¡Hoooooooola, chicos!
Cómo están? Espero que bien, os he echado de menos! :) He tenido problemas con mi cuenta y se me ha borrado una de mis historias ("Vida de Piratas"), ¡no sé qué pasó! El caso es que la tengo guardada (y bastante avanzada), en un pen-drive. ¡Pero no lo encuentro! :( ¡Tendré que ir a mi ciudad a buscarlo!
En fin, para compensar a los lectores que os gustaba y os gustan las historias de piratas (como a mí ^^) se me ha ocurrido empezar ésta. ESTO ES SOLO UNA, SI GUSTA CONTINUO. Por lo que solo he escrito esta especie de prólogo cortito y, (espero) interesante para que me digáis qué tal. La historia en sí ya la tengo estructurada (tengo idea de cómo seguirla y acabarla) pero solo si os gusta.
Por supuesto, subiré "Vida entre piratas" en cuanto tenga el USB en mis manos. Disfrutad, y dejen reviews si les interesa que la continúe.
LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN.
... Enjoy!
PRÓLOGO:
Casi no podía ver nada a su alrededor. ¿La joven y torturada pelirrosa había perdido el conocimiento? No, claro que no, después de todo, hacía falta mucho más que unos cuantos golpes en la oscuridad para quebrarla. Solo era la noche. Una noche sin luna. Tsk. Estando de rodillas, miró a su alrededor, tratando de acostumbrar su vista, no estaba en un lugar conocido. Es más, ni siquiera estaba en un lugar amigable. Pudo divisar como se quemaban los últimos resquicios del barco mercante en el que había navegado los últimos 20 días. Lo que quedaba del barco ardía, pero se iba consumiendo a medida que se hundía en el fondo del mar. ¿Los causantes? Fácil. Piratas. Intrépidos y astutos piratas que habían aprovechado las horas de sueño de los marineros. Apretó los dientes, sintiendo el sabor metálico de la sangre, uno de esos imbéciles le había dado de lleno en toda la boca. Escupió, sintiéndose asqueada de ese sabor que le resultaba tan familiar.
-Venga, muñequita, Naruto ha dicho que a nuestro capitán le interesaría verte. – Habló una voz a su espalda. ¿Naruto? – Así que levántate, perra.
El corazón de Sakura pareció pararse un instante, no solo por el nombre mencionado que le hubiera resultado un auténtico shock en otras circunstancias sino porque ese sucio pirata iba a… Va a tocarme. La joven sacó un cuchillo afilado y viejo de su bota izquierda y, al tiempo que se levantaba, abrió un tajo en el pecho del hombre que iba a tocarla. Éste, más estupefacto que asustado, dio un par de pasos atrás, tambaleante y gimiendo de dolor mientras ella le miraba con profundo desprecio.
Tan solo unos instantes después, media tripulación de sucios piratas estaban rodeándole, exclamando con sorpresa. No es que no le gustaran los piratas, ella también lo era, pero nadie, absolutamente nadie podía tocarla. Nunca.
-Sakura.
Se dio la vuelta con lentitud amenazante, el nombre antes mencionado, Naruto, su viejo amigo, se hallaba en carne y hueso delante de ella. No dijo nada. Muchas veces había imaginado este reencuentro, qué podría sentir pero nada se acercaba a la realidad. El más profundo desprecio saltaba por cada poro de su piel, como si estuviera frente a un horrible insecto en vez de frente aquél que una vez fue su mejor amigo. El rubio iba a abrir la boca, impresionado, pero una sombra apareció detrás de él antes de que las palabras salieran de su garganta.
-¿Por qué demonios armáis tanto escándalo? – Sakura apretó el cuchillo con fuerza, reconocía esa voz demasiado bien. Se escuchó unos susurros. - ¡¿Qué habéis traído a alguien del barco mercante?! ¡¿Es que no conocéis las reglas?! ¡No hacemos prisioneros! ¡Nunca! ¡No estamos reclutando almas! – Esa última frase podría sonar rara para cualquiera, pero no para Sakura, que se mantenía impasible, consciente de toda la historia. La obsesión de ese azabache por el poder, por la fama, había sido lo causante de que ella fuera torturada durante casi dos años por el hombre más despiadado de los mares, el alma más negra que la historia recordaba: Orochimaru. Apretó los dientes con más fuerza, cada una de las cicatrices que ese monstruo le había dejado en el cuerpo era culpa de ese despreocupado y malhumorado capitán que se acercaba a ella. Sintió tanto desprecio al mirarlo a los ojos después de tres años, que creyó que iba a vomitar. Ese hombre que se alzaba orgulloso ante ella no era más que un vil traidor.
Ella le entregó su corazón y él le pagó dejando que la torturaran.
-Esto sí te va a interesar… - Susurró Naruto, sin apartar la vista de la pelirrosa.
Sasuke lo miró con extrañeza para luego fijar su vista inmediatamente en la figura que se alzaba a unos metros de él, mirándolo con un odio indescriptible. Hinata, la dulce hermana del capitán Uchiha, no podía creer lo que veía.
-Sak… - Su melodiosa voz fue interrumpida por su hermano, quién, en medio de la noche sin luna, tal y como la noche que se despidió de su amada que le traicionó, sintió como los recuerdos se agolpaban en su cabeza. Esa pelirrosa lo había traicionado, le había desgarrado el alma. Él solo se había dedicado a quererla pero a ella nunca le importó. Se miraron a los ojos unos instantes, un odio más intenso que esa noche brillaba en sus ojos. En mitad de la oscuridad, el Capitán dio una orden directa y clara:
-Matadla.
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¿Qué tal? Solo sería el prólogo, ¡recuerdo! Jeje Por eso tan cortito, obvio. ¿Les gustó? ¡Dejen reviews si les interesa! ¡Y disculpen por lo de la otra historia! Prometo intentar encontrarla! :(
¡Reviews, please! Cuídense,
~NekooUchiha~