Tratare de subir mas capitulos el Lunes, ya que el fin de semana me sera imposible. Los invito a leer el fic que recien inicie, se llama Sacrificio de amor.

Todos los personajes y lugares son de J.K. Rowling. Ya que si Severus fuera mia, la de cosas que haria con el(Hablar, pasear), no sean mal pensadas.

Espero sus comemtatios, cricios, o lo que deseen

Capitulo 15: Curandote.

Luces volaban de un lado a otro, en una habitación oscura, una mujer rubia esquivaba hechizos, corrieron tras algún objeto que pudiera usar como escudo, sus ojos brillaban por la adrenalina que tenia, contraatacaba con rudeza mientras seguía con el examen que estaba presentando en esos momentos.

Ese dia la joven rubia presentaba su examen final, ese que le daría su especialidad en maldiciones, para poder ser una auror competente, giro su cuerpo al sentir alguna sustancia, ya que había sido acorralada. Frente a ella estaba una figura con una capucha túnica negra, al verla se estremeció ya que recuerdos de es anoche llegaron a su cabeza, sacudió la cabeza al notar que podía perder si seguía de esa forma, un ataque llego provocando una explosión la rubia se escondió mientras esperaba para atacar, logro desarmar a dos de sus contrincantes, cuando el tercero estaba frente a ella, un ataque roso su mejilla provocándole un sangrado, la rubia ataco hasta provocar una herida en la pierna de la persona frente a ella, por ultimo al verla desestabilizada, le lanzo un hechizo que la mando a volar.

Una campana sonó indicando que la prueba había terminado, las luces aun no se encendían completamente la rubia camino hacia donde sea veía a un Moody caminando hacia ella, la rubia sonrio cuando la mirada del cazador se desvio, a la auror no le dio tiempo de reaccionar cuando, sintió un ardor terrible en su brazo derecho, de inmediato giro su cuerpo mientras la metamorfomaga bajaba la varita, a la joven heredera Malfoy estaba en shock pues no comprendía en que momento ella, hizo una acción como esa, cerro los ojos nerviosa y triste, hasta que las luces se encendieran el rostro del jefe de departamento de aurores, estaba reflejaba una gran molestia, mientras observaba como la mujer que siempre considero como una hija se acercaba a ellos.

- Que demonios te pasa Nymphatora,- exploto el hombre del ojo mágico,- la prueba habia terminado,- aseguro el mago.

- Yo no escuche la campana,- aseguro la bruja,- además las luces no estaban encendidas,- aseguro la bruja,- y la herida no es grave,- señalo el brazo de la bruja, que solo sangraba pero la piel se veía un poco lastimada en los bordes.

- Snape,- hablo el cazador de magos oscuros,- vez a que te curen,- por su parte ella asintió y se macho,- en cuento a ti se que perfectamente que maldición usaste y hare esto solo para evitarte un grave problema, con el ministerio y puedan suspenderte,- afirmo,- pero estas suspendida, solo que para el mundo mágico, estarás en una misión con tu compañera, tomate esto como unas vacaciones, y espero que cuando regreses hayas ordenado tus ideas,- aseguro el hombre.

- Pero yo no,- intento defenderse.

- Se bien lo que pasa, no soy estúpido solo te advierto que si continuas por ese camino tendras serios líos Tonks, ahora largo no quiero verte en el mundo mágico por dos semanas,- dijo apuntándole con el dedo, mientras la metamorfomaga molesta se iba del lugar, hacia la puerta que daba a un pasillo para llegar a las oficinas cuando salió una mano tomo la suya, cuando se giro observo a la rubia.

- ¿Porque?,- cuestiono,- sabia que la prueba habia terminado porque me lanzaste un sectusempra,- le dijo abiertamente.

- Sabes que no fue,- pero la rubia la cayo.

- Claro que fue esa maldición, la reconozco perfectamente, además de que mi esposo la invento,- se quedo callada,- aun no entiendo como es que la sabes, solo los que leimos el libro la conocemos,- afirmo la rubia extrañada.

- Tu no eres la única que lee libros de hechizos, asi que no creas que lo sabes todo, el motivo del que sepa de esa maldición no dice nada, solo confórmate con saber que no me percate que la campana sono, ahora me voy ya que estoy suspendida,- dijo soltándose del brazo de la rubia.

- Escucha,- hablo la bruja menor,- no se que te pasa porque últimamente estas muy molesta, pero si quiero decirte que no tolerare que me vuelvas a herir por la espalda al igual que tu conozco muchas formas de atacarte,- le advirtió.

- No te tengo miedo niña.

- No quiero que temas, solo asegúrate de no seguir atacándome por la espalda,- molesta la rubia escucho como la puerta se abría dejando ver a su jefe.

- Todavía estas acá ya lárgate Tonks,- la metamorfomaga camino para salir del lugar,- Snape estas mejor,- la rubia asintió, aunque no se había ido a curar el brazo sabia que nada de lo que pudieran atenderla resultaría,- Hermione,- hablo el hombre frente a ella,- se lo que paso adentro, a Tonks le di la orden de irse dos semanas, a ti te doy la misma orden para que te recuperes, se que la maldición es poderosa, no comprendo que pasa con esa boba, pero si tu quieres hacer algo mas adelante,- la rubia negó.

- Yo tampoco comprendo que pasa, pero lo averiguare que descanse se ve estresada,- se dio la vuelta,- eso si ella hace algo como esto y no me contendré,- despues de eso la rubia se marcho.

De igual forma Alastor estaba asombrado de la reaccion de Tonks, no comprendió que le pasaba por su cabeza, noto hace tiempo que ella habia cambiado, por alguna razón la tristeza que un tiempo la invadió habia vuelto, solo esperaba que eso no ocurriera o de lo contrario el mismo la sacaría a patadas del ministerio, ahora con ese tiempo libre esperaba que todo fuera diferente a su regreso.

Por otra parte la rubia caminaba para salir del ministerio desconcertada por la actitud de la mujer que un tiempo considero importante, tal vez como una madre no, pero si alguien a quien aprecia mucho, esas semanas de entrenamiento habia cambiado, ella pensaba que se debía al estrés pero era para llegar a atacarla con una maldición que sabia podía matarla, ahora la actitud de Alastor a muchos les parecería extraña, pero no a ella, con conocimiento de causa sabia como el viejo protegía a Dora, despues de que el mismo la entreno, el continuaba cuidándola, sin duda el cazador de magos oscuros siempre habia sido noble, aunque con su rudeza nunca nadie lo notaria. Una punzada llego por su brazo hasta su hombro, tenia que curarla solo que no recordaba el contra hechizo, si bien con esa herida no se moriría pero si era verdaderamente molesta, camino hacia la botica para que Severus la curara. Al llegar a la puerta donde estaba el establecimiento, un aroma a hierbas inundo su olfato, como le relajaba ese lugar, se quedo observando el interior del lugar, mientras las repisas estaba llenas de los instrumentos de trabajo del pocionista. De pronto una voz gruesa se escucho.

- Hermione,- hablo el pocionista. La bruja rubia, aun vestia su uniforme de auror, dio un brinco.

- Severus no te escuche,- afirmo poniendo su mano en su mecho, al hacer ese movimiento dejo a la vista la manga de la túnica del brazo lastimado, si bien la abertura estaba arreglada, el uniforme aun tenia manchas de sangre, el pocionista no dijo nada ya que esperaría, a que ella dijera el motivo de esa marca rojiza.

- ¿Que se te ofrece? ,- aun le era extraño verla por voluntad propia en el lugar.

- Quería que me curaras,- el pocionista levanto una ceja.

- ¿Qué paso?,- cuestiono.

- Un sectusempra roso mi brazo y no conozco el contra hechizo,- no la dejo continuar, abrió la puerta que dividia la tienda a donde podían pasar en la parte trasera del mostrador, ella se sento en un banco. El pocionista saco su varita mientras con cuidado rasgaba la tela de la túnica, al ver la herida el pocionista penso en que momento se le ocurrió, inventar ese hechizo, paso su varita curando la fea cortada del brazo de su esposa, cuando termino enredo una venda, mientras le daba una poción.

- Eso te quitara el malestar, mientras que debes permanecer el brazo inmóvil, ya que ese hechizo es muy peligroso.

- Gracias Severus, despues me recuerdas el contra hechizo es que la verdad no lo recordé,- el solo asintió sentándose frente a ella, ambos estaban en un silencio absoluto, hasta que el estomago de Hermione sono indicando que tenia hambre, ella se sonrojo, mientras el pocionista la miraba,- creo que me ire a la mansión,- se puso de pie mientras un mareo la alcanzo, haciendo que trastabillara, el pocionista la sostuvo entre sus brazos, dejando sus rostros muy cerca, sus alientos se rosaban, sus miradas eran un foco de atención para la persona frente a ellos, una intensidad se palpaba entre esas dos almas, que sentían una paz al sentirse cerca, la rubia se perdió en la oscuridad de los ojos, de esposo mientras que el pelinegro se encontró en una luz cegadora, difícil de ignorar, ella suspiro cuando creyo que podían atravesar esa pared invisible que siempre los envolvía, una voz se escucho.

- Hermione como te encuentras,- hablo un hombre castaño que entro al local, el pocionista resoplo, cuando escucho la voz de ese mocoso que tanto despreciaba.

- Theo,- dijo la rubia, cuando se separo de su esposo logrando sentarse en el banco que anteriormente ocupaba,- como supiste,- el castaño sonrio mientras sentia la mirada del pelinegro.

- Fui a buscarte al departamento de aurores, y Pansy me comento lo que paso en tu examen, asi que imagine que irias a curarte cuando no te vi en la enfermería, pues se me ocurrió venir, y por la ventana te vi con,- el joven de mirada café se quedo callado.

- Entiendo gracias por preocuparte, y ¿Para que me buscabas?.

- Yo solo quería contarte algo importante,- la rubia sonrio, entendía a que se refería.

- De verdad y ¿Como te fue?,- pregunto entusiasmada. Ya que le emocionaba saber que alguien mas era feliz, pues si ella no podia serlo, le alegraba que alguien mas si.

- Solo fue un momento asi que no te emociones, pero todo fue muy interesante,- afirmo el castaño, ellos se comprendían.

- Pero,- el negó.

- Todavia no espero que pronto, ya llegan las vacaciones y el baile de tu familia asi que,- la rubia se quedo palida.

- El maldito baile,- el pocionista levanto una ceja al escuchar la maldición de su esposa.

- Que pasa,- dijo el castaño, cuando observo a su amiga levantarse rápidamente, el pocionista la sostuvo.

- Aun estas débil,- hablo entre dientes.

- Mi Madre,- dijo como única explicación, al mismo tiempo que la lechuza muy conocida por ella, llegaba con un sobre rojo, la rubia se quedo estatica al reconocer el contenido del papel,- diablos me matara,- hablo asustada, al ver la cara de sorpresa de ambos hombres explico,- hoy quede de ir a la mansión con mi madre,- ambos entendieron la explicación, mientras que Severus no agrego nada y el castaño sonreía.

- Como no quiero perderme un regaño al estilo de una Malfoy es mejor que abras el sobre,- se burlo, ella rodo los ojos mientras abria el vociferador. Una voz hermosa sono con un gran deje de molestia.

Hermione Malfoy te espero en la mansión en 10 minutos, o de lo contrario ire por ti, asi que te espero ahora mismo Señorita, podrás ser una mujer casada pero aun debes obedecerse, que recuerda debemos preparar el baile de invierno, recuerda que te amo cariño.

El papel se destruyo dejando a la castaña, sonrojada. Momentos despues la rubia se despidió de Theo, mientras que ella era acompañada por Severus a la mansión para que se vistiera, minutos despues ya que temia que la promesa de su madre se cumpliera, se fue por la chimenea. Cuando llegaron a la mansión de sus padres, la rubia mujer la esperaba con una mirada de reproche, mientras ella sonreía tiernamente, Severus con un saludo se marcho con Lucius, para no oir los regaños de la madre de su esposa.

Ambas mujeres fueron a un salón de te, con las amigas de su madre, Anabelle Zabini, Isabella y Daphne Greengrass estaban tomando el te, Astoria estaba charlando mientras que ella se sentía sola, y aburrida ademas de hambrienta, hacia unos momentos le habia mandado una nota a Pansy para que llegara y aun elfo un pastel ya que no aguantaría mas su apetito, estaba distraída hasta que su madre le hablo.

- Hermione estas bien hija,- la rubia le hablo a su hija, ya que la encontraba distriada.

- Si Madre es solo que,- antes de que terminara de hablar, el elfo llego con un pastel,- gracias,- el elfo despues de una reverencia desapareció,- quería comer algo,- su madre sonrio mientras su hija comía con muchas ganas el pastel de calabaza.

- Eso es mucha azúcar, te aconsejaría no hacerlo porque engordaras,- habia hablado la joven, mientras que Hermione intentaba hablar una voz resonó en el lugar.

- Nadie te pregunto, ademas Severus no es un hombre superficial y estoy segura que Hermione puede aportar algo mas que cuerpo a su matrimonio,- dijo la pelinegra al entrar al lugar,- y hay mujeres que no necesitan cuidarse tanto,- agrego con malicia, la rubia se estaba poniendo de pie, cuando la esposa de Blaise hacia lo mismo, acercándose a la pelinegra.

- ¿Que haces aquí Parkinson?, sabes que no eres bienvenida,- la rubia levanto una ceja.

- Eso Daphne solo lo decidimos la familia, ella es mi invitada ¿Algún problema con eso?,- la rubia se sento aun con la mira puesta en la que fue la amante del que ahora era su esposo.

- Hermione,- saludo la pelinegra,- Astoria,- la saludo con cariño,- Narcissa preciosa su casa como siempre,- la matriarca Malfoy sonrio,- Anabelle,- dijo con una sonrisa ignorando a la matriarca de los Greengrass,- cuanto tiempo sin verte,- la mujer morena sonrio y abrazo a la joven provocando el enojo de su nuera.

- Querida es un placer verte, hacia mucho que no tenia el placer, pero mirate estas hermosa,- cuando estuvieron sentadas la morena siguió hablando,- pero mira lo que el departamento de aurores hace con ustedes, son preciosas, creo que yo me meteré hay,- las jóvenes aurores sonrieron.

- Pero si estas perfecta,- ambas bromeaban con mucha complicidad, creando una furia en la esposa del moreno Zabini.

- Cambiando de tema señoras,- interrumpió Narcissa,- ya podemos comenzar a preparar todo para el baile de invierno, me encanta decirles que mi hija, participara,- la rubia palideció se suponía que por orden de Moody, tenia que fingir que no estaba en Londres, y si ayudaba a su Madre, todo el mundo mágico se enteraría.

- Madre en realidad yo,- antes de que continuara los hombres salieron del despacho, mientras la rubia no sabia como decirle a su madre, que no la ayudaría.

- Bellas damas, hablaban de su baile,- hablo el patriarca de la familia Malfoy,- estoy ansioso de saber cuanto pagare esta vez, ademas de que mi hija participara,- ella palideceo.

- En realidad,- se quedo callada, en ese momento el pocionista se percato de su nerviosismo, cuando leyó sus pensamientos ninguna barrera estaba presente, asi que supo que no quería ayudar, solo que habia algo mas que no podía ver, el motivo porque el que se negaba, cuando intento entrar mas, una fuerza lo saco de la mente de su joven esposa, la rubia levanto la mirada y entrecerró los ojos.

- Lo que mi esposa trata de decir,- interrumpió el pocionista,- es que nos iremos de vacaciones dos semanas, asi que lo siento pero no podemos cancelar,- afirmo el pelinegro, el peso que sostenía la rubia se quito de su cuerpo.

- Que felicidad hija,- exclamo la rubia. La joven Sra Snape, se quedo pensando.

- Si madre perdón por no poder ayudarte pero,- su madre la corto.

- Claro que no importa, espero que se diviertan,- la rubia sentía la mirada sobre ella de su amiga, pero no dijo nada.

Para la suerte de la rubia el tema se termino, las mujeres hablaban de temas triviales, mientras ella aun se sentía mal por mentir, pero al recordar que Severus habia invadido su mente le provoco unas ganas de matarlo.

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En una cabaña estaba un hombre de cabellos castaños, que bajaba por las escaleras, llegaba a la sala donde vio sentada a su mujer, que un mantenía su cabello negro, señal de que estaba triste, el se acerco a ella, cuando la bruja sintió a su esposo acercarse cerro un libro que tenia en su piernas, se puso de pie y cuando intento salir del lugar, el la detuvo. Ambos pasaban por la peor etapa de su relación, ese dia el licántropo estaba mas susceptible ya que ese dia era luna llena, se quedaron observando a los ojos, cuando el la solto, cuando ella se alejaba el hablo.

- No se que te pasa,- afirmo con melancolía en su voz,- estas triste, distante conmigo y ahora hasta atacas a Hermione, en verdad Dora que no te reconozco, se y aunque lo niegues, sigues pensando en el, yo,- se cubrió el rostro con sus manos,- hice todo para ayudarte, pero se que nada resulto, te amo pero si no eres feliz, es mejor que nos separemos, la vida de esta forma es dura, ya no a Teddy atiendes, es mejor poner tierra de por medio, ya que me lastimas yo lo soporto, pero mi hijo no,- el castaño fue a la puerta para ir al bosque,- asi que piénsalo,- el hombre de ojos miel corrió al bosque, con la inmensidad de la luna como testigo de su sentimiento de tristeza, sintió su cuerpo romperse poco a poco, como su corazón ya estaba roto, por la indiferencia de su mujer, si bien es cierto que el sabia que ella estaba enamorada cuando ellos intentaron algo, no comprendía su actitud actual, el intento curarla de un amor que no pudo ser, pero si eso tenia que terminar, asi seria. Aunque el corazón que ahora tuviera que curar fuera el propio. En la inmensidad del bosque el aullido de un lobo se escucho en todo el lugar, reflejando el lamento de un corazón que necesitaba sanar.

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Ajenos a lo que ocurria en aquella cabaña, el matrimonio Snape, entraba a su habitación, la rubia estaba cansada y fue directamente al baño a cambiarse, mientras que el pocionista hacia lo mismo en la habitación, cuando ambos estuvieron en la cama, el pelinegro la reviso, cuando termino de vendar la herida ella hablo.

- Asi que invadiendo mi mente,- le reclamo al pocionista, el levanto una ceja.

- Es lo mismo que robar ingredientes,- ataco mientras su esposa sentía sus mejillas arder.

- Eso fue necesario,- se defendió.

- Esto también, estabas tartamudeando y si no querías que supieran lo de tu herida, era mejor de esa forma,- ella asintió.

- De todas formar gracias,- el asintió,- claro que no es necesario que me lleves, yo me quedare en la mansión.

- Y tu trabajo,- cuestiono.

- Moody me dio dos semanas libres, asi que no ire,- el la miro incrédulo,- digamos que en mi examen algo salió mal, mi instructor fue el que me lanzo el sectusempra, para evitar peleas y problemas Moody nos dio dos semanas, pero no quiere que nadie sepa, por eso para todos estamos en una misión.

- Y se puede saber quien es el incompetente que uso una maldición que no esta permitida en el ministerio.

- Tonks,- el pelinegro disimulando su asombro hablo.

- Ella es tu.

- Si mi instructora, ella ha estado rara no se que le pasa, el asunto es ese,- hablo la rubia. El pelinegro despues de pensarlo hablo.

- No es necesario que te quedes, yo dentro de dos dias, me ire de viaje si quieres puedes ir, estaras en el hotel mágico mientras yo me voy a buscar algunas plantas,- ofreció sin saber porque.

- Pero no te interrumpiré,- el negó,- en ese caso mis nervios te lo agradecerán, claro que acepto, gracias por invitarme,- al pelinegro le resulto extraño su entusiasmo.

Esa noche ambos durmieron tranquilamente, mientras pensaban en como resultaria ese tiempo lejos de todo y todos.