¡Hola!
Al fin el capítulo, me he dado cuenta de errores ortográficos y les pido una disculpa, ya corregí todo, pero no podría volver a subir los caps, en fin, espero lo disfruten.
Advertencias: Este fic solo es apto para adultos, si eres menor de edad atente de leer.
Los personajes de Naruto no me pertenecen.
La historia contiene OCC y AU.
Está prohibido copiar esta historia y publicarla.
Espero lo disfruten muuuuuuchoooo *¬*
"Danzando entre las llamas".
Walking on fire.
En el reloj marcaban las 12:30 horas, yo estaba con mi madre colocando los utensilios en la mesa, para la comida, ese día iría a almorzar una amiga de mi madre y su hijo, así que, decidí acomodar todo perfectamente, incluso coloqué un florero con alcatraces blancos, mi madre cocinaba kimchi, arroz blanco y galletas, los invitados no tardarían en llegar, el horno sonó, lo cual indicaba que las galletas ya estaban listas, tras dejarlas en la mesa para que se enfriaran, el timbre de la puerta se escuchó, recibiendo a una señora de por lo menos treinta y algo de años, cabello largo, color negro azulado, tez blanca, acompañada de su hijo que era igual a ella, solo que con su cabello corto y facciones más finas y alargadas. Mi madre corrió a abrazarla y saludarlos a ambos.
—Hola, Mikoto. Bienvenidos, pasen- Mi madre los invitó a pasar y les indicó que podían tomar asiento— La comida está casi lista- Dijo echándole un vistazo al arroz— Sakura, ofrécele galletas a Sasuke-Dijo mi madre ordenándome a hacerlo.
Desperté confundida, eso no podía ser verdad, nadie me había mencionado tal amistad, pero ¿Por qué Mikoto no había dicho nada al respecto? O quizás solo era un simple sueño, la piel se me erizó por completo.
Me levanté a sabiendas que me encontraba desnuda en el cuarto de Sasuke, al ver la cama me percaté de la mancha de sangre que cubría las sábanas, las quité de un tirón, tirándolas al suelo, entré al retrete de Sasuke y tomé uno de sus albornoces que estaban en el mueble suspendido de "novus", con acabado lacado mate, con tirador cromo brillante, saqué uno color gris y me lo coloqué, agarré las sábanas y las llevé al cuarto de lavado, programé un lavado ligero de agua caliente, esperaba que no quedara ninguna mancha. Decidí darme un baño con agua tibia en la regadera, me dirigí al cuarto de baño que estaba al fondo a la, lado derecho y me adentré ahí, abrí las llaves, me quité el albornoz de felpa en tono gris humo que llevaba puesto y entré a la ducha. El agua cálida caía en mi cara y pronto en todo mi cuerpo, me sentía sucia por alguna razón comenzando a tallarme desquiciadamente, me dije a mi misma que no debí de haberlo hecho, no con él, me sentía culpable por aquello, las lágrimas se hicieron presentes, las gotas de agua se mezclaban con mis lágrimas, yo quería que mi primera vez fuera hermosa con el Señor Itachi, pero eso al parecer ya no me era posible, atrapé mis rodillas con los brazos quedándome bajo el agua.
Cuando decidí salir y colocarme el albornoz, al abrir la puerta alguien se encontraba en la sala con el televisor encendido, apresuré el paso encontrándome a los hermanos Uchiha, Itachi tomaba el hombro de Sasuke en un intento de "consolación", la TV estaba en el canal de noticias y anunciaba la muerte de dos grandes empresarios, los Señores Uchiha dueños de la compañía NTT, el cuarto de hotel había ardido en llamas y la Policía había tomado cartas en el asunto e investigaba el caso. Las piernas se me entumecieron, luego caí de rodillas, de nuevo el dolor en el pecho y un nudo enorme en la garganta, no podía respirar, me faltaba oxígeno, mi peor miedo se hacía realidad, vi a los Uchiha correr hacia mí, la próxima sería Yo o Itachi, incluso Sasuke, no pude más y el mundo se vino abajo.
Al parecer había pasado todo muy rápido, desperté cansada y desorientada, los Uchiha se encontraban a mi alrededor, Itachi sostenía una torunda con alcohol, mientras que Señor Amargura me ayudaba a ponerme de pie, sus orbes negros me indicaron que había derramado unas lágrimas, el pecho comenzó a dolerme, volví en sí recordando lo que estaba sucediendo. —Tengo que irme—Lo dije pensando que llegarían por mí en cualquier momento. Los hermanos me fulminaron con la mirada.
—No irás a ningún lado—Dijeron al unísono.
Escucharlos decir aquello me conmovió demasiado, las lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas, no quería más muertes, no podía con todo aquello, extendí mis brazos hacia Itachi, llorando desconsoladamente, él correspondió a mi abrazo y dejo que llorara en su hombro, manchando su traje, color negro humo de lana virgen de alta costura. El noticiero seguía anunciando la muerte de los Señores Uchiha, por lo que se escuchaba fallecieron cuando dormían en el hotel Hilton de Barcelona por un incendio en la cocina, o eso era lo que decían los reporteros.
—Es una mentira... ¿cierto Itachi? — Las lágrimas seguían cayendo, mientras el hermano mayor palmeaba mi espalda, consolándome.
—Quisiera decir lo mismo Sakura, pero es verdad.
—No… —Dije con lágrimas en los ojos apoyada en el hombro de Itachi—¿Dónde están? —Dije con voz quebrada.
—El Instituto de Medicina Legal de Catalunya se hará cargo de traer las cenizas aquí, yo personalmente iré a recogerlas mañana por la tarde a la Universidad de Tokio y luego iremos al edificio Shinjuku— Dijo intentando controlarse un poco apoyándose en mi nuca, después de eso me soltó, me dio un beso en la frente y se puso de pie— Iré a ducharme— y se encerró en su cuarto dando un portazo, miré al Uchiha menor de reojo y sentí tanta nostalgia, sabía cómo se sentía.
—Sasuke— Me hacían falta las palabras, no podía articular nada, sentía tanto miedo y dolor como él— Lo siento. —De nuevo las lágrimas salieron desmesuradamente, queriendo abrazarlo y decirle que todo estaría bien, pero le mentiría, opte por irme a mi cuarto, cuando su mano me sostuvo de la cintura y me giró hacia él. —Dime que no es real, Sakura— Me susurró al oído con la voz ronca y quebrada, tanto que sus palabras terminaron por desgarrarme el corazón, no pude controlar mi llanto. El intentaba mantenerse firme, pero su agarre me lastimaba, estaba aferrándose a mí con demasiada intensidad y dolía, pero no dije nada. Se quedó ahí inmóvil un minuto y luego se dirigió al cuarto de sus padres, quedándome sola y confundida ¿Qué iba a hacer?
De pronto se escucharon vidrios cayendo al suelo y corrí para calmarlo —Sasuke— le grité eufórica— Basta, te harás daño— Seguí hablándole alto y acercándome para que parara.
—Cállate— Me gritó con odio e ira —Tu solo eras una niña estúpida cuando murieron tus padres, no sabes nada— Sus palabras me hirieron, pero tal vez tenía razón.
—Y tu estas siendo un idiota— Me acerque a él empujándolo, esto no era un desafío de quien tenía mayor duelo.
—Lárgate, déjame solo— Dijo tomando un retrato de cristal del tocador, se lo quise arrebatar de las manos —Que te largues —Me gritó, cayendo el retrato al piso y yo junto con él al haberme empujado con fuerza, las astillas y pedazos de vidrio se esparcieron, quise pararme y darle una bofetada al imbécil, pero me hice un corte enorme en la palma de mi mano derecha, las baldosas blancas del cuarto se cubrieron de un rojo carmesí al instante. —Genial— Le dije fulminándolo con la mirada.
—No creí que fueras tan estúpida como para cortarte— Me puso los ojos en blanco y me levantó de un tirón para llevarme a su cuarto por un botiquín de primeros auxilios. Me llevó casi arrastrando haciendo presión en mi palma, me sentó en su cama destendida y recordé que había que tender las sábanas que estaban en la lavadora, debido al incidente de la noche anterior, Sasuke notó mi reacción y sonrió de lado.
Señor Cascarrabias se hizo cargo de limpiar y vendar la herida, cuando terminó vi como hizo un vendaje perfecto y salí casi corriendo de su habitación para dirigirme al cuarto de lavado para sacar los tendidos, también tenía que colocar cobijas nuevas en la habitación del pelinegro, así que colgué lo lavado y luego busqué unas limpias llevándolas a su habitación. El Uhiha menor no se encontraba, al parecer salió de la torre, entonces tendí las sábanas nuevas en su habitación y al terminar me fui a mi cuarto a descansar un poco, tenía demasiadas cosas en la cabeza y quería pensar en todo, en que haría, además si la Señora Mikoto ya no estaba alguien tendría que hacerse cargo de la casa, y por lo pronto sería yo, tendría que cuidar de los hermanos Uchiha y de mí, había tanto que hacer y yo solo necesitaba unos minutos para aclarar mi mente.
"Me dirigía a la High School en Iruma, Saitama, eran aproximadamente las 6:35 horas de la mañana y yo tenía que tomar el metro para llegar a mi destino, las clases comenzarán a las 7:00 en punto, así que debía darme prisa, tomé el metro y llegué faltando 5 minutos para la hora, tuve todas mis clases, saliendo a las 12:50 horas y de nuevo tenía que tomar la rutina, me despedí de Ino Yamanaka y fui a tomar el tren, a las 13:30 aproximadamente, estaba por Azumachō, llegando a casa, por la acera miré a cierta persona, con un abrigo negro, la capucha le cubría el rostro lo que impedía verlo bien, el tipo venía en dirección contraria a la mía, al llegar a casa vi a mis padres muertos en un baño de sangre..."
Me desperté bañada en sudor, con algo de temperatura, las pesadillas habían vuelto y al parecer no se iban a ir nunca, el mal me perseguía a donde quiera que fuera, estaba hecha un desastre y tenía que ducharme, la persona de mis sueños creía haberla visto antes. Busqué el sleep y mi Kimono rosa de Victoria's Secreet y me fui al baño del pasillo al fondo, necesitaba un baño de agua caliente, quería que la tensión en mi cuello se fuera, me adentré en el agua cuidando el vendaje de mi mano, sentía como las gotas caían en mi cuerpo, me quedé un rato ahí. Para cuando salí el sol ya se había ocultado, me coloqué el sleep y el kimono arriba de eso y me preparé el rostro con el serum de Vichy y agua de rosas, salí y me dirigí a mi cuarto, me tumbé en la cama, me coloqué los audífonos de mi celular, optando por escuchar música relajante, para ver los mensajes de texto y redes sociales. Tenía un mensaje de Yamanaka "Sakura, me enteré de lo que les pasó a los Uchiha, lo siento mucho". —Mierda— De nuevo el ardor en mis ojos, en el pecho y el llanto me consumieron. Me recosté un poco, tomando posición fetal para controlar el dolor, no sabía cómo lo estaban llevando los hermanos.
Pasó como una hora, me quité los auriculares y escuché un alboroto al parecer en el living room, miré mi celular y el reloj marcaba las 00:05 horas, dejé mi celular y salí corriendo descalza a ver qué ocurría, no había nada en la sala, se escuchaba en la oficina del Señor Itachi, me acerqué, abrí la puerta y ahí estaba él en la penumbra de su oficina con la lámpara del escritorio encendida. El Señor Itachi se encontraba recargado sobre el mueble de jatoba, envuelto en un jogger pants de Calvin Klein en color negro con su conjunto de playera de algodón con cuello redondo, en su mano izquierda divisé una botella de bourbon de la marca "Maker's Mark Private Select" que alcancé a leer en la etiqueta, fui con cuidado por las astillas de cristal que había en el vitropiso, al parecer de una botella terminada por el Señor Itachi, me acerqué para quitársela de las manos y me apartó.
—Sal de aquí niña.
—No— dije desafiante.
—Quiero estar solo— articuló con voz queda.
—Tienes que descansar—Me acerqué a él con precaución —Haz hecho demasiado por hoy— le acuné el rostro entre mis manos.
—No quiero descansar, cielos Sakura—Despabiló un poco tallándose los ojos con el antebrazo, apartándome—Solo llévame a mi cuarto.
—Está bien— Asentí, él era enorme, así que me puse entre su dorso y su brazo para sostener su peso dirigiéndome hacia su habitación. Entramos a la habitación, lo recosté, le quité las sandalias, coloqué la botella en el buró que tenía del lado derecho y me senté a su lado.
—Itachi, por favor no hagas esto, el alcohol no hará que ellos vuelvan— Sostuve su mano con la mía y estaba a punto de llorar cuando él me puso los ojos en blanco y me tumbó a su lado, dándose cuenta del vendaje en mi mano, alzando las cejas en forma de pregunta.
—Sasuke— solo dije y entendió todo.
Con un movimiento rápido yo estaba debajo de él, luego me besó con impetuosidad, me besaba desesperadamente, introduciendo su lengua en mi cavidad, jugueteando con la mía. El olor a alcohol me atacó. Mientras que sus manos traviesas se deshacían de mis prendas, en un abrir y cerrar de ojos él ya me había desnudado, el sleep y mi kimono se encontraban en el suelo. Volvió a besarme, masajeaba uno de mis pechos como le venía en gana, bajó por mi cuello lamiendo todo a su paso, dejando una línea fluvial camino a mis pechos. Posó su mano derecha en mi cadera y con la izquierda atrapó mi seno derecho, mordió el otro pecho y yo gemí de dolor y placer, lo succionó y lamió las veces que él quiso haciendo lo mismo con el otro, la adrenalina recorría todo mi cuerpo y sentía como bajaba la electricidad hasta mi entrepierna. El Uchiha bajó la mano que tenía en la cadera y la llevó hasta mi entrepierna abriendo paso entre mis labios vaginales, dando leves masajes en el clítoris.
—Ah, Itachi— Estaba demasiado extasiada y volvió a besarme, ahogando mis gemidos.
Bajó de nuevo, pero esta vez hasta mis piernas, se colocó en medio de ellas, se acomodó un poco e hizo que flexionara mis rodillas, yo estaba algo apenada, él me tenía a su merced y no decía nada al respecto, no había rastros de la moral de aquel Uchiha de antes y eso me agradó bastante. Empezó por separar los labios mayores con ayuda de su mano para luego lamer desde la entrada de la vagina hasta el clítoris una y otra vez, chupó un poco fuerte uno de los labios vaginales, lo cual provocó que gimiera fuerte, luego introdujo su lengua en mi vagina, para después hundir su dedo medio en ella, me estaba volviendo loca.
—Itachi— Quería suplicarle que se apresurara y el siguió torturándome desquiciadamente. Seguía lamiendo y chupando el clítoris mientras que metía dos dedos en mi vagina, yo estaba por terminar, cuando él se detuvo.
Se sentó sobre sus piernas y comenzó a lamerse los dedos, yo solo veía como hacía aquello tan descaradamente, haciendo que me excitara aún más.
—Eres exquisita, Sakura— Se puso de pie —Acércate—dijo con voz ronca, lo cual obedecí. —Siéntate, Sakura— Su voz era cada vez más áspera, él se tomó el pene con la mano zurda y lo acercó a mí, sabía exactamente lo que quería, así que abrí un poco mis labios, puso su glande en mis labios y diablos, esa cosa media algunos 18 centímetros por lo menos, además que era bastante grueso, así que lo lamí, dando una probada, su sabor no era tan agrio, me gustó y luego chupé el glande introduciéndolo en mi boca, lo tomé con mi mano izquierda, ya que no podía usar la derecha, quitando el su mano, dejando que me hiciera cargo de satisfacerlo un poco.
Comencé lento, metiendo y sacando el pene de mi boca, cada vez hacía los movimientos más rápidos y él gruñía de placer, lo saqué, lamí el glande para después lamer el orificio de la uretra y luego lo recorrí con la lengua hasta los testículos, el evocó un gruñido feroz, me sujetó de las caderas dándome la vuelta, poniéndome de rodillas nuevamente sobre la cama, busto al frente, senos al suelo, apoyándome en los antebrazos y la cabeza reposando en mis manos, con actitud sumisa a la gran erección del azabache.
Sentí como sus dedos empapados me tocaron la vulva y luego los introdujo en mi vagina, lo llevó a cabo como unas cinco veces seguidas y luego pasó, el introdujo de una sola estocada su miembro, haciéndome gritar por el dolor que provocó el tamaño de esa erección ¡Kami! ¿Acaso los Uchiha tenían ese privilegio? Me penetró una y otra vez con demasiada brutalidad, derramando salvajismo, me estaba doliendo un poco, el frenó sus movimientos y comenzó a masajear mi clítoris, introduciendo y sacando su miembro lentamente, eso me gustaba y yo llegué al orgasmo, al igual que el Señor Itachi al sentir un líquido viscoso que caía en mi espalda. Me desplomé en la cama junto con el azabache, abrazandome y yo caí en un profundo sueño.
"El sol se encontraba en el cenit y con ello me encontraba en el Takamihara Park, ubicado en Shimofujisawa en Iruma, Saitama, donde me encontraba sentada en el pasto conversando con mi mejor amiga Ino Yamanaka y a lo lejos observabamos a cierto chico azabache quien pasaba por el lugar, Ino decía estar enamorada de él y yo simplemente veía al azabache, ella decía que era el más guapo y codiciado de la ciudad de Tokyo, el chico volteó de reojo y mi mirada se cruzó con la suya, era Uchiha Sasuke".
Desperté confundida, despertando también al Señor Uchiha, él me miró desconcertado, me abrazó y me recostó en su pecho, los dos nos encontrábamos desnudos y envueltos en una sábana blanca, al parecer el Uchiha mayor ya se había dado cuenta que ya había perdido mi virginidad y con alguien más. Miré su rostro y se encontraba calmado, luego me miró y sin más me dió un beso fervoroso, le respondí mordiéndome él los labios vigorosamente, casi queriendo romper el labio inferior, aún tenía ese desagradable olor a alcohol, pero yo estaba atónita y extasiada por el comportamiento tan fuera de sí del Señor Uchiha, así que aproveché la ocasión.
¿En realidad yo me estaba aprovechando? La duda se quedó en mi cabeza y entonces Itachi se colocó encima de mí y comenzó a tocar mis senos, tomándolos fuertemente para después acercarse, lamiéndolos, mordió uno de los pezones bruscamente, provocándome espasmos, recorriéndome una onda de dolor por todo el cuerpo, continuó con su tortura llevando uno de sus dedos a su boca humedeciendo los dedos índice y medio, para luego masajear el clítoris un poco, hundiendo sus dedos y luego de una sola estocada me penetró por completo, a lo cual yo gemí por la molestia, ¡Demonios! esto si me estaba irritando, ya que lo estaba haciendo sin cuidado, Itachi volvió a sacar su miembro y lo volvió a introducir fuertemente. De nuevo volví a gritar por el escozor y él al parecer se estaba excitando demasiado, ya que su erección crecía cada vez más, me tomó de las caderas y continuó embistiéndome con salvajismo en cada estocada, haciendo esto un par de veces más, me volteó, me dio una nalgada y me penetró por detrás.
—Detente— Le dije casi sin aliento, pero al parecer no me escuchó—Para, por favor— Le grité, me estaba lastimando.
El solo me giró de nuevo, para besarme y morderme el labio inferior, yo hice lo mismo para que se tranquilizara, pero fue todo lo contrario, él comenzó de nuevo con sus movimientos bruscos, yo no lo soporté.
—No. ¡Basta! Aléjate. Estás lastimándome—Le decía.
—Shh— Él estaba disfrutando, pero yo no. Se tiró encima de mí para besarme, pero me hice aun lado, quería que se detuviera, y él solo quiso volver a penetrarme.
—Itachi, basta—Le grité, zafándome de su estocada— Aléjate de mí— Dije sollozando.
—Sakura, ¿Acaso no te gusto?, ¿Acaso crees que no me doy cuenta que disfrutas cada vez que te toco? Nadie te escuchará, no tienes a nadie que te defienda, eres solo mía— Se acercó a mí de nuevo y yo lo miré con horror sintiéndome aterrada, lo empujé para poder salir de su habitación y me fui corriendo a mi cuarto, encerrándome.
No quería salir ni siquiera a ducharme, me quedé unos minutos o quizá unas horas recostada en la puerta, asegurándome que el Señor Itachi no viniera a mi cuarto, luego me coloqué un slip para dormir y me recosté en la cama. No sabía qué hora era y no había tenido pesadillas, estaba tan cansada que dormí profundamente. Desperté con unas malditas ganas de ducharme e irme de esta maldita casa, me dirigí a mi cama por mi celular el cual marcaba Lunes y las 6:45 am, tomé del closet unos jeans de Bershka Skinny Super High Waist, en color negro, una T-shirt basic asimétrica, en color amarillo holgada de ZARA, unas zapatillas de vans de cuero y lona sin cordones, en color blanco, luego fui al baño del fondo para darme un baño rápido en la regadera, me quité el slip y la vendoleta de mi mano, abrí uno de los cajones donde había instrumentos de primeros auxilios, sustituyendo la venda por un parche redondo, adentrándome en la ducha, tallaba mi piel con el jabón líquido de cerezas con cuidado, por ende un par de lágrimas surgieron de mis ojos al recordar aquella escena atroz, al pasar unos minutos salí del baño, me cambié, me puse solo un tónico y protector solar en el rostro, me coloqué la ropa que había cogido anteriormente y eché a una maleta unos jeans de mezclilla altos, en color azul, una basic T-shirt blanca y un conjunto de ropa interior, en color blanco, metiéndolo todo en la mochila y artículos de higiene personal, dejando el cabello suelto debido a la humedad.
Iría a la casa de Ino solo por este día, ya después vería que hacer respecto a los hermanos Uchiha y el funeral de los Señores Uchiha Fugaku y Mikoto, así pues, me dirigí al ascensor sin hacer demasiado ruido, ya había pedido un taxi para que pasara por mí en la entrada de la recepción, pulsé el botón de PB y me recargué en el metal del ascensor, al abrirse las puertas sentí una oleada de aire frío el cual me recorrió las entrañas, por lo que ocurrió la pieloerección, inmediatamente me dirigí a la parte de afuera en la acera para ver si se encontraba el taxi y aun no llegaba, eran las 8 horas con 15 minutos, cuando llegué a recepción, pero en ese momento divisé un auto color negro humo que se aparcaba delante de mí, bajando de este el azabache y una pelirroja conocida ¿Que mierda?
Se acercaron para entrar a la recepción pasándome por un lado dicha pelirroja, el azabache se percató de mi presencia, queriendo decirme algo pero mi taxi había llegado. El Uchiha intentó sostener mi mano, pero le ignoré y apresuré el paso para subirme al taxi, diciéndole al conductor que arrancara, por lo que me obedeció dando marcha al auto, le di la dirección hacia Tore Ri Daikan'yama, Sarugakuchō, en shibuya, el conductor asintiendo siguió la ruta por el sur, siendo esta Sakurada-tori, para luego ir por Yamate-dōri, con rumbo a la carreterea Metropolitana 416 y llegar a Daikan'yama, después de unos minutos mi celular comenzó a sonar por una llamada del Uchiha, el cual apagué colérica.
¿Cómo se atrevía a hacer tal cosa? Pensaba que dejaría de salir con esa clase de tipas, pero al parecer eso jamás pasaría, yo solo era otra en su lista y él me había negado tal cosa cuando se lo pregunté, solo quería acostarse conmigo, ¡Demonios!, estaba irradiando ira por todos lados, quería llegar pronto con Ino y contarle todo, bueno casi todo, encendí mi teléfono celular encontrando mensajes de los Uchiha, abrí primero el de Itachi.
—Sakura, regresa por favor.
Era todo, no había disculpas, nada, solo eso... y abrí los mensajes de Señor Cascarrabias.
—¿Por qué carajo apagas el móvil?
—¡contesta!
—¿En dónde estás, Sakura? iré por ti.
Ignoré a ambos, no me importaba una mierda su preocupación en estos momentos, lo único que quería era olvidarlos por unos segundos, no sabía si debía contarle todo a Ino, en fin, le marqué a la cerda, contestándome después de dos timbres.
—¿Qué pasa frente de marquesina? — Dijo burlándose.
—¿Puedes recibirme en tu casa solo esta noche? — Pregunté con voz queda.
— ¿Pasó algo? — Preguntó preocupada.
— Te contaré cuando te vea, solo necesito donde pasar la noche.
—Claro, ¿vienes en camino?
—Sí, estoy por llegar.
—Vale, te espero.
El taxi llegó a casa de los Yamanaka, le di el cambio y se fue, toqué el timbre de la puerta saliendo mi amiga de inmediato, faltaba un cuarto para las 10:00 horas cuando llegué a casa de Ino.
—Sakura, ¿estás bien? — dijo ella angustiada.
—No, no creo estar bien Ino— contesté algo amarga, ella solo me abrazó y sentí un gran alivio, el pesar desapareció unos minutos, ya que ella iba a hacer que hablara en cuanto llegáramos a su habitación.
Al llegar a la habitación de Ino y apenas acomodarme en su cama, ella empezó a alardear como de costumbre. —Y bien ¿Qué pasó? — hizo una pausa —¿O pretendes que te saque las palabras a golpes? — Ella rió al decir lo último y luego comencé a contarle.
Le dije a la cerda algunas cosas, lo de Sasuke le conté que me había acostado con él y que estaba totalmente arrepentida, ella se emocionó por mí y me decía que no tenía por qué arrepentirme de nada, según yo quería eso y no quería aceptarlo, luego vino la plática de Itachi y solo le dije que tuve una discusión cuando estaba ebrio y él me había ofendido, me sugirió que hablara con él sobre el tema, pero me negué rotundamente. Al contarle todo aquello sentí una liberación de todo el estrés que llevaba encima por no poder hablar con nadie, me dijo que iríamos a un bar a beber unos tragos para que me olvidara de los Uchihas por un rato y al no haber forma de convencerla de lo contrario acepté, al parecer habíamos platicado no menos de 4 horas, porque la madre de Ino nos habló para la comida.
Al escucharla nos pusimos de pie y nos dirigimos al comedor, al verme la Señora Yamanaka me dio un gran abrazo —Siento mucho lo de tus padres, Sakura— Dijo con un semblante serio y sus ojos comenzaron a llenarse de agua y por consiguiente los míos.
—Mamá, no queremos que la frente de marquesina se deprima aún más— Dijo Ino interrumpiendo haciéndome reír un poco, secándome las lágrimas que comenzaban a salir.
—Bien, hice un menú algo extenso así que ayúdame a colocar las cosas en la mesa Ino—Ordenó.
La cerda le puso los ojos en blanco y comenzó a poner la vajilla en la mesa, yo ayudé con la comida, era al parecer teriyaki de pollo y verduras salteadas, sopa de miso, arroz blanco y takoyaki, acompañado de té verde. La cerda terminó de acomodar la vajilla y nosotras de poner la comida sobre la mesa y entonces nos sentamos, luego llegó el padre de Ino el Señor Inoishi Yamanaka, uno de los más reconocidos floristas de Tokyo, el cual tenía ya cerca de 10 franquicias en el Estado y pronto se extendería internacionalmente, era una persona muy inteligente.
Después de saludar al Señor Yamanaka, procedimos a comer y entablar una conversación sobre la administración de las florerías, además estaban buscando a alguien para trabajar medio tiempo junto con Ino, ya que estarían ocupados surtiendo las demás tiendas.
—Yo lo haré—Dije con cierta emoción —Yo puedo cubrir el medio tiempo— Todos me voltearon a ver e Ino se quedó viéndome como bicho raro, ya que jamás había trabajado.
—Está bien— Contestó sin más el Señor Yamanaka —Ino te dirá lo que tienes que hacer y el horario será después de salir de la Universidad hasta las 20:00 horas.
—Excelente.
La cena continuó en silencio y terminamos de comer como a eso de las 16:20 horas, luego recogimos la mesa y la madre de Ino se encargó de la limpieza de la vajilla, mi amiga y yo nos dirigimos a su habitación de nuevo.
— Ino, ¿vamos a Kitchen Cero? — Le solté en seco algo nerviosa, la verdad era que quería ver a Yahiko y pasarla bien un rato en compañía de su grupo, tal vez a Ino le agradaría alguno.
— Claro, está cerca de aquí — Hizo una breve pausa — ¿Cómo conoces el lugar? — cuestionó la rubia.
Le puse los ojos en blanco —Fui con Sasuke y unos amigos.
—No me lo creo, vale me gustaría escuchar esa historia en el bar — La cerda siguió riendo y comenzó a buscar ropa en su armario para salir.
Me aventó con un top corto de color negro de Pinko con tirantes finos, diseño fruncido y cierre en la parte de atrás, unos botines clásicos en piel color negro de Salvatore Ferragamo, con tacón cuadrado medio, puntera de almendra y cierre de lado y una cazadora en cuero de color negro de Frame con solapa de muesca, cierre en la parte delantera, cierre con botones de presión, manga larga, bolsillos laterales con cierre y corte regular, le enarqué una ceja.
— No iré contigo si vas de esa manera, idiota.
—Gracias amiga— dije con sarcasmo.
—Me lo agradecerás más tarde.
Me coloqué las prendas que me arrojó Yamanaka, incluso me quité el sostén y solo me coloqué el crop top y la cazadora, por tanto, Ino traía puesto un body con escote pronunciado de color negro de Alexandre Vauthier con escote en V muy marcado, manga larga, estilo stretch, una falda corta plisada con estampado Medusa en seda de Versace con cierre y abertura lateral y botines Niccolo en cuero de color negro de Jennifer Chamandi con puntera en punta, plantilla de cuero, tacón alto y al tobillo, además una bolsa de hombro Rockstud Valentino Garavani de Valentino con correa de cadena de hombro y apliques Rockstud en tono dorado, además llevaba su cabello en un medio recogido. Todo el closet de mi amiga era muy personalizado, ya que le encantaban las cosas de diseñador y la alta costura.
Pedimos un taxi el cual llegaría en no menos de cinco minutos, el reloj marcaba las 18:30 horas cuando nos encontrábamos en la puerta principal y en unos minutos llegó el taxi, el cual sonó el claxon para que saliéramos. El conductor se fue por la ruta más corta como le indicó Ino, así que se dirigió hacia la calle Komazawa, por la ruta 416 y calle Meguro hacia Shinagawa-ku, en unos minutos llegamos a Kamiosaki, por la calle Meguro en la ruta 312 y a la derecha estaba nuestro destino, en el camino Ino seguía maquillándose un poco, yo solo me coloqué en los labios la benetint de benefit en color rojo escarlata y una máscara de pestañas de la misma marca. El conductor se detuvo yo le di el cambio que marcaba la calculadora de precios, salimos del coche y entramos al restaurante.
Al ingresar en el mismo, nos colocamos en una de las mesas del centro, por ende, llegó un mesero a atendernos e Ino le indicó que por mientras quería un vino blanco de Domaine du Petit Clocher, el mesero asintió y nos dejó las cartas para ordenar el menú, Ino me pasó de largo, llegó el mesero sirvió las dos copas de vino e Ino de nuevo ordenó un Temaki de camarón, pulpo y trucha, al retirarse el mesero la cerda tomó un sorbo de su líquido amargo y comenzó a alardear.
—Y bien, ¿Cómo es que conociste a amigos de Sasuke? —dijo y enarcó su ceja.
—Vale, los conocí en la fiesta de graduación y luego me envolví en una carrera de autos con un tal Yahiko— bebí un trago de mi copa y le devolví el mismo gesto.
—¿Es todo? — me miró con odio —Carajo Frentona, tienes que ser más específica.
Antes de empezar a darle detalles a mi amiga, tomé todo el líquido de mi copa y serví una nueva para comenzar a contarle a la cerda el resumen de los dos días anteriores, cuando de repente alguien se acercó a nosotras.
—Disculpen hermosuras, pero me encantaría ofrecerles unos tragos— era un tipo de cabello color plata, con lentes, tez blanca y, extraño.
—No es necesario, gracias— dijo tajante Ino.
—Insisto chicas, no sería una molestia— dijo sonriente e insistente.
—Dijo no— Un chico pelirrojo apareció e hizo que el extraño se apartara de inmediato. —Estúpido —dijo en voz algo baja el pelirrojo.
¿Qué les pareció?
¿Merezco reviews? Si es así las leo a todas.
Los y las quiero
Atte. RoxInzunza.