Saint Seiya y sus personajes son de Masami Kurumada.
Advertencia: Ciertos personajes de este GRAN anime y manga, en este fanfic, son mujeres. Así que, si no te gusta estas a tiempo de salir y no llevarte un trago amargo.
Lo que una vez fue…
La separación de sus padres. El noviazgo de su madre. El nuevo matrimonio de su padre. El cambio de ciudad, de casa, de escuela. El nuevo matrimonio de su madre… era muchas las situaciones que tuvo que pasar, como para que le siguieran pidiendo que se comportara como si nada pasara.
…uf…- un suspiro abandono sus labios, dejando un rastro opaco en el vidrio. Allá en las calles una lluvia casi torrencial caía - …- miro de reojo a quien la acompañaba en su viaje y volvió a dejar salir un suspiro. Ella no estaba acostumbrada a esa vida. Que si tenía dinero y sus padres le daban todo, cuando aún estaban juntos, jamás le habían contratado a un chofer que la llevara a la escuela, o no, si fueran años atrás ella estaría corriendo, buscando un lugar donde refugiarse de la lluvia o incluso ya habría llegado empapada hasta donde no se puede a la escuela.
Ya llegamos – la voz de quien junto a un nuevo "padre" llego a su vida, le hizo dejar de sus pensamientos –
Puedo sola…- refunfuño al ver el intento del chofer de bajarse a abrirle la puerta y de la misma manera abrirle el paraguas –
Es su trabajo – rodo los ojos ante ese comentario. El que él hubiese vivido en mundo de lujos desde que nació, no significaba que ella debería acostumbrarse a ello. Además por favor tenia manos!, que no lo entendían? –
Sí, claro – expreso con sarcasmo, mientras salía sin importarle la lluvia o ensuciarse con el lodo. Ese día su adolescencia y los problemas familiares que tenía, habían hecho colisión, no quería nada. Solo anhelaba que todo regresara hacer lo que fue –
Srta.! – llamo el chofer, a sabiendas de que si algo le pasaba a ella, su jefe lo mataría lentamente -
Déjala – expreso el joven con desinterés. Al fin, él no tenía por qué preocuparse por alguien que no quería ser ayudada – te veo a la salida – se despidió antes de seguir los pasos de quien se suponía era su hermana –
***M***
Estas empapada – la risueña voz de su amiga, le hizo sonreír levemente – te resfriaras – agrego con preocupación al ver como su amiga se secaba el cabello con una pequeña toalla -
No es nada – le restó importancia al asunto –
Pero…- dudo un momento, antes de dejar salir un suspiro. Su amiga estaba rara desde hace unos días atrás –
Vamos? –
Si – no había otra cosa que decir. Solo debía esperar de que su amiga le contara que era aquello que la estaba molestando –
Has visto a Milo?, hace tiempo que ya no lo veo – le comento como quien dice cualquier cosa –
No – negó, y fue en ese comentario que ella comprendió que era lo que tenía su amiga – lo extraña…- susurro para sí –
El muy tonto no me responde las llamadas – refunfuño –
Debe estar ocupado, recuerda que ya no estamos en el mismo colegio – trato de defender al peli azul –
Cierto – un suspiro. Estaba confirmado su amiga lo extrañaba – creo que nunca me voy a adecuar a esto – señalo su uniforme –
…- ese era un tema con el cual aún no podía ayudar a su amiga –
***M***
Así que eso era – la jovencita apenas había podido, llegar a presenciar los acontecimientos que le siguieron a la salida precipitada de su amiga.
La lluvia se había detenido y por lo mismo el sol reinaba el cielo, una tarde agradable, ideal para un recorrido en moto. Si, era bastante agradable sentir el aire, una sensación de libertad. Se abrazó aún más a quien conducía la moto lineal, dejando escapar unas cuantas lágrimas que el viento llevó. Cuanto extrañaba los años pasados.
Llegamos – la moto se detuvo, después de un recorrido de casi media hora, frente a un restaurant, que era visitado más por estudiantes que otro tipo de clientes –
Qué bueno, ya tenía hambre – sonrió feliz al ver el lugar que solía visitar antes de que se mudara –
Te dije que no encontrarías un lugar, así – expreso mientras tomaban asiento en una de las mesas del lugar –
Jamás encontraría un lugar así – acepto y negó. Le encantaba ese lugar –
Y estas bien? – se animó a preguntar después de un rato, el peli azul –
Porque no lo estaría – respondió con una sonrisa, que bien supo era fingida –
No sé, tal vez tu padrastro y hermanastro sean…- dudo en decir lo siguiente – malos, locos…que se yo, así como lo cuentan las películas – desvió un poco la mirada sonrojado –
No, nada de eso – sonrió, le gustaba saber que su amigo se preocupaba por ella –
Qué bueno! Y que quieres de comer? – desvió el tema, ya que no sabía que más decir. Había metido la pata –
***M***
Donde esta? – ya llevaban esperando como cuarenta minutos, para que ella apareciera y nada –
Disculpe pero…- el chofer no sabía si debía decir lo siguiente – la Srta. Salió hace rato y se fue con un amigo…- por la mirada del hijo de su jefe supo que no la contaba – creí que le había informado…- trato de excusarse –
…vámonos…- llamo a todo su auto control para no matar a ese hombre. Y es que el muy idiota lo llevaba haciendo esperar tanto tiempo y recién abría su boca –
Pero…- trato de decir algo pero la mirada del rubio se lo impidió –
Supongo que se lo dijo a su madre – se encogió de hombros. Sin más que decir el carro se puso en marcha. Tenía cosas más importantes que hacer, como para estar preocupándose por esa niña malcriada –
Buenas tardes – saludo a su progenitor y a la esposa de este –
Buenas tardes, hijo – respondió el mayor –
Y Mu? – pregunto la mujer al no ver a su pequeña llegar junto al rubio –
No sé – respondió sin darle mayor importancia –
Pero como no vinieron juntos? – pregunto su padre, arrugando el entrecejo –
No – siguió como si nada –
Shaka, no viste con quien se fue o hacia dónde? – pregunto la peli verde sumamente preocupada –
Ya se había ido cuando salí de clases –
Rayos! – la peli verde tomo su abrigo y salió. Ya sabía dónde seguramente estaba su hija –
Como puedes estar tan normal, Shaka – su padre le miro con cansancio y enfado, al ver a su esposa salir de esa manera –
Que quieres que haga? – le miro con molestia -
Es tu herma…-
No, no es mi hermana y tampoco esa mujer es mi madre, así que no tengo porque estar liando con caprichos – corto, ya estaba harto de repetirle a su padre lo mismo – tú te quisiste casar de nuevo, no yo, así que no me vengas a dar responsabilidades que yo no quise…- se dio la vuelta y se marchó a su habitación dejando a su padre con la palabra en la boca –
***M***
Ikki: te creí muerta?!
PV: yo también…jejejeje…-
Ikki: ¬.¬* -
PV: estoy en las nubes Ikki – suspira –
Ikki: ya te dije que dejaras las drogas…-u.u –
PV: jamás!...digo…yo no me drogo…jejeje…-
Ikki: sí, claro…-
PV: no leemos! –