Tobira estaba agotado, había caminado desde el amanecer hasta el siguiente pueblo, se había tardado un par de horas y eso que iba a toda prisa, ni siquiera había desayunado pues iba con miedo de que Naruto y los demás lo estuvieran siguiendo y pudieran localizarlo, si cometió una imprudencia de su parte, pero simplemente quería ver más allá de lo que era.

Dejó caer las pocas cosas que traía y miró todo el sitio a su alrededor, no sabía por dónde empezar, así que sacó lápiz y pluma, caminó unos metros y empezó a escavar, escondió pequeñas muestras en los pergaminos, hizo por lo menos diez rollos, tomó algo rápido de comer y trató de no dejar rastro, continuo por un camino más largo para llegar con su señora y de seguro por ahí no lo seguirían.

Tenía un mal presentimiento y no lo asociaba con el miedo a Naruto sino era algo más, algo que tal vez se relacionaba con su señora y no podía ser ignorado... ya se estaba acercando el momento en que Himawari experimentaría con los ADN y se daría cuenta del fiasco.

Caminó colina arriba, mientras nieve caía poco a poco, agradeció eso así sus huellas se borrarían, esa época en especial le hacía recordar cuando era pequeño y su señora jugaba con él peleas de nieve... siempre y cuando no resultaban regañados...

-Quiero que vuelva a ser como antes... -siguió caminando.

En la cueva se escuchan fuertes ruidos de cosas romperse contra las paredes de piedra, algunas caer o incluso que salían fuera del escondite, vidrios, papeles y una gran variedad de objetos... Himawari tiraba todo a su alrededor.

Estaba furiosa al experimentar con las muestras de ADN sin ningún resultado positivo o peor aún traer un animal común y no un ninja como ella deseaba para su ejército, llevaba un par de días probando con todo el montón de ADN que Tobira había conseguido de su viaje, pero era basura, trató de calmarse, pero le era imposible no podía creer que Tobira le hubiera hecho eso.

-¡Estúpido Tobira! –Gritó muy fuerte y aventó la última muestra de ADN que tenía en la mesa hasta que esta solo se esparció por la cueva-. ¡Es un inútil! –Declaró-. ¡Era algo tan simple y no pudo hacerlo bien!

Golpeó con su puño derecho la pared y se abrió la piel, la sangre comenzó a caer al suelo de gota tras gota, la miró por unos instantes y hacía que saltaran varios recuerdos a su mente, como la vez que robó el ojo de la novena Hokage, pues sus manos en esa ocasión se llenaron de sangre luego de llevar rato tratando de arrancar el ojo, se sentó en un piedra y dejó que la sangre escurriera y observó su color rojo, un vivo y penetrante color rojo, cerró el puño y ahora en su mente estaba el momento en que fue secuestrada.

-Todo estará bien –dijo una voz en su interior a la cual Himawari al principio no le dio importancia, respiró profundamente, caminó en la cueva y se tiró en su cama hecha con algunas telas y pieles, trató de calmarse y cerró sus ojos trayendo a su mente las imágenes de lo sucedido.

Al día siguiente de su secuestro despertó en una habitación muy peculiar, todo era blanco y las pinturas solo representaban la guerra, salió de la habitación, no recordaba mucho, solo ver a su hermano Boruto y luego aquella sombra que le mostró dos bebés y todo lo demás era oscuridad, caminó por un largo pasillo hasta que escuchó unos murmullos cerca, en otra habitación se topó una enorme cuna se acercó un poco más observando detenidamente a los bebés.

Estaban despiertos y atentos a la pequeña Himawari, algo tocó su espalda y ella volteo. Su siguiente escena fue afuera de la Aldea de la Hoja, los equipos especiales habían salido del lugar pues Himawari creó una trampa en los al rededores de la Aldea y cayeron justo en ella, aparentemente su hermano Boruto había ido con ellos y solo quedaba la novena Hokage en el lugar donde le correspondía su oficina comenzó a caminar al interior de la Aldea...

Despertó asustada-. No debo de perder tiempo en tonterías –dijo enojada poniéndose de pie y regresando a su área de trabajo, recogió algunas cosas, y otras las hizo un lado pues pensaba decirle a Tobira en cuanto regresara que se deshiciera de ellas.

Escribió algunas cosas en un pergamino y luego fue más atrás de la cueva en donde estaban todos los cuerpos y los ataúdes de madera, abrió uno en especial, el cuerpo tenía los ojos cerrados, pero su larga cabellera había perdido color. Había algunas grietas en su piel nívea.

Tenía en la frente la banda de la Aldea de la Hoja.

Himawari cerró el ataúd-. Tú serás mi sorpresa –dijo y salió de la cueva-. Pero para lograrlo necesito todo el chakra posible y para ellos aquella bestia tendrá que cooperar...

Caminó colina abajo y se alejó lo más posible de la cueva para poder entrenar y no dañar el escondite, activó su byakugan y a campo abierto comenzó lanzado ráfagas, cada vez aumentaba la intensidad. Una tras otra sin parar, cada vez se volvían más largas y los arboles a los lejos resultaban con rasguños en sus troncos, las hojas secas danzaban sin parar.

-Vamos tiene que funcionar –dijo en voz baja mientras lanzaba varios ataques múltiples a pesar de que podría lastimarse o incluso perder el control.

Y de repente de sus puntos una llama azul comenzó a brotar, con destellos de negro como el color de la bestia que estaba encerrada en su interior. El nibi en su interior empezaba a ceder de alguna manera.

-Un poco más –dijo mientras lanzaba ráfagas cada vez más grandes que hasta cortaban la madera de los árboles y algunos cían derrotados, no quería detenerse, quería tener un control total del nibi y hacerse más poderosa. Cayó exhausta y se acercó al tronco de un árbol a descansar observando el cielo.

-Solo un poco para acabar con todos... -dijo mientras sonreía y cerraba sus puños con fuerza.

-¿Irás tras él? –preguntó Hinata preocupada mientras observaba a Naruto quien preparaba su mochila de misión..

-No puedo dejarlo ir tan fácilmente-ttebayo sin que me den respuestas –dijo Naruto colocándose la banda de su Aldea y mirando fijamente.

Estaban en su departamento, Boruto salió desde temprano con Konohamaru y compañía.

-Ten mucho cuidado- dijo Hinata mientras abrazaba a Naruto por la espalda.

-Descuida, estaré de vuelta pronto –dijo dando la media vuelta y fundiéndose en un abrazo con su novia-. Te encargo a Boruto, aunque se enojó porque me iría sin él, sé que para él es difícil esta situación, pero no puedo permitirme que le pase algo mientras vamos detrás de aquel chico.

-No te preocupes, se quedará conmigo en casa de Kurenai-sensei... ¿Quiénes más irán al viaje Naruto-kun?

-Irá Gaara y de ahí se regresará a su Aldea, los demás kages deben de estar partiendo de vuelta, ellos nos apoyaran en lo posible pues solo hace un par de meses que se acabó la Guerra, aún se están recuperando de todo aquello-ttebayo, pero iré con un ambu de lo mejor en búsqueda y rastreo asignado por Kakashi.

-Entiendo –dijo Hinata dejando de abrazar al rubio.

-Es hora de irme –dijo Naruto y Hinata lo acompañó a la entrada de la Aldea de la Hoja. Caminaron lento y tomados de la mano rogando que el tiempo no fuera tan rápido, pero en un abrir y cerrar de ojos había llegado a su destino.

- ¡Me tienen que dejar ir! –gritaba un castaño muy enojado y acompañado de su enorme perro.

-¡El Hokage no ha dado la orden! –Dijo un ambu enfrentándose a gritos con el castaño.

-No otra vez –dijo Aburame observando la discusión de su perruno amigo y comprendiendo que sería difícil hacer entender a su amigo.

- ¿Kiba? –preguntaron Hinata y Naruto a lo lejos.

-¡Me tienen que dejar ir, Akamaru y yo tenemos buen olfato, tal vez haya un rastro de enemigo y queremos seguirlo! –insistía.

-¿Qué pasa aquí-ttebayo? –preguntó Naruto acercándose a Shino.

-Por medio de los rumores Kiba se enteró que el enemigo se infiltró a la Aldea y es probable uno de los causantes de la Masacre al Clan Hyuga... por eso Kiba insiste tanto en ir –dijo muy serio Shino.

-Kiba-kun –dijo con ternura la chica de ojos blancos.

Naruto suspiró y se acercó al enfrentamiento-. Está bien que vaya –dijo el rubio.

-Pero Uzumaki –dijo el ambu desconcertado-. No hay órdenes de que nos acompañe alguien más.

-Pues es mi decisión y él nos acompañará, después de todo seré el séptimo Hokage así que debo de aprender a tomar las decisiones que nos convenga-ttebayo –dijo Naruto y Akamaru ladró.

-Así se habla futuro Hokage –dijo Kiba muy contento.

El ambu suspiró-. Si usted lo dice Uzumaki...

Naruto se acercó a Hinata para darle un beso en la frente y despedirse de nuevo-. Me voy Hinata espero traer buenas noticias.

-Cuídate Naruto-kun...

-¿Vienes Shino? -preguntó el rubio.

-Pues ya que- contestó-. Alguien tiene que cuidar de Kiba.

-¡Oye! –Kiba lo miró feo. Naruto soltó una carcajada y Hinata una sonrisa.

-Disculpen la demora-dijo Gaara llegando al lugar acompañado. Todo el equipo partió rumbo al último lugar donde localizaron a Tobira y haría un perímetro para buscar algún rastro y dar con su paradero.

Hinata regresó a casa de Kurenai y esperaba a que su hijo apareciera, pero tal vez se había entretenido platicando con el pequeño Konohamaru, caminó por la casa hasta llegar al cuarto donde estaba hospedada, Hanabi tampoco estaba así que se tiró en la cama pensando.

-Neji... hermano... cuida de nosotros –dijo.

-Entonces... ¿A dónde nos dirigimos? –preguntó el perruno.

-Te enlista en una misión y no sabes nada... típico de ti Kiba... -dijo Shino moviendo su cabeza de un lado a otro.

-Quiero ayudar a nuestra Hina... ya bastante ha sufrido –dijo cruzando sus brazos.

Naruto se iba riendo de la pelea de sus amigos. Y de repente miró al cielo algo había diferente en el él y tal vez le estaba anunciado peligro.

- ¿Sucede algo Naruto? -preguntó Gaara.

-No lo sé... es todo esto del enemigo-ttebayo

- ¿En qué aspecto? -preguntó el pelirrojo.

-Como si una parte de mí ya conociera al enemigo... es extraño...

-Si es un enemigo del futuro seguro te lo has topado varias veces.

-No... es algo diferente no sé cómo explicarlo, si ha habido enemigos que saben varias cosas de nosotros, pero en este caso es demasiada coincidencia que sepa varios de nuestros puntos débiles y sepa como infiltrarse y atacarnos con demasiada familiaridad... es alguien cercano a nosotros, muy cercano y no logro saber quién es-ttebayo.

-¿Cercano? -preguntó desconcertado Gaara.

Naruto seguía muy serio y no había manera de ayudarlo en estos momentos, siguieron su camino en silencio.

... ...

... ...

(FUTURO)

- ¿En qué piensas Naruto-kun? –preguntó Hinata.

Ya había amanecido, el sol iluminaba el estudio de la Mansión Uzumaki, el rubio estaba muy atento observando el paso del sol por su Aldea, al escuchar la voz de su amada volteó inmediatamente.

-Hola Hinata, al fin despertaste ¿Dormiste bien? Anoche te quedaste profundamente dormida, no has descansado bien este par de días y lo entiendo...- dijo tocando con ternura su mejilla.

-Ayer ya no pudimos hablar cuando desperté no estabas, había llegado Iruka y estaba jugando con Hima, y luego me encontraba cansada que no supe a qué hora me dormí.

-Tranquila Hinata-ttebayo, lo que nos está pasando no es nada fácil, prefiero que descanses y que estés bien... no quiero que estés mal... no me lo perdonaría su algo te pasara -dijo chocando suavemente su frente con la de Hinata.

-Gracias cariño... ya no pudimos hablar con calma antier ni ayer... ¿Qué es lo que sucede?

-Bueno que no ha sucedido este corto tiempo-ttebayo -suspiró el Hokage y se sentó en el sillón, Hinata lo siguió y se sentó a lado de él-. Ya ves que luego de regresar de la Luna caí en esa esfera... otra vez-ttebayo y comprender que Boruto está en el pasado... llegando... bueno tuve que ir a toda velocidad a la Aldea de la Arena... Matatabi ella... no sé lo que le suceda está como si se hubiera convertido... algo en el pasado volvió a cambiar todo, empezando con que Sasuke también tiene recuerdos nuevos del pasado y en donde se enfrenta al enemigo, aunque este logra salir victorioso... y bueno Sasuke nos ayudará a tratar de viajar en el pasado...

-¿Sasuke-kun puede hacer eso? ¿No es arriesgado?

-Es lo que estamos intentando, ayer en el hospital... claro con la autorización de Sakura intentamos en el techo del hospital para no dañarlo por si algo alía mal... bueno el intentó abrir varios portales con la ayuda del Rinnegan, pero ninguno que fuera más allá del tiempo... será más difícil de lo que pensé, pero tenemos que continuar, aunque el pobre quedó agotado.

-Entiendo... -dijo muy seria Hinata-. Esto no es nada fácil, nos hemos enfrentado a toda clase de enemigos y circunstancias, pero nada que implique viajar a otro tiempo...

-Sí, al parecer hay muchas cosas aún por descubrir... pero basta de charlas aún no tenemos nada concreto y mejor no apresurarnos a los hechos, es mejor que desayunemos... yo me dirigiré con Sasuke más al rato a seguir planeando.

-Sí, está bien yo iré a ver si Himawari ya está despierta.

Naruto bajó a la cocina y ayudo a preparar el desayuno, aunque le costaba ya que nunca había sido buen cocinero y casi toda su vida se la pasó comiendo ramen instantáneo, unos pasos se escucharon y el rubio habló.

-¿Qué tal Toneri? -preguntó.

-Naruto -dijo serio.

-¿Cómo estás? ¿Cómo están tus hijos?

-Bien gracias... los tres estamos bien... -dijo

-¿Qué sucede? -preguntó el rubio.

-Estos días me he sentido extraño... bueno he sentido algo extraño para ser más precisos... sigo temiendo que algo nos está acechando.

-lo malo es que no tenemos una idea claro de lo que esté pasando, menos con el derrumbe que hubo en la Mansión Hyuga... no podemos estar seguros de que clase de cosa nos está atacando... es algo más de aquel individuo que hizo que desapareciera mi hijo...

-Hablando de eso ¿Ya tienen algún plan para recuperarlo? -preguntó Toneri.

-Sí, estamos trabajando en ello-ttebayo -dijo Naruto y luego un ligero olor a quemado llamó su atención-. ¡Mi desayuno!

-Sigues siendo un desastre -dijo Toneri riendo.

- ¿Naruto-kun qué sucede? ¿Qué ese olor? -pregunto preocupada Hinata.

-Papi quemó el desayuno... -dijo Hima riéndose.

-Lo siento-ttebayo -dijo Naruto.

-Está bien, yo me encargo -dijo Hinata sin poder parar de reír.

-Te queda mejor el papel de Hokage -dijo Toneri sentándose en una silla-. Prefiero que la Princesa Byakugan prepare el desayuno... no quiero morir envenenado.

Naruto miró feo a Toneri y también tomó asiento. Hima estaba jugando con sus juguetes en la sala mientras los demás esperaban a la experta en el arte culinario. Naruto observaba a su hija y sonreía.

-Ahora soy yo el que te hace la pregunta ¿Sucede algo?

El rubio suspiró-. No sé por qué razón el enemigo se aferra a nuestros hijos... estoy advertido de cuidar a Hima... -susurró.

-Ya veo -dijo Toneri observando a la niña.

-El desayuno está listo -dijo Hinata sirviendo varios platillos.

Todos quedaron maravillados y empezaron a degustar. Naruto se apuró en comer y salió directo al hospital.

...

...

(PASADO)

Llevaban rato caminando estaban a pocos pasos del lugar donde se localizó por última vez al ninja que se infiltró en la Aldea, un par de horas atrás Gaara y compañía se habían separado y dirigido hacia su respectiva Aldea.

-Por aquí estuvo aquel chico según gente cercana a este rumbo y a nuestro equipo de investigación. -dijo el Ambu.

-Bien, Akamaru y yo buscaremos algún rastro ¡Vamos Akamaru! -dijo Kiba animado montado en su gran perro.

Shino suspiró-. Yo iré por otro lado así cubrimos más área.

-Tienes razón-ttebayo yo iré por allá -señaló Naruto y empezó a correr.

-Esperen... -dijo muy tarde el ambu que fue ignorado por los chicos, él también se apartó un poco del lugar para buscar pistas.

Todo parecía normal, Akamaru iba tranquilo olisqueando la nieve. Kiba fijaba su olfato y su vista por el lugar, buscando ya sea na rama rota, algún arañazo cualquier cosa que resultara sospechosa para armar el rompecabezas, Naruto estaba colina abajo, había varios árboles viejos que hacían que el entorno luciera escalofriante lo cual no era muy agradable para el rubio, Shino optó de ir en rama en rama con cuidado y usando sus insectos para que rastrearan algo. Mientras que el ambu encontró el camino a una pequeña Aldea.

Había pasado una hora y no había respuesta alguna.

-Tal vez debamos ir a la Aldea que encontré pasando era arboleda -sugirió el ambu.

Todos asintieron y fueron detrás del ambu.

Tobira estaba cerca del escondite, pero antes de llegar a su señora fue a ver al rehén. Paso con cuidado la cueva y luego bajó por el gran agujero, Hiashi estaba sentado y tenía mejor aspecto.

-Lord ¿Cómo se encuentra? -preguntó

-Bien -contestó con una voz ahogada, tenía su cabello rebelde y sus ojos parecían algo cansados, pero al menos ya no se veía tan mal.

-Le traje nuevos vendajes, aunque sus heridas parecen que han mejorado bastante además de las proteínas y vitaminas.

Hiashi solo lo miraba de arriba a abajo-. ¿Cuándo saldré de aquí muchacho? -tosió

-Aún le falta tiempo para recuperarse del todo... tenga paciencia yo estoy de su lado... una vez que esté bien lo ayudaré a salir y a reunirse con su familia.

-¿Quiénes son ustedes?

-Lord Hiashi... es mejor que el por el momento no sepa nuestra identidad... créame que lo sabrá de todos modos.

Hiashi ya no preguntó más pues le costaba hablar. Tobira terminó de asistirlo y se retiró de la cueva para ir al refugio.

Al acercarse percató varios vidrios rotos y papeles, entró a la cueva y se llevó una gran sorpresa, todo estaba destruido.

-¿Mi señora? -preguntó fuerte y claro logrando un eco en el refugio.

Sintió un fuerte golpe en la espalda, al voltear miró a su señora la cual lucía con un aspecto fatal, alzó a Tobira del cuello.

-Mi señora... ¿Qué le sucede?

-Tú sabes muy bien el por qué estoy así Tobira... lo sabes perfectamente...

Aventó a Tobira y este rodó entre los destrozos hiriéndose.

-¿Por qué me has fallado de esa manera? ¿Quiere verme la cara de estúpida? -dijo mientras se agachaba y agarraba a Tobira de su cabello.

-Mi señora... yo...

-¡Cállate! De seguro las muestras que te pedí que trajeras también son basura... así que vas a tener que ir de misión las veces que sea necesario para poder traerme algo decente... te he cuidado todos estos años... te salvé la vida ¿Y así me pagas? -dijo furiosa y lo soltó.

-Mi señora... lo siento... -dijo agachando su cabeza.

-Tu perdón no me sirve de nada ¿Qué es lo que pretendes? ¿Acaso no quieres ayudarme en esta tarea tan simple de destruir al séptimo?

-Pero es su padre.

-¡Cállate! -gritó y le dio una cachetada a Tobira-. No me digas las cosas que ya sé y que me tiene harta...

-Sí, mi señora...

-Levántate y recoge este tiradero no puedo trabajar así y mañana vas y me traes bien las coas ¿Entendiste?

Tobira asintió y trababa de ponerse de pie, hasta que recordó lo ocurrido en la Aldea de la Hoja.

-Mi señora...

-¡¿Qué?! -gritó-. ¿Y ahora qué?

-Yo... -suspiró y se mentalizó para lo siguiente-. Yo en el viaje... se me ocurrió visitar la Aldea de la Hoja...

Himawari abrió muy grande sus ojos y espero a que Tobira continuara.

-Fui descubierto y sin querer alerté a Naruto y los demás...

Antes de terminar Himawari lo alzó de nuevo del cuello-. ¿Qué lo que pretendes Tobira? Estás arriesgando demasiado, si no fuera porque necesito de tu Sharingan ya estuvieras muerto... ahora tengo que darme más prisa para tener todo preparado.

Seguía apretando el cuello de Tobira.

-Necesito hacer muchas cosas ya no me molestes -dijo soltando a Tobira el cual trataba de recuperar el aire-. Mañana irás a otra Aldea a buscar verdaderas muestras Tobira al fin y al cabo tú no me puedes hacer daño... en cambio yo si... y de muchas maneras...

Tobira golpeó el suelo y se hizo daño en las manos, se sentía furioso y decepcionado, luego de rato pudo ponerse de pie y con cuidado recoger todo.

-Listo hemos llegado, es una Aldea bastante pequeña -dijo el ambu-. Hay que dividirnos y...

Pero algunos ya habían agarrado un rumbo, Shino estaba viendo algunas cosas y preguntando sobre algunas plantas ya que en esa región eran favorables algunas especies para sus insectos, Kiba y Akamaru buscaban comida.

-Descuida tu y yo buscaremos y preguntaremos, después de todos somos los que más conocemos el aspecto de ese chico-ttebayo.

-Sí Uzumaki.

-No me detendré hasta recibir una explicación... -dijo el rubio muy serio.

CONTINUARA.