hello! fic yaoi slash mpreg si no te gusta le puedes ir llendo.

algunos persoanjes estan vivos y otros muertos, que no se les haga raro encontrarase personajes así


Nadie sabía que es lo que iba a ocurrir. Se podía sentir un silencio espantoso por todo el mundo mágico, habían ganado la guerra, pero las pérdidas fueron demasiado grandes.

Tras la muerte de Voldemort se propago un último maleficio hecho por la varita del mal, este mato a casi 60% de la población mágica. Actuaba como un virus muggle, poco a poco se trasformó en una pandemia y paso meses hasta que se pudo dar con una cura. Lo que quedo fueron familias destruidas y lágrimas demarradas.

Harry Potter se encontraba en un sillón acurrucado al frente de la chimenea, pensaba en silencios mientras se tomaba una cocoa caliente lo que vendrá en un futuro. En esos momentos el Wizengamot estaba en medio se aprobaba la ley de "renacimiento mágico", consistía en que cada bruja y mago en edad fértil se le asignara matrimonios obligatorios de acuerdo a su potencial mágico para restaurar la población perdida. Muchos estuvieron en contra, hubo revueltas, saqueos y demás para que esta ley no fuera a llevarse a cabo. Pero por más que se gritó y lloro estaba próximo a ser realidad.

El moreno estaba muy preocupado, era un mago fértil: un doncel. No tenía por donde escaparse, lo obligarían a casarse y concebir hijos en menos de un año. Quería llorar, pero por mucho que lo hiciera nada se iba a arreglar. Le aterraba la idea de tener que tener hijos a tan corta edad, le aterraba tener que casarse y no saber con quién. Lo peor de todo es que él sabe que se va a tener que casar no solo con un desconocido, si no con tres. De acuerdo con el potencial mágico te podían asignar de entr ya que el número de hombres superaba a las mujeres y donceles.

Alguien entro a la habitación donde estaba el chico, era Sirius Black, el padrino de Harry. Este se dio la vuelta, dejo la taza a un lado y se lanzó a los brazos del mayor, no pudo contener los sollozos. Sirius trataba de calmarlo junto a Remus otro adulto amigo y mentor de Harry.

-Ya… ya… cachorro- susurraba el rubio.

-Bebé, deja de llorar que me harás llorar a mí- Sirius le dio un beso en la frente, lo tomo en brazos y lo llevo a su habitación.

Lunático y Canuto se miraron y asistieron. Su pequeño Cornamenta los necesitaba más que nunca, tenía mucho miedo. Mañana llegaban las cartas del ministerio, donde saldrían los nombres de quienes compartirían cada uno el resto de la vida. El rubio al igual que Harry también era un doncel pero al ser un adulto tendría una sola pareja. Sirius esperaba que le tocara con él, no es que se amaran, eran casi hermanos pero sería mucho más fácil para los dos, pero él sabía que no tenían tanta suerte.

No era justo para nadie, Harry tenía apenas 15 años. Él nunca debió enfrentarse al señor oscuro o hacer algunas de las cosas de las que se le obligo, pero ahora el momento donde él por fin podría descansar pasa esto. El moreno todavía tiene pesadillas sobre esa noche en el ministerio de cuando Voldemort trato de poseerlo y como casi mueren.

Los dos adultos solo podían rezar para que su cachorro no callera en malas manos.

La noche a acabado y los pájaros cantan la condena de un pueblo oprimido bajo la oscuridad, chicos asustados abren lentamente las cartas de un futuro incierto. Familias enteras serán separadas en un par de minutos, pero ya no hay lágrimas por derramar.

Sirius puso las tres cartas en la mesa y atrajo a Remus y a Harry a sus brazos, prometiéndoles que no los dejara, que los cuidara siempre tomaron la primera carta. La de Remus.

Lucius Malfoy

El rubio hace una mueca, no estaba tan mal que le allá tocado el patriarca Marlfoy. Este mismo había enviudado por la pandemia. Claro él era un ex Mortifago pero el ministerio seguiría controlándolo, además… que fue uno de sus amores de adolescencia ¡una locura! Pero podría haber sido peor.

-Bueno Remy, creo que el cielo te las esa cobrando todas- dijo con una mueca burlesca e moreno mayor.

-Cállate.

Claro que Harry no entendía nada.

-¿Eh?- exclamo este.

-Nada cachorro, Canuto está delirando- dijo abrazando al menor.

Lunático se sentía extraño, en un principio había sentido mucho miedo en lo que saldría de ese pedazo de papel, pero al final se sentía aliviado.

-como digas Monny- Sirius se hecho a reír, tomo aire tomo la siguiente carta- Veamos…

Con la navaja rebano la parte superior de la carta la desdoblo y el color de sus rostro se fue. Quedo completamente blanco con los ojos dilatados.

El rubio lo miro extrañado y le quito la carta, este sí que fue el mejor karma de todos.

Severus Snape

Harry se sintió muy sorprendido, primero porque su profesor de pociones era un brujo como el mismo, y segundo que entre todas las personas le tocara a su padrino. A pesar que Snape lo trataba peor que un elfo domestico le tenía un cierto cariño, y le alegro este resultado.

Por otro lado Sirius quería morirse, quería rebanarse y tirarse por un rio. No podía tener tanta mala suerte, se rio por lo de Monny pero lo suyo es peor. Sí, tenía que admitir que tuvo un cierto enamoramiento por el pocionista y por ello lo molestaba todo el tiempo ¡pero eso quedo en el pasado! La vida era cruel.

El rubio no resistió las carcajadas.

-Cállate Monny

-tú te reías por mí, mírate a ti- su estómago dolía pero valía la pena el momento.

-esto solo debe ser un mal sueño. Sí, eso debe ser…

Paso un largo rato para que las risas se detuvieran y recordaran la carta que realmente importaba. La de Harry. El Black miro al pequeño y le dio una mirada de puro amor antes de abrir la dichosa carta.

Tres nombres salían ahí.

Charlie Weasley

Cedric Diggory

Draco Malfoy

Harry al ver el primer nombre se allegro y suspiro, era uno de los hermanos mayores de su mejor amigo, eso era bueno. Era un domador de Dragones un trabajo que le creo múltiples de cicatrices y lo ejercito de una manera… sexy. El moreno se sonrojo, nunca había pensado algo así por los hermanos Wealey, bueno tal vez por Bill. Trato de olvidarse ese momento de debilidad.

Tras eso venia el nombre de Cedric, él había sido su compañero cuando participo en el torneo de los tres magos, que casi lo mata. Era un buen chico, leal como cualquier Hufflepuff. Tierno y muy guapo… un no de nuevo las hormonas adolecentes. Respira Harry, respira si dejo a sí mismo.

Al controlar a sus Hormonas se fijó en el tercer nombre. Oh dios mío, el karma existe… !Podía haber sido cualquiera pero Draco! Su enemigo número uno en la escuela, esto no podía ser. De seguro nos mataremos a los dos días, pensó el pesimista Harry. Aunque si lo pensaba el rubio era guapo y… !Ah! ¡Cállate Harry! ¡No pienses eso!

De lo positivo que podía sacar de esto es que pudo haber sido peor, como que el tocara un Mortifago de esos locos por matarlo o Crabe y Goyle.

-No esta tan mal…

-Cachorro, te queremos y si algo pasa siempre estaremos ahí ¿sí?- dijo Remus que junto a Sirius se pusieron a la altura de menor y le besaron las mejillas.

- si- dijo sonriendo por el amor y protección que sentía.

-y dime Harry… que tal encuentras a estos tres- dijo pícaro Sirius.

El moreno no pudo evitar ponerse rojo.

-Sirius no lo molestes- dijo dando un golpe en la nuca al mayor- ven Harry pronto llegaran las cartas de nuestros… eh, prometidos… si eso prometidos.

Sonaba bastante raro decirlo.

-y Sirius, mándale una carta a Severus. Se cortes por favor.

-¡¿Qué?!

-Lo que dije. Ahora vamos- y ambos donceles se fueron.

Al llegar a la habitación se sentaron en la cama y Remus le sonrió, el moreno se sonrojo nuevamente.

Le pregunto por lo que sentía por esto y por los tres chicos, Harry le dijo todo. Como se sentía con los tres y como eso lo asustaba un poco, el rubio le escucho atentamente y luego le dijo que lo que sentía era todo normal. Para ser un adolecente lo que sentía era completamente normal, sonrojarse, emocionarse y entre otras cosas más privadas.

Remus era como una madre con la cual se podía sincerar, en cambio Sirius era el padre chistoso el cual lo hacía sentir feliz. Su familia era pequeña, rara, pero era perfecta. Los amaba a los dos.

Luego de unos minutos 3 lechuzas se posaron en la ventana.

Esto no podía ir tan mal ¿verdad?


RW?