Disclaimer: Ninguno de los personajes de Avatar me pertenecen, sólo los utilizo para la creación de este FanFic que espero disfruten :)


¡¿Acaso estás ciega?!
Por Franela

I

Salía frustrado de su empleo de medio tiempo, aquél que debía tener para sustentar el pago de su carrera luego de que se peleara hace varios años con su padre y que éste lo dejara a su suerte. Al menos ya no debía soportar su presencia. Trabajaba como mesero en un restaurant, algo típico entre los de su edad que se hallaban en una situación familiar. Su jefe no lo soportaba, siempre se las agarraba con él a la hora de algún inconveniente, incluso cuando apenas cruzaba el umbral de la puerta. Bueno, al menos el sentimiento era recíproco.

Antes de irse a su departamento alquilado pasó por la academia de control a la que asistía desde que su padre lo echó de casa, cuando decidió no seguir sus pasos. Allí muchos otros maestros entraban para pertenecer a algún equipo de un deporte llamado pro bending, pero él sólo lo hacía para desestresarse y así evitar lanzarle una llamarada a su jefe en el trabajo. En su empleo anterior ya le había ocurrido aquello, por eso —según el sabio consejo de su tío— había ingresado a un lugar que le ayudaría a calmar su furia, una que él decía no tener, aunque que los hechos demostraran todo lo contrario. Al menos debía reconocer que algo parecía cambiar en él.

Jeong Jeong era el nombre de su maestro, de los mejores en su elemento, un hombre que parecía anciano pero que, al igual que su tío, podría darle una paliza a cualquiera de los «jóvenes de hoy» que los retaban; era de aquellos estrictos hombres que consideraban que el fuego control no podía desarrollarse sin una disciplina juiciosa, pues caerían en el descontrol de su elemento si se dejaban dominar por la ira. Por suerte él lo conocía antes de entrar dado que era precisamente un amigo muy cercano de su tío, por lo que sabía que no debía jugar con él, además de lo severo que podía llegar a ser para con un alumno.

Precisamente ese pésimo día tuvo algo de diversión, ya que uno de los nuevos —Chan, si no se equivocaba— había discutido con Bumi, el mejor de los maestros tierra. El sujeto en cuestión era un maestro fuego pero, como quería entrar al pro bending, necesitaba al menos un compañero que pudiera manejar la tierra, así que fue hacia el lugar de la academia que estaba designado para los maestros de dicho elemento. Lo que Chan no sabía es que cuando un maestro estaba trabajando con sus aprendices no se le podía interrumpir bajo ninguna circunstancia, aunque fuera Bumi, uno de los tipos más locos de la tierra si se lo preguntaban a él.

En medio de la discusión apareció también Jeong Jeong, y con ello las típicas frases y burlas para que el alumno retara al maestro, cortesía de los discípulos más viejos que sabían lo que pasaría. Chan aceptó con soberbia, creyendo que un hombre canoso, desalineado y con una cicatriz en el rostro jamás podría ganarle a un joven "talentoso", como se hacía llamar él. Sencillamente no pasaron ni dos segundos cuando Jeong Jeong casi lo rostiza vivo, y luego Bumi tan sólo movió su pie para mandarlo de vuelta a la sección de los maestros fuego mediante un bloque de tierra.

—Todos de vuelta a sus estaciones —ordenó el hombre con su autoritario tono de voz. Bumi, sin embargo, seguía riendo por lo bajo. Zuko seguía con su teoría de que al maestro tierra le faltaba algún tornillo, pero de cierta forma a él también le hizo gracia.

Cuando salió del recinto ya era de noche, el cielo oscuro estaba adornado con múltiples estrellas y la ciudad parecía estar sumergida en un apacible momento. Caminaba despreocupado entre las pocas personas que transitaban a esas horas por la calle, llegaba a una esquina justo en el momento que una rápida figura se desplazaba por la acera perpendicular a la suya. Era una chica de cabello oscuro, se detuvo en la esquina debido a que los automóviles cruzaban por la calle y agachó levemente su cuerpo hasta apoyar las palmas en sus rodillas, tratando de recuperar un ritmo normal de su respiración.

En cuanto él llegó a su lado la pelinegra irguió su cuerpo, tensándose de pronto. Parecía estar en un trance, y se movió tan rápido que apenas pudo reaccionar a tomarla para evitar que cruzara la calle por la que circulaba un auto que no se detendría por ella. Entre el forcejeo ambos cayeron al suelo; la muchacha se quedó aún más petrificada porque él quedó ligeramente sobre ella. Entonces comenzó a gritar.

—¡Suéltame, suéltame maldito bastardo! —vociferaba a todo pulmón, removiéndose bajo él.

—¡Qué está mal contigo! —gritó Zuko de vuelta, levantándose muy molesto: la salvaba de ser atropellada y ella lo trataba como si la estuviese forzando a quién sabe qué cosas, ¡era una locura!

Ella se sentó en la vereda y apoyó sus manos en el cemento, como si estuviera pensando algo.

—No eres uno de ellos —murmuró por lo bajo.

—¿Es que no entiendes lo que pasó? —seguía parloteando el muchacho, sin darse cuenta del alto tono que usaba—. ¡Casi te atropellan, estás loca! ¡Acaso estás ciega!

—Sí —respondió tajante, cortando toda palabra del chico.

La gente a su alrededor dejó de prestarles atención y continuó en lo suyo, siguiendo con sus vidas normales, mientras que el muchacho casi dejó de respirar. Ella lo estaba mirando a él, a pesar de que el iris de sus ojos tintados con una capa de gris opaco era la prueba fidedigna de que ella no podía verlo.

«¿Cómo? —se preguntó en ese instante—. ¿Cómo que es que ella pudo correr toda esa distancia y quien sabe cuánto más si no podía ver el camino por el que iba?, ¿cómo es que no la habían atropellado antes?»

Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, la muchacha se fue. Y él la vio alejarse y perderse entre la gente sin chocar con alguno de ellos, como si los estuviera viendo.

...

¡Hola!

Pues, para los que han leído mis otras historias, aquí me tienen con una nueva. Sí, decidí tirar todo en lo que estoy trabajando desde hace mucho, a ver qué tal me salen las cosas (esperemos que bien :|).

Para los que no, me presento(?)
Hace mucho que tenía ganas que escribir algo de esta pareja, pero nada me ha salido de "su mundo" y se me ha ocurrido este AU :P
Bueno, demás está decir que espero saber qué les parece, sé que el capítulo es muy corto y no creo que cambie a futuro, de hecho, mi plan es que sean de una extensión mínima y tampoco muchos capítulos para finalizar la historia. pero ¡ya veremos, nunca se sabe!

¡Saludos!