Entraron por otro portal que parecía un arco romano, pero al llegar al otro lado se dieron cuenta de que no regresaron a la Antigua Roma, y de la manera difícil ya que fueron atacados por una lluvia de flechas. Algunas les rozaron y sirvieron como señal para que Danny los volviera intangibles. Estaban sobre el mar, pero alcanzaron a ver una playa y en esta un gran barco encallado. Junto al navío había varias personas con antiguas armaduras, las cuales Danny reconoció gracias a las películas de «Percy Jackson»: eran armaduras griegas.

Phantom comenzó a hacerse una idea de donde estaban, pero también esperaba equivocarse. Con cuidado, aterrizó junto a los guerreros mirmidones y se volvió visible. Los guerreros al verlos "aparecer de la nada", volvieron a preparar sus arcos y otros desenvainaron sus espadas.

—¡Alto! —ordenó una voz cerca de todos—. ¡No los ataquen!

Los mirmidones bajaron sus armas y se hicieron a un lado para dejar pasar a su líder. En cuanto Danny lo vio, lo reconoció. Sam también lo hizo, pero Tucker no.

—Uh… disculpe señor —dijo el moreno—. ¿Quién es usted y que está sucediendo?

Danny y Sam se golpearon la cara con la mano. Su amigo debía leer más allá de las lecturas obligatorias de la escuela. Los mirmidones murmuraron indignados ante la pregunta, uno de ellos se acercó a los adolescentes y los amenazó con su espada.

—¿Cómo te atreves a hablarle así a Aquiles? ¿Ustedes quienes son? ¿A caso son espías troyanos?

—Calma Patroclo —dijo el hombre, sujetando la muñeca del otro obligándolo a bajar su arma—, no creo que sean de Troya… ni de por aquí

—¿Aquiles? ¿Patroclo? —repitió Tucker más confundido de lo que estaba, pero enseguida reconoció los nombres—. Oigan ¿qué hace poco no nos habló de ellos Lan…?

No termino de "meter la pata" porque sus amigas le taparon la boca y con los dientes apretados le susurraron que se callara. No obstante, Aquiles alcanzó a escuchar lo que dijo el único chico del grupo.

—¿Lan? ¿Es la persona que los envió aquí? —preguntó el héroe

—Eh… no. —contestó Danny, dejando a Sam mantener en silencio a Tucker—. Tiene razón, no somos de por aquí. Buscamos a alguien que nos robo un mapa y que, además, ocasionará estragos que pondrán en peligro su victoria contra los troyanos.

Eso último llamó la atención de Aquiles y sus hombres. A pesar de que el héroe no estaba interesado en ayudar en esa guerra, el escuchar una posibilidad de derrota lo hizo cambiar de opinión.

—¿Quién es la persona que buscan?

—Se llama…

—¡Mi señor!

Aquiles y Danny miraron hacia donde provenía la voz. Vieron a varios guerreros mirmidones correr hacia ellos y por la expresión de sus caras podían decir que traían malas noticias y eso puso en mayor alerta a la joven halfa.

«Tengo el mal presentimiento de que eso tiene que ver con Plasmius»

—¿Qué sucede? —preguntó Aquiles

—¡Tenemos problemas! Hemos escuchado que el dios Apolo apareció en la ciudad de Troya para apoyarlos

Los guerreros comenzaron a murmurar y Patroclo vio con preocupación a Aquiles, quien solamente estaba en silencio, procesando la noticia. En cuanto a los tres extraños, Danny y sus amigos comprendieron enseguida lo que pasaba: Plasmius engañó al rey Príamo y a su pueblo diciéndoles que él era un dios y que había ido a ayudarles a ganar la guerra.

Aprovechando que nadie los miraba, Danny se acercó a sus amigos y hablaron en susurros.

—Es obvio que Plasmius los engañó y no me sorprendería que también les hablará sobre cómo caerá la ciudad —dijo Danny con seriedad

—Y más tomando en cuenta del dios a quien decidió "suplantar" —concordó Sam

—¿De qué hablan? ¿cómo los griegos vencieron a los troyanos?

Las chicas volvieron a palmearse la cara y mirar enojadas al moreno.

—Tucker, sino vas a leer la Ilíada ¡al menos ve la película «Troya»! —dijo Danny enojada

—¿Ahora que hice?

—Tucker, lo que Danny quiere decir es que Vlad debió decirle a los troyanos que los griegos, mirmidones, o quienes sean, los derrotaran con un caballo gigante de madera lleno de sus enemigos. —explicó Sam

—Y una vez dentro de la ciudad, la saquearán y será la caída de Troya. Por algo existe el dicho «arderá Troya» —completo Danny

—Ok, ya entendí —dijo el moreno

—Ustedes, extraños —los adolescentes volvieron su atención a Aquiles—. A la persona que están buscando ¿es un dios?

Danny se acercó con cautela al héroe griego.

—La persona que dice ser Apolo, es un farsante. Él no es un dios —dijo Phantom

—¡Pero los rumores dicen que tiene grandes poderes! —dijo el guerrero mirmidón—. ¡Puede cambiar de apariencia y eso los dioses lo hacen cuando se mezclan con los mortales!

—De casualidad ¿las apariencia de "Apolo" son de un hombre de cabello platino, piel blanca y ojos azules oscuros y la otra piel verde azulada, cabello negro y ojos totalmente rojos?

—¡Sí, exacto!

La joven halfa suspiró a la vez que se pellizcaba el puente de la nariz. Plasmius siempre presumía de ser un hombre "culto" y al parecer estaba usando esos conocimientos, junto a sus poderes fantasmas, para hacerse con el control de Troya y, tal vez, poco a poco del mundo.

—Les aseguro que esa persona no es un dios, a pesar de sus "extraordinarios poderes"

—¿Cómo puedes estar tan segura? —preguntó desafiante Patroclo

—Porque… —Danny miró sobre su hombro a sus mejores amigos y estos le hicieron un asentimiento de cabeza, sabiendo lo que la chica quería hacer. Se volvió hacia Aquiles, sus anillos de transformación aparecieron y regresó a ser Fenton— porque soy igual a él

Los mirmidones retrocedieron asustados y se echaron a tierra adorando a Danny como una deidad. La chica suspiró fastidiada, una cosa era que Frostbite y su gente lo hiciera por ser "la salvadora de la Zona Fantasma" y otra muy diferente es que lo hicieran gente del pasado creyendo que era algún ser divino solamente por sus poderes fantasma. Miró a Aquiles y el héroe enseguida entendió la petición de la joven.

—¡Todos, de pie! A la diosa no le gusta este tipo de actos a pesar de apreciar sus respetos hacia su persona

Danny lo miró confundida, eso no era a lo que se refería. Aquiles se le acercó y le habló al oído.

—Es inútil tratar de convencerlos de lo contrario, lo mejor será que les sigas el juego.

La azabache volvió a mirarlo con duda, pero después recordó con quién hablaba y en qué época estaba por lo que estuvo de acuerdo en no seguir intentando, así que le dijo a los mirmidones que era la diosa Artemisa y que había ido a ayudarles a derrotar a los troyanos. Al principio nadie le creyó ya que Tucker estaba con ella y las leyendas decían que la diosa nunca se aliaba con varones, a lo cual Sam enseguida les dijo que hubo un par de ocasiones en las cuales Artemisa hizo excepciones y esa era otra; todavía no muy convencidos los mirmidones les creyeron al fin.

Aquiles y Patroclo les presentaron a sus guerreros y les mostraron el campamento.

—Danny ¿estás loca? ¿por qué haces lo mismo que Vlad? —preguntó Sam en susurros

—Aquiles me dijo que lo hiciera, que era inútil de tratar de convencerlos. Además ¿quién mejor para enfrentar a "Apolo" que su "hermana gemela"?

—Bueno, eso no lo discuto

—¿Podrían dejar de hablar como si yo no estuviera? —pidió Tucker—. ¡No entiendo ni una palabra de lo que dicen y me siento desplazado!

—Tal vez ayudaría si alguien leyera un poco más —dijo Sam

El tecnológico iba a responderle, pero Danny se puso en medio de ellos para detenerlos. Sam y Tucker se miraron enojados y después desviaron la mirada. La azabache suspiró y se apartó un poco de sus amigos.

—Lo sé, es muy difícil lidiar con los aliados cuando entre ellos no se llevan bien —dijo Aquiles al ver la expresión de la joven

—Son muy raras las ocasiones en las cuales Sam y Tucker se pelean, pero también es muy difícil hacer que se tranquilicen

Aquiles y Patroclo los llevaron a una tienda, junto a la del primero, en la cual los tres podrían descansar. El joven guerrero había sugerido que Tucker se quedará mejor con los demás guerreros, pero los tres adolescentes negaron la propuesta diciendo que no tenían problemas con que el chico se quedara con ellas. Los dos griegos ya no dijeron nada y dejaron a los tres amigos a solas.

Tucker entró primero con la intención de dormir un poco en la cama, pero grande fue su sorpresa y decepción al ver que tenían catres y no le parecían cómodas. Sam se sentó en otra y Danny se puso a dar de vueltas en la tienda.

—¿Ahora qué hacemos? —preguntó Sam—. Es obvio que Plasmius debió hablarle al rey Príamo, Héctor y Paris sobre nosotros y cómo acabaría la guerra.

—Lo sé —dijo Danny preocupada—. Vlad está obsesionado con gobernar, así que debemos buscar la forma de ir tras él, quitarle el infimapa y hacer que la Guerra de Troya tome su curso

—¿Y cómo planeas exactamente hacer eso? —preguntó Tucker—. Por lo poco que entiendo, Vlad alteró la historia ¿cómo lo vamos a arreglar?

—Todavía no sé.

De pronto se escuchó alboroto fuera de la tienda. Danny volvió a transformarse en Phantom y salió con cautela seguida por sus amigos. Vieron a los mirmidones correr armados hacia la playa, así que los siguieron. Llegaron al origen del alboroto y vieron un combate cuerpo a cuerpo; Danny y Sam reconocieron a uno de los guerreros: Héctor, el príncipe troyano. A su contrincante no lo reconocieron porque tenía puesto el casco, pero por lo que los mirmidones murmuran se trataba de Aquiles.

Entonces las chicas recordaron esa parte de la historia y dudaron si intervenir o no. Cuando "Aquiles" cayó, un guerrero que estaba junto a los adolescentes le pidió a Danny que salvará a su líder y todos los que escucharon también lo pidieron. Héctor levantó su espada listo para desollar a su oponente y entonces Phantom no tuvo opción.

Voló hacia "Aquiles", poseyó su cuerpo y logró apartarse a tiempo del golpe fatal. Héctor tardó en reaccionar por lo que Danny aprovechó y derribó al troyano golpeándolo en las piernas de una patada y derribándolo. Recogió la espada del griego y apuntó al cuello de su rival, haciendo que con al mínimo movimiento de Héctor podría ser letal.

—¿Qué está ocurriendo aquí? —gritó una voz conocida para todos los presentes

Los mirmidones miraban al guerrero que luchaba contra Héctor y a ¿Aquiles? Entonces, si su líder estaba ahí ¿quién se puso su armadura y se hizo pasar por él? Danny apartó la espada de Héctor y se quitó el casco revelando a Patroclo.

—¡Aquiles! ¿Qué significa esto? —preguntó ofendido Héctor—. ¿Por qué envías a alguien más a pelear tus batallas? ¡No creí que fueras cobarde…!

—No lo es —todas las miradas se posaron en Patroclo. Los ojos de este brillaron verde y de su interior salió Phantom. En cuanto la vieron, los mirmidones se arrodillaron en señal de respeto mientras que Héctor y su gente la veía con asombro y miedo—. Este hombre, Patroclo —dijo Phantom, señalando al mencionado—, tomó el lugar de Aquiles sin que este se diera cuenta y yo tome control de su cuerpo para salvarlo en el último momento.

—Diosa Artemisa, no sé qué decir —dijo Patroclo con honradez, pero a la vez vergüenza por no estar a la par de ella

—¿¡Artemisa!? —exclamó Héctor y los troyaron comenzaron a murmurar

—Al parecer, Troya no es la única que cuenta con ayuda divina —comentó Aquiles con un deje de burla

Ante esa novedad, el príncipe troyano ordenó la retirada y él y sus tropas regresaron a la ciudad. Después de que el enemigo se fue, Aquiles ordenó a sus tropas que se reunieran para planear el siguiente ataque. Danny y sus amigos los acompañaron, pero la chica no les prestaba atención; estaba segura de que Héctor le advertiría a Plasmius sobre "Artemisa" y el halfa mayor enseguida comprendería la verdad.

Esta interferencia a una de las mitologías más importantes del mundo se estaba agraviando cada vez más, tenía que ponerle un alto de una vez por todas. Así que decidió hablar con Aquiles a solas y hacerle una proposición.

Después de la reunion con sus guerreros, la joven halfa fue con el héroe y le pidió hablar en privado, Aquiles la llevó a su tienda y ahí Danny le contó su plan. Al terminar se dio cuenta de que este no se veía muy convencido. Diosa o no, ese plan le parecía arriesgado a Aquiles, tomando en cuenta que él no conocía al oponente y no podría darle sugerencias a la chica más que algunos consejos con base a lo que ella le contó de "Apolo".

—¿Estás segura de esto?

—Solo yo puedo detener a Plasmius. Creo que escuchaste al Oráculo o alguien más lo hizo y te contaron acerca de tu destino «Si es que no recuerdo mal la Ilíada» (eso último lo pensó Phantom)—. Ya hemos interferido bastante. —suspiró antes de continuar, porque sabía que esto sería muy duro para Aquiles—, la pelea de la playa contra Héctor… en realidad Patroclo tenía que haber muerto, así es como se conoce la historia

—¿Qué? ¡Imposible!

—Es verdad. Después de su muerte, tú te enfadarías y reclamarías venganza luchando contra su asesino y matándolo. Mis amigos, Plasmius y yo estamos arruinando el curso de la guerra de Troya, no puedo permitir el interferir más

Aquiles apenas escuchaba a la chica. Patroclo ¿muerto? Esa desconocía le decía que estuvo mal el haber intervenido en la pelea de la playa, pero le agradecía el haberlo hecho y salvar a su primo. Si Troya sabía cómo terminaría la guerra, él y sus tropas debían hacer lo mismo. Con dificultad, Aquiles logró sonsacarle a la chica más información sobre el desenlace de la guerra y le prometió que buscaría la forma de hacer que todo siguiera su curso.

Salieron de la tienda del héroe y, teniendo cuidado de que nadie los viera, los dos subieron al carro de Aquiles y fueron a los muros de Troya. Ulises, Patroclo, Sam y Tucker escucharon el relinchar de caballos y el sonido de ruedas; vieron al héroe irse del campamento en compañía de otra persona usando armadura y casco. Los adolescentes supieron enseguida que era su amiga y que se le habrá ocurrido una idea demencial.

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TROYA

De todos los reinos que visitó, ninguno le había resultado tan fácil de manipular que este. Recordó cómo los romanos lo habían alabado como deidad con el simple hecho de flotar, pero al reconocer enseguida la ciudad de Troya y sus gobernante, recordó su historia y con eso supo que con eso los podría gobernar y no se equivocó. Les hizo creer que era Apolo, el dios del sol y las profecías; por lo que les hizo la "predicción" del rumbo de la guerra. Aún no les contaba del caballo de Troya, pero como bien dicen: «Lo mejor para el final»

Estaba en la sala del trono con el rey Príamo y los hijos de este, Héctor y Paris, discutiendo las noticias que el príncipe mayor les trajo: Los griegos contaban con el apoyo y bendición de Artemisa. Vlad supo enseguida que se trataba de su pequeña tejón y sus odiosos amigos. Al parecer la chica quería derrotarlo usando sus mismos métodos; igualmente sabía lo mal que le iba a la adolescente en clase por lo que, estaba seguro, que ella no tendría la más mínima idea sobre el lugar dónde se encontraban y la situación.

De pronto, un guardia irrumpió en la estancia y advirtió que Aquiles se acercaba a la ciudad acompañado solamente por otro guerrero. Vlad concentró sus fuerzas y sintió la presencia de Daniela. Tal parecía que la chica quería terminar con eso de una vez por todas… y quien era él para negarle un deseo a una dama.

Los gobernantes de Troya y "Apolo" fueron a ver a los recién llegados. Antes de llegar al muro escucharon los gritos de Aquiles llamando al dios del sol. Vlad se dejó ver; iba en su forma humana y vestía una túnica blanca con detalles de oro bordado en el cuello, mangas cortas y bordes de la prenda y una capa roja sobre sus hombros, sujetas por unos broches de oro. Usaba sandalias de cuero, su cabello estaba suelto y en su cabeza había una corona de laureles dorada.

Observó al héroe Aquiles y después a su acompañante, quien no se podía ver su rostro debido al casco, pero —como había sentido en el salón del trono— sabía que se trataba de Daniela.

—¡Príamo! ¡Vengo en compañía de la diosa Artemisa! —anunció Aquiles—. ¡Ella desea poner fin a esta guerra, tiendo un combate uno a uno contra su hermano gemelo, Apolo! ¡Solicita que nadie intervenga en el encuentro!

Príamo y su gente miraron enseguida a Vlad. El "dios" solamente sonrió con malicia, la adolescente sabía que no tenía ninguna ventaja contra él, así que ¿por qué arriesgarse a humillarse de ese modo y deshonrar a una diosa? Bueno, no le negaría el gusto.

Salió de la ciudad y se encaminó hacia los retadores. "Artemisa" bajó del carro, Aquiles le entregó una espada y un escudo y le deseó suerte, a lo cual la "diosa" agradeció con un asentimiento de cabeza. Vlad sonrió con burla al verla con esas armas primitivas, se transformó en Plasmius y caminó hacia la chica estando a solo cinco metros de distancia.

—Vaya, vaya Daniela. Parece que alguien vio «Troya» ¿En serio crees que con solo eso podrás derrotarme y evitar que me apodere de la ciudad? Ya les dije lo que necesitaban saber, es inútil que intentes ayudarlos

—No me importa lo difícil que sea, evitare que gobiernes la Antigua Grecia y que sigas alterando la historia de una buena vez.

—¡Que tierno y que ingenua! —con ese último comentario, Vlad atacó disparando rayos de plasma con ambas manos

Danny levantó el escudo y se protegió con este. Lo obvio sería que con ese ataque fantasma el escudo se destruyera, pero para asombro de Vlad esto no pasó, el arma repelió su ataque sin problemas. Phantom empuño la espada con fuerza y cargó contra el mayor. El halfa mayor flotó a unos metros de la chica; esperaba que ella también lo siguiera, pero Daniela no lo hizo y eso lo confundió al mayor. ¿En qué estaba pensando la chica? ¿Acaso tenía pensado pelear contra él sin usar sus poderes? De ser así, la adolescente no tendría la más mínima oportunidad de derrotarlo.

«Será mejor que aproveche esta oportunidad» pensó Vlad con malicia

Volvió a disparar a la chica, y esta vez Danny se hizo a un lado. El mayor cargó energía plasmática en sus manos, se abalanzó contra ella e hizo el puño hacia atrás para golpearla. Danny levantó el escudo de nuevo y se protegió una vez más, pero debido al impacto del ataque, quedaron marcados en el escudo los nudillos de Vlad y a causa de la fuerza del impacto, la chica trastabilló hacia atrás casi cayéndose.

Danny levantó la espada y fue hacia Vlad. No obstante, el halfa mayor la desarmó lanzándole un rayo de plasma dejándola solo con el escudo. Una persona normal se preocuparía por encontrarse indefenso sin arma, pero la ventaja de Fenton es que ella no era y no solo por los poderes fantasmas.

«Capitan America no me falles ahora» pensó la chica sujetando con fuerza el escudo.

Agradecía el que Aquiles le prestara un escudo circular, ya que de ese modo podría usarlo como tenía pensado hacerlo. No obstante, al parecer Vlad supo lo que quería hacer, ya que de un rápido movimiento, el halfa mayor le quitó el escudo a Danny y en otro movimiento rápido por fin la derribó e inmovilizó.

Los troyanos no daban crédito a lo que veían mientras que Aquiles trataba de controlar sus impulsos para no intervenir y arruinar el plan. Danny sabía que era peligroso, y una total locura, enfrentarse a Plasmius siendo Fenton; pero era el único modo de tomarlo con la guardia baja y vencerlo.

Vlad tomó a Danny del brazo y la levantó con fuerza. Tomó el casco de la chica y se lo quitó, revelando su rostro hacia los troyanos.

—Ella no es Artemisa. —dijo Vlad a los troyanos—. Ella más bien sería una de sus cazadoras

El rey Príamo y sus hijos se miraron confundidos. Era obvio que era una impostora ya que "Apolo" pudo derrotarla sin problemas. Pero sí lo que el "dios" decía era cierto ¿por qué una cazadora ayudaría a un ejército de hombres?

El halfa mayor vio la confusión en el rostro de sus aliados. Explicarle sería una pérdida de tiempo, así que decidió seguir con eso.

—Parece que está cazadora solamente los engañó y los hizo ver mal, Aquiles —dijo Plasmius al héroe—. Así que para librarte de esa humillación, me quedaré con ella como mi prisionera. Eso parece justo ya que ella era la que quería poner fin a la guerra, pero vergonzosamente falló

El héroe miró a Danny, quien solamente le hizo un asentimiento de cabeza. Aquiles entendió que el plan debía continuar. Tomó las riendas de su carro, dio un golpe con estas, los caballos dieron la vuelta y fue de regreso a su campamento.

Mientras veía al héroe griego alejarse, Vlad sonrió y le susurró a Daniela.

—Tal parece que alguien debe mejorar en historia

Danny no contestó a la provocación. Plasmius regreso a ser Masters y se llevó a su prisionera a la ciudad. En cuanto cruzó la puerta, dos guardias se acercaron a los halfas y tomaron de los brazos a la chica.

—No la envíen a los calabozos. —indicó Vlad

—¿Qué quiere que hagamos con ella, mi señor? —preguntó uno de los guardias

A juzgar por la sonrisa que apareció en los labios del halfa mayor, Danny estaba segura de que no sería nada bueno.

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—¿¡Cómo demonios se les ocurrió hacer algo así!? ¿¡Dónde está Danny!?

—¡No le hables así a Aquiles!

—¡Ustedes dos, tranquilícense, por favor!

Hacía unos minutos que el héroe regresó al campamento. Sus tropas y los dos adolescentes se le acercaron para preguntarle a dónde había ido y donde estaba la "diosa". Phantom le dijo que si llegaba a pasar algo debía informarle a sus amigos sobre lo ocurrido, advirtiéndole de antemano la reacción que tendrían ante la noticia; y Aquiles debía reconocer que tuvo razón en esa parte la joven.

Tucker tardó unos minutos en calmar a Sam. Él también estaba preocupado por su mejor amiga, pero a diferencia de la gótica, el moreno no se puso a gritar como loco ni tampoco estuvo a punto de abalanzarse contra el griego; ambos adolescentes sabían que cuando se trataba de Vlad Plasmius, Danny se ponía en plan «Llanero solitario» sin importarle que tan peligroso podía llegar a ser la situación.

Una vez que Sam tranquilizó, tomó a Tucker y (para asombro del aludido y su gente) a Aquiles de las muñecas y los llevó casi a arrastras a la primera tienda que encontró. Una vez que se aseguró de que nadie del ejército los siguiera, se volvió hacia el héroe y trató de hablarle lo más calmada posible.

—Aquiles, por favor. Necesitamos que nos digas qué fue lo que tú y Danny planearon y qué es lo que salió mal como para que terminara siendo prisionera de los troyanos.

El héroe miró fijamente a los adolescentes. Para ser unos niños sin experiencia de combate, debía admitir que eran muy valientes y leales. Soltó un suspiro antes de responder.

—El plan era que se dejara capturar y engañar al enemigo haciéndoles creer que tenían la ventaja para después derrotarlos desde adentro

Sam y Tucker entendiendo enseguida la situación. Aquiles se pudo dar cuenta de que no era la primera vez que la joven hacía algo así debido a las expresiones de los jóvenes ante él.

—En cuanto volvamos a casa, esta vez Danny me va oír…

—Primero ayudémosla y después piensas en el sermón que le dirás, Sam. ¿De acuerdo?

La gótica solo asintió. Aquiles se mantuvo en silencio, pero internamente estaba preocupado por Phantom y más después de ver los poderes de "Apolo".

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En el palacio de Troya, Danny fue llevada por los guardias hacia unos aposentos en los cuales se encontraba un grupo de más de diez mujeres. A la chica le dio un mal presentimiento al ver que llevaban puestas túnicas, pero que apenas las cubrían correctamente.

«Espero que no me vistan como una de ellas»

Por desgracia, su silenciosa petición no se cumplió. Uno de los guardias le indicó a una de las mujeres que vistieran a la chica "adecuadamente". Una vez el hombre se fue, tres de ellas se acercaron a la joven y comenzaron a "vestirla". Más que túnica, Danny sentía que le habían puesto de uno de esos vestidos de noches "sexy" debido a que tenía escote algo… revelador y el largo de la túnica negra llegaba a cubrirle los pies, pero tenía abierto de la pierna derecha. Le pusieron brazaletes plateados, una capa verde descansaba sobre sus hombros siendo sujetadas por broches de plata y sandalias.

Una vez lista, los guardias regresaron por ella y la llevaron a una habitación digna de un rey. Una gran habitación con una tina, como un jacuzzi, en el centro de esta y en el agua había pétalos de rosas rojas. La cama estaba al fondo de esta con telas blancas y cortinas de seda rojas. Un diván entre la tina y la cama beige.

Uno de los guardias la arrojó a la habitación y cerró enseguida la puerta. Danny observó la puerta un momento y después miró el lugar; lamentablemente el lugar era totalmente cerrado, sin ninguna otra puerta y sin ventanas. Al ver el lugar no pudo evitar sentirse en la película de «Troya».

—Creo que estoy sintiendo lo que Helena sintió al llegar a Troya. —dijo la chica para sí misma

—Aunque no se está seguro de que ella haya venido a la ciudad por su cuenta o fue secuestro. Pero de ser lo segundo, sí que el sentimiento es mutuo

Danny volteó y vio a Vlad entrar a la habitación con su típico aire de superioridad y más debido a que estaba en su papel de "deidad". El mayor miró de pies a cabeza a la adolescente haciendo que apareciera un sonrojo de incomodidad en las mejillas de la chica y cruzará los brazos como si así pusiera cubrirse de la mirada de Masters. El hombre se le acercó, la tomó con delicadeza de la barbilla e hizo que la joven lo mirara a los ojos.

—¿Ahora qué estás tramando, Daniela? Porque no es común en ti dejarse capturar tan fácilmente

Danny movió el rostro soltando el agarre de Vlad y retrocedió un par de pasos mirándolo con enfado y desafío.

—Creo que no es necesario que lo diga ya que es demasiado obvio, pero de todos modos lo haré: Quitarte el infimapa, regresarlo a donde pertenece y, sobre todo, regresar a casa. Ya hemos hecho bastante daño en el pasado como para empeorarlo.

Vlad sonrió de lado y se acercó de nuevo a la chica, haciendo que ella retrocediera, quería mantener la distancia con él debido al extraño brillo que apareció en sus ojos en cuanto la vio con ese atuendo. Danny no se fijaba por donde caminaba ya que no apartaba la mirada del mayor y a causa de eso casi caía a la tina. Masters estaba prácticamente sobre ella; en un rápido movimiento la tomó de la cintura y le plantó un feroz beso.

Danny lo tomó de los hombros y lo empujó tratando de apartarlo, pero el agarre era fuerte y tampoco sus sentimiento hacia el mayor ayudaron ya que poco a poco comenzó a corresponder el beso. Inconscientemente llevo sus manos al cuello de Vlad, acariciando su cabello suelto y el mayor le acariciaba la espalda debajo de la capa.

El calor de sus cuerpos estaba subiendo cada vez más. Vlad se movió con la intención de seguir lo que hacían, pero ambos olvidaron que estaban parados en el borde de la tina y cuando Danny dio un paso atrás cayó al agua. Ese pequeño incidente fue lo necesario para que tanto el adulto como la adolescente regresaran a la realidad. La chica salió del agua, vio a Vlad mirándola como si hubiera salido de algún especie de trance y ella también se dio cuenta de lo que estaban haciendo, provocando que los colores subieran a su rostro. Nado de espaldas hacia el otro lado de la tina totalmente avergonzada.

Con el sonido del agua, Vlad "despertó" y vio a la chica al otro lado de la tina, sonrojada y los brazos cruzados como si se cubriera. Lo que más le impactó fue su mirada: emoji, miedo y… ¿confusión? Ahora que lo pensaba, no la culpaba. La chica le confesó sus sentimientos y él la confundía actuando de ese modo impulsivo.

Al ver que el mayor no se movía, Danny salió del agua. La ropa húmeda se le pegó al cuerpo, delineándolo y eso hizo aparecer un leve rubor en las mejillas de Vlad. Pero la pena no le duró mucho porque la joven usó intangibilidad para quitarse el agua y así secarse rápido. Al darse cuenta de lo hizo, Danny se miró los brazaletes que le habían puesto (abarcando el antebrazo), creyó le impedirían usar sus poderes. Pero al darse cuenta de que no fueron oprimidos, como la vez del Plasmius Maximus, pensó que tenía otro plan entre manos y no intento usar sus poderes. Lo de la intangibilidad para quitarse el agua fue un acto inconsciente.

Danny y Vlad siguieron mirándose hasta que el silencio fue roto por la chica.

—¿Por qué?

El mayor todavía no reaccionaba por lo que sucedió hace unos momentos, así que a pesar de ser una simple pregunta, lo tomó con la guardia baja. Ante el silencio de Vlad, Danny repitió su pregunta.

—¿Por qué?

—Por qué… ¿qué? ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué hice que te cambiaran de ropa y te trajeran aquí?... ¿Por qué te bese? —guardó silencio unos segundos, como si hiciera alguna clase de «pausa dramática» antes de seguir—. Esas parecen ser buenas preguntas ¿no lo crees, pequeña tejón?

Danny frunció el ceño a la vez que apretaba con fuerza los puños. Se lo había cuestionado una vez y lo volvía hacer: ¿qué demonios era lo que le había visto a ese Cabeza de Queso prepotente? Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir que de pronto la empujaban y caía de espaldas sobre el diván. Debido a la sorpresa del empujón cerró instintivamente los ojos; los abrió y se encontró con unos ojos azules oscuros, los cuales tenían un brillo que la chica no sabía como reaccionar ante eso: pasión y deseo.

—Vlad… ¿qué estas…?

Su pregunta se interrumpió al sentir los labios del mayor sobre los suyos otra vez, pero esta vez con más calma, con gentileza y caballerosidad.

El beso se rompió y el mayor miro a su pequeña a los ojos. La inocencia, el miedo y la curiosidad rondaban por esos ojos azul cielo y eso provocaba que su poco auto control y su sentido común se fueran apagando haciendo que le hiciera caso a los "instintos primitivos" que llevaba tiempo intentando controlar, pero nunca lo lograba. El peliplateado sabía que esos problemas surgieron el día que Daniela se le declaró, de un modo dulce e inocente, y ocasionando que su cerebro y corazón tuvieran una constante lucha sobre lo que estaba bien y lo que no con respecto a la adolescente de catorce años debajo de su cuerpo.

El verla con esa ropa de la Antigua Grecia y el echo de que a partir de los catorce – quince años las chicas ya se encontraban en "edad casadera" no le ayudaba mucho. No obstante, también le repetía que esa oportunidad nunca la tendría en su época, así que ¿por qué perder una oportunidad como esa?

Danny se dio cuenta que el brilló en los ojos de Vlad desapareció dejando paso a una sombra oscura y que provoco que la chica sintiera un escalofrío recorrer su espalda al descifrarlo debido a que lo vio varias veces en algunos fantasmas de la Zona Fantasma: Deseo. Eso hizo que sus alarmas internas (hablando de su lado humano) y sus sentidos de supervivencia y prevención del peligro (hablando de su sentido fantasma) le advirtieran que debía alejarse del mayor lo antes posible. Eso era hablando de su lado racional; el emocional le decía que sucumbiera ante esos sentimientos. En ese lugar podría hacer lo que quisiera sin problemas puesto que ahí podría decirse que ya era "mayor de edad" mientras que en Amity Park eso sería ilegal y metería en graves problemas a Vlad y no quería hacerle eso… ¿o sí?

Sus pensamientos y emociones estaban peor que nunca en lo que se refería a confundir a la chica. Vlad se dio cuenta por su expresión; con suavidad le acarició la mejilla haciendo que Daniela volviera a la realidad de golpe.

—¿No crees que le estas dando demasiadas vueltas al asunto, pequeña tejón?

Danny se sonrojó al verse descubierta.

—¿De… de qué estas hablando, Plasmius? —preguntó la chica tratando de sonar lo más amenazadora posible, fracasando rotundamente

El mayor sonrió de lado. La mano que acariciaba la mejilla de la chica bajo lenta y tortuosamente acariciando con suavidad, cual tacto de pluma, hasta llegar al nacimiento del escote.

—¿Mi mano debe bajar más para que entiendes de qué estoy hablando, Daniela?

La azabache se estremeció ante el tacto del mayor. Su sonrojo se intensificó más y de un manotazo apartó la mano de Vlad, lo empujó para quitárselo de encima y se levantó del diván para alejarse de él.

—¡Eres un pervertido! ¡Libidinoso! ¡Pedo…!

—¿En serio piensas eso de mi, Daniela?

Ese cambio en el tono de voz de Vlad; calmado, suave… triste, provocó que Danny callara de golpe y viera la expresión del mayor. Se veía derrotado, cansado; pero lo que sorprendió bastante a la chica fue la expresión de tristeza reflejada en sus ojos. Quería decirle algo, pero entonces recordó con quien hablaba.

«Debe ser alguno de los trucos de Vlad. Él es un experto manipulador»

—Lo que ganó por ser "el villano" de este "juego"

—¿Eh?

—Justo cuando estoy tratando de ser sincero contigo crees que es algún truco para hacerte algo. Aunque claro, tampoco ayuda todo lo que te he hecho hasta ahora, incluyendo lo que hace unos momentos.

—Vlad…

—Por favor no me interrumpas, Daniela —la chica le hizo caso. Debía admitir que era la primera vez que lo veía así. Vlad se alejo unos pasos de ella y le dio la espalda—. Tengo que admitir que desde el día que te me declaraste, mis sentimientos han estado muy confundidos. Por esa razón me he portado de un modo extraño contigo y esta vez no es la excepción. Daniela, tú… me haces sentir cosas que hacia años no experimentaba, ni siquiera con tú madre.

»Al principio lo atribuí al hecho de que los dos somos mitad fantasma, pero ahora ya no estoy tan seguro. Las pocas veces que pase a tu lado, y me refiero a esas que solo éramos nosotros: Danny y Vlad, ni enemigos ni "familia", solo nosotros. Esos cortos momentos me sentí muy feliz de estar contigo. El encontrarnos en una época en la cual las personas ya podían casarse a partir de la adolescencia y que la mayoría de los matrimonios son con diferencia de edad… eso me pareció una oferta tentadora.

El mayor volteó para ver a la chica y Danny se sorprendió de ver que en su mirada sinceridad. Vlad se acerco a la azabache despacio y la adolescente no pudo evitar retroceder. Camino de espaldas hasta que sus rodillas chocaron con la orilla de la cama y ella se sentó. Vlad se acerco a Danny casi rozando su rostro y haciendo que la chica solamente pudiera verlo a los ojos.

Todas esas palabras… le dio la impresión a Danny de que era alguna clase de declaración de amor, pero ¿acaso Vlad…?

De nuevo, parecía que el mayor pudo adivinar los pensamientos de la chica, a lo que le dio un casto beso en los labios antes de decir las palabras que llegarían a lo más profundo del alma y corazón de la adolescente.

—Te amo, Daniela. Y no, no de un modo paternal, sino del modo que tu me dijiste esa vez

El corazón y núcleo de Danny saltaron en su pecho. Sentía que el aire le hacía falta y su cabeza daba vuelas. Vlad… él… ¿dijo que la amaba? A pesar de que su corazón y núcleo estaban felices por escuchar finalmente a Vlad decir esas palabras, su cerebro no dejaba de advertirle que todo era un truco del halfa mayor para que bajara la guardia y pudiera huir con el infimapa otra vez. No obstante, esa parte se callo cuando los labios de Vlad se posaron sobre los suyos una vez mas y esta vez pudo sentir a través de ese gesto todo lo que el mayor le acababa de decir con la intención de probar que decía la verdad.

La chica fue poco a poco sucumbiendo ante el beso. Vlad la tomó de los hombros y con gentileza la recostó en la cama. Danny lo abrazo del cuello y acarició su cabello platinado. Esta vez no había intenciones sexuales, sino que se notaba la intención de querer hacer el amor. Pero eso no sucedió ya que fueron interrumpidos por gritos provenientes del exterior.

Se rompió el beso, Vlad se incorporó y fue hacia la puerta llamando a uno de sus guardias exigiendo saber qué sucedía.

—¡Es el enemigo! ¡Entró infiltrado en un caballo gigante de madera que ellos entregaron como ofrenda para Poseidon! ¡Por favor, ayúdenos dios Apolo!

Después de eso, el guardia se fue para ayudar a los troyanos. En la habitación, Danny y Vlad se quedaron en silencio. Debido a los cambios que ocasionaron en la Guerra de Troya, la verdad los dos creyeron que no se llevaría a cabo el saqueo de la ciudad usando el famoso Caballo de Troya, pero por lo visto estaban equivocados.

Vlad regreso junto a Daniela, la tomó de la muñeca con fuerza y ambos salieron a la batalla.

—¿Qué piensas hacer? —pregunto la azabache, luchando con el agarre del mayor que la estaba lastimando

—Nos iremos de aquí —contesto Vlad sin mirarla—. Pero tampoco regresaron a Amity Park

—¿¡Qué!? —por fin la chica logro soltarse de un tirón y miro a Vlad confundida y enfadada—. ¿¡De qué estas hablando!? ¿¡Cómo que no regresaremos a Amity Park!?

—Daniela, ahí nunca podremos estar juntos. Ni en esa ciudad ni en ninguna otra. Es mas ¡ni siquiera en esa época!

—Vlad ¿qué estas…?

—¡Podemos buscar un lugar donde podamos estar juntos sin los prejuicios de la gente! ¡Un lugar y una época en la que podamos estar junto sin que nada ni nadie nos separe! ¡Daniela! —la tomó de las manos y la miro a los ojos—. ¡Incluso podríamos escondernos en la Zona Fantasma! Ahí tampoco somos bienvenidos por ser mitad fantasma, pero al menos podríamos ser felices

Todo lo que el mayor le decía estaba dando vueltas en su cabeza. Ese tipo de pensamientos lo creería en algún alocado adolescente hormonado ¿pero un adulto de cuarenta años? Eso si que era una locura. El poder vivir junto a Vlad para siempre era demasiado tentador, pero no podía echar su vida por la ventana así como si nada; su familia estaría muy preocupada y amigos también… sus amigos. No podía irse de la Guerra de Troya sin ellos.

Soltó el agarre de Vlad y se alejo de él un par de pasos.

—¿Daniela?

—Vlad, todo lo que me has dicho… en verdad me hace muy feliz que me correspondas, es algo que siempre he anhelado desde que te conocí. Pero tu idea de "fugarnos" para al fin estar juntos… no puedo hacerlo. Ambos tenemos una vida en Amity Park y no podemos dejarla de lado así nada mas e irnos. Yo también quiero estar a tu lado sin importar lo que los demás digan, pero lamentable es algo que no podremos lograr… al menos no de momento. Aunque sea en secreto, podemos estar juntos y cuando llegue el momento lo nuestro saldrá a la luz sin importar el qué dirán.

»Por favor, Vlad. No actúes de un modo impulsivo e irracional y hagamos las cosas bien. —Danny soltó una leve risa antes de seguir—. Vaya, parece que los papeles cambiaron: yo soy la que actúa como la adulta responsable y tú el impulsivo adolescente

Vlad se quedo en silencio, procesando las palabras de la joven. No sabia que decir, pero tenía que reconocer que la chica tenía razón. Al parecer no era tan despistada como parecía. Iba a decirle algo, pero de pronto una flecha paso volando entre ellos clavándose en la pared junto a ellos.

—¡Danny!

Ambos halfas voltearon y vieron a los amigos de la joven correr hacia ellos en compañía de Aquiles. Vlad se transformó rápido en Plasmius y se alejo de Daniela flotando.

—¡Vlad! ¡Espera!

—Parece que tendremos que seguir con nuestro pequeño juego de las escondidas y persecución, pequeña tejón —Vlad saco de su cinturón el infimapa—. ¡Llévame a mi destino! —ordeno y el mapa lo saco de Troya por otro portal.

Danny observo el portal sin moverse, ni siquiera cuando sus amigos y el héroe llegaron junto a ella.

—¡Danny, responde! —llamo Sam

—¿Qué? ¿Qué está pasando? Ese caballo de madera…

—Odiseo lo tenía planeado desde hace tiempo. —contestó Aquiles—. El rey Agamenón se está enfureciendo cada vez más y afirmó que conquistará Troya aunque le cueste 40,000 griegos. Obviamente no íbamos a dejar que eso pasara, así que Odiseo tuvo la brillante idea de infiltrar la ciudad con ese caballo de madera y se nota que ya tenía tiempo planeándolo.

«Esto realmente ocasiono un cambio radical a La Ilíada y la Odisea» pensó Danny

—Dejando eso de lado ¿estas bien Danny? —preguntó Sam—. ¿No te hizo nada Plasmius, ademas de hacerte usar esa ropa?

La azabache bajo la mirada a su cuerpo y un fuerte rubor apareció en sus mejillas. Para cubrirlo, se transformo en Phantom.

Tucker soltó un silbido antes de hablar:

—Vaya, si fueras así a la escuela tendrías todas las miradas sobre ti.

—¡Eso no ayuda! —exclamó abochornada la halfa

—Bueno, ahora que el impostor de Apolo se fue, creo que ya no tienen nada que hacer aquí —interrumpió Aquiles—. Aunque tampoco estaría de mas una ayuda contra los troyanos

—Lo siento Aquiles, pero debemos irnos. —dijo Danny—. Plasmius robó algo valioso y por eso lo perseguimos. Siento no poder ayudarlos

—No te preocupes —dijo el héroe y le tendió una mano a la chica—. Fue un gran honor conocerlos

—Lo mismo digo —contestó la halfa, estrechando su mano

Danny abrazo de la cintura a sus amigos y los tres entraron al portal antes de que este desapareciera. Ninguno de los tres se dio cuenta del ataque por detrás de Paris a Aquiles y como este le disparo flechas directamente hacia el tobillo y de ese modo derrotando al legendario héroe.

De vuelta en la Zona Fantasma, Danny y sus amigos por fin alzaron a Plasmius. Este al ver a los molestos adolescentes los encerró en una esfera de energía fusca y le ordenó una vez más al infimapa llevarlo a su destino. De nuevo lo perdieron de vista, pero Tucker calmo a sus amigas al decirle a donde se dirigía el mayor: al reino de los congelados.

Las chicas se miraron sin poder creer en su suerte; Frostbite y su gente podrían atrapar a Vlad y recuperar el infimapa. Por fin Danny destruyo la esfera de energía y fueron directamente al reino de Frostbite, con la grata sorpresa de ver que el líder de los congelados tenía el infimapa en su poder una vez más.

—¡Gran Señora! Gracias por recuperar el infimapa —agradeció el fantasma helado

—No fue nada. —contestó Danny—. Para empezar, fue mi culpa que Plasmius obtuviera el mapa. En un viaje improvisado usando el infimapa, Vlad nos siguió y nos quito el mapa. Lo seguimos por todo el espacio – tiempo y ocasionamos cambios en la historia; así que en vez de arreglar un error ocasionamos varios en el camino.

—No se preocupe, Gran Señora. A pesar de su intervención en el pasado, estos acontecimientos encontrarán la forma de seguir con su curso original. Son situaciones que ya estaban predichas y no se podrán cambiar fácilmente.

—¿En serio? ¡Esa es una excelente noticia!

—Otra gran noticia es que su vehículo ya está tontamente reparado y en él introdujimos al enemigo paralizado y listo para regresar con ustedes.

Frostbite los llevo al Regulador de Velocidad Espectral, reparado como prometio, y abrió una de las puertas traseras. Al ver a Vlad, los tres adolescentes no pudieron evitar reírse: El fantasma helado había convertido al halfa mayor en una estatua de hielo.

—Vaya, parece que alguien se quedó helado —bromeó Tucker

No obstante, ni sus amigas ni los Congelados se rieron, por lo que el moreno solo dejó de reírse y miró hacia otro lado apenado. Sam y Tucker subieron al vehículo y Danny solo se paró junto a la puerta abierta.

—Lo siento, todo esto se salió de control —se disculpó nuevamente la joven halfa

—No hay necesidad de disculpas, Gran Señora y, como le dije antes, no hay ningún daño hecho. —contestó Frostbite—. El mapa es misterioso. Aunque puede llevarlo a donde desea ir, a veces lleva a los usuarios a donde siente que deben ir.

—¿Cómo cuando trajo a Plasmius aquí para que pudieras recuperarlo?

Como respuesta, Frostbite le sonrió de manera cómplice. Danny abordó la nave, los tres adolescentes se despidieron y regresaron a Amity Park. La joven halfa llevó a sus amigos a casa y después regreso a la suya para recoger a Vlad y dejarlo en el ayuntamiento; haría una broma en la cual consistía en hacer creer que Vlad congelado era "en realidad" una estatua en conmemoración al actual alcalde de la ciudad. Sin embargo, debió dejar al mayor congelado antes de dejar a sus amigos porque cuando llegó al laboratorio encontró fragmentos de hielo en el suelo y sin señal del mayor.

—Estar en ese hielo no ha hecho que se enfríe la proposición que te hice, Daniela

La chica miró el laboratorio tratando de encontrar a Vlad, pero no lo veía por ningún lado. De repente alguien la sujeto por detrás, cubriéndole la boca con una mano y con la otra la sujetó de la cintura.

—Tenemos una conversación pendiente, pequeña —dijo Vlad al oído de Danny en un susurro que provocó un escalofrío a la chica

Ante la reacción de la joven halfa, Vlad los volvió intangibles y salieron de los Laboratorios Fenton a su mansión a las afueras de la ciudad. Al llegar al edificio, Vlad la llevó a su habitación y la dejó con cuidado en la cama. Al verse libre, Danny se levantó con las manos cargadas de energía. Pero no pudo ni dar un paso al frente cuando sintió una descarga en su cuerpo y perdió la transformación.

—Ahora sí no podrás usar tus poderes, pequeña tejón —dijo Vlad mostrándole a la azabache el Plasmius Maximus en su mano

A pesar de estar indefensa, la chica no lo demostró. Se mostró firme y una mirada desafiante. Vlad solamente observaba a la chica, le parecía tierna ver que aun encontrándose en una gran desventaja no se inmutara.

—Tranquila, pequeña. No hare nada… que tú no quiera

Ante ese tono y la doble intención de eso último, Danny se puso roja. También ante la sorpresa tropezó con sus propios pies y cayó de sentón en la cama a lo cual Vlad se rio sin más. La chica al ver eso, hizo un puchero, se levantó y encaró al mayor.

—¡No te burles de mí! —exigió la adolescente

Vlad paró un momento, pero al ver las expresiones infantiles de Daniela no pudo más que reír con más fuerza. ¡Dios, más adorable no podía ser la joven halfa! La chica estaba cada vez más molesta con el billonario, pero se calmó porque todavía debía hablar con él de lo sucedido en Troya y su confesión de amor… además de que también tenía curiosidad sobre lo que hicieron ahí ¿lo seguirían? Al pensarlo, se intensificó el sonrojo en sus mejillas.

Tan metida estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Vlad se le acercó y reaccionó al sentir una mano en su barbilla y que esta levantaba su rostro con cuidado. Ambos azules se encontraron y en ellos se reflejaba un solo sentimiento, uno que Danny ya había revelado y que Vlad apenas reconocía: amor.

El halfa mayor tenía que admitir que el hecho de aceptar que amaba a una adolescente de casi quince años no fue fácil, y más porque tenía muy presente el peso de una relación como esa en su época, por eso le había hecho esa improvisada proposición en la Antigua Grecia. También debía recordar (y era algo que estaba pasando por alto) que Daniela no tenía mucha experiencia en lo que se refería a una relación amorosa, así que debía ser compresivo con ella y llevar las cosas con calma.

Como si quiera sellar una promesa, la cual todavía no le expresaba a la chica, besó a Daniela con gentileza, reflejando en ese beso todo el amor que sentía por ella y que ya no suprimiría. La azabache correspondió el beso intentando seguirle el ritmo al mayor, pero su inexperiencia salía a flote y temía que no fuera del agrado de Vlad; no obstante, ante esas dudas, Masters disfrutaba de su inexperiencia ya que detonaba la pureza e inocencia que amaba de ella.

Rompieron el beso y recargaron sus frentes haciendo que se vieran directamente a los ojos.

—Parece que tendremos que seguir tu idea, pequeña

—¿Te refieres a…?

—Creo que es demasiado pronto para decir que tenemos "algo". Además de que aun tenemos que seguir con nuestro juego de "Heroína y Villano", por lo que esto tendrá que esperar

—Vaya, el maduro y prepotente Vlad Masters regresó

—Alguien tiene que ser el adulto aquí ¿no crees?

Ante ese último comentario Danny se rio. Vlad se transformó en Plasmius, cargó en brazos a la chica y la llevó de vuelta a su casa. La dejó con cuidado en su habitación y con una última mirada se fue de los laboratorios Fenton. Danny se acercó a la ventana y vio al halfa mayor irse. No sabía que era lo que tenía con Vlad de ahora en adelante, pero sabía que el mayor le seguiría sacando "canas verdes" por sus locas ideas de conquista.