Capítulo 12

Marcando el camino

- para sobrevivir a esta vida de mierda, debes aprender a soportar sus golpes y seguir adelante…

Ver los ojos de Johanna mirándolo directamente no hacía más que acrecentar la furia de Gale, si aquello era posible.

-…no debes echarle culpas a otros, porque eso solo lo hacen los cobardes….

Gale bufó, pocas, muy pocas veces en su vida había estado tan molesto como lo estaba en ese momento.

- Él intentó usarnos a todos, no importa lo que diga para justificarse…no la merece…-murmuró con los labios apretados-…Katniss y yo compartimos una conexión,… una inigualable….no puedo perder eso… ¡NO PUEDO QUEDARME CON LOS BRAZOS CRUZADOS, VIENDO COMO ME LA ARREBATA!

- Lo que no puedes es regresar el tiempo, ella cambió, tú cambiaste… anduvieron por caminos separados…. hicieron elecciones…ella lo eligió a él…todo tiene en este mundo su momento, su hora, su oportunidad.

Gale se levantó

- ¿mis sentimientos no cuentan? -inquirió, mirándola con gesto serio

- No estoy aquí para hablar de sentimientos y demás chiquilladas…eso ve y cuéntaselo a quien le interese, todo lo que me pidieron fue estar contigo hasta tu recuperación…

Johanna se puso de pie

- ya estás repuesto…incluso estás dispuesto a cometer más estupideces…mi tarea ha terminado, me regreso al hotel. Tú has como quieras, pero mañana no te quejes si realmente terminas en el hospital

- Si alguien termina al hospital será él…tenlo por seguro,…no permitiré que dañe a Katniss

Johanna tomó aire profundamente

- La intención de Peeta nunca fue la que supones….él…él…-Sintió su garganta apretarse, pero continuó - Peeta es la persona más fastidiosa que haya pisado Panem, es la combinación perfecta de tonto héroe y santurrón, pero… él…él ama demasiado a la descerebrada como para lastimarla…es demasiado noble como para dañar a alguien conscientemente…

- No puede ser…. - Gale reconoció el brillo en la mirada de la vencedora-… ¡esto es demasiado!…. ¿qué es lo que tiene ese panadero?...- preguntó casi con malsana satisfacción -…..incluso tú, lo amas.

Johanna se volvió precipitadamente, la cólera tomaba posesión de ella. En otros tiempos, con su hacha, habría dado fácil cuenta del muchacho, sin una pizca de remordimiento.

- ¡DÉJALA!...ELLA NO TE NECESITA. TIENE LOS RECUERDOS DEL TIEMPO QUE PASARON JUNTOS, ESOS VALEN MÁS QUE TÚ

Gale estaba casi temblando ahora, movido por una furia incontenible, pero Johanna continuó

- …. ¡y no me mires así…..QUIERO QUE TE SIENTAS MAL!

Lo dijo con rabia, consciente de decirlo a una persona que estaba mal, incluso físicamente

- ¡PORQUE YO TAMBIÉN ESTOY MAL! –prorrumpió antes de marcharse dando un portazo

Gale mordió sus labios y tragó duro, la reacción de ella era un golpe de culpa difícil de ignorar.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

-…tengo esperanza…

La voz le temblaba un poco, pero lo dijo.

Ahora se sentía más ligero.

-…yo…podré controlarlo….así que debo ganarme otra oportunidad… voy a buscar a Katniss y hablar con ella

Haymitch meditó las palabras de Peeta, sin saber realmente que decir. Claro que estaba seguro de que Katniss y Peeta no debían desaprovechar la oportunidad, pero le preocupaba la reacción de la cazadora.

- Bien… pero un consejo, deja que las cosas se enfríen…. mañana podrán hablar con más calma…

Se levantó del asiento, era tarde y seguro Effie ya estaba en casa esperándolo

- me da mucho gusto saber que finalmente decidas luchar por tu felicidad…. ¡Ustedes se lo merecen!

- Gracias - Peeta sonrió, sintiendo una emoción indescriptible recorriéndole el cuerpo simplemente con el pensamiento de Katniss y él, finalmente juntos. – Te veo por la mañana. ¡Y por favor salúdame a Effie!

-.-.-.-.-.-.-.-.-..-..-.-

Con mucho cuidado Effie abrió la puerta del cuarto de Katniss y entró en él sin hacer ruido. La oscuridad era total, pero ella ya se había acostumbrado a la penumbra. Se quedó de pie, al lado de la cama, observándola un momento.

Sin poder evitarlo su mano se levantó y con cariño acarició la deshecha trenza.

Katniss abrió los ojos lentamente, ya no había ira, ni frustración el ellos, sólo una infinita tristeza.

- ¿Cómo te sientes? – Preguntó Effie.

- No muy bien después de darme cuenta que me han tomado por idiota… -comentó soltando un suspiro-….me he equivocado tanto, que ahora no sé qué hacer….

- Lo que debes hacer es hablar con Peeta…aclaren todo de una vez, querida.

- No quiero hacerlo….no voy a hablar con él, Effie…si lo hago, ¡encontrará alguna forma de enredarme!

- No le des tanto poder a un hombre, cariño…– Le dijo la ex escolta palmeando ligeramente su mejilla-…. Además no te hará daño el escuchar otra versión de los hechos

La morena molesta, cruzó los brazos y negó vehementemente con la cabeza.

Effie sonrió

- nadie dijo que amar no duela, cariño… y debes entender que no se puede huir del amor

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-..-.-.-.-.-.-.

Tenía frío,…estaba molesta…necesitaba pensar….necesitaba a Finnick, él la hubiera confortado y ordenado un poco sus ideas, en momentos así era cuanto más extrañaba tener a alguien con quien hablar

- Si al menos Haymitch estuviera aquí….

Recordando a Haymitch tuvo una idea, iría a un bar, tomaría unas copas en nombre de todos aquellos que ya no estaban.

Salió del hotel con ese pensamiento en mente, a las pocas cuadras encontró el "Bar de Ripper", decidió entrar, no había nada por perder

Solamente una docena de parroquianos se encontraban en el local, la iluminación era realmente escasa, lo ideal para pasar desapercibida

En la televisión que se encontraba suspendida de la pared, el canal oficial casualmente repasaba las incidencias de la pasada celebración del "día de la Unidad", sobre todo las imágenes de la pareja más querida en todo Panem

- Diablos - masculló en voz baja -… definitivamente este no es mi día…

Se aproximó a la barra y pidió un vaso de licor blanco, ese iba a ser por Finnick, se sonrió al pensar que si Finnick estuviera ahí, pediría otro tipo de trago o le pondría un caramelo a la bebida, él solo bebía cosas dulces, pero bueno… volvió a pedir otro vaso y brindó por Blight, Cecelia, Mags, Wiress y Chaff

Realmente extrañaba a los vencedores caídos. Ellos eran lo más cercano que había tenido a amigos verdaderos

Otro vaso y el brindis esta vez fue por Haymitch y Effie

- Otro vaso por favor – Ripper la miró con cara de no entender nada, esa mujer parecía estar despidiéndose de la vida – y esta copa está dedicada a ustedes dos, dijo mirando hacia la pantalla frente a ella, Peeta y Katniss brindo por su felicidad… brindo porque su historia romántica y chocante dure por siempre…- levantó la copa y la tomó en seco

Parado detrás de ella estaba Gale, quien había escuchado el último brindis

- Ripper,…un vaso también para mí, por favor – diciendo eso se sentó a su lado

- Gale… ¿qué haces aquí? …. ¿andas buscando otra pelea?

- No, Johanna – respondió fríamente- Solo ando buscando alguien con quien beber unas copas… ¿Aceptas?

- Tendría que decir que no, pero no voy a hacerlo

- Me parece bien…ahora quiero proponerte un brindis… - dijo cuando Ripper puso las copas delante de ellos... – brindemos por nosotros, brindemos por lo que la suerte nos ha robado… brindemos por quienes nos han dejado… brindemos por los días que vendrán

- brindemos por nosotros.

Chocaron sus copas, y tomaron todo el contenido en seco, sin siquiera respirar… ambos deseaban ahogarse y perderse… ambos deseaban curar sus heridas

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-

Effie acaba de marcharse, cuando el timbre del teléfono de la sala llamó su atención

- Katniss, tal vez no sea el momento y no sé realmente que decir… excepto que lo siento… yo nunca quise lastimarte, me conoces y sabes que es verdad. Por favor deja que intente explicarme… No puedo más con esto.

Katniss colgó el aparto con rabia

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Curiosamente, Gale y Johanna estaban pasando un momento muy agradable. Ambos habían depuesto las armas, al menos por el momento.

- ¿te he convencido de no ser tan mala persona? –Preguntó Gale, que parecía muy seguro de sí mismo mientras le sonreía por sobre el borde de su vaso.

- No. Pero he pasado un rato agradable…por el momento voy a quitarte de mí lista de enemigos

- Supongo que debería estar agradecido por eso,… un problema menos en mi vida.

- ¿Y qué piensas hacer con los demás problemas en tu vida?

- ¿En serio crees que tenga la posibilidad de resolver mis problemas yo solo?

Gale estaba bromeando, pero había cierta rigidez en su voz.

- ¿Sabes? Después de todos tus reproches acerca de mi manera de ser, no me parece que tú seas demasiado diferente. ¿Puedes decirme entonces por qué eres tan dura conmigo? - Su voz era suave pero llena de reproches.

- Lo siento. Tal vez tengas razón.

Le resultaba muy difícil discutir el asunto. Y entonces, mientras meditaba sobre lo que él había dicho, sintió que las manos de Gale se posaban sobre las suyas.

- Eres una mujer muy difícil de comprender.

Retiró rápidamente las manos, y la expresión de él se oscureció.

- Supongo que sí. Existen muchas cosas que serían difíciles de explicar.

- Tendrías que ponerme a prueba alguna vez. No soy el monstruo que pareces pensar que soy.

- Estoy segura de que no lo eres.

Johanna era una mujer realmente firme, alegre y directa, eso a su pesar, comenzaba a gustarle a Gale.

- ¿Crees que podría convencerte para que cenaras conmigo? Sería como firmar un definitivo acuerdo de no agresión

Ella rio suavemente al ver la expresión de su rostro, y palmeó levemente su mano.

- Me gustaría hacerlo alguna vez; pero no exactamente ahora. Me temo que tengo que ausentarme.

Maldita sea. Gale sentía que la suerte nunca estaría de su parte

- ¿Dónde irás?

- De vuelta al siete. Debo encargarme de algunos asuntos personales.

Caminaron de vuelta hasta el alojamiento. Gale la dejó en la puerta. Le agradeció por haberlo cuidado, se disculpó nuevamente. Johanna estrechó su mano y se volvió para subir los escalones de entrada.

Mientras permanecía allí, viéndola alejarse, sintió una irreprimible sensación de tristeza. Era como si hubiera perdido algo realmente muy especial. Sin embargo, no estaba muy seguro de qué se trataba.

Otra vez se sentía insoportablemente solo. Lentamente dirigió sus pasos en dirección a su hotel.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

La mañana siguiente encontró a Peeta llamando insistentemente a la puerta de la cazadora.

Como nadie le abría se decidió a usar la llave escondida bajo una de las macetas cercanas.

Al entrar, todo estaba en silencio. Un escalofrío lo recorrió, varias cosas estaban derramadas y rotas por el piso

Dejó las cosas que había traído en la mesa de la cocina y se dirigió con paso rápido a la habitación. Llegó hasta la puerta y escuchó un momento, hasta percibir la respiración pesada y acompasada.

Más tranquilo volvió a la sala y velozmente se puso a poner un poco de orden, para después poder empezar a preparar el desayuno

Seguramente Katniss estaba aún molesta, pero levantarse con el desayuno ya listo, le iba a agradar mucho. O al menos eso esperaba

Momentos después Katniss despertaba para sentir el delicioso aroma a chocolate.

Le pareció que todo era un sueño, pero un sonido en la cocina le hizo darse cuenta de lo que realmente pasaba.

Un mohín de inquietud estrujó sus labios.

Bajó las escaleras.

Como esperaba, encontró a Peeta de espaldas a ella, exprimiendo las naranjas para hacer jugo.

Lo observó en silencio, siempre había tenido miedo de enamorarse de alguien a quien no soportara perder pero…ya era demasiado tarde

-.-.-.-..-.-.-.-..-.-

Peeta se dirigía a dejar la jarra con jugo a la mesa cuando cayó en cuenta de que Katniss lo estaba mirando con los brazos cruzados.

- Buenos días, Katniss… - Peeta habló con voz suave y cálida

Ella lo miró fríamente. Peeta levantó una ceja, Katniss lo miraba como a un extraño

- ¿Estás bien? – le preguntó, tratando de ocultar su preocupación.

Katniss apenas asintió con la cabeza.

- Te preparé panecillos, jugo y chocolate para que desayunes.

- No tengo hambre…..y tú no deberías estar aquí…

- Sé que estas molesta…pero tienes que comer… ¡Vamos, siéntate!...El chocolate está caliente, te hará entrar en calor… y el jugo tiene miel, como te gusta.

- Sal de mi casa

- Katniss….debemos hablar…quiero que entiendas que no era mi intención lastimarte…

Por un momento, Katniss pensó que su pecho podría reventar. Los ojos grises se estrecharon.

- "no querías lastimarme"…."no era tu intención"… "jamás imaginaste que llegaríamos a esto"…. ¿algo más?

Lo mira de frente, ensanchando los ojos al darse cuenta que los ojos azules comienzan a ponerse tristes.

Abre la boca dispuesta a pedirle que no la mire así, pero él se adelanta.

- Sé que lo he eché todo a perder, que enredé las cosas….pero estoy arrepentido

- Mentiroso

- No estoy mintiendo

- Sí, sí lo estás….siempre me mientes.

- Katniss, tú eres la única persona en el mundo que a la que nunca le he mentido.

Su audacia era exasperante, la furia le hizo apretar los dientes

- Eso es otra mentira

- Dime una mentira que te haya dicho.

Fríamente, Katniss le respondió:

- Tú me dijiste que me amabas.

- Yo te amo.

Katniss parpadeó.

- Mentiroso….Si me amaras, no hubieses manipulado a todos para alejarte de mi

- Pensé que era mejor terminar todo para evitar que corrieras peligro…Pensé que merecías algo mejor de lo que podía ofrecerte…..estaba asustado.

-¿Y cómo demonios crees que me sentí?

Hubo unos minutos de silencio, ella no decía nada, y él parecía no saber qué decir

- Llévate tus cosas y vete de mi casa

- No voy a irme.

- Yo no quiero que estés cerca de mí

- No voy a dejarte sola

- Quiero que te vayas, ahora.

- No

- ¿No te cansas de esto?

- si pudiera retroceder el tiempo….te juro que yo…

El dolor de los recuerdos inundó su mente.

-…no lo sé, pero definitivamente haría las cosas de otra forma…. Pero entiende, yo no podía controlar mis ataques y solo… pensé que sería mejor alejarme.

- ¿Cómo?

- yo no podía poner en peligro tu vida otra vez… tú necesitabas a alguien mucho mejor que yo. Alguien digno de ti.

Los labios de Katniss se fruncieron nuevamente. Si él pensaba que podría ganarse su perdón enredándola en sus palabras estaba definitivamente equivocado. Ella no cedería

- …me equivoqué….pero ahora sé lo que tengo que hacer.

- Nada que hagas arreglará esto.

- Al menos puedo intentarlo

- Entiende, no importa cuántas veces me pidas "perdón". No voy a perdonarte.

Peeta suspiró…la vida le había enseñado que existían momentos cuando un hombre debía pelear, esforzarse y no aceptar la derrota,…. y otros cuando uno tenía que aceptar que perdió, que la oportunidad pasó…. y que solo un verdadero idiota seguiría intentándolo.

Cerró los ojos y tomó mucho aire

En ese momento aceptaba que….era un verdadero idiota

-.-..-.-..-.-.-..-.-.-.

Notas.-

Esta vez no me tardé tanto. Espero les haya gustado y también espero ansiosa sus comentarios.

Saludos y agradecimientos especiales a: Isbel0079, Nina M.,carolblue, Gilda y los infaltables Guest