La cruel realidad

Epilogó: La nueva realidad

.

.

.

HINATA

TRES AÑOS DESPUÉS

El día era bastante fresco a pesar de estar en verano, la brisa se sentía limpia dentro del jardín donde me disponía a plantar nuevos tulipanes. El ambiente estadounidense era reconfortante una vez que te acostumbras, la gente ya me conocía y ya no tartamudeaba mucho cuando me disponía en aprender el idioma.

Pero aun así extrañaba mucho Japón, la ciudad de Konoha si era más especifica.

En mis últimos días en Konoha tras haber despertado del coma, Neji organizo el papeleo junto con una amiga llamada Izana, la cual nos logramos a entender muy bien. Después mis amigos se entusiasmaron mucho cuando me dieron de alta. Hicieron una fiesta por mi recuperación, lo que yo no sabía era que esa reunión termino siendo una de despedida.

Ese día Hanabi y Neji me presentaron a mi tío Shin, un hombre que se convirtió parte vital en mi vida familiar tras enterarme que era el hermano menor de mi madre. Cuando hablamos y me contó sobre el abuelo, me sentía tan triste y a la vez ansiosa por conocerlo y decirle que jamás había estado tan desesperada por conocer a alguien.

Para mi sorpresa, creo que todo el mundo se dio cuenta de mis sentimientos. Y fue el mismo Sasuke quien dijo: No lo hagas esperar Hinata, tu abuelo espera. Y al día siguiente, ya tenía boletos para partir a Estados Unidos junto con mi hermana y mi primo.

". – Según mi hermana nos iríamos dentro de un mes, puedo esperar…

". – No – me interrumpió Sasuke, se acerco y pude ver que se resistía en tocarme. – Esto es más importante, tu abuelo espera por ti.

". – Además, aunque no lo recuerdes nosotros ya tuvimos buenos recuerdos contigo. – hablo Itachi mientras cargaba la maleta de Hanabi. – Creo que tu abuelo también necesita buenos recuerdos contigo.

". – Esto es un poco injusto… – les dije mientras agachaba la cabeza. – Ustedes saben mucho sobre mí pero yo no sé casi nada de ustedes…

". – En ese caso… creo que te visitaremos muy seguido. – me dijo Sasuke con cierta arrogancia en su palabras.

Creí que solo era pura altanería, pero cumplió. Cada verano venía a visitarme.

. – ¡Hinata-neesan! ¡Ya llegaron! – Grito mi hermana mientras salía corriendo hacia el jardín con un hermoso vestido de color azul y unos shorts de mezclilla acompañado de unas sandalias blancas. – ¿Cómo ve veo?

. – Te ves muy hermosa – la alague al mismo tiempo que era jalada hacia la entrada de la casa de mi abuelo.

. – ¿Me veo adulta? ¿Crees que a Itachi le guste más que el año pasado?

Me avergoncé mucho por lo desvergonzada que era mi pequeña hermana, apenas cumplió los 16 años e Itachi seguía siendo mayor que ella, se llevaban por cinco años. Pero ella insistía que en el amor no hay edad.

. – Hermana, tiene un poco de tierra – me dijo mientras me sacudía las pantorrillas del pantalón. Me acomode la blusa de tirantes y llegamos hacia la ventana de la sala de estar. Donde ambas observábamos como una limosina se estacionaba enfrente de nuestra puerta y después como salían mis diez amigos y mi amiga Izana.

. – ¿Ya llegaron?

Me sobre salté al tener de repente a Kazuma detrás de mí. – ¿Estabas aquí? – le pregunte mientras lo volteaba a ver al mencionado. Quien se había convertido en mi primo, tras haber sido adoptado por mi tío Shin cuando también se le dio de alta. Solo que a él, no se le dijo la verdad y por alguna razón confié y supuse que era lo mejor para todos.

. – Sip, Deidara ya llego – mencione un poco divertida ante la reacción de Kazuma, se sentía un poco tímido ante la presencia del rubio. Ya que el año pasado, nos enteramos de su orientación sexual como la de Izana, pero esta última tenía cierta relación no declarada con Sasori.

Escuche como mi hermana abría la puerta y los saludaba desde el contorno de la puerta. Me acerque a ella y me asomé para mostrar mi bienvenida, saludando con la mano. Cuando me correspondieron el saludo mientras sacaba sus maletas, me quede viendo a cada uno por un segundo más y no sé, de algún modo mi corazón saltaba de emoción.

Ser de importante para ellos como ahora ellos son para mí.

Entonces cuando visualice a Sasuke, mi corazón se agitó un poco más, digo, tampoco estaba tan ciega. Uchiha Sasuke era demasiado guapo – casi del tipo que me gusta – según las revista de adolescentes que tenía mi hermana.

Por eso cuando me vio y me sonrió, no pude evitar ocultarme tras la puerta para que no viera mi sonrojo y la estúpida sonrisa que se me formaba ante esa acción.

Cuando entraron por la puerta y hablaban sobre su vuelo, me di cuenta que durante estos tres años y sus visitas, Sasuke siempre entraba al ultimó. Sabiendo que nadie lo notaria, tocaba mi cabeza como saludo para después depositar un suave beso cerca de mi oreja.

Y yo habiendo descubierto su manía, siempre me ponía en la puerta para cerrarla y después esperar ese tierno beso que me ponía los pelos de punta.

.

.

.

.

SASUKE

Sabía que eso era lo correcto, a pesar de que no quería que se fuera. Pero me dije a mi mismo que Hinata merecía formar nuevos recuerdo con su familia antes de tenerlos conmigo. Quizás ella no recuerde ese pasado, pero yo sí, por eso deje que se marchara.

Garantizando que la visitaría todos los veranos de cada años y así lo cumplí.

El primer año, fue un poco extraño puesto que era la primera vez que le hablábamos sobre cómo nos conocimos. Al principio parecía confundida, luego un poco enojada y al final sonreía cuando le mostramos las fotos sobre la actividad deportiva que se organizo en Konoha.

Se reía cuando Naruto y Kiba hacia una tontería, o cuando Deidara y Sasori peleaban en un charla silenciosa. Le gustaba jugar ajedrez con Shikamaru, las retas de videojuegos con Hidan e Itachi. Ir a las galerías con Sai. Apreciaba escuchar las composiciones que Gaara traía y ese año aprovecharon que David Guetta estaba en la ciudad y fuimos todos juntos.

Con lo oscuro que están esos conciertos, yo tomaba la iniciativa y le susurraba a Hinata que me gustaba. Ella se sonrojaba y casi siempre la sostenía para evitar que se desmayara. Cada vez que la encontraba sola o distraída, yo aprovechaba ese momento y se lo repetía. Por eso cuando llegaba o me iba, siempre era el último en salir y le daba un beso cerca de su oreja – un área sensible – para darle a entender que no me detendría hasta que ella me lo dijera.

Y me regocije cuando me dio a entender que no le molestaba esas muestras de cariño que le daba. Por eso cuando llegue por tercera vez a Estados Unidos, y la vi esconderse detrás de la puerta me di cuenta que me esperaba. – ¿ansiosa? – eso espero, puesto que le di lo que tanto esperaba.

Solo que esta vez más cerca del cuello.

Aspire su aroma y se sobresalto un poco, cerró la puerta con cierto nerviosismo y por la vergüenza que tenia se negó a mirarme a los ojos.

No me importo, puesto que ahora era más tímida. Si fuera la otra Hinata, posiblemente hubiera recibido un golpe por la vergüenza que le ocasionaba. Pero al verla aquí, me di cuenta que no se avergonzaba de mis "saludos" sino de ella misma, por dejarse besarle de esa manera.

Aunque creo que ya es tiempo de subir el nivel – quizás dos – y mostrarle donde realmente quiero besarla.

Pero eso es otra historia…

FIN

Debo decir que me emocionaba el haber terminado otra historia. Agradezco mucho el apoyo que me dieron con sus increíbles comentarios y espero que estos últimos dos capítulos hayan sido de su agrado. Decidí contarla con dos diferentes puntos de vista, para que se diera cuenta como era los nuevos pensamientos de Hinata y como lo sobrellevaba este Sasuke.

NOTA: sobre el capitulo anterior, acerca del sueño de Sasuke fue una inspiración sobre un capitulo de Dr. House – si alguien lo ve, quizás lo podrá identificar (no quiero spoilar) – y también sobre una experiencia personal. Para que no piensen que es SasukexIno.

COMENTARIOS

Anairam Mariana: Hola Mariana, me da mucho gusto saber que te hiciste una cuenta solo para dejarme tu hermoso comentario. Me llegó al Kokoro y créeme también me siento nostálgica por haber terminado esta historia. Espero que lo hayas disfrutado y espero leerte pronto.

Tsuki-shin: Hola, muchas gracias por comentar y saber que te gusto el ultimo capitulo. Nuestro Sasuke no se rinde y por eso lo exprese en estos últimos dos capítulos. Gracias por acompañarme en este final y espero que te haya gustado. Nos vemos.

Fran Sanchez: Hola y como siempre lamento la tardanza, estoy seguro que algunos olvidaron en que me quede, y lo sé, porque a mi también me pasa, así que no te preocupes. Así que resumiendo la respuesta a tus preguntas: (Osamu Sanjo fue quien invitó a Orochimaru a hacer una cura para el Alzheimer, pero al final obtuvieron el virus E, lo cual Orochimaru llegó a obsesionarse. Osamu tenía una hermana que tenia Alzheimer y ella tenía un hijo y era Toneri. Como nunca hubo cura, Osamu le hizo creer que su madre seguía viva pero que tenía que estar lejos de ella para no enfermarla con otras infecciones, entonces cuando Toneri se le dijo que podía haber una cura y le mintieron que era adaptable por eso se dejo inyectar el virus E. Pero al final solo era un engaño. ) Espero haberte aclarado XD y también espero que te haya gustado estos últimos dos capítulos. Gracias por comentar como siempre, saludos.

Sexxykittydarxs: Hola, muchas gracia por comentar y decirme todos tus sentimientos encontrados al leer el ultimo capitulo. Significa que pude expresarme tal y como quería. Gracias por el apoyo, me da mucha alegría saber que les ocasiones paras intrigas y sorpresas en este fic. Jijiji, no es maldad, pero me divertía que se preguntaran cosas. Con este final espero que te haya gustado. Espero leernos pronto.

GilCa: Hola Gilda, muchas gracias por tu lindo comentario. Espero que este final haya sido de tu agrado. Quizás tal vez no hubo mucho Sasuke y Hinata, pero como se dijo es un comienzo para Hinata y como dijo Sasuke esa es otra historia, en pocas, palabras Sasuke te dejo con la intriga, yo no. (jajaja, es broma) Decidí dejarlo como un final abierto. Espero leernos pronto en mi otra historia. Bye.

Y este es el final de la historia.

KatarlizRose se despide y se dispone a continuar a escribir "Ser una dama" a la cual están 100% invitados.

Nos vemos.