No tengo disculpas por la ausencia, pero volví. Gracias por los reviews!

—[Ddraig, Fénix, Albion, etc.]

—Diálogos.

—[Blessing, espadas sacras, etc]

—"Pensamientos".

Conversaciones telefónicas y demás.


Nota 1: A partir de ahora, no usaré sufijos japoneses salvo leves excepciones (sekiryutei, Hakuryuko, y alguno más).

Nota 2: Si tienen dudas con la apariencia de Nene, me basé en Murayama (una de las chicas de kendo que el trío de pervertidos espiaba) para casi todo.

La historia de Fénix puede ser algo complicada, por lo que la gran mayoría sobre ella la verán una vez que Issei comience a convivir con Ravel Phenex. Espero sepan comprender!

Otra vez, vuelvo a decirlo, el personaje David pertenece a erendir y su historia la pueden conocer en el fic "hermanos dragones" de su autoría. ¡Un saludo, amigo!

Ni Highschool DxD ni sus personajes me pertenecen, tampoco el personaje antes citado. Todos son de sus respectivos dueños.


Capítulo 11:

—¡No te distraigas!—advirtió con una sonrisa macabra Kokabiel, sin detenerse comenzó una lluvia de golpes sobre el poseedor de la Boosted Gear, causando cada vez más que su armadura se deteriorara.

—¡Lo tiene acorralado!—Rias masculló para luego girarse en dirección a David—. ¡¿Cuánto más te falta?!

David no respondió. En su lugar la luz que lo rodeaba desapareció, al igual que los círculos mágicos ahora solo había una espada que desprendía un aura sagrada muy poderosa, Xenovia al instante notó que estaba al nivel de Durandal.

—Incluso incompleta...es muy poderosa. —murmuró por lo bajo, entre fascinada e incrédula.

BANG

Luego de terminar con sus golpes, Kokabiel creó una lanza de luz que alcanzó de lleno a Ryu, destruyendo su armadura y haciendo que se estrellara estruendosamente contra el suelo.

Raynare se acercó a él con rapidez adentrándose al pequeño cráter que había dejado y poniéndose de rodillas a su lado.

—Creí que mentías cuando dijiste que Kokabiel era más fuerte que tú. —dijo mientras lo tomaba de los hombros.

—No estaba peleando en serio—gruñó mientras era ayudado por la mujer a levantarse—. Pero aun así sé que él tampoco lo hacía.

—¿Crees que ese chico lo detendrá?

—No lo sé, pero lo averiguaremos. —fue su seca respuesta. Ryu se apoyaba sobre ella, tomándose la zona donde el arma de luz del caído había hecho contacto con su cuerpo.

—¿Así que estás listo ya? ¿De verdad crees que una simple porquería como esa, que siquiera está completa puede ganarme, lagartija?—perdiendo el interés en el Sekiryutei, Kokabiel sonrió con diversión en dirección al miembro de los Jeagers.

—Puede que no esté en su punto máximo, pero sé que puedo vencerte con lo que tengo a mi alcance. ¡Prepárate, ahí voy!—y David se lanzó sobre su oponente.

KACHIN

El choque de Excalibur con las espadas de luz de Kokabiel fue impresionante, creando una gran onda de choque. El caído había cruzado sus espadas, sabiendo que se enfrentaba al poder casi completo de una de las espadas de sagradas. Usando su mano libre, David acumulo una gran bola de fuego.

—Chúpate esta. —susurró sonriente mientras golpeaba al caído en el pecho.

PAAAAAAAAAAAMMMMMMMM

La apariencia de David había cambiado, le salieron escamas en gran parte del cuerpo y garras en lugar de manos y pies, destrozando su calzado. Sus alas y dragontinas salieron en todo su esplendor. La Excalibur empezó a brillar y su fuego dragonslayer élfico lo rodeó.

Con fuerza, el caído salió disparado, siendo seguido por el dragón. Kokabiel recupero el equilibrio justo antes de que David pudiera darle una patada descendente.

PAM

Creando un escudo de luz, el caído fue capaz de soportar el golpe del dragón. Sin perder tiempo, uso el escudo para empujar al dragón y hacerlo perder el equilibrio, lo cual resulto.

—¡Kuh!

—¡Muérete pedazo de basura! —bramó Kokabiel atravesando a David con una larga lanza de luz, la cual atravesó su pecho.

Los demonios estaban consternados por lo que ocurrió, pero al instante, el empalado David, comenzó a disiparse, dando a entender que aquello que había golpeado Kokabiel había sido una ilusión.

—Excalibur Nightmare, la mar de útil al momento de usar ilusiones… ¿no lo crees cuervo de pacotilla? —apareciendo otras imágenes de David alrededor del caído.

—¿Así que piensas que este truco infantil puede contra mi bastardo de lagartija?

Creando un sinfín de espadas de luz a su alrededor disparo todas ellas en todos direcciones, atravesando todas y cada una de las copias de David, sin embargo el castaño no se vio por ningún lado.

—Mi padre era un dragón, mala copia de Michael Jackson.

PAAAM

Golpeando con su puño izquierdo, revestido en fuego, acertando contra el rostro del Cadre que se deformo por el dolor del golpe. Mirando bien, pudieron ver entonces un guantelete parecido al Boosted Gear de Ryu sobre su mano derecha, de color blanco con detalles dorados.

—Increíble—murmuró Xenovia—. Le está plantando cara a Kokabiel.

—Pero no le está ganando. No está a su nivel– comentó Kiba—. Pero su manejo de Excalibur es asombroso.

—Destruction en asistencia de Mimic. El control del hijo de Tannin incluso le ha permitido manejar a Rapidly. Tres fragmentos de Excalibur al mismo tiempo. Simplemente impresionante. —con tranquilidad Ryu analizaba la batalla de David con su nueva arma. No era la Excalibur completa, pero su poder era monstruoso.

David ahora retrocedía evitando el corte cruzado de un furioso y adolorido cadre.

—Sabandija miserable… ¡¿cómo te atreves?! ¡Inmundo dragón de pacotilla! —bramó mientras creaba cientos de espadas formando un gran círculo de estas rodeándolo y arrojándolas contra él como una lluvia de cuchillos, los cuales buscaban únicamente empalarlo.

FIUM FIUM FIUM FIUM FIUM

Nuevamente David uso la habilidad ilusoria de Excalibur, creando varias copias de sí mismo, y yendo contra el herido caído. Al igual que la vez anterior Kokabiel destruyo a todas las copia, confundiendo a todos pues David no aparecía por ningún lado.

Sin embargo Ryu y Kokabiel podían seguirlo, de una u otra manera.

KACHIN

—No pienses que puedes golpearme una segunda vez usando el mismo método. —frenando el golpe de Excalibur con una lanza, Kokabiel detuvo el golpe descendente de David.

—No ha estado mal pero a ver si me puedes encontrar. —desapareciendo luego de retroceder un instante, David preparaba nuevamente su ataque, sin embargo no esperaba que Kokabiel se lanzara esta vez por el contraataque.

KACHIN

Moviéndose raudamente a su izquierda Kokabiel arremetió contra algo, y ahí ahora aparecía David con Excalibur convertida en un escudo circular, recibiendo de lleno el golpe de la lanza del caído.

—Aunque puedas hacerte invisible eso no desaparece tu intensión asesina muchacho… y ahora eso será tu perdición.

Nuevamente David se desvaneció, pero también lo hizo Kokabiel, desapareciendo y apareciendo por distintos lugares en todo el domo dentro de la barrera.

KACHIN KACHIN KACHIN KACHIN

Incluso si David podía usar las habilidades de Excalibur, aún estaba lejos de poder usarlas a todo su potencial, y tanto Kokabiel como Ryu se percataron de aquello. Eso fue explotado por el caído, que ahora no le daba espacio a David para atacar, siendo obligado a defenderse del furioso ataque del caído.

—¡¿Qué es lo que pasa mierda de lagarto?! ¡¿Dónde se fue esa con fianza tuya que tenías hace un momento?! —bramó golpeando a David con una lanza de luz, y enviándolo contra el suelo.

TROMP

—Vamos sucia lagartija de segunda. ¿Eso es todo lo que puedes hacer? —bramó Kokabiel mientras tres lanzas más grandes aparecían sobre él, estas eran más poderosas y densas que todas las anteriores.

Viendo las intenciones de Kokabiel, Issei invoco la Phoenix Hand, hecho que fue visto por los demás.

—Issei no vengas. Se lo que estás pensando, así que no vengas. —levantándose entre la nube de polvo, en medio de un cráter, se encontraba David con leves heridas en su rostro y brazos—. No creas que esto ha terminado aún, yo aún puedo pelear, así que no pienses siquiera en intervenir.

El tono del castaño mayor era serio, e Issei lo sabía, así que guardo silencio y asintió.

—Gracias…compañero. —sonriéndole al ex Jeager, David solamente comenzó a levitar con sus alas hacia el cielo, hasta estar al mismo nivel que su enemigo—. Que la pelea continúe maldito bastardo.

Volando contra Kokabiel, quien lanzó las tres lanzas contra el sin contemplaciones ni piedad, con un corte ascendente de Excalibur, destruyó la primera, girando sobre su eje, trayendo de inmediato su espada, golpeó la segunda lanza con un corte lateral izquierdo, destruyéndola también.

—¡Caíste! —gritó Kokabiel apareciendo de repente enfrente David, atravesando a este, con la tercera lanza.

—No estés tan seguro, cuervo de quinta. —apareciendo justo al lado del caído, con una fina herida sangrante a su costado, y propinándole un fuerte golpe, con su puño libre envuelto en fuego dorado.

PAM PAM

Pero recibiendo en cambio una patada en el pecho, rompiéndole varias costillas en ese golpe, haciendo que ambos retrocedan, y se mirasen el estado de ambos no era de lo mejor para ambos, no importaba, pues quien lograse mantenerse hasta el final ganaría.

La batalla contra Kokabiel se estaba volviendo bastante dura. Al final decidió usar su As bajo la manga. El fuego de David empezó a cambiar de color a un tono dorado.

—Al final lo va a usar. —murmuró Issei.

—¿Qué va a usar? —le preguntó Rias.

—Todo su poder. Esto es algo que no se suele ver.

[Fuego Sagrado Dorado Élfico]

—¡Tú!—llamó Issei a Ryu, dejando para después las preguntas que lo rodeaban.

El Sekyriutei pareció entender sus intenciones.

[Boost] [Boost] [Boost] [Boost] [Boost] [Transfer]

Ryu acumuló poder y lo envió a la barrera justo a tiempo. Nada más expulsar el fuego dorado, todo alrededor del castaño mayor se fundió. Incluso los escombros y las paredes que se mantenían en pie se fundieron. Los arboles ardieron al instante y el agua se evaporo por completo. Dentro de la barrera se podía sentir un calor asfixiante. Parecía estar dentro de un gran horno.

—¿Qué sucede? Siento como si estuviéramos en una caldera. —se quejó Neo, que comenzaba a respirar costosamente.

—Te puedo asegurar que si Ryu no hubiera reforzado la barrera, posiblemente estarías hecho carbón. Serias demonio a la parrilla. —explicó Issei.

—¿Este es todo su poder? —preguntó Rias, que se había desabotonado un par de botones por el calor —. Es algo increíble.

—Déjame que te explique un poco, Rias—Issei tomó la palabra–. El fuego que está usando David es un fuego antiguo de una raza poco conocida. Uno casi tan antiguo como la vida misma. Esa raza la usaba para luchar contra dragones malignos mucho más poderosos que los Dragones Celestiales. Es un fuego que no tiene rival. Ni siquiera el fuego de Tannin seria comparable. Un fuego que destruía cualquier cosa que se cruzara. Cuando consiga controlarlo por completo… no quiero saber de qué sería capaz. —la última frase la dijo con temor. Vali le había dado una idea de que tan fuerte podía llegar a ser.

—Y si es tan poderoso, ¿cómo es que puede usarlo?

—Si puede usarlo es por su condición de hibrido. Si fuera dragón 100% no podría usar ese fuego. Su parte humana se lo permite. El ser parte dragón y parte humano es lo que le permite usar ese poder. El ser parte dragón le da la resistencia y el poder para controlarlo. Si no fuera así tendría que ser obligatoriamente de aquella raza.

—… Ya veo. ¿Cómo sabes todo eso?

—David y Vali me han guiado un poco.

Mientras Kokabiel miraba el fuego de David sin cambio alguno en su rostro.

—No pienses que por cambiar el color de tu fuego puedes actuar arrogante en mi contra, maldito bastardo.

Creando nuevamente tres lanzas igual de peligrosas que las anteriores las apunto en contra de David, quien ahora apuntaba desafiante su espada envuelta en fuego dorado contra el caído.

—Kokabiel, el día de hoy te hare pagar con creces el haberme arrebatado a mis padres, desgraciado. —atacando con una ola de fuego dorada salida de un corte en media luna de su espada.

Usando una de la lanzas, el cadre intento repeler el ataque, sin embargo el fuego dorado demostró estar por encima de la luz creada por el ángel caído, pues literalmente la luz se quemó, desvaneciéndose y avanzo si perder fuerza, siendo inmediatamente golpeada por las dos lanzas restantes, a causa de esto una explosión de considerable fuerza se sintió.

BOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMM

—¿Qué demonios es ese fuego, como puede ser más fuerte que mi luz?

—Lo dije antes, ¿verdad? el día de hoy, tomare venganza por mi padre y por mi madre. ¡Hoy te desplumare maldito cuervo!

Lanzándose como un meteoro dorado y Kokabiel por su parte impulsado por sus alas restantes fue contra David.

FLAT

PRONW

CLANG

KACHIN

SWOOSH

Choques de puños contra acero, choque de puños contra carne, el acero contra la luz, el fuego contra la luz. Del cielo llovía cristales de luz, chispas de acero y fuego dorado, mientras un dragón y un ángel caído luchaban por demostrar su poder sobre el otro.

—Nosotros… ni siquiera fuimos capaces de causarle un solo rasguño. —murmuró asombrada Rias.

—Tanto poder…. ¿es este el poder a disposición de los dragones? —se preguntó Akeno, fascinada.

—Incluso cuando todos luchamos…nuestra diferencia de poderes…—dijo Kiba, sintiéndose muy pequeño y débil por la muestra de poder de David.

—Ahora veo a donde querías llegar, Ryu.

El poseedor de la Boosted Gear asintió a las palabras de Raynare.

—Mientras luchaba con él, pude notar algo que nunca había sentido. Era como si mi cuerpo sufriera una descarga eléctrica cada vez que luchaba contra ese sujeto. Ahora sé la razón: es un dragon slayer.

Rías y todo su sequito seguían preguntándose cómo era posible para él pelear contra un caído de nivel Cadre de esa manera, cuando incluso ellos no pudieron siquiera hacer que se esforzara.

FLAT

PRONW

CLANG

KACHIN

SWOOSH

Mientras se preguntaban el porqué de su falta de poder, ambos enemigos continuaban con su feroz encuentro en el cielo, destrozando el cuerpo del contrario cada vez que el meteoro dorado y el meteoro negro se encontraban.

De repente se detuvieron de golpe el caído y el dragón. Se detuvieron en el cielo al golpearse el uno al otro. Kokabiel habiendo atravesando la defensa de David, y logrando apuñalar, su costado izquierdo, habiendo logrado atravesar con un poco de facilidad las duras escamas de David.

Mientras que con facilidad, la espada de David había logrado atravesar el hombro del caído y a la vez una de las alas derechas. Ambos habían golpeado al otro con una facilidad tremenda, pero para hacerlo tuvieron que valerse de su velocidad y fuerza.

—Increíble. Le está ganando. —murmuró Neo.

—Sí. Y con superioridad en cuanto a términos de poder—dijo Issei–. El único problema es la diferencia de experiencia. Kokabiel tiene más al ser más viejo.

—Kuh. Nada mal maldito mocoso.

—Esto solo acaba de comenzar…porque ahora… ¡este es tu fin maldito bastardo!

WOOOOSH

Un tornado en llamas envolvió a ambos. Un tornado que parecía zigzaguear con ambos adversarios dentro de este mientras ambos luchaban. Los sonidos de metal contra metal se escuchaban y lanzas de luz o bolas de fuego dorado salían de este, disparadas en todas direcciones.

—La pelea entre ellos se está haciendo más intensa, ¿es que acaso no conocen límites en sus poderes?

—La lucha se está alargando más de la cuenta. ¿Crees que él…?

Una preocupada Raynare se acercaba a Ryu, a diferencia del Sekiryutei que estaba totalmente tranquilo mirando el tornado de fuego dorado.

—Preocupado, no, el chico dragón ganara de eso no hay duda, pero más que eso…

Los sentidos dragón de Ryu estaban alerta a mas no poder, indicándole que algo peligroso se acercaba.

Raynare estaba confundida por la mirada que daba Ryu a sus alrededores, pero de igual manera continuó mirando el tornado de fuego, el cual de repente comenzaba a agitarse aún más, moviéndose como una serpiente.

Y de ella cortes hechos de luz salían de él, en todas direcciones, también lo hacían lanzas y espadas de luz. Y de repente el tornado de luz comenzaba a elevarse, y de él salió humeante el ángel caído con varios cortes en su cuerpo la ropa hecha jirones, empuñando dos lanzas de luz.

Mientras el tornado comenzaba entonces a tomar la forma de algo que nadie esperaba, nadie excepto Issei. La forma de un dragón occidental. Los ojos de Kokabiel se abrieron como platos, la forma era la forma dragón del padre de David.

—Si pensabas que era poderoso, Kokabiel no tienes ni la menor idea bastardo.

GROAAAAAAAARG

Rugiendo como un verdadero dragón en su verdadera forma, David cargo contra el caído, convirtiéndose entonces en un meteoro, un verdadero meteoro.

—¡Esto es por mi padre infeliz!

Desapareciendo y apareciendo de repente, aun envuelto en fuego dorado, mientras Kokabiel se retorció de dolor. ¿La razón? David había arrancado dos de las alas del Cadre con la espada.

—Kuh… ¡maldito seas dragón de pacotilla! —bramó furioso mientras más sangre salía de su espalda.

—Y ahora viene lo bueno, maldito bastardo.

Volviendo a dirigirse contra su enemigo, volviendo desaparecer y aparecer detrás del caído, propinándole un fuerte golpe con su espada convertida nuevamente en un guantelete de acero plateado.

Enviando al caído al cielo, en donde parecía haber podido haber recuperado por un instante el control de su cuerpo, magullado y lastimado.

—¡Esto es por mi madre!

Dos cortes precisos cercenaron dos alas más, causando que Kokabiel se retorciera de dolor, y al mismo tiempo estas, se convertían en cenizas al ser alcanzadas por el fuego dorado.

—Esto por la vida que me arrebataste aquella noche.

Deteniéndose en seco, mientras la espada se convertía en la punta de un taladro el cual golpeo sin piedad contra Kokabiel, causando que este se viera atacado por un tornado, el cual con afiladas hojas por toda su superficie, imbuidas en fuego dorada, cercenaban, quemaban y golpeaban a Kokabiel, y nuevamente había perdido dos pares de alas más.

—¡Arg! —gritó de dolor a más no poder, mientras su cuerpo magullado volaba por los aires, derramando sangre como si de lluvia se tratase.

—Y esto… esto es por todos aquellos a los que heriste en su desgraciada vida… ¡prueba la furia del dragón del fuego dorado!

Entonces David adopto su forma de verdadero dragón, asombrando a los demonios y Xenovia mientras se dirigía hacia Kokabiel, que solo estaba estático. El miedo lo había invadido.

Delante de él, las imágenes de Draco y Lucia, que parecían haber estado empujando a David hacia su victoria aparecieron.

El dragón fue contra Kokabiel y devorándolo en sus flamígeras fauces, hizo desaparecer momentáneamente al caído, para de inmediato una explosión se diese en el cielo, iluminando la barrera por completo.

Una verdadera tormenta de fuego había explotado en el cielo, y de él, caía humeante un adolorido y derrotado Kokabiel, crenado un cráter de mediano tamaño añadiendo así otro a los tantos que ya habían.

—Esto se terminó. —murmuró David descendiendo desde el cielo, volviendo a su forma humana.

Después de la dura batalla entre ambos contrincantes, Kokabiel se encontraba en un hondo cráter. Solo le quedaba un ala ya que las demás habían sido quemadas por el fuego dorado de David o arrancados por Excalibur. Tampoco tenía sus extremidades al haber sido cortadas y separadas por el fuego dorado y la incompleta espada. Tenía unas quemaduras de cuarto y quinto grado en gran parte de su cuerpo.

Por su parte, David tenía grandes cortes en el pecho y extremidades. Había perdido mucha sangre. También tenía quemaduras graves y leves debido a su propio fuego ya que no controlaba aun el Fuego Sagrado Dorado Élfico. El fuego dorado lo había salvado de haber perdido alguna parte de su cuerpo. A pesar de ello, había salido victorioso. Cuando estaban por celebrar la victoria, ambos dragones, David y Ryu, se pusieron tensos.

Entonces, ambos entrecerraron los ojos, mirando al cielo.

—Parece que ya ha llegado. —susurró Issei.

—Tan rápido volviste, ¿Eh? —pronunció con cansancio el castaño.

CRASH

Rompiéndose en miles de fragmentos cristalinos la barrera del techo se rompió con suma facilidad. Atravesando dicha barrera una figura que descendió con una velocidad endiablada, deteniéndose anormalmente, con suma elegancia, frente al grupo, unos metros en el cielo. Una armadura blanco absoluto, con dos poderosas alas de energía a cuatro escamas cada una y con múltiples gemas por toda la armadura.

—Debe haber reducido el poder de la barrera con el poder de Albion. —susurró Issei.

—El dragón desvaneciente. Dragón Blanco. El Némesis del Dragón Rojo. —murmuró Kokabiel con las pocas fuerzas que le quedaban.

—¡! —Xenovia y los ex ayudantes de Kokabiel se asombraron.

—Otra de las Longinus, Divine Dividing, y además en su estado de Balance Breaker. —murmuró Raynare mientras creaba dos espadas de luz.

Ryu estaba preparado para pelear, pero se percató de la serenidad que tenían David, Issei y Rias.

El Dragón Blanco descendió hasta colocarse al lado de Kokabiel. Los presentes pudieron notar como el aire pesado y caliente que había aparecido al momento de David despertar sus poderes, desapareció con su llegada, probablemente por el uso de algún tipo de magia. Al ver el estado del caído, desvió su vista a David.

—Impresionante. ¿Te divertiste?

—No sabes cuánto. Como un paseo por la playa.

El castaño mayor sonrió cansinamente, con alegría en sus ojos.

—Veo que ya juntaste casi todos los fragmentos. —luego de ver la Excalibur a un lado de David, miró a Kokabiel y le cogió la única ala que le quedaba.

—Anda. Me había dejado una—susurró divertido David, aunque volvió a ponerse serio—. Ahora solo falta Ruler.

El Hakuryuko negó. Arrojando frente al moreno una espada que desprendía una poderosa aura sagrada. Ninguno de los dos Jeagers mencionó algo sobre ello.

Vali Lucifer miraba condescendiente al derrotado Kokabiel.

—Esta es como las alas de los cuervos. Que color más repugnante. Las alas de Azazel son mucho más oscuras, como las eternas tinieblas—arrancándola como si nada, arrancando un aullido de dolor en el caído—. Ahora sin alas, ¿cómo planeas volar? Vivirás el resto de tu vida arrastrándote por el suelo.

Golpeando al caído en la cara se lo subió al hombro. Parecía no importarle su estado.

—También debería de llevarme a Freed. Puede tener información.

—[¿Me estas ignorando, Blanco?]

Los presentes observaron al guantelete carmesí brillar y hablar.

—[Veo que estas despierto, Rojo]

—[¿Me das unos minutos compañero?]

—Claro. Muy rara vez me pides algo. —respondió con desinterés Ryu.

—[Gracias. Extrañas circunstancias para encontrarnos de nuevo]

—[Es nuestro destino. Encontrarnos y pelear es inevitable]

—[Blanco, no veo en ti la hostilidad que solías tener]

—[Rojo, tu hostilidad es increíblemente baja también. Pensé que serías más rudo]

—[Parece que a ambos nos interesan otras cosas más que el pelear]

—[Estoy de acuerdo. Disfrutemos del momento. De tanto en tanto no está mal, ¿verdad?]

—[Para ser dos dragones y alardear de ser seres inteligentes, esta conversación da mucha pena]– comentó Fénix, haciéndose escuchar a través de Issei.

—[…]

—[…]

—[No sé ni porqué me molesto en hablarles]

—Tiene razón—habló Ryu–. Paso de matar al Blanco para continuar con su estúpida tradición. Tengo otros intereses actualmente.

El Sekiryutei observó con cierto interés a Issei Hyodo, que sostuvo con seriedad su mirada.

Vali se volvió hacia David, habiendo tomado entre sus manos a Freed.

—Debo llevarle estos dos a Azazel, nos vemos después. —avisó con seriedad.

—Bien. Luego me explicas como mierda te hiciste con Excalibur Ruler. Supongo que ningún jeque árabe te la obsequió en Dubai.

—…supongo. Pero no es la gran cosa.

Después de decir eso, salió igual que como entró. Quedándose el destrozado lugar en silencio, el castaño mayor fue el primero en hablar.

—Issei. ¿Me ayudas?

El Hyodo asintió y se acercó al Jeager, ayudándole a ponerse de pie usando su cuerpo de sostén. En la mano libre, David sostenía a Excalibur, siendo que Issei llevaba a Ruler.

—Cuando me dijiste que eras fuerte, no pensé que fuera para tanto. Es decir, si sabía que estabas en un nivel distinto al mío, pero sobrepasaste mis expectativas.

—Suele pasar—comentó desganado el Draconis, luego notó a la exorcista acercarse a ellos—. ¿Qué harás ahora…eh…Xenovia?

—No lo sé. Lo que me acabo de enterar es demasiado impactante como para asimilarlo con facilidad, no quiero imaginarme como se lo tomará Irina cuando se entere—giró su rostro para ver a Issei—. ¿Podrías decírselo tú? Creo que sería lo mejor.

—Está bien. Déjamelo a mí.

A no mucha distancia, los Gremory se recuperaban de la impresión y adoptaban una postura defensiva ante el par de antiguos siervos de Kokabiel. Ellos no parecieron darle demasiada importancia.

—¿Qué planean ahora?—como cabeza del grupo, Rias se aclaró la voz, ignorando el hecho de la similitud de aquel chico con Issei. Estaba preparada para atacarlos aun si sabía que no eran rivales para el dueño de la Boosted Gear.

Ryu solo se mantuvo observándolos con seriedad. No tenía el mínimo interés en atacarlos.

—Nada realmente, princesa Gremory—Issei, Xenovia y David se acercaron a los demonios, observando con seriedad a Ryu. Los ojos rojos de Ryu se detuvieron en Issei—. Me gustaría pasar tiempo de caridad con mi hermano Issei. O lo que sea que seamos.

Raynare se desencajó con su respuesta.

—¡¿Q-qué?! ¿De qué mierda hablas, Ryu? ¿Pasar tiempo con Issei? Espero sea una broma…—vociferó la pelinegra.

—No. ¿Pareció una broma?—Ryu no pareció percatarse de la tensión de todos los presentes y sacó del bolsillo de su pantalón un pequeño anotador donde anotó un número y se acercó a Rias para dárselo—. Ya no somos sus enemigos, y quiero hablar sobre algunas cosas con Issei. Quizá ahora no se encuentre mentalmente preparado, pero cuando quiera hablar, dile que llame a ese número.

Y tras aparecer un círculo mágico a sus pies, el Sekiryutei y Raynare desaparecieron, siendo las últimas palabras que se escucharon quejas de la mujer hacia el moreno.

—¡Realmente estás mal de la cabeza…!

Issei se acercó a Rias, que le tendió el papel aun con cierto desconcierto.

—¿Qué es esto?—mirando el número.

—Dijo que lo llamaras cuando quieras hablar con él.

Issei miró con detenimiento el papel para luego guardárselo. Y en ese momento Sona Sitri junto con su sequito hicieron aparición acompañadas de Irina Shidou.

—¡Issei! ¡Xenovia! Que suerte que están bien. —la Shidou se acercó sonriente a ellos.

—Lo mismo digo, Irina.

—¿Qué sucedió? La barrera estuvo a punto de ser destruida varias veces, y alguien la penetró hace un momento. —preguntó con curiosidad.

—¿Issei Hyodo?—Xenovia lo nombró con la intención de que respondiera él.

—Es un amigo, se llevó a Kokabiel y a Freed lejos de aquí. —respondió con simpleza.

—¿Y Balba?

—Está muerto. Kiba Yuuto logró su venganza.

—¿Qué sucedió con las Excalibur?

—No es algo tan sencillo de explicar…pero en resumen ahora están en poder del Jeager David Draconis, y fusionadas en una sola. También acaba de aparecer la única Excalibur que faltaba.

—¿Ruler?—Xenovia asintió—. Vaya, sucedió mucho mientras no estaba.

—Irina…—llamó Issei, pensando cómo abordar el tema.

—¿Qué sucede, Issei?

—Hay algo que nos enteramos mientras peleábamos.

—¿Qué cosa?

Issei vaciló una milésima de segundos antes de responder, pero lo hizo.

—Dios está muerto. —su respuesta impactó tan o más en la joven castaña de lo que esperaba.

—No…imposible…—tartamudeó, aturdida y conmocionada.

Por otro lado, David, los Gremory y los Sitri terminaban de discutir todo lo que acababa de ocurrir en la Academia. Las hermanas menores de los Reyes Demonio parecían dar por terminada su tarea y se disponían a reparar todo el daño ocasionado.

—Entonces, ya no hay nada de lo que hablar. Dejaré que hagan lo que sea que vayan a ser y me iré de aquí. Hoy ha sido un día algo turbulento. —avisó David. La Excalibur de seis fragmentos y Ruler descansaban sobre su cintura.

—Está bien. Gracias por tu ayuda, David. —agradeció Rias Gremory. Sin duda que sin él, otro hubiese sido el final.

—No es nada. A fin de cuentas, también estaba metido en esto. —David no le dio demasiada importancia y se dispuso a largarse de allí.

—¡Irina!—el llamado de Issei hacia la eclesiástica llamó la atención de todos. La joven se había marchado del lugar luego de escuchar la noticia de que Elohim estaba muerto.

Xenovia puso una mano sobre el hombro del portador del Fénix, brindándole apoyo.

—Debes entenderla, Issei. Su fe es mucho más fuerte que la mía, no es tan sencillo para ella asimilar que Dios está muerto. Si es difícil para mí, imagínate como le afecta a ella.

—Que digas eso no evita que me preocupe por ella. Es mi amiga, a fin de cuentas.

—Vas hacer que me ponga celosa, Ise. —apareciendo a su lado, Rias Gremory lo abrazó efusivamente mientras sonreía. Estaba aliviada que tanto como él como sus siervos hayan salido con heridas mínimas de su pelea.

—¡Rias!

—¿Qué sucede, Neo?—sin soltar al Hyodo, la pelirroja miró a su Peón.

El joven azabache tenía en una especia de llave al Caballero Gremory, que parecía quejarse por la actitud de su amigo.

—¿No deberías castigarlo también?

Issei sonrió con diversión, comprendiendo el deseo de Neo.

—Yo también opino lo mismo.

—¿De verdad, Ise?—Rias lo observó con diversión.

—No hablan en serio, ¿Verdad?—comentó nerviosamente Kiba.

—Los hombres Gremory han hablado. Dos contra uno. —rio la pelirroja.

Issei frunció el ceño, notando con sorpresa que no le importaba ser parte de los Gremory. Más bien, le agradaba que Rias lo incluya.


Hogar de los Jeagers, horas después.

David era curado de todo el cansancio y dolor que sentía con ayuda de los poderes de Nene. Ella mantenía sus manos sobre la espalda del Draconis, que se encontraba sentado sobre una silla.

Vali los observaba con la espalda apoyada sobre la pared y de brazos cruzados.

El trio de Jeagers acababa de terminar de informarse sobre lo que le había pasado a cada uno los últimos días, siendo lo más importante lo ocurrido con David y las Excalibur, y lo de Vali en Dubai.

—¿Te sientes mejor ahora?—preguntó desde su posición el usuario de Albion.

—Sí. Cumplí con el deseo de mi padre y ya tengo en mi poder todas las Excalibur. Ya solo me falta forjar a Ruler con la incompleta y podré cumplir el de mi madre. Hablando de eso, ¿Y Ruler? ¿Cómo te hiciste con ella?

—Nada importante. La Facción de Lilith me atacó de improviso, aproveché sus distracciones para arrebatarles a Ruler. —David alzó las cejas. Definitivamente la definición de "importante" era diferente para él de lo que lo era para Vali. Igual no quiso hondar demasiado en eso, David sabía que Vali tenía sus motivos para haber abandonado la Brigada del Caos.

—¿Y Azazel?

Vali se encogió de hombros.

—Se contactó conmigo después de eso. Quería que detuviera a Kokabiel, pero tal parece que no te hizo falta de mí intervención para detenerlo. —el albino sonrió con burla.

—Ese idiota. —gruñó entre dientes. David no le veía la razón por la cual el líder del Grigori haría tal cosa.

—Kokabiel ya no es un problema, por lo que me dijo Azazel, estará encerrado en Cocito por un tiempo.

—Mientras ustedes la pasaban tan bien, yo solo me limité a aburrirme aquí. Ya está, David. —luego del mohín, Nene palmeó la espalda del Draconis, alejándose de él.

—Gracias, Nene. Ahora estoy como nuevo. —agradeció, poniéndose su camisa.

—Lo siento, Nene. Sé que te disgustó estar así, por lo que he decidido algo.

La castaña preció olvidarse de su enojo y miró a su amigo con un brillo en los ojos.

—¿Qué cosa?—preguntó, esperanzada.

—Iremos a Zúrich. Tengo algo que hacer allá y no me vendría mal un poco de compañía—la chica gritó de emoción—. Ve por tus cosas, no planeo quedarme poco tiempo.

Nene, como una niña pequeña, salió disparada de la habitación dejando a los dos hombres Jeagers solos. Vali suspiró con cansancio.

—¿Y qué harás?

—No lo sé. Sinceramente me sorprendió sentir la presencia del Sekiryutei cuando llegué a territorio de los Gremory, creo que por ahora veré que hace Issei con respecto a él. Por cierto, ¿Algo que puedas decirme del Sekiryutei?

David se rascó la barbilla, pensativo.

—Su nombre es Ryu Hyodo, o al menos así se hace llamar, es una especie de homúnculo creado a partir de Issei, por lo que es obvio que sean casi iguales. Un ángel caído con tres pares de alas lo acompaña, no sé qué tipo de relación tendrá con ella. Y probablemente lo que más te interesa, ha despertado el Balance Breaker y parece dominarlo bastante bien, al nivel de un demonio de clase alta diría yo. Tal vez pueda lidiar con algunos de clase suprema.

—Aún le falta.

—Sí, no todos nacen con tus habilidades, Vali—David se puso de pie, quedando a la altura del Hakuryuko—. Ahora, si me disculpas, tengo algo que hacer.

Vali Lucifer no objetó nada, solo dejó que su amigo se marchara y se mantuvo en silencio luego de la partida de este.

—[¿Preocupado?]

—Sabes que no.

—[No pensé que vacilarías al pelear contra mi rival, Vali]

—Eso no me importa. No es el problema.

—[El hecho de que sea igual a tu amigo es lo que incómoda, ¿verdad?]

Vali no respondió, por lo que Albion tomó aquello como un sí. Issei era un Jeager, y si bien Vali Lucifer aparentaba indiferencia ante todos, los Jeagers eran sus amigos, incluso si luego se iban del equipo. Que aquel sujeto sea igual al Hyodo, e incluso técnicamente eran la misma persona, se lo ponían difícil.

—¡Nene lista para irse, señor!—con un saludo militar, la joven Kurosaki se apareció en la habitación. Cargaba una pequeña mochila en la espalda y parecía más animada que hace rato.

Vali se permitió una media sonrisa.

—Bien, en ese caso, ya vámonos. —revolviendo el pelo de la chica, Vali salió de la mansión Jeager junto con ella.

Una vez en la puerta, el albino la miró de reojo.

—¿Cómo está el poder del Fénix dentro de ti?

—Bien. No me siento mal ni nada parecido, es como si no lo tuviera dentro.

—Entonces vamos a entrenarlo.

—¿De verdad puedo hacer eso?—su voz es oyó cohibida.

—Sí. En el caso de que te molestara o no puedas aguantarlo, no podrías hacerlo. Pero como no hay ningún inconveniente, podemos intentarlo.

—¿Podré ser tan fuerte como tú? Es decir, ¿escupir fuego y tener una armadura bonita como la tuya?—acotó, haciendo exagerados movimientos con los brazos.

—No te pases.


Academia Kuoh, Club de Ocultismo, al día siguiente.

Luego de haber restaurado todo lo destruido en la pelea contra Kokabiel, las clases pudieron empezar con normalidad al día siguiente para todos los alumnos. Los Gremory asistieron a sus respectivas clases para luego reunirse en el Club.

Estaban todos presentes, incluso Issei se encontraba allí.

Con una nueva integrante.

—¡¿Qué haces aquí?!—vociferó Neo al ver a Xenovia frente a ellos con la vestimenta de la Academia.

—Ella es la nueva miembro del equipo, Xenovia, Caballero. —presentó Rias, sentada en su escritorio.

Issei solo se limitó a alzar las cejas.

—¿Te convertiste en demonio?

Como respuesta a la pregunta del Hyodo, la ex santa desplegó sus alas demoniacas.

—Le pedí desesperadamente a Rias que dejara que me una. —volvió a esconderlas.

—¿Desesperadamente?…

—Un Caballero, ¿Eh?—Issei sonrió socarronamente, se giró para ver a su posible futura prometida—. Supongo que es muy ventajoso tener a un poseedor de Durandal.

Rias asintió.

—Con ella y Yuuto ahora tenemos a dos poderosos espadachines. —comentó con entusiasmo.

Neo alzó una mano, dudoso.

—¿Y yo?

—Dijo poderosos. —aclarándose la voz, Issei se carcajeó luego de hablar. Golpeó amistosamente la espalda del pelinegro al verlo gruñir.

—Es una mierda…—susurró con aire deprimido el Hyuga.

—A partir de hoy voy a ser estudiante de segundo año de esta academia—el tono de voz inusualmente juvenil en la peliazul hizo saltar en su lugar a Neo Hyuga, que no se había dado cuenta de que se encontraba detrás de él—. ¡Seamos amigos, Neo!

—¿Por qué hablas así?—preguntó Neo luego de recomponerse del susto—. Esa voz no se ajusta a tu expresión.

—Traté de imitar a Irina…pero es más difícil de hacerlo de lo que creía. —pensativa, Xenovia se llevó la mano a la barbilla.

—De todas formas, ¿no crees que fuiste muy drástica con tu decisión?—Neo la observaba con una expresión de duda; no creía que pueda ser una decisión tan sencilla el cambiar de bando tan violentamente. En especial si se trataba del cielo al infierno.

—Ahora que sé que Dios está muerto, mi vida se encuentra algo caótica. Aunque por otro lado, los demonios anteriormente eran mis enemigos; tengo mis dudas sobre servir a uno de ellos—tapo su rostro con la mano para luego juntar sus manos—… ¡Oh, Dios! ¡Por favor, dímelo!

Como era de esperarse, una punzada de dolor invadió la cabeza de la peliazul, que se tomó la zona con un gemido. Neo sonrió con diversión.

—Ahora que eres un demonio te sucederá eso. Lo mismo le sucedió a Asia…

—¿Qué pasó con Irina?—tornándose serio, Issei se unió a la conversación del par de demonios. Estos se concentraron en él.

—No se lo tomó muy bien. Sabes que es más creyente que yo, por lo que el daño que pudo llegar a causarle no puede medirse con facilidad. De todas formas, ahora se encuentra rumbo al cuartel de inteligencia—Xenovia pareció preocupada por su compañera—. Solo espero que no le suceda nada.

—¿Qué quieres decir con eso, Xenovia?

—Issei, ahora que me enteré de algo que no debía enterarme soy una espinilla para la Iglesia, por lo que soy una hereje. Solo espero que Irina use la cabeza y no admita que también lo sabe. —suspiró con pesadez.

Asia se aclaró la voz para tomar la palabra.

—Es por eso que me convertí en demonio. —dijo con cierta timidez.

Xenovia se acercó a la rubia sentada en el sofá.

—Debo disculparme contigo, Asia Argento—la monja pareció ser tomada desprevenida—. Dios está muerto: la compasión y la salvación de la que te hablé no existe. ¡Lo siento! Puedes pegarme si eso te hace sentir mejor. No podría olvidar como me miraron luego de que se los dijera, como si fuera alguien diferente…puedo imaginar que te sentiste de la misma manera.

La joven portadora de Durandal hizo una reverencia ante la Argento, que se apenó al verle hacer tal cosa. Asia sonrió.

—Puede que sea un demonio, pero aquí conocí a muchas personas importantes que considero mi familia. Rias, Akeno, Koneko, Neo, Kiba, Issei. Soy realmente feliz.

Xenovia pareció sorprenderse con su reacción, pero se recuperó obsequiándole una sonrisa.

—Entiendo. ¿Puedo pedirte algo, entonces?

—¿A mí?

—¿Podrías enseñarme la escuela algún día?

Y recibiendo la respuesta positiva de Asia, el par de cristianas dejó en el pasado sus posibles diferencias y se le dio la bienvenida a la nueva integrante. Ella se mostró interesada en estrechar su relación con todos los demás siervos e incluso con Issei.

—¿Algo te preocupa?—le preguntó Rias al castaño una vez los demás se fueron de la habitación, dejando solos al par.

—Irina. No sé si estaba bien que se lo dijera, quizá hubiese sido mejor que se lo ocultara. —respondió, ignorando como la pelirroja se sentaba a su lado en aquel sillón.

—No creo que haya estado bien mentirle tan poco, en todo caso, Issei, creo hiciste lo correcto. Irina sabrá que hacer.

—Supongo—Issei la miró, clavando sus ojos sobre los verdes de ella—. Ella fue mi primera amiga, ¿sabes?

—Sí. Le tienes mucho estima, ¿no?—el joven asintió. Rias recostó la cabeza sobre su hombro, cerrando los ojos con tranquilidad—. Me estoy poniendo celosa.

Issei rio con fuerza.

—No hay motivos para que lo hagas—sus manos se entrelazaron y los jóvenes se volvieron a mirar intensamente—. No me gusta de esa manera.

—¿Alguien lo hace?—la pelirroja comenzó a acercar su rostro. No iba a retroceder, estaba decidida.

—Sí. —el Hyodo no se movía, pero no se resistía al avance. Ninguno de los dos parecía estar atento a otra cosa que no fuera el otro.

—Y…esa persona… ¿Está en este cuarto?—sus narices se tocaban, pero Rias se detuvo en ese momento.

—Sí. —y sin vacilar, Issei juntó sus labios con los de la hermana de Lucifer.

Los dos estudiantes se besaban con pasión y rudeza, entrelazando sus lenguas con ansias de explorar más del otro. Sus manos se movían nerviosas, las de ella sobre el pecho del chico, y las de él sobre la espalda de ella.

—Issei…

—Rias…

A penas separaron sus rostros para mirarse y sonreírse de manera cómplice, volviendo a besarse con la misma intensidad que antes. El calor comenzaba a sofocarlos, pero antes de que las manos de Issei pudieran llegar a subir por los muslos de la pelirroja, la puerta del Club de Ocultismo se abrió de par en par. Neo Hyuga y Akeno Himejima entraron con sonrisas picaras en sus rostros.

—Vaya, vaya. Pero que estaban haciendo estos dos. —comentó con su habitual tono coqueto la Reina Gremory.

—Nos vamos un segundo, e Issei ataca salvajemente a nuestra Presidenta. ¿Es que no tienes modales, Issei?—Neo parecía realmente entretenido por verlos así. Rias se encontraba roja de vergüenza y el Fénix del mismo color que ella, pero de ira.

—¡Akeno!—conmocionada, Rias se puso de pie y se alejó lo más posible del Hyodo. Tocaba sus mejillas, notándolas hervir.

—¡Neo!—gruñó el moreno, mirándolo amenazadoramente. Iba a matar al Peón de Rias en cualquier momento.

—No se preocupen por nosotros, no nos molesta mirarlos. Pueden continuar. —Akeno le obsequió una sonrisa burlona a su amiga y ama.

—Tranquilo, tigre—Neo uso sus manos para separar a Issei de él—. Guarda tus fuerzas para esta noche.

—¡Neo!—haciendo un mohín, muy en vano Rias intentó recriminarle. Si bien era muy provocativa con Issei cuando estaban solos, era diferente si pasaba algo similar en público.

PAM

Issei no lo aguantó y golpeó a Neo, ocasionándole un considerable moretón para dolor de este. Aunque no lo aparentaran, todos estaban alegres con la situación que se desarrollaba. Rias e Issei acababan de darse su primer beso, y Akeno y Neo estaban felices de que eso ocurriera. Su Presidenta parecía estar feliz al lado de ese chico y ellos lo preferían mil veces antes que a Raiser Phenex.

Todo parecía mejorar.


Hasta aquí llega. El próximo capítulo será la limpieza de la piscina y la reunión de las tres facciones, por lo que no será largo, creo.

Un agradecimiento especial para erendir, que fue el creador de la pelea entre David y Kokabiel.

Espero les haya gustado

Saludos!

ShadowTails98…FUERA!