N/A: Hola, hola... Esta si es de mi autoría, no se que tal se me da este genero pero aquí lo tienen, espero les guste!

.

Gritos

Los Jinetes de dragón se encontraban cerca de la zona boscosa de Berk, habían decidido pasar unos cuantos días en su lugar natal y justo ahora se habían reunido a media tarde alrededor de una cálida fogata para pasar un buen rato

Y lo habían logrado, bromas risas y algo de comida había inundado el ambiente hasta que uno de los gemelos decidió tomar el control y comenzó a contar una de sus típicas historias terroríficas que en realidad no provocaba que ninguno de los Jinetes se inmutara si quiera un poco

- En realidad ocurrió – dijo Brutacio queriendo asustarlos - ¿Por qué no lo creen?

- ¿Ah… Por qué es una historia patética? – se burló Patan

- Estoy de acuerdo esta vez – señalo Patapez – Quien se creería eso de una mujer lamentándose a mitad de la noche… ¿Cómo dices que lo hace? – añadió haciendo que los demás se burlaran

Eso acabó exasperando no solo a quien relataba la historia, sino también a su hermana, quien molesta de que alguien mas se burlara de su hermano de la nada, junto sus manos alrededor de su boca y - ¡Ayyyyyyyyy! – gritó la chica queriendo sonar escalofriante pero solo consiguió que los Jinetes se taparan los oidos – Asi… asi se lamenta ¿entendieron?

- Efectivamente hermana… Es un grito el que antecede su pronta aparición

- Pero antes, no olvides – dijo Brutilda sonando misteriosa – hay al menos otras señales que anuncian su presencia… Primero atraerá a uno de los niños de la aldea a la zona más alejada y tenebrosa donde este acudirá sin rechistar y no volvera por mas insistencia… Eso hara que inocentes los persigan y compartan su horrible destino

- Posteriormente – dijo Brutacio - sus lamentos se escucharan por el resto de la noche, siendo audibles para cada uno de los habitantes

- ¡Ayyyyyyy! – volvió a gritar la vikinga

– Y sin darte cuenta, llegaras a alguna zona cercana a una cascada donde finalmente…

- ¡Te atrapa! –gritaron los dos gemelos

Hiccup parpadeo un par de veces sin mostrar ninguna emoción a pesar de que los gemelos se habían enfocado más

- ¿Y…? – preguntó Brutacio - ¿te asusto? – preguntó esperanzado

- No – respondió Hiccup con voz neutral mientras cruzaba sus brazos, y Brutacio suspiro casi como si hubiera sufrido una derrota, y es que el hecho de que el valor de Hiccup fuera conocido por todo el archipiélago lo volvía el principal objetivo en asuntos como esos…

- ¡Vamos! Por una vez estoy de acuerdo con Hiccup – añadió Patan con gesto aburrido – esa historia no asusta ni a un niño de seis años

- ¿A no? – Añadió Brutacio casi molesto cruzando los brazos – Pues ya veremos si siguen tan tranquilos cuando se les aparezca

- ¿No me digas que casualmente aparece en estas fechas? – preguntó Patan con ironía

- No debe tardar – dijo Brutilda con voz de misterio

- ¿de verdad creen que vamos a creer en eso? – dijo Patan - ¡Anda! Hiccup tu díselos

- Sería demasiada coincidencia que algo misterioso y espeluznante apareciera esta noche justo despues de que ustedes contaran esa historia ¿no creen? – el tonó que había empleado era casi de advertencia, sabiendo muy bien lo que los gemelos querrían hacer

- Entonces no digas que no te lo advertimos – concluyó Brutacio antes de irse junto a su hermana – Público difícil

Acto seguido, Astrid se despidió de Hiccup, y Patapez añadió que también se retiraba

- Buena idea – dijo Patan bostezando – Es momento de ir a dormir

- ¡Yo creo que no! – dijo Hiccup acercándose a él - ¿no olvidas algo? Mi padre nos castigó a ambos por tu culpa y hoy…

- Es cierto – interrumpio Patan resignado – Por TU causa tendré que acompañarte y hacerla de niñera

- ¿quieres que te recuerde de quien fue la culpa Patan? – añadio Hiccup en tono retador

- Solo decía

.

La noche finalmente cayó sobre la isla justo cuando Hiccup y Patan se encargaban de reunir a los pequeños niños que insistían en seguir jugando. La fecha de su visita había coincidido con la de algunos visitantes a Berk que casualmente tenían suficientes niños como para alterar el orden. Y dado cierto suceso que Hiccup y Patan preferían evitar mencionar, Estoico había puesto a los pequeños al cuidado de los dos Jinetes

Estaban por terminar con su tarea, Patan levantaba los juguetes mientras Hiccup enlistaba a cada uno de ellos pues su padre los mataría si perdían a alguno

- ¿estás listo Patan?

- Ya voy, ya voy… Siempre soy yo quien tiene que hacer todo… Ponerme a recoger juguetes como si fuera su niñera de verdad no es… ¡Oye! – gritó al ver a uno de los niños arrebatándole uno de los juguetes y con intenciones de seguir jugando corrió

- ¿Qué? – respondió Hiccup creyendo que lo llamaba

- ¡Tú no! – gritó Patan – Me refiero a el – dijo señalando a donde había visto al pequeño

- ¿a quién? – respondió Hiccup entonces Patan se giró y se dio cuenta de que ya no estaba

- ¿desapareció?

Hiccup rodó los ojos – Patan… ahora no ¿de acuerdo? No debemos distraernos con bromas, sabes lo que pasara si uno de ellos se pierde

- "No debemos distraernos con bromas" – se burló Patan queriendo imitar su voz

- Te escuche… y yo no sueno así – recalcó Hiccup - ¿estás listo?

- ¡Ya te dije que sí!

Hiccup se preparó para guiar a los niños de vuelta con sus padres, y justo cuando terminaba el recuento de ellos, vio a lo lejos, a espaldas de todos los pequeños, cuando cerca de los árboles que marcaban la frontera con los bosques un pequeño niño se despedia de el con una mano y empezaba a correr - ¡Oye vuelve!

- ¡Yo estoy aquí! – dijo Patan

- Uno de los niños se fue… hacia haya – señalo Hiccup

- Ja… te dije que había un niño – añadió Patan viéndole también cuando comenzó a correr

- Se escapa – dijo Hiccup al tiempo que comenzaba a correr en su dirección sin darse cuenta de que se dirigía al bosque que ahora estaba cubierto por la oscuridad

- Espera, espera ¿vas a seguirlo? – dijo Patan alarmado

- Vamos – recalcó Hiccup haciendo que Patan lo siguiera muy a su pesar, quejándose – ¿acaso tienes miedo Patan?

- ¿miedo yo? ¡ja!, eso jamás

- Entonces vamos… niños, por favor vayan a la forja con Bocon sin separarse y esperen ahí ¿de acuerdo?

- ¡De acuerdo Jefe! – dijeron los niños en tono casi cantarino

En cuanto estuvieron seguros de que no les pasaría nada malo, Patan y Hiccup corrieron en dirección al bosque siguiendo al pequeño niño que se les había escapado de las manos mientras aun podían verlo. No se detenían y tampoco dejaban de llamarlo, sin embargo el pequeño parecía reacio a volver con ellos

- ¡Oye! – gritó Hiccup por fin deteniéndose de golpe al no poder verle más, no obstante parecía que el futuro Jefe no se había fijado en donde estaban ahora – No puede ser… ¿tú puedes verlo?... ¿Patan? – añadió al ver que no respondía, entonces se giró y se encontró con su primo mirando a su alrededor con expresión de cautela

- ¿eh? ¡Ah no! No tengo idea de donde esta y ¿sabes que? ¡no me importa! Yo vuelvo a casa, no voy a seguir siguiendo a un chiquillo solo porque se le antojo jugar al escondite… me niego a buscar mas

- Entiendo – dijo Hiccup – entonces, volverás tu solo, yo seguiré buscando

Patan tomo nota de su alrededor, no quería decirlo en voz alta pero de alguna forma, nunca había estado en esa zona de Berk a esas horas y menos en un ambiente tan ¿escalofriante? La idea de volver solo no le hacía mucha gracia

- ¿qué pasa Pata? ¿no tenías prisa en irte?

- Eh, no, He decidido que voy a acompañarte – dijo poniendo una mano en el hombro del futuro Jefe como "solidaridad"

- Oh gracias Patan es muy amable de tu parte – dijo este con sarcasmo

- Lo se, ya me lo agradecerás después

Ambos Jinetes continúan caminando por el bosque a paso más lento por el cuidado que ponían en encontrar al pequeño escondido en algún sitio, pero de él, no había más señales. Su recorrido continuo sin más hasta que de pronto, la tenue luz de la luna que se podía ver a través de los árboles fue oscurecida por una nube pasajera y el silencio de pronto se volvió incomodo cuando

¡Ayyyyyyyy!

Ambos chicos se quedaron estáticos ante ese sonido, que aunque ninguno de los dos lo acepto, no se lo esperaban y les causo algo de escalofríos

Hiccup disimuladamente paso algo de saliva, dio un respiro rápido y continuo caminando

- ¿A dónde vas? – se alarmó Patan al verlo continuar como si nada -¿acaso no escuchaste eso?

- Claro que escuche… Nada fuera de lo normal

- ¿estas demente? ¿Estar a mitad de un oscuro y escalofriante bosque y escuchar algo así te parece de lo más normal del mundo?

- Nada sobrenatural, si es lo que quieres escuchar… sigamos

- "Nada sobre natural" – arremedo Patan siguiendo a Hiccup pero mirando a su alrededor con sospecha cuando de pronto se volvió a escuchar y esta vez con mas eco y énfasis

¡Ayyyyyyyyyyyyyyy!

Sin querer, Patan corrió y se escondió a espaldas de Hiccup y añadió – Yo no sé tu… pero eso ya no es normal

- Claro que no – acepto Hiccup aunque su voz no sonaba asustada más bien decidida – seguramente los gemelos están intentando asustarnos por no haberlo conseguido con su historia

La expresión de Patan también cambio a una casi molesta al tiempo que se alejó de Hiccup –Claro… han de estar creyendo que pueden asustarme con eso… ¡Pero escuchen bien Brutacio y Brutilda… Eso no me asusta!

- Claro que no – se burló Hiccup recordándole que se había escondido hacia unos segundos

Ambos Jinetes continuaron su caminata sin preocuparse más por esos extraños gritos que no volvieron a escucharse pasado un rato. Igual, la orden de Hiccup había cambiado, ahora no solo estarían alerta para encontrar a ese niño también a los gemelos

Sin darse cuenta, la noche se torna oscura de nuevo, la luz de la luna ya no es visible y pronto se siente una fría brisa de esas que sientes que te erizan la piel seguido por…

¡AYYYYYYY!

Los ojos de Hiccup se abrieron de golpe y pronto detuvo su andar, ese gritó había sonado mucho más cerca de ellos y aunque no lo quisiera aceptar, era menos humano que los anteriores

- ¡jaja! Brutacio, Brutilda, no pueden asustarnos ya los descubrimos, salgan de ahí de una vez – gritó Patan sin percatarse de los detalles que Hiccup si había notado, pero que no menciono esperando que los gritos de su primo sirvieran para obtener alguna señal, pero nada

No se escuchaban risas ni voces bajas como era característico de los gemelos, pero aun así, el futuro jefe sacudió la cabeza alejando cualquier pensamiento que estuviera fuera de lugar en ese momento, asustarse por cosas como esas no era conveniente jamás, sobre todo porque estaba fuera de la lógica, a pesar de que de pronto sentía que alguien o algo los observaba

- ¡Oigan! – insistió Patan – les dije que ya basta

En eso el viento escalofriante se volvió más intenso

- Hiccup tu dicelos… ¿Hiccup? – añadió Patan al ver que su primo estaba particularmente serio, como si ya no estuviera convencido de lo que le había dicho momentos atrás -¿ahora qué te pasa?

¡Ayyyyyyyy!

Al escucharlo de nuevo Hiccup se puso en guardia observando a todas las direcciones, eso ya había sido demasiado cerca

- ¿no me vas a decir que te lo estás creyendo?

- Silencio Patan – dijo Hiccup con sospecha mirando a todos lados

- Ahhh ¡ya se que pasa! – exclamó Patan

Hiccup lo miro interrogante pues ahora era Patan quien parecía sin pisca de miedo a pesar de los hechos, estaba por preguntarle a que se refería cuando…

¡Ayyyyyyyy! Se escuchó casi a sus espaldas

La respiración de Hiccup comenzó a agitarse sin poder evitarlo y miro a Patan como si le estuviera dando malas noticias, pero este no se inmuto

- Ya puedes detenerte Hiccup, ¡Ya te descubrí! – Hiccup frunció el ceño – Es obvio que estás trabajando junto a los gemelos pero escucha bien ¡esta vez no voy a caer en tus bromas! Así que puedes dejar de actuar

La expresión seria de Hiccup permaneció cuando dijo – No es mío

Patan abre los ojos como platos al notar que su primo estaba diciendo la verdad y empezando a asustarse, no podía dudarlo, y eso provoco que un escalofrió lo recorriera cuando de pronto las ramas de los árboles que precedían una especie de oscuro sendero comenzaron a moverse como si algo fuera a emerger de ahí en cualquier momento

Patan temblo un momento y volvió a esconderse de nueva cuenta a espaldas de su primo mirando expectante a lo que fuera a salir

- ¡Patan! ¿quieres dejar de hacer eso? – exclamó Hiccup haciéndole salir – Mejor prepárate para defendernos de lo que vaya a salir ¿quieres?

Patan asintió de pronto tomando valor, y tomó posición al lado de su primo cuando de pronto el extraño movimiento se detuvo, y nada salió, esto hizo que Patan diera un profundo respiro de alivio – Uff menos mal… Mejor vámonos antes de que aparezca otra vez… ¡Oye! – Exclamó al ver que Hiccup caminaba pero iba precisamente en dirección de la que su primo quería huir - ¿Acaso estas demente? ¿Qué crees que haces? ¿Adónde vas?

- A acabar con esto de una vez – respondió Hiccup con decisión mientras avanzaba con cautela

- Ni creas que voy a seguirte – gritó Patan a sus espaldas - ¿me escuchaste? Sí quieres ir haya no cuentas conmigo

- Te escuche Patan – respondió sin volver – Puedes volver si quieres – concluyó justo antes de atravesar las ramas que hacían de barrera

Patan por su parte, miro a sus espaldas el oscuro y solitario camino que habían recorrido hasta ese momento y de nuevo no le dieron nada de ganas recorrerlo solo – ¡Estaré esperando aquí!

Y efectivamente así lo hizo, no obstante, el vikingo tradicional empezó a impacientarse al ver que el futuro Jefe no volvía, y ni siquiera daba señales de estar cerca - ¿Hiccup? – llamó una vez y nada respondió, entonces volvió a respirar tomando valor y se internó en el sendero – Estoy seguro de que voy a lamentar esto

Patan atravesó la zona con cautela y precaución siempre alerta, mirando a todos lados intentado anticipar cualquier movimiento, caminaba como si sintiera que alguien lo observaba, avanzó unos pasos más hasta que percibió un leve movimiento en el suelo

Retrocedió un poco al distinguir una extraña silueta blanca que comenzaba a levantarse del suelo, su primera reacción fue correr pero lo desconcertó un poco el que dicha silueta pareciera algo desorientada

Así que en un acto que considero casi de locura y valentía se acercó rápidamente a la silueta y le lanzó un fuerte puñetazo que la hizo caer al suelo exclamando un ¡Auch!

- ¡Jaja! - celebro Patan al ver su reacción y lanzó otro golpe haciendo que nuevamente se tambaleara hacia atrás

- ¡Basta! – exclamó una voz y acto seguido fue Patan quien tuvo un fuerte golpe en la cara derribándolo al suelo

- ¿Qué pasa contigo? – exclamó de nuevo esa voz haciendo que Patan gritara un poco justo antes de ver a Hiccup quitándose de encima una manta blanca

- ¡Ahhhh! – gritó Patan en tono de sospecha - ¡Ya lo entiendo! Pero déjame decirte algo Hiccup estas muy equivocado si creíste que me asustarías con ese viejo truco… Así que deja de hacerlo

- ¡yo nunca intente asustarte! – exclamó Hiccup

- ¿Entonces por qué saliste del suelo?

- ¡Esta sabana cayó sobre mí seguido por un golpe que me hizo caer!

- ¡Ohh! –exclamó Patan – Bueno… Yo mejor me voy

- No, no lo harás – exclamó Hiccup jalándole tras de sí para que lo siguiera

Patan a regañadientes volvio a seguirlo, ambos avanzaron un buen tramo sin mayores percances, no encontraron nada extraño y los escalofriantes gritos no habían vuelto a sonar

- Yo no entiendo por qué siempre tengo que perderme en tu compañía – dijo Patan quedándose unos pasos atrás – ¡Hiccup! - Al no obtener respuesta Patan comenzó a buscarlo con la vista a su alrededor sin éxito cuando ve emerger del suelo de nuevo la silueta blanca y esta vez muy cerca de el

- Jaja, si claro Hiccup ya te dije que eso no me asusta… Así que deja de jugar de una vez, lo que quiero es salir de aquí… ¿escuchaste? ¡¿Hiccup?!

- ¿sí? – respondió Hiccup a unos cuantos pasos suyos. Patán se giró hacia donde escucho su voz en la otra dirección

- ¡Ah, ahí estas! Te decía que ya dejes de jugar a los fantasmas y te quites esa sabana

Fue entonces cuando Patan fue consciente de lo que pasaba, su primo no podía estar asustándole con esa sabana de nuevo porque él estaba a varios metros de distancia. Los ojos de Patan fueron entre Hiccup y la silueta blanca y…

- ¡Ahhhhhhhhhh! – exclamó comenzando a correr de paso tomando a Hiccup del brazo y arrastrándolo consigo sintiendo como esa extraña cosa los seguía

- ¡Patan, Patan, basta! – decía Hiccup

.

- Jaja ¿viste eso? – rio Brutacio quitándose la sabana

- Si, lo sé – respondió Brutilda dejándose caer de lo alto de uno de los árboles – No volverán a criticar tus pésimas historias

- ¡Lo se! Espera ¿qué?

¡aaaaaayyyyyyyy!

Escuchó Brutacio en lugar de una respuesta – hermana ya puedes dejar de hacer eso, ya no hace falta

Sin embargo Brutilda lo miraba sería – Yo no lo hice

Ambos se miraron sin saber que hacer o decir cuando…

¡Ayyyyyyy!

Volvió a escucharse esta vez mucho menos humano y mucho más cerca de ellos, pero lo que en verdad no se esperaban era ver surgir de entre la oscuridad del bosque una especie de neblina que poco a poco fue cobrando forma frente a ellos y detrás de ella poco a poco se emitía una luz grisácea

¡waaaaayyyyyy!

Junto con ese gritó el viento se volvió mucho más fuerte haciendo que la figura se deformara mucho más como si quisiera ir sobre ellos

- ¡Ahhhh correee! – gritaron ambos gemelos al tiempo que salían corrieron lo más rápido que podían

En cuanto se perdieron de su vista, con toda calma y tranquilidad Hiccup y Patan salieron de entre las ramas seguidos por sus respectivos dragones

- ¿Con eso bastará? – preguntó Patan

- No creo que tengan ganas de volverlo a intentar – respondió Hiccup

- Si eso les enseñara – concluyó Patan cruzando sus brazos sin ver que Hiccup tenía la misma postura en señal de triunfo

- ¡Y muy bien hecho amigo! – felicitó Hiccup acariciando a Chimuelo – Muy hábil… Patan, será mejor irnos antes de que pase algo mas – añadió al tiempo que montaba a su dragón

- ¿volver ya?

- ¿No me digas que ahora quieres quedarte aquí?

- Claro que no, no soy tonto… ¿Qué pasara con ese niño que nos trajo hasta aquí?

Hiccup lo pensó un momento – debe de estar bien… Lo más probable es que fuera parte de la broma de los gemelos

- ¡Ese par! – refunfuño Patan justo cuando montaba a Colmillo y seguían al Furia Nocturna de vuelta a la zona poblada de Berk

.

- ¿Así que lo aceptan? – preguntaba Hiccup cruzado de brazos mirando acusadoramente a los gemelos quienes mantenían la mirada baja y los brazos en la espalda como niños que hicieron alguna travesura, no respondieron pero si asintieron

- ¿Les parecía muy gracioso? – añadio Patan a un lado de Hiccup

Y fue como si esa pregunta les devolviera el ánimo a los gemelos - ¡Pero claro que sí! – dijeron a la par

- Aunque debo admitirlo Hiccup – añadió Brutacio pasando un brazo por sus hombros – Las bromas se te dan cuando te lo propones… No solo nos descubriste también…

- Nos la devolviste – añadió Brutilda con una sonrisa al otro costado de Hiccup

- Pero tienen que admitir que fue realmente divertido cuando Patan te tomo del brazo para salir huyendo – dijo Brutacio entre risas

- Y Brutacio corriendo tras el con la sabana puesta – rio Brutilda

Ante ese recuerdo incluso Hiccup se unió a sus risas siendo Patan el único que permanecía serio – Ja ja muy gracioso… Casi tanto como su expresión de terror ante nuestra broma

- Ya aceptamos que a Hiccup se le dan la bromas

- A cada quien su mérito – añadió Hiccup – He de admitir que ustedes fueron ingeniosos al planearlo todo… Sobre todo el detalle del niño que nos llevó hasta el bosque tal y como su historia decía

Los gemelos se quedaron repentina e inusualmente serios aún más cuando dijeron - ¿Cuál niño?

- Es que ustedes dos contrataron – dijo Patan como si fuera obvio

– No contratamos a ningún niño

Hiccup y Patan compartieron su seriedad al principio cuando fue el segundo quien rompió el silencio - ¡vamos! Ya se acabó su broma, sabemos ustedes lo llamaron – decía en tono casi esperanzado pero ellos seguían serios – Ese niñito que se había quedado solo cuando Hiccup ya había reunido a la mayoría… ¡vamos! Saben de quien habló

Los gemelos volvieron a negarlo al añadir - A nosotros nos surgió la idea cuando vimos que por voluntad propia se metían al bosque

- Nos pareció que habían enloquecido por hacerlo – dijo Brutilda – Pero ¿Por qué no aprovechar?

- ¡Tienen que estar bromeando! – exclamó Patan tomando del cuello a Brutacio quien volvio a negarlo - ¿saben lo que pasara conmigo cuando Estoico se dé cuenta de que Hiccup perdió a uno de los niños?

- ¿qué yo lo perdí?

- Fue tu idea abandonarlo en el bosque

- ¡Patan yo no…!

- ¡Hiccup! – dijo de pronto la voz de Estoico interrumpiendo, este se encogió de hombros casi adivinando lo que le diría, pero lo que escuchó lo dejo aún más helado - ¡quiero felicitarte! A ambos, Cada niño ya ha sido entregado a sus respectivos padres ¡bien hecho! – concluyó saliendo de escena dejando a los Jinetes más que estupefactos

Patan e Hiccup se miraron entre sí, cuando la sangre de los cuatro jinetes se heló al escuchar el famoso grito una vez más

¡Aaahhhhhyyyyy!