Hola queridos lectores, yo soy Kitten y hoy les traigo uno de mis tres fics de San Valentín. Este fic está inspirado en la canción de Caramelos De Cianuro que tiene el mismo nombre. Se lo dedico a:
~Sakura Zala ~Yui Kirigaya ~Bet-chan ~Xumboo ~Fleur Noir.
En fin, ni la canción "Flor de Fuego" ni Sword Art Online me pertenecen.
-0-0-0-0-
Hermosa. Eso fue lo primero que se le vino a la mente al ver a aquella chica por primera vez. Su larga y lustrosa cabellera pelirroja que se desplazaba hipnoticamente al compás de sus elegantes movimientos; Su tez blanca y delicada a la vista, tal como uno esperaría de una princesa recien salida de un encantador cuento de hadas; Y aquellos brillantes orbes avellanados que se posaron curiosamente sobre el tan solo una vez, y eso fue más que suficiente para hechizarlo completamente.
Pero lo más hermoso, y lo que el más amaba de ella, sin duda era su sonrisa. Aquella brillante sonrisa que podria iluminar el dia de cualquiera, sin importar lo que estuvieran pasando. El único problema era, que su radiante sonrisa nunca estaba dirigida hacia el, sino hacia su hermano.
"¿Por qué?" Aquella intrusa pregunta rondaba dolorosamente en sus pensamientos, mientras sentía como si su corazón estuviera destruyendose, pedazo por pedazo, día por día. Pues un día había descubierto una verdad dolorosa. Y eso era, que ella amaba a otro.
Desde un primer momento, su corazón y alma fueron arrebatados sin querer por la pelirroja de apariencia dulce. Pero el sabía, que aún si ella le perteneciera legalmente a él, su corazon y alma siempre serían de otro hombre, y le dolía saber que ese hombre no era sinó su familia mas cercana.
Pero por más que quisiera odiarle por entregarle sus sentimientos a alguien más, por más que quisiera separarse incondicionalmente de ella, no podía. Fue por eso que aceptó la propuesta de un matrimonio arreglado con ella. Fue por eso que la cortejó todos los días con todo su empeño. Y fue por eso que nunca pudo dejar de amarla por más que lo intentara.
Y así, juntos se encontraron en el altar. El le ofreció una sonrisa sincera, pero ella solo respondió con una mirada vacía, palabras sin sentimiento y una sonrisa falsa
.
Las sílabas que conformaban su nombre se deslizaron suavemente por su boca. –Asuna– Y aquella mujer con una belleza y porte comparables a aquellos de una bella flor, dio la vuelta, y le dedicó un ligero intento de sonrisa que no hizo más que hundir el corazón de su receptor.
–¿Sucede algo, Kazuto-kun?– Soltó ella en su fina y bella voz, digna de su encantador ser. Y al escuchar el nombre de su hermano en lugar del suyo fue la gota que derramo el vaso. A pesar de haber sido una ligera equivocación por parte de ella, el sabía que ella hubiera querido compartir aquellos dos años de matrimonio con Kazuto en lugar de el. –Ah. Mis disculpas, Kazuki…-kun. Aún no puedo acostumbrarme. Espero y puedas perdona—
–Asuna– Le interrumpió él, ésta vez con más firmeza –Lo pude ignorar por los primeros meses, pero desde un tiempo ahora sé que es un problema serio. Por eso quiero pedirte el divorcio.
La muchacha abrió los ojos como platos. –¿P-por qué?– Logró preguntar a duras penas.
–Ya desde hace mucho se que a pesar de ser mía tu corazón le pertenece al dueño de ese nombre que has pronunciado no hace mucho, pero antes se me hacia casi imposible dejarte ir. También he de admitir que sé que el que sobra aquí soy yo, y no el. Porque sé que por cada instante que tengo tu atención para mi, hay millones de instantes en los que el reina en tus pensamientos. Porque por más que intente alcanzar una hermosa estrella, siempre terminaré quemándome por su luz. Porque aún siendo letal y dolorosa para mi, te volviste mi más profunda y peligrosa adicción. Porque sé que tu alma y tu corazón nunca me pertenecerán en realidad. Sé que por más que te ame, tu nunca me amaras de vuelta, eso es un hecho. Y a fin de cuentas reconozco que el que saldrá perdiendo en este asunto siempre seré yo, por haberme enamorado tan perdidamente de ti sin medir las consecuencias.
–Kazuki-kun– Soltó ella en un hilo de voz –¿Que pasará conmigo? ¡Toda mi familia me repudiará por divorciarme tan joven! Nadie me aceptará de vuelta cuando eso suceda. Nisiquiera tu.
–Por favor, Asuna. ¿Crees siquiera en la más mínima posibilidad de que Kazuto no te acepte? Sé que ni tu misma te lo crees, y por eso es que me separaré de ti. Porque quiero verte feliz, y aquello nunca se cumplirá mientras permanezcas a mi lado. Porque sé que el te ama de vuelta, e irá hacia el sol y de vuelta solo por verte sonreír. Te agradezco mil veces por estos dos años junto a mí, pues sé que te esforzaste mucho para soportarme y tratar de acostumbrarte. Te agradezco mucho por haberme dado una hija, aunque supongo que querrás llevartela contigo cuando te mudes con él. Tu partida me entristece como no tienes idea, pero sé que tu vida mejorará mucho junto a el. –Le respondió el, cada vez más suave, mientras secaba una lágrima traicionera que se le habia escapado en su confesión, y acariciaba la mejilla de la muchacha cariñosamente.
Ella solo asintió, y le ofreció la primera y última sonrisa radiante que el vería de ella, pues pronto comenzaron los procesos de divorcio, y pocos meses después, ella se casó con Kazuto.
Y allí se encontraba él frente a la nueva residencia de la muchacha, con su pequeña niña pelirroja en brazos. El sitio en sí era tan solo un pequeño apartamento que no le hacía nada de justicia a su extravagante pero humilde dueña, pero que a la vez reflejaba la personalidad de ella en mil y una formas. En la entrada, depositó un gran ramo de rosas rojas, anaranjadas y amarillas, que ante la luz del atardecer pronto, parecían un espectáculo de llamas. El sonrió, y se sintió satisfecho. Pues esa era su manera de agradecerle a la destellante muchacha por su tiempo y su amabilidad. Pues solo así, podía despedirse de una vez por todas de aquella hermosa flor que alguna vez fue suya para adorar. Su hermosa y única flor de fuego.
-0-0-0-
(Si conoces la canción de Caramelos de Cianuro, escuchala ahora)
No eres el agua,
Eres la sed.
Fuiste mi llanto,
Ya no tanto.
Sueles salir por la puerta de atrás,
Si no recibes más de lo que das.
Eres mi mal, eres mi herida;
Mi dulce recaída.
Y son tus cabellos,
cien mil caracoles.
Y en vez de ojos tienes dos soles.
Nunca me diste tu alma,
Cuando me dabas tu cuerpo;
Flor de Fuego.
Dame tan solo una razón,
O es que no tienes corazón.
Siempre el que más ama,
Termina perdiendo.
Y ahora que vienes y qué vas
Al no poder quererte,
Te quiero más.
Conocerte por dentro fue mi gran anhelo,
Y encontré solo hielo.
Por cada instante que te tengo,
Son un millón que te pierdo.
Cuando menos me lo espero,
Viene el flechazo más certero.
Nunca me diste tu alma,
Cuando me dabas tu cuerpo;
Flor de Fuego
Dame tan solo una razón,
O es que no tienes corazón.
Siempre el que más ama,
Termina perdiendo…
-0-0-0-
Bueno, hasta ahí lo dejo. Como podrán ver, en la canción describen a la tal "Flor de Fuego" como una mujer hermosa pero fría. En mi fic traté de no hacer a Asu tan fría xD. Espero que les haya gustado, por favor dejen un review.
¡Eso es todo, Nos leemos luego!
~Kitten