Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, la historia sí.


Para los vendedores y clientes habituales del Callejón Diagon los últimos días del verano significaba encontrarse con una multitud de chicos y familias emocionados ante la perspectiva de un nuevo año escolar en Hogwarts. Pequeños probándose sus primeras túnicas, ilusionados con la idea de ser escogidos por una varita, los que se babeaban antes los últimos modelos de escobas expuestas en las vidrieras, los que salían de Sortilegios Weasley con una sonrisa traviesa y los bolsillos llenos de jugarretas, los que no con tanta emoción entraban a la librería a buscar los tomos necesarios para ese año y lo que veían con amor a su nueva mascota y amiga a la salida de la tienda de lechuzas.

Con los años Hermione había encontrado cierto placer y emoción en ir a observar este espectáculo, quizá por la nostalgia de sus años escolares cuando ella era parte del mismo o era más bien estudiando las posibilidades de verse otra vez allí, pero como una de las madres que acompañaban a sus hijos a hacer estas compras. No es que estuviera apresurada por casarse ni nada, sí bien ya tenía 32 años y una vida laboral exitosa y ascenso era justo ahora con los cambios que estaba atravesando que se sentía lista para emprender el reto de una familia. ¿El problema? Que su vida amorosa no era tan exitosa. Después de romper su compromiso con Ron luego de tres años de relación, seis meses de comprometidos y la aceptación de que su vida juntos sería un error del que ninguno quería culparse, ella se sumió en una soltería cómoda, porque sí, salía con chicos, tenía citas y una que otra noche entretenida, pero luego de eso no había logrado ningún compromiso serio que la atara o la distrajera de lo verdaderamente importante, su carrera en el ministerio, su familia, sus amigos y quien se convirtió en el centro de sus mimos y quien la hace cada día considerar la posibilidad de buscar el amor y formar una familia: Teddy.

El metamorfomago, después de la guerra se volvió una luz en la vida del trío dorado, siendo un recordatorio de que todo lo que perdieron, todo lo que hicieron, las vidas de sus amigos, no fue en vano porque fue para garantizar un futuro seguro para él. En la vida de Hermione era él un lugar donde depositar amor y encontrarlo sin ninguna razón más allá de saberlo parte de ella de una manera mágica y especial. También significó una nueva perspectiva, pues así como le ayudo a comprender que quería un futuro con esposo e hijos le hizo entender que no era aun el momento, hasta ahora. Con 15 años en joven de pelo azul y ojos de un verde igual al de Harry empezaría su quinto año y para orgullo de todos (sobretodo para ella) sería el prefecto de Gryffindor. Como cada año, esto que se había vuelto una tradición desde que inició sus estudios en el famoso colegio de magia y hechicería, ella lo acompañaba a hacer sus compras.

En un principio, iban siempre Harry, Ron y a veces Ginny con ellos, pero resultaba un poco embarazoso que todos se quedaran admirados viendo al salvador del mundo mágico y sus amigos y héroes de guerra como si fueran dioses. Pero poco a poco entre las ocupaciones de cada uno terminaban dejando solos a Hermione y a Teddy, solo porque está haciendo valer su posición como figura materna autoimpuesta decidía que nada debía interferir entre ella y ese momento especial del año, lo cual dejaba bastante tranquilos a Harry a Ron para cumplir con sus labores como aurores y otros compromisos familiares. Ahora que todos eran adultos siempre estaban ocupados con sus esposas e hijos. Harry ahora casado con Ginny tenían a dos chicos James y Albus de 10 y 7 años y Ron también casado con Betty, una chica del ministerio de quien se enamoró y con quien ahora tiene su primera hija, Stella de 5 años.

Este año era aun mas especial para la relación forjada entre Teddy y Hermione, pues luego de la muerte de Andrómeda Tonks en la navidad del año anterior, el chico en medio del duelo de perder a su único pariente vivo se había negado a abandonar la casa en la que creció y vivió toda su vida, fue un momento realmente duro para todos, pero sin duda mucho más para él. Harry como su padrino y tutor considero llevárselo con él a Grimmauld Place, Ginny y él creyeron que sería incluso bueno para Teddy por tener a los pequeños James y Albus a su alrededor, pero este se negó, así como irse a la Madriguera o a vivir con Hermione en su apartamento en el centro de Londres muggle y cualquiera otra opción que implicara dejar su hogar, por lo tanto la decisión del trío de oro fue que Hermione se mudara con él a la casa de la familia Tonks, por lo menos hasta que el chico cumpliera la mayoría de edad. Al principio había sido extraño, a pesar de que cuando Andrómeda estuvo viva siempre la hizo sentir allí como en casa, aun no lo sentía y cuando Teddy tuvo que volver a Hogwarts a terminar su cuarto curso fue peor, pero por él valía la pena y él sabía el esfuerzo que era para ella y se lo agradecía.

Flash Back

Llovía descomunalmente afuera, el día era triste, frío, justo como se sentía el por dentro y como sentía todo el mundo a su alrededor. Sus cosas rotas y o desperdigadas por la habitación era un reflejo del desastre emocional que tenía el chico. Entonces alguien toco la puerta abierta y se incorporo un poco de su cama donde se encontraba acostado viendo la nada y observó a la mujer de melena castaña asomarse.

Herms lo veía con algo de pena, no era lastima, él sabía la diferencia, la lastima fue lo que vio en muchas de las personas durante el funeral que seguramente pensaban en él como el pobre huérfano que se quedo sin nadie. Y no estaban tan alejados de la verdad, él se sentía un poco así. Pero luego estaban Harry, Ginny, Ron, todos los demás Weasley y Hermione que también eran su familia. Esta última lo observaba desde la puerta con algo que finalmente decidió llamar empatía esperando una invitación a pasar o algo.

Con la serenidad que le caracterizaba y que todos decían que era heredada de su padre se incorporó completamente sentándose en el centro de la cama con las piernas cruzadas y le habló una vez más dejando firme su posición –No me iré a ningún lado, Herms. No voy a dejar la casa de mis abuelos. Espero que me apoyes y me ayudes a que Harry lo entienda.- Ella siguió observandolo ahora con una pequeña sonrisa mientras se acercaba a la cama y se sentaba a un lado de él.

-¿Estás seguro de eso Teddy? ¿Vivir aquí, por lo menos con todo tan reciente no te entristecerá más? Pensamos que quizás sea menos doloroso si vives con uno de nosotros por un tiempo y luego vuelves y tomas posesión de tu casa como corresponde.- Ella era conciliadora al hablar y razonable, a veces le incomodaba esa lógica con la que echaba por tierra sus protestas y berrinches, pero esta vez él estaba seguro. Por lo que asintió viéndola a los ojos.

-No puedo irme, no quiero hacerlo, se que será peor si lo hago, por lo menos aquí aun la siento conmigo. No sé si tiene sentido y realmente no me importa, quiero quedarme.- Ella también asintió como diciéndole que lo entendía y eso lo relajo un poco, incluso ella lo busco para abrazarlo y él no se resistió, Hermione siempre fue cálida y sus abrazos eran como medicina cuando estaba enojado, frustrado o confundido.

-Entonces espero que por lo menos aceptes compañía. Aun eres menor de edad y no puedes vivir solo aquí cuando regreses en las vacaciones del colegio. Me gustaría saber tu opinión con respecto a que me venga vivir contigo.-Ella no termino el abrazo por lo que él cerca de su pecho sintió su corazón acelerado cuando le pidió su opinión, mentalmente se burló de que ella se pusiera nerviosa por ello, pero no hizo comentario alguno sobre ese detalle. Por el contrario apretó más el abrazo aferrándose a ella como un niño pequeño pero hablando con la serenidad y seriedad de un adulto.

-Me parece la opción más conveniente, nunca me gusto que vivieras sola en ese apartamento.-La hizo reír y el aun en medio de esta situación tan difícil se sintió un poco más tranquilo. Sí, había perdido algo invaluable como lo era su amada abuela, la mujer de su vida, pero no estaba solo aún tenía a su padrino y a su familia, a los Weasley y a Hermione que siempre estarían para él.

Fin Flash Back

Por su parte, Teddy nunca estuvo seguro de cómo era tener una mamá y aunque sabía porque no tenía a la suya, la extrañaba. No es que no le bastara con el amor de su abuela Andy pero con el tiempo descubrió que no era lo mismo porque su abuela era una abuela, no una mamá, luego empezó a crecer y al llegar a Hogwarts se dio cuenta de que sí conocía algo muy parecido a esa figura materna, esa que siempre estaba a para aconsejarte, para ayudarte con los deberes en vacaciones, dispuesta incluso a dejar muchas cosas por ti y hacerte sentir seguro y amado, siempre fue Hermione en quien consiguió todo eso y luego de la muerte de su abuela su relación con ella se hizo más cercana, si era posible. Ella a diferencia de su padrino que siempre vio como un padre y con quien compartía tanto como fuera posible, y Ron que era como un tío, ella no tiene otra prioridad a aparte de él. No es que no adorara a esos pequeños como a hermanitos, pero su padrino ahora tenía a James y Albus y Ron tenía a su pequeña Stella a demás de una docena más de sobrinos, pero Herms siempre estaba solo para él y no tenia que compartirla con nadie, por lo menos no aun.

Ahora comiéndose un helado juntos luego de comprar todo lo necesario, incluyendo libros que leerían a la vez y comentarían por cartas y unas bromas que le había dado George gratis con la condición de que las probara y le enviara un informe de sus resultado y túnicas nuevas, él secretamente atesoraría estos momentos como los recuerdos bonitos de quien sin saberlo había aliviado un poco el vacio de no tener a su mamá con él, aunque nunca pudiera llenarlo.

Justo este momento alejaría esos pensamientos tristes, se dedicaría a disfrutar y descansar, porque ambos sentían que merecían descansar, por el resto del fin de semana.

-¿Crees que si nos vamos desde la mañana a la madriguera, Molly nos alimente todo el día y nos ahorramos cocinar un domingo?- Teddy sabía que Molly amaba alimentar a sus chicos y sacaba provecho de ello cada vez que podía, eso y que ir a la madriguera tenía otras ventajas.

-Por Merlín chico, no seas tan desalmado de aprovecharte del amor de esa pobre mujer. –Le reclamó conteniendo la risa Hermione.

-Vamos, tú sabes que también quieres ir. Además, igual tenemos que ir obligatoriamente para el almuerzo familiar, solo que llegaríamos para el desayuno y nos iríamos después de la cena. Piénsalo, no tendrías que fregar los platos.

-En serio, Teddy, con esa mente calculadora tuya y tu capacidad de manipular me pregunto cómo no estás en Slytherin.- él le guiño el ojo y se metió una cucharada de helado a la boca saboreando el sabor del chocolate antes de contestarlo.

-Pude serlo, pero al final el león en mí es más fuerte. Además por alguna razón me imaginaba a Harry a Ron y a ti con un ataque si eso sucedía.-Término señalándole con la cuchara y salpicándole helado en la cara.

-Nosotros no nos habríamos atacado. Quizás Ron un poco, pero Harry y yo lo contemplamos como una posibilidad. Después de todo, tu abuela fue Slytherin y tú eres descendiente de la familia Black. No era algo que no hubiéramos previsto, tu podías pertenecer a cualquier casa, pero no te niego que todos nos alegramos de que fueras Gryffindor.-Terminó arrojándole un poco de su helado de mantecado a la camisa y sonriendo con diversión, como si se olvidara que ella era el adulto y no otra chica de 15 años.

-Espero que la laves antes de irme, es mi camisa favorita y no me iré a Hogwarts sin ella. Volviendo al tema y ahora que mencionas a los Black, la Sra. Malfoy, la hermana de mi abuela me escribió hace unas semanas enviando sus condolencias y que lamentaba haberse enterado tan tarde, pero que estaba algo desconectada de lo que sucedía en Londres. Parecía muy sincera ¿Sabes? Incluso mencionó que le dolía no haber logrado mejorar su relación con mi abuela, que aunque se hablaban un poco nunca fue lo mismo.-Espero alguna reacción de ella pero ella parecía tranquila, como si ya lo supiera o lo esperaba.

-Fui yo quien le aviso. Con todo el alboroto en ese momento al parecer a todos se nos olvido que Andrómeda tenía una hermana viva. Tu abuela nos contó hace algún tiempo que había logrado acercarse cordialmente a Narcissa Malfoy, pero que el trato se sentía forzado y que era más como de viejas conocidas que como hermanas. Me pareció muy injusto que no le informamos, me he carteado con ella desde febrero y ha estado muy pendiente de ti, me sorprendió que tardara tanto en escribirte directamente.- Ella habló con Harry sobre esto, a pesar de todo lo sucedido en la guerra se sentían un poco incómodos con los Malfoy, sin embargo eso no quitaba que fueran familia de Andrómeda y por lo tanto de Teddy, por ello no era justo no informarle al respecto. Sin embargo aún no estaban seguros de un futuro acercamiento entre el chico y este lado de su familia sería bueno. Decidieron dejarlo a criterio de él, finalmente es su familia y aunque se lo prohibieran el conseguiría la forma de hacerlo si lo deseaba.

-¿Por qué no me habías dicho nada? ¿Harry lo sabe? ¿Él está de acuerdo?- No va a negar que no sentía curiosidad por conocer esa parte de su historia familiar, pues había escuchado mucho sobre los Black y sobre la última de ellos que queda, la hermana de su abuela, pero una cosa era escuchar a otros que conocer todo por ti mismo, a él le gustaba más hacerse de sus propias opiniones como le había enseñado su abuela. Aun así, le preocupaba que su padrino no estuviera de acuerdo, por la misma historia de conflictos que hay entre ellos y los Malfoy, por ello nunca expresó su curiosidad. Además, tampoco imaginó que hubiera la posibilidad de un acercamiento, ni siquiera sabía que su abuela hablaba con su hermana.

-No había surgido el tema, sí y lo último, digamos que no es cuestión de estar o no de acuerdo, Narcissa Malfoy, su hijo y su nieto son tu familia, eso es una realidad que no podemos quitar, más bien esperábamos que tu decidas al respecto. En caso de que ellos quieran acercarse a ti ¿Qué quieres tú?-

-A veces creo que ustedes confían demasiado en mi criterio. ¿Recuerdan que solo tengo 15 años? Sigo siendo un adolescente, rebelde, alocado, irresponsable e inmaduro. – Lo último lo dijo y seguidamente le saco la lengua a Hermione, como para demostrar su punto.

- Lo sabemos y también conocemos tus límites. Y aunque quieras hacerles creer a todos que eres un revoltoso igual que tu padre y un rebelde como tu madre, sabemos muy bien que Andrómeda no te crío así. Lo único rebelde y alocado que tienes realmente es el color de tu cabello… y quizá tu habitación.

Ellos siguieron hablando y riendo por un par de horas más sobre los Malfoy, el nuevo año escolar y el nuevo trabajo que le ofrecieron a Hermione. Antes de irse pidieron unos pasteles para llevar y tener como postre así como algunos para llevar a James, Albus y Stella. Iban saliendo de la heladería cuando venían entrando un hombre joven, rubio platinado, elegante e imponente con un chico de no más de 11 años, este sonreía y en su mirada brillaba la ilusión que Teddy y Hermione habían estudiado y comentado tantas veces en los jóvenes de primer año que iban al Callejón Diagon llenos de expectativa. Hermione reconoció al adulto por su increíble parecido con su padre, era Malfoy, convertido en un adulto guapo y sonriente, como nunca lo imaginó en su juventud cuando no eras más que un niño mimado y arrogante que necesitaba que lo pusieran en su lugar, como ella tantas veces lo hizo. Ahora con su cabello más largo, sus facciones más varoniles, una barba incipiente que no le hacía ver para nada desalineado, un traje con un estilo muy muggle como estaban de moda en la comunidad mágica actualmente, pareciendo uno de esos hombres estables que conocían perfectamente su lugar en el mundo.

Este a su vez la observó sorprendido, era un poco difícil encajar su imagen de aquella sabelotodo insufrible en sus tiempos de escuela con la mujer atractiva que se encontraba frente a él, si no fuera por ese aun indomable cabello suyo y esa mirada color chocolate estudiandolo de pies a cabeza le hubiese costado un buen rato ubicarla. Era simplemente llamativa, con un vestido verde, fresco para el verano, unas simples sandalias, y una sencilla gargantilla se veía hermosa e indudablemente muggle. Como retando a quien sea de la comunidad mágica a juzgarla o criticarla por algo que estaba orgullosa. Su educación lo llevó a saludarla como la vieja conocida que era, omitiendo toda la historia de peleas de niños o los acontecimientos de la guerra que tenían como pasado en común. Sin notar aun al chico de cabello llamativamente azul a su lado a quien su hijo miraba fascinado.

-Granger- Su voz acompañada por una leve sonrisa y un asentimiento de cabeza le pareció suficiente.


Bien, la continuación depende de ustedes. Será algo corto, máximo cinco capítulos.

Si me dicen que les agrada la idea hasta ahora sigo escribiendo, sino, fingiré demencia y la borrare.

PD: De verdad espero les guste, es mi primer fanfic.