Su kwami la seguía con vuelo presuroso, la notaba molesta y muy afligida.

-Pero esque... ¡Vaya hombre!.- La rubia bufo molesta. Y esque a veces no comprendía la testarudez de su esposo, ella no deseaba que su hijo tuviese tal peso en sus hombros, pero Gabriel. Ah... el era un asunto muy aparte. A pesar de la torrencial lluvia en la que se encontraba, lo mejor para su humor como siempre era salir a caminar, y en serio deseaba no heredarle ese mal habito a su hijo.

-No lo entiendo Duusu... Gabriel es tan terco y grosero a veces.-

-No te sientas mal, el lo hace por ti, siente que ya es tiempo de heredar esta responsabilidad. No te enojes por ello.- El kwami azul se recargo en el hombro de su portadora.- Aunque, Adrien tiene un destino muy diferente a pesar de entrelazarse con esto.- Susurro.

-¿A que te refieres?.- La rubia observo de reojo a su kwami, ella sabia que algo le ocultaba pues, Duusu poseía la clarividencia.

El kwami callo, y la rubia decidió dejar por terminada aquella conversación. se puso de pie y comenzó a caminar en dirección a la mansion, pero un sonido ensordecedor frente a ella la hizo actuar al instante. Todo había pasado tan rápido que no hubo tiempo para transformarse, simplemente tras ver aquel coche derrapando frente a una niña claramente confundida fue lo único que basto para que ella corriese hacia ella para salvarla. Un sonido sordo y todo colapso en su cabeza.

Lo único que logro distinguir al despertar fue a una pequeña niña castaña a su lado con mirada preocupada, su cabeza daba vueltas, todo era confuso.

-¿Que sucedio?.- Fue lo primero que articulo hacia la enfermera que la supervisaba.

-Un acto heroico, eso paso señorita. Esta pequeña niña estaba camino hacia el internado cuando sucedio el accidente, usted la salvo.-

Rosalie toco su cabeza con la mano libre que tenia, todo era confuso. Giro su vista hacia la niña a su lado.

-Solo recuerdo mi nombre pero... todo lo demas es borroso y vacio.- La niña a su costado le acaricio la cabeza.

-Ya que no tenemos informacion sobre usted, la dueña del internado ha pedido que la translademos a el hospital cercano a la institucion, se siente agradecida y desea ayudarla.-

Y como un relámpago los recuerdos llegaron a Rosalie. Tomo su cabeza con ambas manos y giro su rostro hacia el rubio sentado frente a ella. Estaban en la enfermeria del internado. las lagrimas se agloparon en sus mejillas, Gabriel se veia mayor a como lo recordaba, mas serio, y con una mirada cansina y llena de preocupacion.

-Lo siento tanto...-

-No fue tu culpa, yo no debi insistir tanto, se que no debi presionarte.- Gabriel tomo a su esposa de las manos y le sonrio.- Ahora podremos estar juntos de nuevo, Adrien, tu y yo.

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Habia pasado medio año tras lo acontecido con los padres de Adrien. Este, se había puesto tan sentimental que Marinette lo vio llorar de una manera que le encogió el corazón. Gabriel habia tomado la decisión de dejar de producir akumas, no valia la pena ahora puesto que lo unico que lo motivaba a hacer tremenda maldad era el dolor por no encontrar a su esposa. Todo se habia aclarado y Gabriel debia hablar con su hijo pues, Duusu habia advertido por un peligro mayor a partir de ese momento.

El saber que su padre era aquel villano no le había sentado para nada bien al rubio, y tras una fuerte y devastadora discucion todo se había aclarado. Sin embargo para Marinette todo le parecía de lo mas extraño y preocupante.

-Un peligro mayor...- Susurro en cuanto termino de escuchar a Gabriel en aquella amplia mesa. Rosalie a su lado asintió.

-Se acerca el verdadero enemigo, y no podemos hacer mas que conseguir las gemas para poder vencerlo, si las encontramos eso aumentara tu poder Marinette, y podremos vencer. pero las gemas no se dejaran ver hasta el primer ataque, cuando el verdadero peligro de comienzo.-

Adrien frente a ella se encontraba pensativo.

-Estamos juntos y debemos llamar a volpina. El maestro aun tiene los amuletos restantes, debemos encontrar a los portadores para que despierten. Si el enemigo es tan fuerte como presagia el libro y Duusu, necesitaremos aliados.

Marinette asintió junto a los presentes. Debían formular un plan para terminar una guerra que estaba por comenzar.

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A lo lejos en el hotel mas grande de Paris llegaba una mujer rubia y de amplia sonrisa prepotente.

-Madre!.-

-Chloe, Cariño que gusto verte.- Murmuro mientras abrazaba a la chica rubia de manera cordial.- Espero todo este e perfectas condiciones, justo como estaba al irme.

-Por supuesto que si madre. Papa esta en una conferencia pero podemos ir de compras en lo que regresa...- Comento alegre

Y esque su madre era todo para ella a pesar de el trato que le dedicaba. La rubia mayor asintió con aburrimiento y entro. Habia regresado después de tanto tiempo, y esperaba que todo aquello que estaba por suceder le otorgara frutos favorables. Despues de todo, la abeja reina siempre seria la mas poderosa entre todos los prodigios..

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Prodigiosa. Las aventuras estaban por tornarse peligrosas.


Y con esto concluye la historia!.

Me alegro mucho haber escrito esta corta historia, y agradezco todo su apoyo.

Sin mas. Nos seguimos leyendo en proximos proyectos.