Highschool DxD no me pertenece.


Capítulo 1: Comienzo

No podía saber exactamente cuánto tiempo pasó encerrado en ese lugar, y menos cuanto tiempo fue torturado por esos seres alados. Había perdido la conciencia al ver sus propios dedos en las manos de esa mujer.

"Ella…".

No podía pensar claramente, lo único que deseaba era salir de ahí, o que lo mataran de una vez, no quería seguir sintiendo dolor. Y menos a manos de ella.

—Veo que despertaste—una joven mujer entró por la única puerta de esa oscura habitación. Issei no podía distinguirla bien, en parte por el dolor y en parte porque se le dificultaba ver con su único ojo —, parece que podemos seguir divirtiéndonos.

La mujer se acercó hacia él. Sonreía diabólicamente a la vez que lo tomaba del rostro, obligándolo a mirarla. Esa chica, esa que antes había sido su amiga, ahora lo miraba con aburrimiento, como si torturarlo ya no le fuera divertido.

— ¿Por qué…?—un leve susurro fue lo que escapó de los labios del chico, su estado actual no le permitía hablar con normalidad.

— ¿No dejaras de preguntar eso?

La mujer, aburrida del chico, levantó la daga que poseía en su mano derecha y la levantó, dispuesta a acabar con su vida.

.

.

.

.

.

.

.

{Debes despertar, Issei}

Y despertó.

Respiraba agitadamente. Se tocó la frente, notando que se encontraba perlada de sudor. "Ha sido un sueño", se dijo. Se tapó el rostro con ambas manos; siempre eran iguales. Despertaba justo en ese momento, intentaba olvidar esos hechos y su cabeza parecía querer hacer caso omiso a su deseo.

— ¡Ise, ya se te hace tarde!

Por la puerta de su habitación entro una adolescente de cabellera castaña que llevaba su pelo atado en una coleta muy infantil para sus 16 años. Issei se permitió sonreír. "Solo fue un sueño" dejó escapar en un suspiro aliviado.

— ¿Qué hora es, Nene?—se levantó de su cama. Lo mejor era despejarse y olvidar lo ocurrido, como hacia siempre.

Su habitación no era muy amplia pero era justa para él. Poseía una cama, una mesita de luz, un pequeño armario y una mini biblioteca donde guardaba información importante. Había una puerta a un lado que daba al baño personal.

—Tarde—la castaña lo miró falsamente enojada. Con ese apretado delantal de cocina a Issei se le hacía imposible no observar detenidamente como aprisionaba los senos de la chica—, ¿Te gusta lo que ves?

Issei le sonrió cansinamente. Esa era Nene, tan desvergonzada y abierta que él agradecía tenerla como amiga. Negó divertido mientras tomaba unas ropas suyas y se dirigía hacia el baño.

—Voy a darme una ducha, espérenme abajo—masculló mientras se liberaba de las sabanas.

Nene arrugó la nariz, un gesto característico en ella.

—Mal sueño, ¿No?—oyó.

Issei no respondió, solo se encogió de hombros para luego entrar al baño. Mientras se desvestía pudo escuchar como Nene resoplaba y se marchaba de su habitación. "Aun no, Nene".

Luego de ducharse y vestirse, bajó a la cocina para encontrarse con el lugar vacío y una nota pegada al refrigerador. Decía: "Ise, te tardas mucho, nos vemos en la escuela, Nene. PD: Come algo antes"

Y vio otra pegada debajo: "Ise, no hagas preocupar a Nene. Iré a ver un asunto con los chicos, Vali"

Sonrió. No era alguien que lo hiciera a menudo pero esos dos eran sus mejores amigos y los únicos que lograban alegrarlo. Buscó algo para comer y partió rápidamente hacia su escuela. La Academia Kuoh era un instituto solo para chicas pero recientemente se había convertido en mixto y Nene le había insistido en que entrara con ella. ¿Qué podía hacer? no podía negarse a esa castaña.

En el camino recordó su sueño. No era un sueño, más bien era un tormentoso recuerdo. Había sido capturado por ángeles caídos (Aunque en ese entonces, no sabía que eran) y lo habían torturado hasta casi matarlo, buscando algo que él no recordaba saber. Tuvo suerte de que Vali apareciera y lo salvara. No recordaba cómo habían sanado sus heridas, pero desde ese día dejó de ser humano, o al menos eso creía.

"En ese momento fue que decidí ser un Jager".

Se había convertido en un Jager, miembro del grupo de mercenarios. Él junto con Vali, Nene y el resto. Ellos eran un grupo inseparable, hacían cualquier tipo de trabajo que se les solicitara. Al comienzo tuvo sus dudas, pero con el tiempo se convirtió en algo normal, no preguntaba, solo lo hacía. Tiempo después mejoró sus habilidades de combate y pudo hacer trabajos en solitario.

Caminaba tranquilamente por las calles de la ciudad y ya podía ver la edificación donde estudiaría. No estaba lo que se decía emocionado por llegar, pero al menos estaría con Nene.

"Aunque…estaremos en cursos diferentes".

Recordó ese importante detalle, él tenía 17, un año más que ella, y ambos habían perdido un año de estudios por ciertos problemas. Suspiró al ver todo el barullo de estudiantes que se preparaban para el comienzo de año.

Pensó que sería bastante malo, pero debió admitir que fue muy interesante su tiempo en la Academia Kuoh ya que descubrió que en ella se encontraban las mismísimas hermanas de dos Reyes Demonios, Sona Sitri y Rias Gremory; hermanas menor de Serafall Leviatán y Sirzechs Lucifer respectivamente.


Meses después…

Como creyó, no había coincidido con Nene los primeros meses pero con el tiempo pudieron ir arreglando la forma de poder coincidir e incluso ella fue adelantada un año debido a su alto desempeño academico. Los días pasaron a ser monótonos y aburridos debido a que casi ya no hacia misiones por intentar centrarse en los estudios. Hasta que un día en los que no tenía nada que hacer algo cambió.

— ¿Qué haré ahora? —luego de sus clases había buscado a su castaña, encontrándola con sus amigas y, no queriendo molestarla, se fue sin que ella lo notara.

Observaba como las chicas hacían gimnasia en el campo de atletismo y no pudo evitar observarlas. Se encontraba acostado en el césped usando su mochila de almohada, esos eran momentos de soledad que agradecía tener de vez en cuando.

Sin darse cuenta, una dotada chica se le había acercado, pudo percatarse de su presencia al escucharla hablar a un lado. Giró la vista para encontrarse unas torneadas piernas que subían hasta una falda. Desde su posición distinguió las bragas de la joven pero no se inmutó.

—Arara, ¿Eres el nuevo, verdad?—asintió, confundido —, soy Akeno Himejima.

—Lo sé. Issei Hyodo, ¿Ocurre algo?—al oírlo presentarse, la vio fruncir el ceño. Sinceramente le extrañaba que esa mujer le hablara. Era nuevo, no sabía que podía querer con él.

—Raizer-sama quiere hablar contigo—Issei se extrañó, no tenía idea de quien era ese tipo. O eso creía.

{Deberías de ir, chico}

Escuchando las palabras de su compañero dragón se levantó y la siguió, llegando al club de Ocultismo. En ese lugar se encontró con una pelirroja a la cual reconoció y un rubio (que supuso era Raizer). El hombre miraba divertido en su dirección, mientras que la pelirroja se mantenía seria y de brazos cruzados, Issei podía notar la incomodidad que le causaba ese sujeto a la Gremory.

—Soy-

—Raizer, lo sé—su mirada fría apareció. No confiaba en ninguno de ellos y se los iba a dejar en claro—, ¿Qué quieres?

Raizer Phenex sonrío.

—Directo al punto ¿Eh?—los ojos inexpresivos de Issei mantuvieron la mirada sobre el rubio—, bien, quiero que te unas a mi clan.

Issei alzó una ceja.

—Sé que eres y que haces, recientemente he perdido a un peón y quiero uno nuevo. Eres muy famoso por estos lugares. Demonios, ángeles caídos, todos respetan tu nombre Ryu, por eso quiero qu-

—No lo haré. Y no soy Ryu, me llamo Issei—su voz no sonó enojada, más bien fue vacía. Antes de que Raizer hablara, él dijo: —, no sé quién eres, Phenex, pero escucha esto: nunca seré de ninguna facción.

Se volteó, dispuesto a marcharse, pero la voz de Raizer cargada de sarcasmo lo detuvo.

—Bravo, el pequeño perro muestra los dientes, ¿te crees tan importante?, puedo conseguir un peón mejor si tú no quieres.

Rias, Raizer y Akeno pudieron sentir una aura maligna rodear al castaño, no parecía haber emoción alguna en su rostro, simplemente miró al trio y les puso los pelos de punta. El rubio de repente sintió que había hablado de más.

—Detente, Issei.

Una voz desconocida alarmó a todos.

— ¿Qué haces aquí, Vali?

Vali Lucifer se había aparecido entre las cortinas como si nada. Se acercó al castaño ignorando al trío de demonios que lo veían sorprendidos, ni siquiera lo habían sentido.

—Nene me dijo que te vio venir hacia aquí y conociéndote, sabía que podía ocurrir—lo tomó de los hombros y le obligó a girarse en dirección a la puerta pero antes de irse,se giró hacia Raizer—. Ten cuidado con lo que le dices a mis amigos, no creas que por ser un heredero tendré piedad contigo.

Y ambos usuarios de Sacred Gear se fueron.

Raizer apretaba los puños, furioso por lo que había ocurrido. Rias se permitió sonreír interiormente. Nadie le dio importancia al asunto de que lo habían confundido con otro sujeto.

"¿Así que…Issei?".


Afuera…

Issei y Vali caminaban por las instalaciones de la Academia. El albino llamaba la atención de todos debido a su vestimenta aunque parecía ignorar ese hecho. Una vez afuera pudieron ver a Nene, esperándolos. Su mirada de preocupación se borró al ver a sus dos amigos llegar juntos. No necesitaron explicaciones, simplemente se marcharon hacia su hogar.

Cuando llegaron, Issei observó que se encontraba vacía. Queriendo saber sobre el paradero de los dos miembros restantes de los Jager, preguntó por ellos a Vali, que solo respondió:

—No tengo ni puta idea.

Comieron un platillo hecho por Nene de manera silenciosa. Luego de terminar, la castaña juntó los platos y se dispuso a lavarlos pero Issei la detuvo.

—Deja, yo me ocupo—al ver que le iba a decir algo, siguió—. Ya hiciste mucho y recuerda que tienes una misión con Vali hoy; debes guardar energías.

Nene sonrió, primero amablemente y luego de manera lasciva.

—Está bien, pero tendré que agradecerte cuando vuelva.

La mirada de la chica lo hizo ruborizarse. Nadie podría creer que esa dulce chica tenía pensamientos tan obscenos. Luego de lavar los platos, y despedirse de Vali y Nene, se dispuso a mirar televisión. Estuvo un rato cambiando una y otra vez de canales hasta que se aburrió y decidió consultar a su amigo dragón sobre algo.

—Ddraig, ¿Por qué me dijiste que vaya a ver a ese idiota?

{No lo sé, me pareció divertido}

—Esa no es una respuesta.

{Está bien, me imaginaba que te diría y quería ver que era lo que hacías. ¿No te pareció raro que te llamen Ryu?}

—No me interesa eso. Ahora solo quiero romperle la cara.

{Me temó que aún no podrías derrotarlo, eres fuerte, pero aun te falta}

Issei, miró la gema que resplandecía en su mano izquierda. Aun no entendía la razón por la cual hablaba libremente con Ddraig pero no podía usar sus poderes, era algo que lo tenía extrañado desde siempre.

—Está bien, entrenaré más y le partiré la cara.

Escuchó como el dragón soltó una carcajada.

{Realmente eres raro, chico. Lo dices como si pudieras hacerte fuerte de un día para otro con facilidad}

Issei se encogió de hombros, ese dragón era un hablador.

{Bien, en ese caso, te enseñare algo nuevo}

El castaño sonrió, Ddraig era fácil de persuadir cuando quería hacerse más fuerte.


En el Club de Ocultismo…

Rias Gremory por fin podía respirar en paz. El idiota de su prometido cada vez era más insoportable, no podía creer que tenía que casarse con un demonio así. Por eso le alegró ver como ese par de cazadores lo enfrentaban sin miedo a su fuerza e incluso lo acongojaban un poco. No podía evitar pensar en ese castaño, sus ojos fríos e inexpresivos y la mirada tierna y amistosa que vio dibujarse en su rostro cuando lo vio encontrarse con esa castaña. Parecían dos personas diferentes.

— ¿Me llamó, Buchou?—Kiba apareció.

Rias le sonrió, tenía una orden que esperaba que cumpliera.

—Sí, Yuuto, quiero que mañana a primera hora me traigas a Issei aquí, tengo algo muy importante que decirle.

"Tú eres el indicado, Issei"


Capítulo editado y corregido el 24 de septiembre de 2015