Amor prohibido (versión loli)

Capitulo 1 UN AMOR PROHIBIDO SURGE

Naruto Uzumaki era un ninja de 20 años. Sus padres eran el cuarto Hokage Minato Namikaze y Kushina Uzumaki. Ambos murieron en el ataque del Kyubi hace unos dias. Lo que nadie sabía era que en él fue sellado la mitad yang del Kyubi. Ayudó a sus padres pero ellos le sellaron porque Kushina estaba muriendo por la extracción de Kurama. Había estado bastante enferma de una grave enfermedad y estaba recuperándose apenas cuando un sujeto enmascarado hizo su aparición y rompió el sello liberando al biju. Lo malo es que el no había sido el único sellado.

Hiashi y Hana Hyuga ofrecieron a su hija recién nacida el 27 de diciembre para sellar a la otra mitad ying del Kyubi.

En el funeral quedó mirando con nostalgia a Hana. El había sido su compañero de generación, su mejor amigo y había estado enamorado de ella desde siempre. Pero ella siempre se fijó en su rival Hiashi Hyuga. Se casaron y dejó a Naruto con el corazón roto.

Hana se había enamorado de Hiashi porque era el genio de su generación y su carácter frío le atrajo. Naruto no era ninguna de las dos. Era el peor de su generación y tenía sangre caliente. Pero se esforzó y llegó a superar hasta a su mismo padre quien era reconocido como un prodigio. Pero no le bastó eso.

Naruto estaba reunido con Hiruzen Sarutobi y Jiraiya. Jiraiya y Minato eran amigos y vio a Naruto como sus hijo. Supo lo que sufrió Naruto por un amor no correspondido.

-Naruto, tus padres siempre quisieron que tomaras su lugar como Hokage-le dijo Hiruzen a Naruto.

-No puedo abuelo. No puedo controlar al Nueve Colas aún y sería un peligro para todos. Me iré un tiempo para dominar a la perfección mi poder. Un amigo en la Aldea de la Nube puede dominar a su Bestia con Cola a la perfección. Me colaré para aprender de él. Además quiero despejar mi mente de malos recuerdos-le contestó Naruto.

-Está bien. Cuanto tiempo te irás?-.

-Unos 6-7 años quizás al dominar al Nueve Colas. Quizás pueda usarlo con Senjutsu-.

-Cuídate mucho-se despidió Hiruzen.

Han pasado 6 años desde que Naruto se fue de la aldea. Pudo dominar a la perfección el poder de Kurama. No le fue sencillo porque al principio lo odiaba pero se ganó su amistad y respeto. Le tenía que tocar la mitad malvada. Además cumplió su objetivo de combinar el chakra Senjutsu con el de Kurama y sus resultados son fenomenales. También dominó los 5 elementos con muchísimos esfuerzo, si Hiruzen pudo porque él no podía.

Era invierno y había mucha nieve. Se detuvo para contemplar a una niña de 7 años siendo molestada por unos niños bravucones. La niña lloró.

-¡USTEDES TRES SI SIGUEN MOLESTÁNDOLA LES IRÁ MUY MAL!-gritó Naruto soltando un monstruoso instinto asesino.

Los niños salieron corriendo. Naruto se acercó a la niña. La miró con detenimiento, era peliazulada, ojos blancos, piel nacarada y facciones lindas. Esta niña era idéntica a Hana...debía ser su hija y la otra jinchuriki. Sabía que debía sentir rencor a ella por su madre...pero no podía. Ella no tenía la culpa de nada.

La niña lloró en su pecho.

-Ya pasó. Ya pasó-la consoló el rubio.

La abrazaba con mucha ternura. No sabía por que pero la pequeña niña le producía una paz que no había sentido en mucho tiempo.

-Hola pequeñita. ¿Cómo te llamas?-

-Me llamo Hinata Hyuga. ¿Y tú como te llamas?-.

-Me llamó Naruto Uzumaki-.

-Gracias por salvarme. Nadie se había preocupado por mi antes-agradeció la niña.

-¿Y tus padres?-.

-Dicen que no sirvo para las técnicas de mi clan y que todo me sale mal...creen que soy un fracaso-confesó triste.

Naruto estaba furioso. Ella no tenía la culpa.

-¿Tú madre dice eso también?-

Hinata asintió tímidamente.

Naruto no podía creer que Hana hubiera cambiado asi. Ella era bondadosa y amable. En siete años se hizo fría y arrogante como su esposo. Y se desquitan con una niña inocente su propia hija.

-Tus padres son unos tontos. Cuando yo tenía tu edad no era talentoso pero superé a todos con esfuerzo, sudor y lágrimas. Tú y yo somos genios del trabajo duro. Nosotros somos los que terminamos destacando y dejando atrás a los genios naturales. No dejes que te desanimen-le contestó con una sonrisa zorruna.

Hinata se sonrojó ante la sonrisa y sus palabras de aliento. Nadie había sido tan dulce y atento con ella. Su corazoncito latia y sintió un calor en el pecho.

-Gracias-dijo llorando la pequeña niña.

Naruto le dio un abrazo gentil y la acompañó a su casa.