ACLARACION: Hinata ni Naruto jamás han sido novios ni sucedieron los hechos de The Last, esta historia está basada después del capítulo 699.

.

.

.

Las sorpresas más increíbles y sorprendentes son aquellas que llegan de inesperadas maneras, dejándote en un estado shock absoluto, y preguntándote si aquello que leíste, era cierto, si podía ser verdad, tantos cambios en la historia…

.

.

.

CAPITULO 0: PREFACIO

— ¡Ahhh, Sakura-chan, duele, duele, dattebayo!

—Deja de quejarte, baka. Ya terminé.

—Ahh, en serio. No me dolió.

— ¿Quieres que te ponga otra inyección, Naruto?

Naruto sudó frío y negó con rapidez poniendo sus manos delante de la pelirrosa.

—No es necesario, Sakura-chan. Je, je. Creo que con una es suficiente.

—Cobarde. Ya no eres un niño, deja de quejarte —dijo la pelirrosa riéndose del Uzumaki. Es que era tan divertido ver al rubio chillando y llorando cómicamente por una simple inyección, y supuestamente él era el ninja más fuerte de la aldea—. No puedo creer que así con toda tu fobia a las inyecciones y a los fantasmas te vuelvas hokage de la aldea.

Porque si, después de tantos sacrificios, el rubio más hiperactivo de la aldea de la hoja se volvería hokage el día que cumpliría 25 años, en una hermosa ceremonia donde Kakashi le daría el mando de la aldea, al rubio que espera ansioso ese día.

—Sí, ttebayo. Sólo faltan seis meses para que me vuelva hokage —dijo el rubio emocionado de que su más anhelado sueño se volvería realidad en poco tiempo—. Puedes creerlo, yo de hokage, jamás creí que llegaría ese día, ttebayo.

—Yo tampoco —dijo Sakura molestándolo.

—Sakura-chan que mala eres conmigo, ttebayo.

La pelirrosa rió mientras el rubio hacia pucheros y se quejaba de la mala amiga que era Sakura con él.

—Ya, Naruto deja de ser ruidoso, y vete de mi consultorio, que tengo que atender a más personas.

—Sakura-chan siempre me botas cuando me estoy divirtiendo, ttebayo. Acaso, yo soy menos importante que tus preciosos pacientes.

—Naruto ya no podemos perder tiempo como antes. Ahora cada uno tiene responsabilidades que atender, tú como futuro hokage, Sasuke-kun como un importante capitán del escuadrón de Ambus del hokage y yo como la directora del hospital de la aldea. Ya no podemos perder tiempo haciendo chiquilladas.

El rubio se quedó callado pero le dio la razón a la Haruno, los tres tenían cargos importantes en la aldea que no podían descuidar, incluso Kakashi- sensei, pero el Uzumaki sentía que eso había hecho que el equipo 7, su equipo, sus amigos, su familia, estuvieran demasiado separados. Apenas podía ver a Sakura cuando iba al hospital y al teme se lo encontraba en la oficina del peliplata cuando tenía clases con Kakashi-sensei, pero se sentía tan solo, tan alejado de sus amigos y sabía que aunque no debería sentirse de esa manera, porque después de todo su sueño más anhelado se haría realidad en poco tiempo.

Entonces, ¿por qué sentía que una parte importante en su vida faltaba?, como si viviera sintiéndose incompleto. Pero, ¿que era?

—Naruto —Sakura lo llamó al ver tan pensativo a su amigo— ya sé que tú, Sasuke-kun, Kakashi-sensei y yo no pasamos tanto tiempo como antes…

— ¡Sakura-chan tengo una idea! —Exclamó el rubio alborotado— ¿Por qué no hacemos una misión los tres juntos como antes?

— ¿Qué?

—Sí, como antes, como el viejo equipo 7. Después de todo muy pronto voy a volverme hokage y no podré salir a más misiones, que dices, Sakura-chan. Como una última misión para el equipo 7.

— ¿Como una última misión? —Para ser sinceros a Sakura le empezaba a gustar la idea, después de todo hace mucho que no salía a ninguna misión por dirigir el hospital ella sola—. Creo que me gusta la idea.

— ¡Sí! —festejó el rubio.

—Oh, pero Sarada-chan, no puedo dejarla sola, apenas está aprendiendo a comer.

—Puedes decirle a tu madre que la cuide, después de todo es su abuela ¿no, ttebayo?

A Sakura le salió una gota en la nuca. A Sasuke no le gustaba dejar a su queridísima y preciosa hija con la loca de su abuela.

—Tendré que consultarlo con Sasuke-kun.

—Entonces, vamos, seguro el teme está en los cuarteles ambu o con Kakashi-sensei.

—Está bien, vamos.

Ambos chicos dejaron el consultorio de la Haruno y salieron a buscar a Sasuke, mientras caminaban por las calles de la aldea muchos aldeanos se acercaron a saludarlos y muchos niños se quedaban mirando a Naruto. Ambos se habían vuelto bastante populares. Naruto por ser el héroe de la aldea y de la cuarta guerra ninja y Sakura por sus habilidades médicas y por haber creado ese instituto de salud gratis para los niños después de la guerra.

—Eh, mira, Sakura-chan, allí está el teme —señalo el rubio viendo a su pelinegro amigo salir de los cuarteles ambu sin mascara y con gesto cansado— ¡Teme! —gritó el rubio a media calle, llamando la atención de su amigo que al verlos viró de dirección y se acercó a ellos.

—Dobe, no te dicho que es de mala educación estar gritando por la calle —bufó el Uchiha por lo escandaloso que era su rubio amigo.

—Teme, desde que te volviste padre has estado tratándome como un niño, no necesito que me eduques, ¿sabes?

—Pues, deberías agradecerme por eso, eres la persona con menos educación que conozco, dobe —Sasuke lo insultó como de costumbre y sonrió burlón—. Además, yo jamás tendría un hijo tan dobe y feo como tú, usurantukochi.

— ¡Teme, maldito!

—Sasuke —llamó la pelirrosa, interviniendo en la pelea infantil de ambos amigos y haciendo que el pelinegro dejara de sonreír y sudará frío.

—Eh, hola Sakura.

—Nada de "hola Sakura", olvidaste lavar los trastes de ayer.

—No es cierto, yo lavé todo lo que me asignaste.

— ¿Y los biberones de Sarada?

Sasuke se congeló.

—Este…—A Sasuke empezaron a aparecerle miles de gotas en el rostro

Naruto vio con una sonrisa la bronca que le echaba Sakura a su mejor amigo. Ambos estaban emparejados hace cinco años y tenía una hermosa hija llamada Sarada de dos años, aunque Naruto estuvo mucho tiempo interesado en Sakura aquello cambió hace mucho y Naruto al darse cuenta de la interacción de sus amigos se dio cuenta que era lo que anhelaba: una familia.

.

.

.

—¡Kakashi-sensei! —Gritó Naruto azotando la puerta de la oficina del hokage y entrando escandalosamente—. Quiero una misión genial, junto a Sasuke-teme y Sakura-chan…—entonces Naruto notó que Kakashi no estaba solo, a su lado estaba parada apoyada en una mesa, con las ropas un tanto sucias, con el cabello negro largo y desordenado y con una piel tan blanca como la nieve, se encontraba Hinata Hyuga— Hinata…—Sasuke y Sakura venían atrás pero cuando escucharon al rubio, ellos también se sorprendieron de ver a la Hyuga.

La pelinegra que lo miraba desde su aparición en la oficina, sólo hizo un asentimiento con la cabeza a los recién llegados y se volvió al hokage.

—El viaje fue muy largo, hokage-sama. Me gustaría irme a descansar en estos momentos.

—Está bien, Hinata, pero mañana debes regresar a mi oficina. Te pondré al tanto de todo.

— ¡Hai! —Hinata le hizo una reverencia y se acercó a un sillón, donde dormía un cansado niño y lo cargó en sus brazos con ternura—. Regresaré mañana, hokage-sama —Hinata caminó hasta la puerta donde Naruto estaba parado mirándola sorprendido.

— ¡Hinata, regresaste! —Naruto sonrió entusiasmado por ver a su amiga después de casi 7 años desde que ella se había ido de la aldea— ¿Dónde estuviste? ¿Por qué demoraste tanto en regresar, ttebayo? ¿Por qué tus ropas están tan sucias?

—Permiso, tengo irme. Necesito acostar al niño —dijo esquiva la ojiperla y sin deseos de hablar.

Naruto, entonces, reparó en los brazos de la chica, donde un niño de cabellos negros y de aproximadamente cinco años descansaba en los brazos de Hinata.

— ¿Quién ese niño? —preguntó con curiosidad el rubio.

Hinata apretó al niño en sus brazos y miró al rubio con decisión.

—Es mi hijo.

.

.

.

¡BIENVENIDOS!

Con gusto les presentó un fic que rondaba en mi cabeza hace algún tiempo. Esta historia es un NaruHina completamente diferente a todos los que hayan leído (al menos, eso es lo que espero), donde los personajes, sobre todo Naruto pasará de sorpresa en sorpresa y por supuesto ustedes también. Espero haberlos sorprendidos con la llegada de Hinata a la aldea.