¡Volví! Con el último capítulo de "El deseo del miedo", sé que esta vez tarde demasiado en subir este capítulo, pero empecé a trabajar y también empecé la escuela, lo lamento mucho, pero aquí les traigo el capítulo final… espero que lo disfruten.

Al día siguiente, cuando Nagisa despertó, Tamao ya no estaba en su habitación.

-¿A dónde habrá ido Tamao tan temprano un sábado?

Era extraño, pero no le tomo tanta importancia, se levantó, se bañó, se vistió, se puso el broche que le regalo Shizuma y salió.

Mirara por donde mirara, todo le recordaba a Shizuma… no podía dejar de pensar en ella

-Me pregunto dónde estará la Etoile… ¿Realmente ella siente por mí, lo mismo que yo por ella? , espero que sí, y es que no puedo dejar de pensar en ella, su hermoso cabello blanco, sus bellos ojos que me penetran, su hermosa sonrisa… es perfecta, y además…

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando choco con alguien

-¡Oh! ¡Lo lamento mucho! – subió la mirada para ver con quien había chocado - ¿E-Etoile?...

-Hola Nagisa, ¿Qué haces a estas horas por aquí?

-N-nada… solo paseaba – se pudo notar un leve sonrojo en sus mejillas.

-Veo que llevas puesto el broche que te regale, me alegro mucho – sonrió tiernamente la Etoile

-¿Ah?, s-si… es muy bonito – agachó la mirada

-Estoy feliz de que te gustara… Por cierto Nagisa, me acompañarías a un lugar

-¿Eh?, claro, ¿A dónde?

-Ya verás – sonrió traviesamente la peli-blanca mientras tomaba a Nagisa de la mano y empezaba a caminar junto a ella

Nagisa fue cabizbaja todo el tiempo, ocultando su gran sonrojo, y a la vez, su gran sonrisa de saber que la Etoile la llevaba de la mano… De repente, Shizuma se detuvo, junto a una gran casa de cristal, era enorme y muy preciosa

-Aquí es a donde quería traerte Nagisa – entraron

-Es un invernadero – dijo Nagisa mirando a su alrededor

-Así es, aquí paso la mayor parte de mi tiempo libre, cuidando las plantas, tomando algo té o leyendo… Es algo así como mi lugar especial

-Es muy hermoso Etoile – Nagisa tenía una gran sonrisa mientras observaba con gran esplendor aquel bello lugar

-Gracias, y Nagisa… por favor, solo dime Shizuma – tomo a la peli-roja por el mentón y le sonrió

-E-está bien… Shizuma – dijo Nagisa mientras quedaba hipnotizada por los bellos ojos color miel de Shizuma

Shizuma se acercó y le dio un tierno beso a Nagisa, y esta se lo correspondió, luego de eso ambas sonrieron, y Shizuma, tomando la mano de Nagisa, la llevo hasta una mesita, ambas se sentaron una frente a la otra

-¿Quieres un poco de té? – Preguntó Shizuma

-¡Claro!, me encantaría – Nagisa vio como aquella hermosa chica de pelo blanco le servía el té, con cierto esplendor que no podía dejar de ver

-Espero que te guste

-Gracias, se ve delicioso – sonrió ampliamente Nagisa, mientras tomaba un sorbo - ¡Esta delicioso!

-Me alegro – dijo Shizuma mientras reía levemente

Ambas terminaron de tomar su té, y Shizuma condujo a Nagisa por todo el invernadero mostrándole planta por planta, todas aquellas flores que tenía, y que ella había cuidado con tanta dedicación… A Nagisa le parecían fantásticas, cada una mejor que la anterior

-¿Te gustan? – pregunto Shizuma

-¡Me encantan! – respondio Nagisa sin poder dejar de ver las flores

-Esta flor es mi favorita… Me recuerda a ti – dijo mientras le mostraba una bella flor roja

-¿E-eh…?

-Sí, es decir… mírala, tan pequeña, tan linda, tan frágil, creciendo débilmente, a pesar de ser solo una flor ordinaria, no tiene comparación con ninguna otra… es la más bella de todo el jardín

Nagisa escuchaba atentamente mientras un tono rojo se marcaba fuertemente en sus mejillas

-Es igual a ti, ¿no crees? – Dijo Shizuma mientras miraba con una bella sonrisa a Nagisa

-N-no lo sé… - agacho su cabeza de la vergüenza

-Está bien – sonrió levemente la Etoile – Pues yo lo veo así

Ambas se miraron, y lentamente acercándose cada vez más… se dieron otro tierno beso, pero que esta vez, fue interrumpido por un gran portazo en el invernadero

-¡Así que aquí estaban! ¡Debí suponerlo! – se pudo escuchar una voz en aquellas puertas, de una chica de pelo azulado

-¿T-Tamao…? ¿Qué haces aquí? – se sorprendió Nagisa

-¿¡Que crees que hago!? ¡Trato de protegerte! ¿¡Por qué no me haces caso de una vez por todas!? ¡Esta chica es mala para ti!

-No Tamao – se escuchó a una tranquila Shizuma – te equivocas esta vez, yo no quiero hacerle nada a mi hermosa Nagisa… La única que le está haciendo mal a Nagisa en este momento, eres tú.

-E-Eso no es verdad… Quiero evitarle que le hagas daño – se dirige a Nagisa – Ella solo está jugando contigo Nagisa, date cuenta, por favor… ¡Solo te usa!, no quiero que te lastime, igual que como me lastimo a mí, yo ya fui lastimada por ella, yo ya fui usada en su jueguito… ¡No quiero que te haga lo mismo que me hizo a mí, y a muchas otras chicas!

-¿E-eso es verdad?... Etoile – le pregunto Nagisa a Shizuma con los ojos lagrimosos

Todo esto pareció dolerle a aquella bella peli-blanca, pero siguió mostrándose seria

-Es verdad, pero esta vez no es lo mismo, porque yo… - se dirige a Tamao - ¡Estoy enamorada de Nagisa!

Tanto Nagisa como Tamao se sorprendieron al oír esto

-E-eso no puede ser… ¡Tú no puedes amar a nadie! – se enfureció más Tamao

-También pensaba lo mismo, pero me di cuenta de que no es así, cuando conocí a Nagisa… su hermosa sonrisa, su delicadeza, su simpática torpeza, su brillante resplandor… Todo de ella me cautivo, y me termino enamorando, y yo sé que ella, aunque no lo diga, siente lo mismo

-¡Ya basta! ¡No soportare que sigas con tus mentiras! – Dijo Tamao, mientras sacaba, de un bolso que tenía, una pistola

Nagisa y Shizuma se sorprendieron y se asustaron bastante al ver lo que hacía Tamao

-T-Tamao… baja eso por favor, antes de que te arrepientas – dijo entre una risa nerviosa Nagisa

-¡Jamás! ¡No permitiré que ella te haga daño Nagisa!... ¡Nagisa es mía! – dijo Tamao mientras apuntaba con aquel arma a Shizuma

-Tamao, por favor tranquilízate, no ganaras nada con ello… - Decía Nagisa mientras intentaba tranquilizar a su amiga

-¡Cállate tú Nagisa!... ¿Por qué ella? ¿Por qué siempre ella?... ¿No te das cuenta que yo si te amo Nagisa?, ¿Qué yo si te amo de verdad?... ¡No como ella! – decía Tamao mientras lloraba, pero a la vez con un gesto de gran enojo en su rostro

Nagisa al oír esto no pudo evitar que se le salieran algunas lágrimas

-¡Ya basta de esto! ¡Nagisa será mía cueste lo que cueste! – Finalmente Tamao disparo a Shizuma, está en shock por aquello no se pudo mover

Nagisa sin pensarlo dos veces empujo a Shizuma, haciendo que la bala le llegara justo en el estomago

Ambas chicas quedaron shockeadas, y Shizuma corrió hacia Nagisa sosteniéndola en sus brazos, y empezando a llorar

-Y-yo también te amo… Shizuma – dijo como sus últimas palabras Nagisa, y se acercó a Shizuma para darle un último tierno beso, luego de eso, una sonrisa se dibujó en su rostro, y su pulso se detuvo

Shizuma no hizo más que llorar y gritar por su amada… Al fin había encontrado a alguien que conquistara de verdad su corazón… y la había perdido

Bueno, ese fue el final de esta historia… Espero les haya gustado este fanfic, y espero poder seguir haciendo más n.n, gracias por todo su apoyo

Hasta otra ocasión