Los Jóvenes Titanes no son de mi pertenencia.
Raven apenas podía escuchar sus propios pensamientos de lo alta que estaba aquella música.
Iban el el auto de Víctor y, aunque las ventanillas estaban abajo, la música era demasiado estridente. Por un segundo sintió lastima por las personas en sus casas que sólo trataban de dormir. Recordó lo molesto que era cuando coches o motocicletas pasaban a diecisiete mil doscientos veintitrés millas por hora junto a su ventana, interrumpiendo su lectura y haciendo un ruido tan molesto que le daban ganas de aventarles un ladrillo... por la seguridad del pobre ladrillo era que no lo hacía. Imagínate morir aplastado por un conductor que va a una velocidad exagerada. No, los ladrillos no merecían eso. Susurró una pequeña disculpa a la calle vacía, como si las calmadas personas en sus moradas pudieran escuchar y disculparla por haber causado tanto alboroto.
—Sigo creyendo que esto es una pésima idea —gritó Garfield a todo pulmón, tratando de hacerse oír encima del heavy metal que salía de las bocinas. Raven hubiera estado disfrutando de la sinfonía si no fuera por que iba en un auto con tres lunáticos. Bueno, dos lunáticos y medio... Víctor solo era un poco.
—¡Pero esto fue tu idea! —escuchó Raven gritar, mas no estaba segura de quién. Presumía que Richard, ya que seseaba un poco y Víctor no hacía eso.
—¡Ya lo sé! —Garfield parecía más emocionado con cada segundo que pasaba, lo podía notar en el destello anormal de sus ojos.
Raven no podía entender su emoción. Sí, todo el mundo decía que cuando los Zombie lanzaban una fiesta, uno o dos chicos desafortunados terminaban en el hospital por accidentes causados por abuso de alcohol o drogas. También decían que la cosa se ponía salvaje pasada la media noche, incluso llegó a escuchar rumores que los demonios se presenciaban después de las tres de la madrugada, pero Raven no podía ver qué era lo fascinante en todo aquello. Teniendo la herencia que ella tenía, historias de fantasmas y demonios ya no le ponían la piel de gallina.
—Si quieren un demonio, lo tendrán —murmuró Raven. Y, aunque el comentario era sólo para ella, el escuchar las réplicas de los demás le hizo entender que no habló tan bajo como ella creía que lo había hecho.
—¡Ése es el espíritu Raven!
—¡Así me gusta más!
—¡Oh sí, viejo! La bestia se va a salir de su jaula —exclamó el chico mitad-lobo. Por un segundo Raven vio sus pupilas dilatarse y sus uñas afilase, y al segundo siguiente, había desaparecido toda señal de que se iba a transformar.
Siguieron unas pocas risas parte de Richard y Víctor., cuando se acallaron hubo un silencio completo, sólo interrumpido por los gritos de Marilyn Manson en la radio. Raven pudo contar hasta tres. Justo cuando iba a respirar para contar el cuarto, los tres chicos gritaron algo que Raven no entendió, pero que pudo escuchar encima de la música.
Rieron un poco más hasta que víctor dijo con tono calmado, pero Raven escuchó un deje de emoción acumulada.
—Raven. Bienvenida a la mejor noche de tu vida.
Por la ventana Raven alcanzó a ver la rejilla del cementerio.
¡No he olvidado esto! Y sí, son las 6 y media,y yo tengo que irme al colegio pero no me importa porque actualizar es más importante que la escuela haha. No, no es cierto, es importante estudiar ;)
Francamente hasta ahora lo había actualizado porque sí, lo olvide. Olvidé este fic. ¿Qué clase de persona soy?
Ya saben que pueden comentar en el cuadrito de abajo y dejar un review, hacerme muy feliz y completar su buena acción del día.
Nos leemos pronto :)