Zootopia y todos sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Disney.


Parachute (Paracaídas)

8. Decisiones

Y entonces se cortó la llamada.

"¿Nick?" Su corazón se detuvo por un segundo. Dos, tres, y aún no había respuesta. Cuatro, cinco. Contuvo la respiración, mirando perpleja hacia el teléfono. "Esto no puede estar pasando."

"¿Judy? ¿Qué ocurre?"

El tiempo no dejaba de correr. Necesitaba hacer algo, pero ya.

"Lo siento." Fue lo único que alcanzó a contestar antes de ponerse de pie. No podía quedarse ahí, no cuando Nick podría estar en peligro. Sentía que la cabeza le daba vueltas. "Tengo que irme."

Sin dar más explicaciones salió corriendo del lugar, abriéndose paso entre todos los animales que llegaban a ver el show y ganándose, a su vez, algunos reproches por su falta de delicadeza. "¡Lo siento! ¡Con permiso!"

Por fortuna no tardó en encontrar la salida y en cuanto tuvo una pata afuera, se detuvo para respirar. Sentía un nudo en la garganta, todo había pasado tan rápido.

"Si algo le pasa… si le hacen daño yo…" Cerró los ojos ante la idea. No, pensar así no la llevaría a nada. Tenía que mantener la cordura, buscar una solución rápida.

Fue entonces cuando su mirada distinguió un par de taxis estacionados en las orillas del parque.

"Si Nick estaba en la granja entonces es ahí a donde tengo que ir."

No perdió más tiempo y de un salto se colocó de nuevo en el camino, sin importarle lo demás. Llegó tan rápido como sus patas se lo permitieron y justo cuando había abierto la puerta del carro, alguien más la cerró en sus narices.

"¿Pero qué…?" Sus ojos se toparon con otros verdes, exaltados.

"Espera," logró pronunciar mientras trataba de recuperar el aliento. "Judy, ¿en… qué estabas… pensando?"

Y entonces, allí estaba él. Apareciendo de la nada, bastante vivo, extremidades todavía intactas.

Nick Wilde.

Por un momento creyó que se trataba de un sueño. Todo parecía tan irreal.

Pero tampoco podía negar la realidad de esos enormes ojos verdes clavados en los de ella, que la miraban con desesperación.

Era su Nick –no había duda alguna– y lo mejor de todo es que estaba en perfectas condiciones.

"¡Oh Nick!" Y sin pensarlo dos veces, la coneja lo atrapó en un abrazo. "¡Estás bien!"

"Zanahorias…" respondió este, con un hilo de voz. "No puedo… respirar."

Pero Judy estaba demasiado feliz como para prestar atención a lo que el otro le decía. "¡No tienes idea de lo preocupada que estaba! Por un momento pensé que te habían… que…"

"Que te habían capturado" quiso decir. Aunque, obviamente, ese no era el caso.

Y soltando un poco su agarre, fue ahí donde todo comenzó a tener sentido. Nick estaba ahí, a salvo.

Lo cual solo podía significar una cosa…

Judy abrió los ojos por completo. "¡No lo puedo creer!" Soltó sin más, alejándose de él. "¡Me mentiste Nicholas Wilde!"

El susodicho la miró espantado. "¿Qué? Espera, Zanahorias…"

¿Cómo había sido capaz?

"¿¡En qué estabas pensando tú!?" Su cara empezaba a ponerse roja del coraje. Jamás se imaginó que jugaría con algo así. Al menos no con algo tan serio. "¿Pensaste que sería gracioso, eh? ¿Hacerme creer que estabas en peligro?"

El zorro miraba a todos partes mientras que, con sus manos, le hacía una seña para que se calmara. "No es así, Judy, déjame explicarte."

"¿¡Explicarme qué!? ¿¡Cómo me viste la cara!?"

"¡Judy!" Le reprendió en un tono severo. "¿Quieres bajar la voz? Van a pensar que te estoy atacando."

"¡Pues que lo crean!"

"Bien." Espetó, cruzándose de brazos. "Haz lo que quieras. La que vive aquí eres tú, no yo."

Judy abrió la boca para replicar pero, al ver que varias miradas se habían vuelto hacia ellos, comprendió lo que Nick trataba de decirle.

"Oh…" Murmuró con las orejas caídas. Sin duda, muchos de esos rostros le eran familiares. Era lo único que le faltaba.

"¿Se van a subir al carro, sí o no?" Les preguntó entonces el chofer del taxi, sacándolos de su ensimismamiento.

"No, perdone." Judy se apresuró a contestar, moviéndose de ahí lo más rápido posible. Todavía podía escuchar a algunas cabras murmurando sobre lo ocurrido.

Caminaba con la cabeza en alto. "Zorro tonto, todo es su culpa." Y aún así, cada paso que daba la hacía sentir menos furiosa con él. En el fondo solo esperaba que ninguno de esos animales la hubiera reconocido. Un chisme como esos no tardaría en hacerle llegar a sus padres y ya bastante fama tenían los zorros en ese pueblo como para agregarle algo más a la lista.

Nick no tardó en alcanzarla. "¿Vas a dejar que te explique?"

El simple hecho de ver su rostro la hacía sentir molesta de nuevo. "¿Qué me vas a explicar?" Esta vez utilizó un tono más suave, sin pararse a escucharlo. "¿Qué fue muy divertido verme correr como loca por todo el parque?"

"¿Divertido?" Nick se detuvo en seco. "Zanahorias, casi pierdo un pulmón al tratar de alcanzarte."

"¿Alcanzarme? ¿A mi?"

El zorro suspiró. "Yo estaba a unos metros de ustedes cuando te hice esa llamada. El plan era sorprenderlos un poco, su cita…"

"¡Que no era una cita!"

"Su salida," corrigió de inmediato, "ya se veía bastante aburrida así como estaba. Solo quise darle un poco de emoción, eso es todo. Jamás pensé que saldrías corriendo de esa manera."

"¿Pues qué esperabas? ¿Qué me quedara a ver el espectáculo de títeres mientras tú estabas en problemas?"

Nick se mostró bastante ofendido. "Por supuesto que no, ¿acaso no las vistes? Esas marionetas no eran más que calcetines malhechos. Créeme, no te perdiste de nada."

Judy entrecerró los ojos al ver una sonrisita asomar en su rostro. ¿Es que acaso no se podía tomar nada en serio?

"¡Y todavía tienes el descaro de burlarte!"

"Mira, ya estás gritando otra vez." El zorro levantó las manos al aire. "Voy a empezar a llorar, al menos así creerán que eres tú la que está terminando conmigo."

"¡Urg, no tienes remedio!" Exclamó con las mejillas sonrojadas. De todos los chistes justo tenía que usar ese. "¿Sabes lo mucho que me preocupé cuando escuché tu llamada? Nick, creí que algo te malo te había pasado."

Esta vez fue él quien bajó las orejas.

"Tienes razón, creo que no pensé en eso." Murmuró mientras pasaba una mano por su cuello, avergonzado. "No era mi intención asustarte así."

Judy lo estudió por un largo tiempo, dándole una mirada escéptica. Era difícil creer que Nick pudiera estar arrepentido, especialmente cuando ella misma había sido víctima de muchas de sus bromas, desde comentarios sarcásticos que la coneja no entendía –y que llegaba a tomarse muy en serio– hasta chistes que la involucraban a ella –o a su especie, si se sentía especialmente creativo– por lo cual no sabía qué esperar.

"Definitivamente un día de estos me va a sacar canas verdes."

Al final fue él quien rompió el silencio. "Vamos Zanahorias, ¿no piensas quedarte ahí todo el día, o sí?" Y con una sonrisa de oreja a oreja, el zorro extendió sus brazos a lo largo de sus lados. "¿Me perdonas?"

La coneja frunció el ceño ligeramente. Oh no, un abrazo no la haría olvidar aquel asunto tan fácil. "Aún sigo muy molesta contigo."

"Lo sé y déjame decirte que te ves adorable cuando estás enojada."

Definitivamente ese tipo de comentarios no ayudaban.

"Nicholas Wilde, ni se te ocurra dar un paso más."

Continuó avanzando, ignorando sus intentos por alejarse de él. "¿Cómo es posible que exista tanto resentimiento en algo tan pequeño?"

"¿Qué dijiste? No, espera…" Judy intentó de detenerlo con ambas patas pero los brazos de Nick eran mucho más largos, por lo que le fue sencillo cubrirla con ellos. "¡Oye!"

Eso no hizo que dejara de poner resistencia.

"¿Acaso no conoces el espacio personal?" Con una de sus manos trató de empujar su cara lejos de la suya. Por desgracia, el contacto fue más duro de lo planeado.

"Ouch ¿Zanahorias, por qué siempre tienes que ser tan cruel?"

"¡Tú empezaste!"

"Ya te pedí perdón, ¿qué más quieres? ¿Qué me arrodille?"

Una risita se escapó de sus labios al escucharlo hablar así. "Oh cállate, no seas tan dramático."

Trató de ponerse seria, de alargar aquello un poco más para que pudiera aprender la lección. Vaya, que eso era lo menos que se merecía por haberla espantado de esa forma. Pero la sonrisa terminó por delatarla.

"¿Ves en lo que me has convertido?" Judy solo pudo negar con la cabeza, sin poder ocultar su risa. "Entonces… ¿me perdonas?"

Ese era el problema con Nick, nunca podía estar enojada con él por más de cinco minutos. Así que, al verse sin salida, suspiró. "¿Acaso tengo otra opción?"

"No, ambos sabemos que no puedes vivir sin mi."

A pesar de que deseaba que ese no fuera su caso, lo cierto era que el zorro no se equivocaba.

Claro, eso no significaba que él tuviera que saberlo.

"Yo-yo no estaría tan segura si fuera tú." Pretendió sonar desafiante, pero la cercanía de Nick hacía que no pudiera pensar de forma correcta. ¿No se suponía que debía de estar enojada con él? Porque si tomaba como referencia el calor que sentía en todo el rostro, obviamente no estaba haciendo un buen trabajo.

Además, todavía podía sentir sus manos trazando formas en su espalda, casi de manera imperceptible. Y el simple movimiento hacía que su corazón diera brincos dentro de su pecho.

Necesitaba una excusa rápida.

"Puedes… ¿puedes soltarme? Los demás comienzan a vernos raro."

Pero Nick la sostenía con firmeza, sin ninguna intención de dejarla ir. "¿Ahora te avergüenzas de mi?"

"¿Eh? No… ¡No dije eso!"

"Lo sé Judy, cielos, estoy jugando." Rodó los ojos, divertido por su reacción. "Solo quiero estar seguro de que todo está bien entre nosotros."

Aunque todavía se sentía algo nerviosa de estar entre sus brazos, escuchar aquello la tranquilizó de manera considerable. "Si prometes no volverlo a hacer, entonces sí."

Por un momento creyó que Nick no la había oído pues sus ojos estaban en otro lado pero, al fijarse de nuevo, notó que el zorro la observaba a ella, con una mirada traviesa. "Lo prometo."

"Eso y una ida al cine," agregó, sonriendo de igual forma. "Con todo y palomitas."

"Con todo y palomitas. Concedido." La acercó un poquito más a él, sin dejar de abrazarla. "¿Algo más, su Real Alteza?"

"Eso es todo." Asintió complacida. "Y ya que aclaramos eso. ¿Me puedes soltar?"

"Por supuesto." Pero su respuesta se quedó ahí, pues el zorro se mantuvo en su misma posición.

Judy lo observó expectante. "Y… ¿qué esperas?"

"Solo dame un segundo Zanahorias." Susurró, con la mirada fija en algún punto detrás de ella. "Ya casi… Espera…"

Judy no comprendió al instante hasta que lo escuchó, esa voz ronca tan inconfundible.

"¡Judy, ahí estás!" La coneja alzó las orejas de inmediato, justo en el momento en que Nick musitaba un "listo" y dejaba caer ambos brazos a sus costados.

No tuvo tiempo de preguntarle a qué se refería pues, a sus espaldas, Gideon Grey la observaba algo alarmado. "Te estuve buscando por todas partes. ¿Por qué te fuiste así?"

"Oh, es que surgió algo." Respondió sin pensarlo mucho. "Algo importante, quiero decir."

"Yo le pedí que viniera," su compañero intervino, rodeándola por los hombros y atrayéndola hacia él. "Me perdí al llegar acá y esta conejita fue muy amable en ir a buscarme. ¿No es así, Judy?"

La susodicha asintió lentamente, notablemente confundida por su comportamiento. "Claro… no podía dejar que deambulara por ahí solo."

"Ya veo."

"Disculpa que no te hayamos visto antes," añadió Nick después, sin quitarse la sonrisa de la boca. "Pero me alegra que nos hayas encontrado."

El zorro parpadeó un par de veces antes de contestar. "¿Cómo? Estaba seguro que me habías visto hace un momento, incluso les hice señas y todo."

"¿En serio? Qué pena, estaba algo distraído."

Judy arqueó una ceja. ¿Conejita? ¿Distraído? Por favor, Nick ni si quiera era tan educado al hablar. Definitivamente se traía algo entre las patas.

"No te preocupes. Por cierto, es una lástima que no hayan visto el show, fue muy bueno."

"¡No me digas!" Judy pudo notar el sarcasmo en su voz. Vaya, que incluso se veía afligido. "Y yo que moría por verlo."

"¿Es que no sabe cuándo parar?" Pensó con cansancio, por lo quele dio un ligero codazo antes de separarse de él. Y aclarándose la garganta, decidió interrumpir. "Ya será en otra ocasión, Gideon. Ahora tenemos que irnos, se nos hace tarde para la comida."

"En ese caso yo puedo llevarlos," Gideon insistió, encogiendo los hombros. "Dejé el carro aquí cerca."

Habló de prisa, dispuesta a marcharse lo más rápido posible. "Muchas gracias pero no es necesario, en serio. Ya te causamos muchas molestias."

"Judy, tu casa me queda de paso. Y créeme, no es molestia."

Oh, que no contaba con eso.

La coneja se detuvo un momento antes de responder, tratando de mantener su voz lo más amigable posible. "Eh… Gracias."

Le sorprendía tanta insistencia de su parte. Después de todo, ¿desde cuando se había vuelto tan amable?

Nick carraspeó un poco, llamando su atención. "¿Si sabes que así acaban las citas no?" Susurró a su lado, mientras los tres caminaban hacia el coche.

La sola idea la hacía sentir escalofríos por todo el cuerpo. "No empieces," lo miró con advertencia. ¿Es que no podía dejar ese tema por la paz?

Obviamente no.

"Si necesitas que los deje solos para despedirse…"

"¡Urg! ¡Bien!" Soltó entre dientes. "¡Hazlo!"

"¿Qué? ¿Te has vuelto loca? Por supuesto que no."


En todo el camino un solo pensamiento había pasado por su mente: las marcas que habían visto ese día en la bodega. Con todo lo sucedido, no había tenido tiempo de hablar con Nick sobre su visita a la casa de los Grey pero al verlo por el retrovisor, sonriendo despreocupadamente, ya podía hacerse una idea.

Lanzó una mirada rápida hacia Gideon y se aseguró de que tuviera la vista en la carretera. "¿Conseguiste las fotos?"

Apenas había enviado el mensaje cuando la respuesta apareció en su pantalla.

"Nick: ¿Qué fotos?"

"Las del almacén." Se apresuró a aclararle. El zorro, por otro lado, se tomó su tiempo para contestar.

"Nick Wide está escribiendo un mensaje…."

Mientras tanto, la coneja se permitió dar un vistazo por la ventana. El vecindario era bastante pequeño a comparación de los que había en Zootopia pero, sin duda, las casas en Bunnyburrows tenían su toque especial. Uno más hogareño.

"¿No es esa la granja de los Goatman?" A lo lejos distinguió una casa mucho más grande que las demás. Con un roble adornando la entrada, sus ojos divagaron hacia un pequeño letrero que colgaba en la cerca. "Un momento… ¿la están vendiendo?"

Gideon suspiró sin molestarse a voltear. "Al parecer ya lo hicieron."

"¿Pero por qué? La señora Goatman amaba esa casa."

"Es… difícil de explicar."

La coneja apretó los labios, pensando en las miles de razones que pudieron haber tenido para mudarse. Le hubiese gustado que Gideon dijera más.

En ese momento una notificación iluminó su pantalla. "Nick: Sí."

Rodó los ojos en cuanto la vio. ¿Para eso se había llevado tanto tiempo? Tenía que estar bromeando. "¿Y qué más?"

"Nick: ¿De qué?"

Respiró con calma, tratando de guardar la compostura. Era una suerte que Nick se encontrara en los asientos traseros, de lo contrario ya le habría proporcionado un buen coscorrón. "No sé Nick, ¿pasó algo? ¿Alguien te vio? ¿No tuviste ningún contratiempo?"

"Nick: Nah."

Puso los ojos en blanco, arrastrando una mano a lo largo de su cara. ¿Era en serio?

Pero antes de que pudiera replicar, el sonido del claxon la hizo volver la vista al frente.

"¡Fíjese señora!" A unos metros de ellos se encontraba una borrega de edad avanzada, quien al ver el coche no se inmutó en lo absoluto. "Esos borregos creen que pueden pasar así, como les de su gana. Si hubiera sido otro animal no se habría tomado la molestia de detenerse."

Judy se sintió desconcertada al inicio, hacía tantos años que no oía a Gideon hablar así. "Esta bien, solo que no hay necesidad de gritar."

"Lo siento," él también pareció darse cuenta de ello. "Es que son muy imprudentes, solo así aprenden."

A pesar de que no compartía su opinión, la coneja prefirió no hacer más comentarios al respecto. Tenía otro asunto en mente. "Entonces, ¿no sabes si los Goatman decidieron comprar alguna granja aquí? ¿O se fueron a otro lugar?"

"Se fueron, o eso me contaron."

"¿Y no sabes por qué?"

Gideon lo meditó unos segundos, con las manos firmes sobre el volante. "Judy, si te digo esto… ¿Prometes no decírselo a tu padre? Tú tampoco, Nick."

La gravedad de su voz la inquietó por lo que se giró en su asiento para poder observarlo. "Te aseguro que nada saldrá de aquí."

"Bien," suspiró de nuevo, algo inseguro. "El señor H –quiero decir, tu papá– no quería que ustedes se enteraran, aunque a estas alturas me imagino que ya todos tus hermanos deben de saberlo."

¿Saber qué? Su cara mostró completa confusión. "¿De qué hablas?"

"Han habido varios robos en el pueblo. Hasta ahora no ha sido nada serio, algunas cosas de valor." Hizo una pausa mientras dirigía al carro hacia la vereda que los conducía a su hogar. "Pero los rumores han sido fuertes. Dicen que se trata de una banda de maleantes, algo grande. Y no sé, supongo que la familia Goatman no quiso tomar ningún riesgo."

"Creí que esas cosas solo se veían en Zootopia," comentó Nick desde atrás.

Judy pensaba lo mismo. "¿Y por qué mi papá no quería que nos enteráramos?"

"No quería preocuparlos."

"Gideon," Nick asomó su cabeza en el espacio que había entre los asientos. "¿A eso se debían las marcas que vimos en tu casa?" Judy paró las orejas de inmediato. No esperaba que hiciera una pregunta tan directa. "¿Alguien trató de entrar a la fuerza?"

"¡Claro! Es por eso que la cerradura estaba forzada" la coneja dedujo en sus adentros. Todo tenía sentido.

"Al parecer así fue, por eso no quise darles más detalles ese día. No sé qué tanto hayas hablado con el señor Hopps, Judy."

La susodicha se mordió los labios. "Él no dijo nada al respecto."

"En ese caso es mejor que crea que no lo sabes."

Sabía que su comentario no había sido malintencionado pero no pudo evitar sentirse molesta. "Gideon, soy policía. Este es el tipo de cosas que mi padre debe de confiarme."

"Pero no estabas aquí."

"¿Y eso qué tiene?"

"Bueno, no es como si pudieras hacer algo estando tan lejos."

"¿Disculpa?" Arrugó la nariz al oír aquello. "Para tu información, desde la Comisaría pude haber dado alerta de lo que sucedía."

"Judy." Esta vez fue Nick quien se dirigió a ella. "Estoy seguro de que los policías ya deben de estar enterados."

"Puede que no se lo estén tomando en serio."

"Hey, tranquila." Continuó, colocando una pata en su hombro. "No tiene caso discutir sobre esto. Todo está bajo control, no hay por qué preocuparse."

Un minuto más tarde el coche llegó a una parada, la sombra de la tarde cayendo sobre ellos.

"Espero que tengas razón."


No obstante, Judy se conocía lo suficiente para saber que no podría dejar ese asunto por la paz. Al menos no hasta que lo escuchara de una fuente más confiable.

De alguien como Lily, por ejemplo.

Se despidió de Gideon lo más pronto posible –en compañía de Nick, quien no se le despegó en ningún momento– y en cuanto lo vio alejarse en su coche, no dudó en entrar directo hacia la casa.

O a la cocina, para ser más precisos.

"Lily," se dirigió hasta donde ella se encontraba, sin molestarse en saludar. "Necesito hablar contigo."

La coneja parecía estar bastante concentrada en terminar de secar los platos que sostenía entre sus manos. "Claro Judy," contestó despreocupadamente. "Soy toda oídos."

Nick llegó segundos después, quejándose sobre su falta de cortesía al dejarlo atrás. Cosa que Judy ignoró por completo. "¿Qué sabes sobre los robos que han ocurrido en el pueblo?"

Cuando su hermana no respondió de inmediato Judy volteó a verla expectante, solo para encontrarla con los ojos bien abiertos y con una expresión inusualmente seria. "¿Quién te lo dijo?"

Esa respuesta lo confirmaba todo. "¿Entonces es verdad?"

Lily dejó los platos en el fregador y se giró hacia ella. "Por favor, promete que no harás nada loco."

"¿Cuándo me has visto hacer algo así?"

La coneja se cruzó de brazos. "¿Realmente quieres que lo diga? Te recuerdo que de pequeña te encantaba meterte en problemas por cosas como esas."

"Pero eso era antes. No por nada estuve todo esos meses en la Academia." Cerró los ojos con cansancio. ¿Por qué les era tan difícil de entender? "Solo dime, ¿es cierto?"

Sin más argumentos, Lily pareció darse por vencida. "Sí, lo es."

"¿Y por qué no me lo dijiste antes?" Su expresión se suavizó, al igual que la de su hermana. Le dolía el hecho de que su familia decidiera ocultarle algo así.

Algo que, por si fuera poco, tenía relación directa con su profesión.

"Judy, ¿qué caso tenía? Tú venías a ver a papá."

"Pero también merecía saberlo."

Lily dejó escapar un suspiro, dando un paso hacia su hermana. "Lo sé, solo quiero que entiendas que este es tu hogar. Tu trabajo está en Zootopia, linda. Ya bastante carga tienes allá como para que vengas aquí a preocuparte también." Judy agachó las orejas, sintiéndose un poco culpable por ponerlos a todos en esa situación. "Deja a los policías de Bunnyburrows resolver esto."

"Tu hermana tiene razón," ambas se voltearon hacia Nick, quien las veía con completa calma.

Lily asintió con él. "Así es, hazme caso…" Y sin poder aguantarse la risa, le susurró un "Zanahorias" con el que terminó por soltarse a reír. Judy recordó entonces que sus hermanos habían escuchado a Nick decirle así el día del partido y que, probablemente, ya habían hecho varias bromas al respecto.

"No es gracioso." A el zorro no pareció importarle en lo más mínimo, pues no tardó en reírse junto con su hermana. Al final tuvo que interrumpirlos con un "¿Algún día lo van a superar?" que solo provocó más risas entre ellos.

Su hermana le sonrió con afecto. "Judy, ¿por qué no vuelves a la ciudad? Aquí ya no hay mucho por hacer."

Su corazón se sintió un poco más pesado. Realmente no había pensado en eso.

"Pero… ¿qué hay de papá?"

"Él ya está mejor," le explicó. "Hoy estuvo despierto toda la mañana y estoy segura que en un par de días tendremos que atarlo a la cama para que se esté quieto."

"¿Y ustedes?"

"No te preocupes, sabemos cuidarnos solos."

Judy abrió la boca pero su hermana se le adelantó.

"Y también estamos tomando nuestras precauciones," finalizó por ella.

La comisura de sus labios se levantó un poco, aún sin poder sentirse del todo tranquila.

Lily no lo dijo pero se daba cuenta. "Solo piénsalo, ¿quieres? El que te quedes aquí más tiempo no solucionará nada. Recuerda que hay cosas que no puedes controlar."


Cuando Nick la encontró, una hora después de su charla, Judy llevaba dobladas tantas piezas de ropa que había perdido la cuenta.

Su maleta se había llenado desde hace mucho –con cosas que ni si quiera necesitaba– pero no encontraba la forma de detenerse. Después de todo, eso la mantenía ocupada, ajena a sus pensamientos.

Necesitaba algo con qué distraerse.

Y a pesar de ello, la coneja pudo sentir su presencia. "¿Puedo pasar?"

El que Nick estuviera en su habitación la hacía sentir un poco nerviosa. Y no en el buen sentido. "Adelante."

Y no se equivocaba. El zorro no había dado ni dos pasos dentro de la recamara cuando una sonrisa se asomó en sus labios. Y aquello no podía significar nada bueno. "¿Qué?"

Al seguir la dirección de su mirada se topó con algunas calcomanías, dibujos, recortes y demás que solía coleccionar desde pequeña. Todas adornadas con frases que ella misma había colocado, cosas como "Que tengas un día esponjoso", "¡Buen trabajo!", "¡Super pelusa!", "Una zanahoria hace la diferencia", y bueno, frases que cualquier coneja de doce años escribiría.

A decir verdad ni si quiera recordaba que estuvieran ahí.

"Nada, solo me parece gracioso." Señaló la pared en cuestión, haciendo énfasis en una imagen que decía "Conejotástico". "Los recortes, quiero decir."

Judy trató de sonreír también, aunque todo ese asunto la avergonzaba un poco. "Los tengo desde niña," explicó de inmediato.

"Y vaya que tenías tiempo libre." Comentó mientras caminaba con las manos en los bolsillos, estudiando toda la habitación.

"Entonces, tomaste tu decisión." Dijo después de un rato.

Judy continuó acomodando unas blusas en la maleta. "Sí, creo que es lo mejor. Dejé muchos pendientes en la Comisaría y estoy segura que Bogo no tarda en llamar para recordármelo."

Nick no le quitaba los ojos de encima. "¿Qué hay con tu papá?"

Sonrió con tristeza. "Me quedaré con él esta noche, así al menos podré verlo descansar."

Ninguno de los dos dijo nada por un tiempo.

"Sabes que no hay ninguna prisa en que vuelvas. Yo puedo hacerme cargo."

"No es eso. Lily tiene razón, Nick." Suspiró, dejando toda la ropa a un lado. "De alguna u otra forma siempre termino buscando nuevos casos qué resolver. Mira lo que pasó con Gideon y su familia, al final todo fue un simple malentendido."

"Aún no has visto las fotos que tomé," le recordó.

Entonces se giró hacia él. "¿Y encontraste algo?"

"¿Además de las marcas?" El zorro negó con la cabeza. "No, nada."

"A eso me refiero." Continuó con cuidado, tomando asiento a la orilla de la cama. "Siempre termino adelantándome a las cosas y, no sé, creo que es mejor que ponga toda esa energía en un problema de verdad. Y ambos sabemos en Zootopia nos esperan cientos de esos."

"No me lo recuerdes." Se lamentó mientras pateaba una basura del suelo. "En ese caso, ¿me pongo a hacer maletas también o…?"

"Oh, no te preocupes. Planeaba regresar hasta pasado mañana así que todavía hay tiempo."

El zorro asintió lentamente, sin quitarle la vista de encima. "¿Estas bien?

Judy se quedó quieta por unos instantes. Ese era el tema que había estado evitando. "Sí, ¿por qué no lo estaría?"

Nick no contestó al inicio. Pero cuando volteó a su dirección, se sorprendió al toparse con sus ojos en ella. Parecía estar absorto en sus pensamientos y al sentirse un poco cohibida por su mirada, decidió voltear a otro lado.

"¿Sí sabes que eres bastante mala mintiendo?"

"No estoy..." Respondió con cierto titubeo. "Yo no…" Apretó los labios sin decir nada más. ¿A quién quería engañar? Cansada, un sonido de frustración escapó de su boca, dejando caer su cabeza contra la superficie de la cama.

"Déjalo salir Hopps."

"Es que… " Cerro los ojos, tratando de acomodar sus ideas. "Desde que llegué aquí no he hecho otra cosa más que buscar explicaciones a algo que jamás sucedió. Las sospechas, los golpes de mi padre, esas marcas, no fueron más que simples casualidades. Y yo estaba tan aferrada a la idea que no lo quise ver."

"Zanahorias..."

"Mi mamá tenía razón. A veces las cosas pasan sin ninguna razón en especial."

"Judy." Nick había dejado de apoyarse en la pared y empezaba a caminar hacia ella. "Solo estabas haciendo tu trabajo."

Pensó en lo que había dicho su hermana. "Pero mi trabajo está en Zootopia."

"Y tú estás aquí." Afirmó a su vez, sintiendo cómo el colchón se hundía bajo su peso. "La policía no se queda en la Comisaría, se va contigo."

Judy levantó la mirada hacia él. "De todas formas..."

"Además," prosiguió, sin dejarla terminar. "Siempre he pensado que las casualidades no existen."

Atenta a sus palabras, Judy lo observó mientras este se hacía lugar en la cama, a un lado de ella. Ninguno de los dos volteó después, decidiendo que era más seguro tener la vista fija en el techo. La cercanía que siempre fue natural entre ellos hoy se sentía diferente.

Es por eso que sintió un gran alivio cuando Nick comenzó a hablar de nuevo. "No fue casualidad que yo conociera al señor Nutriales, ni que tú me encontrarás ese día comprando una Jumbo-pop." Judy sonrió al recordar aquello. "O que yo tuviera mi historia con Mr. Big, o que tú le hubieras salvado la vida a Fru Fru, o que..."

Su risa hizo eco por toda la habitación. "Ok, ok, ya entendí. Todo fue cosa del destino."

"O de una coneja bastante terca," dijo con ligereza.

Desde su lugar le propinó un codazo. "¡Hey! Siempre es agresión contigo. ¿Quién diría que la diminuta Oficial Toot Toot resultaría ser tan ruda?" Logró decir entre risas. "¿Qué hubieras hecho sin mi ese día, eh?"

Una pequeña sonrisa apareció en sus labios. "Probablemente me habría ahorrado mucho tiempo. Y corajes también."

"Qué malagradecida."

Ambos terminaron compartiendo una risa sincera, hombros vibrando uno contra el otro. Su risa, su voz… su sola presencia la tranquilizaba como no tenía idea. Y se sentía tan bien estar así, solo los dos, sin problemas ni preocupaciones. Nick siempre tenía ese efecto en ella.

Ahora entendía por qué sus sentimientos habían cambiado. Nunca nadie la había hecho sentir tan segura como cuando estaba con Nick. Y eso también le preocupaba.

La sonrisa de Judy fue la primera en desvanecerse, dejando de nuevo esa expresión lejana de antes. Qué haría ahora para deshacerse de todo lo que sentía por él?

Al poco rato Nick se detuvo también, acomodándose en una posición que le permitiera tener una mejor vista de ella. Y cuando sus miradas se toparon, Judy pudo jurar que el corazón se le salía del pecho.

Mala idea.

"A decir verdad, me alegra haberte encontrado." Comenzó entonces, buscando una distracción rápida y ruborizándose al darse cuenta de lo absurda que había sonado. "Quiero decir, haberte visto. Encontrado suena como si estuvieras perdido y...

Pero Nick solo asintió. "Créeme, lo estaba."

Y a pesar del calor que corría por su cuerpo, Judy sabía con certeza que no debería de prestar mucha atención a sus palabras. A Nick le gustaba hacer comentarios como esos todo el tiempo y eso no significaba que fueran en serio. Él la veía como una buena amiga. Y nada más.

No tenía caso hacerse ilusiones por ello.

"¿Nick?" Hubo un ligero temblor en su voz que incluso ella no pudo comprender, haciéndola dudar de lo que iba a decir.

"¿Sí?"

Su corazón latía con fuerza, amenazando con traicionarla.

"Gracias."


Siento mucho haberlos hecho esperar tanto, otra vez la escuela hace de las suyas para mantenerme ocupada :'( así que tuve muy poquito tiempo para escribir en estas dos semanas. A algunos les comenté que actualizaría este viernes pero recibí visitas y apenas hoy se fueron (no, no los corrí xD) y fue por eso que hasta hoy pude subir el capítulo.

Hubieron partes que me gustaron mucho y otras que me quedaron algo flojas, pero de verdad que hice mi mejor esfuerzo e.e ¿no les pasa que planean tanto el final de una historia que el llegar a ella es lo que más les cuesta? Porque justo eso me ha estado pasando. Por lo menos ya quedó cerrada una parte importante de la trama y lo que sigue serán puras cosas buenas. ¿Alguna vez han leído Harry Potter? Porque si algo me encantó de esa saga es que todo está conectado entre sí y digamos que eso es lo que estoy tratando de hacer, así que presten mucha atención porque todo es importante para el desarrollo de esta historia.

También me disculpo por haberlos "spoileado" el capítulo anterior con lo que Nick quiso decir en la conversación que tuvo con Judy, créanme que no fue mi intención :'( a veces me preocupo mucho de que no me de a explicar bien con la narración que quise aclarar todas las "posibles" dudas antes de que surgieran e.e pero no volverá a pasar, se los prometo. Eso no significa que si algo no les queda claro no puedan preguntar xD saben que me encanta conocer su opinión.

¡Los quiero mucho! Y les agradezco el apoyo que me han dado en todo este tiempo. ¿Qué si los amo? Sí, sí los amo ;)

¡Tengan una bonita semana!

Y para los que no tienen cuenta en FF:

Guest1: Oww muchas gracias por tus palabras :') a veces me cuesta un poco apegarme a la personalidad de cada uno pero me alegra que te guste como va quedando. Disculpa la demora, espero que este capítulo te compense xD ¡Saludos! ;; Waruiko: Ya con lo de la friendzone tuvo suficiente xD pobrecillo, no creas que no me siento mal por eso jaja. Y sí, digamos que salieron algunas veces pero no funcionó, o no se lo tomaron muy en serio xD aún no estoy segura si profundizaré en ese tema. Si se te ocurre algo a ti adelante xD soy "toda oídos" jaja. Y muchas gracias linda :') creo que narrar es lo que más se me dificulta, a veces pongo primero los dialogos y ya luego le voy a agregando xD pero me alegra que no lo esté haciendo tan mal. De hecho, al principio pensé en que fuera la mamá de Gideon quien lo descubriera (y efectivamente, por andar deambulando por la casa xD) pero era alargar un poquito más la historia así que lo deseché al final... No sé si la "broma" haya sido mejor opción xD ya tú me dirás. ¡Te mando un abrazo! Y muchas gracias por todo el apoyo. ;; Guest2: Te prometo que no la abandonaré :) a lo mucho me tardaré un poco más en actualizar xD pero de que la termino, la termino. Y sé que el asunto de los villanos no ha quedado claro pero ya casi llegamos ahí... ¡Los niños del maíz! xD Quien sabe, hasta ahora puede ser cualquiera e.e jaja (es broma xD) ;; Sorako: Ay Sorita, me ayudó como no tienes idea :') muchísimas gracias de verdad (el mérito también es tuyo, así que ya hay un pedacito de ti en esta historia). Y disculpa que haya hecho sufrir un poco a los protagonistas xD pero lo compensaré más adelante. ¡Te mando un abrazo!

(Disculpen si me salen más largas las respuestas que el propio capítulo xD siempre me termino emocionando.) ¡Nos vemos!