Knock, knock… who's there?... It's me with other story for you :) Thank you so much to Rochelle Allison for allow the translation of this story.

Toc, toc… ¿Quién es?... Soy yo con otra historia para ustedes :) Muchas gracias a Rochelle Allison por permitir la traducción de esta historia.

Algo que no puede faltar: los personajes no son míos, pertenecen a Stephanie Meyer, y la historia es de Rochelle Allison, yo solo traduzco.

En esta traducción como en las demás sigue presente mi amiga y Beta Erica Castelo. Gracias por seguir apoyándome.


Un pequeño golpe. Pequeño, pero definitivamente…

… un golpe.

Asustada, me incorporé, buscando el control remoto entre los cojines del sofá. Silenciando la televisión, me quedé quieta y escuché, esperando otro golpe o que mi corazón se calmara.

Aunque, a excepción del doble zumbido del refrigerador y el calentador, no hubo nada. Acomodándome una vez más en el sofá, apagué la televisión en lugar de subir el volumen y arrojé a un lado el control remoto. No había nada que quisiera ver, de todos modos. Una semana en mi soledad involuntaria y ya me estaba poniendo un poco ansiosa.

La cabaña de madera en el bosque de mi tío se había escuchado como un sueño idílico. Incluso romántico, a pesar de mi escasa vida amorosa. Y al principio había sido así. Él necesitaba a alguien que la cuidara mientras viajaba al extranjero y yo… había venido buscando tranquilidad, un lugar para reparar mi corazón herido. Un lugar para recuperar mi estabilidad emocional, tal vez para arrancar las semillas de hastío germinando en mi alma. Está bien, eso fue un poco melodramático, pero honestamente, es cómo me sentía. Mediocre, triste. Aburrida—épicamente. Y me refiero a que, en serio—estaba demasiado joven para estar así de aburrida (bueno, entre los treinta… y veintitantos y joven para todos los demás) y así de muerta de aburrimiento.

No era una vidente con un don para ver el futuro, y ciertamente no vi las cosas con claridad a medida que iban sucediendo, de modo que solo ahora, con una saludable dosis de sesgo retrospectivo, puedo entender realmente por qué estoy donde estoy. Falta de propósito: pasando de un trabajo a otro, ignorando las sugerencias de mi madre de al menos regresar a la escuela. Una autoestima baja y patética: encontrando valía en las relaciones cuando apenas si me conozco. Cuando no sabía si al menos me agradaba a mí misma. Tal vez, hasta yo me tenía lástima. Tal vez por eso había estado con Jacob—lástima. Tal vez…

Golpe

La vieja manta de futbol de tío Phil cayó silenciosamente al suelo cuando me puse de pie. Todas las puertas estaban cerradas con seguro. Ya antes me había asegurado de ello después de aventurarme a salir por leña; los reportes del día sobre una intensa nevada me habían forzado a salir de mi perezoso capullo e ir hacia la inhóspita frialdad de afuera. Junto con una alacena completamente abastecida, estaba lista para lo que sea.

Golpe

… todo menos eso. ¿Qué demonios?

Me moví despacio y sin hacer ruido, escuchando, esperando, deseando, rogando que solo fuera… un venado. O algo. ¿Un murciélago? ¿Qué podría estar allá afuera en esta época del año?

¿A estas horas de la noche?

La cabaña estaba resplandeciente con ventanas, que inundaban con luz el interior durante el día. Eran como encantadores dibujos vivientes, vistas de increíbles paisajes. Encantadoras incluso en pleno invierno, incluso con altos árboles secos y sin hojas, el mundo carente de color. Aunque por la noche, esas mismas ventanas me daban escalofríos, invadiendo mi sentido de la privacidad, y tenía todas las cortinas corridas para el crepúsculo. Ahora las miraba detenidamente, preguntándome si había alguna abertura por alguna parte, si algo… alguien… por dónde sea podía verme.

Golpe

Golpe

Golpe

"Oh Dios, oh Dios," dije entre mi aliento, realmente asustada. Alguien estaba tocando la puerta. No había escuchado un coche, y de todas formas la nieve había estado cayendo por bastante tiempo como para que fuera difícil el conducir. Agarrando mi teléfono, y luego el atizador de la chimenea por si acaso, caminé de puntillas hasta la puerta del frente y escuché.

Otro golpe, más suave esta vez. Di un salto hacia atrás, temblorosa, sintiendo una llamarada de adrenalina ardiendo a través de mí, preguntándome si debería llamar a alguien o solo gritar. Estaba a punto de hacer lo último cuando escuché una voz débil.

"Por favor…"

Llevando el atizador en mi mano derecha, quité el seguro y abrí la puerta con la izquierda. Mi corazón, que había estado agitado hasta ese momento, casi se detuvo con la bofetada de aire helado que me recibió. Estaba tan frío que quemaba, y jadeé.

Pero ahí, tumbado en el porche, con pantalones de chándal gris y una sudadera negra, los dos mojados por la nieve y tal vez sudor—no lo sé—estaba un hombre.

"¡Oye!" Grité, horrorizada. Tiré a un lado el atizador y me arrodillé junto a él, tratando de remplazar mi miedo hacia los extraños por preocupación por este. "Oye, ¿estás bien?" No lo estaba, obviamente, y lo sacudí y tiré de él, tratando de levantarlo para que al menos pudiera entrar. Su ropa no se acercaba ni un poco a la apropiada para este clima, y sabía que probablemente ya estaba sufriendo de hipotermia.

Gimió, estremeciéndose. La nieve cubría sus cejas así como su barba, que estaba un poco larga. Sin pensarlo, pasé mis dedos sobre ella, viendo la nieve derretirse con el contacto. Se estremeció de nuevo, y entonces yo también lo hice, mis ojos lagrimeando por el viento.

Otra explosión de adrenalina: Me levanté de un salto, metí mis manos por debajo de sus axilas, y tiré de él para meterlo, disculpándome entre mi aliento cuando su cabeza golpeó la jamba.

Cerré la puerta con fuerza detrás de nosotros, jadeando, con las manos hormigueándome por el frío. Sus manos y su rostro, que podía verlos ahora, habían tomado un tinte azulado.

"Oye, ¿puedes escucharme?"

"Sí," susurró después de un momento, respirando superficialmente.

"¿Puedes…moverte? ¿Algo? Creo que deberías tomarte un baño caliente o algo así."

Sus ojos, de un verde brillante si no es que vidriosos, se abrieron por una fracción de segundo antes de cerrarse. "Está bien," me dijo, con solo un dejo de voz.

Y entonces se desmayó.


Pobre Bella, sola en un lugar tan aislado y un hombre llega medio muerto a su puerta. ¿Quién será? ¿Podrá salvarlo? Como podrán ver son capis cortos, no le voy a dar un día de publicación, solo les diré que de ustedes depende la publicación. Entre mayor sea su respuesta, más rápida la publicación del nuevo capítulo. ¿Qué dicen? Recuerden que un gracias no cuesta nada, y si me dicen que les pareció mucho mejor :) Gracias por seguir acompañándome con mis traducciones.

PD. Recuerden que para foto teasers, adelantos y posibles traducciones, pueden solicitar la entrada a mi grupo 'The World of AlePattz' el link está en mi perfil.