a Haru castigado, lloriqueando.

- Púdrete—le responde Sasuke cortante y Tatsuya amplía su sonrisa, para después ver hacia donde están sus hijos, viendo como Tetsuya le dice algo al oído a Suki quien volteo al instante hacia donde esta él y toda su hermosa carita mostro felicidad.

- ¡Papi! –grita corriendo hacia él con Tetsuya siguiéndola.

- ¿Dónde está Mikoto? –Sasuke lo mira amenazante.

Tatsuya lo ignoro y solo se inclinó para recibir a su pequeña que se lanzó a sus brazos para que la cargue.

- ¡Te extrañe!—le dice melosa, restregando su mejilla con la de él, sacándole una sonrisa bobona.

- Más te vale que no la hayas ayudado para que se vaya con el jodido Hyuga. –le dice amenazante Sasuke, si, sabe que el maldito de Naruto así como lo complació poniéndole de sensei a Tatsuya lo jodio poniéndole al Hyuga con su nena, terrible error, él sabe que Tatsuya es aliado del mocoso Hyuga.

- No necesita mi ayuda para eso. –Tatsuya le sonríe socarrón y Sasuke lo mira con odio, fue mala decisión hacer que Tatsuya sea maestro de su pequeña. –supéralo Uchiha, Mikoto ya no es una niña.

- Deseo desde el fondo de mi corazón que Suki crezca rápido y un bueno para nada como tú ande atrás de ella—le dice con profundo odio y Tatsuya borro su sonrisa, mostrándose sombrío.

Ambos se metieron en una pelea de miradas asesinas donde seguramente pronto se irán a los golpes, pero Tatsuya dejo de mirar a Sasuke cuando sintió el jalón del pantalón, viendo a Tetsuya.

- Mami llegara con hambre y cansada—le dice como si buscara detener la pelea que sabe se avecina.

- Yo también tengo hambre papi—Suki hace uno de sus lindos pucheros que le ablandan el corazón a Tatsuya.

- Ya lárgate mandilón. –Sasuke lo mira con burla.

- ¿No te mordiste la lengua? –Tatsuya lo mira altanero.

- ¡Abuelito! –exclama Suki estirando sus brazos hacia Sasuke el cual no se pudo negar y se acercó dejando que Suki lo abrace… si, tiene cierta debilidad con sus nietas, no lo culpen. –te quiero. –le dice melosa, dándole un tronado beso.

Adora lo amorosa y cariñosa que es su hija, pero le caga cuando lo es con Sasuke, o con cualquiera que no sea él, Seiki o Tetsuya. Pero es muy débil ante su pequeña, no le puede negar nada.

Sasuke le sonríe altanero a Tatsuya al ver su mirada, si el pendejo así es con la familia ya quiere ver cómo será cuando le salgan pretendientes a Suki.

- Hn—Tatsuya da media vuelta dispuesto a irse, sin dar las gracias, como siempre. Mientras Suki asomándose por el hombro de su padre le sonríe a Sasuke mientras le dice adiós con la mano.

Tetsuya hace una educada inclinación hacia su abuelo.

- Nos despides de la abuela, por favor, Suki le manda un beso. –le dice de esa forma que tiene de hablar tan madura antes de irse por donde se fue su padre.

Sasuke los mira alejarse, en especial mira al mayor de sus nietos, enserio, no deja de sorprenderlo día a día, conforme crece ve cosas en él que le interesan.

- Sin duda te haré el mejor shinobi Tetsuya—una sonrisa arrogante y llena de orgullo adorna su rostro, pero luego mira a sus nietos, y suspira con pesadez—ya que vengan sus padres tengo una hija que buscar y un Hyuga que matar—piensa exasperado.


- Llegas tarde pequeña Katsu. –la saluda Atsushi nada más la sintió llegar.

El chico está sentado bajo la sombra de un árbol y le dedica una cálida sonrisa.

- Tenía cosas que hacer—Katsu se encoge de hombros. –por cierto, mis dos mejores amigos ya tuvieron su primer beso en los labios, ¿cuándo piensas darme el mío?

- ¿Ah?

- Luego no te lamentes si alguien se te adelante y me lo da. Te perderás mi primer beso. –Katsu se muestra despreocupada, y saca el libro que trajo para leer esta tarde.

Atsushi ríe divertido, ella sigue con eso de que él se enamorara de ella, le parece tan linda.

- Katsu.

La peli-plata voltea entonces sintió los labios de Atsushi en la frente, dándole un cálido y tierno beso.

- Supongo está bien para empezar, aun así luego no te quejes si alguien más se lleva la virginidad de mis labios. –le dice tranquila cuando él se alejó.

- Una niña de tu edad no debería decir cosas como virginidad—le dice como reproche.

- Bueno, la pureza de mis labios, lo que importa aquí es que bajo advertencia no hay engaño.

- Ya—responde divertido.


Cuando Itachi y Kushina llegaron Fugaku está dormido alado de Sasuke, acurrucándose con él, mientras las mayores están jugando a las muñecas y Haru sigue castigado.

- Se le acabo la pila—comenta Itachi divertido, inclinándose para cargar a su hijo sin que despierte.

- Lo peor es que son recargables—comenta Sasuke frunciendo el ceño, divirtiendo a Itachi, y Kushina sonrío nerviosa.

- Gracias por cuidarlos tío y disculpe las molestias. –le dice apenada, haciendo una exagerada inclinación.

- ¿Y oka-san? –Itachi voltea a todos lados, buscándola.

- Salió—Sasuke gruñe molesto porque esa molestia traidora lo haya dejado morir solo.

Itachi sonrío nervioso, por lo que ve tuvo casa llena de nietos y se quedó solo cuidándolos.

- ¡Sentimos las molestias! –exclaman ambos apenados, sabiendo que son los que más le cargaron la mano a Sasuke.

- Hmn.

- ¡Papi! –grita emocionada la pequeña Kagura al ver a sus padres, poniéndose de pie rápidamente y corriendo hacia él.

Yumeko se puso de pie más tranquila pero también corrió atrás de su hermana.

- ¿Se divirtieron con el abuelo? –pregunta Kushina cuando llegaron con ellos, más bien con Itachi, sus hijas lo adoran, y no las culpa ella desde mocosa estaba más que coladita por él, es normal que sus hijas lo estén, como bien dicen; el primer amor de una niña siempre será su padre y ella comparte a su Itachi solo con ellas.

- ¡Si! ¡Jugamos toda la mañana con Suki-chan! –exclama enérgica Kagura, mientras Yumeko solo asintió.

Itachi les sonríe y les acaricia el cabello a cada una, haciéndolas sonrojar.

- Despídanse del abuelo. –les dice Itachi y ambas asintieron.

Kagura sin pensarlo se lanzó a los brazos de Sasuke y le dio un tronado beso en la mejilla.

- ¡Te quiero abuelito! –exclama enérgica y Sasuke sintió que su nieta le reventaba el tímpano.

Luego se acercó toda tímida Yumeko y le dio un beso en la otra mejilla. Itachi y Kushina se contienen por no reír al ver la cara de Sasuke de no querer mostrar el cómo lo llenan de ternura sus nietas a la vez sintiendo la incomodidad de su espacio personal invadido.

- Gracias oto-san. –Itachi hace una leve inclinación de cabeza despidiéndose de su padre antes de irse con sus mujercitas y su pequeño.

Sasuke los mira alejarse, ver a su pequeño Itachi siendo ya un padre de familia le hace sentir orgullo a la vez nostalgia al recordar cuando su hijo era un pequeño tímido que lo miraba como si fuera lo más genial del mundo.

- Me estoy haciendo un cursi—Sasuke suspira con pesadez.

- ¡Estoy en casa!

Al fin llego la pequeña de la casa que por cierto le tiene que dar una explicación, si aún anda enojado porque Sakura la obligo a dejarla vestirse de esa forma tan reveladora.

- ¿Dónde estabas? –le pregunto brusco nada más entro a la cocina.

- En misión papi—le responde sonriéndole angelical.

- Tatsuya llego por los gemelos desde hace rato y eso que él demoraría más porque entrega el informe—Sasuke la mira de forma penetrante.

- Es que me pase con Katsu por el mercado, queríamos dulces. –Mikoto en ningún momento borro su sonrisa.

Sasuke se le quedo viendo, poniéndola nerviosa. Conoce a sus hijos mejor que nadie, y Mikoto tiene de linda lo que tiene de engañosa y caprichosa.

- Papi, ¿que hizo Haru-chan? –pregunta desviando el tema, mirando hacia donde está su sobrinito con puchero incluido.

- No me cambies el tema—le dice entre dientes.

- Pero papi míralo, pobrecito. –le dice acongojada.

- Se portó mal y está castigado, sino se le castiga se hará peor, ahora Uchiha Mikoto mas te vale me estás diciendo la verdad, si me entero que andaba con el Hyuga no solo te encierro de por vida sino que mato al mocoso ese.

- ¡Eres un exagerado oto-san, a veces no te soporto! –le grita molesta, saliendo de ahí corriendo.

- Odio que este en la edad de la rebeldía y es aquí donde noto lo mucho que la he consentido—murmura indignado, enojado y muy dolido mirando por donde se fue su pequeña.


Isae está lavando los platos a su lado, encima de un banco esta Tenshi ayudándola a secarlos. A él le gusta mucho ayudar a su madre, intenta hacerlo en todo lo que puede.

El pequeño Tenshi ya casi cuenta con seis años de edad, es muy lindo, se parece con creces a su padre, incluso en la expresión angelical, aunque en carácter son muy diferentes.

En cuanto Isae sigue teniendo un cuerpo tan escultural como toda mujer en su familia, los únicos cambios que ha tenido su persona es que su cabello lo tiene en un corte bob. Su vestimenta es más hogareña, menos reveladora como solía usarla antes, e incluso ella dejo de ser ninja porque su prioridad desde que tiene a Tenshi es cuidarlo y estar siempre que pueda con él, además que sabe lo peligroso que es ser shinobi, siempre estás en riesgo de morir, y ella no piensa dejar a su pequeño huérfano. Se podía decir que se dedica cien por ciento al hogar.

- Así que tuvo gatitos—comenta divertida y Tenshi asintió. –me imagino que Suki-chan se volvió loca al verlos. –ella sabe que el par de vecinitos de enfrente son los compañeros de juego de su hijo, a pesar de que Seiki sigue sin ser de su agrado, mientras su hijo sea feliz no le importa, además que admite que la pequeña de Suki es encantadora, aunque se parezca físicamente a la madre es muy diferente a ella.

- Aun no los ve, mami—le dice con su tono de voz infantil y tranquilo. –Suki y Tetsuya están en casa de sus abuelos.

- Cuando los vea sé que se volverá loca—comenta con diversión, ella ha visto como la vuelven loca los animales a la pequeña Uchiha, los adora.

- Si—Tenshi asintió.

- Ya que salió el tema de los abuelos, tu abuelita Ino nos invitó a cenar, podrás ver a tus primos para jugar con ellos.

- ¿También ira el abuelo Sai? –Tenshi la mira curioso, le gusta estar con su abuelo Sai porque es muy inteligente, siempre aprende cosas nuevas con él, sus tres abuelitos son muy diferentes, como por ejemplo, su abuelo Naruto es juguetón y enérgico, siempre juega con él y con sus primos, su abuelo Kankuro es cariñoso y juguetón y su abuelo Sai es serio y sabio, aunque dice cosas raras, a los tres los quiere por igual, como a sus abuelas.

- No cariño, aun no llega de misión, y sabes que él casi no va a comer a la casa de la abuela—le dice amorosa, y ella sabe la razón, su padre aún sigue amando a su madre, y le lastima verla en otra familia donde él pudo estar, aunque las veces que si aceptar ir es solo para joder a Naruto porque sabe se pone celoso con su mera presencia.

El sonido que hace el refrigerador al abrirse los hace voltear a ambos viendo a Matsu todo lleno de lodo y sangre, con heridas y ropa rasgada, teniendo medio cuerpo metido en la nevera.

- ¡¿Por qué no avisas que ya estás en casa?! –exclama con reproche porque aparezca de la nada y sin avisar.

- ¿Sobro algo de la comida?, muero de hambre—le dice enderezándose, mostrando esa sonrisa angelical que siempre ha poseído, e ignorando la pregunta de ella.

- Sí, pero antes de eso ve a ducharte, no permitiré sigas en mi cocina en ese estado—le dice con firmeza, pero chilla enojada al ver que embarro el suelo de sangre y fango, siempre que viene de una misión es lo mismo, y sabe que esta sangre no es de ese jodido sádico que está segura se excede en sus misiones contra los pobres diablos que tienen la desgracia de toparse con el— ¡haz manchado el suelo!

Matsu mira hacia el suelo, alzando uno de sus pies viendo que efectivamente hay huellas de él por todo el camino, y además charcos donde escurrió al caminar. En estos momentos es cuando menos entiende como termino él cayendo ante la estupidez del amor y ante esa rubia gritona. Cuando alza la mirada hacia la gritona rubia esta ya se acerca a él y comienza a sacarlo a empujones de la cocina.

- ¡No entraras a mi cocina y no comerás nada hasta que te laves! –le grita enojada— ¡estas peor que un niño, ni Tenshi hace eso!

- Si quieres que te coja en el baño por mí no hay problema

- ¡Ahh! ¡Que no salgas con tus peladeces Tenshi podría oírte!

- Sino gritas cuando te la me…

Tenshi hace una mueca de dolor al oír un fuerte golpe, mirando hacia la entrada de la cocina.

- ¡Matsu tienes un corte en tu brazo, sino lo lavas se infectara!

Ahora se escuchó a los lejos el grito lleno de preocupación de su madre, seguro noto la herida cuando golpeo a Matsu. El pequeño Tenshi no despego la mirada por donde salieron esos dos.


- Viejo lo que estás haciendo con mi hijo es maltrato infantil—fue lo primero que dijo Daisuke nada más llego donde está su padre y vio a su hijo castigado, si, él mejor que nadie sabe la crueldad de ese castigo, más que nada porque hace que te aburras como ostra y se te cansen los brazos.

- Si no te gusta no lo dejes aquí cada que se te pega la gana—le dice con reproche y Daisuke le sonríe con descaro.

- ¡Campeón el castigo termino, vamos a casa y alejémonos del ogro Uchiha! –grita hacia donde está su hijo que volteo emocionado hacia donde está su padre mientras que Sasuke fulmina con la mirada a su siempre mal agradecido hijo.

- ¡Papi! –Haru salto a los brazos de su padre, mostrando emoción y felicidad.

- Dime que le sacaste canas verdes al viejo—le dice juguetón.

- Síguele cabronazo y la próxima no dejo ni que tu madre menos Mikoto te lo cuiden—le dice amenazante y Daisuke le saca la lengua mostrando burla.

- ¿Y mami? –pregunta buscándola con la mirada.

- Se adelantó a casa para hacer la comida. Hará croquetas de pescado para ti. –Daisuke juguetea rosando su nariz con la de él y Haru ríe emocionado.

Sasuke se le queda viendo, de sus hijos como padre Daisuke es el que más le sorprende, no solo es cariñoso y juguetón con su hijo, que además es varón y bien saben todos como es Daisuke con los de su mismo sexo, sino que también cuando tiene que serlo es firme y estricto, de echo ver como Haru quiere, respeta y admira a Daisuke le sorprende más.

- Despídete de abue—le dice para después morderle de forma juguetona una mejilla.

- ¡Papi no me comas! –exclama divertido.

- Si no te despides pronto de abue lo haré, muero de hambre y tus mejillas se ven deliciosas—Daisuke mueve sus cejas de forma insinuante.

- ¡Adiós abue! –exclama rápidamente, temeroso porque su padre se lo coma.

- Gracias viejo—le dice antes de irse y Sasuke bufo, al menos el canijo ya le da las gracias cuando cuida a su mocoso mimado.

- ¿Quién quiere que lo cargue como caballito?

- ¡Yo!

- No me sorprende que sea un mimado si nada más hay que ver como Daisuke lo trata y Asahi es igual—Sasuke suspira con pesadez.


Suki entra corriendo a la habitación que comparte con su hermano, y Tetsuya entra atrás de ella.

- ¡Me divertí mucho! –exclama alegre y enérgica, adora ir a casa de sus abuelos, más cuando están sus primas ahí.

- Lamento no ser tan divertido como Yumeko y Kagura—le dice tranquilo.

Suki voltea viendo a su gemelo mirarla de forma penetrante, así que se acerca corriendo a él y lo abraza, pero él no le respondió el abrazo, así que se separa y lo toma del rostro.

- Nadie es más divertido que Tetsu. –le dice sonriéndole y él le sonríe levemente.

- Nadie es tan especial como Suki—le dice antes de darle un tierno beso en la nariz, haciéndola sonrojar.

- ¡Estoy en casa!

- ¡Mami llego! –exclama feliz, tomándolo de la mano para salir corriendo junto con él.


- ¡Mami! –nada mas Seiki atravesó la sala y Suki junto con Tetsuya corrieron hacia ella así que se inclinó para dejar que sus dos hijos la abracen.

- Amo este recibimiento—les dice cariñosa, abrazándolos a ambos.

Tatsuya que salió de la cocina cuando escucho a Seiki, se recarga en el marco de la entrada, viéndolos, adora ver a su familia, esos tres son sus amores, sus tesoros.

- Bienvenida.

Seiki alza su rostro viendo a Tatsuya y le sonríe.

- Estoy en casa.


Mientras Kushina hace de comer Itachi está en la sala cuidando a sus dos princesas y a su pequeño hijo que despertó nada más llegaron a casa.

Así que ahí tienes a Itachi sentado en el suelo, teniendo en sus piernas, sentado a su hiperactivo hijo que mordisquea un juguete de goma, enfrente están sentadas sus dos hijas que juegan a tomar el té con él. Si, cuando el sexo femenino gana y más cuando son sus princesas hay cosas que un padre tiene que hacer.

- ¿Más té señor papi? –pregunta Kagura sosteniendo la tetera.

- Por favor señorita hija—responde divertido, extendiendo su taza de té, dejando que su hija le sirva más de ese té imaginario.

- ¿Y usted señorita imouto? –la rubia ahora mira a su peli-rosa hermana que tímidamente asintió, extendiendo su taza de té.

- Gracias nee-san—Yumeko le dedica una linda y tímida sonrisa.

Itachi se contiene por no chillar como mujer cursi al ver a sus dos princesas, son muy unidas, siempre juegan juntas aunque no sean de la edad. Kagura siempre cuida de su tímida hermana menor.

La puerta fue tocada varias veces lo que lo hizo dejar de ver a dos de sus amores.

- Discúlpenme señoritas, tengo que ir a abrir la puerta—les dice juguetón Itachi, mientras se pone de pie, teniendo en brazos a su hijo, a ese no lo deja a solas con ellas porque es un terremoto andante.

- ¡Si señor papi! –exclaman ambas, una más animada que la otra.

Cuando Itachi abrió la puerta se sorprendió al ver a su querido amigo Ryuji, que ya no luce la banda de Konoha en la frente, sino la de la arena, desde hace tres años, sino es que un poco más Ryuji se mudó a la arena, un poco antes de casarse con Saori quien está a su lado. Cabe resaltar que el chico tiene en brazos a una pequeña pelirroja de dos años, que tiene dos coletas altas, hermosos ojos perla y se parece demasiado a Saori.

Itachi aún recuerda lo que le sorprendió cuando su amigo le dijo que se iba a casar, en especial con quien, siendo que es mayor que él y es nada más y nada menos que la hija del fregon de fregones de la arena, no sabía cómo se dio hasta que su amigo se lo conto, lo que le hizo sorprenderlo más. De hecho cuando fue a la arena a la boda junto con Kushina, dejando a sus dos pequeñas al cuidado de la abuela, ahí solitos, andando algo así como novios concibieron a su pequeño Fugaku, no le sorprende que Fugaku y la pequeña de su amigo sean de la edad.

- Enserio que sino vengo a verte tu jamás nos visitas—le dice con un reproche juguetón.

- La vida de padre me tiene ocupado—comenta divertido.

- Eso puedo ver—le dice viendo al nuevo integrante de la familia de su amigo. –solo falta que me digas que Kushina de nuevo esta embarazada. –comenta bromista.

- De hecho lo está—Itachi se rasca la nuca, sonriendo nervioso y sus dos visitantes ensanchan los ojos.

- Te lo dije, tiene fetiche con embarazadas, por algo no quería que viniéramos cuando estabas encinta—le "susurra" a su esposa que sonríe divertida.

Itachi se sonroja ligeramente, de hecho si tiene un ligero fetiche con su esposa preñada, pero nadie le creería que han sido accidentes, si acaso solo Yumeko fue planeada, de ahí los demás han sido accidentes a su despistada esposa se le olvida tomar el anticonceptivo y a él se le olvida recordárselo.

- Supongo a Itachi-kun y Kushina-chan les gustan las familias grandes—comenta Saori divertida e Itachi le sonríe en respuesta.

- Pasen, llegaron justo a tiempo, no tarda en estar la comida… además tu y yo tenemos mucho de que ponernos al día—le dice bromista a su amigo.

- Sé que desde que me mude de aldea me extrañas, por eso vine a que me veas un poco—le responde bromista cuando se adentra después de su esposa.


Cuando Sakura llego vio a Sasuke acostado en el sillón, teniendo un brazo encima de su frente. Verlo, le divirtió.

- Estoy en casa—anuncia sabiendo que no está dormida.

- Al fin—le dice con reproche, abriendo uno de sus ojos.

Sin borrar su sonrisa se acerca a donde esta él y Sasuke alzo su cabeza dejando que se siente para él apoyar su cabeza en las piernas de ella.

- ¿Estás cansado? –pregunta juguetona, acariciándole el cabello.

- ¿Tú qué crees? –le dice entre dientes. –tus nietos son revoltosos. —Sakura rio con diversión.

- Y eso que Fugaku aún es un bebé, deja que crezca más, se ve será un tormento peor que su abuelo.

- Estúpido dobe y sus genes—dice entre dientes—solo arruino los nuestros. –Sakura ríe más divertida.

- Ya paso la tormenta—lo consuela dándole un cariñoso beso en la frente— ¿Qué quieres de comer? Tu esposa piensa mimarte lo que resta del día—eso definitivamente le gusto, su sonrisa lo dejo ver y Sakura sabe bien de quien sacaron lo mimado sus hijos.


Daisuke está acostado boca arriba en el suelo, y carga a Haru, alzándolo desde las costillas, y el pequeño tiene los brazos abiertos mientras su padre lo mueve de un lado a otro como si estuviera volando.

Asahi entra a la sala llevando algo de fruta en un plato—esos dos aman comer fruta, más si esta es dulce—y al verlos sonríe, adora como es Daisuke como padre, en su vida se imaginó que él sería así, de echo si antes de que naciera Haru se lo dicen no se lo hubiera creído.

- Traje un refrigerio—avisa acercándose a ellos y sentándose alado de donde esta Daisuke.

- ¡Si! –exclama emocionado Haru mientras Daisuke se sienta, dejando de pie a su hijo frente a él. –gracias mami. –Haru abraza a Asahi para darle un tronado beso en los labios y luego separarse de ella y sentarse para tomar un tenedor y comenzar a comer.

- ¡Oye! ¡Los labios son míos, las mejillas tuyas! –le dice Daisuke dándole un suave golpe en la frente.

Haru le sonríe descarado y Daisuke entrecierra sus ojos, que su hijo se sienta afortunado, es con el único que comparte. Asahi se muestra divertida, y para que Daisuke deje el berrinche le acerca algo de fruta en la boca.

- Gracias muñequita—y como si quisiera marcar territorio le da un muy fogoso beso en los labios a Asahi que le resultó imposible rechazar, provocando que Haru haga puchero.


En el jardín esta Tetsuya acostado boca abajo, coloreando en su cuaderno de pintar, alado de su hermana la cual quiso colorear con él, frente a ellos tienen un plato con algunas galletas y dos vasos de jugo a medio terminar.

- ¿De qué color quieres que les pinte la ropa Suki? –Tetsuya voltea hacia su gemela, viéndola dormida sobre el cuadernos de dibujo.

Tetsuya ladea su rostro a un lado, después sonríe levemente, ella ha jugado mucho, seguro está cansada, le hablara a su padre para que la lleve adentro donde podrá dormir más cómoda.

- Tetsuya

El mencionado alza el rostro hacia la rama de un árbol, donde escucho esa voz infantil tan conocida para él. Viendo ahí en cuclillas a Tenshi con su relajante y tranquila expresión, mirándolo.

Tetsuya lleva un dedo a sus labios, en una señal de silencio. El pequeño pelinegro suele juntarse mucho con Tenshi, a diferencia de los demás niños de su edad, su vecino es muy compatible con él, es tranquilo y serio, y tienen muchos intereses en común. Simplemente le agrada estar con él, claro, su gemela sigue siendo la numero uno para él y sabe lo será por siempre.

Tenshi salto, quedando en cuclillas frente a él, miro por un momento a Suki para después posar su mirada en su amigo.

- Te ayudo a llevarla adentro.—se ofrece educado y hablando más quedito.

- Podría despertarse, mejor ahorita le hablare a papá para que la lleve sin que se despierte.

Tenshi asiente con compresión y recordó porque lo fue a buscar.

- Por cierto, la gata que estábamos cuidado tuvo gatitos, pensé tu querrías llevar a Suki-chan ahí a verlos.

- Ella seguro querrá verlos y quedarse con ellos.

- Fueron tres.

Tetsuya asintió con compresión, ya verá que se le ocurre para convencer a sus padres para que los dejen quedarse con ellos, sabe que Suki los querrá y él hará lo que sea para que ella tenga lo que quiere.

- Por cierto—hace tiempo le quiere preguntar esto a alguien, pero no sabía a quién y confía mucho en Tetsuya, lo considera su mejor amigo. – ¿sabes cómo uno reconoce a su padre? –pregunta curioso, saber quién es su madre es fácil, sus abuelos, tíos, primos también, simplemente ahí están, siempre supo lo que son, pero su padre no, sospecha, pero tiene dudas, él no es un padre realmente, no lo trata como un hijo y él no lo siente como un padre.

Tetsuya alza una de sus cejas.

- Matsu-san es tu padre… ¿o no?

- ¿Qué te hace pensar eso? –Tenshi ladea su rostro a un lado mostrando curiosidad.

- ¿Porque es el esposo de tu mamá? –Tetsuya entiende muchas cosas, pero saber reconocer a tu propio padre es algo que no sabría explicar, él desde que tiene memoria sabe que Tatsuya es su padre y lo ama, ¿no debería Tenshi sentir lo mismo?

- Mmm… si… creo, no lo sé. Vive con nosotros y duerme con mami, a veces lo he visto darle besos en la boca—al decir eso frunce el ceño, se le hace asqueroso como besa a su madre.

- Entonces si es esposo de tu madre, así que es tu padre—comenta no muy seguro.

Tenshi se soba la barbilla pensativo.

- A Matsu no lo siento un padre como siento a mi madre mi mami.

Tetsuya no le haya explicación, no entiende como Tenshi no reconoce a su padre como él reconoce al suyo, es algo natural para él como reconocer que Suki es suya para proteger y cuidar, por gusto para chiflarla.

- Pregúntale a Matsu-san –sugiera y Tenshi se encoge de hombros.

- Lo haré.

- ¿Tú quieres un padre?

- Solo quiero saber si tengo uno porque mis primos y ustedes lo tienen, me parece que debería tener uno, pero mi mami lo es todo para mí, así que no entiendo la necesidad de un padre.

Tetsuya no sabe cómo responderle eso, él siente que su padre es parte de él así como lo es su mami, como lo es Suki.


Seiki está sentada en el sillón comiendo unas galletas con chispas de chocolate. Quito su atención del televisor cuando vio a Tatsuya pasar con Suki dormida en brazos, y atrás de él Tetsuya que se desvió del camino hacia ella.

- Mami—la llama al estar frente a ella. –en la cas…—Tetsuya se vio interrumpido por la galleta que su madre le metió a la boca, así que la mordió, sosteniendo la otra parte con la mano.

- ¿Ricas ah? –le dice divertida y Tetsuya asintió. –me decías.

- En la casa que está sola vive una gata que alimentábamos.

- Lo sé—Seiki sonríe divertida y Tetsuya no se sorprende a sus padres nada se les escapa.

- Tenshi vino hace un momento y me dijo que tuvo gatitos, cuando Suki los vea va a quererlos. ¿Podrías dejar que nos quedemos con ellos?... yo me haré cargo de ellos.

Seiki se le quedo viendo y Tetsuya le mantuvo la mirada, luego ella le sonrío y Tetsuya le sonrío en respuesta.

- Confió en que cuidaras bien de ellos. –le dice dándole un suave golpe en la frente con los dedos.

- Gracias mami. –Seiki amplía su sonrisa y le besa la frente.

Tetsuya se volteo para ir a la habitación con su hermana, para cuidarle mientras duerme, paso alado de Tatsuya que venía de regreso, solo miro un momento por donde se fue su hijo y regreso hacia Seiki, sentándose alado de ella, tomando una galleta a la vez que su brazo libre se lo pasa por los hombros, atrayéndola a él.

- Se veía feliz—tal vez no lo demuestra como los otros niños que son más expresivos, pero él conoce bien a sus hijos, no sonreía como los otros, pero noto la emoción en él.

- Tendremos mascotas—le dice divertida, alzando su rostro para ver el de él notando como alza una de sus cejas, mismo gesto que tiene Tetsuya cuando necesita más explicación. –la gata que alimentaban junto con Tenshi-kun tuvo gatitos, los quieren adoptar. Tetsu-chan prometió hacerse cargo de ellos.

- Bueno, confió que los cuidara bien. Si Suki hubiera prometido eso, dudaría porque esos gatos sobrevivan—comenta divertido y Seiki lo mira con reproche. –admítelo, Tetsuya es el responsable, Suki es lo contrario… creo que es culpa de Tetsuya que siempre toma responsabilidad de los actos de ella. –Tatsuya ama chiflar a su pequeña, pero a veces siente que está mal chiflarla demasiado y permitir que Tetsuya se responsabilice de cosas de ella.

- Aunque digas eso seguirás pasando por alto sus travesuras—le dice divertida y Tatsuya se encoge de hombros.

- Mi pequeña no es traviesa, solo es demasiado juguetona.

- Ya—a Seiki le divierte como la consiente de más.


Sentado en una silla del comedor se encuentra Tenshi comiéndose su almuerzo.

- ¿Dónde está Isae?

El pequeño castaño voltea viendo a Matsu solo vistiendo un pantalón de pijama, se le ve despeinado, y recién levantado.

- Hablando por teléfono con tía Kushina—le responde con tranquilidad—dejo tu almuerzo servido—le dice apuntando enfrente de él.

Matsu rascándose la nuca camino al lugar frente a Tenshi para sentarse y comenzar a almorzar, se despertó con mucha hambre, cosa normal después del ejercicio que hizo anoche con Isae.

Tenshi noto el vendaje que tiene en el brazo, y vio las cicatrices que todo el cuerpo de él siempre ha tenido.

- ¿Qué tanto miras?

El castaño alza la mirada para ver al adulto al rostro, notando que este lo mira con fastidio.

- ¿Eres mi padre?—pregunta sin rodeos.

Matsu alza una de sus cejas, para después sonreír de forma burlona.

- ¿Acaso la cosa quiere un padre? –pregunta con mofa y Tenshi niega.

- No, solo quiero saber si tengo uno, pero no lo necesito.

- No me digas, solo necesitas a mami—Matsu se ve más burlón y como si al pequeño no le importara asintió.

Está acostumbrado a que Matsu le diga cosa, así como a su trato indiferente, que muchas veces haga como que no exista y no lo tome en cuenta, y ciertamente no le importa.

Matsu ríe entre dientes para luego llevar un poco de comida a la boca…

A Matsu le debería cagar e incluso asquear que anden de melosa con él, pero no y ya se hizo a la idea. Así que ahí lo tienen dejándose hacer por ella, estando en la cama desnudos, aun agitado y sudado por el sexo reciente, con ella acurrucada con él, besándole el cuello.

- Matsu.

Ahí está ese jodido tonito cuando quiere pedirle algo, y él se hará como que no la oye o dirá algo que la haga enojar, pero igual la va a complacer.

- Tenshi está creciendo y…

- Y me importa tanto como hacer buenas acciones—la corta con fastidio.

- Y él necesita un padre—siguió ella, ignorando su comentario, la conoce tan bien como para saber que se contuvo, seguramente porque esto para ella es importante, y él solo chasqueo la lengua. –yo trato de darle el amor que sé que tú no puedes darle, pero no quiero que él sufra como yo. Cuando niña mi madre me amo y me consintió tanto como yo a Tenshi, aun así yo sufrí porque mi padre no sabía demostrarme su amor, y eso me hacía creer que no me amaba.

- La cosa…—Matsu la tomo de la barbilla, obligándola a que lo mire a los ojos, notando como se contiene el enojo y se guarda el reclamo porque odia que lo llame así—no es como tú. Tú creías necesitar un padre, él sabe que no lo necesita.

- Todo niño necesita un padre, más él siendo hombre. –le dice firme. –no te pido que seas cariñoso con él, tampoco que juegues con él, solo te pido que…

La rubia no termino su frase ya que él unió sus labios con los de ella no dejándola hablar, y aunque forcejeo para alejarlo, no se lo permitió, solo quiere que deje de decir tonteras y que le abra las piernas.

Matsu chasquea la lengua, mira al enano frente a él que al no verse respondido en su pregunta siguió comiendo, ignorándolo, como lo hace siempre, el mocoso sin duda hijo suyo, ignora a quienes no le importan, como si no existiera.

- Sí, soy tu padre, eres mi hijo, y somos la familia feliz que quiere tu madre—dice con fastidio y aburrimiento. –así que llámame padre, papi, papito o como se te pegue la gana. –el castaño agita una mano con desprecio.

Tenshi se dispuso a seguir comiendo y Matsu hizo lo mismo. El pequeño castaño no siente a ese hombre su padre, pero él menciono algo muy importante para él, verse como familia feliz y normal hace feliz a su madre, así que solo por ella, cuando ella este presente lo llamara papá, cuando ella no este si necesita llamarlo lo hará como siempre lo ha hecho: por Matsu.


Se ve a Sasuke caminar por las calles de la aldea, teniendo un celular a la altura de su rostro el cual mira frustrado.

- Que celular tan femenino Sasukito.—le dice mariconado Naruto, apareciendo de la nada y caminando a su lado, mirando con burla el celular rosa que Sasuke tiene en manos.

- Solo muérete imbécil y libra la aldea de tu peste—le dice con desprecio.

- Serás des… espera teme, ¿ese no es el celular de Mikoto-chan? –pregunta curioso.

- Aa

- Serás desgraciado teme, no respetas la privacidad de tu hija—le dice con desaprobación.

- Cállate, tú leías los diarios de tu hija.

- Si Sakura-chan se entera te mata.—le dice burlón.

- Dile y yo le digo a Sakura quien rompió la estatuilla que le heredaron sus padres. –sí, esa se la ha estado guardando para una buena y sabe que aún puede usarla.

Naruto trago grueso y sudo frio, si Sakura se entera que la rompió en una de sus peleas con Sasuke, solo sabe que deseara morir.

- ¿Y qué encontraste? –el rubio cotilla y mejor desviando el tema, se asoma por sobre el hombro de su amigo.

- Aun nada—responde enojado, no ha podido desbloquearlo, ya tecleo todas las contraseñas que se le pueden haber ocurrido y nada que se desbloquea.

- Prueba poniendo rameen.—sugiere muy seguro de que funcionara.

Sasuke deja de caminar, por lo que el rubio lo imita. El pelinegro voltea al rubio y el rubio a él.

- ¿Enserio? –pregunta incrédulo, ósea una cosa es que Naruto le ponga esa contraseña a todo lo que tiene, es fácil acceder a sus cuentas, vaya que es fácil y ha hecho utilidad de ello, pero su hija no es imbécil como él, el solo sugerir que pondría una contraseña así es absurdo.

- Funciona, te apuesto unas vacaciones para dos en el mejor hotel del lugar que se te hinchen los huevos.—si, Naruto está muy seguro que esa es la contraseña.

Eso a Sasuke le gusto, necesita unas vacaciones con su esposa y si Naruto las paga se encargara de disfrutarlas a la vez dejar pobre al desgraciado ese. Así que tecleo la palabra y sonríe con burla hacia el rubio que se ve contrariado, como sino comprendiera el porque no funciono, a Sasuke a veces le resulta sorpréndete hasta donde llega la estupidez del rubio.

- Se complican la vida—en una nube de humo Kakashi apareció alado de Sasuke, arrebatándole el teléfono, y sus dos alumnos casi mueren de un paro cardiaco, ya no están para esos trotes.

Ambos lo fulminan con la mirada, están seguros que su sensei los matara un día de estos con sus apariciones, ese desgraciado los va a enterrar.

Kakashi tecleo algo y sonrío divertido bajo su máscara.

- La pequeña Mikoto, tan predecible—comenta divertido, pasándole el celular a Sasuke, ya desbloqueado.

- ¿Cuál era su contraseña? –pregunta cotilla Naruto.

- HyugaNeji.—responde posando su mirada burlona a la par del rubio hacia Sasuke.

- No caeré en tu provocación.

- Si no me crees bloquéalo e inténtalo.—lo reta con diversión.

Sasuke afila su mirada pero igual lo hizo, cuando lo desbloqueo de nuevo sintió su sangre hervir y los otros dos lo miran con más burla.

- Mira sus fotos—sugiere Kakashi.

- Primero los mensajes, si supieras lo que uno hace en los mensajes—el rubio mueve sus cejar de forma insinuante, y es que él siempre se manda mensajitos cachondos con Ino.

- No, ya no es joven, su corazón no aguantara leer mensajes—comenta burlón Kakashi colocándose junto con el rubio atrás de Sasuke para ver por sobre el hombro de él.

- ¡Que lindos!—exclama enternecido el rubio al leer los mensajes.

- Más bien que cursis y tiernos, dan asco—Kakashi niega con decepción, están en la edad de la pulsada, esperaba más cosas cochinas y pervertidas.

¿Y Sasuke? Él es rodeado por un aura sombría qué ante cada palabra que lee va creciendo.

- Mira, Nejicito se pone celoso porque Mikoto-chan usa falda—el rubio se ve que lo está disfrutando.

- Celoso el padre, celosos los hermanos, celoso el novio, esa Mikoto le gusta la mala vida—enserio que Kakashi como disfruta el momento.

- Oh—Naruto muestra falsa sorpresa—ya hay besitos en los labios. –comenta al leer uno de los mensajes.

- Y hay fotos—sigue Kakashi con su falsa sorpresa.

Sasuke que ya parece el chamuco sediento de sangre busco rápidamente la mentada foto y al verla rompió el celular en sus manos, para después desaparecer en una nube de humo.

Rápidamente el rubio saco su celular y le mando un mensaje a velocidad luz a su hijo y a Sakura.

- No me lo puede matar, no solo porque Hinata-chan sufriría mucho sino también porque aún falta que desvirgue a Mikoto-chan y se chingue más al teme.—dice guardando su celular, si, los pájaros ya son de otra época.

- Aún falta mucho—Kakashi siente que al fin llega el momento y se acercan los mejores que imagino cuando Mikoto nació, se le había hecho larga la espera.

- Por cierto sensei yo no andaría tan tranquilo—el rubio le sonríe pícaro—por ahí oí que Katsu-chan se junta todas las tardes con un hombre que es nueve años mayor que ella y le da besitos cariñosos en la frente. Ese huele a pedófilo por todos poros.

- Claro Naruto—Kakashi sonríe burlón, están a años luz de chingarselo.

- Pues el ANBU que los vio tomo una fotografía porque se lo pedí, aclaro, ese ANBU no es mi hijo, claro que no—Naruto saca su celular mostrándole la fotografía donde Atsushi le besa la frente a Katsu.

Kakashi borro su sonrisa y el rubio lo disfruto mucho, por primera vez vio tantas cosas en el ojo de su sensei, tantas que jamás había visto que se sintió poderoso. Entonces Kakashi desapareció en una nube de humo.


Escondido entre las ramas de un árbol se ve a Kakashi de pie, observando con ojo de águila como Katsu le lee a ese pedófilo discapacitado.

- Mi nueva meta en la vida, hacerle la vida imposible a ese violador de niñas—Kakashi ya está planeando como le hará la vida imposible a ese pedófilo, si a sus alumnos se la hace imposible por amor al arte, este que le quiere violar y sonsacar a la hija lo hará porque se ha metido con su tesoro, ese pobre diablo ni sabe dónde se metió.


En un campo de entrenamiento se ve a Mikoto y Neji, de rodillas frente al otro, dándose más de esos lindos e inocentes besos que se han empezado a dar desde ayer.

El sonido de un millar de pájaros los hace voltear y ambos sienten que se zurran del miedo al ver a Sasuke que se ve terrorífico como jamás lo han visto, sobrepaso sus niveles en este momento, y trae chidori en mano.

- ¡Huye Neji-kun! –grita Mikoto preocupada.

Neji asintió y salto, alejándose corriendo lo más rápido que puede. Sasuke solo se esperó que se aleje de su hija para poder matarlo sin lastimarla.

- Disfrutare esto—dice para sí mismo, riendo como el psicópata que es.

- ¡Papá! –Mikoto corre atrás de él.

- ¡Espere tío, no me lo mate! –Minato llego de la nada, corriendo atrás de ellos para impedir que Sasuke mate a su hermanito. –tía Sakura llegue pronto que me lo mataran—pide suplicante al celular donde le marco a Sakura.

Fin

les dije que seria cuando menos se lo esperen :3

jejeje es mi regalo por haber demorado mucho

spero les haya gustado q en vdd yo lo adore, mas las escenas de sasuke, y donde salen kakashi y naruto, no podrian faltar en el epilogo jajaja

muchas gracias por sus reviews y su apoyo, un proyecto mas terminado, vayamos ahora a terminar los siguientes-pose heroica-

saludos

besotes

kriss