Hola a todos, este es mi primer fanfiction Elsanna. Estoy obsesionada con esta pareja, me encanta.

Algunas cosas para saber de esta historia:

- Es bastante fiel a la película Frozen, salvo cambios obvios para hacer el Elsanna posible, claro está. (Me refiero a que es en el universo de la película).

- Al ser fiel, Anna y Elsa son hermanas.

- El título está inspirado en la canción Head over feet de Alanis Morissette. Simplemente la escuché y sentí que encajaba en que Elsa se la cante a Anna, y me gustó. La canción, obviamente no me pertenece.

- La foto de la historia no me pertenece.

- Ya tengo toda la historia escrita, por lo que sin falta (a menos por causas mayores) actualizaré la historia cad días.

- Son capítulos cortos, 6 o 7 en total (depende la aceptación que tenga, decido si alargar el final o no). Pero en "retribución" a los capítulos cortos, actualizaré rápido.

Disclaimer: Frozen no me pertenece, ni sus personajes ni su universo ni nada, es de sus respectivos dueños (Disney). Escribo esta historia sin fines de lucro y solo por entretenimiento.

Ahora sí vamos con la historia.

Capítulo 1: Primera Cita.

Pov Elsa –

Pasó más de medio año desde que descongelé Arendelle, y el mes pasado fue mi cumpleaños número 22.

Ha estado todo tranquilo desde entonces por suerte, me dediqué expresamente a arreglar todos los acuerdos con los demás Reinos, que estaban curiosos por mi magia y la forma en que gobernaría mi Reino.

No he tenido suficiente tiempo libre como me gustaría, y como a Anna le gustaría. Es algo que me reprocha cada vez que tiene oportunidad, debería entender que el trabajo de ser Reina no es nada sencillo. Es eso, y además el hecho de que mientras más tiempo paso a su lado, más me cuesta ocultar y reprimir lo que siento.

Ya traté de negarlo aproximadamente… toda mi vida, más en los últimos meses donde la veo todos los días. Pero me es imposible negarlo, pero tampoco quiero afirmarlo. Siento cosas por ella, cosas que no debería sentir. Sí, se que suena una completa locura, y quizás solo esté confundiendo mis sentimientos al ser ella la única persona en el mundo que está conmigo siempre y para todo. Trato de convencerme de que es sólo un cariño fraternal muy desarrollado.

No sólo la evito para no sentir esas cosas que siento cuando estoy junto a ella, sino que detesto, y esto es lo que me asusta más y me pone en duda, enormemente el verla junto a Kristoff. Sí, el chico reno como le digo en mis pensamientos. Sé que él es un buen muchacho, realmente lo ha demostrado, así como ha demostrado que quiere mucho a mi hermana, pero simplemente no puedo verlo con ella, siento que no le pertenece, que nunca será suficiente para ella. El es bruto, algo sucio de vez en cuando, su mejor amigo es un reno y duerme con él, y su familia es de roca. Aunque no soy quien para juzgar, mi mejor amigo es el hielo.

En momentos en que me pongo a pensar en ellos dos, pienso también en el hecho de que mi Anna probablemente se va a casar en poco tiempo. Y eso me hace reflexionar, de que yo a mis 22 años de edad, no estoy ni cerca de conseguir a alguien en ese aspecto, y por lo tanto estoy muy lejos de tener los herederos que el Reino tanto espera de mí.

Hace unas semanas, en la fiesta por mi vigésimo segundo cumpleaños, muchos Reinos vinieron a festejarlo y a visitar Arendelle, en ello vinieron Príncipes y Princesas de muchos lugares, entre ellos de Hardgal, uno de nuestros socios mercantiles. Uno de los allegados era el Príncipe Aaron, tercer hermano de la Familia Real.

Al parecer él quedo encantado conmigo desde que me vio, o algo así. No dejó de halagarme desde entonces, pidiéndome la oportunidad de una cita con él. Debo decir, que hasta ahora nunca lo había considerado siquiera, ya que sólo tengo ojos para una persona. Pero desde que Kristoff me confesó de que en unos meses tenía pensado pedirle matrimonio a Anna, me di contra la cruda realidad (y bajé de mi nube de hielo) de que ella nunca sería mía, y que debía dejarla ser feliz con el chico reno.

Desde entonces, me decidí a que tenía que encontrar una forma de sacar a Anna de mi corazón, al menos de la manera en la que estaba.

Por ello, lo que haría esta tarde, sería un paso para salir adelante con mi vida, y dejar de pensar en mi hermana de ciertas formas prohibidas, y no estar encerrada todo el tiempo en el castillo. De alguna forma, sabía que yo era bastante antisocial, la mayor causa de esto era que me aislé del mundo por mis poderes, pero era hora de avanzar y relacionarme con los demás. Y el muchacho parecía una opción muy viable.

- Hola, Aaron, me alegro que hayas podido reunirte conmigo – le dije cuando ingresó a mi oficina.

- Siempre su Majestad, estoy a sus órdenes y deseos – respondió éste con una sonrisa.

- Ya, no tantos halagos – dije con una pequeña sonrisa. Decidí ser directa - Quería decirle que… he reconsiderado su propuesta, la cual se encargó de repetirme severas veces, de una cita, conmigo.

Sus ojos parecieron brillar.

- ¡Mi Reina! Sería un completo honor, me siento muy feliz de que haya pensado en mí.

-Entonces, ¿le parece bien si nos encontramos el viernes próximo, a las 17 hs. en la puerta del castillo?

- A esa hora estaré en su puerta mi Reina, pero, necesito ser completamente honesto con usted – comentó mirándome muy fijamente con sus ojos miel.

- Dígame, Príncipe.

- Mis intenciones con usted, no son nada amigables, son claramente mucho más allá de la amistad, necesito dejárselo en claro su Majestad para no perturbarla con mis comportamientos próximos, si es que usted me lo permite – aclaró con emoción en su voz.

- Lo sé Aaron. – respondí con honestidad. Eran obvias las intenciones del caballero, y decidí que era la mejor forma de que mi vida comenzara un rumbo distinto. Era como una pequeña voz que hablaba en mi interior. Debes olvidarla.

Pasaron los días como cualquier otro, y yo estaba bastante nerviosa por lo que vendría, por lo que decidí ocultar mi encuentro de Anna y los demás.

El día viernes había llegado, y yo me encontraba en mi oficina terminando de leer algunas cartas que llegaron desde el Reino de Richterdam, informando sobre las pérdidas en alimentos que ocurrieron. De pronto oí como alguien tocaba la puerta.

- ¿Sí?

- Su Majestad, el Príncipe Aaron ha llegado, la espera en la entrada del castillo – informó uno de mis asistentes.

- Gracias Rupert, estaré enseguida- dije mientras él cerraba la puerta de mi oficina.

Dejé todos los papeles en orden, me dirigí hacia donde el Príncipe se encontraba. Antes de salir, decidí soltar mi cabello en mi usual trenza, y agregar algunos detalles a mi vestido de hielo. Una vez lista, salí al exterior.

- Hola Aaron – lo vi firmemente parado, esperándome.

- Buenas tardes mi Reina, luce completamente asombrosa, como siempre.

Reí disimuladamente – Muchas gracias – él me tomó ligeramente del brazo, como todo un caballero - ¿Vamos? – dije para dirigirnos hacia donde sea que él haya elegido para nuestra primera cita.

Todo transcurrió muy tranquilo y en orden, realmente la pase muy bien con él, honestamente hace tiempo no la paso tan bien con alguien que no fuera… Anna. Ya, quítala de tu cabeza de una vez Elsa.

Pov General -

- Bueno, hemos llegado su majestad. – le dijo el Príncipe con una sonrisa.

- Pasé un momento muy gratificante con usted, muchas gracias Príncipe Aaron.

En ese momento, Anna estaba corriendo por los pasillos del castillo, en busca de su hermana Elsa, la estaba buscando desde hacía una hora, estaba desesperada. Cuando la vio en la puerta del castillo parada, fue corriendo hacia ella cuando notó que estaba hablando con alguien más, un hombre. Que ahora recordaba como el Príncipe Aaron de Hardgal, quien no le quitaba la mirada a su hermana. Anna sintió algo en su interior, algo que le molestaba, pero no sabía con exactitud que era ello, por lo que siguió mirando que hacían esos dos.

- Es usted realmente muy hermosa mi Reina- comentó el caballero tomando con delicadeza su mano.

- Me halaga demasiado, Príncipe Aaron. – respondió Elsa a esto, sin perder la sonrisa. Ese hombre elevaba mucho su ego.

- Disculpe mi atrevimiento, pero… ¿Podría besarla? – dijo acercándose a Elsa lentamente.

Anna, que miraba todo escondida detrás de una de las columnas del castillo, movía la cabeza frenéticamente y gritaba en silencio un "No". No sabía por qué la idea de ver a su hermana mayor besando a un hombre se le hacía tan desagradable.

-Eso – dijo Elsa, poniendo su mano en el hombro del chico – lo dejaremos para la segunda cita.

- Entonces, ¿tendré el honor de tener una segunda cita con tan increíble mujer? – dijo esperanzado

- Próximo viernes, a la misma hora. Lo espero Príncipe Aaron. – respondió la ojiazul con tranquilidad.

- Aquí estaré su Majestad, con una sorpresa. – comentó éste con una sonrisa que intentaba parecer seductora.

- Muy bien, hasta entonces Príncipe – finalizó la conversación la rubia con una sonrisa.

Elsa entró de nuevo en el castillo, y pudo notar a Anna escondida detrás de la columna.

- ¿Anna? ¿Qué haces escondida ahí?

- Hola Elsa, te estuve buscando toda la tarde, no me dijiste que saldrías. – dijo molesta su hermana menor.

- Lo siento, si, salí con el Príncipe Aaron de Hardgal – respondió con simplicidad la más alta, en su interior deseaba conocer cómo reaccionaría su pequeña al saberlo.

- ¿Por qué no me lo presentaste?

- Es que, creí que sería muy pronto, digo, así como tú me presentaste a Kristoff mucho después de que tú lo conociste, pensé que sería mejor presentártelo cuando ya sea… más cercano a mí. – finalizó la rubia ocultando a la perfección su nerviosismo.

- Oh… - dijo Anna entre triste y enojada – Entonces ¿segunda cita eh? ¿Desde cuándo te interesa el Príncipe?

- Bueno, estuve pensando que… tengo 22 años, y aún no he tenido relaciones cercanas de ningún tipo con algún hombre ni nada parecido, y siento la presión del reino en que encuentre al indicado para procrear mi descendencia. Y pensé en él, obviamente no es que haya pensado en que sea mi Rey, ni en casarme, ni nada que se le acerque, no todavía, sólo que él ha estado muy pendiente de mí todo el tiempo que lleva aquí, por lo que pensé en que no sería mala idea darle una oportunidad. – soltó todo lo que medianamente pensaba.

- Yo también he estado pendiente de ti – soltó Anna ofuscada. – Lo siento, es solo que… - ¿Es solo que qué Anna? Pensó. – Um… me molestó que no me lo contaras – mintió.

- Ya pronto lo conocerás, lo prometo. – respondió la mayor con una sonrisa tranquilizadora.

- Es una excelente idea, ¿qué te parece si el próximo viernes, "a la misma hora" – dijo Anna imitando a Elsa – tenemos una doble cita?

- ¿Doble cita?

- Así es, Bueno… Tu y el Señor Príncipe – dijo esto último con un toque… burlesco –, Kristoff y yo. – Y antes de que la rubia pudiera rechazar la propuesta agregó – Realmente quiero conocerlo. – La pelirroja hizo su conocida carita de cachorro, la cual Elsa no podía resistir.

- Bueno, está bien. No creo que Aaron tenga problema con ello. Iremos los cuatro.- dijo la rubia, pensando que después de todo no sería una mala idea.

Bien, ese fue el primer capítulo. Espero les haya gustado! Acepto cualquier tipo de comentario, consejo, crítica constructiva, etc. Espero algún review! Nos leemos (?) en dos o tres días! :)

P/D: Estoy nerviosa xD