Aclaro que los personajes de Skip Beat! no me pertenece.

¡gracias por su paciencia y por seguir leyendo!

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¿Por qué tratas de engañarte?

Levka había lanzado un buen golpe directo a su rostro, la cual había sido desviada con facilidad, el albino sonrió como un niño que encuentra una proeza de emoción, en un nuevo juguete.

–Esto será divertido– se puso en posición de pelea, al igual que Kuon.

–Ya veremos– murmuro para sí mismo el actor, su mirada estaba fija en él.

Solo estaban ellos dos, Kuon estaba listo para defenderse en cualquier momento, Levka comenzó a dar un paso, después otro hasta comenzar a correr hacia él, una patada lateral hacia el franco izquierdo de Kuon. Él cual se cubrió perfectamente, regresando un golpe con puño cerrado hacia su rostro. Levka logro bloquear el golpe, dio un paso atrás con un movimiento rápido de piernas le proporciono un Dollyo chagui seguido de un par de golpes con el dorso de las manos, las cuales Kuon bloqueaba magistralmente, debido a que Levka era muy rápido, comenzó a dar ataques combinados, los cuales eran muy bien receptados y hasta devueltos.

Noah miraba con miedo la escena frente a él. Kuu se encontraba en marco de las puertas francesas que separaban el exterior con el interior de la mansión, sus ojos estaban fijos, sabía que su hijo era bueno peleando, pero nunca había sido observador de alguna pelea real.

Lory y Britge se habían sentado en la mesa de la terraza. Tomando un poco de té que les había servido Sebastián. Lory se recargo hacia adelante acercándose a Britge.

–yo le apuesto a mi muchacho– susurro lo más bajo que pudo para que solo la manager lo escuchara. Esta solo río por lo bajo, mientras señalaba a Levka.

–¡DADDY! ¡Britge!– grito Kyoko que tenía la mirada hirviendo de enfado.

–lo siento… vamos mi linda princesa, no te enfades– se disculpó Lory

Kuon logro dar un golpe a Levka empujándolo a una distancia considerable de él. Cuando los dos estaban dispuesto a iniciar una vez más.

–Bien, ¡se acabó el juego!– expreso Kyoko caminando hacia el medio de los dos hombre, los que se detuvieron secamente para no lastimarla –Levka prometiste llevarme al parque a pasear ha Cain– hablo con clara molestia en su voz.

–¡Santo cielos!– puso su mano dramáticamente en su frente –¡cómo puedo ser tan ruin!…– expreso con un tono de mortificación, camino hacia ella tomando con delicadeza su mano, arrodillándose frente a ella, plantando un ligero beso sobre sus nudillos –mi linda y hermosa princesa, podrá perdonar a este olvidadizo caballero por estar faltando a su palabra de llevarla al parque… y si me lo permites te llevare ahora mismo, si aún desea ir con este ruin caballero–

–Claro que si– zafo su mano sin esfuerzo, y camino hacia Cain, el cual tenía sostenida la correa en su hocico con anhelo en sus ojos por el paseo, lo tomo y dio unos cuantos pasos hacia las escaleras de la terraza –anda Levka ¿qué esperas?–

Levka volteo hacia a Lory y Bridge los cuales estaban tomando su té tranquilamente.

–Cuídala– ordeno Bridge con una mirada de seriedad, pero sin dejar el bocadillo que tenía en sus manos.

–Con mi propia vida si es necesario, lo sabes bien, ¡Jefa!– contesto con una sonrisa pícara, sonrisa que no le pasó desapercibida a Kuon el cual se limitó a apretar los puños, haciendo una reverencia hacia Lory. Se despidió con un gesto rápido, para después salir corriendo detrás de Kyoko.

–joven Kuon, yo le sugiero que se siente almorzar con nosotros, también va para ti Noah, ellos no se aparecerán por aquí hasta después de medio día– anuncio Britge, miro a Kuon el cual tomo asiento de mala gana –le aseguro que Levka no es de preocuparse, tan seriamente– menciono con un tono burlón por el rostro del chico. A lo que Lory carcajeo con ganas al ver a Noah y Kuon con cara de pocos amigos.

–Kuu, que bueno que tenos unas– expreso con verdadera felicidad Lory, al ver lo parado en la puerta sin decir nada.

–Buenos días jefe, Britge-sama… Noah… Hijo– saludo tomando asiento entre los dos jóvenes, miro a su hijo, para después tomar una tostada y comenzar a untarlo con mantequilla –¿acaban de llegar?– pregunto con voz neutral.

Kuon lo miro de reojo mientras bajaba la taza de café que había estado tomando –no, en realidad llegamos más temprano–

–¿entonces ninguno paso la noche aquí?– seguía con su "neutralidad" –y supongo que Kyoko estuvo con los dos toda la noche–

–Bueno en realidad no, Kyoko se fue a media noche del departamento de Kuon– contesto inocentemente Noah –tuvimos que buscarla…–

–dejaste que Kyoko anduviera por la calle a altas horas de la noche ¡SOLA!– grito enojado tomando por el cuello a Kuon –tu! ¿Qué tal si le pasaba algo? Además, ¿quién es ese tipo que quería golpearte hace unos minutos? ¿Por qué se llevó a mi princesa?… y ¿adónde se la llevo?– para estas últimas preguntas volteo a ver a Lory.

–Le puedo asegurar que Kyoko estaba más que segura, ya que pasó la noche en el departamento de Levka– contesto con tranquilidad la manager.

–y ¿Quién demonios es Levka?– pregunto con desagrado Noah

–El tipo, que casi le da una paliza al joven Hizuri– contesto con una tonada de diversión Britge.

–Pero ¡QUE!– Corrió hacia Lory –y tú, dejaste que mi niña se quedara con un extraño–

–En primera ella es mi hija, no tuya. Segunda Levka no es ningún extraño y tercera ni siquiera había dejado que se fuera con ellos– contrataco Lory.

–Eso no importa ahora ¿porque dejas que se vaya con él?– reclamo Kuu, para mirar a Kuon –¿y tú porque lo aceptas tan tranquilamente?–

–Bueno eso es…– miro hacia Lory, por unos escasos segundos. El cual solo le sonrió con un asentimiento de cabeza –El presidente me ha dado su permiso para acortejar a su hija–

Un golpe seco en la mesa, y el sonido de la silla de metal cayendo en el piso se escucharon antes del grito –¡¿QUE?!– Grito impactado Noah –eso quiere decir que… ¡Tío Lory!–

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Habían llegado a Shinjuku Chuo park, Cain se había emocionado al ver el gran área verde, habían caminado, por más de media hora en silencio, caminaron hasta una de las bancas vacías frente a una fuente.

–Sabes, cuando era un niño, soñaba con ser un súper héroe– comento Levka, viendo a unos chicos vestidos para alguna convención, al no recibir contestación continuo hablando –mi mega poder hubiera sido el leer los corazones–

–¿Corazones?– pregunto Kyoko volteando a verlo –seria "mentes" ¿Qué no?–

–No– contesto rotundamente –la mente se puede leer fácilmente, con el lenguaje corporal, pero el corazón es más complicado, el no sigue ordenes ya que solo siente, puede llegar a palpitar como loco casi exigiendo la liberación de su prisión en la cavidad torácica, o llegar a calmarse casi al límite de pasar por muerto, y más si se tiene cierto estimulo frente a él, en este caso él chico adecuado– expreso seguro, moviéndose un poco para encararla. –Uno puede engañar con su lenguaje corporal ya que el mismo engaña a su mente, pero los latidos siguen ahí–

–te equivocas–

–Eso piensas, dime que sientes aquí– señalo con su pulgar su pecho, donde estaba el corazón –niégame que no lo sentiste latir como loco, esta mañana con solo verlo–

La chica trato de mirarlo, llevando una mano inconscientemente al oído derecho comenzando a jugar con su lóbulo, en el cual colgaba un hermoso arete de gota de color rosa.

–yo… no…–

–Cuando alguien se lleva las manos a la cara suele ser producto de algún pensamiento negativo como inseguridad o desconfianza–

–eh?–

–Tocarse la oreja, es la representación inconsciente del deseo de bloquear las palabras que se oyen. Si tu interlocutor lo realiza mientras hablas puede significar que desea que dejes de hablar– llevo una de sus manos al de ella, mientras la otra viajaba a su mejilla –no engañes a tu mente, mi princesa… la única que saldrá herida serás tú– limpio sus ojos con cuidado, al parecer había comenzado a llorar inconscientemente.

–Ya he sido herida, lo suficiente en esta vida, ¿no crees?– sollozo bajamente.

Sonrió con dulzura –lo se pequeña, lo se– mientras la rodeaba con los brazos –pero, no permitas que tus heridas te transformen en alguien que no eres– beso con cariño su coronilla.

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–¿Cuantas veces debo disculparme?– pregunto dudoso Noah, acomodándose en el asiento de atrás del auto

–¡Todas las que yo quiera!– contesto con enfado William –y tú, ¿no piensas disculparte?– miro al conductor con resentimiento.

–Ya las pedí una vez, tú no quisiste aceptarlas. No es mi culpa– contesto Kuon con tranquilidad.

–un "ho, lo siento olvide, que te quedaste a dormir aquí" no es una disculpa de corazón– expreso con enfado el chico –además de eso, regresan sin mi flor de la vida, mi musa del arte, mi Lady… y no quieren, decir donde la dejaron!– renegaba el mayor

–Deberías, dejar de decir "mi" cuando obviamente no es tuya– ahora renegó Kuon con un poco de irritación, recordaba muy bien que William le había declarado la guerra la noche anterior.

–seguiré diciéndole "mi musa", hasta que ella tenga pareja oficial– contrataco el otro.

Una sonrisa burlona apareció entre los labios de Kuon –entonces, no falta mucho–

–No te la dejare tan fácil– susurro William, para sí mismo –así que ¿dónde está Kyo? ¿Noah?–

–uff! Ya te dijimos, Kyo se fue a su casa, el Tío Lory la quería temprano– mintió Noah mirando por la ventana

Los tres hombres guardaron silencio hasta llegar al estudio. Caminaban por el pasillo, como siempre, Kuon saludaba con esa mascara tan característica de Tsuruga Ren.

–mmm… sabes primo… No sé, si pueda acostumbrarme a verte con esa tonta cara– susurro William

–Recuerda que estas en Japón y para ellos. Yo siempre fui Tsuruga Ren, a pesar de haber dado a conocer mi nombre real–

–Cain-sama!– se escuchó desde lejos mientras corrían hacia ellos

–Espera! Manaka– gritaba Murasama corriendo detrás de ella.

–NO!– apenas llego cercas de los chicos, se abrazó a Ren como Koala

–Manaka, compórtate–

–No quiero– comenzó a caminar con rapidez, arrastrando a Kuon con ella.

–uff, acaso no sabe que son los limites– un largo y cansado suspiro salió de Murasame mientras se paseaba las manos por los ojos.

–vaya, y yo que pensaba que Mía era escandalosa– comento divertido William. Recargando su codo sobre el hombro del actor. –amigo, estas perdido. Una mujer así nunca cambiara–

–eh?–

–No te preocupes Murasama-san– comento Noah, dándole un golpe en la espalda al chico –puedo apostar que pronto ella correrá a tus brazos–

–por desgracia, pienso lo mismo. Así que ánimo, pronto tendrás a la chica que te gusta en tus brazos– confirmo William, mirando la escena que se desarrollaba frente a él. Ren trataba de quitarse a Manaka de encima lo más educadamente posible.

–¿que?– grito con todo pulmón Murasama

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El despacho que le había dejado usar como oficina temporal dentro de la mansión, era amplio y muy bien equipado, los ventanales enormes daban a una muy buena vista al jardín, vista que lamentablemente no podía disfrutar por el trabajo que tenía que sacar. Nunca pensó que tener dos trabajos le sería complicado, y hasta ahora nunca había fallado en ninguno de los dos.

–¿estos son todos los archivos? – pregunto tomando otro folio del bocho de carpetas que tenía alado.

–Si– contesto el albino. Levantándose del lugar para caminar hacia la puerta

–¿Adónde vas?– cuestiono Britge, bajando levemente la pantalla de la laptop que tenía frente a ella.

–Como estas, demasiado ocupada. Buscare a Kyo, ella si se divierte… con mi presencia– respondió Levka, saliendo del despacho. Camino por los pasillos, mirando en cada habitación, abriendo y cerrando puertas en búsqueda de Kyoko. Hasta que al final del pasillo la puerta que daba hacia la biblioteca le revelo su objetivo.

–En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser– escucho, una voz detrás de ella.

–William Shakespeare– contesto con una sonrisa dulce, tomando asiento correctamente. Mientras él se acercaba.

–¿Te molesto?– preguntando tomando, la delicada mano de la chica. Llevándola a sus labios.

–Sabes perfectamente, que nunca me molesta tu compañía– contesto cariñosamente.

–¿Qué leemos hoy?– cuestiono, el caballero tomando asiento a su lado. Quitándole el libro de las manos.

–El sabueso de los Baskerville, por Sir Conan–

–no crees, que aún es temprano para prepararse–

–Nunca, se es demasiado temprano– menciono con su seductora sonrisa. –Y menos para Irene Adler– expreso coquetamente, sentándose sobre las piernas de Levka –no deseas, ayudarme– expreso acercándose peligrosamente a él.

–ho, así que tengo el honor de conocer a Irene, mmm…– expreso seductoramente llevando una mano a la barbilla de la chica, mientras la otra viajaba lentamente hasta su cintura. –y dime ¿hasta dónde tengo permitido llegar?–

–Eso depende de ti– complemento acercándose más a él.

–cof, cof–

Los dos voltearon a hacia la puerta.

–Interrumpimos– expresó con frialdad Britge, tras de ella venia Kuu con cara de pocos amigos

–a decir verdad, no, no interrumpes nada de gran importancia– comento con picardía Levka sin separarse de Kyoko la cual rio con diversión, comenzando a sentarse en las piernas del ruso. –Verdad, mi pequeña damita–

–Sí, tú dices– expresó tomando aire, para luego suspirar

–hij… ahm… Ky… aaa… ¿podemos hablar?– expreso con incomodidad Kuu, al estar viendo a Kyoko sobre las piernas del hombre.

–Usted dirá, Kuu-sama– expreso con tranquilidad, levantándose de su lugar.

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espero con todo el corazón que disfruten este capitulo y si alguien sabe como funciona el word del celular, le agradecería las clases, que cada vez que escribo algo no se a donde diantres lo envía (TT_TT) ademas como se le puede activar el auto corrector (TT_TT)