Autor: Shaoran Uchiha de Nikaido.

Fecha de inicio: viernes 25 de septiembre de 2015.

Fecha de fin: desconocida.

Anotaciones: Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto, simplemente son utilizados en una aventura meramente ficticia, alejada de la narrativa utilizada en el anime "Naruto" y "Naruto Shippuden".

Aclaraciones: a final de cada episodio.
Entrevista: a final de cada episodio, después de las aclaraciones un personaje será entrevistado por la autora del fic.

Animes involucrados: Naruto, Naruto Shippuden, Elfen Lied.

Resumen: El amor no encaja en una persona tan retorcida como lo es Orochimaru, sin embargo ella logró algo que nadie más pudo hacer a lo largo de su dolorosa existencia. Hinako logró ganarse su amor. Sin embargo la profecía que caía sobre Hinako la hacía la merecedora de ser la madre de "la princesa de la luz", la encarnación de la luz más pura jamás vista por el hombre. En cada vida "la princesa de la luz" y "el guerrero de la venganza" se encuentran y traspasan los obstáculos para estar juntos. Si Orochimaru no pudo salvar a su amada de su cruel destino, ¿¡podrá cambiar el destino de la pequeña Hikari?!

El comienzo

El comienzo. Que palabra más descriptiva de todo aquello que da inicio, claro está. Para empezar ¿qué es el comienzo? ¿Qué es el fin? ¿El comienzo es cuando la historia inicia y el fin es cuando acaba, cuando finalmente las parejas han llegado a culminar sus vidas en el "vivieron felices por siempre"? Parece absurdo mencionar aquello. Es verdad, la historia debe tener un comienzo, más el final yace tan alejado de esta misma que es imposible visualizarlo.

Aclarando la garganta en voz alta, una dulce figurita sale de su escondite al notar cierta molestia en aquella acción. Tierna, inocente, bella y frágil. Son algunos adjetivos calificativos para dicha jovencita que ha acompañado a uno de los seres más fuertes de toda aldea de la hoja. Así es. Orochimaru, uno de los tres legendarios que años atrás luchó en contra de un ninja de rango kage y sobrevivió a dicha batalla, yace frente a aquella curiosa criaturita que hace un par de años robó de su cuna y la obligo a permanecer a su lado en su solitaria vida. A decir verdad se sorprendió a sí mismo de aquel acto. Él. El despiadado Orochimaru, ahora prófugo de la aldea de la hoja; yace en su guarida, cuidando de una pequeña niña, tan frágil e inocente, cuya actitud definitivamente no va con la suya.

–Es tarde Hikari, deberías descansar.

La fría voz de Orochimaru bien pudo originar escalofríos en aquel ninja de bajo rango que le escuchara, en cambio aquella niña avanzo hacia la luz, dejando al descubierto sus facciones.

–No tengo sueño.

Hikari. La dulce y tierna niña cuya actitud traía una inexplicable paz al corazón de Orochimaru. Inexplicablemente se encontró con una frágil mano ardiendo, sosteniendo su fría mano en señal de que le acompañase.

–No te contare un cuento, dile a Kabuto que lo haga por ti.

Orochimaru sintió un poco de arrepentimiento al ver finas lagrimas caer por aquel diminuto rostro. Una opresión se hizo presente y la culpabilidad se hizo presente.

–Kabuto está dormido y papá no lo está. Hikari quiere escuchar la voz de papá.

Hikari pidió usando un tono jamás utilizado salvo para él. Su "papá". Un sentimiento aún más fuerte se hizo presente. Hace años Orochimaru hizo enfurecer al verdadero padre de esa dulce niña y en venganza este tomó por la fuerza a la única mujer que Orochimaru llegó a amar en realidad. Al principio rapto a aquella bebe recién nacida de los brazos de su madre moribunda, más el tiempo transcurrió y para bien o para mal, aquella niña de cabello castaño siempre adornado por un listón rojo, ojos cafés y una hermosa piel bronceada, tan tierna, dulce, ingenua ante el mundo ninja e incapaz de pelear por su propia cuenta, bien pudo hacer una pequeña perforación en su corazón y meterse a la fuerza en este.

Resignado, se levanto de su asiento, se acerco a la pequeña Hikari y desprevenidamente la tomó entre sus brazos e inicio una caminata hacia la habitación de la pequeña.

–De acuerdo, tú ganas…

Orochimaru se sintió realmente en ese momento el ninja más patético de la historia. Mira que bajar la guardia tan bajo para darle acceso a su podrido corazón a aquella niña cuya apariencia con su amada es idéntica. No es raro, dado que aquella mujer y la madre biológica de Hikari es la misma persona, sin embargo eso lo tenía despreocupado. No niega haber visto en más de una ocasión a su amada en Hikari, sin embargo en personalidad eran tan diferentes. Su amada era explosiva de carácter, hacia lo que quería cuando quería y no le daba explicación alguna a nadie, ni siquiera a él en calidad de cuidador. Sin embargo la tímida Hikari era tan inocente que el más mínimo movimiento era realizado con su consentimiento.

– ¿Qué historia quieres escuchar?

Orochimaru abrió la puerta próxima a su despacho. Prendió la luz, encontrando una simple cama individual, adornada por una colcha simple sin adorno aparente. Al costado, yace el closet de la pequeña y la mayor parte de la habitación es rodeada por diferentes tipos de peluches o cualquier adorno bastante cursi para el gusto de Orochimaru.

– ¡La bella y la bestia!

Hikari exclamó feliz de escuchar la voz de su padre. Orochimaru se apresuró a recostarla, no sin antes retirar un poco la colcha y cubrirla para evitar un posible resfriado en su pequeña Hikari. Si. Fue por odio la razón por la cual la arrebato de los brazos de su madre, aún a costa del profundo amor silencioso que este le profetizo, sin embargo en el presente todo aquello le daba igual. Hikari es y siempre será su pequeña hija. No importa lo que los lazos sanguíneos o el pasado turbulento que posea digan. Ella es simplemente su hija y nadie, ni siquiera aquel hombre de sangre helada, le arrebatara dicho placer.

Continuara…