Katniss abrió los ojos y suspiro una vez más, miro el reloj, ya era tarde, pasaba de media noche y hacía como una hora que Gale se había ido.

Pensó en la plática que mantuvieron, sin poder creer que todo lo que Gale menciono fuese verdad. Aunque la emoción fluía dentro de ella.

Apago las luces y subió a la habitación donde no encontró a Peeta, revisó los siguientes cuartos, hasta que volvió al cuarto y lo encontró en el balcón de su habitación. Estaba dormido.

Katniss sonrió con ternura al verlo, no tenía mucho que se había dado una ducha, aún tenía el cabello mojado.

Sin duda estaba agotado, lo notaba por las ojeras que estaban haciendo sombra bajo sus ojos, seguro que desde esa mañana que llegó no había tenido tiempo de descansar nada, seguro también se encontraba estresado por todas las cosas.

"¿Cómo se comportara cuando hablemos?" se preguntó Katniss mientras salía de la ducha.

Se sentó al lado de Peeta, esperando a que despertará, recargo su cabeza sobre su hombro y espero.

Al cabo de un rato le escucho suspirar.

—Te has quedado dormido —susurró.

—Creo que ya me di cuenta —susurró también.

—¿El cambio de horario? —se separó de él.

—Quizás —lo vio beber— ¿Dónde está Gale?

—Se ha retirado a casa. Con su esposa —lo miro a directo a los ojos pero no encontró ninguna expresión.

Era una probabilidad de que en verdad a Peeta no le interesaba nada a Madge. Y en dado caso él la había engañado a ella. Sé lo recalcaría en esos momentos. No sentía prisa y tenía que ser Peeta quién se lo contará.

No lo presionaría para que le contará lo que ella quería saber.

—¿Has conseguido lo que querías? —ahora fue él quien la miro.

—Así es.

Sé quedaron en silencio durante mucho tiempo.

Gale le había dicho la verdad sobre Peeta, ya no quedaba ninguna duda, dado que Peeta no decía nada. Parecía apenado como si esperaba su respuesta. Ahora le tocaba a ella decir la verdad con respecto a sus sentimientos, hacerle ver lo que le hace sentir.

El corazón comenzó a latirle con demasiada fuerza. Sintió un dolor de estómago por la emoción que estaba experimentando en esos momentos, lo vio beber de nuevo, hasta que su vaso quedo vacío.

—¿Y te gusto la verdad?

—Mucho —se acercó a él—. ¿Ahora puedo besarte por eso o sigues enfadado por haberme marchado de casa?

—Aún sigo... —no continuo dado que Katniss lo besó.

No sintió nada por parte de él, se estaba resignando cuando él la acerco más y le correspondió del mismo modo. Le puso la mano tras de la nuca para profundizar el beso.

—Ojala me hubieras hablado antes —susurró— de trabajar con Gale.

—¿Las cosas habrían sido diferentes?

—Sí. Aunque creó que habría estado rodeada de mentiras —le contó arqueando una ceja—, siento que es un riesgo que no me habría gustado correr...

—Así que te ha contado todo, ¿eh?

—Sí, se siente muy mal por haberte forzado a rogarle a que me dejarás.

—¡Maldito cínico! —Termino diciéndolo con una maldición—. Le dije que lo mataría si no se dejaba de juegos con respecto a todo lo que estaba haciendo. ¡Pero que te quede claro que yo no le rogué! No voy a permitir que me acusen de eso.

Katniss lo besó de nuevo.

—Él lo interpreto de ese modo —sonrió—. Pero me agrada la idea de imaginarte rogándole para tu tomar su lugar en la boda.

—Ten cuidado en que terreno estás pisando —sus ojos brillaban—, aún sigo demasiado molesto contigo. Por todo lo que me has hecho pasar.

Sé mordió el labio sin tener que decir. Él espero una respuesta por parte de ella pero en cambio vio una mirada que él conocía demasiado bien, la misma de aquella noche cuando perdió el control frente a ella.

—¿Una disculpa está bien? —dijo con una media sonrisa.

—Creo que con eso me bastaría.

—Entonces me disculpo por todas las cosas que he dicho y hecho.

—Eres tan ciega que no te das cuenta cuando un hombre está enamorado de ti.

—Supongo que sí —bajo la mirada—. ¡Pero yo también estoy enamorada de ti, Peeta! No recuerdo mi vida anterior, no antes de que aparecieras tú.

—Bien —ahora fue quién la besó—. Porque pienso seguir existiendo en tu vida. Poseer cada instante en que no recuerdes a nadie más que mi nombre. Y sea el control de tu mente.

—Entonces —le beso el cuello— permíteme decirte que, será lo mismo para ti. Y si alguna ocasión en el futuro te veo con Madge, dándole el beso más fraternal del mundo, te juro que te abandono. Y no volverás a saber nada de mí.

—Esa mujer es un suplicio. Desde aquella vez que se encapricho conmigo años atrás. Y lo sigue cuando fue a buscarme al aeropuerto a suplicarme que perdonara a Gale por lo que había hecho.

—¿Y cómo me explicas el hecho de que estaban en el hotel?

—Es ahí donde se están quedando por el momento –le contó—. Gale ha vendido su apartamento. Se van a marchar dentro de nada, ya que quieren iniciar de nuevo.

—Aun no lo has perdonado, ¿verdad?

Él se encogió de hombros.

—A pesar de su encanto, no es una buena persona.

—Lo sé –contesto Katniss—. Pero es algo que Gale se está dando cuenta, esperemos que pronto cambie de parecer, si eso te sirve de consuelo.

El único consuelo que necesito es que me digas que me quieres de verdad y no soy solo el sustituto de Gale.

—No digas eso —puso un dedo sobre sus labios—. Sé que te hizo mucho daño lo que estuve a punto de hacer con Gale pero no dejemos que eso afecte nuestro futuro, dejémoslo en el pasado. Espero que algún día lo olvidemos. La verdad es que me gustaste desde aquella vez en que me ayudaste con esos papeles.

Lo único que necesitaba era tiempo para estar contigo. Un tiempo que llegue a pensar que nunca más iba a obtener.

—A eso era a lo que te referías cuando estábamos en el Capitolio —recordó.

—También te dije que estaba enamorado de ti, pero tú decidiste creer que me refería Madge.

—Y tú no me lo aclaraste. ¡Dejaste qué pensará lo peor!

Peeta rió.

—Así como planeaste que abusarías de mi durante los siguientes días.

—Debemos aclarar quién abuso de quién –se burló Peeta.

—¡Hey! Yo tengo un testigo —dijo mostrándole su reloj.

—Al igual que yo —dijo sacando el pin de la bolsa del pantalón.

—Me dijiste que era para la suerte. Y desde entonces la he tenido. Sobre todo contigo, mucha pero mucha suerte.

La beso con infinita ternura. Ella correspondió a su beso.

—Te quiero tanto, Peeta —miró el anochecer.

—Quiero que me prometas algo —Peeta la recostó sobre el frió piso.

—Lo que quieras —le pasó las manos por el cuello.

—La luna es hermosa está noche, como tú. Promete que si alguna vez tenemos dudas sobre cualquier cosa, saldremos aquí a aclarar las cosas.

—¿Y terminar haciendo el amor aquí? —dijo Katniss con una sonrisa, cuando Peeta comenzó a levantarle la blusa.

—Sí.

Ya no había mentiras.

La única verdad ahí era que ambos se querían y eso era lo único que importaba.


¡Y aquí está!

Ya ha terminado. ¿Les gusto? :)

Como una vez aclaré tome la idea del libro de Michell Reid: de ahí usé algunos capítulos de la historia, que le cambie no mucho, únicamente lo escribí con el fin de entretener a otros y a mi misma, ya que en constante me imaginaba está historia.

Gracias a todas las lectoras que la leyeron. Espero que la hayan disfrutado.

Así como quiero decirles que estaré subiendo una que otra historia. Ya sean largas o cortas.

Gracias por todos Favoritos, Follows y sus reviews. También a las lectoras anónimas: "X", "Missy", "Doremy", "Sammy", "Yessi", "Melani" y "Guest"

¡Espero que nos sigamos leyendo!

¡Hasta pronto!