Un cambio en el destino

Como todo sabemos el destino no esta escrito en piedra, no muchos deben saber esto pero cada decisión que tomamos crea un mundo diferente con diferentes posibilidades y finales, aveces dos personas sin que lo sepan están destinados no solo en una sino en varias formas.

Una cabra macho de traje rojo jalaba una carreta con cajas llenas de vegetales recorrió unas cuantas horas, saco una pequeña tabla con una hoja enfrente, la hoja tenía tres pedidos de cajas de vegetales, la cabra asintió y se llevó la carreta, primero dejo una caja de vegetales en un orfanato donde había llegado una pequeña cachorra de tigre hace horas, la cabra siguió su camino hasta llegar al restaurante de fideos del señor Ping, vio su carreta había seis cajas dos con rábanos y las demás de varios vegetales, vio que la caja de rábanos de la izquierda estaba un poco mas vacía entonces decidió dejar la que tenía más rábanos y dejos las demás, llego al palacio de Jade, aún después de un año desde el ataque aún quedaban cosas destruidas como la puerta principal del palacio, el solo entro y un ganso de plumaje grisáceo lo atendió, la cabra solo le dejo las cajas con vegetales y el se retiró, el ganso solo fue juntando las cajas en un lugar y le aviso al maestro Shifu, Shifu salió del palacio con suma seriedad y se acercó a los vegetales, pero cuando iba a tomar la caja de rábanos esta se sacudió y Shifu se alejo un poco, se quedo confundido viendo la caja la cual se siguió moviendo hasta que salió un pequeño panda bebé de ojos verdes, el pequeño panda estaba herido y con algunas quemaduras en el pelaje, tomo un rábano y le dio una mordida sonriendo, Shifu estaba un poco sorprendido y luego se puso serio.

Sen ven a aquí! -Shifu le grito al ganso el cual llego-

Si maestro Shifu? -dijo Sen el padre de Zeng- que se le ofrece?

Me puedes explicar que hace un bebé panda aquí en ves de nuestros rábanos? -dijo Shifu serio-

Yo no se el vendedor me dio la caja yo no sabia que el panda estaba ahí dentro -dijo Sen nervioso viendo al panda el cual se acostó boca arriba y se toca los pies con sus manitas- pero oiga es lindo

Nada de lindo devuélvelo inmediata mente! -Shifu grito- o llama al orfanato y dáselos no quiero verlo! -el bebe sonrío y Shifu gruño un poco-

No quieres ver que Shifu? -dijo Oogway llegando por la espalda de Shifu y lo dejo nervioso-

Maestro Oogway yo...me refería a este bebe -dijo Shifu sellando al panda el cual estaba siendo acariciado por Sen- Llego en la caja de rábanos y le decía a Sen que debemos devolverlo al vendedor o llevarlo al orfanato es lo mejor -se puso serio y firme-

Déjame ver al pequeño -dijo Oogway sonriendo y se acercó al panda, el pequeño panda lo vio sonriendo y Oogway le pareció gracioso el bebe- nos quedaremos con el

Que?! -Shifu grito con fuerza sorprendido- maestro espere este es un bebé panda no podemos cuidar a un panda no hay comida para el ni lugar!

Shifu escucha este bebe es inocente -dijo Oogway poniéndose un poco serio y Shifu solo bajo las orejas- bueno veamos -Oogway le dio su bastón a Sen y cargo al pequeño panda, puso sentir la energía en su pequeño cuerpo aun era muy pequeña para el pero muy grande para un niño de su edad, sonrío un poco y el bebe también- Shifu nos quedaremos con el bebe y lo entrenaremos para ser un buen maestro en el futuro tiene poder y lo puedo sentir

Entendido maestro y quien..?-Shifu estaba nervioso y Oogway lo interrumpió-

Tu lo entrenaras Shifu -Oogway sonrío y Shifu solo abrió la boca- y nada de peros lo entrenaras y no quiero quejas, ni observaciones ni gritos entiendes? -Shifu asintió con las orejas caídas

Si lo haré maestro -dijo Shifu bajando un poco la cabeza un poco, Oogway sonrío y le paso al niño en sus brazos a lo cual Shifu se sintió bastante extrañado, después de dárselo Oogway se fue de ahí- Sen ven

Si maestro? -dijo Sen confundido y Shifu le dio el bebé panda-

Cuídalo y ponle un pañal -dijo Shifu serio y se retiró-

Si maestro Shifu -dijo Sen forcejando para cargar al panda pero este le cayo encima aplastándolo- auxilio -el bebé panda río un poco y se bajo- bien bebe vamos a ponerte pantalones -lo llevo con el para ponerle un pañal-

El maestro Shifu estaba meditando como siempre enfrente de las velas para calmar su mente cuando se escucho un grito de parte de Sen, Shifu gruño y fue a buscarlo pero se topó con Oogway sonriendo y soltando leves risas, Shifu vio como Sen perseguía al bebe que estaba cubierto de jabón y burbujas, lo estaba persiguiendo por todo el patio mientras tenía un toalla y un pañal en las manos, el bebe se reía corriendo a cuatro patas para alejarse de Sen, a Oogway le parecía una escena graciosa y poco común mientras que a Shifu le parecía algo tonto y sin sentido era todo un amargado.

Mientras eso pasaba en el palacio en el orfanato acaban de recibir a una pequeña cachorra de tigresa, no tenía nombre así que solo se llamaba Tigresa, de pequeña era tan solo tranquila pero con un poco mas que fuerza de la común.

Durante el paso de los años ambos tuvieron varios cambios, el pequeño panda vio a Shifu como los más cercano a un padre y vio a Oogway como un abuelo sano y feliz, el sentía admiración por los dos pero cada vez que quería jugar con alguien Shifu le decía que debía quedarse en el palacio y entrenar para ser un macho fuerte, sin pedirle opinión o decirle algo positivo comenzó a entrenarlo en el arte del Kung fu, el pequeño panda solo lo tuvo que aceptar ya que fue una orden de su maestro a partir de la edad de cuatro años, durante un año y varios días estuvo entrenando hora tras hora con solo dos horas de descanso para comer y beber algo, lo único que comía era tofu o bambú traído desde el bosque lo cual le hizo perder su figura redonda en solo unos días, el pequeño panda cada vez que entrenaba siempre se lastimaba por golpear la madera, Shifu solo lo corregía con frialdad y no lo curaba, siempre le decía que tenía que curarse solo que solo así sería fuerte algún día, el pequeño panda siempre lloraba mientras trataba de curarse pero el maestro Oogway le fue mostrando bondad.

Oogway lo llevaba con el a meditar solo para calmarlo, los dos meditaban bajo el árbol de la sabiduría celestial, durante esos momentos el panda solo sentía paz y serenidad como no tenía nombre o solo lo llamaban Panda, Oogway solo lo apoyo curándolo y le he enseño como hacerlo para su bien, lo único que tenía como apoyo fue Oogway eso le daba tranquilidad en las noches para dormir debido que Shifu solo le mostraba frialdad siempre.

En cuanto a la pequeña Tigresa ella siempre estaba encerrada en su cuarto con una puerta blindada debido a que los niños le tenían miedo a sus garras y colmillos, la pequeña solo quería amigos pero su problema era que tenía una gran fuerza y no sabia controlarla y mas cuando empezó a descubrir sus poderes, aveces tenía que salir para bostezar por que por alguna razón cada vez que lo hacía salía fuego de su boca, cuando se enojaba expulsaba fuego de su cuerpo, un día llego el señor Ping llego al orfanato dándoles de comer a los pequeños niños.

Mientras la pequeña Tigresa estaba aislada de los demás niños, ella estaba sentada en una silla a cerca de la pared viendo como los niños comían reían y se hablaban entre si, el señor Ping la vio y decidió hablarle un poco.

Hola pequeña como estuvo tu comida? -dijo el señor Ping sonriendo-

Hola no lo se no he comido todavía -dijo Tigresa decaída-

Hay pobrecita que bueno que traje este -dijo el señor Ping mostrándole dos platos con fideos calientes- vamos acompáñame a comer -sonrío y Tigresa lo vio confundido-

Por quiere comer conmigo soy un monstruo de fuego soy como un demonio -dijo Tigresa deprimida a punto de llorar-

Oh pequeña no eres eso -el señor Ping dejo los platos a un lado y se acercó a ella para tocar sus hombros- no eres un monstruo ni demonio eres solo una niña una pequeña con un gran poder, no llores vamos -limpio las lagrimas de Tigresa con sus plumas- mírate eres solo una pequeña

Muchos adultos me tienen miedo por que usted no? -dijo Tigresa soltando algunas lagrimas-

Por que eres solo una niña dulce e inocente, no hagas caso de lo que digan los demás niños -Pin le dio una sonrisa sincera-

Pero me tienen miedo -dijo Tigresa deprimida-

Entonces les enseñaremos que no hay nada que temer -dijo el señor Ping sacando una bandeja con cuatro platos- te enseñare a usar tu fuerza, primero carga esta bandeja

No creo que pueda siempre las rompo sin querer -dijo Tigresa preocupada-

Pero con algo encima? -dijo el señor Ping sonriendo y Tigresa negó con la cabeza- bien cárgalo pesa un poco -Tigresa tomo con cuidado la bandeja pero se sintió extraña sentía que su fuerza si le servia y sentía que la bandeja era lo bastante pesada para no darle problemas-

No me pesa esta como decirlo? -dijo Tigresa confundida-

Estable de un peso adecuado a tu fuerza? -dijo el señor Ping sonriendo y Tigresa asintió- bien mira para controlar tu fuerza primero debes entender el peso y fragilidad de los objetos como esta bandeja, tiene cuatro platos llenos de sopa encima así que debes avanzar cargando la bandeja cuando los platos no estén iras disminuyendo tu fuerza entiendes?

Entiendo señor -dijo Tigresa confundida, avanzó pero los niños la veían todavía con miedo, Tigresa tomo un plato y lo dejo en la mesa, hizo lo mismo con el segundo pero en eso sintió que su mano fue apretando con mas fuerza debido a sus nervios-

No te des concentres concéntrate debes llevar el plato -dijo el señor Ping sonriendo detrás de ella, Tigresa asintió y fue dejando los platos con sumo cuidado, cuando termino sonrío y vio que la bandeja solo espada algo doblada en las esquinas donde Tigresa había sujetado y los platos bueno les faltaba un pedazo y otros tenían un rasguño- bien hecho Tigresa

Como que bien hecho rompí los platos?! -dijo Tigresa molesta pero Ping negó con la cabeza-

Si es verdad rompiste un pedazo del plato -Ping entonó un poco la palabra pedazo- pero no rompiste el plato por completo los fuisteis llevando con el mayor cuidado posible y eso me alegra lo ves no hiciste nada malo -Tigresa solo veía la bandeja con sus marcas de garritas en ella- vamos tu recompensa será un buen plato de fideos

Pero donde vamos a sentarnos? -dijo Tigresa confundida, el señor Ping se sentó en el suelo y le dio un plato de fideos- y los palillos yo los rompo -el señor Ping sonrío y le dio una cuchara de metal- espero no doblarla

Piensa que es algo totalmente frágil no pienses en lo malo solo piensa algo bueno y con mucho cuidado tómala -dijo el señor Ping sonriendo y Tigresa la tomo con mucho cuidado, la cuchara era algo resistente y Tigresa fue comiendo con cuidado, al comer la sopa dejo la cuchara a un lado, tomo el plato y comenzó a beberlo, el señor Ping sonrío al verla hacer eso- cuidado pequeña jeje -Tigresa la bajo y soltó un suspiro y luego un eructo-

Perdón jeje estuvo muy sabroso señor -dijo Tigresa sonriendo-

Me alegra que te gustara pequeña -dijo el señor Ping sonriendo y Tigresa le enseño los dientes en un sonrisa- quieres mas? -Tigresa agito la cabeza sonriendo- bueno pues -el señor Ping le dio dos platos más Tigresa estaba tan metida en sus pensamientos por la comida que no se dio cuenta que nunca rompió ni un solo plato por comer alegre, después de un rato Tigresa estaba feliz por primera vez estaba feliz en mucho tiempo, lamentablemente su felicidad no iba a durar mucho debido a que el señor Ping ya se iba-

Señor ya se va? -dijo Tigresa algo triste viendo a al señor Ping guardando sus cosas-

Si pequeña pero tu vendrás conmigo -dijo el señor Ping sonriendo y Tigresa se quedo confundida-

Que quiere decir con eso? -dijo Tigresa confundida-

Veras Tigresa el señor Ping te adopto -dijo la cabra que atendía el orfanato-

Enserio?! -Tigresa grito sorprendida-

Así es veras me di cuenta que puedes controlar esa fuerza que tienes pero aquí no podrías por como te tratan -Tigresa bajo las orejas algo decaída- bueno yo no tengo hijos propios y me gustaría que fueras mi hija Tigresa que dices vienes conmigo y te doy un hogar? -Tigresa sonrío y asintió feliz- ven -alzo los brazos sonriendo y Tigresa le dio un abrazo- vamos a casa hija

Gracias papa -Tigresa sonrío y apretó al señor Ping un poco-

No tan fuerte -dijo el señor Ping sonriendo y soltó un ruido con la lengua como si fuera un gas, Tigresa río un poco- jeje vamos te ayudare a entrenar

Si -Tigresa sonrío después de irse del orfanato el señor Ping le dio unos trastes para que los fuera cargando con cuidado y así fue Tigresa fue cargando los trastes con cuidado, el señor Ping le fue cambiando los trastes para que midiera su fuerza le fue algo difícil pero fue entendió la mecánica un poco, después de un par de horas la había llevado a su casa donde el atendía el restaurante en la planta baja-

Bienvenida a casa hija -dijo el señor Ping sonriendo-

Su casa también es un restaurante? -dijo Tigresa viendo el lugar-

Si pero no importa mi abuelo lo ganó en una apuesta hace años -dijo el señor Ping sonriendo- bueno te mostrare tu cuarto -ambos subieron al cuarto que estaba en la planta alta del edificio- este es tu cuarto -el cuarto era pequeña suficiente para ella con dos ventanas, una en cada pared y una cama para ella- listo este es tu cuarto

Gracias -dijo Tigresa sonriendo y abrazo al señor Ping- papa

De nada hija -dijo el señor Ping- bueno a dormir mañana va a ser un buen día

Si buenas noches -dijo Tigresa y se acostó en la cama, el señor Ping le dio una almohada y una manta, le dio un beso en la cabeza y se fue, Tigresa sonrío y suspiro sonriendo- este será mi nuevo hogar espero ser feliz aquí -se durmió con una sonrisa en la cara y por primera vez no tuvo pesadillas ni se sintió mal al dormir para Tigresa su vida empezaba a ser buena-