No quiero crear falsas expectativas -esto no es un regreso. Pero es cierto que: 1. amé el rol de Sora en Kizuna y estoy conforme; 2. hoy es el cumpleaños de Sirelo y ella es LA MEJOR persona y esto surgió.

Para Sirelo.

Atravesada entre los párpados

No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

Eduardo Galeano

Journaling

El primer paso es la caminata – las caminatas. El segundo paso es la escucha activa, el ojo que mira y la voluntad de que sea el camino el que indique su camino y no la razón que traiciona el impulso. Sora debe trabajar el impulso.

Cuando regresa, el paso más importante es dejar. Que corra, que fluya, que flote, que explote en miles de luces de colores y que, cuando quiera, se asiente.

Cuando se asienta, entonces es que todo comienza.

Sora prepara un té en tetera – no tradicional; una preciosura que le regaló Mimí de su bella tienda de cuteness. Tiene que salir vapor de la taza, el vapor a todo lo eleva. Su mamá, siempre, le separa flores. Algunas por bellas, otras por especiales, otras porque sobran y odiaría malgastarlas, y esas son sus preferidas, las que cumplen su misión. Sora las atesora, las huele y no desgasta ninguna.

El paso final (computadora prendida y demás pequeñeces necesarias preparadas) es el pegamento, la tijera y la caja de lápices. Como recitando un mantra, Sora cierra los ojos cuando se sienta en su escritorio y permite que todo fluya. Casi siempre (siempre) no se permite refrenar el impulso de agregar una fotito de Yamato, o de algo que le haga pensar en él (el universo, la galaxia, la clave de sol, el pentagrama, un vinilo, la noche, un lobo, un camino, elfondodelmarelhorizontesussueños…). Sora suelta el lápiz, se sonroja (¡impensable no hacerlo!), y continúa, firme hacia el objetivo que aún no sabe cuál es.

Pegará flores, fotos, recortes, escribirá, dibujará en el borde y en el centro plumas que pintará de rosa, moldeará su alma en unas hojas y dejará que la catarsis la libere y que la medite y que ella también, con sus alas abiertas, vuele por ese cielo que se hizo para volar libre.