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¿HERMANOS?


Aquel día era nublado y triste, al menos para cierto niño con cabeza de balón y ¿Cómo no estarlo? Cuando había perdido todo lo que tenía, todo lo que había amado más que nada en el mundo, a aquellos seres extraordinarios que lo criaron y que velaron por él y su bienestar durante toda su vida.

Quienes le habían dado todo el cariño, amor, educación y bienestar durante todo ese tiempo, esos seres amados, que ahora…ya no estaban.

El había estado muy consciente de que aquel trágico llegaría pero nunca pensó que pasaría tan pronto y mucho menos se habría imaginado que ambos se irían casi al mismo tiempo, pero…el destino es indefinido y en ocasiones cruel.

Todo había comenzado hace unos meses atrás cuando la abuela, aquella viejita llena de locuras, energía, divertida y fuerte como un roble…al menos eso había pensado Arnold, pero…desgraciadamente los años nunca pasan en vano y terminan cobrándote lo suyo.

Las cosas fueron poco a poco, aquella mujer extrovertida fue apagándose lentamente, con el paso del tiempo dejo de dar saltos por toda la casa, dejo de trepar paredes y de hacer sus triples mortales; lo siguiente que hizo fue dejar de hacer simples labores de la casa y no podía estar mucho tiempo de pie, por lo que Susy comenzó a ayudarle a la simpática abuelita con las labores domésticas.

La mujer ahora solo podía estar sentada en una mecedora; aquello era algo que Arnold nunca había imaginado en su vida, ver a su loca abuela sentada en una mecedora como una viejecita normal meciéndose, aunque claro, aún conservaba aquella llama de alegría aun no desaparecía tan fácilmente de ella, ya que seguía diciendo disparates y le hablaba a su nieto para platicar con él, algo que Arnold hacía con mucho gusto, le encantaba estar con ella.

Pero pronto la mecedora fue remplazada por una cama, una solitaria cama, muchos de los inquilinos que consideraban a la familia Shortman como su propia familia, de vez en cuando entrababan a verla pero ellos, debían seguir con sus vidas.

Aun recordaba aquel día y lo que vino después de ese terrible día…

FLASH BACK

Se encontraba ahí parado frente a su abuela, quien dormía plácidamente en su cama, era la primera vez que la observaba dormir y de pronto pudo notar lo viejita que ya era su abuela; en aquel momento la puerta de la recamara se abrió y sintió a alguien entrar, lo observo de reojo pero el solo miraba a su abuela.

La mano del hombre se posó lentamente en el hombro del pequeño, quien sintió y termino volteando a verlo completamente.

-Chaparrito ¿Podrías dejarme un rato a solas con tu abuela?

-Claro abuelo

Respondió el niño con voz apagada, camino lentamente hacia la puerta, no sin antes echar un vistazo hacia atrás, observo que su abuelo se acercaba con cuidado hacia la mujer, se sentó en el borde de la cama y tomo delicadamente la mano de su abuela, lo cual ocasiono que la mujer se despertara; le pareció ver como unas lágrimas rodaban por el rostro de su abuelo a la mano de su abuela, quien poso una mano en su mejilla, lo cual hizo que el anciano abriera los ojos y entonces se encontró con la mirada tierna de la anciana, se miraron con eterna ternura y entonces Arnold termino de salir y dejarlos solos.

Aquella noche hubo tormenta, esa misma noche que comenzó a llover, esa misma noche…alguien se despidió….esa misma noche un amor se marchito…

Después de ese día, las siguientes semanas todo empeoro, Arnold estaba comenzando a sentirse preocupado por su abuelo ya que la perdida de la abuela le había afectado demasiado.

Todo el día el viejo abuelo estaba llorando…mantenía su vista a la nada y las lágrimas rodaban por sus mejillas, caminaba hasta aquella vieja mecedora, la acariciaba con ternura y al final termino por sentarse en ella.

Ahí se la paso horas todos los días y semanas, Susy se acercó ese día para darle un plato de sopa pero el anciano la ignoraba y siguió con su mirada perdida…el dolor lo consumía, por lo que la mujer se resignó y se dio la vuelta, pero antes de que se retirara, el abuelo hablo.

-¿Podrías decirle a Arnold que venga un momento?

La joven le miro preocupada y asintió lentamente, de inmediato fue en busca del pequeño quien no tardo nada en llegar a donde estaba su abuelo.

-¿Me llamabas abuelo? –Pregunto temeroso

-Si chaparrito acércate, no tardare mucho

-No te preocupes abuelo, puedo estar aquí contigo toda la noche, si quieres. –Dijo sonriéndole el niño con eterna bondad.

El anciano sonrió por primera vez en semanas.

-Eres un buen niño, tu abuela estaba orgullosa de ti –Dijo sonriéndole tiernamente –Estábamos orgullosos de criar a un joven tan sabio y bueno como tú, hombre pequeño –Dijo colocándole una mano en la espalda.

Echo su cabeza hacia atrás apoyándola en la mecedora, miro un punto en el techo con ojos vidriosos.

-Quería hablarte de…Gertie

Arnold se sobresaltó – ¿La niña que te molestaba en la escuela todo el tiempo, abuelo? ¿Ella que tiene que ver?

-La amo con cada pedazo de mi alma, Arnold –Seguía mirando el techo –Esa mujer hizo de mi vida una gran aventura, ella enriqueció mis días y pase mi vejez como si fuera un joven, la ame como nunca había amado…

Arnold se sorprendió ante esto…es que…" ¿Acaso el abuelo estuvo con otra mujer todos estos años?"

-Arnold…yo llamaba siempre a tu abuela…Pookie, pero su verdadero nombre…era Gertie –Arnold dio un paso hacia atrás sorprendido. –Esa fue la parte que nunca te conté…esa pequeña y gruñona niña…escondía sus sentimientos tras una máscara de odio, pero…ella en el fondo no era así.

Suspiro fuertemente el anciano dejándose envolver por los dulces recuerdos junto a Pookie

-Se me declaro –Prosiguió sonriendo –Era un día de verano, pero…todo fue tan sorprendente para mí, así que no pude corresponderle inmediatamente pero tuve tiempo para meditar y pude responder a todas esas dudas que no había tenido respuesta hasta ahora; poco a poco me fui encariñando con ella, hasta que aquello se convirtió en algo más que cariño, se convirtió en amor.

Arnold solo miraba a su abuelo, no podía creerlo…

-Recuerda bien esto, chaparrito, cuando descubras a tu amor…no lo abandones nunca, cuídala, amara mientras la tengas…espero que nunca…sientas el dolor que yo siento ahora.

En aquel momento Arnold sintió todo el dolor que su abuelo sentía como si por el aire se transmitiera, sintió un nudo en la garganta…algo malo se avecinaba, se arrodillo y se acurruco en el regazo de su abuelo, sintió su mano posarse en su espalda y como lo había prometido, paso toda la noche junto a su abuelo.

La mañana llego…los primeros rayos de sol bañaban la fachada de aquel viejo edificio de la casa de huéspedes de Susent Arms.

En el pórtico, sentado un pequeño rubio mirando el sol salir…era como si los rayos de sol intentaran apaciguar el dolor de su corazón; su mirada melancólica reflejaba aquel amanecer doloroso para su corazón.

Detrás de él, en aquella mecedora, se escuchaba gente ir y venir; camino lentamente al interior de la casa, lo último que vio antes de subir las escaleras fue a un automóvil funerario aproximarse.

END FLASH BACK

Arnold se encontraba frente a la casa de huéspedes, estaba sentado sobre una pequeña maleta donde llevaba unos objetos de valor para el…y solo una muda de ropa según el trabajador social a donde iba le darían todo lo que necesitara.

Era un niño de nueve años sin padres, sin abuelos…ahora era oficialmente era huérfano.

Que tormento, que frustración, que deprimido se sentía…su abuelo había muerto de depresión y entonces había seguido a su abuela quien había muerto debido a su edad y ahora la casa de huéspedes estaba cerrada, suspiro y observo por última vez tristemente la fachada del edificio; las ventanas y la puerta principal estaban bloqueadas y cerradas con vigas de madera clavadas toscamente sobre ellas.

Vio aproximarse una patrulla, que lo llevaría a su "nuevo hogar"; en cuanto se detuvo, ingreso y entonces vio a la persona de dentro sorprendido…la miro con la misma sorpresa que ella le miro…casi al mismo tiempo dijeron.

-¡¿Qué haces aquí?!

Así es frente a él, se encontraba la rubia que le molestaba casi a diario. Ahí estaba mirándolo con ojos como platos por la sorpresa e incluso pudo jurar que un rubor inundo sus mejillas…desvió su mirada para volver a insistir en su pregunta.

-¿Qué haces aquí Helga?

Ella suspiro resignada y miro hacia su ventana, mientras la patrulla se ponía en marcha; observo como la niña cerraba sus manos en puños sobre la falda.

-Pues…todo comenzó cuando una mujer…

FLASH BACK

Era un día normal y común como solían serlos en la casa de la familia Pataki, solo que ese día tendrían una visita, la cual en aquel momento llego, era una joven trabajadora social.

Entro al hogar de los Pataki y comenzó a realizar preguntas y a observar todo y cada una de las cosas que mis padres y yo hacíamos.

Cada movimiento, cada palabra ella lo anotaba, no dejaba de hacerlo, era algo molesto a decir verdad, reviso los gabinetes, los estantes, prácticamente reviso cada esquina de la casa, los materiales con lo que estaba echa e incluso ingreso a nuestras habitaciones.

Después nos entrevistó uno a uno por separado, primero el gran Bob, el cual no estaba nada feliz, pero al observar la orden judicial que la trabajadora le enseño, no tuvo más remedio que cooperar con ella y responder todas y cada una de sus preguntas.

Después siguió Miriam, quien apenas si pudo terminar la entrevista, pues se le dificultaba mucho poder mantenerse despierta.

Le siguió Olga, quien había llegado para la visita de la trabajadora, pues así lo requería, por último siguió la causante de que la trabajadora social estuviera ahí…Helga G. Pataki.

Ella les quito la patria potestad a mis padres…

END FLASH BACK

Suspiro la rubia resignada pero a la vez melancólicamente, debía ser duro aquello, tenía padres pero tuvieron que separarla de ellos.

Arnold quito la mirada de su ventana para verla debido a la sorpresa de aquel suspiro que decía más que mil palabras. Pero ella simplemente seguía mirando por su ventana.

-Determinaron que mis padres no son aptos para cuidar de mí, ni de cubrir mis necesidades.

Arnold estuvo a punto de decir algo pero en aquel momento la patrulla se detuvo y una mujer les abrió la puerta, estaban en el aeropuerto…

-¡Hola niños! –Saludo emocionado, sonriéndoles llena de energía

-¿Esta se acaba de bañar o qué?

Dijo la rubia en voz alta sin preocuparse de que la mujer la oyera.

-¡Ah, que linda niña, a ellos les vas a encantar! –Dijo sin quitar su sonrisa

-¿Ellos? –Intervino Arnold confundido

-Así es, ellos son un matrimonio joven y los están esperando con mucha ilusión

Ambos rubios intercambiaron una mirada confusa y nerviosa.

-Verán ellos siempre desearon tener un par de hijos, pero no ha sido posible, por lo que han decidido darles todo su amor y cuidado a ustedes –Sonrió aún más la mujer

De pronto fueron abordados por una pareja quienes saludaron a la mujer y miraron al par de niños, lentamente se acercaron a ellos.

-Hola –Dijo una linda mujer rubia, de unos 30 años, con cabello largo, se agacho hasta quedar a la altura de la niña -¿Cómo te llamas, pequeña?

Arnold miro asustado a Helga, pues temía que la rubia contestara molesta, estuvo esperando su respuesta tosca, sarcástica, enojada pero…nunca llego, todo lo contrario Helga respondió como robot en automático.

-Helga G. Pataki

-¿Qué significa la G? –Pregunto la mujer curiosa sonriéndole dulcemente

Arnold hizo una mueca, estaba seguro que ahora si respondería mal.

-Geraldine

Arnold abrió los ojos como platos por la sorpresa, Helga seguía en su postura tranquila.

-Ese es un hermoso nombre

Arnold miraba atento la situación cuando sintió que alguien parado tras colocar su mano sobre su hombro, se volteó como un reflejo y miro al hombre que igualmente era rubio y sus ojos eran verdes como los suyos, el sonrió dulcemente.

-Hola amigo, soy Henry y ella es Harlette.

-Seremos sus nuevos padres, ahora ustedes vivirán con nosotros en nuestra casa, llevaran nuestros apellidos y serán hermanos –Dijo un poco emocionada y precipitada la mujer.

Los rubios quedaron en schok solo pudieron intercambiar una mirada llena de preocupación y confusión, más que nada de sorpresa.

"¿Hermanos? Seré hermana…del amor de…mi vida" pensaba Helga

"¡¿Hermano?! ¿De Helga? Su hermano…pero…" Arnold estaba aún más que sorprendido y confundido por aquello.


Hola queridos lectores,

bueno MacaG26 lo prometido es deuda, jejeje aqui esta el fic que me indicaste, espero que te guste como lo voy a ir manejando, bueno espero no decepcionarte con la continuacion que le dare y el final

bueno espero que les guste a todos, este es un fic que quedo incompleto me pidieron especialmente que le diera final quiero aclarar que solo dare continuacion pero el merito de este fic y maravillosa historia que a mi me gusto por cierto hace tiempo lo habia leido y es de la autora yinller, es importante darle su merecido reconocimiento y merito a la autora, espero les guste la continuacion que sera a partir del capitulo siete ;D

saludos y linda noche e inicio de semana ;D