Nuevo fic, corto pero no aguantaba las ganas de publicarlo.

Tanto los personajes como la historia de Naruto le pertenecen a Masashi Kishimoto.

MANUAL DEL BUEN ESPOSO

1.- ¿SERE UN BUEN ESPOSO?

Naruto daba vueltas sin parar en su cama, estaba tan nervioso que el sueño era algo desconocido para él.

Después de veinte minutos de alternar diferentes posiciones para conciliar el sueño, se sentó de golpe y miro el reloj que estaba en la mesita de al lado de su cama.

-¿Apenas son las dos? Ahhh que fastidio…- Se quejo al pensar que el tiempo transcurría demasiado lento.

-¿Qué es ser un esposo?- Susurro mientras veía por la ventana.

La luna era tan bella como ese día en donde rescato a Hinata, y en el cual se dieron su primer beso; el satélite natural parecía que solo se mostraba para él, pero entre más se perdía en su hipnotizante belleza, la duda crecía exponencialmente en su corazón.

- ¿Podre serlo? Ahh debo preguntarle a alguien… pero no se a quien…- Se dijo a si mismo pensando a cuál de sus amigos o conocidos pedirles consejo.

Naruto solo pensó en los padres de sus amigos... pero ¿Sería capaz de hacerlo?

-No… no puedo ¿Cómo se los pediría? Yo… ¡ahhh!- Grito al mismo tiempo en que se revolvía el cabello.

El rubio sentía no tener la suficiente valentía para poder hacerlo, ahora todo el mundo lo veía como un héroe, como un ninja excepcional ¿Cómo pedir ayuda por algo tan complicado como ser un esposo?

-Nunca tuve una familia… jamás supe como un padre trata a sus hijos… yo… ¿Cómo hacerlo sino sé cómo se hace?- Se dijo entrando en un estado de depresión.

Naruto estaba teniendo un episodio de angustia, lo cual lo hacía solo sentirse demasiado inseguro consigo mismo.

-Hinata se merece a un buen marido… yo sé que no tengo experiencia en cuestiones familiares pero… yo en verdad la amo… pero ¿En verdad la amo? ¡Soy idiota! ¡Claro que la amo! ¡aaahh! ¿Por qué pienso estupideces? ¡Naruto idiota deja de pensar en tonterías!- Se regaño así mismo pensando en la sonrisa de la Hyuga.

El rubio volvió a mirar el reloj y para su sorpresa no habían pasado ni diez minutos.

-Rayos… no podre dormir… pero ¿Qué hago? ¿Ir a entrenar? ¿Ir a inspeccionar la casa? ¿Leer algunos de los pergaminos de papá?... ¡Eso! Tal vez me distraiga un poco… pero… ¡Aaaaaaaaaaaah! ¡Basta! ¡Tengo que olvidarme de esto!- Grito mientras buscaba su camiseta.

Esa noche, el clima en Konoha era bastante cálido, tanto que las personas tenían que dormir con pijamas pequeñas o en el caso de los varones solo con un short.

Vaya que el rubio había crecido, ahora era todo un hombre: músculos marcados, cuello fuerte y un tanto musculoso, brazos torneados, y, debido a su profesión tenía una que otra cicatriz a penas visibles en el brazo derecho, mientras que en el izquierdo aun traía la venda que le ayudaba a tener mejor movilidad; Naruto se había convertido en un adulto bastante guapo y atractivo, pero lo que más deslumbraba de él era esa tranquila y pacífica aura que despedía en su mirada y en su sonrisa, las cuales por obvias razones habían hipnotizado a casi todas las jovencitas Kunoichis y un buena porción de chicas civiles de la aldea.

-Odio el calor…- Se quejo mientras se limpiaba el sudor del torso.

Cualquier mujer al ver esa imagen tendría por seguro de tener una hemorragia nasal.

¿Y cómo no?

Si el rubio parecía un adonis iluminado de varias perlas de sudor que recorrían su bien entrenado cuerpo.

Al haber terminado de vestirse, Naruto se dirigió hasta lo que se suponía era la biblioteca de su ahora casa.

-¿Por dónde empiezo? Son demasiadas cosas y… creo que no todo es de papá… tal vez algunas cosas sean de mamá… mamá…- Repitio el rubio pensando en Kushina.

Aunque hubieran sido solo una sola vez en que los dos intercambiaron palabras, al rubio le hab+ia bastado para saber que ella lo había amado a más que a nadie en este mundo; ambos se parecían tanto que el rubio no pudo evitar amarla tanto como ella lo amo.

-Es gracioso… pareciera como si Mamá fuera yo y papá Hinata… un momento ¡Eso es!- Vitoreo feliz el rubio al encontrar un modelo a seguir para ser un buen esposo.

-Por lo que me dijo Ero-sennin, mamá siempre estuvo al pendiente de papá, lo cuidaba y estaba al pendiente de él aun cuando muchas mujeres quisieran coquetearle a papá…. Hombres coqueteando con Hinata… ja…- Sonrió perversamente mientras sus ojos se oscurecían parcialmente –Creo que tendré que encerrar a Hinata en una habitación para evitar que bastardos idiotas la miren… Hinata será solo mía…- Dijo como si de un psicópata se tratase. -¿Pero qué demonios estoy diciendo? Si hago eso Hinata no me volverá a hablar y estoy seguro que Hiashi-san vendría por ella y me mataría… esto es demasiado complicado…-

Recuperando un poco la tranquilidad, el rubio comenzó a indagar en los pergaminos y las decenas de cajas que había regadas por toda la habitación, estaba a punto de dejar todo como antes cuando encontró una caja pequeña bastante extraña, era cuadrada, de aproximadamente unos diez centímetros de largo y unos doce de ancho, color café oscuro y sellada por una cinta roja.

-¿Qué es eso? ¡Un momento! ¡Es el símbolo de Ero-sennin!- Dijo antes de quitar la cinta de un solo jalón y vaciar el contenido de la misma en el suelo- ¿Un libro? ¿Cuántos libros habrá escrito? Pero parecer ser diferente a los que publico…- Susurro viendo que era más pequeño y la pasta era dura, contrario a los libros "sexuales" que escribía el Sannin.

Después de mirarlo fijamente y buscar si tenía cualquier descripción en la tapa, en el lomo o en la parte trasera no encontró nada.

-¿Un libro sin nombre? Eso es raro…- Sin perder más tiempo el rubio abrió con cuidado el libro y tras pestañear unas cuantas veces hablo -¿Manual del buen esposo? ¡Ero-sennin! ¡Siempre me salvas cuando lo necesito!- Agradeció juntado sus manos a modo de oración mientras miraba al techo.

Aun cuando habían pasado unos cuentos años, al rubio le costaba hablar de su maestro, y solo se había permitido llorar frente a Hinata, cuando le conto absolutamente todo sobre lo ocurrido en su entrenamiento así de las anécdotas que el Sannin le había relatado de sus padres: Kushina y Minato.

-¿Qué cosas tendrá?- Se pregunto volteando la primera pagina.

Minato… se que ahora que te casaras con Kushina tienes muchas preguntas…

Este libro lo escribí recopilando información que obtuve en mis diferentes viajes…

Sé que te estarás preguntando que como un hombre que nunca se caso puede saber tanto del matrimonio y solo te diré: "Un hombre no necesita estar casado para saber lo que un esposo debe hacer…"

Minato eres joven e inexperto, pero te guiare para que puedas tener un matrimonio exitoso… solo debes hacer las cosas correctamente… y más con una mujer como Kushina.

PD: No le digas nada de esto a ella… o de lo contrario me golpeara tan fuerte que me matara…

Naruto solo pudo sonreír con nostalgia, era como si hubiera escuchado la voz de su maestro.

-¿En serio le sirvió a papá?... bueno… si Ero-sennin lo escribió… tal vez tenga algo de bueno…- Susurro volteando la pagina hasta llegar a la hoja del primer capítulo.

CAPITULO PRIMERO: AMAR SIN ABUSAR

Es por demás obvio que amas a Kushina, la has amado desde que eran niños…

Haz hecho tanta cosas por ella y te has arriesgado en tantas ocasiones para mantenerla a salvo que pareciera que en vez de querer que este a salvo tu solo quieres sobreprotegerla.

Minato… Kushina es una excelente Kunoichi y yo no debería de estar recordándotelo, pero es como si la mayor parte de tiempo olvidaras ese asunto.

Comprendo que tengas esa necesidad de protegerla en todo instante debido a su impulsividad y la manera en la que "explota" pero debes dejar que ella cometa sus errores…

Minato… como el próximo Hokage que serás, tendrás menos tiempo de cuidar de ella…

¿Entiendes mi punto?

Espero que así sea.

Habrá ocasiones en que estés fuera por largas temporadas, ustedes están acostumbrados a pasar casi todo el tiempo juntos, incluso durante las misiones, pero eso cambiara, y, con el carácter que tienes, se que llegaras a deprimirte por eso, es algo obvio y natural, pero Minato, serán una pareja de recién casados y querrán pasar la mayoría del tiempo juntos, pero estoy seguro que tan pronto te cases te darán el titulo de Hokage…

No es algo que yo espero, es casi un hecho que sucederá.

Minato, ahora tu dedicación y tu mente deberá de estar en un 70% dedicada a la aldea, mucho más que a Kushina…

Y… ¿Serás capaz de hacerlo? Pasar tanto tiempo fuera de casa y más tiempo en la oficina.

Kushina es una mujer fuerte y aunque sea un poco impredecible sabe darte tu espacio, todo lo contrario de ti.

Siempre ha sido tu sueño el ser Hokage, y no dudo que serás uno de los mejores, pero deberás de fraccionar tu tiempo entre esas dos cosas importantes.

Protege y cuida a Konoha tanto como a Kushina.

Una ciudad como a una mujer no se deben de sobreproteger o de lo contrario se podría convertir en un caos...

El amor suele ser abrumador cuando no se sabe medir.

Minato… aun tienes muchas cosas que aprender pero, primero piensa en lo que te acabo de exponer.

Naruto cerró el libro tras leer lo que había escrito Jiraiya y tras pensar unos minutos se levanto del suelo.

-¿Amar a Hinata sin abusar? ¿Pero como hago eso si la amo demasiado? ¡Ahh Ero-sennin no comprendo!- Se lamento el rubio.

Pero algo que había hecho mella en el, era sobre la responsabilidad de ser Hokage.

-Ero-sennin, amo a Hinata y amo a Konoha, pero ¿Cómo amarlas igual? Hinata será mi esposa y Konoha siempre ha sido mi hogar… quiero un hogar solo para mí y para Hinata pero Konoha… ¡Ah ya me confundí!-

El rubio camino hasta l ventana y miro a la imponente luna que aun se podía ver sobre todo lo alto del cielo.

-Ser un buen esposo… ser un buen Hokage… son la misma cosa… amarlos a los dos tanto como el otro… protegerlos a los dos por igual…- Susurro pensando detenidamente.

Naruto pensó en todos los Hokages que había conocido, todos a excepción de su padre tenían pareja en el momento en que eran los líderes de la aldea.

-El viejo tercer Hokage no tenia esposa… pero… el quería y protegía a Konohamaru, bueno… es obvio hasta le puso su nombre en honor a la aldea… pero ¿Es lo mismo el amor de un esposo que el amor de un abuelo? ¡Aaaaaaaaaaaah! ¡Tendré que preguntarle a Konohamaru!... ¡No! ¡No puedo hacerlo!...- Se quejo de nuevo dejándose caer sobre el viejo mueble que estaba en la habitación- No se puede comparar ¡Por supuesto que no! Un abuelo quiere a su nieto y lo protege y le enseña lo que ha aprendido en su vida…- Susurro recordando lo que alguna vez le había dicho el viejo Tazuna. –Pero en un matrimonio los dos se aman y se cuidan además del se… se… sexo…- Dijo poniéndose completamente rojo.

El rubio comenzó a recordar su primera vez con la Hyuga, había resultado ser más bello de lo que alguna vez pensó, completamente diferente a lo que describía Jiraiya en sus pervertidos libros.

-Cuando nos casemos, Hinata y yo… lo haremos más seguido…- Dijo mientras un hilillo desangre salía por su nariz- ¿Qué idioteces digo? ¡Debo cuidar a Hinata! ¡Ahh diablos! ¡Necesito un buen baño frio!- Se regaño sintiendo que en su cuerpo la temperatura comenzaba a aumentar.

…..

Hasta aquí el capítulo de hoy.

Este fic tardare un poco en actualizarlo ya que mi prioridad será Uzumakis y Uchihas, y, otro fic Ichi Ruki que tengo.

Pero si veo que tiene buena aceptación hare un esfuerzo enorme por actualizarlo rápido.