Arrepentida

Epilogo

Al fin! Luego de una espera… un poco larga :v al final logre terminar esta increíble historia. ¿Haré más historias de Rozen Maiden en el futuro?, no lo se, la inspiración es algo que, la mayoría de las veces no puedo controlar. Así que, si se me ocurre una historia interesante. No duden que la haré.

Bueno, no los quiero entretener más. Así que; disfrútenlo.

El ambiente de alegría y tranquilidad se respiraba en las transitadas calles de Japón. Estudiantes y personas rumbo a su trabajo era lo más común de ver. Tanto que, entre ellos se camuflaba un alto chico de preparatoria, el cual hablaba por teléfono, con una pequeña sonrisa en su rostro.

¿? - Si, todo bien. Aun tengo algunos problemas con calculo y Japones, pero nada de que preocuparse -

¿? - Y que hay de las chicas que me presentaste en la cena de navidad -

¿? - ¿Las chicas?… Todo bien. Ya que la mayoría trabajan, podemos pagar el departamento. Despreocupate Mamá -

Madre – Y que hay de esa linda chica… ¿Sui...gintou...? -

¿? - A-a que viene esa pre-pregunta? -

Madre – Jajaja, eres tan lindo cuanto te pones nervioso Jun -

Jun – To-Todo bien… De-de hecho ayer fuimos… Al cine – Las mejillas de Jun comenzaron a arder.

Madre – Cuidala hijo, que chicas tan lindas no te caerán del cielo -

Jun – Si, lo se Mamá -

Madre – Bueno hijo, no te quito más tiempo. Recuerda comer bien, y no te apures, aun no quiero tener nietos -

Jun - ¡No era necesaria esa broma! -

Y sin más la madre de Jun colgó entre risas; satisfecha por haber avergonzado a su hijo, al menos por un momento.

Jun soltó un gruñido y guardo el teléfono. Sabia que su madre haría esa broma, pues desde antes de que trabajara en el extranjero no paraba de bromear con ese asunto del amor con él. Aunque ahora que sus padres habían vuelto a ser transferidos a donde vivían por su compañía. Fue una total sorpresa al llegar y descubrir que su hijo hace ya varios mese estaba viviendo en un lugar más grande que su casa. Cosa increíble para ellos, ya que su casa era; según ellos, bastante grande. Y aun mayor al saber que vivía con cinco bellas chicas. Pero Jun ya no era un niño, hace poco más de tres meses que había cumplido diecisiete y la alegría que había experimentado desde que las muñecas se convirtieron en humanas; había sido grandiosa.

El rostro de Jun se tiño ligeramente de rojo al recordar el tiempo que llevaba como pareja de Suigintou. Y luego de tantos años viviendo en la misma casa, su relación se había consumado hace ya algunos años.

El muchacho sacudió rápidamente la cabeza, para alejar los extraños pensamientos que cruzaban por su mente.

¿? - ¡Juuuun! - Una infantil voz resonó por toda el lugar.

Los ojos de Jun se cruzaron con una alegre chica, corriendo rápidamente hacia el. Bajita y de unos quince años, vestido rosa y una angelical sonrisa.

La chica dio un salto y abrazo al sorprendido muchacho.

Jun - Hinaichigo… ¿Que haces aquí?¿No se supone que debes estar llegando a casa? -

Hinaichigo Si insinuás que no fui a la escuela… Me ofendes -

Jun – No seria la primera vez – Susurro para el mismo.

Hinaichigo – ¡Jun! ¡Solo fue una vez! -

Jun – Fueron tres -

Hinaichigo – Pues ahora es diferente – Dijo, obviamente ofendida – Nos dejaron salir temprano -

Jun – Raro… ¿Porque? -

Hinaichigo – No se… ¡solo se que pude sorprender a Jun! - Hablo, mientras abrazaba aun más fuerte a su antiguo medium.

Jun – Jejeje, ¿Que tal si vamos a comer algo dulce? -

Hinaichigo - ¡Sii! ¡Eres el mejor Jun! -

Jun – Si, si. Vamos antes de que me arrepienta -

Sin decir palabra alguna la pequeña Hina apresuro el paso, con una gran sonrisa en el rostro.

Jun – Por cierto, ¿Tu y Suiseiseki han peleado? -

Hinaichigo - ¡Ella me provoca! ¡Me hace bromas y se roba mi comida! -

Jun - "Suspiro" Esa niña no madurara nunca -

Hinaichigo – No es mi culpa -

Jun – Tampoco es que te salves. Se que también molestas a Suiseiseki -

En seguida Hina desvió la mirada, pues no podía negar que; en ocasiones tomaba venganza de las bromas de su hermana.

Jun – Como sea. Si le hiciste algo a Suiseiseki, te tendrás que disculpar con ella -

Hinaichigo – Pero… -

Jun – Ella también se disculpara contigo -

Hinaichigo – Esta bien… -

Media hora más tarde.

Departamento de Jun. 7:23 P.M.

La tarde caía en el lejano horizonte de Japón, mientras el sol descendía lentamente, dejando a su paso una hermosa luz anaranjada. Los delicados rayos de luz comenzaban a entrar por la ventana de un departamento bastante grande, donde vivan el antiguo medium de las Rozen Maide. Jun Sakurada, junto con ellas.

La casa de Jun estaba algo animada ya que todas las Rozen Maiden estaban reunidas. Cada una concentrada en sus propios asuntos.

Jun – Es obvio lo que paso al final -

Shinku – ¡Pues claro, ese idiota me toco el trasero! ¿Que se supone que tenia que hacer? - Hablo una furiosa y hermosa chica de vestido rojo.

Jun – Resumen, te quedaste sin trabajo… Otra vez… -

Shinku – ¿Insinuás que no debí haberme defendido Jun? -

Jun – Claro que no. Ese idiota se lo busco. Es solo que, me gustaría que encontraras un trabajo que te durara más de dos meses -

Suiseiseki – Todos humanos son igual de degenerados – La chica de pantalón azul y blusa verde se unió a la platica

Jun – Gracias Sui-chan -

Souseiseki – Pues a mi no me fue tan mal -

Shinku – Porque no tienes a un pervertido como jefe -

Jun – Ya, ya Shinku. Se que la pasaste mal, pero ya paso -

Shinku – Ese idiota se lo merecía – Hablo, aun furiosa.

Jun - ¿Y tu Suigintou? -

Suigintou – Nada nuevo. Por suerte mi jefe es mujer -

Hinaichigo – ¡Pues a mi me fue increíble! - Hablo la pequeña Hina, con gran alegría – La maestra me dijo que si me seguía esforzando, no le sorprendía que el director decidiera pasarme a uno o dos grados más -

Jun – ¡Que bien! -

Shinku – Era obvio. Después de todo, aunque seamos humanas; nuestra mente es superior a la humana -

Suigintou – Además hemos vivido décadas -

Jun - ¿Y han sabido de Kanaria? -

Suiseiseki – Esta ocupada con su boutique. Pero va a venir el fin de semana con su antigua medium. Ya saben… probar vestidos -

Un gran suspiro salio de los labios de las chicas; pues, aunque querían a la joven hermana violinista. No les agradaba la idea de estar todo el día posando y tomándose fotos.

La noche había caído en el pacifico japon; y con ello las ex Rozen Maiden habían finalizado el día y se preparaban para descansar. Y Suigintou y Jun no eran la excepción.

Jun - "Suspiro" - No lleva mucho que las clases comenzaron y ya están dejando proyectos extensos -

Suigintou – Que se le va a hacer – Dijo, al mismo tiempo que abrasaba a su amado – No falta mucho para que termines la preparatoria. Solo un año y ya -

Jun – Se dice fácil… -

Suigintou – Que recuerde tu vida nunca fue muy fácil -

Jun – Y empeoro cuando firme ese extraño contrato -

Suigintou - ¿Te arrepientes? -

Jun - ¿Como podría? Ese suceso me dio la oportunidad de ser él protagonista de la aventura más emocionante que he tenido en la vida. Además pude conocer a maravillosas personas, y aun mejor. Te pude conocer -

Suigintou – Jeje, tu si sabes como cautivar el corazón de una mujer – Y sin decir más planto un profundo beso en los labios a Jun – Quien diría que la persona que ayudo a derrotarme, terminaría siendo alguien tan importante para mi -

Jun – ¿Y tu no te arrepientes? -

Suigintou - ¿De que debería? -

Jun – De volverte humana. Después de todo ahora eres mortal. Y ya no tienen sus habilidades -

Suigintou – Nuestro sueño era ser esto. La muñeca perfecta. Sabíamos que, al cumplir ese objetivo nos volveríamos mortales. Y personalmente nunca encontré la respuesta de "¿Que haré cuando cumpla mi objetivo?"; pero sabes. Ya no me tengo que preocupar por eso. Después de todo hace mucho encontré la respuesta – Dijo, mientras le dedicaba un amorosa sonrisa a Jun.

El muchacho soltó una pequeña risa. Pues las palabras de Suigintou habían sonado incluso más cursis que la suyas. Pero eso era una de las cosas que le gustaban de ella.

Jun se acerco lentamente a su amada y planto un profundo beso en sus labios. Saboreando la dulzura que lo volvía loco.

La vida de las Rozen maiden y del ex medium había tomado un rumbo totalmente diferente. Las chicas tenían que acostumbrarse a su nueva vida como simples morales. Pero por suerte no estaban solas, pues se tenían las unas a las otras. Además tenían a ese muchacho que nunca las abandono.

Muchas, muchas gracias por seguir esta historia. Y por ser tan pacientes. Lamento de todo corazón ser tan flojo :v pero al final todo termino. No soy bueno despidiéndome, así que. Gracias a todos; y los espero en alguna otra historia. Nos leemos luego.