Capítulo 9

Al llegar los Granger a su residencia, Steven pidió que le llevaran un té a su esposa para calmar los nervios, el trayecto en el avión no había sido grato puesto que la mujer se encontraba muy afectada por el incidente en la casa de su hermano, el mayordomo le entrego una carta que provenía del colegio de su hija en la cual el director les informaba sobre el incidente que tuvieron ella y el chico con el que se escapo a dar un paseo por el Londres muggle, asegurándoles que la chica no había sufrido lesión alguna y comentándoles que se tomarían las medidas necesarias para que esa situación no se volviera a repetir, asignándole como medida correctiva el castigo que le asignara uno de los mejores y más estrictos profesores de Hogwarts, no requerían de su presencia pero como institución responsable de su hija debían comunicarles lo sucedido; no creyó prudente decirle a su esposa por el momento, más adelante se lo comunicaría y con mucho tacto, Jean había estado bajo mucho estrés y prefería que las cosas se tranquilizaran un poco.

En su alcoba la Sra. Granger se encontraba semi acostada en la cama con un brazo cubriéndole los ojos, se sentía agotada, física y mentalmente no alcanzaba a entender porque el destino le había asignado tal sufrimiento ¿qué karma estaría pagando para no poder ser feliz? ¿por qué le había pasado aquella horrible experiencia? Las lágrimas comenzaron a fluir sin control y un llanto amargo inundo la habitación, despacio sin que se notara su presencia, una de las señoritas de servicio le llevó el té que había pedido el Sr. Granger dejándolo en el buró contrario a donde se encontraba ella, un momento después Steven ingreso a la habitación y al ver y escuchar a su mujer se acerco a ella brindándole un abrazo consolador.

Calma Jean, aquí estoy contigo mi amor, todo estará bien

No Steven, nada estará bien, no debí tener a Andric, es… él es… como su padre… su padre biológico – se separo un poco de su abrazo y lo miro a los ojos – tú lo viste, pudiste darte cuenta, es peligroso, pude ver en sus ojos la misma irá con la que aquel infeliz me… – él la envolvió de nuevo con sus brazos

Marietta está con él, ha podido controlarlo todos estos años… Jean, él ha crecido con amor por parte de Maximiliano y su nana, de Hermione, tal vez no quieras oírlo pero… es un buen muchacho quizá no debemos preocuparnos tanto – ella solo se pego mas a él y lloro en silencio, no estaba segura de las palabras de su esposo, era el engendro del hijo de puta que la había lastimado, sus genes corrían por el cuerpo de Andric y tarde o temprano sería como su progenitor

¡Oh Steven! Tengo tanto miedo… no quiero que lastime a nuestra niña, el alma de Andric está contaminada, tiene los mismos genes que… él…

Pero Jean, eso no quiere decir que vaya a convertirse en una bestia desalmada como quien te lastimó – su cabeza era un hervidero de nervios, dudas y miedos – deberías descansar un poco querida, han sido muchas emociones en muy poco tiempo y el doctor O'Hara recomendó mucha paz y nada de estrés, a demás no debes olvidara tomar tus medicamentos – se deshizo del abrazo y fue por los calmantes de los que su mujer ya era dependiente y que necesitaba con urgencia en ese momento

SS&HG

En la Mansión Malfoy, Draco se encontraba en su habitación con los ojos visiblemente hinchados, había estado llorando; al despertar y ver a su madre al pie de su cama vencida por el cansancio de la noche en vela que seguramente había pasado, se dijo a sí mismo que no lo merecía, recordando que estuvo a punto de entregar a Hermione, que había sido un desgraciado embaucador, se sentía sucio, en el transcurso de su misión había cometido el error de generar sentimientos por ella y eso había sido su perdición, solo esperaba que ella estuviese bien y aunque sabía de antemano que no le perdonaría ni querría hablar más con él, confiaba en que su padrino cuidara de ella y no dudaba que aunque Snape se mostrara frío, distante, amargado y reservado, su aparente corazón de hielo se derritiera como a él mismo le sucedió, y así el profesor llegara, si bien no a amarla, al menos generar algún tipo de cariño o sentimiento afectuoso, porque tal como le había dicho, era imposible no hacerlo; así la protegería de aquel monstruo maldito a toda costa, él mismo estaba dispuesto a ayudarle desde las sombras en lo que su padrino le pidiese; anteriormente se había sentido orgulloso de seguir las ordenes del señor tenebroso porque de entre todos, fue él al que escogió, sin embargo ahora se sentía asqueado de todo aquello, lo que ese maldito lunático les hacía a esas chicas era abominable, el solo pensar en eso le daban ganas de vomitar; despertó a su madre suavemente y le dio las gracias por cuidarle, pero le pedía que fuese a descansar más cómodamente en su alcoba puesto que ya se sentía mejor, luego de que su madre aceptara y le diese un beso en la frente se fue directo a descansar, un momento después de que la mujer se fuera, el soltó las primeras lagrimas que precederían a muchas más durante los siguientes minutos.

En otra de las habitaciones de la mansión se encontraba convaleciente Bellatrix, había terminado con muchos golpes, su rostro estaba casi irreconocible, su cuerpo mostraba contusiones al por mayor, mordidas, rasguños y los latigazos que en algunas partes arrancaron su piel, el medimago se había quedado la mayor parte de la madrugada y de la mañana curando las heridas físicas de la mujer, tanto externas como internas, tenía un desgarre bastante grave producto del brutal abuso de Greyback. En cuanto aquel miserable había saciado sus más bajos instintos dejó a la mortífaga tirada en medio de la celda como si fuese un trapo sucio e inservible, ella respiraba con mucha dificultad, apenas podía ver algo borroso, los golpes en su cara impedían ver nada, le era imposible hablar, pero sollozaba y temblaba un poco; para cuando Lucius fue a verla junto al medimago, ella ya se encontraba inconsciente, fue entonces que la trasladaron a una habitación para que pudiesen curarle.

El medimago le informo a Lucius sobre su estado de salud, el descubrimiento del abuso que sufrió y de la mordida del hombre lobo, que ahora la ponían en una nueva posición, debían esperar a la luna llena para saber cuáles serían los nuevos cuidados que ella necesitaría, debía ver que tan agresiva sería la transformación pero algo de lo que estaba 99% seguro es que la poción matalobos debía serle administrada con urgencia para evitar cualquier contingencia, afortunadamente se contaba con un poco de la poción, eso ayudo a que la mujer no sufriera más de la cuenta, puesto que le habían administrado una dosis pequeña de poción de muertos en vida para inducirle un estado comatoso y así se pudiese recuperar durante los siguientes días.

Por la noche, después de la cena el patriarca Malfoy llevo a su hijo de regreso al colegio, se aparecieron a las afueras de Hogwarts y se dirigieron a la entrada por las mazmorras, llegaron al despacho del profesor de pociones y le indico al chico que se fuera a su sala común, él debía hablar con su padrino, cuando el chico se marcho llamo a la puerta, Snape abrió con el ceño fruncido era tarde y esperaba no fuera el viejo metiche, no tenia ánimos de hablar con él, pero en cuanto miro de quien se trataba lo hizo pasar de inmediato

Lucius, siéntate por favor – le señalo los sofás frente a la chimenea – ¿Te apetece algo de beber?

Buenas noches Severus, gracias, un poco de vino de elfo estará bien – el profesor fue por dos copas, le ofreció una a su viejo amigo y se sentó frente a él

¿Cómo está Draco? – eso le tenía algo preocupado, el chico no tenía mucha resistencia y no sabía que tan grave había sido su castigo

Ya está en su sala común, veo que tú te encuentras mejor – el pocionista asintió – pero hay algo importante que debo decirte Snape y te agradecería se lo dijeras a Dumbledore en cuanto puedas – la seriedad con la que hablaba era alarmante – es Bella, el Señor Tenebroso la castigo, esta vez ha terminado muy mal Severus, tanto que… – hizo una pausa dramática

¿Tan malo ha sido? – fue el rubio quien asintió

Luego de torturarla y casi matarla a latigazos, se la dio como juguete a Greyback y el maldito, luego de ultrajarla, la mordió – con un demonio, ahora había otra maldita cosa de la que preocuparse

Te daré una buena cantidad de poción, es mejor que tengamos calmada a esa loca, si ya era peligrosa ahora lo es mas – Malfoy estuvo de acuerdo con eso, hablaron un poco mas y el rubio se fue a su mansión; esa noche Snape pudo dormir poco, eran ya tantas cosas que no sabía si resistiría

SS&HG

Un pequeño destello se dejo ver en el barrio de Pacific Heights en San Francisco California, la residencia marcada con el numero 254 era el destino del anciano director, se encamino hacia la puerta alisando su túnica llena de estrellas, admirando los alrededores se dio cuenta de la zona, era muy tranquila y de casas muy elegantes; toco el timbre y espero pacientemente a que le abrieran, escucho una voz grave gritando que él atendería, al abrir se encontró con un hombre de mediana edad con un mandil de cocinero

¿Sí? – al hombre le parecía extraña la manera en que vestía

Buenas tardes, mi nombre es Albus Dumbledore y busco a la Srita D'Angelo – le contesto con una amable sonrisa

Oh claro, pase – le tendió la mano al saludar – Soy Maximiliano Granger ¿usted debe ser el director del colegio donde estudia mi sobrina Hermione, cierto? – ¿Granger?

Así es Sr Granger – su mente trabajaba a mil ¿había estado todo este tiempo con los Granger? ¿Por qué no se había comunicado antes?

Oh, por favor solo Max, llegó justo a tiempo, estábamos por sentarnos a comer, adelante – le dirigió hacia el jardín trasero – ya Marietta me había comentado que vendría uno de estos días

Gracias Max, espero no ser inoportuno entonces – en el jardín pudo ver a la mujer vigilando el asado y a un joven poniendo la mesa

Para nada Sr Dumbledore, siéntase como en su casa; Andric, Marietta tenemos visita – la mujer se precipito a él con una gran sonrisa

Sr Dumbledore que gusto – Andric lo miraba curioso por su vestimenta, la luz se hizo en su cabeza y se pregunto porque había venido aquí y no con sus padres

Srita D'Angelo, que gusto volver a verla – le devolvió la sonrisa, era evidente que ellos no sabían sobre su relación o no le habría llamado de manera tan formal

Permítame presentarle a Andric, hermano de Hermione – el chico se acerco con una sonrisa y extendiéndole la mano

Un gusto Sr Dumbledore, Andric Granger – el impacto del mago fue tal al verlo que tuvo un momento de shock, volteando a ver a la mujer brevemente para confirmar sus sospechas, ahora entendía el porqué le había pedido discreción

Mucho gusto muchacho – le dio una sonrisa de vuelta recobrándose del shock inicial

Después de las presentaciones se sentaron a comer un rico asado, comentaron cosas triviales y Andric estuvo muy curioso con respecto al mundo de su hermana, pregunto si la razón de su visita era porque le hubiese pasado algo a ella, el mago negó y le aseguro que se encontraba bien pero que había venido a verle por petición de ella para que estuviese más tranquila su familia, luego se eso el joven bombardeaba al anciano con muchas preguntas y con gusto se las contestaba, ahora comprendía que las ansias de saber venían de familia, era igual de curioso que la leona de Gryffindor, se dio cuenta también que él tomaba algo diferente al té que tenían todos, una poción que él mismo había usado alguna vez con un viejo amigo de su juventud, analizo discretamente al joven, quería hablar a solas con ambos adultos para terminar de atar cabos y así poder hacer un plan de acción con el apoyo de ellos, el tiempo se fue volando y el chico se disculpo para poder retirarse a su habitación, debía terminar con sus deberes de la escuela, el momento fue tomado de buen agrado y se despidió del director agradeciéndole el haber contestado a todas sus preguntas. Una vez que los adultos se quedaron solos, el ambiente se torno más serio, Dumbledore previendo que el muchacho pudiese oír algo, puso un hechizo silenciador y esta vez la mujer lo abrazo tan fuerte como habría querido al inicio

— ¡Padrino! – Max volteo a verla sorprendido ¿padrino?, mientras el viejo correspondía al abrazo

¿Has estado con ellos todos estos años? – ella lo miro asintiendo – te creímos muerta Marie, luego de que el joven Black muriera a manos de Tom no supimos mas de ti y pensamos… ¿porqué no te comunicaste conmigo? Tus padres están en Azkaban, los capturaron luego de la primera caída del Señor Tenebroso

Es una larga historia padrino, te la contare después, pero ahora que has visto a Andric…

Marie, el chico… es evidente que su padre es… – ella afirmo con la cabeza – se parece mucho a él – ella asintió de nuevo – me parece que hiciste bien en contactarme, debemos ser muy cautelosos y ayudarle con los cambios que se le vienen encima

Padrino, él no lo sabe aun, las pociones ya no son suficiente y temo que al decirle la verdad, no lo entienda, es muy impulsivo y no sé qué reacción tendrá, mi poder no es suficiente si todo se complica – el asintió comprendiendo, fue Max quien tomo la palabra

Es un buen muchacho Marietta y opino que cuando sea inevitable seguir con el secreto, Hermione debe estar presente, ella tiene un efecto calmante en él y merece también saber la verdad – ella dudaba, pero lo que decía era cierto

Yo me encargare de la Srita Granger, debemos en cierta forma prepararle para lo que se le revelara sobre su familia y por otro lado, el ataque que sufrió ayer del cual están enterados, la situación no es buena jóvenes, Tom trata de llegar a Harry por medio de Hermione – ella abrió mucho los ojos – he tomado ciertas medidas, dadas las circunstancias – Max coloco su mano sobre la de Marietta apretándola un poco brindándole su apoyo, el director les indico que en pocos días se comunicaría de nuevo con ellos para saber cómo seguían las cosas con el muchacho, miro el reloj y tuvo que despedirse, pidiendo permiso para conectar su chimenea a la de su despacho y así poder tener un medio más rápido de comunicación

SS&HG

El lunes llego más pronto de lo que los alumnos habrían deseado; en el Gran Comedor se encontraban Harry, Ginny y Ron, éste último hartándose de comida como siempre junto a su novia Lavender, los otros esperaban ver a su amiga castaña, no la habían visto en todo el fin de semana y estaban preocupados, luego de que Ginny intentara hablar con ella y recibiera un lloroso "por favor Ginny…" dando a entender que quería le diesen su espacio, no insistieron mas respetando su privacidad, pero aun así querían saber de ella, no esperaron mucho y su amiga entró con paso lento y cabizbaja, se le notaba ojerosa y con hinchazón en sus ojos a pesar del hechizo de glamur que había conjurado en su rostro, al instante su amiga pelirroja se levanto y la abrazo fuerte mientras Harry le tomaba la mano apretándola en forma de confort y a ella las lagrimas le volvían a recorrer las mejillas; en la mesa de Slytherin de manera discreta unos ojos grises la miraban con tristeza, el rubio apuro su desayuno y salió lo más rápido posible, no soportaba verla así y no poder tenerla en sus brazos para consolarla, en cuanto salió el elegido salió tras él, lo confrontaría y aun su amiga no les había dicho palabra de lo que sucedió pero la estaba haciendo llorar y eso no se lo permitiría, en la mesa de los profesores Snape y Albus miraban atentamente a los jóvenes, el director dio una mirada al profesor para que fuese a evitar cualquier altercado que pudiese pasar con esos muchachos, el pocionista asintió y se levanto de la mesa para ir tras ellos, al pasar por la mesa Gryffindor se detuvo un momento

Srita. Granger, necesito que en cuanto terminen las clases, pase a mi despacho – la chica no levanto la mirada y siguió jugando con su comida pero contesto con educación

Sí Profesor Snape – él no dijo nada más y siguió su camino

La pequeña Weasley miraba preocupada por donde Harry había salido tras Malfoy, estaba segura de que se haría un encontronazo, pero no podía dejar a su amiga sola, así que insistió un poco más para que el dijera lo que había pasado con el slytherin para que ella estuviese así de triste.

En uno de los pasillos que llevaban a la sala común de Slytherin, el gryffindor alcanzó a Draco y lo tomo del hombro volteándole bruscamente, para encontrarse con una gélida mirada llena de furia

¿Qué diablos le hiciste Hermione, Malfoy? – su varita estaba esta lista en su mano a cualquier movimiento del rubio

Metete en tus asuntos Potter, no tengo que darte explicaciones – lo miraba con una mueca de odio

Te advertí que no toleraría que le hicieras daño – su varita le apuntaba ya directo al rostro, el otro le retaba con la mirada a que hiciera algo, esta vez le daba la razón al moreno, pero no lo diría en voz alta

Haz lo que quieras Potter, me tiene sin cuidado – preparado para lanzarle una maldición, a poca distancia escucho la voz profunda de Snape

¡Potter! ¿qué demonios cree que hace? – Harry le miraba con profundo odio sin dejar de apuntar a Draco – le he hecho una pregunta

Este maldito… – el profesor lo reprendió de inmediato

Cuide su lenguaje Potter, no está con sus amigotesy baje de inmediato esa varita – el chico resoplaba con fastidio y Malfoy fue a contestar

Quiere hechizarme profesor, porque ya me canse de jugar con su amiguita sangre sucia – el adulto tenso la mandíbula al escuchar la palabra pero no podía reprender a Draco por eso, no enfrente de Potter – la estúpida creyó que podía estar a mi altura y… no es más que basura – le dolía decir aquello, pero debía guardar las apariencias y la mueca de asco que acompaño a sus palabras lo hicieron más creíble

Comprendo… – miró de nuevo al gryffindor – 20 puntos menos para Gryffindor por amenazar a un compañero y 20 puntos por no cuidar el lenguaje que usa frente a un profesor… vaya hacer de héroe a otro lado Potter, desaparezca de mi vista – la mirada de profundo odio que le dirigió Harry fue lo último que vio antes de que el chico diera la media vuelta y regresara al Gran Comedor – Ven conmigo Draco

No dijo mas ni dio tiempo a replicas o negativas, simplemente comenzó a andar hacia su despacho con su capa ondeando tras él, el rubio solo lo siguió en silencio pensando en lo doloroso que era decir ciertas cosas ahora y fingir indiferencia, al llegar el profesor le invito a sentarse en los cómodos sofás que tenía en la estancia frente a la chimenea

No ibas a defenderte de Potter – era una afirmación, el chico negó – dejándote hechizar no solucionaras nada Draco – un momento de silencio los envolvió – ¿porqué le dijiste aquello al Señor Tenebroso? – los ojos del muchacho se cristalizaron por las lagrimas que pugnaban por salir

Porque iba a matarte padrino, pude verlo en sus ojos – cerro sus ojos dejando caer las saladas gotas de emanaban sin parar – por favor… protégela de ese maldito, lo que les hace es… y a ella… a ella le irá mucho peor, lo sé

Solo le diste algo más de tiempo Draco, pero sabes bien, que el Señor Oscuro siempre consigue lo que desea – no podía decirle que estaba pensando en algún plan con lo cual no tuvieran que entregar a la chica

Te ayudare en lo que me pidas padrino, ella no tiene porque enterarse – la ceja del profesor se disparo hacia arriba, el chico en verdad sentía algo por Granger

Bien, te hare saber si puedes ayudar en algo, vete a clase – el rubio asintió y limpio con rudeza sus lagrimas levantándose para marcharse – y Draco… – volteo antes de salir – gracias – no hizo falta preguntar porque, solo cabeceo y se fue

Severus se dirigía hacia su clase, caminaba algo abstraído, eran tantas cosas ya, Granger, Draco, Bellatrix, Dumbledore, el maldito Voldemort y su insana locura, estaba harto… sus pensamientos se dirigieron de nuevo a la chica, ahora tendría que enamorarla ¿cómo iba a hacer eso con un demonio? Le sacaba 20 años y no se caracterizaba por ser cariñoso, y encima debía lidiar con la depresión que tenía por el amor perdido de su ahijado, bufó exasperado ¿Por qué le tenían que pasar estas cosas a él? Llegó al aula y se recompuso, coloco su mejor cara de fastidio y entro a dar su clase, ya se le ocurriría algo con lo cual empezar el acercamiento con la chica, de entrada ya le había dicho Albus que él debía imponerle el castigo por la escapada al Londres muggle, debía ser un castigo con el cual él daría los primeros pasos ¿pero que podría ponerle a hacer? ¿corregir ensayos?... ¡por supuesto! eso era, seguro también se fastidiaba en corregir a la panda de trogloditas que tenia por compañeros, eso sí que era más que un castigo, era solo una idea… aun tenía tiempo de pensar en algo mas

Las clases pasaron en un suspiro y Hermione había estado todo el día caminando como autómata su mente estaba saturada de muchas cosas, pero algo tenía claro, no valía la pena lamentarse más por lo de Draco, asistió a sus clases solo por asistir, su participación no fue la de siempre y Harry lo notó, no había podido darle su merecido a ese hurón por culpa de Snape, pero ya lo haría, no podía dejar que lastimara a su amiga y andar como si nada, por otro lado la Profesora McGonagall intento hablar con ella al final de la clase, también la noto muy ausente y solo consiguió que la joven leona le diera algunas palabras, asegurándole que no descuidaría sus estudios, su jefa de casa no estaba enterada de los últimos acontecimientos y no insistió mas esperando que solo fuese algo pasajero; la castaña se dirigía hacia las mazmorras casi al llegar comenzaron a entrarle nervios, recordó como había llegado el profesor por su culpa, estaba segura que le regañaría por lo tonta que fue y le echaría en cara lo que tuvo que pasar por su cusa, pero lo enfrentaría con valor, después de todo ella era una Gryffindor, tomo aire antes de tocar y espero a que le indicara que podía entrar

Pase – él la esperaba detrás de su escritorio y la miraba intensamente

Buenas tardes Profesor Snape – el mago le indico con un gesto de la mano que tomara asiento

Buenas tardes Srita Granger – hubo un momento de silencio antes de tomar su característica manera de hablar, con esa voz grave y pausada –¿está consciente de que… merece un castigo por… la inapropiada conducta… que tuvo el sábado al salir del colegio? – no le dejaba de mirar y las manos las tenia entrelazadas bajo su mentón

Profesor Snape – apenas le respondió en un murmullo y tenía la cabeza baja

El director me ha encomendado, que sea yo, quien le ponga el castigo – algunas lagrimas caían de sus almendrados ojos y él no pudo evitar darse cuenta, no sabía porque pero no le agradaba nada verle llorar – Granger… – sin saber porque, se quedo sin palabras, estaba consciente que no lloraba por el castigo y aquí es donde iba a hacer su primer movimiento; se coloco delante de ella y se arrodillo para quedar a su altura, levanto delicadamente su mentón por el que ya caían varias lagrimas y la miro a los ojos, no hizo falta que dijera una palabra, ella se lanzo a sus brazos llorando amargamente y solo se limito a consolarle con suaves movimientos en su espalda y dejarle ahí el tiempo que ella quisiera, luego de algunos minutos ella pareció reaccionar al darse cuenta en donde y con quien estaba, se fue separando despacio y con mucha vergüenza

Lo siento Profesor Snape – no se atrevía a mirarlo a la cara, él no le quitaba la mirada de encima y permaneció ahí, frente a ella hablándole con la voz más suave que pudo encontrar

Míreme… – ella, dudosa, alzo la vista como le pedía, sus ojos aun estaban cristalinos y una lagrima traicionera rodo por su mejilla, él la limpio con su pulgar – no merece la pena que llore por alguien que… no supo valorarla, además el primer amor siempre es así Granger

Profesor…yo… – era mejor cambiar ese tema, le dolía, sí, pero ya se había propuesto superarlo y como decía su profesor, no valía la pena por alguien que no la valoro – quisiera… sé que no le gustan las disculpas pero… lamento mucho que haya sido torturado y herido por mi culpa – él quiso interrumpirla pero ella no le dejo – por favor… déjeme terminar – se lo permitió – usted llegó muy mal herido, tenía la espalda destrozada, había mucha sangre, me asuste mucho llegué a pensar que… – cerro sus ojos tratando inútilmente de alejar ese recuerdo y derramó mas lagrimas

Mala hierba nunca muere Srita Granger – ella frunció el ceño

No diga eso Profesor Snape, es cierto que no es muy amable y parece que siempre va enfadado o… – él levanto la ceja ante el atrevimiento de la chica, ella se dio cuenta y tuvo la decencia de sonrojarse – bueno… el caso es que… yo… no creo que usted sea malo, no después de haberme salvado y de terminar casi moribundo por mi… – el pocionista calculaba que había sido demasiado por el momento, quizá no sería tan difícil después de todo ganarse a la chica

Muy bien… esta vez aceptare sus disculpas Srita Granger – ella sonrió un pocoy él se levanto para volver a poner distancia entre ellos – ahora, hablemos de su castigo, estamos ya prácticamente en invierno y las pociones en la enfermería comienzan a escasear, especialmente las del resfriado, sé que el Profesor Slughorn es ahora el maestro de pociones, sin embargo el director me ha pedido que siga siendo yo quien realice esas pociones por la calidad de mi trabajo, entre lo que hago para Poppy, para el Señor Oscuroy mis obligaciones académicas – ella comenzaba a emocionarse, ayudarle a hacer pociones no iba a ser un castigo para ella – me queda muy poco tiempo para hacerlo todo y necesito ayuda, aquí es donde entra usted y su castigo, así que vendrá todos los días después de clase y me ayudara a… corregir los ensayos – dejo caer los hombros, era demasiado bueno para ser verdad – de toda esa panda de alcornoques – él ya había visto el brillo en los ojos de la leona al mencionar la elaboración de pociones, pero a fin de cuentas era un castigo, así que le daría algo con lo cual no llevar a cabo el desarrollo de sus verdaderas habilidades

Esta bien Profesor Snape – el mago miro el reloj y era casi la hora de la cena

Bien, es todo por hoy Granger, su castigo comienza mañana, puede retirarse – dejo de mirarle y se puso a calificar los ensayos de ese día, antes de salir la chica se detuvo dudosa de lo que iba a decir

Profesor Snape – él levanto la mirada – gracias por lo de hoy, desde lo de mis padres en Hogsmeade, usted parece ser un tipo de ángel en mi vida – no dijo mas y le dedico una pequeña sonrisa para después marcharse rumbo a su sala común

Severus se quedó mirando la puerta por donde la castaña había salido y algo descolocado con las palabras de su alumna ¿un ángel, él? una pequeña carcajada salió de sus labios y negó con la cabeza… un ángel… en su vida le habían llamado murciélago, pero nunca le habían dado un adjetivo así, cerro sus ojos y se recargo en su silla, en su mente solo se recreaba el rostro de la chica, era tan inocente… suspiro no podía dejar que los planes de Voldemort llegaran a realizarse así tuviese que hacer lo imposible, no lo permitiría…