Hola chicos!

He vuelto con continuación. Lamento mucho mi retraso, este capítulo me costó algo de trabajo desarrollarlo, pero creo que ha quedado bien.

Sin nada más, les dejo el capítulo. DISFRÚTENLO!

CAPÍTULO VII. LA CITA

Las personas caminaban por la plaza de la terminal central, a pesar del clima frío no detuvieron sus actividades, y unos ojos dorados las miraban sin interés alguno. Se encontraba algo molesto por haber llegado con demasiada anticipación, después de todo, ahora tendría que esperar a que su acompañante llegara.

Sin quererlo su mente comenzó a viajar a su habitación, comenzó a arrepentirse de haber salido de ella ya que, si lo pensaba, ahora se encontraría en su escritorio leyendo algún libro alejado del mal clima. "Date la oportunidad de conocer a las personas interesadas en ti", recordó las palabras de la azabache, y esa mirada. De nuevo logró colarse en su mente, y algo dentro de él comenzó a tensarse, ya que su mente viajó a la mañana.

FLASH BACK

El clima frío se había apropiado de la ciudad, los rayos de sol se vieron detenidos por las nubes en el cielo. Un joven platinado había comenzado a despertar, su reloj biológico lo obligaba a abrir los ojos.

El día de su reunión con Kagura había llegado, y quería aprovechar la mañana antes de aquel momento, tenía que asear su habitación ya que, con las prácticas no había podido dedicar tiempo a la limpieza de su dormitorio. De igual manera, tenía que ir por un desayuno apropiado y comprarle a la alada también algo para comer durante la mañana y la tarde, ya que él no estaría para atenderla.

Miró la caja dorada sobre su escritorio al recordar a la alada, sus ojos se posaron fijamente en ella, la forma de actuar de la azabache antes de ir a dormir aún le molestaba. Intentando no tomarle mucha importancia a su molestia, se cambió colocándose unos pantalones oscuros y una camisa blanca de manga larga, al mirar su ventana notó el clima frío y se colocó una gabardina larga, y así salió a buscar su desayuno.

Al regresar de sus compras notó que la joven azabache no salía, no le tomó mucha importancia y se dedicó a disfrutar su desayuno mientras leía un libro. Ya terminado su desayuno, procedió a arreglarse para su salida con Kagura, entró al baño y comenzó con su aseo.

Después de casi una hora el platinado se miró por un momento en el espejo, estaba satisfecho con su imagen, salió del baño, arreglado y listo para salir. Miró hacia su escritorio, Kikyô en ningún momento salió a desayunar, todo se encontraba tal cual lo dejó al entrar al baño.

-Me voy- expresó firme mirando la caja. Frunció el ceño al no recibir respuesta, la joven no salió ni abrió la caja. Molesto salió del cuarto y emprendió camino hacia su cita.

FIN FLASH BACK

Su ceño se frunció, había puesto cierto esmero en su apariencia para la cita y deseaba demostrárselo a la azabache. Y ante este pensamiento, un brillo de sorpresa y molestia se asomaron por esos ojos ambarinos, ¿por qué tendría que demostrarle algo a la alada?

-Sesshomaru-

La voz de una joven sacó de sus pensamientos al platinado, miró en dirección de la voz y vio a Kagura caminando con velocidad hacia él. Desvió su mirada un momento hacia el reloj que estaba justo en el centro de la plaza, la castaña había llegado unos cuantos minutos antes de lo que habían acordado, un gesto que de hecho agradeció.

-¿Llevas mucho tiempo esperando?- preguntó la joven

-No- respondió de manera indiferente el platinado, -llegaste a tiempo-

-Que alivio- dijo Kagura con un suspiro de relajación -Bueno, vayamos a la cafetería-

Ambos jóvenes partieron de la plaza, durante su trayecto ninguno habló, Kagura iba ligeramente al frente para poder guiar al platinado. Después de unos minutos se encontraban en su destino, al entrar notaron una fila de personas para hacer los pedidos, la castaña se vio un poco molesta por este hecho, posiblemente al platinado no le agradaría esperar.

-Yo me quedaré en la fila- la voz varonil de Sesshomaru captó su atención -tú podrías buscar una mesa-

-Está bien- pronunció Kagura con un suave tono de sorpresa, comenzó a girarse cuando el platinado volvió a dirigirse a ella

-Dime que bebida quieres-

Después de indicarle su bebida procedió a buscar alguna mesa disponible, pero al parecer el lugar estaba lleno, y no era de sorprender puesto que el clima frío atraía clientes a esa clase de establecimientos. Siguió observando, hasta que finalmente notó a una pareja levantarse de una mesa cerca de la ventana, caminó hacia ella y tomó asiento.

Su mirada fue directo a la fila de pedidos, el platinado ya estaba cerca de pasar. Miró con atención su rostro, sus facciones finas eran tan atrayentes y sus ojos ambarinos siempre se veían indescifrables. La castaña se preguntaba si en su cabeza el platinado se arrepentía de aceptar salir con ella, después de todo le había dicho que no estaba muy seguro de que fuera una buena idea aceptar. Desvió la mirada hacia la ventana, sus pensamientos siguieron alrededor de esta salida, ¿qué temas podrían abordar? ¿Podrían hablar con naturalidad y encontrar un tema en común?

De pronto el sonido de una silla moviéndose la sacó de sus pensamientos, el platinado ya se encontraba tomando asiento. Pasaron unos minutos, los que ella sintió algo incómodos ya que ninguno pronunciaba palabra, de nuevo la pregunta se presentó en su cabeza ¿de qué podrían hablar?

-Les entrego sus bebidas- habló un joven con el uniforme del local, entregándoles a ambos sus bebidas calientes, -y aquí tiene sus pastelillos-

-Gracias- dijo indiferente el platinado. Mientras la castaña estaba sorprendida por el pastelillo frente a ella. -Si no te agrada puedes pedir otro de tu gusto- expresó el de ojos ámbar al ver a la joven mirar el postre

-No, está bien- apresuró a decir Kagura -muchas gracias-

Esto relajó un poco a la castaña, nunca se imaginó aquel detalle por parte de Sesshomaru. Tomó una de las frutillas que había sobre el pastelillo, degustó el dulce sabor que contrastaba con el toque amargo del café, simplemente era una mezcla deliciosa.

-Está delicioso- expresó sutilmente la castaña

El platinado no dijo nada, solo dio un sorbo al café. Kagura había acertado con el lugar, a pesar de que se encontraba lleno por el clima, tenía un ambiente agradable. Sin duda podría regresar al lugar de vez en cuando para tomar un café, relajarse mientras lee algún libro o artículo.

- ¿Y cómo van los entrenamientos? - la castaña se armó de valor, esperaba que el tema fuera lo suficientemente neutro para poder comenzar una conversación

-Son una molestia- expresó el platinado mientras dejaba su taza de café sobre la mesa -el próximo partido sólo es de exhibición y aunque estoy de acuerdo en que no debemos ser mediocres, la atención puesta en este partido me parece ridícula-

-Es natural que lo veas de esa manera, después de todo pareces tener gran habilidad en el deporte- expresó con una sonrisa mientras bebía un poco

-Agradezco el cumplido- sonrió de cierta manera altanera -pero no es necesario que lo menciones, lo sé muy bien-

Sorprendentemente, Kagura no se vio ofendida ante tal comentario, ni la forma en que se lo dijo. Sonrió de manera divertida, ya esperaba una reacción así de su parte, él era un hombre algo engreído y si recordaba bien su primer encuentro con el platinado no fue nada agradable, pero la atención que tuvo con ella demostraba que podía ser muy atento también y era algo que hasta ahora sólo ella había visto.

-Y dime Sesshomaru, ¿ya has decidido en que área estarás el próximo año? – la castaña buscó otro tema de conversación

-Eso fue decidido hace mucho- expresó indiferente el platinado -se me será entregada la dirección de la empresa, así que ya está decidido-

-Ya veo- expresó la castaña tranquila -yo también entraré a esa área, no es que haya tenido muchas posibilidades de elegir. Yo también continuare con el negocio familiar - su tono se escuchó apagado y Sesshomaru lo notó

-¿Habrías querido estudiar otra área?-

La pregunta sorprendió un poco a la castaña, por dentro se sentía emocionada de que el platinado haya mostrado interés por su inquietud.

-La verdad es que no lo sé- expresó con algo de tristeza -nunca tuve la oportunidad de decidirlo, así que no me planteé otra idea-

El platinado la miró un momento, mirando la expresión cabizbaja de la castaña. No era que le interesara mucho la situación de Kagura, pero no parecía muy satisfecha con lo que había preparado para ella su familia. A diferencia de ella, él estaba más que orgulloso de saber que se volvería el director de la compañía, excepto que tendría que compartir ese honor con su estúpido medio hermano, Inuyasha no merecía ni una pizca de eso y, sin embargo, su padre así lo había decidido.

-Me pregunto si debería buscar otro objetivo- expresó pensativa Kagura mientras movía sus dedos por el borde de la taza

-Podrías hacerlo- expresó Sesshomaru después de unos minutos de silencio -pero creo que a tu hermano le serían de gran utilidad tus conocimientos y forma de análisis en la compañía- después de expresar su opinión tomó otro sorbo de su bebida

Kagura lo miró sorprendida y el calor comenzó a juntarse en sus mejillas sonrojándose ante el comentario halagador de parte del platinado, tomó su taza de nuevo y le dio un sorbo mientras dirigía su mirada a la ventana, tratando de recomponerse. Una vez que logró calmar la sensación volvió a mirar al platinado.

-Quizás sea algo atrevido de mi parte- comenzó a hablarle de manera nerviosa la castaña -pero me gustaría pedir tu ayuda de nuevo en los estudios-

-Hasta donde tengo conocimiento, tus calificaciones son satisfactorias- expresó posando su taza sobre la mesa

-Sin duda tengo buenas calificaciones, pero quisiera estar en un nivel superior-

El platinado la miró, analizando sus palabras. '¿Crees que podrías ser más solidario con tus compañeros?', de nuevo la voz de la alada se coló en su cabeza. Su ceño se frunció levemente, siempre lograba colarse en su mente de cualquier manera.

-Quizás durante la hora del almuerzo podríamos hacer un repaso- expresó de manera indiferente, y aún así los ojos de la castaña brillaron con emoción -de esa manera podré seguir con los entrenamientos y mi propia preparación-

-Entiendo-

Sesshomaru miró su reloj, increíblemente las horas habían pasado rápidamente en compañía de Kagura, pero el recuerdo de la azabache lo dejó algo inquieto, después de todo no la había visto antes de salir de su dormitorio.

-Creo que debemos irnos- el platinado sacó su cartera dejando algo de propina en la mesa

-Está bien- la joven no se ofendió, solo tomo sus cosas y se preparó para salir del lugar

-Supongo que irás a la estación-. La castaña simplemente asintió -Vamos-

Ambos jóvenes caminaron hacia la terminal central, donde se había encontrado, la de ojos rojos se sentía más cómoda caminando junto a Sesshomaru, el camino silencioso era agradable. Al llegar a la terminal se separaron, cada uno tomó un tren diferente.

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El clima aún era frío, y ahora que estaba anocheciendo el clima comenzó a enfriar a un más. Sus pasos comenzaron a ser más rápidos, quería llegar a su dormitorio cuanto antes. En el pasillo se encontró con algunos compañeros hablando entre sí, sin dedicarles si quiera una mirada continuó su camino hasta que finalmente se encontraba en la puerta de su dormitorio, sacó su llave y al colocarla escuchó del otro lado de la puerta un leve canto. De nuevo la canción que escuchó mientras dormía aquella noche, era hermosa.

Al entrar al dormitorio la azabache calló, él la miró, se encontraba sentada en la cama su largo cabello caía por su espalda cual cascada negra y lograba esparcirse en la superficie blanca de su cobija.

-He llegado- expresó el platinado comenzando a quitarse las prendas que lo protegían del frío

La azabache no le dio la bienvenida como siempre, simplemente lo miró y asintió. Giró su rostro hacia la ventana cerrada, se encontraba empañada debido al contraste entre el clima cálido en la habitación y la fría del exterior.

-¿Fue agradable tu cita?- la voz de Kikyô salió como un susurro, apenas audible para Sesshomaru

'Continua con esa actitud, eh', molesto por esto el platinado fue directo a su baño, abrió la puerta y antes de entrar por completo le contesto.

-Adecuada- expresó indiferente cerrando la puerta detrás de él

Aquella respuesta hizo que se tensaran sus hombros, llenando su pecho de un extraño y molesto sentimiento. Debería sentirse bien por el avance de la situación, quizás estaba más cerca de un fragmento, pero algo dentro de ella no la dejaba estar cómoda con eso.

Sesshomaru salió, al escuchar que cerraba de nuevo la puerta giró para mirarlo. El atuendo que había elegido para su cita parecía el adecuado sin duda Sesshomaru tenía un porte sofisticado y atrayente.

-Creo que elegiste correctamente tu vestimenta-

Ante el comentario el platinado detuvo sus acciones y le dio una breve mirada a la alada.

-Mi imagen siempre es adecuada- expreso con una sonrisa altanera

Sintiéndose satisfecho por las palabras de Kikyô, se dirigió a su gabardina y de los bolsillos sacó un par de emparedados, cambiando su dirección a su escritorio dejó los emparedados sobre este y procedió a tomar uno de los pequeños platos de la azabache, para colocar una parte de estos y que la alada pudiera comer a su lado.

Después de haber terminado de acomodar el alimento, tomó asiento y tomó uno de sus libros, comenzó a leer mientras le daba una pequeña mordida a su propio emparedado.

La pequeña alada fue hasta el escritorio, donde se sentó mirando con detenimiento la forma tan limpia en que el platinado había colocado su comida, cautivada por su gesto sonrió levemente.

-Muchas gracias- le dijo antes de llevarse un pequeño pedazo a la boca

Los ojos ámbar de Sesshomaru la miraron al escuchar su agradecimiento y después desvió la mirada a su libro, retomando su lectura. Extrañamente, la presencia de la alada tan cerca de él lo reconfortaba.

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Espero que les haya gustado, les informo que a lo mejor si me tarde en hacer continuación de mis fics, pero les aseguro que no las voy a dejar. Creo que en estos días estaré más activa, ya que el encierro me ha ayudado un poco a tener tiempo para retomarlos.

Espero sus reviews! De verdad que me animan mucho a continuar.